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ESCUADRÓN DRAGON

[PROLOGO]

¿No les pasa que por más que quieran complacer a sus padres, o a alguno de los dos, siempre terminan haciendo todo lo contrario? ¿Siempre terminan siendo lo peor del mundo? ¿Siempre hay otro chico que recibe todo ese amor y afecto que tú también quieres recibir?, ¿No? ¿Sí?, bueno en mi vida, siempre lo fue, fue rechazado por mi madre desde que estaba en su vientre, así que desde que nací solo eh vivido con mi padre, recibiendo todo su odio por arruinar su vida

— ¡ERES UN INÚTIL!

— ¡NO SIRVES PARA NADA!

— ¡NO ERES MI HIJO!

Esas son las cosas que más eh escuchado por parte de mi padre, desde el momento que tengo memoria no hace otra cosa más que repetirme lo mismo una y otra vez, como de costumbre llega borracho luego de haber perdido en las apuestas, no le digo nada y me dirijo a mi habitación, tal vez se olvide de mí y no me pegue como lo hace de costumbre, escucho como prende la televisión e incluso puedo sentir como se sienta en el viejo sillón que está enfrente de esta, coloca el volumen de la televisión en un número ridículamente alto para ser el único que la está viendo, me acuesto en un colchón viejo que tengo como cama, porque él se niega a darme algo, y me quedo dormido casi al instante, tengo hambre, pero procuro no pensar en eso si no quiero salir regañado o incluso golpeado.

Tengo el mismo sueño de siempre, estoy en una casa, un hombre y una mujer están en la sala jugando algún tipo de juego de mesa, la mujer va ganando y lo celebra riendo y haciendo movimientos de algún baile mientras el hombre solo finge estar enojado y minutos después empieza a reír junto a la mujer, entonces suena un timbre y la mujer va a la puerta, cuando la abre un niño de unos 5 años se abalanza hacia la ella y la abraza, la mujer lo carga y el niño simplemente ríe, el hombre aparece detrás de ella y le da un dulce al niño mientras deposita un beso en la mejilla de la mujer, parecen ser una bonita familia, pero entonces el hombre voltea a verme frunce el ceño y el sueño se acaba

Me despierto cuando escucho como tocan a la puerta, o bueno como fracasan en intentar tirar la puerta, me levante luego de escuchar como el volumen de la tele bajaba y todo se quedaba en silencio, NI LOCO IBA A SALIR A VER QUIEN HABÍA LLEGADO, me pegue a la puerta para ver si podía escuchar algo, pero lo único que escuche es como unos pasos se acercan a mi puerta y entonces me alejo, no sé muchas oraciones, pero empiezo a crear una para que esos pasos crucen para el baño o se devuelvan para que no lleguen a mi habitación, como es costumbre ninguna oración que realice es escuchada y la puerta se abre de una manera abrupta dejando ver la horrible apariencia que tiene mi padre

Tiene el labio partido y toda la boca llena de sangre, el ojo izquierdo estaba de tono morado, azul y verde, dudo mucho que lo pueda abrir, lleva una camisa de tirantes que deja ver la horrible y grande barriga que tiene, su brazo derecho estaba vendado y con un poco de sangre, me mira por un rato hasta que entra y me sujeta del brazo, a pesar de tener esa apariencia sigue teniendo la misma fuerza de siempre, no puedo reaccionar hasta cuando me tira al suelo de la sala y él se vuelve a sentar en el viejo sillón

—Dudo que les sirva para algo, pero es un hueso duro, puede hacer trabajos pesados o cualquiera de esas mierdas que hacen ustedes

«¿Qué está pasando?»

—Michael, ¿en serio nos estás dando la vida de uno de tu hijo? Esta no fue la mierda que

acordamos

—Si miras a tu alrededor no hay nada más, tómalo o vete

—Eres una maldita porquería

Yo estaba en el suelo mirando la escena, un chico completamente vestido de negro miraba con rencor a mi padre, no sabía qué estaba pasando hasta que mire como de la mano del hombre se asomaba un raro tatuaje, un dragón en llamas azules, ese tatuaje se hizo muy conocido, porque siempre que a alguien le llegaba ese dragón, ya sea mensaje de texto, carta o de alguna otra forma, significaba que la persona iba a tener una muerte muy dolorosa y trágica, Salí de mí tras cuando aquel hombre ya me estaba arrastrando hacia la puerta en ese momento no pude evitar empezar a llorar

—Padre, ¡¿Qué está pasando?!

