Un chico está sentado dentro de un tren, mientras mira con atención a través del espejo las oscuras montañas, el chico observa para todas las direcciones. No muestra expresión de asombro, al darse cuenta de que está totalmente sólo en ese tren, que vá en movimiento, directo hacía la nada.
Drooling Mirrors.
Autor: Denyer Polanco.
Capítulo 1.
El Primer Día De Clases.
El sol sale resplandeciente, el hermoso canto de los pajaritos se empieza a escuchar. Un hombre toca la puerta de la habitación de su hermana.
—Vamos Kim, ¡despiértate! Voy a preparar el desayuno —dijo el hombre en voz alta pero en tono alegre.
Kim está toda despeinada, pero al escuchar la voz, rápidamente se despierta, se levanta de la cama y entra en su baño (que por cierto, está dentro de su habitación). Kim es muy ordenada y rápida en lo que hace, en menos de quince minutos ya se había lavado la cara, cepillado los dientes y arreglado su cabello. Aunque a veces bosteza cuándo arregla su ropa, pero no le da la menor importancia, ya que hoy es un día especial para ella, no puede faltar a clases por mucho sueño que tenga, aunque tampoco tuvo muchos problemas al levantarse, ya que estuvo esperando con ansias éste día.
El hombre coloca el desayuno en la mesa, apenas termina de colocarlo, Kim ya está bajando las escaleras, totalmente bien arreglada y peinada.
—Que rápida eres, pues no me esperaba menos de tí ¿estás ansiosa por el primer día de clases? —preguntó en tono alegre, mientras sonríe.
—En realidad no hermanito, sólo tenías ganas desayunar rápido, no estoy nerviosa, esas cosas le suceden a las niñas de primaria —respondió Kim, con una sonrisa y en tono de voz tranquilo— en realidad estoy nerviosa por conocer a los chicos que estarán allí, me da miedo en pensar ¡¿con cuál me daré mí primer beso?! —pensó Kim, mientras come.
En descuido, mientras estaba nadando en las preguntas sin respuestas de sus pensamientos. Kim voltea el cereal con leche que su hermano le preparó.
El hermano rápidamente seca la leche derramada en la mesa con el pañuelo de la cocina, al mismo tiempo que sonríe. Antes de que le cayera en la falda de ella.
—¿Con que, esas cosas le suceden a las niñas de primaria?
—¡Ya terminé de comer, voy tarde a clases! Y yo soy muy puntual, no quiero llegar tarde mí primer día —exclamó con nervios.
—Espera Kim.
Kim voltea antes de abrir la puerta.
—Te preparé tú almuerzo —le dijo con un tono calmado y a la vez cariñoso, mientras le entrega el almuerzo.
Kim lo toma rápidamente y lo guarda en su mochila.
Luego comienza a correr hacía la escuela.
Antes de entrar a la escuela, Kim saluda con amabilidad a algunas de sus amigas del anterior año, por suerte aún la recordaban y le devolvían el saludo con la misma amabilidad.
Después de entrar al salón Kim se sentó a esperar a que entre el profesor al salón, mientras platica con una amiga: "Me encanta la nueva serie" en lo que la otra responde: "¿De verdad? Prefiero ver las de vikingos o simplemente me encantan ver a esos hombres fuertes con poca ropa y cabellera larga".
La luz del sol se metía por las ventanas del salón, todo está muy limpio y ordenado, dándole una sensación de calma a Kim. Algo le decía en su mente, que éste primer día de clases, nada iba a salir mal.
El profesor entra al salón de clases, algunos chicos estaban levantados hablando con sus amigos, ignorando la presencia del maestro.
—Hola, disculpen la demora, me avisaron de último momento de que hay un alumno nuevo, antes de empezar con las clases me gustaría presentarles al nuevo estudiante —dijo el maestro con alegría.
El maestro se sienta y comienza a buscar unos papeles en su escritorio.
—Vamos Keane, puedes entrar —dijo el profesor con amabilidad.
No muchos estudiantes estaban prestando atención, incluso Kim, seguía platicando hablando con otra amiga.
Keane entra al salón caminando despacio. luego se detiene enfrente de la pizarra.
