Esta historia se desarrolla 2 años después de los acontecimientos de Solamente tú (mi novela anterior) esta es la historia de Cameron el menor de los hermanos Young. Esta historia tiene contenido LGBT+
CAPÍTULO I
Cameron terminó de bajar lo que se llevaría a la universidad, se recostó contra el auto de su hermano mayor y contemplo su casa por última vez, de ahora en más solo podría venir los fines de semana.
-espero que de verdad hayas pensado bien esto – le dijo su madre
-sé lo que hago mamá, además, sé que no me quieres aquí, así que es lo mejor para ambos –
-me parece que te tomas muy apecho todo lo que digo, jamás dije que no te quería aquí –
-sé que te resulta incómodo verme después de que te enteraste de “mis preferencias” – dijo esto último haciendo las comillas con sus dedos
-es solo que no lo entiendo, eso es todo, jamás me imagine que serias así –
-no te imaginaste, ¿o no quisiste verlo? Todos los demás en esta casa lo sabían –
-suficiente – Henry Young el padre de Cameron venía llegando, e intervino
-papá, ¿Qué haces acá? – preguntó Cameron
-me hijo menor se va a la universidad, por supuesto que estaría presente, no estoy de acuerdo con esto, pero te dejaré que lo hagas –
-relájate padre, que no va a la guerra, solo va a la universidad, no es como que no lo vayas a volver a ver – Benjamin vio a su padre, mientras negaba con la cabeza y sonreía divertido por la situación -¿nos vamos? – le pregunto a su hermano menor, y este asintió
-vendré en cuanto tenga tiempo libre – le dijo a su padre, aún le costaba acercarse a él, y las muestras de afecto entre ambos aún eran incómodas, así que su padre solamente le dio unas palmaditas en el hombro.
-¿estás seguro de dejar el auto? – pregunto por última vez, este únicamente asintió con la cabeza, y fue a subirse al auto de su hermano sin despedirse de su madre.
-no tendría donde estacionarlo, viejo – le dijo Benjamin a su padre antes de subirse él también.
Este nada más le hizo mala cara a su hijo mayor por llamarlo viejo, pero no dijo más, acto seguido se adentró hacia la casa y le hizo señas a su esposa, para que lo siguiera.
-¿no van a discutir, por mí otra vez? – preguntó Cameron a su hermano mayor, al verlos ir al interior de la casa.
-no te metas en los problemas de los adultos, eso únicamente será un dolor de cabeza para ti – después de eso ambos se quedaron en silencio hasta llegar a la universidad.
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El lujoso auto de Benjamin se detuvo frente a los dormitorios, Cameron se bajo, la luz del sol le lastimaba sus ojos, así que se puso los lentes que traía sobre la cabeza, Benjamin se bajo, también.
pronto cumpliría 30 años, y eso podía notarse en el hecho de que ahora parecía más maduro, pero de ahí en más físicamente, no había cambiado mucho, la diferencia era que ahora que las cicatrices de sus manos habían sido cubiertas con tatuajes, los cuales, le quitaban cierta formalidad, y no le gustaban a su padre. Abrió la puerta de atrás y empezó bajar las cosas de su hermano.
-¿estás seguro de que es aquí? -
-si aquí es vine a registrarme antes -
-no parece muy cómodo – Benjamin le dio una larga mirada al viejo edificio
-vi los dormitorio antes, y no están tan mal, al menos tienen baños, en el otro edificio los baños están al final del pasillo, eso sí sería demasiado para mí –
Mientras subían las maletas y el resto de las cosas que habían traído, (para hacer su estancia más cómoda) Benjamin no paraba de quejarse por la falta de ascensor.
-sola has hecho un viaje, además te sirve de ejercicio –
-estoy sudando y odio sudar, cuando se trata de otra cosa que no sea hacer ejercicio –
-no seas llorón, después puedes ponerte una de mis playeras –
-tu ropa no me queda, por mucho que hayas crecido sigo siendo más alto que tu, y no me gusta la ropa que me va chica –
El estilo de Cameron había cambiado mucho, era varios centímetros más alto ahora, también hacia ejercicio regularmente, además, ya no era tan descuidado con su imagen, ya no tenía el estilo despreocupado de antes, y eso le daba más confianza. Coloco su última caja de libros sobre el piso.
