Años atrás en una antigua tierra donde todos se llevaban bien y convivían en armonía, tanto humanos como seres especiales pertenecientes a diferentes razas:
Hombres lobos,vampiros ,
demonios,fantasmas, duendes,hadas,brujas,
Angeles,Etc...Y que el mal aún no reinaba en ese lugar,un demonio llamado Marco se había enamorado de la hija del rey Arlequín,la princesa Clelia.
El rey lo había contratado a él y otros 4 para custodiar a la princesa y protegerla que nadie le hiciera daño,pero a medida que el tiempo iba pasando una fuerte atracción surgió entre ellos,llegando a convertirse en amor.
Ambos iniciaron una relación a escondidas ya que para el rey Arlequín que ella se enamorara de uno de clase baja y de otra raza diferente a la de ellos los elfos,y entregara su pureza, seria pecado,a pesar de la hermandad entre criaturas él pensaba que no debían nacer híbridos, solo sangre pura.
Todo iba bien,pero al pasar 3 años , el rey la había comprometido con un elfo poderoso, tomoe, quien al conocerla y dejarse llevar por su belleza, la pide en casamiento, esto contento al rey y deprimio a Clelia.
En unos dias en el baile de la primavera, ella seria presentada como su futura esposa,tanto ella como Marco sintieron partirseles el corazón.
— Clelia, Huyamos ,¡Por favor! ¡Te amo! No quiero perderte—le pedía.
Ellos acababan de hacer el amor a escondidas en la biblioteca del Palacio, donde ella acostumbraba leer y tener sus encuentros románticos.
— No puedo Marco, mi padre nos encontraría donde quiera que estemos... Y te aseguro acabará con nuestras vidas, él ha cambiado- ella ahora reconocía poco a aquel padre amoroso que una vez fue.
—yo no le temo al Rey, soy un demonio Clelia, soy fuerte ,por eso he entrenado todos estos años—con mirada desafiante.
— Marco—se sorprende un poco.
— ¿O acaso te aburriste de mí? Solo fui un pasatiempo... ¿Amas a ese hombre?, ¡dímelo!
—No, Ni siquiera lo conozco.
— Entonces larguémonos ¡por favor!— tomándola por los hombros.
Detrás de la puerta sin saber ,sin ser precavidos por primera vez,por la
Tensión del momento,uno de los hombres de Tomoe que pasaba por el lugar,después de dejar unos documentos importantes al rey escucho todo,informando de inmediato a el rey.
—Disculpe su Majestad, pero he descubierto algo importante, que perjudica a mi señor.
—¿Qué ocurre Lyan?
— Su hija la princesa Clelia ya no es Virgen, ella tiene un amante ,eso es una ofensa para mi señor, usted dijo que ella era pura...
— ¿Qué blasfemia dices? Como ozas a calumniar a mi hija—enfadado responde.
—Hace unos momentos los escuché conversar en la biblioteca, planean huir juntos ,para evitar el casamiento.
—No puedo creer lo que me estás diciendo.
—Lo siento su alteza, pero es la verdad.
El rey enfadado se dirige a la biblioteca, encontrando a su hija besándose con Marco.
–Clelia ¿Qué haces?— le grita lleno de rabia.
—¡papá!—sorprendida.
—¡Su Majestad!— colocándose delante de ella en señal de protección.
— ¿Cómo se atrevieron a engañarme todo este tiempo?
—Lo ve mi rey ,no tenía por qué mentir, esto es una grave falta a mi señor Tomoe— señalándolos.
—Yo arreglare esto Lyan, por favor márchate y aún no hables con Tomoe te lo pido— con tono de disgusto.
—Está bien su Alteza, pero él debe de enterarse de esto ,deberá ponerlo al tanto o lo haré yo.
— Solo vete—le grita furioso.
— ¡papá!— Clelia sentía sus nervios alterados.
—Cállate Clelia— le grita enfadado.
—Mi rey, yo amo a su hija.
— Maldito bastardo, ¿cómo fijaste tus ojos en ella?, eres un demonio, un simple demonio...
—Yo no amo a Tomoe, no me casaré con él, no vas a obligarme padre— decidiendo defender su amor.
—Contéstame algo Clelia, ¿te acostaste con él? Entregaste tu pureza a este demonio?— tomándola de la muñeca con rudeza.
— ¿por qué hablas así padre? Tú no eres así— intentando soltarse.
—Solo contesta ... Creo que hice mal al criarte, si tu madre estuviera viva... ¡quizás!
Clelia solo callaba avergonzada.