—Hola. Mí nombre es Keane Moore —dijo Keane en un tono seco y serio, está con la frente en alto pero sin mostrar sus ojos, ya que su largo cabello le impide verle los ojos.
Todos los alumnos se quedan en silencio al escuchar a Keane, generando por ese transcurso de tiempo, un silencio incómodo.
—Que presentación más seria, chicos sean amables y buenos con su nuevo compañero, ¡Kim!
Kim se levanta rápidamente.
—Siéntate en el pupitre junto a Kim —señaló el profesor con el dedo índice.
Keane no dice nada y camina lentamente hasta sentarse junto a Kim, mientras todos lo observan en silencio.
Al terminar la hora de la mañana, llega la hora del almuerzo, todos empiezan a comer, algunos se van para el patio y otros comen en el salón, pero Keane se queda sentado en silencio, con la cabeza abajo, sin mover su cuerpo, como si mirara al suelo pero no se le ven sus ojos.
Kim entra al salón a sentarse en el pupitre más cercano, mientras habla con varias amigas a la vez, pero luego desvía la mirada hacía a Keane.
—Aún sigue ahí sentado, ya va a terminar la hora de almorzar y el aún sigue mirando al suelo cómo si nada, no almorzó nada. No hace ningún movimiento, cómo si no estuviese vivo. Vaya el almuerzo que me dió mí hermano estaba muy bueno —pensó Kim.
—¿Oye no te dijeron que eres la chica más popular del salón? —preguntó una amiga, interrumpiendo los pensamientos de Kim.
Kim voltea la cabeza y fija la mirada hacía ella.
—¿Ah? ¿que dijiste, disculpa?
—Sí, te las llevas bien con casi todos y tienes los chicos más lindos babeando por tí, por cierto. Mí nombre es Shil —dijo la chica con amabilidad, mientras sonríe.
—¿Enserio? —preguntó Kim con un tono dulce y a la vez amigable.
A continuación un chico entra al salón con unas flores en la mano, camina hacía dónde se encuentra Kim y le ofrece las flores.
—¡Kim! ¿Quieres ser mí novia? —exclamó el chico con nervios, a la vez inclinándose.
Kim se impresiona, pero no le recibe las flores.
—Disculpa, considero que es muy pronto —le responde Kim con un tono amigable.
—¡Está bien Kim, esperaré mil años si es posible!
Shil le pasa un papel a Kim, ella está sentada en el pupitre que está detrás de Kim.
Kim lo comienza a leer: "¡Estás loca, acabas de rechazar, al chico más lindo y popular del salón!".
Kim voltea el papel y le escribe algo en respuesta, luego se lo devuelve.
Shil lo comienza a leer con mucha emoción, ni siquiera ella se explica la emoción, se pone un segundo a reflexionar y llega a la conclusión de que se emociona por cualquier cosa, pero olvida eso y comienza a leer lo que Kim le escribió: "Sí tanto lo quieres, puedes quedartelo, en realidad no me interesa tener novios".
Dos chicos que parecen ser amable se le acerca al pupitre de dónde se encuentra sentado Keane.
—¡Hola! ¿Que tal Keane? Nosotros estamos buscando un tercer miembro, ya que estamos formando un grupo de mejores amigos, para nuestro ¡Clud de cómics! —dijo el chico alzando su brazo apuntando hacía arriba con orgullo—, además que tenemos unos edición especial con unos cómics femeninos ¿si sabes de qué hablo? —susurró el chico mientras le pica el ojo a Keane.
Keane gira su cabeza lentamente en dirección al chico y le dice con un tono de voz serio y tranquilo:
—Te agradezco de que me hayas invitado a tú clud. Pero quiero estar sólo, así que sí me disculpas, no quiero que me hables más.
Keane vuelve a girar su cabeza a como estaba antes.
Kim lo escucha todo, pero sin prestarle atención a sus amigas, que no pagaban de hablar.
—Que chico más raro, da igual, en éste año no voy hacer tantas cosas, para no levantar sospechas raras. Sólo me voy a centrar en terminar éste año y al menos elegir un buen chico para mí primer beso ¿o quizás ni lo voy a encontrar? —pensó Kim, mientras observa a sus amigas sin pronunciar una palabra.
