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¿Acepto La Herencia O No?

Una vida normal capitulo 1

Maikol comenzaba sus mañanas de manera muy normal, como lo hacía todas las mañanas en casa con su abuela materna que era con quién él había quedado desde el día en que su madre falleció. Si abuela Esperanza se encargó desde ese entonces de él con mucho amor y cariño y a pesar de su avanzada edad jamás se dejó vencer y siempre hizo lo posible por sacar a su nieto adelanto a pesar de que ella pensaba que no tendría los recursos suficiente para darle una buena educación.

Era muy temprano por la mañana así que el día de él apenas comenzaba, cuando un rayo de luz del sol entra por su ventana y da en su cara, de esta manera él logra darse cuenta de que ya es un nuevo día, de que ya había aclarado así que abre sus ojos y mira el reloj que está en su mesa de noche, eran las 7:00 AM ya su alarma estaba por sonar así que decidió ponerse de pies de una vez ya que tenía un día muy largo como todos los días.

Por las mañanas Maikol trabajaba en un restaurante como mesero, no era mucho lo que ganaba pero si lo suficiente como para vivir bien y ayudar a su abuela que era la persona con la que él más estaba agradecida en el mundo, luego de que trabajará toda la mañana hasta el final de la tarde, él iba a la universidad ya que estaba a punto de terminar su carrera universitaria, así que él llevaba una vida muy ocupada era poco el tiempo que él tenía para divertirse, solo los fines de semana.

Maikol se sienta en su cama, y estira un poco su cuerpo antes de ponerse de pies, sacude sus manos y estando allí sentado le llegó un delicioso aroma a su olfato, el café de todas las mañanas de su abuela ese que tanto le encantaba.

"Que delicioso huele, como cada mañana" pensó él.

Pero a pesar de que era muy temprano de igual manera no quería llegar tarde a su trabajo ya que la hora se pasaba en un abrir y cerrar de ojos sin si quiera darse cuenta, así que él se puso de pies, se coloco sus chanclas y comenzó por ordenar su cama, pues él trataba de ser lo más colaborador que pudiera ser con su abuela y dejar su cama en orden no le costaba para nada.

Así que quitó las almohadas y cobijas de encima de la cama, y extendió muy bien las sábanas dejándola sin una sola arruga, coloco las almohadas de manera muy bien ordenada y luego de ello doblo muy bien su cobija, ya la cama estaba más que lista así que él ya estaba listo para entrar al baño a lavar sus dientes y ducharse.

Se quitó el shorts que llevaba puesto colocando lo en el cesto de la ropa sucia, de igual manera hizo con su ropa interior, tomo una toalla la cual enrollo en su cintura, y ahora sí, salió de su habitación y camino hasta el baño, abrió la puerta y entro, antes de meterse a la ducha lo primero que hizo fue detenerse en el lavamanos frente al espejo para cepillar sus dientes, pero también se dió cuenta de que debía afeitar su rostro, pues le pareció que no estaba muy presentable, era un hombre muy pretencioso que cuidaba su imagen y le gustaba estar muy bien aseado en todo momento.

Así que primero comenzaría cepillando sus dientes, tomo su cepillo dental y en él coloco un poco de crema, solo la cantidad necesaria y luego comenzó a frotar muy bien por sus dientes, por cada uno de ellos y por cada muela muy bien, para que quedarán todos muy limpios luego de ello con abundante agua enjuagó su cepillo y lo colo en su lugar, de la misma manera enjuagó su boca y su cara.

Luego de haber terminado de cepillarse muy bien y sin haber secado su rostro ya que lo necesitaba así húmedo, tomo un poco de espuma para afeitarse y aplicó una pequeña cantidad en su cara esparciendo la muy bien, y luego de tener su cara completamente cubierta con la espuma de afeitar, tomo su cuchilla y comenzó a pasar con mucho cuidado por todo su rostro retirando así de esta manera cada vello que tenía en él. Una vez que toda su cara estuvo completamente lisa y sin un solo vello, abrió el grifo y con mucha agua se enjuagó todo el rostro, se miro detalladamente en el espejo para chequear que no le faltará nada y efectivamente había quedado muy bien, así que ahora sí estaba más que listo para ducharse.

Se quitó de la cintura la toalla que tenía, colocándola muy cerca de donde pudiera alcanzarla para cuando terminara su baño, una vez hecho esto entro a la ducha, encendió un poco el calentador ya que como era muy temprano pues hacía mucho frío, una vez que el agua comenzó a salir se metió bajo de ella, y dejó mojar todo su cuerpo era tan refrescante y satisfactorio para él ese momento, la verdad es que lo estaba disfrutando mucho y la hora del baño siempre le servía para pensar tantas cosas.