—Mi rey, por favor deme a su hija en matrimonio.
— ¡Jamás! —Viéndolo con desdén-Contéstame Clelia, ¿él te quitó la virginidad?
—Lo siento papá—Clelia lloraba, mientras Marco la abrazaba al soltarla el rey.
—Eres una fácil, te dije tantas veces que no debías fijarte en otra raza, menos en un demonio, ellos son seres malos, están malditos, solo sirven para servir a los más fuertes, que no vez que son basura, todos ellos fueron desterrados de los cielos.
—Usted no sabe nada de mi clan rey Arlequín.
— Lárgate de aquí Marco, olvídate de mi hija,estás despedido, vete lejos y no la busques más o yo mismo te mataré con mis propias manos— amenazándolo.
— No, Yo la amo, la llevaré conmigo lejos de aquí.
Clelia solo observaba callada y llena de frustración a su padre y a Marco discutiendo.
— Marco ¡por favor! Es mejor que te vayas, yo arreglare las cosas con mi padre.
— pero Clelia—objeta.
— Obedece—lo reprende el rey.
—Por favor Marco!— Clelia sollozaba.
Ella lo veía con dolor en sus ojos, ambos sabían que un día ese momento llegaría, tenían que enfrentarse a la realidad, bajarse de la nube que habían construido.
—Está bien, Pero vendré por ti.
—Solamente lárgate u ordenaré que te ejecuten.
—No papá, Déjalo marcharse, yo merezco todo el castigo, fui yo la que fallo, no él— abogando por él.
Marco sin otra opción y con el corazón partido decide marcharse del Palacio,lleno de rabia,tan sólo un descuido como sus estúpidos celos, habían derribado todo.
—¿Cómo me hiciste eso Clelia?, tan solo te pedí que te mantuvieses pura ,te dije que te buscaría un buen esposo, uno de nuestro clan ,un elfo como nosotros, los híbridos no deben de nacer, al menos agradezco que no hayas tenido un hijo de ese demonio.
— papá, ¿Qué ocurre contigo? ¿Por qué no entiendes que Marcó y yo nos amamos?
— Me decepcionaste Clelia.
El rey lleno de ira, se quita su cinturón y la azota con él. Clelia temblaba del dolor de los golpes en su frágil cuerpo, los hematomas se empezaban a notar en su blanquecina piel.
— Me duele Clelia,me duele que hayas faltado a nuestros principios, solo pensaste en ti,te dejaste llevar por la lujuria... me avergüenzas... eres una...
Clelia al escuchar esas palabras de su padre a quien amaba,sintió el mundo caerle encima.Apenas contenía las lágrimas, le dolía más el alma que el cuerpo, al escuchar todos los insultos de su padre.
Entendió entonces que personas como ella,debían obedecer al rey siempre, y cumplir con lo que él pedía, seria un calvario vivir o mejor obtener la muerte...
Marco se había alejado del Castillo con el corazón desbocado, jamás había visto al rey tan lleno de ira en todo ese tiempo, pensó que entonces habían cometido una falta grave,un gran pecado, enamorarse.
Clelia...sólo espero que estés bien,mi amor...
...
...
Clelia estaba en la biblioteca llorando, con su cuerpo golpeado,su padre jamás había hecho eso, pensó por un momento que lo merecía por desobedecerle, pero no era pecado amar...no lo era...
El rey se sintió una basura,no se perdonaba el haberle hecho eso a su hija, el decirle tantas cosas... pero ella había cometido un gran error.
Dirigiéndose a su habitación, se encuentra con una de las sirvientas del Reino, clarisa una joven hada.
—Clarisa, ¡Por favor! ayuda a mi hija,esta en la biblioteca.
–¿Señor le ocurre algo?—le pregunta al notarlo distraído y con un semblante de agobio.
—solo ayudala y no preguntes.
—¡si señor!
Clarisa corre hacia la biblioteca encontrando a Clelia inconciente en el suelo, con su piel amoratada, sus ojos hinchados, y su vestido un poco desgarrado.
–princesa,¿Pero que le pasó?—ella sentía pena por Clelia.
Corriendo en busca de ayuda se encuentra con shon, uno de los que velaba por ella.
—¡por favor! shon,Necesito que cargues a la princesa a su habitación, no se que le ocurrió,pero creo que ella está mal.
— ¿Qué dices clarisa? Vamos!— yendo de prisa.
—Esta en la biblioteca—dirigiéndose a ella.
Shon corre a prisa,encontrandola en mal estado.