El profesor entra al salón y comienza a dar la clase.
Después de dos horas de clases, mientras el profesor de matemáticas explica la solución de unas ecuaciones. Keane de la nada comienza a decir unos susurros. Es cómo si estuviera hablando pero con sigo mismo, era casi imposible no notarlo, también captura la atención del maestro. Lo que provoca que se detuviera en su extensa explicación, para fijarse en Keane.
—Estudiante Keane ¿hay algún problema? —preguntó el maestro con confusión.
Keane voltea rápidamente.
—¡Maestro, lo siento estaba pensando en voz alta!
Lo dijo con tanto asombro cómo si ni el mismo se dió cuenta de lo raro y alto que estaba hablando.
Al terminar las clases, Keane comienza hablar de nuevo pero ya cuándo estaba en la salida, algo que le pareció muy extraño a Kim ya que lo estuvo observando en el camino. Al parecer, ya nadie se le acercaba a él.
Kim se detiene en la salida para esperar a Shil. Apenas ella sale, Kim se le acerca.
—Oye Shil, ya que somos amigas ¿me podrías hacer un favor?
—¡Sí! Lo que sea por mí amiguis —contestó Shil con alegría, mientras asiente con la cabeza.
—¡Gracias gracias! ¿Me acompañarías al parque? Está muy cerca de aquí además, ¡traigo chocolates!
—Sí, me encantaría pero dime —Shil coloca una cara picarona—, ¿te vas a ver con un chico a solas?
Drooling Mirrors.
Capítulo 1, Segunda Parte.
El Primer Día De Clases.
—No, en realidad no. Es más fácil y simple de lo que crees —dijo Kim con un poco de vergüenza.
—Ah, ya entiendo ¿quieres algo más, conmigo? Aunque puedo ser simple, pero no fácil.
—¡Queeee Nooo es esoooo! Solamente quiero ir al parque a tomar aire fresco, no quiero llegar a casa tan temprano y no quiero estar sola, por si algún extraño se acerca, nosotras nos defendemos juntas.
Shil comienza a reír, ya que en realidad no se esperaba un motivo tan simple.
—¡Cuenta conmigo! —exclamó Shil con emoción, mostrando su dedo pulgar.
Ambas toman el autobús y llegan al parque después de unos quince minutos. Kim camina hacía el lago, junto al lago está un banco en dónde ambas se sientan y toman sombra del árbol que está justo al lado de ellas, mientras que se comen dos barras de chocolate.
—Y bien, ¿pensaste en la propuesta del chico más lindo del salón?
—Realmente, no es mí tipo, pero sí tú quieres estar con él. Te ayudaré —dijo Kim con un tono amigable.
A Shil se le empiezan a brillar los ojos, luego la abraza apretandola con fuerza.
—¡Graaaacias! En realidad si me gusta mucho ese chico, pensé que eras de esas del grupo de compañeras malas que le quitan los chicos a sus amigas.
—Pero, él no es tú novio —dijo Kim mientras mastica un trozo de chocolate.
—Por los momentos, él aún no lo sabe —respondió Shil con confianza y tranquilidad, mientras juegas con un pequeño pedazo de chocolate con su lengua.
—Oye en realidad tú nombre no es Shil ¿o sí?
—No, en realidad mí nombre es más largo, pero prefiero que me llamen Shil. Odio mí verdadero nombre.
—¿Enserio? No debe ser tan malo.
—A mí no me gusta, es cómo cuándo escuchas cómo suena tú voz realmente. A muchos les gustaran pero a tí, no.
—Entiendo —dijo Kim sonríendo.
Kim se levanta para observar el lago, pero de la nada llegan dos hombres.
—Hola niñas, ¿que hacen aquí a ésta hora? Deben ser las cinco de la tarde —dijo el hombre hablando con un tono de voz calmado, cómo si la tratase de seducir.
—Sí tienes razón Shil, levántate tenemos que irnos —dijo Kim sintiéndose incómoda.
El amigo que está junto al hombre empuja con poca fuerza a Shil, lo suficiente cómo para volverla a sentar en el banco.
—No se pueden ir. Apenas está comenzando el día ¿no se pueden quedar un rato más? —dijo el compañero observando a Shil fijamente, cómo si hablara con su mirada, las oscuras intenciones que tiene.