"Que pereza tener que levantarse todos los días tan temprano para seguir la misma rutina de siempre, de verdad como me hubiera encantado tener una vida mejor, haber nacido con dinero. Pero bueno esto fue lo que me tocó y se que poco a poco podré conseguir lo que quiero con mucho esfuerzo así como lo he venido haciendo hasta ahora, por más pereza que tenga siempre debo llevar presente a mi viejita quien a ningún momento de su vida le dió pereza estar al pendiente de mi, y de mi crianza que jamás me faltará nada así que ahora yo a ella debo recompensarle eso con mucho amor y cariño todo lo que haga será solo por ella y para ella es quien más lo merece en el mundo"

Maikol no podía negar que no era tanto de su agrado la rutina de vida que llevaba, pues a quien no le hubiera encantado llevar una vida de rey, pero lamentablemente para él le tocaba esforzarse por conseguir lo suyo ya que había nacido siendo una persona de clase media, eso a él no le avergonzaba para nada pero muchas veces en su vida y si se detenía a pensar como sería todo si tuviera algo de dinero, y sabía muy bien que se seguro todo sería diferente pues tendría una vida mucho más cómoda.

Aunque en el fondo él sentía que estaba haciendo las cosas muy bien, a su abuela no le faltaba nada y siempre podía darle cualquier detalle aunque no fuera costo y llevarla a pasear aunque no fuera a un lugar con lujos sabía muy bien que en cualquier momento lo podría hacer solo le quedaba seguro esforzándose, pero claramente él quería darle más y mucho más a Esperanza realmente para él ella se lo merecía por es valentía que tuvo de haberse quedado con él aún sabiendo la responsabilidad tan grande que eso era no importo.

"Mi abuela es la mejor, de verdad esa mujer se merece todo lo mejor de mi en esta vida y no la pienso defraudar ella es mi motivación para mañanas como estás en las que desearía seguir en mi cama durmiendo, ella es mi motivación para ponerme de pies y salir cada día a tratar de ser mejor persona" pensó Maikol tras un largo suspiro.

Tenía ya un buen rato allí bajo el agua disfrutando de lo deliciosa que estaba pero pensó en mejor darse prisa, ya que aún le faltaba desayunar y no quería llegar tarde a su trabajo era una persona muy puntual y jamás habían tenido quejas de él y esperaba de verdad que siguiera siendo así ya que eso le ayudaba mucho, así para terminar con su baño tomo jabón el cual comenzó a frotar muy bien por todo su cuerpo, en axilas, cuello todo muy bien, luego de ello lo dejo y tomo el shampoo aplicando una pequeña cantidad sobre la palma de su mano, froto un poco y la aplicó sobre su cuero cabelludo masajeando muy bien hasta haber obtenido una suficiente cantidad de espuma.

Una vez hecho esto se volvió a meter bajo el agua dejando así que está se llevará toda la.espuma que había proporcionado el jabón y el shampoo, una vez que todo su cuerpo estuvo completamente despejado de esa espuma, ya estaba listo y aunque no tenia muchas ganas de salir de la ducha debido a que el agua estaba de verdad muy deliciosa sabía que tenía responsabilidades que comenzar a cumplir así que cerró la llave, abrió la puerta de la ducha y extendió su mano hasta donde había dejado la toalla la tomo entre sus manos y seco su cara en primer lugar luego de ello la enrollo nuevamente en su cintura y ahora sí salió por completo de la ducha.

Salió del baño y camino hasta su habitación entrando a ella, fue directamente hasta su closet par buscar algo de ropa que colocarse así que abrió las puertas del closet y tomo de allí un jeans, una camisa muy sencilla, luego de las gavetas tomo unos calcetines y su ropa interior, camino hasta su cama dejando allí todo lo que se colocaría y comenzó a secar muy bien su cuerpo, con la toalla que tenía en la cintura una vez que estuvo completamente seco ya estaba más que listo para comenzar a vestirse, miro su reloj y se dió cuenta de que aún tenía mucho tiempo pero se igual manera no quería confiarse de eso.

En primer lugar se coloco el boxer, y las medias luego de ello la camisa y el pantalón tomo de su gaveta una correa y se la coloco en su cintura y debajo de su cama tomo sus zapatos colocando los también, una vez hecho esto se puso de pies y camino hasta su peinadora estando allí se miro en el espejo y se dió cuenta de que se veía reglamente bien, pues cuando afeitaba su rostro era otra persona totalmente diferente y eso le encantaba, tomo un reloj que tenía sobre su peinadora y lo colo en su mano izquierda.

Luego de haber hecho esto tomo un poco de gel fijador en su mano el cual aplicó sobre su cabello y comenzó a peinar muy bien con un peine, una vez hecho esto solo le quedaba perfumarse así que tomo su perfume favorito el que solía usar y se agrego una gran cantidad por todo su cuerpo para de esta manera oler muy bien durante todo el día.

