Aquella mañana me recordaba a los domingos; las calles estaban vacías de transeúntes en general, y ningún auto circulaba, no había brisa, el cielo se encontraba libre de nubes y el sol estaba a temperatura perfecta y sus rayos no quemaban la piel.

Ni autos, ni motos ni bicicletas camine a media calle sin preocupación alguna pues debido al enorme silencio del entorno, sabia que si escuchaba algo mas que mis pisadas contra el pavimento entonces debería subirme a la acera.

No escuchaba el trinar de las aves ni el ladrido de los perros -tanto caseros como callejeros-, solo mis zapatos golpeando y arrastrándose por momentos sobre el pavimento e incluso mi respiración.

Camino sin rumbo fijo durante lo que me parece una eternidad, solo observando el azul del cielo, pero al volver mi vista de nuevo en la tierra me doy cuenta que he llegado al centro de la ciudad, le tomo poca importancia al suceso y continuo vagando entre tiendas, puestos ambulantes y locales, sin embargo, un escalofrío recorre mi espalda al percatarme que el silencio es mas "pesado" en esa parte de la ciudad

-¿En donde están todos?- me pregunto a mi misma

Recorro los locales con la esperanza de encontrar a alguien pero solo hay un susurrante viento que hace de eco en las entrañas del silencio.

Conforme avanzo por la ciudad grito a la nada esperando la voz o sonido que llene el silencioso vacío pero mi voz en la nada es la única respuesta que consigo.

Justo cuando el miedo esta por hacerme su presa, en el aire se escucha una celestial melodía seguida por un dulce aroma frutal que aleja mi miedo y preocupación.

El oído y mi nariz se vuelven mis guías a través del sinuoso bulevar. Me encuentro tan inmersa en seguir aquella música que no me percato de las mujeres que yacen a mi alrededor hasta que una de ellas casi choca conmigo, estoy sorprendida; niñas, adolescentes, jóvenes, adultas y ancianas caminan con la vista fija hacia enfrente con una sonrisa en sus labios, todas caminan en dirección a la música.

Intento llamar su atención para saber que es lo que ocurre pero ninguna me escucha, soy como el viento o un fantasma para ellas pues me atraviesan igual que una cortina de humo. El miedo quiere hacerme dudar pero el olor a frutas aumenta haciendo que esa inseguridad se aleje.

Creo entender porque ellas parecen tan despreocupadas; la dulzura de ese olor no es ni muy tenue ni empalagoso...es perfecto al igual que la música.

Cruzamos la entrada del parque principal y descubro que todos los juegos mecánicos y los puestos ambulantes han desaparecido; todo lo que hay son árboles y maleza.

A lo lejos diviso un lago cristalino con unas bancas grandes y curvas como una letra S pero mas enanas. Todas las mujeres de la "peregrinación" rodean el lago a aproximadamente cuatro metros de distancia y observan la silueta que yace sentada en la banca mas próxima al agua sosteniendo lo que parece ser una flauta.

La música cambia su tono calmado a un ritmo mas vivaracho y como si algo se hubiese activado en ellas, las mujeres corren en dirección a aquella figura, pero antes de siquiera tocarle, son envueltas en un as de luz multicolor por breves instantes y cuando este se apaga, en el lugar de las féminas aparecen crías de diferentes especies de mamíferos que corren, brincan y danzan al ritmo de la hermosa melodía.

Todas excepto yo.

La silueta alza su mano al cielo y en un solo chasquido de sus dedos me encuentro sentada en la banca.

Miro a mi alrededor; los edificios que rodeaban al parque al igual que la valla que cubre el perímetro han desaparecido, y ante mí se expande un verde campo que se extiende hasta donde mi vista alcanza. Es hermoso.