-¿Cuál será tu cama? – preguntó Benjamin
-aun no me decido –
El mayor de los hermanos, se sentó en la cama más cercana a la puerta y le bebió un largo trago a la botella de agua que traía consigo. – estas camas son jodidamente incomodas, busca la manera de volverla más cómoda o no podrás dormir –
El se sentó en la otra – creo que esta mejor esta, así que creo que la elegiré –
-se que quieres vivir toda la experiencia de la universidad, pero ¿estás seguro que podrás con la experiencia de el compañero de dormitorio? Has tenido una habitación propia y privacidad toda tu vida –
-quiero intentarlo – respondió Cameron
-bueno de todos modos si necesitas algo dímelo – Benjamin miro su reloj - ¿bajaste todo verdad? Se me está haciendo tarde y ahora debo ir a casa y tomar un baño, estoy echo un asco–
-no te preocupes por mi puedes irte –
Eloise y Benjamin se habían comprometido dos meses atrás y ahora estaban planeando casarse, y así dejaban en claro que lo suyo nunca fue algo pasajero, como decían muchos.
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Una vez que Cameron decidió cual sería su cama, comenzó a organizar todo en su lugar, por la noche comprobó que su hermano tenía razón la cama era bastante incómoda, le costó mucho dormirse.
al día siguiente, fue despertado desde temprano por los demás estudiantes, las paredes eran delgadas, y podía oír todo afuera, resignado se levantó y se metió a bañar, las clases comenzaban el lunes, pero todos comenzaban a volver, y algunos como el tenían algunas actividades antes del inicio de curso, a diferencia de su padre, y sus hermanos él no eligió una universidad privada, no quería estar en un lugar solo por influencias, ser el menor de su familia tuvo sus ventajas, a él no le exigían mucho, así que podía relajarse un poco, pero sabía que eventualmente trabajaría para su hermano mayor.
El cuello le dolía y también la espalda, cuando abrió la regadera el agua era muy fría, eso termino de despertarlo, cuando salió de baño, se sintió observado, se quito de la toalla de la cabeza y se encontró con un chico que lo miraba fijamente, debía ser su compañero de dormitorio, se sintió muy desnudo de repente, tomo la ropa que tenia sobre la cama y volvió al baño, sentía que se le podía salir el corazón.
“¿Por qué su compañero tenía que ser lindo?" Tal vez aun era tiempo de volver a su casa se dijo para sí mismo.
-no seas cobarde Cameron puedes hacerlo – se dijo así mismo y abrió la puerta
-vaya, hasta que sales creí que estarías ahí eternamente –
-lo siento, ¿querías usar el baño? – a tino a decir en voz baja
-desde lejos se nota que eres un niño rico – dijo otro chico que estaba sentado en la cama de su compañero, digo no creo que lo finjas como algunos que conozco, todo lo que usas parece caro, esas sandalias, deben costar más que todo lo traigo puesto –
Cameron bajo la mirada y vio sus sandalias, nunca se había sentido tan avergonzado, por usar algo de marca, no sabía hacia donde voltear.
-no molestes al niño rico – dijo su compañero saliendo del baño – si peleas con el seguro te ganaría, ¿o acaso no viste ese abdomen marcado? Es obvio que hace ejercicio y tú en la vida has puesto un pie en el gimnasio–
Cameron jalo su playera un poco más abajo, era verdad ahora sabia defenderse, su hermano mayor le había enseñado, pero él no quería pelear, él quería hacer amigos, por eso no dijo nada. Su teléfono celular sonó y este rápidamente contesto.
-si, ya estoy despierto –
-no, aun no desayuno –
-está bien, voy para allá, espérame en la entrada –
Colgó, el teléfono, agarro su cartera su llave de la puerta y se salió casi corriendo, Emily lo esperaba abajo, en cuanto lo vio se bajo los lentes un poco.