Ya estaba completamente listo así que tomo la mochila que tenía colgada en la pared de su habitación la cual tenía todos sus libros, cuadernos y demás materiales para ir a la universidad ahora sí estaba completamente listo para bajar a desayunar junto con su abuela como cada mañana y para al fin probar ese delicioso café que tanto le encantaba y que ese aroma desde que se había levantado lo traía completamente loco. Miro al rededor de toda su habitación para chequear que no le faltará nada y que no se le quedará nada, y efectivamente no faltaba nada así que apagó la luz de su habitación y salió de allí.

Bajo las escaleras hasta llegar al comedor, y al hacerlo allí estaba su abuelita sentada como cada mañana esperándolo con la mesa servida para desayunar.

-Buenos días abuela querida- dijo Maikol acercándose a ella y dándole un gran beso en la frente.

-Buenos días mijito, te estaba esperando para desayunar ya todo está listo- respondió ella con mucho amor.

-Tu siempre tan atenta abue de verdad no sé de qué manera agradecerte todo lo que ha hecho por mi, eres la mejor de todo el mundo- contesto él con mucha ternura mientras se sentaba en la mesa.

El desayuno se veía muy delicioso eran pan tostado, con huevo revuelto y miel su desayuno favorito y claramente la respectiva taza de café que no podía faltar, comenzó a comer y de verdad que todo estaba completamente delicioso, lo estaba disfrutando mucho. Su abuela lo miraba comer con mucha ternura y aunque él trataba de disimularlo ella sabía muy bien que él estaba muy cansado ya que diariamente comenzaba su día muy temprano y se terminaban realmente tarde era poco el tiempo que él tenía para descansar.

"Ay mijito, tú vida sería mucho más fácil y no tendrías que hacer todos esos esfuerzos que haces por los dos diariamente si tan solo tu madre no me hubiera hecho prometerle que yo jamás te diría quien es tu padre, de no ser así yo te diría toda la verdad y tuviera una vida realmente cómoda.....pero bueno no puedo traicionar a mi propia hija y si ella no quiere que sepas quién es tu padre por algo ha de ser" Pensó la abuela Esperanza que al ver todo lo que su nieto hacia diariamente le daban tantas ganas de contarle toda la verdad por completo pero claramente siempre la frenaba la promesa que le había hecho a su hija.

Maikol se dió cuenta de la manera con tanta ternura con la que lo veía su abuela así que le pregunto.

-¿Todo bien abue? ¿por qué me miras de esa manera?

A lo que ella respondió.

-No es nada mi amor, solo te miro con mucho orgullo quiero que sepas que estoy realmente orgullosa de ti y del gran hombre que eres-

-Todo lo que soy, y todo lo que tengo aunque sea poco es todo gracias a ti, y todo lo que logré será para ti porque te mereces lo mejor- respondió Maikol tomando su mano.

Ya había terminado todo su desayunos y su café por completo así que ya era momento de salir de casa.

-Todo estaba delicioso como siempre abue, muchas gracias pero ya debo irme así que nos vemos por la noche- dijo él mientras se ponía de pies.

se acercó a ella y le dió un gran beso en su frente despidiéndose de ella, y luego de esto camino hasta la puerta para salir de la casa, Esperanza se quedaba siempre sola en casa haciendo los quehaceres, y muchas veces salía al mercado a comprar todo lo de la semana la verdad es que ella allí sola no se aburría siempre pero siempre encontraba algo que hacer y de igual manera su comadre iba todas las tardes a tomar el té con ella así que de esa manera se distraía mucho.

Maikol salió de la casa, y esperaba a que un taxi pasara, no espero mucho ya que al cabo de unos segundos miro que venía uno así que extendió su mano hacia él, haciendo seña para que esté se detuviera, una vez que lo hizo se subió en él.

-Buen día señor, por favor me lleva al café del centro. Gracias - dijo el muy amablemente.

Y así fue el conductor comenzó a conducir de camino a dónde Maikol le había dicho, la verdad es que no quedaba muy retirado de allí le tomarían tan solo unos cinco minutos llegar allí, luego de un camino no muy largo Maikol noto que ya casi llegaba así que de su bolsillo saco su billetera y de allí tomo algo de dinero para cancelarle al chófer.

Una vez que llegaron claramente el chófer se detuvo fuera del restaurante en el que Maikol trabajaba.

-Muchas gracias, tenga aquí tiene el dinero- dijo Maikol mientras extendía su mano hacia el chófer para darle en dinero.

Una vez hecho esto, abrió la puerta del taxi y se bajó de allí. Al hacerlo camino hasta dentro del restaurante sus demás compañeros apenas se estaban preparando para comenzar a laborar así que no había llegado tarde estaba muy bien.

-Buenos días a todos- Dijo Maikol mientras caminaba hacia el final del pasillo para ir a los cambiadores a dejar su bolso en su looquer y colocarse su delantal para comenzar a trabajar.