Escucho una voz, vuelvo la mirada y ahí esta él; es un adulto joven, de piel con tonos grises y azules, su cabello es oscuro como la noche, esta organizado en un curioso peinado; la parte superior parece una corona que es sujetada por su mismo cabello pero la parte inferior es larga, cae a la mitad de su espalda y ondea como el mar en una noche estrellada. Su vestimenta esta compuesta por una piel de tigre que le cubre el torso a la mitad, como una hermosa toga naranja y negra.

Le miro a los ojos; son café oscuro, como los míos...no, no son iguales...en ellos veo reflejada la negrura del universo pero en mi interior siento gran paz y tranquilidad, me siento libre de todo miedo, mas no consigo librarme de sentir pena pues él me mira extrañado; primero mira mi rostro, después el resto de mi cuerpo y finalmente contempla a las pequeñas crías que corren y juegan alrededor del lago.

-Lo... lo siento...Shiva-me disculpo haciendo una reverencia intentando contener mi asombro, pues estoy en la presencia de un Dios.

Él sonríe ante mi disculpa y continua tocando su hermosa melodía cambiando constantemente los ritmos; primero es suave similar a una canción de cuna, lo cual hace que las crías bailen con lentitud como en un vals o algo por el estilo.

Shiva voltea a mirarme de nuevo sin dejar de tocar la flauta, sin embargo, nota que no me muevo igual que las crías/mujeres que danzan a las orillas del lago, repentinamente las notas musicales son mas apresuradas pero con un ritmo similar al que se escucha en un ambiente de carnaval -o festival-.

Este cambio hace que los presentes bailen con mayor vivacidad, en gran medida sus movimientos son girar en parejas sujetando sus manos a la altura de su pecho o entrecruzando sus brazos mientras que otros saltan y giran como si fuesen parte de un ballet improvisado.

Puedo sentir como mi corazón palpita como un tambor y hace pareja con la flauta de Shiva dando un ambiente mas animado al lugar sin embargo mi cuerpo se siente muy relajado y mis ojos pesados.

Él se ha dado cuenta de eso, y con una cálida sonrisa coloca su mano sobre mi cabeza; el contacto de su piel con mi cuero cabelludo me provoca una vibrante sensación que me llena de energía y paz a la vez...pero es hora de despertar.

Han pasado poco más de dos semanas desde que he tenido sueños que puedo recordar, sin embargo el de hoy ha sido peculiar pues William fue uno de los principales "actores" de este sueño.

Recuerdo deambular entre los pasillos de la facultad, quizás en otro día de servicio universitario, sin embargo, comencé a sospechar que estaba dormida, pues aunque sabia que me encontraba en la escuela, la estructura de esta cambiaba de forma constante haciendo que todos los edificios educacionales que he visto a lo largo de mi vida al menos por la parte de afuera, pues en el interior no había salones, sino habitaciones con respectivas camas, ¿acaso es el corredor de los sueños? ¿donde solo los viajeros astrales podemos entrar y salir de diferentes soñantes?, No lo sé...

De un momento al otro me encuentro en la cafetería de la escuela y como solía ser la costumbre de William, apareció detrás de mí en silencio, pero yo percibí su presencia, por un segundo jure que había dicho mi nombre apenas como un susurro o quizás me encontraba muy ensimismada pensando en lo cercano, lo lejano y lo que hay más allá de este ultimo.

Se sentó a mi lado, ¿o yo lo invite a sentarse? No lo recuerdo.

Procure no voltearte a verlo directamente a los ojos por miedo a que descubriera que me sentía nerviosa, lo cual supongo notó pues no se percibía su porte imponente ni siquiera uso su voz que en el pasado solía robarme el aliento e incluso sonrojarme cuando estaba tan cerca de mí.

De nuevo nos encontrábamos en el pasillo de los sueños, solo nosotros dos. 

Creo que intentaste abrazarme pues recuerdo que tomaste mi mano desde atrás y la acariciabas con delicadeza casi besándola pero a la vez evitando hacerlo mientras me decías que mis manos eran hermosas, sentí tu aliento tan cerca de mi piel...