— ¡¿CUÁNTAS MALDITAS VECES TENGO QUE DECIRTE QUE NO ME LLAMES PADRE?! — luego de eso recibí una patada en el estómago, haciéndome retorcer de dolor, casi al instante me sujetaron del cabello haciéndome alzar la cabeza, para mi mala suerte había hecho contacto visual con mi padre—Mira tú a mí no me sirves para nada, ¿escuchas? ¡PARA NADA! Solo eres un maldito estorbo, por lo menos la perra de tu madre sirvió para abrirse de piernas, pero tú ni para eso sirves, ahora lárgate con ellos y déjame en paz—dejo mi cabello para volver a subirle al televisor y seguir viendo el programa

Las lágrimas no me paraban e iba a seguir rogando para que no dejara que ese hombre me llevara, pero entonces el chico solo me agarra del brazo, me arrastra hasta la puerta y cuando estamos en el pasillo la cierra, no dice nada solo empieza a caminar conmigo atrás de él, cuando llegamos a la puerta del primer piso y salimos, me doy cuenta de que no hay nadie en la calle, seguramente eran las 2 o 3 de la madrugada, al frente hay una camioneta y 2 personas más, que al igual que el primer hombre van de negro, me empuja al centro de los demás y me suelta

— ¿Qué? —pregunta una de las personas, es una chica, tiene el cabello tan negro como el carbón, está sentada de cuclillas, tiene una camisa un poco grande y el pantalón era militar junto con las botas, pero a pesar de eso dudo mucho que pertenezca al ejército, lleva un collar con la letra A mientras que de su cuello se asoma el mismo tatuaje del chico del principio y enciende un cigarrillo mientras hace la pregunta

—Tenemos a un chico— responde

— ¿Y qué quieres que haga? — responde otra vez la chica

—Espera—habla otra persona— ¿nos dio a su hijo?­—era otro chico, llevaba una sudadera en conjunto, una camisa, gorra y botas, todo de color negro, miraba al chico del principio mientras me apuntaba, toda su mano estaba llena de anillos 2 o 3 en cada dedo, a simple vista no se lograba mirar algún tatuaje por lo que supuso que lo tenía escondido

—Si ¿podemos irnos?

—Espera, espera — volvo a hablar la chica parándose— Tom, ¿quieres que le lleve un mocoso esquelético a Mei? ¿Quieres verme muerta?

— ¡Diablos! Vinimos por dinero y salimos de niñeros— volvía a hablar el chico de los anillos mientras encendía un cigarrillo y sonreía

—Ángel crees que estoy muy contento de esto— decía Tom— pero ese viejo no tiene nada más, aparte de

una vida de mierda

—Vida de mierda, la que vamos a tener cuando lleguemos al cuartel— respondió la chica llamada Ángel— Oye mocoso— me hablo — lloras, hablas, preguntas o haces cualquier pequeño sonido y te mato, ¿entendiste?

No estaba acostumbrado a hablar con más gente, ni siquiera podía tener una conversación decente antes de acabar tartamudeando, para este entonces estaba lleno de miedo, ya no lloraba, pero las lágrimas amenazaban con volver a salir en cualquier momento, así que solo asentí, todos se subieron a la camioneta y yo me subí con ellos, Ángel estaba de piloto, Tom estaba de copiloto y el chico de los anillos estaba atrás conmigo, fue hasta que el carro empezó a andar que el chico me hablo

— ¿Cómo te llamas?­— pregunto aún con el cigarro en la boca— ¿eres mudo? —volvió a preguntar alzando una ceja mientras yo lo único que hice fue mirar a dirección de Ángel—oh entiendo, bueno, como ya has de saber, la chica es Ángel el chico al lado es Tom y yo soy Criss, si llegas a sobrevivir con Mei dile a alguien que te lleve

donde mí y podremos hablar, ¿entiendes? —solo asentí mientras él volvía a sonreír— bien ahora, no te lo tomes personal

No comprendí lo que me dijo hasta que recibí un fuerte golpe en la cabeza asiéndome caer hacia delante, pero Criss logro sostenerme, luego de eso solo mire como me sonreía y todo se volvió negro.