-Bueno días- le contestaron todos.

Él llegó al lugar donde guardaban todos sus cosas, abrió su loqueer y allí coloco su mochila, una vez hecho esto cerró y se coloco sobre la ropa el delantal para de esta manera proteger su ropa y así no ensuciarse puesto a qué luego debía ir a la universidad y claramente no podía ir sucio por esa razón el se cuidaba mucho de no ensuciarse y hacer todo con mucho cuidado aunque a veces era casi imposible no dejar derramar aunque fuera algo sobre su ropa.

Una vez hecho eso, salió hacia las mesas para comenzar a laborar, era muy temprano así que eran pocos los clientes que iban uno que otro que iba a desayunar, o por un café realmente por las mañana el trabajo era demasiado liviano pero ya luego del medio día si aumentaba la cantidad de trabajo. Llegaban unas que otras personas que Maikol u otro compañero atendían.

Pero mientras los demás se encargaban de la atención, Maikol decidió que se encargaría de limpiar los vidrios del lugar pues ese también era parte de su trabajo así que tomo un pañuelo el cual comenzó a pasar por todos lo vidrios deja solos relucientes, así de esta manera el lugar estando impecable llamaría mucho más la atención de los clientes.

Duro mucho rato haciendo eso, puesto a qué el restaurante era realmente grande de hecho uno de los mejores de la ciudad ya era casi medio día, así que él sabía muy bien que el verdadero trabajo estaba por comenzar, y efectivamente comenzaron a llegar cantidades de personas al lugar, en cuestión de segundo todas las mesas estaban repletas no cabía nadie más en ese lugar.

Pero a pesar de ser un trabajo muy agotador y estar conciente de que luego de allí también le esperaba la universidad por la noche, la verdad es que no se quejaba pues realmente le gustaba mucho cuando habían muchas personas en el lugar ya que mientras más personas fueran más propinas eran para él, por esa razón trataba de hacer su trabajo lo más rápido que él pudiera para no desaprovechar ni un solo segundo.

Estaba realmente atareado llevando ciento de comandas a la cocina, llevando cientos de pedidos a las mesas, muy cansado la verdad con un fuerte dolor de espalda, pero él no podía rendirse así que aún con todo eso seguía trabajando muy duro nada lo detenía, de esa manera fue pasando la tarde hasta que se hicieron las 4 de la tarde, allí el horario de salida era realmente a las 6 de la tarde pero por cuestiones de estudios el día que lo contrataron el hablo con el dueño del lugar y la verdad es que no vio ningún tipo de problema con que se fuera unas horas antes.

Así que Maikol miro su reloj, y para él ya era la hora de salida así que coloco la carta sobre la barra y le dijo a uno de sus compañeros.

-Ya es mi hora de irme, iré a cambiarme cúbreme por favor-

-¡Si claro!- respondió él de inmediato y sin ningún problema.

Maikol fue hasta los loqueer para buscar su mochila y dejar allí el delantal, al llegar allí se quitó el delantal el cual estaba todo sucio se miro al espejo acomodo un poco su cabello, lavo su cara con mucha agua, puesto a qué estaba bastante sudado debido a la cantidad de trabajo y estrés que había tenido, luego de ello seco su cara y lucia un poco mejor.

Tomo su mochila y salió de allí camino hacia la puerta, pero antes de salir se despidió de todos como de costumbre solía hacerlo.

-Bueno chicos es todo para mí por el día de hoy, así que nos vemos mañana, chao!-

Luego de haberse despedido de todos, ahora sí salió del lugar y se detuvo en la parada d ebus a esperar que pasará un taxi o un autobús que lo llevará hasta la universidad, está si quedaba un poco retirada así que le tomaría al menos una media hora llegar al lugar, por esa razón se iba con una hora antes de entrar para no tener que estar preocupado pensando en si llegaría a tiempo o no.

Al cabo de unos minutos de estar allí de pies esperando miro que venía el bus, esté se detuvo ante él y cuando abrió sus puertas se subió y tomo asiento por fortuna le había tocado uno que no iba tan repleto de personas, así que pudo ir sentado cómodamente, iba mirando por la ventanilla y pensando cantidades de cosas.

"¿Como sería mi vida si tuviera dinero? de seguro pudiera darle a mi abuela mucho más de lo que ella se merece. No me quejo de mi vida pero si quisiera algo mucho mejor, y espero poder lograrlo poco a poco, no descansare hasta tener todo lo que siempre he soñado y claramente hasta darle todo a mi abuela, solo le pido a mi madre y a mi padre que donde quiera que estén me ayuden"

La verdad es que Maikol no tenía ni la más remota idea de quién era su padre, pues desde un principio siempre se le había dicho que había fallecido y eso fue todo lo que él creyó sin preguntar ni más ni menos detalle, pues creció con la idea de que su padre había muerto, y mucho menos se imaginaria jamás en la vida que su padre era el multimillonario Ricardo Salinas, aunque siempre miraba las noticias, y siempre se decía alguna cosa sobre él, sobre toda la cantidad de dinero y siempre pensaba en que haría él si tuviera la oportunidad de tener al menos la mitad de ese dinero.