—Queremos estar solas —insistió Kim.
—¿Por qué solas? Sí pueden tener la compañía de dos hombres fuertes cómo nosotros —el hombre se detiene para analizar con sus ojos el uniforme de Kim y Shil— unas jóvenes estudiantes, que suerte.
—Son unos asquerosos pervertidos, apenas tenemos diecisiete —dijo Kim con molestia, frunciendo el ceño.
—Somos mayores, pero ¿has escuchado el dicho de que la fruta sabe mejor cuándo no está madura?
—¡Asqueroso!
A continuación Kim le escupe en la cara, el hombre se limpia rápidamente con sus dedoso.
—Yo te enseñaré modales, niña.
El hombre levanta su mano y apunta directamente al cachete de Kim. Ella cierra los ojos, a lo que parece ser un golpe en su suave y sensible rostro.
A continuación Kim abre los ojos y observa que el puño de su agresor, es detenido por alguien que lo sujeta con la palma de su mano. Al voltear bien, observa que fue Keane quién lo detuvo.
—En realidad sí que son asquerosos —dijo Keane— yo les enseñaré a respetar a las menores de edad.
Keane golpea al hombre en la cara tan fuerte, haciendo que el hombre perdiera el equilibrio cayendo dentro del río. Su compañero salió corriendo en su ayuda.
Kim está aún asustada de lo que acaba de suceder, que al voltear observa a Keane irse a lo lejos, sin darle tiempo de agradecerle.
—¿Que decías Kim, sobre algo que juntas nos defendemos? —dijo Shil en un tono de broma.
Kim se molesta por el comentario de su amiga, pero su atención se desvía a la gran cantidad de gente que está entrando al parque.
—En buen momento está llegando las personas ¿no podrían haber venido antes y evitar que esos asquerosos nos molestaran? —le dijo Kim a Shil.
—Debe ser que hay una especie de concierto pero de rock —respondió Shil en un tono de voz tranquilo y a la vez dulce, a pesar de lo que acaba de suceder.
—¿Así que un concierto de Rock? Bueno, tenemos que irnos Shil.
Al llegar a la casa, Kim se acuesta en su cama muy agotada. Su hermano toca la puerta y entra en su habitación.
—¡Kim! No te duermas, necesito que estés despierta para que me acompañes a ver un ¡toque! —dijo el hermano con emoción y alegría mientras hace gesto con su cara de emoción.
—¿Por qué pones esa cara tan tonta? —preguntó Kim riéndose.
—Es porque es un concierto de Rock con mis tres bandas favoritas ¡omg! Estará en la banda "Eterniux" es puro Hard Core.
—¿Ya vez?
—¿Ver que?
—Me hablas casi que en idioma Rock, yo no sé de qué me hablás, me encanta el pop y el K-pop, ¿no sé qué hago en un concierto de rock?
—Pues, no todos los días viene Eterniux a Ohio y necesito sí o sí, ir acompañado.
—Supongo que no me puedo negar, ya que hoy le pedí lo mismo a una amiga, pero para no aguantar las súplicas de mí hermano iré —pensó Kim.
—¡Por favooooor, acompáñame y te haré favores por tres meses!
—Que sean cuatro.
—¡Gracias, mí hermosa Kim! —agradeció el hermano dándole un fuerte abrazo.
—Pues salió mejor de lo que esperé, ¡no tendré que ordenar mí cuarto por mucho tiempo! Aveces es mejor pensar antes de hablar —pensó Kim con emoción, mientras se apartaba de su hermano.
Es hora del toque, son las once de la noche, no porque empieza a esa hora. En realidad empezó a las nueve, pero la banda más esperada es Eterniux, así que la gran mayoría vino unas horas antes ya que querían, ser los que estén más cerca de la tarima.
Kim llega caminando al toque con su hermano, el parque está totalmente lleno de gente.
—Vaya, creo que llegamos muy tarde Kim —dijo el hermano intentando forzar la vista, para ver desde lejos a algunos de los integrantes—. Hay demasiadas personas delante nuestro, observa toda esa gente que está delante nuestro, no puedo ver a ninguno ¡oh! ¡creo que ví a Dex!
