NovelToon NovelToon

Trágica Obsesión

Varios años después

Capítulo 1

Varios años después…

Era domingo, Megan estaba preparando el desayuno a sus dos hijos, Toni de seis años y Melanie de cuatro

—Ya están listas las panquecas así que preparen sus platos porque quedaron muy deliciosas.

Ambos niños estaban emocionados esperando comer su desayuno favorito panquecas con sirope de chocolate.

En ese momento entró a la cocina Jim el esposo de Megan e inmediatamente le dio un beso en los labios con dulzura mientras le decía:

—Buenos días cariño, me quedé dormido pero este aroma a panquecas me despertó. Hola niños ¿cómo amanecieron mis campeones?

—Hola papi mira hice una carita en mi panqueca—Dijo Toni.

—Yo también hice una carita papi y me quedó más bonita que la de Toni—dijo Melanie, terminando de vaciar el frasco de sirope de chocolate sobre la panqueca.

Megan y Jim, solo sonreían y disfrutaban al máximo ver a sus hijos tan felices y saludables.

—Son tan bellos y cada día me sorprenden con su inteligencia. Estoy muy orgullosa de ellos—Dijo Megan mientras abrazaba a su esposo Jim.

—Sí es verdad cariño, pero quiero que sepas que también estoy muy orgulloso de ti, porque has logrado mantener a esta familia muy unida y has sido la mejor madre del mundo. Y además quiero que sepas que te amo.

—Gracias mi amor, yo también te amo.

—Y bien niños ¿Qué quieren hacer hoy?

—Bañarnos en la piscina, yo quiero jugar a que soy un submarino—Dijo el pequeño Toni.

—Yo también papi, quiero ser una sirena—exclamó Melanie.

—Bueno perfecto no se diga más, entonces al terminar de desayunar nos vamos todos a la piscina y hoy les voy a preparar unas hamburguesas que se van a chupar los dedos.

Ambos niños exclamaron llenos de emoción:

—¡Siiiiii viva!

Megan se acercó a Jim y le dijo:

—Bueno me parece excelente la idea de un día de piscina, pero antes voy a ir a correr un poco, sabes que no puedo dejar de hacer mi rutina diaria de entrenamiento.

—Sí amor lo sé, así que ve tranquila que yo me quedo con los niños, pero por favor no te vayas a tardar , quiero que estés a tiempo para que podamos compartir con los niños.

—Gracias cielo, solo serán un par de horas, tengo pensado subir por la colina y hacer algo de ejercicio, te prometo que estaré a tiempo para que preparemos juntos esas hamburguesas, además sé que tu interés de que esté aquí a rápido, es porque sabes que yo cocino mucho mejor que tú—Dijo bromeando mientras le daba un beso en los labios.

Al cabo de media hora ya habían terminado de desayunar, Megan estaba lista con su ropa deportiva y los implementos necesarios para comenzar con su entrenamiento diario. Le dio un beso a cada uno de los niños mientras les decía:

—Niños ya mami regresa para que hagamos las hamburguesas, pero por favor pórtense bien con papá, nada de travesuras, ¿de acuerdo?

Ambos niños respondieron:

—¡Sí mami!

El pequeño Toni le dijo a su madre:

—¿Mami puedo ir contigo?

—No mi amor, ya te dije que regreso a tiempo para que pasemos un lindo domingo en la piscina y preparemos con papá esas ricas hamburguesas. Bueno nos vemos, quiero aprovechar que el sol no está tan fuerte.

Megan se despidió y salió corriendo de la casa rumbo a la colina en donde iba todos los fines de semana a entrenar, ella era fotógrafa profesional, pero además de eso le gustaba ejercitarse y mantener su cuerpo en forma. Era una de sus pasiones y eso la hacía verse realmente muy joven y además atractiva. Tenía un cuerpo realmente envidiable.

(***)

Comenzó a correr hasta que salió de la urbanización en donde se encontraba su casa y tomó el rumbo hacia la carretera, al llegar allí comenzó a correr por la orilla tratando de resguardarse de los vehículos que por allí transitaban, sin embargo venía de lo más relajada con sus audífonos puestos escuchando su música favorita que siempre colocaba cuando corría. De pronto sintió que un vehículo se acercaba detrás de ella a gran velocidad rozando su cuerpo de un lado, provocando que ésta se resbalara y cayera al mismo tiempo por un barranco dando vueltas sin parar hasta terminar golpeándose entre las piedras, quedando totalmente inconsciente

La persona que iba conduciendo el vehículo que golpeó a Megan, se dio a la fuga dejando a Megan casi moribunda en medio del barranco. Uno de los vehículos que venía detrás vio todo lo que había pasado, por lo que inmediatamente se detuvo llamando a toda prisa al número de emergencias.

Al cabo de unos minutos llegó la ambulancia y se llevaron a Megan directo a la clínica más cercana, realmente estaba muy herida, tenía hematomas por todo el cuerpo y además se encontraba totalmente inconsciente.

Jim estaba en la casa con los niños sin imaginarse lo que le había ocurrido a su esposa, en ese preciso momento estaba ordenando todos los ingredientes que iban a necesitar para preparar las hamburguesas, de pronto comenzó a sonar el teléfono de la casa y Jim fue a atender mientras le decía a los niños

—Melanie, Tony por favor bajen la voz que voy a atender el teléfono. ¡Alo! Si diga—contestó mientras se tapaba el otro oído para poder escuchar bien la llamada ya que los niños no paraban de hacer ruido.