[CAPITULO UNO]

No sé cuánto tiempo paso hasta que par que me despertara, abrí los ojos sin mucho esfuerzo, estaba en una habitación aunque no se miraba muy bien por la poca, por no decir nula, iluminación, la puerta estaba entreabierta dejando entrar el único raro de luz a la habitación, quise levantarme y ahí me di cuenta que estaba amarrado, me encontrar en una camilla, mis muñecas y tobillos se encontraban amarados por unas cuerdas muy bien sujetadas, me empezó a angustiar hasta que una vos me hablo

  —Tranquilo, no te va a pasar nada malo

voltee y mire a una chica, estaba sentada al lado izquierdo de la camilla, por un momento pensé que era Ángel pero su voz era muy diferente a la de ella, alcance a ver como se acercaba a la puerta entonces volvió a hablar

—Te recomiendo que cierres tus ojos, voy a prender la luz

le hice caso más bien para hacerme una idea de lo horrible que estaría el lugar, la luz se encendió y empecé a escuchar cómo se acercaba, no quería abrir los ojos, no quería estar ahí, el miedo se volvió a apoderar de mí y empecé a temblar, paso unos segundos cuando siento como mis muñecas son liberadas de esa horrible soga y a continuación también mis tobillos entonces abro los ojos, la chica  tenía un cúter en la mano y con este cortaba las sogas, cuando acabo se volvió a sentar en la silla y me hablo

—Disculpa por amarrarte pero cuando quedaste inconsciente no parabas de moverte e incluso golpeabas a Tom, así que Ángel te termino amarrando

La chica era más alta que yo, tenía una bata de médico, su cabello estaba pintado, mitad rubio y las puntas azules y lo tenía recogido en una coleta alta, llevaba un pantalón negro y una camisa blanca, sus ojos eran verdes y me mostraba una sonrisa tranquilizadora, cuando estoy a punto de preguntar «¿Quién es? Y ¿Qué hago aquí?» Alguien entro a la habitación

—Hasta que te despiertas— era Criss — oye parecías un tronco, dormiste todo un día

—Criss no lo molestes— lo regaño la otra chica— ¿y Ángel?

— ¿Me invocaron?

Justo cuando la chica hace la pregunta Ángel y Tom se asoman por la puerta, ambos chicos mirándome, ahí recordé que la chica me dijo que había golpeado a Tom, ¡SOY HOMBRE MUERTO! Tom es de estatura alta, tal vez 1.95 cm, su cuerpo mostraba que hacia ejercicio por lo menos 4 días a la semana si es que no hacia todos los días, es de tez morena aunque no tan oscura, cuando habla se pueden ver sus dientes son blancos y perfectos tiene unos cuantos piercings en la cara, uno en la ceja, otro en el labio y 4 en el oído izquierdo, ya no traía chamarra así que se miraba simple vista el tatuaje de la serpiente, este iba desde el codo hasta la mano pero no era el único tatuaje que tenía, algunos eran a blanco y negro mientras otros llevan colores muy llamativos, cuando hicimos contacto visual sentí como se llevaba mi alma pero entonces la chica de la bata volvió a hablar

—Me imagino que Criss ya te los presento— asentí— bien mi nombre es May, son la doctora de este lugar, así que quiero que me digas ¿cómo te llamas?

Siempre  que salía de casa lo hacía con mi padre y nunca respondía a las preguntas que me hacían sin tener su permiso o el respondía por mi si no quería que yo hablara, así que tenía esa costumbre de mirar a alguien para tener “ese” permiso, sin querer termine haciendo contacto visual con Ángel quien solo alzo la ceja y luego con Criss quien solo rio

—No te preocupes, aunque soy doctora tengo un rango más alto que ellos tres juntos, no te va a pasar nada por hablar conmigo ahora ¿Cómo te llamas?

—Anthony—respondí con la voz más ronca que de costumbre

—Bien Anthony ¿tienes alguna pregunta que quieras saber? — Asentí— bien te escucho

— ¿Qué? —Hice una pausa, una palabra mal y podría morir— ¿Qué hago aquí?