-¿te ves terrible? –
-solo vamos no estoy de humor para critiques mi estilo –
-¿me vas a decir que paso, para que estés de malas? – preguntó Emily una vez que llegaron al lugar donde desayunarían.
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Miles Collins no parecía estar teniendo un buen día, estaba cansado y solo quería dormir, pero aun le quedaba mucho por hacer, cuando llego al que sería su dormitorio se llevo la sorpresa de que su compañero ya se había instalado, así que no le quedo más que elegir la cama que seguía libre, si bien la otra cama estaba sin hacer, su compañero no estaba por ningún lado, solo después se percato de que el agua de la regadera corría, le pareció que era muy temprano para tomar un baño.
-¿Dónde pongo esto? – le pregunto su amigo Theodore y se detuvo al ver que la habitación ya parecía en parte ocupada.
-solo déjalo en el piso – respondió Miles
-¿y tu compañero? –
-creo está en la ducha-
Sobre la cama distendida estaba un cambio de ropa, cuidadosamente doblado, Theo se puso caminar por el dormitorio, viendo las pertenencias del compañero de su mejor amigo.
-ve esta laptop, parece completamente nueva, y es de última generación –
Sobre la mesita de noche estaba, un celular, una billetera y un reloj inteligente, también había una botella de agua y un frasco de algo que parecían vitaminas, en el piso a un lado de la cama, estaba la ropa sucia, junto con unos zapatos deportivos, también de marca y que parecían casi nuevos.
-vaya, tu compañero debe ser uno de esos chicos, que les gusta usar cosas caras, solo para presumir, será un dolor de cabeza –
-deja eso y ayúdame –
La puerta del baño se abrió y los dos amigos voltearon curiosos por saber quién sería el compañero.
Todo lo que Miles pudo ver, fue a un chico, unos cuantos centímetros más bajo que el, solo traía una toalla en la cintura, por lo demás estaba desnudo, tenía la piel más pálida que él hubiera visto, era alguien que definitiva no había trabajado un solo día de su vida, pues su piel era perfecta y de un solo tono, no como la suya que estaba un poco mas bronceada de algunas partes, su cuerpo estaba trabajado en el gimnasio, no era tan exagerado, pero su abdomen era plano, su cara estaba cubierta por una toalla más pequeña con al que secaba su cabello, cuando se sintió observado, se descubrió la cara y los vio, después tomo al ropa que estaba sobre la cama y volvió al baño.
-vaya que tipo tan guapo – fue lo único que atino a decir Theo
Miles no dijo nada, pues no quería admitir que eso era verdad, era la clase de chico, lindo que les encantaba a sus ex compañeras de la preparatoria.
Después de lo que pareció una eternidad este salió del baño de nuevo, desde que salió su amigo no hizo más que molestarlo y este no parecía saber que decir, parecía tan incomodo, y molesto a la vez, era todo un niño de mami, fue lo primero que pensó Miles. En cuanto sonó el celular del niño rico y alguien lo invitó a desayunar este salió corriendo y los dejo solos.
-¿no crees que te pasaste un poco? – le dijo a su amigo
-estoy aburrido y tengo hambre – Theo se encogió de hombros solamente
-olvídalo solo vamos a comer dejemos esto por la paz –
Con el pasar de los días, Miles se dio cuenta de que clase de persona era su compañero, si bien no era desordenado, se levantaba temprano todos los días, para ir a correr al parecer.
Y el primer día clase no fue la excepción, cuando él despertó, su compañero estaba saliendo del baño, por alguna razón jamás se cambiaba delante de él,Miles entro al baño, el aroma del champú caro que usaba su compañero seguía ahí.
Ese tipo de cosa eran las que marcaban diferencia en ellos, desde los productos caros que su compañero tenía en el baño, hasta el cesto de la ropa sucia, todo era diferente, el lado de su compañero estaba más ocupado que el suyo, pues él no pudo traer mucho de su casa y solo traía lo básico.
La habitación tenía una pequeña nevera, su compañero solía meter algunas frutas o cosas así, hasta su manera de comer era diferente.