Inmediatamente Jim puso una cara de asombro mientras decía.

—Pero ¿Dónde?, ¿Cómo pasó todo eso? No puede ser, ya salgo para allá.

Jim estaba pálido y muy angustiado, no podía creer la tragedia que acababa de ocurrirle a su esposa, se quedó totalmente paralizado sin saber qué hacer, especialmente porque no quería que los niños se dieran cuenta de lo que estaba pasando hasta que no tuviera la seguridad de saber en qué condiciones se encontraba Megan.

Jim estaba descontrolado, no quería alarmar a los niños, así que se acercó a ellos mientras le decía: —Niños prepárense que tenemos que salir a casa de la abuela.

Tony fue el primero en quejarse porque eso no era lo que habían planificado.

—¡Ay no! Yo no quiero ir donde la abuela, tenemos que esperar a mamá, ella viene a prepararnos las hamburguesas.

Jim tragaba grueso tratando de disimular ante los niños, mientras les decía de la forma más sutil posible: —Niños por favor les pido que suban al auto porque necesito ir urgente a la oficina así que vamos andando.

Los niños subieron al auto a regañadientes puesto que no sabían lo que estaba pasando en realidad, luego Jim los dejó en casa de su madre y se fue directo a la clínica para saber qué le había pasado realmente a Megan.

Entró al área de emergencias y caminó hacia la sala donde se suponía debía estar su esposa Megan, estaba sudando de los nervios, inmediatamente le preguntó a la recepcionista:

—Señorita por favor llamaron a mi casa informando que mi esposa había tenido un accidente y la trajeron a esta clínica, ella se llama Megan Smith.

—Permítame revisar en el sistema….. Sí efectivamente aquí está registrada, la tienen en la sala de emergencias y ya la están atendiendo, pero debe esperar por acá hasta que el médico encargado del caso salga y le dé información.

—Muchas gracias señorita.

Jim caminaba de un lado a otro estaba hecho un manojo de nervios, estaba totalmente nervioso porque él sabía lo mucho que Megan cuidaba su cuerpo, solo pedía a Dios que no quedaran secuelas graves del accidente.

Al cabo de una hora de espera lleno de mucho nerviosismo y angustia, por fin, Jim vio salir al médico que se había encargado de atender a Megan, se acercó a donde se encontraba él y le dijo:

—¿Usted es el esposo de la paciente Megan Smith?

—Sí doctor, dígame ¿Cómo se encuentra mi esposa?

—Ya está fuera de peligro, sin embargo sufrió varias fracturas debido a la aparatosa caída que tuvo, tiene tres costillas rotas, se fracturó el brazo y la rodilla derecha, no hubo necesidad de operarla, pero está enyesada en la zona del abdomen, también tuvimos que enyesarle el brazo y la pierna derecha. Tiene que permanecer hospitalizada al menos por una semana dependiendo de cómo evolucione, pero después que sea dada de alta, tiene que guardar reposo por varias semanas más hasta que pueda valerse por sí misma, va a necesitar de fisioterapia después que se le quiten los yesos, esto definitivamente fue un milagro que se salvara.

—¿Y puedo verla doctor?

—Sí, pero por favor no vaya a agitarla, aunque todavía está bajo el efecto de los calmantes que tuvimos que administrarle porque los dolores son demasiado fuertes y además tuvimos que suturar una herida que se hizo en la frente cuando impactó contra una piedra. Definitivamente es un milagro que aún esté con vida.

Jim fue a toda prisa a ver a su esposa, cuando llegó a la habitación la encontró dormida, sin embargo la tomó de su mano mientras le decía:

—Hola chiquita mi amor, estoy aquí, qué susto tan grande me diste. ¿Me escuchas?

Megan con mucha dificultad abrió los ojos y al ver el rostro de su esposo, sonrió y luego se volvió a dormir, estaba bajo los efectos de los sedantes.

Jim pasó toda la noche con Megan, estaba atento a todo lo que ella necesitara, los niños se habían quedado con la madre de Jim cosa que de alguna manera lo tenía un poco más tranquilo, Megan no tenía más familia sino él y sus hijos, así que él tenía que permanecer a su lado todo el tiempo que ella necesitara, sin embargo estaba muy preocupado por no saber cómo iba a hacer con el trabajo de la oficina y el cuidado diario de los niños, ya que su madre era una mujer bastante mayor y no podía dejarle toda la responsabilidad.

(***)

Al día siguiente, Megan volvió a abrir los ojos y trató de moverse pero el dolor tan fuerte de las fracturas, hizo que se quejara y permaneciera inmóvil.

—Cariño aquí estoy, ¿Cómo te sientes?—Le preguntó Jim angustiado.

Megan habló con mucha dificultad, se quejaba bastante, los dolores eran realmente espantosos, ella le dijo al verlo:

—¡Ay me duele todo el cuerpo! No soporto los dolores en las costillas, por favor busca al doctor o a la enfermera para que me coloquen un calmante.

Jim corrió de prisa y salió hacia el pasillo de la sala de emergencias buscando al doctor, en ese momento entró una enfermera y le dijo: —¿Qué pasa señor por qué está tan alterado? ¿En qué puedo ayudarlo?.

—Es que mi esposa no aguanta los dolores, iba a buscar al médico para saber si puede colocarle un calmante.