A continuación el hermano de Kim se separa de ella para adentrarse en la multitud, Kim se impresiona de que la abandonara su hermano, pero no le da importancia, ella camina lejos de la eufórica multitud y decide darle la vuelta por el extenso parque. Que por suerte suya, encuentra el lago en que fue esa misma tarde con Shil, aunque a pesar del gran ruido de la banda, era casi imposible no escuchar toda la canción, ya que está a todo volumen. Haciendo que Kim sienta perturbado sus oídos, ya que no es su estilo ni en lo más mínimo de música a la que está acostumbrada a dilatar en su sensibles oídos, cuándo está sola en su habitación con los audífonos puestos.
Para sorpresa de Kim, el sitio no estaba completamente sólo, ya que estaba alguien bailando sin ningún sentido cerca del banco en dónde ella le gusta sentarse. Ella se acerca más, ya que en esa zona no está muy iluminado, se podría decir que es la zona más olvidada y casi secreta del parque, así que acercarse para reconocer el rostro de la persona que está allí, era casi una obligación por la cantidad limitada de luz. Al acercarse, se da cuenta que esa persona es:
—¿Keane? ¿Que haces aquí?
Keane se detiene y observa a Kim, tiembla un poco y comienza a reírse. Luego con esfuerzo, intenta aguantar la risas que desesperadamente le salen.
—Lo mismo que tú ¿no?
—Yo estoy caminando por un rato, hasta que mí hermano se canse ¿y tú?
—Yo estoy disfrutando del concierto.
—¿Pero tan lejos? Además no creo entender tú baile, no es que sepa muchos de rock, pero ellos no bailan del mismo modo que tú ¿o creo que no bailan?
Keane se queda en silencio por un segundo y luego le responde:
—Me encanta Eterniux, el estilo de música no define en cómo puedes disfrutar de ella —respondió Keane en un tono serio—, además al igual que tú. Sólo quería alejarme de las personas.
Kim no responde. Keane da un paso atrás y luego se da la vuelta para caminar lejos de ella, metiendo sus manos en los bolsillos de su pantalón.
—¡Espera! —gritó Kim, al ver cómo se alejaba Keane.
Keane se detiene aún sin girar la cabeza.
—¿Uh?
—Te puedes quedar, en realidad no me incómoda tú baile —dijo Kim con nervios.
—Ya es hora de irme, no es que me incomodes.
Al responder Keane comienza a caminar de nuevo.
De repente un impulso acelerado entre nervios y fuertes latidos del corazón le comienza a dar a Kim, al ver alejándose a Keane.
—¡Mí nombre es Kim Jelsin!
Keane se detiene para escuchar lo que ella le quiere decir.
—Me gustaría ser tú amiga Keane, cualquier cosa que necesites yo te ayudaré y te apoyaré —dijo Kim con dulzura y a la ves temblando de nervios.
Keane se da la vuelta y le regala una sonrisa de media mejilla a Kim.
—Está bien —respondió sosteniendo la sonrisa, se voltea y sigue su camino.
—¿Me ignoró? Que chico tan misterioso.
Ya en la madrugada, Kim y su hermano llegan a la casa. Kim entra rápidamente a su habitación, luego se desviste y se coloca su pijama favorita. La luz de la luna atraviesa la ventana, tocando con su luz la mitad de su cuerpo, mientras un mar de pensamientos le inunda la cabeza, quitándole el sueño y aún teniendo los mismo nervios que tuvo, desde habló con Keane.
—Ese chico nuevo... Es raro, aveces no muestra una expresión en su rostro, no muestra felicidad o desagrado, pero tiende a reírse de la nada, pero nunca le sonrió a nadie. Al menos en el corto tiempo que estuve observándolo, ¿pero me sonrió?. No es que me interese, pero el hacía un bailé muy extraño —Kim bosteza— tengo que tratar de dormir, mañana tengo que ir a estudiar que chico tan raro.
Kim se quedó profundamente dormida antes, babeando la almohada.