Se dio un baño rápido y salió, su compañero se había ido para entonces, a veces sentía que este lo estaba evitando, pues de hecho no le dirigía la palabra únicamente que fuera muy necesario, cuando estaban en la habitación al mismo tiempo, este casi siempre traía audífonos, y estaba en el celular, eso hacía sentir a Miles que Cameron lo menospreciaba y la situación estaba empezando a molestarle.
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Mientras tanto Cameron, no sabía qué hacer, para romper el hielo, entre, su compañero y él.
Sentía que este lo odiaba, y último que quería era tener una mala relación con la persona que tendría que compartir habitación el resto del año escolar, así que se limitaba a no interactuar con él.
A la hora del receso se sentó solo a almorzar, extrañaba a Emily quien era las más extrovertida de ambos, él no sabía cómo hacer amigos, así que solo se puso sus audífonos y se limitó a jugar con la comida, había intentado comerla, pero le pareció algo insípida.
Así que para la hora que sus clases terminaron moría de hambre, salió de la universidad, a buscar donde comer, entre los lugares cercanos, mientras comía solo, se puso a mirar las fotos que su amiga había publicado por su primer día de clases, a veces se preguntaba por que ellos dos eran amigos, si sus personalidades, no se parecían en nada.
Cuando le daba la última mordida a su sándwich entraron varios estudiantes, pero el sitio estaba casi lleno, el único que estaba sentado solo era él, intentaba pasar desapercibido cuando, alguien dijo.
-¿no es ese tu compañero de habitación? –
Cameron levanto la vista del celular y vio a Miles, junto con su amigo y otros dos chicos, los amigos de su compañero, fueron hacia él,
-¿podemos sentarnos aquí?- señalo las sillas vacías
-claro, siéntate yo ya me iba – tomo sus cosas fue hacia el mostrador y pago su cuenta, él no era amigo de Miles y no quería que este se sintiera incómodo en su presencia. Pero cuando este llego al dormitorio más tarde parecía molesto con él, ni siquiera lo miro, llego entrando al baño casi azotando la puerta.
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Para el viernes la tensión entre ambos era casi palpable, Cameron sentía que cualquier paso en falso, rompería “la paz” que había entre ambos, ese día tuvo algunas actividades de bienvenida así que llego al dormitorio, cansado y sudado, lo primero que hizo fue tomar un baño, se puso al día con Emily por teléfono y salió a buscar que cenar, eran casi las once cuando su compañero volvió, olía a alcohol, y estaba algo ebrio pues casi se cae antes de llegar a la cama, él fingió no haber visto nada y siguió revisando sus apuntes, pero de reojo vio a Miles ir hacia el baño, también lo vio tomar la toalla que él usaba para lavarse la cara, pero no dijo nada.
-¿esta es tu toalla verdad? –pregunto Miles al salir del baño
-sí, pero no hay problema –
-¿no te importa que ya la use? –
-está bien puedo lavarla después –
Miles la arrojo al piso – por supuesto que vas a lavarla, como la usarías después de que ya tiene mis gérmenes –
-¿perdón? – Cameron no entendía por qué de repente Miles estaba molesto
-disculpe su majestad no era mi intención molestarlo – e hizo algo parecido a una reverencia
Cameron se levantó de su cama y fue a recoger la toalla del piso, cuando se levantó Miles lo tomo del brazo – te crees mejor que todos ¿no es así? – Cameron se zafó de su agarre
-no sé ¿cuál es tu problema? –
-mi problema es que mi compañero de habitación es un niño rico y mimado, que se siente superior a los demás, porque usa ropa de marca –
-jamás me he sentido superior a nadie – se defendió Cameron
-eso no te lo crees ni tú, me has menospreciado toda la semana –
-¿Cuándo hice eso? –
-todos los días, me ignoras todo el tiempo, incluso en esa cafetería, te dio vergüenza que te vieran en la misma mesa que nosotros me imagino –
- he evitado molestarte toda la semana, porque siento que no te agrado, y ahora resulta que eso también te ofendió, ¿Qué debo de hacer para mantenerte contento? Después de todo somos compañeros, y debemos convivir del diario–
-vete de este dormitorio tú no perteneces a este lugar, vuelve a tu mundo y deja de fingir que perteneces aquí, no te das cuenta de que no encajas –
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Al día siguiente Miles despertó con un fuerte dolor de cabeza, no recordaba mucho del día anterior, vio el reloj sobre la mesita, era casi medio día, alguien tocaba la puerta y eso lo despertó.