—No se preocupe señor, justamente iba a la sala de emergencias a colocarle el calmante a la señora, porque según la historia médica ya le toca una nueva dosis, así que tranquilo que en este momento se lo voy a aplicar.

—Muchas gracias señorita, de verdad no sabe cuánto se lo agradezco.

—No tiene nada que agradecer, es mi trabajo y lo hago con todo el gusto.

La enfermera le inyectó el calmante en la vía que tenía puesta en la vena mientras le decía: —Calma señora Smith, con este calmante se le va a aliviar bastante el dolor, por favor trate de relajarse un poco mientras le hace efecto.

Al terminar de suministrarle el calmante, ella se dirigió a Jim y le dijo:

—No se preocupe, ella va a estar bien, esto la va a hacer dormir por unas cuantas horas, me llamo Katherine Miller, mucho gusto, voy a estar de guardia todo el día, así que cualquier cosa que necesite me puede llamar presionando el timbre.

—Muchas gracias Katherine, mi nombre es Jim Smith, y tenlo por seguro que te voy a llamar por cualquier cosa, la verdad es que estoy muy nervioso de ver a mi esposa en esas condiciones y me preocupa porque tengo que ir a ver a los niños y no me atrevo a dejarla sola.

—Ah no se preocupe, aquí el personal médico es muy eficiente, además si quiere puede aprovechar de ir a ver a sus hijos, porque como le dije, ella va a dormir por varias horas, así aprovecha a descansar un poco y a tomar aunque sea un café, recuerde que tiene que estar fuerte para poder atenderla a ella.

—Sé que tienes razón, pero la verdad es que no quisiera apartarme de ella para cuando despierte.

—No se preocupe señor Smith, aquí está bien cuidada, pero como le dije ella dormirá un par de horas o más, así que tiene tiempo suficiente de ir a su casa y regresar.

—Tienes razón Katherine, entonces así lo haré, de todos modos cualquier cosa en la clínica tienen mi número de celular, me llaman si ella despierta o si pasa algo extraoficial.

—Si por supuesto, vaya sin pendiente.

Katherine sonrió y Jim se fue un poco más tranquilo para ir a darle una vuelta a los niños, además no comía bocado desde la noche anterior.

(***)

Dos horas después…

Megan se había despertado y Katherine estaba en la habitación. Ella se quejaba mientras trataba de abrir los ojos y miraba a su alrededor buscando a Jim.

—Jim, Jim, ¿Dónde está Jim mi marido?

—Hola ¿Cómo se siente Señora Megan?, me llamo Katherine Miller, soy la enfermera de turno, su esposo ya debe estar por llegar, él fue a ver a sus hijos, a cambiarse de ropa y a comer algo, así que no se preocupe que en cualquier momento estará aquí.

—Me duele mucho, casi no puedo respirar del dolor en las costillas.

—Sí entiendo, es normal, recuerde que tiene tres costillas fracturadas, así que debe guardar mucho reposo, mientras menos se mueva más rápido va a sanar.

En ese momento se abrió la puerta de la habitación y entró Jim.

—¡Hola cariño qué bueno que ya despertaste! ¿Cómo te sientes? Estaba muy preocupado por ti, vine lo más rápido que pude! Oh, ya veo que conociste a Katherine.

—Hola amor, estoy muy adolorida, pero Katherine me ha cuidado muy bien y el calmante me ayudó mucho a aliviar el dolor, aunque todavía lo siento, pero al menos es más tolerable. ¿Y los niños cómo están? ¿Con quién los dejaste?

—Tranquila que están con mi mamá, y ellos están bien, extrañándote mucho, les tuve que decir que te habías caído pero que no era nada grave y que te estabas recuperando, gracias a Dios que se quedaron tranquilos y están ansiosos esperando a que llegues a casa.

—Qué bueno mi amor, lamento todo esto, creo que si no hubiera ido a correr y me hubiera quedado en casa con ustedes, nada de esto estuviera pasando.

Katherine que todavía se encontraba en la habitación intervino en la conversación y dijo:

—Perdón que me entrometa, pero no diga eso señora Megan, usted no estaba al cabo de saber lo que podía pasar, así que no se sienta mal, al contrario debe dar gracias a Dios de que está viva y que muy pronto se va a recuperar de todo esto, se lo aseguro.

—Gracias Katherine eres muy gentil—Dijo Megan.

—Cariño por cierto, tenemos que buscar a alguien que te atienda cuando el médico te dé de alta, porque en ese estado no puedes hacer tus cosas y además, así no puedes cuidar a los niños y por otra parte, yo no puedo faltar al trabajo.

Megan se quedó pensativa y Katherine intervino nuevamente en la conversación mientras decía…..

La llegada de Katherine

Capítulo 2:

—Disculpen que me inmiscuya en la conversación, pero es inevitable no escucharlos, si me permiten ¿puedo decirles algo?

Jim inmediatamente contestó: —Por supuesto Katherine, adelante, claro que puedes opinar.

—Bueno yo puedo colaborarles con mis servicios como enfermera, dentro de unos días se acaba mi contrato en la clínica y necesito encontrar otro empleo, así que puedo ayudarles cuidando a la señora Megan y hasta también puedo darles una mano con los niños.

—Pues ¿Qué te parece cariño? A mi me parece una gran idea, además te cuidaría alguien profesional cosa que me daría mucha tranquilidad y al mismo tiempo no tendría que faltar al trabajo. ¿Qué opinas?