— princesa—dice sorprendido.
Shon se imagino que él rey había descubierto ese romance que él miles de veces aconsejó a Marco olvidar,cargandola entre sus brazos directo a su habitación la coloca en la cama.
—¡Gracias! Shon...
—¿Qué más puedo hacer por ella clarisa?
— Traeme agua tibia y unas toallas, y busca a la doctora Lucy.
–¡Esta bien!
...
...
Arlequín estaba decepcionado de Clelia, tomando en su oficina,el amable y amoroso padre se había convertido en un ogro, por que pensaba que lo mejor para ella,era lo que él le ofrecia, el matrimonio con Tomoe.
Pensando en que opinariá él al enterarse de tal asunto,ella ya no era virgen,y lo peor que amaba a un demonio.
Pensaba entonces que su tonta e ingenua hija, cayó en las garras de Marco,que quizás la había hechizado,la tenía amenazada,con algún propósito,quizas queria robarle el reino,un demonio no era de confianza ,ya se lo habían advertido,pero hizo caso omiso, arrepintiendose por ello.
Arlequín jamás aceptaría su amor ,jamás...
...
...
Clarisa atendía a la princesa, ella tenía pesar al verla en ese estado.
princesa,pobre de ti...
Pensaba mientras la observaba frágil y débil.
La doctora Lucy había llegado a atenderla,teniendo pesar también por ella, al ver su cuerpo lleno de moretones.
— ¿Quién le hizo esto?—pregunta clarisa asombrada.
— Creo que fue el mismo rey ,doctora.
—¿Qué dices? No creo que él pudo ser capaz de tal acto- siendo incrédula.
—Debió de haber sido él,estoy segura— afirma.
– ¿pero porqué? ¡Dime!
—La princesa sostenía un romance con Marco,el rey debió haberlo descubierto.
—Con Marco, ¿el demonio que cuidaba de ella?
—Así es doctora,pero él es bueno,lo se! Y de verdad ama a la princesa.
—ya veo por que el rey la dejo asi,pero fue tan bestia.
— El rey la iba a prometer con el señor Tomoe, escuche... supongo que al enterarse de su romance ardió en furia.
— ¿y Marco? ¿Dónde esta él?
—No lo sé,Solo lo vi marcharse.
—Esto es una desgracia— apesarada.
...
...
Shon había ido en busca de Marco, para avisarle del estado de la princesa, encontrandolo en la habitación que dormía, de la posada subaku...
Tocando la puerta con desespero.
— Marco abre por favor.
—Shon,¿Qué ocurre?
Marco abre la puerta de inmediato,él se había refugiado allí para aclarar sus ideas e idear secuestrar a la princesa,llevársela lejos y ser libres.
— ¿Qué pasa? Shon.
— Marco,Dime que no ocurrió lo que pienso. Dime que el rey no los encontró.
—¿porqué me preguntas eso?
—por que el rey casi mata a la princesa.
—¿Qué dices? ¿Qué le ocurrió a Clelia?— pregunta tomandolo del cuello de la camisa alterado.
—¡Calma!—intentando apartarse.
— ¿Qué la paso? ¡Contesta!
—El rey la azotó al parecer, tiene su cuerpo lleno de moretones ,la fiebre la invadió,ella se veía tan delicada.
—Ese maldito viejo... ¿cómo fue capaz de hacerle eso a su hija?,tengo que ir por ella.
— ¡No! ,Calmate Marco, Deja que sane, y es mejor que por ahora no llegues al Palacio,o el rey enviará a matarte- sujetandolo del brazo.
—Pero Clelia—viéndolo con angustia.
—La doctora Lucy y clarisa estan cuidando de ella, estará bien—intentando tranquilizarlo.
—yo no debí, por mi culpa ella...— da un puñetazo a la pared.
—Él se enteró verdad? de su amorio.
—¡Si! El imbécil lamebotas de Tomoe al parecer nos escucho en la biblioteca,fue mi culpa,yo...estaba celoso,el rey quiere que ella sea su esposa...Y yo la quiero para mi...shon Tú lo sabes.
—Lo sé,Marco,se que se aman,pero sabes muy bien que ella es una princesa, una princesa también tiene obligaciones.
—Solo espero que este bien...
Cabizbajo cae al piso de rodillas llorando, sufriendo por su amada.
...
...
Al dia siguiente el rey Arlequín había visitado a Tomoe, explicándole con mucha vergüenza la situación.
— Mi hija ya no es pura,se acostó con ese maldito demonio, no se como jamás me di cuenta de esa relación, supongo que ya no quieres su mano.