—Te explico— dijo entrelazando sus manos y recostándose en la silla— Michael, tu padre, tiene una gran deuda con nosotros, es tan grande que no te estoy hablando ni siquiera de millones, el prometió que el día de ayer iba a pagar la mitad o toda la deuda pero al parecer, volvió a perder apuestas y como consecuencia de eso te dio a ti para que lo pagaras, ahí es donde entra su problema—dice dejando de mirarme a mí y volteando a ver a los chicos— en ningún momento tuvieron que aceptar a Anthony como pagador sin un permiso de Mei ¿saben lo enojada que esta? —los chicos solo desviaron la mirada sin decir nada y entonces volvió su mirada hacia mí— cuando llegaste, mande a los chicos otra vez a tú casa para que trajeran a tu padre, pero como si se tratara de un truco de magia el despareció, ropa, pertenencias, objetos todo desapareció con él, no se encontraba en los bares, cantinas casinos ni prostíbulos que frecuentaba, lo único que quedo de él básicamente fuiste tú—hizo una pausa y al rato volvió a hablar— tengo entendido de que no mantenías una buena relación con el por lo que creo que no sepas dónde puede estar ¿cierto?

Yo solo podía asentir, quería irme, presentía que me iba a pasar algo malo y ¿cómo es que desapareció, ¿En serio dejo a su hijo en este lío? ¿A mí? No sé qué mal hice para merecer tanto odio por su parte, May se levantó de su silla para ir a la camilla y sentarse mi lado, si trataba de darme consuelo, lo estaba logrando, ella daba una aura de tranquilidad infinita

—Sé que esto puede ser duro para ti, pero Mei—volvió a hacer una pausa como si se hubiera acordado de algo — cierto, ¿sabes quién es Mei? —Negué— Mei es, ¿Cómo decirlo? Ella es como nuestra líder, aquí no hay otra persona más poderosa que ella, todos le tenemos un gran respeto y admiración, algunos se podría decir, que incluso le tienen miedo, por el momento ella no está aquí, por eso ellos no estaban seguros si traerte o no, ya que Mei nunca di una orden absoluta de qué hacer con la deuda de tu padre, hace unas horas la llame y le comente toda tu situación y le explique que tú no tenías nada que ver con tú él, así que ella te deja tomar una decisión, o te vas de aquí y haces cuenta que esto nunca paso y por nuestra cuenta pasa lo mismo o puedes quedarte, aprender y trabajar para nosotros, ten en cuenta que si eliges la segunda nunca vas a poder salir de esto, aunque te cases o tengas hijos la única manera de salir de aquí es la muerte

No sabía que responder a eso, solo baje la mirada y May te toco el hombro, me sobresalte apartándome, en una noche que mi padre había llegado a la casa me dio un golpe con una silla haciendo que esta se quebrara, desde entonces me duele el hombro cada que me lo tocaba, al instante May levanto las manos

—lo lamento no sabía que estabas lastimado—yo solo pude bajar la mirada y me quede en silencio entonces volvió a hablar — no te voy a forzar a hablar o tomar una decisión— dijo parándose y acercándose a donde se encontraba una cortina— detrás de esto— dijo corriéndola mostrando una puerta de metal, saco una llave y la abrió— hay un túnel si te quieres ir puedes salir por aquí, este te llevará a un bosque, si sigues todo derecho vas a encontrar una carretera, camina 100 pasos para abajo una vez ahí vas a poder encontrar tu ciudad y como dije anteriormente nadie más de aquí te va a buscar o a lastimar— luego de decir eso se dirigió a la puerta y los otros chicos la siguieron— tienes una hora para decidirte— y sin decir más desaprecio

Me quedé mirando la puerta que estaba enfrente mío, en la pared enfrente de la camilla había un reloj, habían pasado exactamente media hora, sin más me levante y salí, no mire para atrás, el túnel era muy oscuro apenas había unos focos que lograban dar un poco de luz, sentía como si algo me estuviera persiguiendo, era la misma sensación cundo mi padre regresaba a casa y yo rezaba para que no entrara en mi habitación, como dijo May apenas salí del túnel me encontré con un bosque, sin más empecé a correr hasta llegar a la carretera, era un lugar hermoso, deberían sé las 2 de la tarde, volví a mirar al túnel y entonces comencé a correr cuesta abajo, nunca había sentido esa sensación de poder escapar de un miedo, así que corrí con todas mis fuerzas hasta que llegue a la ciudad, no estaba muy lejos, pero mi nula falta de ejercicio, sentía que se me quemaban los pulmones y me costaba respirar, logre llegar a mi casa, siempre llevaba conmigo una llave, está la tenía colgada en el cuello, abrí la puerta y no había nada