Megan inmediatamente sonrió y le dijo a Jim en voz muy tenue y hablando muy despacio:

—Pues me parece estupendo, la verdad es que voy a necesitar a alguien que me ayude con mi aseo personal, porque en estas circunstancias, no puedo hacer nada, ni siquiera puedo ir sola al baño.

Jim sonriendo y al mismo tiempo sintiendo un gran alivio, le dijo:

—Pues Katherine, estás contratada, a penas salga mi esposa de la clínica.

Katherine inmediatamente sonrió y les dijo emocionada: —Muchas gracias señor Smith, la verdad es que se los agradezco mucho a los dos.

—Y una pregunta Katherine, ¿Tienes experiencia cuidando niños? Porque tenemos dos hijos pequeños que son muy traviesos, Tony de 6 años y Melanie de 4. Son un encanto, pero debo reconocer que también hacen muchas travesuras.

—Tranquilo señor Smith, que yo soy la mayor de tres hermanos y me tocó cuidarlos muchas veces, así que por eso, no va a haber problema, además están muy pequeños todavía y sé que nos vamos a llevar muy bien. Además soy experta leyendo cuentos infantiles, así que todo va a salir muy bien se los aseguro. Bueno yo me retiro porque tengo que ir a ver a otros pacientes, acá les dejo mi tarjeta con mi número telefónico para que me llamen apenas le den de alta a la señora Megan, estaré atenta. Con permiso.

Katherine se fue de la habitación y Jim se acercó a Megan sentándose a su lado mientras le decía:

—Entonces ¿Qué te parece Katherine? ¿Estás de acuerdo de que sea ella la que se encargue de atenderte a ti y cuidar a los niños?

—Claro amor, me parece una estupenda idea, además es una buena enfermera, me ha tratado muy bien y por lo que veo es muy cariñosa y eso me da mucha tranquilidad. Sé que los niños la van a adorar.

—Entonces no se diga más, lo más importante es que tú y los niños estén bien.

(***)

Una semana después….

Habían dado de alta a Megan después de haber estado hospitalizada durante más de una semana, Jim iba manejando, Megan iba en la parte de atrás de la camioneta para su mayor comodidad, puesto que aún estaba enyesada, mientras que Katherine iba de copiloto con Jim. Megan había tenido una mejoría bastante notable, sin embargo mantenía el yeso en la pierna, el brazo y en la zona de las costillas, aún estaba convaleciente y tenía que depender de la ayuda de alguien más para poder bañarse, comer y hasta para ir al baño, de hecho, tenía que usar la silla de ruedas hasta que se recuperara completamente.

Jim estacionó su camioneta en el garaje de la casa y se bajó inmediatamente a ayudar a Megan a salir del vehículo para luego sentarla en la silla de ruedas. Mientras tanto Katherine observaba toda la fachada de la casa totalmente fascinada, era una propiedad realmente grande y muy hermosa, además de estar ubicada en una de las zonas más sofisticadas de la ciudad.

Inmediatamente entraron a la casa y los primeros en salir fueron los niños, que corrieron emocionados por la llegada de su madre.

—¡Llegó mamá!, ¡Llegó mamá!—Gritaron ambos eufóricos mientras brincaban de emoción.

—Hijos por favor con cuidado, mami no puede hacer movimientos bruscos, así que deben tratarla con mucha delicadeza para que no le duela.

—Pero vengan a darme un besito, me hicieron mucha falta—Les dijo Megan, mientras ambos niños le daban un beso.

—Niños vengan acá un momento que quiero presentarles a alguien—Dijo Jim.

Los niños acudieron al llamado de Jim, mientras éste les decía:

—Ella es Katherine, y va a ser la encargada de cuidar a mamá y también los va a cuidar a ustedes a partir de hoy. Así que ayúdenla mucho por favor, tienen que colaborar portándose bien.

Katherine los miraba a ambos con mucha dulzura y se les acercó diciéndoles:

—Hola niños ¿Cómo están? Mi nombre es Katherine y el suyo?

—Yo me llamo Tony

—Y yo me llamo Melanie.

—¡Oh! Pero qué nombres más lindos tienen, me encanta, estoy muy segura que nos vamos a llevar muy bien. ¿Les gustan las galletas de maní?

Ambos niños gritaron al mismo tiempo:

—¡Siiiiii!

—Pues si se portan bien, les voy a enseñar a preparar galletas de maní, ¿Qué les parece?

—¡Siii viva!—Gritaron ambos niños ante la mirada sonriente de Megan y Jim, que estaban muy contentos de que los niños recibieran a Katherine de la mejor manera.

Katherine le dijo a Jim en ese momento: —La verdad es que son adorables, ¿y qué edad me dijo que tienen?

Jim le respondió:

—Tony tiene 6 años y Melanie tiene 4.

—¡Ay! Qué ternura. ¿Y no piensan tener más hijos?

Megan se quedó mirando a Jim haciendo un gesto de sentirse algo incomoda con la pregunta, por lo que Katherine se dio cuenta y enseguida exclamó:

—Perdón, ¿Acaso dije algo malo?

Megan le dijo sin que los niños escucharan.

—Es que yo no puedo tener hijos, gracias a que una mujer nos vendió dos de sus óvulos por alguna necesidad que tenía en el momento, es que tenemos estas dos bendiciones que son nuestra vida entera.