— Mmm... es una gran falta y una ofensa para mi,lo sabes Arlequín,pero tu hija es bella,realmente bella...Y la quiero como mi esposa—su mirada decía mucho.
–¿Entonces la perdonas?
–La perdonare y la haré mia ,solo con una condición.
— ¿Quieres dinero?.
— No Arlequín, te equivocas...lo que quiero es que acabes con ese amor de raíz,mata a Marco.
— Matar a Marco.
—Así es, Solo asi Clelia se entregará a mi,al olvidarse de él.
— pero yo jamás...sería alterar la paz.
— Déjalo vivir un tiempo por ahora,y en unos dos o tres meses ordena su muerte,conozco a un asesino que haría el trabajo.
— pero Tomoe... —el rey estaba asustado al escucharlo hablar de forma calculadora.
— yo me encargaré de él, tú tranquilo,solo no permitas que ellos vuelvan a estar juntos,mantenlos alejados, si es posible encierra a Clelia.
— Tomoe...—por instante el rey lo piensa—esta bien,Envía a alguien a matarlo.
—¡perfecto!
Ambos sellan el trato dándose la mano,aunque Arlequín sabia que estaba mal,accedió a la petición de Tomoe, y este a su vez sonreía triunfante,Clelia seria de él a toda costa.
Luego de una semana Clelia se había recuperado, ella estaba ahora encerrada en su habitación, Marco había sido despedido,y tenía prohibida la entrada o ver a la princesa.
El rey le enviaba flores en disculpa y ella las rechazaba, había sido castigada con el encierro, imploraba que la dejasen salir, pero era en vano,su padre había ordenado que seria libre hasta el casamiento.
Esa tarde ella recibe la visita de Tomoe,quien llevaba un lindo collar de perlas en obsequio.Clelia veia por la ventana el atardecer, extrañando a Marco, cuando una voz interrumpe sus pensamientos.
— ¡Buenas tardes! Clelia.
Ella voltea, un apuesto joven elfo la observaba.
— ¿Quién eres tú? ¿Qué haces aquí? Acaso eres mi nueva niñera?— pregunta a modo de burla y curiosa,ya que ella no lo conocía aún.
— ¡Vaya! ¿Qué son esos modales princesa? veo que la soledad te ha quitado la dulzura que te caracteriza.
— ¿Quién eres? ¡Contesta!
— Soy quien perdono tus actos, por que te ama—decía como si fuera un dios.
— ¿Acaso tú eres?
— Tomoe, tu futuro esposo— sonrie ladinamente.
Ella queda impactada,pues jamás lo habia visto, él era apuesto si,pero su corazón le pertenecía a Marco,a nadie más que a él,y su aura era oscura,sintiéndose acorralada.
— ¿Me perdonas? Entonces mi padre ya te contó todo- intenta disuadirlo.
—¡Si! Tú solo eres una niña aún Clelia,que cree en ilusiones,ese demonio se aprovechó de tu inocencia, te engatuso como quiso y sasio sus deseos carnales con tu cuerpo,y aunque ya no seas pura, te aceptaré como mi esposa,yo si te mostraré lo que es el amor, y te haré el amor como nunca nadie te lo ha hecho— la mira deseoso.
Clelia sintió repulsión con sus palabras, Tomoe tenía un aura oscura.
— No soy lo que dices,tengo bien claro mis sentimientos, yo amo a Marco,jamás te llegaría a amar ,jamás! Entiendelo!— gritándole.
—¿Entonces me estas rechazando princesa? —se acerca a ella raudo.
— Tomalo como quieras,solo lárgate de mi habitación...olvídate de mi...antes de casarme contigo prefiero estar muerta,solo sere del hombre que amo,y ese no eres tú— responde Arrogante.
—A parte de inocente ,eres rebelde Clelia,eso me gusta— tocando levemente su mentón. Tomoe la miraba de una manera lasciva y perversa —quizás no has sentido a un verdadero hombre entre tus piernas.
— ¿Cómo te atreves a decirme eso? eres un cerdo—Clelia lo abofetea.
— Eres una mujer deliciosa,cualquiera moriría por estar en tu cama,tu hermoso cabello rubio,tus labios carnosos,tus caderas pronunciadas , esos hermosos ojos verdes,eres perfecta para pasar las noches en el lecho, ¿no vez todo eso? No te das cuenta de cuantos hombres te desean,no solo yo...es un pecado tu belleza...