Recuerdo que dijiste "te amo" ¿o acaso fue "las amo"? Fuera como fuese lo interprete a que hacías referencia al tacto de mis manos sin embargo no pude disimular el hecho de que al estar tan cerca solo deseaba salir corriendo de ahí, pero pude controlar lo último.

Me fui a mi propia habitación, semi oscura pues la única luz que entraba era la del pasillo de la "escuela" y para colmo estaba junto a mi cama.

Recuerdo hablar conmigo misma sobre lo sucedido sin creer que había ocurrido, pero extrañamente de un momento al otro pase a estar recostada en la cama arropada intentando "dormir" pero en eso tu pasaste y me maldije por no haber cerrado la persiana, no solo la persiana ¡la estúpida ventana!

Metiste tu mano a través de esta e intentaste tocarme pero no con malicia, pero aunque sabía que no tenías malas intenciones mi primer instinto era alejarme pero no conseguí moverme al principio hasta que te "convencí" de que me encontraba bien y que no sucedía nada malo hasta que te retiraste y seguiste tu camino por el pasillo.

El escenario ha cambiado nuevamente y ahora me encontró en la entrada al estacionamiento de educación física mientras tú me vigilabas detrás de uno de los edificios e incluso imito a un caricaturesco personaje, extendiendo su brazo y moviendo su mano pretendiendo ser otra persona debido a que uno de los perros de la escuela se le había acercado y provoco que hiciera ruido, me reí ante esto, pues era muy extraño ver que estuvieras realmente relajado o feliz.

De pronto, cuando estoy por tomar el camión blanco para ir a mi sesión con la terapeuta escucho un carro pero no me atrevo a mirar y siento que William está ahí como si intentase decirme algo pero no se atreve y yo me termino alejando pues la ansiedad por la prisa me hace reaccionar.

En el camino al consultorio paso de encontrarme en el centro histórico de Durango a estar caminando de noche entre los departamentos que se encuentran cerca del panteón de las flores allá en mi tierra natal como si regresara a mi vieja casa después de un día agotador, justo en ese momento despierto.

He de admitir que a diferencia de otros sueños donde él ha aparecido, sus acercamientos ya no son agresivos como antes, sino "pacíficos"...extrañamente pacíficos, no lo sé, ha sido un sueño muy peculiar.

Acabo de tener un sueño bastante raro.

Recuerdo que había vuelto a tierra natal pero no me quedaba en las arboledas sino en una extraña casa al final de la calle que estaba pegada al desnivel; esa calle solo tenia casas de un lado y al fondo había vegetación, era como las pequeñas calles que tienes que pasar para llegar a la casa de los suegros de una de mis amigas por el panteón...

Recuerdo que la casa era de dos pisos y era sencilla por fuera pero por dentro parecía un salón de clases -como cuando iba a la preparatoria-, en dicha aula nos estaba dando clase una maestra de edad madura, su rostro no lo recuerdo pero se que era de piel blanca y pelo entre negro y castaño y llevaba pantalón, saco y camisa como mi maestra del curso introductorio -no recuerdo el color del traje-, creo que teníamos clase de redacción pues debíamos escribir algo que una compañera escribía en la pizarra, extrañamente la chica era yo pero también estaba sentada en la parte de atrás hablando con unos compañeros -creo que los conocía pero sus rostros no los recuerdo, solo reconocí a una chica que  estaba sentada hasta adelante-, nos llamaron la atención por no escribir pero no nos dieron reprimenda -o de ser no lo recuerdo-

Estoy caminando entre el pasto y la tierra mientra saludo a una vecina que me señala al enorme perro blanco con negro echado ante su puerta -es Eddy- yo le respondo con la señal de que no hay problema con él.