Katherine miraba a Megan con mucho pesar mientras le decía:

—¡Qué bendición tan grande que hayan recibido ese regalo de Dios! , pero bueno cambiando el tema, creo que ya es hora de su medicina señora Megan, así que dígame ¿En dónde está la cocina para buscarle un poco de agua?

Jim inmediatamente le dijo:

—Sí es cierto, pasa por acá para que vayas conociendo la casa.

Mientras tanto Megan se había quedado en su silla de ruedas acompañada de los dos niños que estaban felices de tener a su madre de nuevo en casa, y ambos le habían hecho un dibujo de bienvenida que por supuesto tenía a Megan muy contenta a pesar de que todavía sentía mucho malestar.

En ese momento regresó Katherine con una bandeja donde tenía un vaso con agua y un vasito pequeño con tres pastillas dentro, las cuales le especificó a Megan cual era la función de cada una: —Muy bien señora Megan, aquí está el medicamento, ésta pastilla es para el dolor, ésta otra es un antiinflamatorio y ésta es para que pueda conciliar el sueño. Recuerde que mientras más reposo guarde, más rápido será su recuperación.

Megan sonriendo y muy agradecida con Katherine de la buena atención que tenía con ella, se bebió las tres pastillas. Luego Katherine le dijo:

—Muy bien señora Megan, ¿me indica en dónde está su habitación para llevarla?

Jim inmediatamente dijo: —Creo que ese trabajo me va a tocar a mí, porque nuestra habitación está en el piso de arriba, así voy a llevar a Megan en brazos, ¡vamos manos a la obra!

—Bueno entonces no sé diga más, yo le ayudo a llevarla.

Entre los dos subieron a Megan a la habitación, Katherine se encargó de acomodar su cama y Jim de acostarla, luego Megan apenas puso la cabeza sobre la almohada se durmió gracias al efecto de los calmantes.

Katherine le dijo a Jim en voz baja:

—Creo que es mejor que se mude de habitación mientras la señora Megan se recupera, porque en su estado sería muy peligroso que cualquier movimiento brusco que usted haga mientras duerme la pueda lastimar.

Jim miró a Megan que de por sí ya se había quedado dormida, pero le dio mucho pesar tener que dejarla sola, porque desde que se habían casado, era la primera vez que iban a dormir en habitaciones separadas. Jim le dijo:

—Creo que tienes razón Katherine, no me perdonaría que llegara a pasarle algo a Megan por mi culpa, desde hoy me quedaré en la habitación de huéspedes.

(***)

Al día siguiente…

Jim había pasado la noche en la habitación de huéspedes, al despertar inmediatamente se levantó y decidió ir primero a la cocina a preparar café, eran las 7 de la mañana y aún los niños no se habían levantado para ir al colegio. Cuando Jim entró en la cocina se llevó una gran sorpresa, porque Katherine ya tenía preparado el café y el desayuno, todo estaba servido en el mesón, Jim estaba muy impresionado porque Katherine había hecho todo como si mucho antes hubiera estado allí, él inmediatamente expresó:

—Buenos días Katherine, pero qué sorpresa ver que ya tienes todo el desayuno listo, de verdad que todo se ve delicioso.

—¡Buenos días señor Jim! , ¡qué bueno que le ha gustado!, me tomé el atrevimiento de preparar el desayuno porque me imaginé que estaría cansado, creo que han sido unos días muy difíciles para usted y los niños. ¿Le sirvo café?

—Sí por favor, por cierto ¿los niños no se han levantado aún? Ya deberían estar listos para ir al colegio.

—Sí, tiene razón lo que pasa es que me dio mucho pesar despertarlos porque casi no pudieron dormir, yo creo que estaban muy ansiosos con la llegada de su madre. Con todo respeto, ¿no será conveniente que solo por hoy no vayan al colegio y se queden en casa disfrutando de la compañía de la señora Megan?

Jim se quedó pensativo puesto que no le gustaba que los niños salieran de su rutina de deberes, sin embargo; como habían tenido más de una semana sin su madre, ese día le tomó la palabra a Katherine y dijo:

—Bueno creo que les hará bien poder estar con Megan después de tantos días sin verla. Por cierto voy a subir a la habitación a ver cómo amaneció.

—No, aún no suba, es que acabo de ir a verla y sigue dormida, debe ser por los medicamentos, pero ¿por qué mejor no aprovecha a desayunar y a tomarse el café? Mientras tanto yo voy a ver si los niños están despiertos.

Katherine le había mentido, ella no había subido aún a la habitación de Megan.

Así que dejó a Jim en la cocina desayunando mientras subía supuestamente a ver a los niños, pero en realidad no fue así, se dirigió directamente a la habitación de Megan.

Abrió lentamente la puerta tratando de hacer el menor ruido posible, pero cuando entró Megan ya había despertado y al ver a Katherine le dijo:

—¡Por fin llegaste! Tengo rato despierta y con ganas de ir al baño y pedí ayuda pero no me escuchaba nadie, así que me hice pipi en la cama, estoy hecha un asco. ¿Y dónde está Jim? Me sorprendió que al despertar no lo encontrara en la cama junto a mi, también lo llamé y no apareció.

—Lo siento tanto señora Megan, pero lo primero que hice al despertar fue venir a verla, pero estaba profundamente dormida por eso decidí bajar a preparar el desayuno y como ya está listo subí de nuevo para saber si ya se había despertado.