-¿Por qué no abres? Es molesto – le riño a su compañero, pero no obtuvo respuesta, la cama de al lado estaba vacía, se sentó confundido, al tiempo que se abrió la puerta, y entro Theo.
-¿A dónde fue tu compañero que se llevó sus sabanas? – pregunto este
Era verdad, la cama solo tenía un cubrecolchón nuevo que había comprado su compañero para hacer su cama más cómoda, de ahí en más estaba la cama desnuda, se levantó y cuando entro al baño, tampoco vio la toalla que solía estar colgada, pero los demás seguía ahí, así que no presto la menor atención, hasta que al salir vio el cesto de la ropa sucia y también estaba vacío.
-¿tu compañero se fue? –
-supongo que fue a lavar –
-¿sabe usar una lavadora? -
-no tengo la menor idea y no me interesa, ¿tienes hambre? –
-por eso vine a buscarte, ponte ropa y vamos, hay que curar la resaca –
Al salir se encontraron con el vecino de al lado que volvía a su habitación, Miles lo saludo, este respondió con asentimiento de cabeza, pero después se detuvo.
-oye Miles, no es que me quiera meter en tus asuntos, pero ¿qué paso ayer entre tú y ese niño bonito que tienes por compañero? –
-¿de qué hablas? – preguntó este, bastante confundido
-las paredes son delgadas, anoche los oí discutiendo y cuando salí al pasillo, lo vi irse, llevaba una maleta, y sus sabanas consigo, era cerca de la media noche, pero creo que alguien vino a buscarlo, porque lo vi meter sus cosas en un auto e irse, sabía que ustedes no se llevaban muy bien, pero no pensé que tuvieran algún problema, él no parece mal chico, nunca lo he visto molestar a nadie, sé que vas a decirme que no es de mi incumbencia, pero esperó que lo arreglen –
-¿Qué hiciste anoche, estando borracho, idiota? – le preguntó Theo
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-sigo pensando que eres un cobarde – Emily estaba eligiendo que ponerse y seguía lanzando prendas a la cama
-ya te dije que no quería hacer el problema más grande además él estaba borracho, así que no tenía caso discutir con él, ¿no crees? –
-pero, para que la ropa y las sabanas, saliste de ahí como una mujer huyendo de su esposo después de una discusión –
-a ¿eso? – Cameron vio la maleta en el piso – es ropa sucia, de té modos tendría que haber ido por ella y ahora no quiero verlo –
-ya ¿y las sabanas, por qué? –
-también están sucias – una falda cayó sobre su cara y este la lanzo molesto a un lado – Emily por dios tengo hambre, ya apúrate –
-te comiste todas mis uvas, glotón –
-eso no cuenta como desayuno – se quejó este
-primero dime como me veo –
-te ves bien –
-podría estar usando una bolsa de basura y dirías que me queda bien solo para ir a comer –
- porque te verías bien incluso con una bolsa de basura, y si te sigues esmerando tanto, me vas a hacer pensar que lo haces para impresionar a mi hermano, el cual te recuerdo es como 10 años mayor que tú y solo tiene ojos para tu hermana –
Cuando Cameron llego a su casa, lo primero que hizo fue dejar su ropa sucia, luego fue a buscar a su hermano, lo encontró en el gimnasio, golpeando un saco de box, así que se unió a él, para sacar toda la frustración que le generaba su compañero de habitación.
-me imaginó que no tuviste la mejor semana, ya que estás aquí, tan temprano un sábado, uno de los pocos días que podrías dormir hasta tarde –
Cameron miro a su hermano mayor, pero siguió en silencio así que este no insistió, más en el tema, al menos no ese momento, sino que lo intento más tarde mientras ambos desayunaban.