Eran tantas las cosas que pasaban por su mente pero jamás en la vida él se imaginaria de que su abuela le había estado mintiendo durante toda su vida y hasta que incluso muchas veces tuvo a si padre frente a frente sin saber que se trataba de su padre, pero en el fondo era por su bien.

Paso un buen tiempo de camino, y el autobús hizo parada justamente frente a la universidad ya que claramente allí estaba la parada de autobuses, al detenerse y abrir su puertas Maikol bajo de él, y entro a la universidad iba caminando por los pasillo, pues estaba en busca de la cartelera donde estaban plasmados los horarios para saber en qué salón y que clase le tocaba, de camino hacia allá se encontró a uno de sus compañeros.

-Hola, ¿que tal todo?- le pregunta Maikol.

-Todo muy bien, pero ¿a dónde vas hacia allá si el salón en el que tenemos clases es hacia el otro lado y de hecho comienza en cinco minutos- le contesto su compañero bastante intrigado.

-Que suerte que te encontré entonces, pues justamente iba a la cartelera para mirar que clase nos tocaba pero ya que tú sabes me voy contigo - respondió Maikol.

Y así hicieron se fueron juntos, hasta el salón conversando sobre diferentes temas acerca de esa clase y de las otras que veían, la verdad es que eran muy bueno amigos se la llevaban muy bien, al llegar al salón ya hicieron silencio ya la profesora que les tocaba estaba en el salón y la gran mayoría de sus compañeros también.

-Buenos tardes a todos, permiso profesora- dijo Maikol a todos mientras entraba al salon.

Y de igual manera Larry su compañero.

-Buenas tardes a todos, profesora con su permiso y disculpe la tardanza-

-Buenas tardes muchachos, no sé preocupen pasen adelante de hecho no es mucho lo que se han retardado ya que todos acabamos de llegar- contesto la profesora muy dulcemente pues era de los profesores más flexibles que les daba clases pero de esa misma manera también habían otros demasiados estrictos.

Maikol y su compañero tomaron asiento y ya ambos se ignoraron para poder prestar atención a la clase de historia, la verdad es que está era una de las materias favoritas de él aunque en realidad en todas las materias tenía muy buenas notas ers un alumno excepcional por eso siempre prestaba a tensión a toda y cada una de las clases, pues el reglamente quería ser alguien en la vida y sabía muy bien que para ser así debía esforzarse y estudiar mucho para poder darle a su abuela todo lo que él deseaba, una vida llena de comodidades.

Él saco su cuaderno para comenzar hacer sus apuntes, y le estaba poniendo mucha atención a la clase, ya que de verdad le gustaba mucho y cualquier cosa que no entendiera preguntaba para no irse con ninguna duda y tener todo muy claro por si en algún momento llegaban hacer algún examen, la clase estaba reglamente interesante para él y al parecer para todos ya que todos estaban boca abiertos prestando atención y es que aunque esa pareciera una materia muy aburrida la profesora hacia que fuera muy divertida y a todos les gustaba mucho a diferencia de otras clases.

Sonó el timbre de salida ya eran las 8 de la noche, bastante tarde pero esto no asombraba para nada a Maikol ya que estaba ya muy acostumbrado a irse muy tarde a su casa.

-Bueno chicos, es hora de salir nos vemos mañana está será la segunda clase, por favor lean todos la página 54 de su libro y mañana tendremos un debate en clase, feliz noche para todos- dijo la profesora permitiéndole así a todos la salida del salón.

Maikol tomo su mochila, guardo su cuaderno y se puso de pies para salir del salón se fue conversando con su amigo Larry hasta la salida de la universidad pero ya allí les tocaba despedirse puesto a qué vivían hacia los lados opuestos y no podían hacerse más compañía, así que estrecharon sus manos y se despidieron hasta mañana Larry vivía a unas cuadras así que se iba caminando sin ningún tipo de problemas.

Pero en cambio Maikol si vivía algo alejado y esperaba poder correr con suerte de que no demorará en pasar un taxi, pues él sabía muy bien de que ya los autobuses a esa hora no estaban tratado que le tocaría pagar un dinero extra en un taxi, así que estaba allí solo en la oscuridad esperando a que pasará alguno. Luego de un par de minutos allí al fin miro que venía uno y se detuvo justamente frente a él.

-Buenas noches amigo, ¿lo llevo algún sitio?- pregunto el conductor mientras asomaba la cabeza por la ventana.

-Buenas noches, si por favor a la calle dice, muchas gracias- dijo Maikol sintiendo un gran alivio y subiéndose al auto.