—¿Y dónde está Jim? ¿Por qué no durmió aquí conmigo?

—Qué pena decirle esto señora Megan, pero el señor Jim me dijo ayer que él prefería dormir en la habitación de huéspedes.

—¿En serio Jim te dijo eso? Pero qué extraño, si jamás habíamos dormido en cuartos separados desde que nos casamos. Y de haber estado él aquí, no me hubiera orinado en la cama.

—Pues ya sabe como son los hombres, ellos no son tan pacientes como nosotras las mujeres, se fastidian muy rápido cuando algo les provoca incomodidad, pero le recomiendo que no le diga nada, porque eso sería incomodarlo, es mejor que se quede tranquila para que él no sienta que le está reclamando, recuerde que todo esto ha sido muy difícil para él.

Megan se quedó pensativa puesto que tenía temor de que Jim se cansara de ella en medio de las condiciones que se encontraba, mientras tanto Katherine la ayudaba a subirse a la silla de ruedas para llevarla al baño y así poder asearla.

La manipulación

Capítulo 3 La manipulación

Katherine llevó a Megan al baño en su silla de ruedas para poder asearla, luego le llevó una muda de ropa y la ayudó a cambiarse. Megan estaba totalmente incómoda en vista de que no podía valerse por sí misma, sin embargo estaba optimista de que gracias a los cuidados de Katherine y mientras ella siguiera cumpliendo con su tratamiento, pronto estaría viviendo nuevamente su vida normal como la que tenía antes del accidente.

Megan le dijo a Katherine mientras ésta le peinaba su cabellera:

— Me gustaría bajar a desayunar con los niños, creo que eso me haría muy bien y al mismo tiempo me ayudaría a movilizarme un poco más ¿no te parece? Es que no estoy acostumbrada a estar sin hacer nada y mucho menos encerrada dentro de cuatro paredes.

Por supuesto que Katherine no quería que Megan tuviera mucho contacto con los niños y especialmente con Jim, su plan era alejarla todo lo posible de su familia, de manera que le diera la oportunidad a ella de irse ganando poco a poco el cariño tanto de los niños como de Jim, Así que le respondió con una voz muy dulce y al mismo tiempo tratando de convencerla que desistiera de esa idea:

— Señora Megan, entiendo el deseo que tiene de compartir con los niños pero recuerde que su recuperación depende del reposo que usted tenga, considero que bajar las escaleras en su condición sería muy riesgoso, recuerde que aún está convaleciente y sería también muy forzoso especialmente para el señor Jim que es quien tendría que cargarla para poder bajarla y luego hacer el mismo esfuerzo para subirla de regreso a su habitación, además voy a atreverme a decirle esto no como su enfermera sino más bien como mujer, usted sabe que a veces los hombres cuando ven que todo se pone difícil con la pareja, después tienden a alejarse queriendo librarse de responsabilidades, creo que sería más conveniente que guardara su reposo aquí arriba en la comodidad de su habitación, hasta que podamos darle la sorpresa al Señor Jim de que puede valerse por sí misma y así no lo satura con tanto estrés, ¿no le parece?

Megan se quedó algo pensativa con lo que acababa de decirle Katherine, puesto que ella no quería ser un estorbo para su esposo Jim, inclusive sintió temor de que éste se cansara y que eso provocara que poco a poco se fuera alejando de ella por completo, así que decidió tomarle la palabra a Katherine puesto que analizando la situación como ella se lo estaba exponiendo tal vez en el fondo tenía razón así que le contestó:

— Está bien Katherine creo que tienes razón, no quiero causarles molestia ni a Jim, ni a mis hijos, además el estar así enferma y encima depender de otra persona para poder asearme creo que no es muy sexy para un hombre, por lo tanto esperaré un poco a sentirme mejor para que Jim no se decepcione o se canse de mí.

Katherine sonrió y por dentro sintió que había logrado su cometido de convencer a Megan de que se quedara encerrada en su habitación.

— Bueno me parece excelente lo que acaba de decidir señora Megan, definitivamente es usted una muy buena paciente, ahora le voy a dar sus medicinas y después voy a bajar a buscarle el desayuno ya que tiene que alimentarse muy bien para que la recuperación sea aún más rápida. Tenga tómese las tres pastillas por favor, recuerde que de este tratamiento depende su recuperación.

Katherine en ese momento le entregó las pastillas a Megan junto con un vaso con agua, mientras le decía:

— Eso es, muy bien, es una buena chica, tome suficiente agua para que pueda pasar las pastillas. — Katherine quería estar completamente segura de que Megan se tomara cada una de las pastillas.

— ¿Por qué tengo que tomar tantas pastillas? Siento que el estómago me va a explotar y además me hacen sentir mucha somnolencia.

— Es parte del tratamiento señora Megan, si usted quiere recuperarse pronto, debe seguir muy rigurosamente todas las indicaciones que le dio el médico, yo personalmente fui a buscar la lista de medicamentos y las indicaciones de cómo llevar a cabo su tratamiento, y estoy cumpliendo al pie de la letra con todo lo que ordenó su médico tratante el doctor Smith, él claramente me indicó cómo debía tomarse cada una de sus pastillas, entiendo que para usted debe ser incómodo y agotador estar tomando tantos calmantes y antiinflamatorios todo el día, pero es la única forma de poder restablecerla y al mismo tiempo hacer menos dolorosas las heridas que tiene en sus piernas.