En la oscura noche, Kim vuelve a estar en el parque, observando bailar a Keane, pero está vez todo tenía un sentido entre su baile y la canción. Un baile que para ella no tiene sentido, al parecer que para él, sí lo tiene. Un baile en dónde todo el tiempo se vuelve más lento, un momento en que Kim describe como perfecto. Cómo si ambos estuvieran sincronizados, bailan juntos al ritmo de una canción que ni a ella misma le gusta.
Los rayos del sol, le pegan a Kim en la cara, despertandola al instante. Kim abre los ojos y empieza a recordar lo que soñó.
—Recuerdo que estaba en el parque de nuevo en la noche, bailando con Keane pero en el sueño ¡me gustaba cómo lo hacía! —pensó Kim con mucho nervios, mientras que abrazaba con fuerza su oso de peluche.
Drooling Mirrors.
Autor: Denyer Polanco.
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¡Hola mis queridos lectores! El capítulo iba hacer más largo pero lo recorté en dos partes para que no lo vean muy largo, sé que no acostumbro a crear historias de amor con menores de edad pero igualmente sigue siendo una historia de amor ¿no?, espero que les haya gustado y no sé preocupen que tengo proyectado más de 20 partes de ésta historia de amor juvenil ❤️
¡Espero que disfruten la historia!
La tendré lista de: Enero-Febrero.
Keane se encuentra sentado en un tren de madera, está lleno de lámparas encendidas. El se fija en los carriles y pareciera que estuviera en un tren que avanza en el cielo, volando por los aires. Observa a través de la ventana de vidrio y vé a lo lejos el sol saliendo iluminando el mar, deleitando sus ojos con ese paisaje. El escucha uno voz. A continuación, cuándo voltea su cabeza, observó a Kim bailando.
—¿Kim eres tú?
Ella no le responde, pero lo observa sin parar de bailar.
—¿Por qué no me hablas?
Drooling Mirrors.
Autor: Denyer Polanco.
Capítulo 2.
La Maldición Del Espejo.
Kim entra a la escuela, todos los estudiantes están emocionados por verla. Mientras los dos chicos más populares y más deseados por las estudiantes de la escuela, observan a Kim caminar.
—¿Que piensas de Kim?
—Ella es muy hermosa, le daré un díez.
—No te culpo, tiene una hermosa cintura, es la que tiene más trasero que todas las del salón.
—Oye cuidado con lo que dices, sobre mí chica.
—Lo dice Liam, el chico que le regaló unas flores el primer día y ella lo rechazó.
—Ella no me rechazó, ella dijo que lo consideraba muy pronto pero antes de que finalice el año, será mí novia —dijo Liam en un tono de voz tranquilo, mientras observa a Kim.
—Me sorprendes que digas eso, ya que Ava Green y tú eran pareja.
—Ava —dijo recordándola—. Es extraño que no haya venido estos primeros días además Jaret, ¿pensé, que te gustaba ella?
—En realidad, soy novio de la estudiante Japonesa —confesó Jaret con orgullo.
—Espera... ¿eres novio de Azumi? —preguntó Liam con asombro.
—Me gustan las asiáticas.
—Amigo, tenemos que hablar más seguido, nos vemos, tengo algo importante que himportanteImportante?
Liam se va a coquetearle a unas estudiantes que pasaban cerca, mientras que Jaret se va a su casillero.
—Vaya cosa importante —murmuró Jaret con sarcasmo.
Pasan las horas y en el primer día de entrenamiento nombran a Kim, capitán del equipo femenino de voleibol. Todos los hombres fueron a verla, ya que querían ver a Kim usando, shorts cortos.
No había nadie al que no le agradaba a Kim, ya que a pesar de lo genial y popular que es, es muy amable y cariñosa con todos.
Después de clases a la hora de la salida, Shil se le acerca a Kim.
—¡Oye! ¿que haremos hoy después de clases? —preguntó Shil con emoción.
—Yo iré a casa, necesito descansar por lo de ayer —respondió Kim con amabilidad y un tono de voz normal.
—Sí recuerdo ese momento bueno, será mañana nos vemos.
Kim camina en dirección al autobús que va hacía el parque. Cuándo llega, camina directamente hacía el lago y se sienta en el banco. Ella se sorprende al ver que Keane se encuentra sentado justamente al lado de ella, totalmente serio y sin mostrar algún tipo de movimiento. Para ella, realmente un descanso es observar el lago y escuchar el sonido de las aves que revolotean cerca del agua, mientras que con la luz de sol ilumina el lago, mostrando los pequeños peces que están nadando.