El chófer comenzó a conducir hacia donde Maikol le había indicado, por fortuna para él le había ido muy bien en cuanto a las propinas en su trabajo, así que si tenía suficiente dinero como para pagar el taxi ya que este era un poco más costoso que el autobús, pero no tenía más opción pues ya era muy tarde y solo tenía dos opciones o pagar un poco más en un taxi y llegar sano y Salvo a su casa o irse caminando corriendo el peligro de que le pusiera suceder algo, o no le sucedía nada pero si llegaría muy agotado ya que quedaba muchas cuadras lejos.

Por esa razón ni loco se iría caminando, luego de un largo trayecto de camino a su casa al fin llegó, se sacó de su billetera el dinero para pagarle al chófer

-Dejeme justamente aquí por favor, tenga aquí está el dinero muchas gracias que tenga buenas noches- le dijo Maikol entregándole el dinero y bajando se del auto.

-A su orden amigo, feliz noche para usted también - contesto el chófer muy amablemente y se retiró.

Maikol cruzo la calle hacia la otra acera ya que el taxi o autobús lo dejaba del lado contrario de su casa, una vez que lo hizo saco de su bolso las llaves de su casa, y abrió la puerta entrando en ella, al hacerlos miro a su abuela sentada en su mesedora tejiendo algunas cosas.

Ella al escuchar la puerta pues claramente sabía que era él puesto a qué allí solo vivían ellos dos así que no podía ser nadie más, así que ella giro su cabeza para mirarlo.

-¡Ay mijito ya me tenías bastante angustiada, que bueno que ya llegaste pero cuéntame como te ha ido bien en el trabajo y en la universidad!- le dijo su abuelita.

Quien aunque sabía muy bien de que él cada día llegaría tarde como siempre, pues no perdía esa costumbre de preocuparse por la hora.

-Ay abuelita usted siempre, ¿para que se angustia? si sabe muy bien que llegaré tarde como siempre no tiene de que preocuparse llegaré tarde pero de que llegó llegó- dijo Maikol mientras se sentaba en el sofá frente a ella.

-En cuanto a como me fue, pues muy bien mucho trabajo como siempre pero sabe muy bien que eso es bueno ya que mientras más personas vayan a comer más propinas para mí, la verdad es que hoy si estoy bastante agotado......y en la universidad pues de igual manera me fue muy bien la clase de hoy estuvo bastante interesante- dijo el luego de dar un gran suspiro puesto a qué realmente estaba bastante cansado.

Su abuela lo miraba como con tanta ternura pues ella sabía muy bien que si tan solo pudiera contarle toda la verdad no fuera para nada necesario todos los esfuerzos que él estaba haciendo, pero sabía muy bien que no podía hacer eso ya que sería defraudar a su hija, además ella tenía mucho de lo que pudieran pensar acerca de su nieto al aparecer ahora de esa manera, por esa razón ella no quería pedirle nada a esa gente y siempre se esforzó por darle lo mejor a Maikol hasta donde pudiera, hasta ahora que él estaba más grande y pues podía hacer las cosas por si mismo.

Engañado mucho tiempo capitulo 2

Era fin de semana, y Maikol decidió quedarse en casa con su abuela Elizabeth para ayudarla con los quehaceres de la casa y poder compartir tiempo con ella ya que entre el trabajo y la universidad casi no tenían tiempo de conversar.

Estaban ambas disfrutando de la compañía uno del otro, hasta que escucharon el celular de la casa sonar

-No te preocupes abuela, yo iré a ver quién es-

Camino hasta el celular y contesto.

-Si, buenas tardes ¿con quién desea hablar?-

Preguntó.

-Buenas tardes, es el abogado Rivas me gustaría comunicarme con Maikol-

Contesto aquel hombre del otro lado del celular.

Esto a Maikol le asombro bastante ya que ¿para que lo estaría buscando un abogado?

-Dígame, con él habla-

Dijo con voz dudosa.

-Lamento ser quien le comunique que su padre ha fallecido hace dos días, por ser usted su primogénito le ha dejado parte de su herencia. Es necesario que nos veamos mañana para unos estudios de laboratorio, ¡Claro! si puede-

Maikol no podía creer lo que ese hombre le estaba diciendo, incluso pensó que sería alguna broma o que quizás se habían equivocado ya que según lo que su abuela le había dicho su padre falleció hace mucho tiempo. Y fue por eso que no logro conocerlo.

-No, esto debe ser un error. Mi padre ya falleció hace mucho tiempo-

Trato de aclararle.

-No se trata de ningún error, es a usted a quien busco exactamente aunque le suene raro tengo la sospecha de que le han estado mintiendo. Mañana nos vemos en el hospital San Cristóbal para los análisis de estudio-

Aclaro aquel hombre y colgó la llamada.

¿Qué es lo que está pasando aquí?