— Está bien Katherine, disculpa que te fastidie con tantas preguntas, pero es que me siento agotada porque desde que salí de la clínica no he parado de tomar estás benditas pastillas, pero no me hagas caso tienes razón, si el doctor Smith indicó que es parte del tratamiento para mí recuperación, no tengo nada que objetar al respecto.

— Bien señora Megan, voy a buscar su desayuno con su permiso.

Cuando Katherine estaba apunto de salir de la habitación, Megan la detuvo diciéndole:

— Katherine por favor espera.

— Sí dígame señora Megan, ¿necesita algo más?

— Sí Katherine, en vista de que no voy a bajar por ahora, me gustaría que los niños subieran acá a la habitación para estar un rato con ellos, quiero darles un poco de cariño y también dedicarles tiempo, es que no quiero que sientan que los estoy abandonando por mi convalecencia y además quiero que también le digas a Jim que suba por favor.

Katherine sonrió tratando de disimular su molestia ya que por dentro no quería bajo ninguna circunstancia que Megan tuviera contacto con los niños y mucho menos con Jim, sin embargo no era conveniente al menos por ahora, que ella se diera cuenta de cuáles eran sus verdaderas intenciones. Así que de la forma más cordial le contestó:

— Oh pero por supuesto señora Megan, voy a buscarle el desayuno e inmediatamente le diré a los niños y al señor Jim que suban para que vengan a verla, tiene usted mucha razón, eso les hará sentir muy bien a todos, así que si no necesita de otra cosa voy a bajar en este momento, con su permiso.

A pesar de todas las recomendaciones que le había dado Katherine a Megan para que se mantuviera tranquila y permaneciera encerrada en su habitación, ella en el fondo no estaba tan convencida de que esa decisión fuera lo mejor para ella, sin embargo el temor de sentir que Jim pudiera cansarse de verla en ese estado donde prácticamente no podía valerse por sí misma, la llenaba de miedo cuando en realidad la situación era totalmente todo lo contrario, Jim sí quería estar cerca de ella y al mismo tiempo poder atenderla personalmente ya que él estaba muy enamorado de su esposa, sin embargo Katherine se había encargado de hacerle creer a Jim que era Megan la que no quería que él estuviera cerca de ella, además que en la mayor parte del tiempo Megan permanecía siempre dormida gracias a los medicamentos que le suministraba Katherine diariamente y que en su mayoría ella había cambiado por unos mucho más fuertes que poco a poco iban haciendo que Megan perdiera el interés de estar activa y al mismo tiempo le producían confusiones en su mente qué Katherine se estaba encargando de aumentar cada día.

En ese momento Jim se encontraba en la cocina desayunando con los niños, ambos querían ver a su madre puesto que estaban acostumbrados a que ella todos los días les preparaba el desayuno y los llevaba al colegio, sin embargo desde que había tenido el accidente no habían podido disfrutar de la compañía de Megan y muy especialmente desde que ésta había llegado de la clínica ya que permanecía la mayor parte del día durmiendo en su habitación.

En ese momento llegó Katherine la cual venía de la habitación de Megan algo incómoda por la petición que ésta le había hecho, cuando Jim la vio inmediatamente le preguntó:

— Oh Katherine qué bueno verte, cuéntame ¿Ya se despertó Megan? Es que los niños y yo estamos ansiosos por verla. ¿verdad que sí niños?

Tanto Tony como Melanie dijeron al unísono:

— Siiii papi ¡queremos ver a mami! ¡Queremos ver a mami! ¡Queremos ver a mami! — gritaban y brincaban al mismo tiempo sin cesar.

Katherine sonreía mientras apretaba sus puños disimulando el coraje que esto le causaba, sin embargo continuó aparentando que nada le perturbaba y respondió a Jim.

— Pero por supuesto que pueden ver a la señora Megan, lo único es que ella me dijo que no quiere bajar a desayunar acá al comedor, al parecer se siente algo cansada y fatigada, se me ocurre que de pronto los niños pueden subir a verla y así tratar de estar un poco cerca de ella, creo que eso le hará sentir muy bien.

Por supuesto que esa idea no era de ella sino de la misma Megan, pero ella estaba tratando de hacerle creer a Jim que estaba haciendo todo lo mejor posible para mantener la armonía en la familia y especialmente pensando en el bienestar de los niños. Actuaba con mucha astucia tratando de verse ante Jim como una mujer muy capaz y además al mismo tiempo se iba haciendo cada vez más indispensable para él y los niños.

Mientras los niños terminaban de desayunar su cereal, Jim se acercó a Katherine sin que éstos se dieran cuenta de lo que iba a hablar con ella. Le dijo en voz baja:

— Katherine, dime la verdad, ¿Megan está en condiciones de recibir a los niños? ¿cómo la ves? Es que estoy muy preocupado por ella y al mismo tiempo quiero verla, deseo estar a su lado, pero no sé si sea conveniente en estos momentos, me siento entre la espada y la pared.

Por supuesto Katherine aprovechó las dudas que sentía Jim para inyectar su veneno contra Megan y de esa forma hacer que el distanciamiento entre ellos creciera aún más.