Por un instante Kim cierra los ojos y empieza a recordar el pasado.
Una piedra es lanzada al lago, provocando que salpicara un poco, ya que la piedra no era muy grande.
—¡Mamá! ¡Papá! La lancé cerca de los peces! —dijo la niña con emoción.
—Sí mí amor, pero no lo deberías hacer —contestó el padre con un tono de voz tranquilo.
—¿Por qué papá?
—Estamos aquí ¿disfrutando qué?
—De la tranquilidad ¿creo?
—Exacto, al igual que a los peces, disfrutan de la tranquilidad. ¿No querrás que alguien te arruine la tuya?
—No me gustaría —respondió Kim con un tono triste de voz.
—Vamos a disfrutar éste momento, ya que cada momento es único —dijo la madre.
Un ruido le interrumpe el recuerdo de Kim, cuándo ella abre los ojos y voltea. Observa que Keane se encuentra profundamente dormido, comenzando a roncar muy fuerte.
Kim se levanta rápidamente.
—¿Así que estaba dormido? Vaya sorpresa, pensé que estaba viendo el lago o cualquier cosa —pensó Kim mientras lo observa frunciendo el ceño.
A Keane se le termina de caer su espejo pequeño que tiene en la parte de alante de su bolsillo izquierdo del pantalón.
Kim se inclina para levantarlo, al hacerlo observa que el espejo no tienen nada de especial, pensó que es un simple y ordinario. Pero aprovecha el momento para acomodarse el cabello, luego vé el momento oportuno para despertar a Keane. Es cuándo decide tomar la iniciativa de despertarlo. Pero bueno, lo primero fue fácil ¿pero lo de despertarlo? Lo toco tocó con su dedo índice trece veces, luego lo agitó fuertemente. Hasta que por fin se despierta.
Keane levanta la cabeza lentamente, revelando a los ojos de Kim, su rostro completo.
Kim al verlo, se sonroja muchísimo a tal punto que le entran tanto nervios que descontroladamente le empiezan a temblar las piernas. Luego aprieta tanto el espejo que casi lo rompe.
—¿Que sucede? —preguntó Keane con su característico tono serio.
—O-o-oh ¡eh nada!, digo sí algo —dijo Kim tartamudeando de los nervios—. Se te cayó ésto, estabas dormido así pensé en despertarte para entregartelo, porque te lo podrían robar.
—¡Mí espejo! —Keane se pone nervioso y le arrebata el espejo de la mano— ¿por casualidad no viste tú reflejo en él espejo o sí?
—N-n-no no me ví —dijo Kim con miedo, sabiendo que si lo usó.
—Pues está bien, gracias por levantarlo.
Keane se levantó rápidamente y se vá del sitio.
—Que chico tan misterioso, en realidad no lo entiendo —pensó Kim, mientras observa cómo el se vá.
Kim derrente se siente mareada, pero no le da importancia y se vá a su casa.
En la noche, al intentar dormir, ella tiene pesadillas en dónde ella camina por las calles y todas las personas están quietas, cómo sí el mundo estuviera en pausa y ella fuera la única persona que se puede mover.
Al despertar temprano por la mañana, el hermano le hace el desayuno, cómo todos los días a pesar de lo que sucedió ayer, ella se siente muy bien.
Al entrar a clases, Kim observa lo mismo de siempre, todos los estudiantes hablando y Keane totalmente serio observando la pizarra.
En el recreo, Kim decide ir al baño junto a Shil. Al terminar de hacer sus necesidades, Kim observa que Shil está totalmente paralizada viendo el espejo del lavamanos del baño, en una posición de cómo sí estuviese pintando los labios.
—Basta Shil, ya deja el juego y sígueme que ya falta poco para entrar a clases.
Shil sigue aún sin moverse, a Kim le inquieta el momento, ya que ella observa que Shil ni siquiera parpadea.
—Shil, ¡Ya deja jugar, te vez muy rara! —gritó Kim con molestia— bueno, sigue jugando, yo entraré a clases.