Se preguntaba dentro de si mismo, no quería pensar en que su abuela todo este tiempo lo estuvo engañando aún sabiendo que el siempre quiso conocer a su padre.

Dejo el celular y camino nuevamente hasta la sala.

-¿Que pasa mijo? ¿Por qué tienes esa cara?-

Preguntó Elizabeth al mirar la cara de shock que él tenía.

-Ha llamado un hombre, un abogado dice que mi padre falleció hace dos días y me ha dejado una herencia -

Elizabeth al escuchar esto, dejo caer lo que tenía en su mano del asombro se puso blanca como una hoja de papel.

"No puede ser, pronto se enterará de toda la verdad"

-¿Que pasa abuela? ¿Por qué te pones tan nerviosa? ¿A caso hay algo que yo no sepa?-

Se extraño mucho al ver esta reacción.

"Lo mejor será que le cuente la verdad, ya no puedo seguir guardando este secreto han pasado muchos años y está a punto de descubrirse. Perdóname hija"

Pensó ella al verse descubierta.

-Lo mejor será que nos sentemos, para conversar hijo-

Estaba algo cabizbaja ya que no sabía la actitud que el tomaría pero de igual manera se arriesgaría.

Maikol estaba algo extrañado al mirar a su abuela así, e incluso comenzaba a sospechar de que lo que ese abogado había dicho era cierto. Ambos caminaron hasta el sofá y tomaron asiento.

-Antes de comenzar quiero que tomes en cuenta que la intención de tu madre y la mía siempre fue protegerte. Es cierto tu padre era un hombre muy rico, alguien de la alta clase social un hombre muy importante. Tú madre me pidió jamás contarte está verdad ya que si decidas conocerlo te rodearias de muchas personas llenas de maldad y de odio por el dinero-

Le contaba todo esto sin tener la valentía de mirarlo a los ojos.

-¿Como pudieron hacerme esto? siempre te pregunté de mi padre, sabías que moría por conocerlo y tuve la oportunidad de hacerlo y no pudo ser posible por un engaño-

Hablo con un tono un poco fuerte, pero se dió cuenta de que de los ojos de su abuela comenzaban a brotar lágrimas ante su actitud.

"Debo calmarme no puedo actuar de esa manera, no es correcto solo querían protegerme"

-Perdoname-

Le dijo Elizabeth en voz baja.

-Lo siento abuela he actuado mal, no debí hablarte así solo fue un impulso. No te preocupes yo entiendo-

Aunque le dijera esto a su abuela lo cierto es que le hubiera gustado que le hablarán con la verdad y le hubieran dado la oportunidad de poder conocer a su padre.

Seco las lágrimas de su abuela, necesitaba estar solo para pensar muchas cosas así que subió a su habitación y allí se encerró, comenzaron a brotar lágrimas de sus ojos.

No puede ser que todo este tiempo estuve engañado.

Tenia la oportunidad de haber conocido a mi padre.

Caminaba de un lado al otro desesperado lleno de ira.

¿Qué debo hacer ahora?

Se preguntaba una y otra vez, sabía que si lo de la herencia era cierto su vida y la de su abuela cambiarían de muchas maneras.

Aceptaré me realizaré esa prueba de ADN.

Ya estaba más que decidido hacerlo.

Era tarde, así que descansaría fue hasta el baño deteniéndose justamente frente al lavamanos, lavo su cara y sus dientes, camino hasta la cama y se acostó.

Antes de poder conciliar el sueño por su mente pasaban tantos escenarios de lo distinta que sería su vida, a su vez se encontraba batallando contra si mismo para no pensar cosas malas en contra de su abuela y de su madre por haberle ocultado la verdad. Sino que trataba de darse ánimos repitiéndose una y otra vez que todo lo habían hecho por él y porque lo amaban.

Luego de haber pasado mucho rato, al fin quedó profundamente dormido, era una noche muy fría. por fortuna paso muy rápido y ya comenzaba un nuevo día. Maikol se dió cuenta de aquello al mirar la claridad que entraba por su ventana.

Se coloco de pies fue hasta el baño y tomo una pequeña ducha, luego haber hecho aquello en su closet busco lo más adecuado que tenía pues se reuniría con un abogado. estuvo listo y salió de su habitación.

-Veo que has tomado la decisión de hacerte esa prueba de ADN ¿No es así?-

Preguntó Elizabeth al verlo despierto tan temprano y vestido de esa manera.

-Estas en lo correcto abuela, me reuniré con ese abogado-

La verdad capitulo 3

Sin decir más Maikol salió de casa, tenía conocimiento acerca de dónde quedaba aquel hospital que el abogado Rivas le había dicho.

Salió de casa, espero un taxi al menos unos cinco minutos hasta que llegó uno y subió en él.