Lo que dijo May era cierto, toda la casa estaba vacía, no estaba ni la televisión, ni el viejo sofá, ni mi colchón, todo había desaparecido, empecé a creer que él se había marchado, pero una parte de mí se negaba a aceptar que me hubiera dejado solo, salí corriendo a la cantina a la cual más iba, pero tampoco estaba ahí, revise dos veces los mismos lugares, pero no apareció, sin más me regresa para mi casa, fue mi sorpresa al encontrar al dueño ahí

—Oh, tú eres el hijo de Michael, ¿Cierto?

Ese hombre siempre había tenido problemas con mi padre, así que apenas lo vi, volví a salir corriendo mientras escuchaba como gritaba mi nombre

[CAPÍTULO DOS]

UNA SEMANA DESPUÉS

Ya había pasado una semana desde que mi padre había desaparecido, no tenía padres, ni casa, ni más ropa que la que tenía puesta, ni plata para comprar comida, estaba hambriento mi última comida tubo que haber sido hace dos semanas, había intentado robar, pero siempre me terminaban atrapando y me golpeaban con palos varas o lo que tuvieran a su alcance, también trate de volver a ese túnel, pero cuando trate de volver no lo encontré, es como si de un día para otro lo hubieran quitado, me había hecho a la idea que mi padre no iba a volver y tampoco iban a volver ni Ángel ni Tom ni Criss seguramente nunca más me los iba a encontrar, tampoco tenía amigos y mucho menos más familia, estaba caminando por una calle con muy poca gente ese lugar solía estar repleto cuando era de noche, pero en este momento todo estaba cerrado

—Chico—escuche como me llamaban, así que voltee volviéndome a encontrar con el dueño de mi anterior casa, pensé en volver a correr, pero ese hombre me agarro del brazo impidiéndomelo— ¿piensas en volver a escapar? ¿Tu padre no te enseño a respetar cuando un mayor te habla? —con cada palabra que decía, su agarre se volvía más fuerte— ¿Dónde está tu padre?

—N-No sé

— ¿Sabías que tu padre me debía una plata? Pero de la nada desapareció, ¿entonces quien me va a responder por la plata que le preste? —se quedó en silencio hasta que sonrió y se respondió así mismo, mirándome de arriba a abajo— exacto, tú—no podía creer que solo 2 palabras pudieran causarme tanto miedo, empecé a forcejear, pero ese hombre era mucho más fuerte que yo

—N-no e-espere yo no sé nada sobre él

— ¿y quién me garantiza eso? No te preocupes, ya arregle un trato muy generoso con un hombre, tal vez si le das una buena ronda de sexo, te perdone la vida

— ¡NO! ¡SUÉLTEME!

— ¡QUÉDATE QUIETO! ¡PIENSAS QUE LAS DEUDAS SE PAGAN SOLAS!

— ¡YA LE DIJE QUE NO SE DONDE ESTÁ!

— ¡MOCOSO SIGUES GRITANDO Y…!

—Le recomiendo que lo suelte y se aleje de él si no quiere terminar con una bala en la cabeza

Reconocí esa voz, voltee y si suposición era correcta, al igual que el primer día que lo conocí estaba de negro, pero no tenía su típica sonrisa, sino una cara tan sería que llegaba a dar miedo, aun así no pude evitar sonreír y gritar

— ¡CRISS!

— ¡MOCOSO QUIEN TE CREES PARA HABLARME ASÍ!