-¿no me dirás entonces, qué tal la universidad? –
-las clases están bien supongo, aún no empieza lo complicado –
-¿hay algún otro problema aparte de las clases?- pregunto Aurora que también había ido a desayunar
-¿quieren que me vaya mal, o porque todos insisten en lo mismo? - Cameron miro a sus hermanos mayores y agrego - ¿Emily les dijo algo?-
-¿había algo que decir? – preguntó Benjamin, mientras le ponía mermelada a una rebanada de pan tostado
-¿Cameron, hay algo que quieras decirnos? Sabes que puedes confiar en nosotros –
El chico miró a sus hermanos, pensado en sí debería contarle de sus problemas con su compañero de dormitorio o no, después de todo el problema era suyo, y no quería que sus hermanos se involucraran y lo hicieran más grande, así después de analizarlo, prefirió quedarse callado, solo esperaba que Emily hiciera lo mismo.
Llego el lunes y el compañero de Miles no había vuelto a la habitación, pero el resto de sus cosas seguían ahí.
En el transcurso del fin de semana, recordó ciertas cosas que le dijo a su compañero cuando estaba ebrio, pero no tenía manera de comunicarse con él, por la tarde cuando volvió a la habitación la cama estaba hecha con sabanas limpias, la computadora estaba sobre el escritorio, abierta y encendida, pero su compañero no estaba, la puerta se abrió y Cameron salió del baño y le miro como si nada hubiera, después se sentó frente al computador y siguió en lo suyo.
-creí que ya no volverías –
-me fui a casa, era fin de semana, no tenía nada que hacer aquí – respondió Cameron sin mirarlo
-lo siento – Miles hablo solo lo suficientemente alto para que Cameron lo escuchara
-¿de qué te estás disculpando exactamente? – Cameron por fin se dio la vuelta y lo miro
-sabes de qué estoy hablando –
-no, no lo sé – Cameron se puso de pie y fue hacia la pequeña nevera y saco una botella de agua
Miles se paro frente a él – me estoy disculpando por lo que te dije cuando estaba ebrio –
-yo ya lo olvide, olvídalo también tú Miles, de verdad solo quiero llevar la fiesta en paz contigo –
-tú fuiste es el que se comporto como una princesa y se fue a mitad de la noche y ahora me dices que lo olvide –
-me fui porque tú querías seguir discutiendo conmigo, y a mí no me gusta pelear, lo evito siempre que puedo, entonces solo olvidemos lo que paso y llevémonos bien, ¿quieres? –
Cameron se había vuelto a sentar y lo miraba con una sonrisa –no te pido que seamos amigos – agrego – solo espero que nos llevemos mejor, a por cierto, ¿podrías darme tu numero? – Cameron le tendió el teléfono, dejándolo totalmente desconcertado
-¿para qué quieres mi numero? – pregunto pero tomo el celular y lo anotó
-somos compañeros de habitación, podría necesitar comunicarme contigo en algún momento, nunca se sabe –
Miles de verdad no entendía por qué su compañero estaba de tan buen humor, así que él también se encontró sonriendo, tal vez no era tan malo compartir habitación con él después de todo.
......................
Cameron respiro profundamente cuando Miles entro a bañarse, le había costado demasiado tener esa conversación y tratar de mantenerse relajado, fingir que lo que su compañero dijo la noche pasada no le afecto, fue difícil, pero sabía que era lo mejor, no quería más discusiones, tomo su celular y le mando un mensaje a Emily.
-todo bien – escribió solamente.
De ahí en más la relación de ambos mejoro significativamente.
-¿Por qué todos los días te levantas tan temprano? – le pregunto el viernes Miles a Cameron
Este se encogió de hombros – me acostumbre cuando empecé a salir a correr con mi hermano, para acércame un poco más a él, ya que no tenemos mucho en común por nuestra diferencia de edad y de crianza – Cameron regreso al baño a lavarse los dientes
Y Miles no pudo evitar preguntarse porque tendrían crianza diferente si eran hermanos, pero no le dio importancia y se metió al baño para lavarse la cara.