-Buenos días, al hospital San Cristóbal por favor -

Le dió la dirección del lugar al que quería ir, y de inmediato el chófer comenzó a conducir hasta donde le había indicado. Maikol iba bastante nervioso.

Al llegar al hospital, bajo del auto y entro no conocía al abogado así que no sabía a quien buscaba realmente pero en cambio Rivas, si sabía quién era él ya que le había estado haciendo un seguimiento durante muchos meses ya que Ricardo el padre de Maikol así se lo había pedido.

Tenía ganas de conocerlo y aunque la madre de Maikol y su abuela lo hubieran engañado él jamás creyó del todo en que su hijo estuviera muerto y lo busco.

Estando dentro del hospital buscaba con su mirada alguien con un traje a quien él pudiera distinguir como un abogado hasta que escucho que lo llamaban.

-¡¡Maikol, Maikol!!-

Supuso que era el abogado, así que poco a poco camino hasta allá.

-Es usted el abogado Rivas-

Pregunto deteniéndose delante de él.

-Soy yo, mucho gusto. Siento mucho lo de su padre-

Estrecharon sus manos.

Las manos de Maikol estaban sudorosas a causa de los nervios, sabía que al realizarse esa prueba dependiendo del resultado su vida podría dar un giro enorme.

El doctor ya lo esperaba, así que entro al consultorio sintiendo como los nervios recorrían su cuero, le tomaron la muestra de sangre y esperaron afuera unos 30 minutos.

Maikol caminaba de un lado al otro totalmente desesperado. Por otra parte Rivas estaba completamente tranquilo ya que sabía que había hecho su trabajo muy bien y que enfrente de él si tenía al verdadero heredero, solo que decidió realizar estos exámenes para tener prueba sabía que más adelante la necesitaría.

-Maikol Gómez, sus resultados de laboratorio-

Llamo el doctor, él quedó congelado por unos segundo pero luego fue hasta allá y tomo el sobre.

-¿Que esperas ábrelo?-

Le dijo el abogado, sabiendo el resultado que allí saldría.

Las manos de Maikol temblaban, pero lentamente comenzó a sacar la hoja dentro del sobre, vio el resultado y efectivamente era positivo.

"Es cierto, no puede ser mi padre era un hombre millonario. Tendré dinero"

A su vez esto le alegraba mucho ya que sabía las grandes cosas que podría hacer. En su mente habían tantos planes los cuales sabía que no se cumplirían o si pero tardaría un poco en lograr aquello.

-¡Felicidades! ¡Lo sabía!-

Rivas le dió unas pequeñas palmadas en su espalda.

Maikol no sabía que era lo que vendría ahora, y esto le asustaba un poco.

-Bien ¿Ahora que sigue?-

Preguntó si saber que hacer.

-Lo siguiente es ir a la mansión Thompson de tu padre, allí realizaré la lectura del testamento y es necesario que estés presente ya que tú eres uno de los beneficiados-

Respondió el abogado mientras pensaba.

"Pobre muchacho, espero que toda esa gente no comience atacarlo. No tiene culpa de nada"

Salieron del hospital y afuera estaba estacionado el auto de Rivas, claramente se ofreció a llevar a Maikol allí a la mansión. subieron al auto. Él iba con una gran sonrisa en su rostro ahora sabía que podía tener dinero.

Aunque a su vez se sentía un poco mal ya que no salía de su mente el hecho de que toda su vida había vivido engañado.

Llegaron a las afueras de la mansión.

"Esto es genial, que casa tan enorme. Pensé que jamás vería una mansión sino solo en películas"

Pensaba Maikol, sabía que estaba en una de las zonas más lujosas de la ciudad nueva había antes había estado allí solo solía verla por televisión.

Bajaron del auto, y Rivas tocó el timbre. el Personal de servicio fue quien abrió la puerta así que entraron al hacerlo Maikol quedó mucho más impresionado al ver lo grande y lujosa que era.

Sus grandes lámparas de cristal colgando en medio de la sala, el piso de mármol muy bien pulido dónde casi podía ver si reflejo, cantidades de adornos lujosos. Todo eso era algo que no le permitía salir de su asombro.

-¡Oh Rivas! ¡Querido Rivas! Te estábamos esperando. ¿Y está quien es?-

Quien hablaba era una hermosa señora, parecía ser un poco mayor pero el maquillaje y su forma tan cara de vestir la hacían lucir muy bien y más joven. Maikol se sintió un poco incómodo Al mirar como ella lo veía de arriba abajo y al darse cuenta de la forma tan despectiva en la que ella pregunto quién era él.

A Rivas no le agradaba para nada aquella familia, por su manera de ser y todo el interés hacia el dinero. No les importaba nada más que eso.

-Que tal Christell, él es Maikol debe estar presente en la lectura del testamento, así lo ha pedido Ricardo en breve tú y todos sabrán quien es él -

Aquella mujer quedó extrañada, pero no sabía lo que estaba por venir.

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