— Eres un...¡lárgate! ¡Lárgate! —Clelia tenía los nervios alterados, presintiendo lo peor.
Afuera de la habitación dos soldados que montaba guardia,escuchaban los gritos de la princesa,junto con el rey...
—su Majestad, la princesa...
— vayan a cuidar la entrada, yo me quedaré aqui,es una orden.
— pero el señor Tomoe— objeta uno.
— Él está reclamando lo que es suyo.
Los soldados se quedan absortos ,ese era el rey al que servían ahora,una persona cruel con su propia hija.
— ¿No obedeceran?
— ¡si señor!— de pronto contestan,alejándose.
Mientras el rey detrás de la puerta escuchaba a su hija temerosa, ordenando marcharse a Tomoe, recuerda que él le pidió otra condición, quería acostarse con Clelia y embarazarla ,esto haría que ella aceptase el matrimonio,pues conociendo a Clelia no sería capaz de alejar a un hijo de su padre.
Así que los encierra y se marcha a su habitación, ordenando que nadie se acerque por lo menos 3 horas a la habitación de la princesa.
— ¡Lárgate!
Clelia en un arrebato pensaba abofetearlo de nuevo ,pero esta vez Tomoe la detiene tomandola de la muñeca.
—Pareces una niña,y no lo eres no creo que trataras asi a ese demonio...
— Eso no te incumbe, ¡Vete!
—No me iré.
—Entonces voy a gritar...
— Grita,grita todo lo que quieras, nadie vendrá a socorrerte,el rey me dio su consentimiento para estar aquí contigo,y todos los del Castillo lo saben.
—¿Qué? ¿Mi padre? ¿En qué se ha convertido?—ella se siente destrozada.
– solo ha abierto los ojos,y vio que su hija es una caliente que se fija en los sirvientes.
— ¡cállate!
—Así me gustas Clelia, furiosa... ya eres toda una mujer.
Clelia logra safarse del agarre de Tomoe,y se dirige a buscar algún objeto para defenderse,pues en el rostro de él se veía perversión,pero desafortunadamente no encontró nada,y su magia de elfo aún no sabía utilizarla.
Cuando sumida en sus pensamientos ideando alguna estrategia para defenderse Tomoe se abalanza sobre ella,haciendo que ambos cayesen a la cama.
— ¡No! ¿Qué me vas a hacer?
Tomoe con el peso de su cuerpo impedía algún movimiento, y usando su magia, sus manos son atadas a la cama.
— Te ves preciosa asi Clelia.
—¿Qué me vas a hacer? Por favor no me lastimes Tomoe—imploraba entre lágrimas.
— shuuu...sólo te haré sentir mejor de lo que ese demonio te ha hecho sentir, querrás que solo yo te haga mia Clelia.
— ¡No! ¡No! No me toques...— gritaba.
Tomoe ignoraba sus súplicas,mientras la iba despojando de su vestimenta, admiraba su hermoso cuerpo,lo que hacia que sus pensamientos volarán.
—¡No!, Quita tus sucias manos de mi cuerpo...
— Solo Disfrútalo Clelia...— se mofaba.
Ella solo sentía asco, dolor,como era posible que su padre permitiera tal atropello.
— ¡oh! ¡Si! Esto es lo que vuelve loco a ese demonio,él te disfruto antes que yo...lo odio.
—¡por favor!—su voz apenas salio con un llanto.
Pero Tomoe siguió ignorandola dejándose llevar por su deseo ,él la besaba en la boca, Clelia lo rechazó mordiendolo, pero esto lo llenaba más de lascivia.
—Así te gusta rudo cariño...
Tomoe se deleitaba al verla vulnerable,llenando su ego,
Ella lloraba a mares,pero de pronto sintió que estaba muerta,su mente viajo a otro mundo... rompiendo su cuerpo, quebrando su espíritu.
Él si disfrutaba de su cuerpo,que por instante se quedó sin emociones.
Tomoe lo disfrutaba,corrientes eléctricas inundaban su cuerpo,hasta saciarse por completo... mientras Clelia permanecía inerte,sintiendo dolor en todo su cuerpo,con esa basura la casaría su padre,iba a ser condenada a saciar ese apetito perverso por el resto de su vida,¿ese era el precio del amor que le tenía a Marco? se preguntaba.
—¡wooo! Clelia... ¡eres deliciosa!— cayendo cansado de tanto éxtasis a su lado en la cama—ya verás que cuando seas mi esposa vas a cambiar ,vas a disfrutarlo conmigo,me imploraras que te haga mia...—besando su frente pálida.
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