— ¿Tengo que repetirlo? —Dijo alzando la ceja sin dejar de mirar a aquel hombre

El hombre no le respondió, solo se dio la vuelta jalándome con él, voltee para mirar a Criss, pero ya no estaba lo busque con la mirada, pero no estaba por ningún lado de la calle, sentí como las lágrimas comenzaban a salir, de repente el agarre de aquel hombre desapareció y una voz volvió a hablar

—le dije que lo suelte— Criss se encontraba en frente de nosotros, tenía agarrada la mano del hombre y en un movimiento rápido ya lo tenía con la cara en el suelo, se subió encima de él y de su bolsillo saco un arma—Le voy a proponer un trato, le perdono su vida si usted le persona la deuda ¿Qué dice? ¿Acepta?

— ¡¿CREES QUE CAERÉ EN TU TRAMPA?! ¡DISPARA SI QUIERES!

—Ok— yo no sabía nada de armas, nunca había sujetado una, mire como él movía una manilla y apretó el gatillo, salió un sonido tan fuerte que tuve que taparme los oídos y cerrar los ojos, al abrirlos me di cuenta de que la bala callo en el oído del hombre y este ya se encontraba sangrando— me quedan dos balas usted decide

— ¡MOCOSO COMO TE ATREVES!

Y aquel sonido volvió a parecer, esta vez le había disparado en el brazo

—Me queda una bala—apunto la pistola en la cabeza de aquel hombre y empezó a contar— 3, 2,1

— ¡ESTÁ BIEN! ¡NO DISPARES!

—Mmm— dijo como si estuviera pensando en algo— si lo mato, la deuda muere con usted y no me arriesgo que lo vuelva a perseguir

— ¡NO!

—No grite, si quiere hablar, diga las cosas sin gritar

—Está bien, está bien, no le voy a cobrar la deuda, no, no hay deuda, ninguna, es más ni siquiera lo conozco

—Eso está mejor—Criss se bajó del hombre y como si se tratara de un fantasma este salió corriendo a velocidad luz, luego de eso saco un paño y se limpió un poco de sangre que le había salpicado, guardo el arma y me miro, otra vez con su sonrisa—Anthony, una semana sin verte— Apenas dijo mi nombre no pude evitar llorar y el volvió a hablar— No, Dios siempre que nos encontramos, te veo llorando ya, ya—sentí como me abrazo, Criss es mucho más alto que yo, claramente tenía que agacharse un poco, estuvo abrazándome hasta que deje de llorar, ahí caí en cuenta de que estaba sucio y lo aparte un poco— ¿eh? ¿Qué paso?

—Te voy a ensuciar

— ¿Eh? —me miro confundido y luego empezó a reír— ja, ja, ja créeme, no me di cuenta, bueno, ya que estas mejor dime que paso

Le conté todo lo había pasado esa semana, en algunas partes sonreía mientras en otras solo mostraba una expresión seria, me entere de que aquel túnel tiene un encantamiento una vez que sales no lo puedes volver a ver, le conté como me había encontrado con ese hombre y hasta como me sentí cuando él llegó

—Bueno, ahí acaba mi linda historia de una semana—pero Criss no dijo nada, así que lo voltee a ver y él solo me miraba— ¿Qué?

—nada, es solo que por fin te oigo decir más de tres palabras

—Ah, disculpa— bajé la cabeza avergonzado

— ¿Por qué te disculpas?

—Padre siempre me decía que a las personas les molestaba oír mi voz ya que no es agradable

—Me cae mal tu padre

—Lo sé, les debe mucha plata

—No me cae mal por la plata, me cae mal por cómo te trataba

 Trate de cambiar de tema desviando la mirada

— ¿Y usted? ¿Qué hace por aquí?

—Te acabo de salvar la vida y me tratas de ¿Usted? —dijo alzando una ceja

—Disculpa, entonces ¿Qué haces por aquí?

—Eso me gusta más— sonrió mostrando los dientes—Pasa que necesitaba comprar unas cosas, bueno, más bien comprar ropa, ropa para Ángel, hicimos una apuesta y perdí, así que ahora me mando una lista de las cosas que le gusta para comprarlas y como mañana es el último día que estamos aquí, pues tuve que salir a comprar, quien diría que me encontré contigo

— ¿Mañana se van? — En el momento que dijo eso mi cara cambio, ahora sí que no volvería a verlos— entonces tienes que apurarte, ya está anocheciendo, yo solo te estoy quitando tiempo—dije parándome para irme— Muchas gracias por salvarme

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