Ahora me encuentro en la calle casi llego a la boca del desnivel pero me detengo bruscamente y bostezo...no me di cuenta de que ha anochecido...estoy dispuesta a avanzar pero me detengo bruscamente cuando un muchacho moreno vestido de café y blanco pasa frente a mi y su rostro me es familiar, -¿Anthony?- cuando doy media vuelta, avanzo unos pasos y caigo semi consciente en la calle...despierto por una persona que se me ha acercado y me pregunta si estoy bien -dormir directo en el concreto y en plena calle no debería ser algo usualmente "cómodo" pero así son de extraños los sueños-

Esta vez estoy en el desnivel pero su aspecto no es el que recuerdo -blanco con sus coloridos dibujos variados sobre mi antigua ciudad y el puente por donde pasa el tren-; es como estar en el puente negro pero con su estructura mayormente de madera y hay mas vegetación de lo usual...mientras recorro el lugar con la mirada veo que ha habido un accidente pues hay un auto con el cofre hundido hasta el asiento del piloto y copiloto pero no se ven a los heridos -aunque si mucha gente alrededor mirando lo sucedido-

Ahora me encuentro en la plazoleta, hablando con Dan; su aspecto ha cambiado considerablemente, se ha dejado crecer la barba pero entre todo su "pelaje" y sus lentes, reconozco su rostro.

Al principio nuestra charla son básicamente risas debido a la breve historia de vivencias irónicas que hemos vivido desde nuestro ultimo encuentro -hace ya literalmente varios años- sin embargo las risas desaparecen cuando él me hace preguntas y comentarios sobre "esa" persona- Dan nota mi desagrado y me dice que tanto su amigo como él me han estado buscando -del primero si se lo creo pero del segundo es ridículo- pero mi extrañeza despierta cuando Dan me aconseja tener cuidado.

Justo cuando me volteo por creer haber escuchado que me llamaban, al volverme de nuevo hacia él, este ha desaparecido -¿porque no me sorprenderá este hecho?-

Estoy con Joshua en una cita, ambos caminamos por varias calles de la ciudad pero no nos detenemos en ninguna pues el escenario tras nosotros -osea las calles- se dibujan y desdibujan como una pintura que es borrada con aguarrás, mientras caminamos le comento las palabras que me ha dicho Dan, pero Joshua no parece sorprendido pues me dice que uno de ellos -posiblemente "él"- le ha confeso que son parte de un grupo similar a los de Inicio  pero con otro nombre que involucra la oscuridad -¡maldita sea! ¿Porque mi consciencia no me dejo conservar el nombre para decírtelo?- lo que me sorprende mas aun es que el amigo de Dan hace acto de presencia ante nosotros casi como un ninja pero su vestimenta es poco usual a la que le recuerdo de mis visitas anteriores a la ciudad; su piel se ve mas clara y viste mezclilla igualmente clara, incluso lleva unos lentes redondos -no como los de nerd sino redondos con "estilo"- pero su mirada se ve totalmente negra como su cabello, y su manera de hablar no es como la de antes...es mas...extraña...Ángel me advierte También sobre "él", se que con su aspecto me ha advertido indirectamente que los de su "grupo" se visten y/o disfrazan de manera similar...

Ahora me encuentro cruzando la calle llena de tierra y veo de nuevo a Eddy echado justo donde lo deje pero lo veo con una cadena atada a su cuello, me acerco a él para soltarlo pero soy detenida por la voz de una mujer que me dice que no debo preocuparme, ahora es de su propiedad pero que lo cuidaran bien lo cual me hace alejarme de la correa pero acaricio por ultima vez su cabeza.

Estoy caminando y cruzo el desnivel por la parte baja de este, alzo mi vista y veo a un grupo de jóvenes hablando y riendo y ahí lo veo...es "él" porta la misma vestimenta de Ángel y voltea "con discreción" hacia la calle -mas específicamente la escalera del desnivel- no puedo evitar reírme por ello, así cuando voy a la mitad de su "punto ciego" de visión le grito que la próxima vez debe usar un mejor "disfraz"...