— La verdad es que no sé qué le pasa a la señora Megan, cuando llegué había mojado la cama, tuve que asearla y después cambiar todas las sábanas, por eso me tardé en bajar. Aproveché para decirle si deseaba bajar a desayunar con los niños, pero enseguida me dijo que no, que prefería quedarse en su habitación. Es por eso que se me ocurre que tal vez si los niños suben y pasan un rato con ella puede que esto la anime un poco.

Jim comenzó a preocuparse por la actitud de Megan puesto que no era común en ella que actuara de esa forma, sin embargo trató de entender por el trance que estaba pasando y decidió tener un poco de paciencia y esperar a su recuperación, sin embargo decidió que los niños subieran a verla ya que esto les haría bien a todos.

— Está bien Katherine gracias por mantenerme informado y especialmente por cuidar de ella, voy a subir con los niños a verla creo que eso le hará bien.

Katherine respondió:

— Sí por supuesto, mientras tanto yo le voy a subir el desayuno para que se alimente un poco.

Jim subió con los niños a la habitación de Megan, al llegar allí la encontró dormida de nuevo, cosa que lo entristeció ya que deseaba compartir con ella y con los niños aunque fuera por un momento, pero toda su somnolencia y el querer estar durmiendo todo el día, era producto de las pastillas que le suministraba Katherine sin ningún tipo de control a cada momento.

Los niños enseguida se quejaron puesto que tenían muchos días sin compartir con su madre, cosa que ya comenzaba a afectarles.

— Extraño mucho a mamá, ya quiero que esté bien para que nos lea un cuento antes de dormir. — dijo el pequeño Tony algo cabizbajo.

— Yo también quiero que mamá me lea el cuento de la sirenita. — Dijo Melanie bajando la mirada y poniendo una cara de tristeza.

Fue una gran decepción tanto para los niños como para Jim, luego en ese momento Katherine aprovechándose de la situación se le ocurrió decirle a los niños para que estos se calmaran y prestaran más atención a ella:

— ¿Qué les parece si vamos a la cocina a preparar unas galletas de maní?

Ambos niños gritaron de felicidad al mismo tiempo:

— ¡Siii Urra! Yo quiero galletas de maní. — Gritaba la pequeña Melanie

— Yo también quiero y le voy a hacer unas galletas también a mamá, el último que llegue a la cocina tiene orejas de burro. — dijo el pequeño Tony, saliendo al mismo tiempo corriendo hacia la cocina.

Jim al ver que Katherine había hecho que los niños no se sintieran mal por no poder pasar tiempo con su madre, se sintió muy agradecido con ella en vista de que había resuelto de forma muy inteligente algo que hubiera podido ser peor para Tony y Melanie. Así que se acercó a ella y poniéndole la mano sobre su hombro le dijo:

— Muchas gracias Katherine por hacer que los niños no se den cuenta de la situación con su madre, no sé qué haría sin ti si no estuvieras aquí en casa.

Katherine sonrió porque de a poquito comenzaba a convencer a Jim de que su presencia en la casa era lo mejor tanto para los niños como para él. Enseguida le respondió:

— No tiene que agradecerme nada señor Jim, todo lo hago con el mayor de los gustos. Ahora si me permite voy a alcanzar a los niños en la cocina antes de que hagan un desastre.

Jim se quedó en la habitación mientras observaba a Megan, totalmente dormida y ajena a la realidad. Se acercó a ella y le acarició su cabello mientras esta vagamente se movía, luego de forma inesperada abrió los ojos y miró a Jim el cual se encontraba sentado en la cama junto a ella.

— Jim mi amor, estás aquí, qué bueno que has venido a verme.

— Hola amor, ¿Cómo te sientes?

— Un poco mareada, pero mucho mejor de los dolores en las piernas. ¿Y los niños? Me gustaría tanto verlos.

— Los niños estuvieron hace un momento aquí pero estabas dormida, así que bajaron a la cocina con Katherine a preparar galletas de maní. Me hubiera gustado tanto que bajaras a desayunar conmigo y con los niños.

En ese momento Megan recordó lo que Katherine le había mencionado de que no debía causarle molestias a Jim, así que le contestó:

— Es que prefiero estar aquí en la habitación hasta que me recupere por completo.

Al mismo tiempo Jim pensó que lo mejor era dejarla tranquila en donde ella se sintiera mucho más cómoda. De esa forma podía evitar que se sintiera presionada, por lo tanto no le insistió en que bajara para estar con los niños.

Ambos estaban manipulados por Katherine sin darse cuenta, él no se atrevía a decirle que deseaba regresar a dormir a la habitación con ella y por su parte Megan, tampoco se atrevía a pedirle que se quedara allí junto a ella, puesto que pensaba que tal vez a Jim le podía molestar el hecho de que ella estuviera convaleciente.

Jim decidió irse a su empresa de ingeniería a continuar con su trabajo, ya que a consecuencia del accidente que había sufrido Megan, había tenido que posponer varios avalúos que tenía que realizar a las propiedades de algunos clientes, Katherine por su parte se había quedado con los niños en la cocina mientras preparaban las galletas de maní. Ella estaba muy feliz porque se sentía dueña y señora de la casa, mientras que Megan seguía durmiendo en su habitación gracias a los efectos de los sedantes que ella le estaba suministrando y que no tenían nada que ver con el tratamiento real que había indicado el médico encargado de su caso el Doctor Smith

Download MangaToon APP on App Store and Google Play

novel PDF download
NovelToon
Step Into A Different WORLD!
Download MangaToon APP on App Store and Google Play