-¿crees que deberíamos comprar una secadora? –
-¿nuestro príncipe, no puede secarse el cabello de manera natural? –
-no es por eso, es solo que me ahorraría mucho tiempo, por las mañanas –
-pues cómpralo si quieres, es tu dinero, ahora si no te importa quiero orinar –
Cameron hizo cara de asco y se salió cerrando la puerta del baño, haciendo que Miles riera.
......................
Por la tarde Miles regresaba con Theo a los dormitorios, cuando vieron a Cameron en la entrada, llevaba una ropa diferente de la que traía en la mañana, parecía relajado, al parecer incluso bailaba, un deportivo rojo se detuvo, y sé bajo una chica con el pelo corto hasta los hombros, y una falda bastante corta, era una chica bastante guapa.
-caramelito, te extrañe – le grito a Cameron, este se quito los audífonos al escucharla, la chica llegó y lo abrazo dándole un beso en la mejilla, después le dijo algo y el negó con la cabeza, pero esta lo empezó a jalar hacia el auto, mientras el negaba, con la cabeza pero a la vez se dejaba llevar por ella, pues tenía la fuerza suficiente para zafarse de su agarre.
-entra al auto Cameron – le dijo la chica
-no quiero, tus planes siempre son malos –
-yo invito la comida –
Theo y Miles solo veían a Cameron tratando de negarse a ir con la chica, pero esta finalmente lo convenció con comida, y este se subió al auto.
-jamás le diría que no a una chica que se ve así – dijo Theo
Miles no dijo nada, pero empezó a subir las escaleras, la verdad si le sorprendió un poco saber que su compañero tenia novia, pero no que esta fuera una chica de su misma posición social, eso no fue una sorpresa para él, mientras subían las escaleras Theo seguía hablando de la novia de Cameron, y el fingía estar prestándole atención.
......................
-ya no quiero estar aquí – Cameron se quiso regresar al ver que no iban a comer solos
-déjame presentarte a alguien – Emily lo tomo del brazo y empezó a llevarlo a la mesa
Desde hace un tiempo Emily se propuso encontrarle un novio a su amigo, y no dejaba de presentarle posibles candidatos, y hoy eso no era la excepción, pues se dirigían a la mesa donde estaba sentado un chico, que revisaba su celular.
-hola, Carlo – le dijo Emily al chico este tenía el cabello largo, lo llevaba en una media coleta, y tenía algunos mechones rosas, también tenía un pircing en la ceja y otro en el labio, este miro a Cameron de pies a cabeza y sonrió.
-¿tú debes ser Cameron? – le dijo el chico
Cam solo asintió, se había vuelto tímido de repente – Emily me ha contado mucho sobre ti, pero eres más guapo en persona, yo soy Carlo – el joven alargo la mano para saludarlo, pero Cameron solo lo miro y después a su amiga.
-¿nos das un momento? – sin esperar respuesta, jalo a Emily y se la llevo a un lado
-¿Qué está pasando aquí? –
-Cam, Carlo es buen chico, le hable de ti, le mostré fotos y el quiere conocerte, dale una oportunidad –
-debiste haberme dicho desde un principio –
-si te hubiera dicho no habrías venido, vamos deja de ser grosero hay que sentarse –
Carlo, era un bien chico, y si le parecía atractivo, pero él no sentía, conexión con él, creía que no tenían tanto en común, pero tal vez podía darle una oportunidad, e intentarlo, pero en el fondo le recordaba a alguien que quería olvidar.
-¿podrías darme tu numero? – le pidió el chico al final de la comida, y le tendió su celular, así que sin pensarlo mucho se lo dio.
......................
Miles y sus amigos estaban en la habitación, jugando en la computadora y comiendo pizza, cuando Cameron entro, parecía de buen humor, pues no dijo nada al ver que su cama estaba ocupada.
-¿creí que te habías ido a tu casa? – pregunto Miles
-o si, voy a mi casa, solo vine por mi ropa sucia, respondió este y saco la maleta de debajo de la cama, donde vacio el contenido del cesto de ropa sucia, un par de zapatos y también los metió, al igual que las toallas sucias.