Kim sale caminando del baño y a continuación, observa a todos los estudiantes de la escuela totalmente inmóviles, cómo sí el tiempo se hubiera detenido. La soda derramada, la caída de un lápiz, el movimiento de los largos cabellos de las estudiantes, el brinco de alegría de una estudiante, cualquier objeto o persona, se encuentra paralizado.
—¿Que está sucediendo? —se preguntó Kim en voz baja, mientras observa con horror y miedo a todos sus compañeros paralizados.
Keane se encuentra sentado en su pupitre, esperando a que llegue el profesor.
—Está tardando de llegar, más de lo normal, tengo muchas ganas de dormir —pensó Keane, mientras observa el pizarrón.
Keane mueve sus manos y sin querer hace caer su lápiz al suelo, pero éste no termina de caer y queda tendido en el aire.
—¿No terminó de caer? —pensó—, el aire no se siente, no se escucha las ruidosas voces de los estudiantes. Ya todo tiene sentido, Kim me mintió. Sí observó el espejo, ¡la tengo que encontrar antes de que sea tarde! —dijo Keane mientras se levanta del pupitre.
Luego sale del salón corriendo para conseguirla.
—Solo espero encontrarla rápido —pensó mientras corre con nervios.
Después de quince minutos, de ardua búsqueda de cada salón y baño de tanto cómo el segundo y tercer piso de la escuela. Keane logra encontrar el baño dónde estaba Kim. El momento se vuelve tensó ya que era el último baño que no buscó. Al entrar observó a Shil, luego abrió puerta por puerta, pero no la encontró.
—Todas las chicas estaban maquillándose o estaban saliendo de los baños, que mala suerte —dijo Keane, con los cachetes rojos.
Él sale del baño y con pocas esperanzas, comienza a caminar por los pasillos. Luego sube a la azotea, a ver el paisaje.
—Supongo que ya es tarde o se fue muy lejos, lástima ahora es cuestión de tiempo de que me llegue mí hora. Al menos pude ver éste bonito paisaje, sin ruidos, solamente tranquilidad y silencio —dijo Keane, con tono melancólico de voz, mientras observa con tristeza las calles, árboles y el cielo.
A continuación, Keane comienza a escuchar unos gemidos. El se voltea y comienza a seguir el ruido, al caminar hacía el otro lado de la azotea de la escuela.
Encuentra a Kim sentada en el suelo, con la cabeza abajo. Keane se le acerca y observa las gotas de lágrimas chocando con el suelo.
—Bueno, nunca pensé decir si ésto, pero me alegra verte Kim —dijo Keane en tú no serio.
Kim se seca sus lágrimas y levanta la cabeza lentamente. Al observar que era Keane, en el rostro de Kim se le dibujó una hermosa sonrisa con unas pequeñas lágrimas. Keane se impresiona y luego se sonroja.
—¡Keane, no estás paralizado! —dijo Kim con emoción.
Él le extiende su brazo para darle su mano.
—Vamos levántate, necesito decirte algo.
Kim le toma la mano, levantándose del sucio suelo.
—¿Ahora dime, qué sucede?
—No hay mucho tiempo, ahora debes de besar éste espejo —Keane saca el mismo espejo que tenía en el bolsillo ayer—, para que todo vuelva a la normalidad ¡debes besarlo! —explicó Keane.
—¡¿Pero que estupidez me estás diciendo?! No tiene nada sentido —gritó Kim con enojo.
—¡Vas a tener todas las respuestas cuándo le des un beso!
Kim lo observa con desprecio, luego extiende su mano tomar el espejo.
Ella lo observa por alante y por atrás, para ver si no era una trampa o una especie de broma por cámara escondida. También se fijó que el espejo era un poco diferente, ya que por la parte de atrás no tiene un plástico o algo que lo cubra, solamente a su alrededorrededor.
—¡Que tanto te tardas!
—¡Ya voy!
Kim se lo pega en su gordos y húmedos labios. A continuación Keane se acerca con toda su velocidad y le da un beso por la parte de atrás del espejo. El rostro de Kim se pone totalmente rojo cómo un tómate, luego le da una fuerte cachetada en la mejilla izquierda de Keane.
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