-¿tienes prisa? – pregunto Theo
-me están esperando abajo, al parecer tengo una cena familiar y no sabía – respondió el, puso su computadora y unos libros en su mochila y la cerro, después cerro la maleta y la puso en el piso, reviso que no faltara nada y se fue.
-qué raro, es tu compañero, ¿Por qué solo se llevo la ropa sucia? – dijo otro de los amigos de Miles.
-se la llevo para que se la laven, hasta donde sé, además debe tener mucha ropa en casa, no necesita, llevarse la que tiene aquí –
-que envidia tener quien te lave la ropa - dijo el chico
-pues yo solo le envidio a su novia – dijo Theo
-¿Qué, Tiene novia? Yo creía que era gay, es muy niño lindo –
-pues lo vimos hace un rato con una linda chica, ¿verdad Miles? –
-¿podemos dejar eso por la paz?-
......................
Los siguientes días, Cameron estuvo actuando algo raro, revisaba mucho el celular y parecía distraído, él le hablo más de una vez para que le prestara atención.
-¿Qué decías? –
-la fruta, ¿vas a comértela? –
-no, puedes tenerla si quieres, ya cene –
-¿está todo bien? – Miles lo dijo por que lo vio algo apagado
-a este… si, todo está bien –
-¿seguro? Lo dudaste-
-¿puedo hacerte una pregunta? – dijo Cameron de repente
Miles estaba recogiendo ropa sucia y se quedo de pie a mitad de la habitación con una camiseta, que acaba de recoger del piso – dime – en ese momento el teléfono de Cameron sonó y este dio un salto, miro la pantalla un tanto confundido, se levantó de su silla y salió de la habitación teléfono en mano, dejando a Miles con la duda, de que era eso que quería preguntarle.
......................
Cameron se sentía bastante confundido, Carlo lo había llamado después de que prácticamente lo estuvo ignorando por días, eso solo los confundió mas, ¿estaba o no interesado en él? estaba sentado en la escalera, suspirando.
-¿Qué haces ahí como un perdedor? –
Cameron levanto la vista y se encontró a unos de sus mayores, no sabía su nombre pero se cruzaba con el por las mañanas, Cameron se puso de pie – solo estaba pensando, perdón y se hizo a un lado.
-¿quieres pensar mientras caminas, voy por unas papas?
Cameron se fue con él, pues le pareció mejor que volver a la habitación.
-¿sucede algo? – Pregunto el chico mayor –lo digo porque parecías un cachorro abandonado –
-me invitaron a una fiesta el próximo fin de semana, pero no sé si debería ir-
-¿Por qué no? –
-no conozco mucho a estas personas, y tampoco sé qué tipo de relación quiere conmigo la persona que me invito, no habíamos hablado desde que nos conocimos y ahora de la nada me llama y quiere que vaya, ¿eso qué significa? –
-pues ve, no lo pienses demasiado, solo déjalo fluir –
-pero yo tampoco sé si quiero algo con él, me gusta físicamente pero no sé si tengo cosas en común con él, además en cierto modo me recuerda a mi ex – Cameron no tuvo mucho problema en hablar de su vida con alguien de quien no sabe ni su nombre
-invítalo a salir tú, así sabes si te gusta o no, ya después sabes si vas a esa fiesta o no –
Cuando volvieron a la habitación, la puerta se abrió antes de Cameron la abriera, Miles los miro a ambos confundido,
-bueno nos vemos, niño bonito, piensa lo que te dije, y si buscas otro consejo, ya sabes dónde encontrarme- el mayor señalo la puerta
-gracias por las papas- dijo Cameron sacudiendo las bolsas a modo de respuesta
Miles entro en la habitación dejándolo afuera, el entro detrás y cerró la puerta.
-¿por eso me dejaste con la duda, para ir a comprar papas con uno de los mayores? –
-¿Cuál duda? –
Miles le quito una de las bolsas de papas, la abrió y se las empezó a comer -¿no querías preguntarme algo? –
-¿a, eso? Ya no importa –
Miles se sentó hacer su tarea, se sentía ofendido por su compañero, ¿y qué era eso de niño bonito? No era la primera vez que escuchaba a alguien llamarlo así, todos en el pasillo lo hacían al referirse a él.
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