Hades
Somos ocho aquí conmigo pero los que van con Val son 12, y son 10 más los que están afuera indicándome posiciones, los 12 van cada uno con sus pistolas habituales, pero nosotros tenemos el cargamento, tenemos municiones y suficientes metralletas para hacer una revuelta en toda la zona, confío en que Val hará todo lo que le dije y estoy seguro que no titubeara, ha demostrado lealtad desde el primer día, además de que es mi mujer ahora. Ese malnacido Ignacio Méndes va a querer manipularla y llevarla con él, pero no lo va a lograr, Val no es la misma de hace de meses atrás, ha cambiado mucho y es muy inteligente, Algo me dice que las cosas van a salir mal, tengo el presentimiento de que algo va a pasar pero no tengo idea de qué...
—Señor, Valkiria va llegando.— Me dicen en mi auricular derecho.
—Copiado, confírmame la posición de Ignacio y los suyos.— Le digo.
—Veo a 10 personas señor, pero aún no logro reconocer a Ignacio.... ¡Ya lo ví señor! Se acaba de sentar frente a la mesa en el sitio acordado.—
—Francotiradores, verifica si hay alguno.— Le pido.
—Veo a 3, Jefe.—
—Bien, voy a necesitar a 6 Francotiradores que se sitúen, 2 en cada punto alto del perímetro distanciados por 1 metro para una mejor localización del objetivo— Le digo —¡Muévanse ya! No podemos cometer errores, tenemos a 12 de nosotros que van a estar ahí y no estoy dispuesto a negociar la vida de ninguno, y ya saben la regla, "Por cada uno de nosotros que muera, mueren dos del enemigo".—
—Entendido Señor— Escucho en mi oído.
Tengo dos estrategias más por si algo sale mal, pero sólo las sabemos Val y yo, por seguridad. Ésta vida me ha enseñado a no confiar en nadie más que en mi mismo, y ella tiene todo de mí, ella es mi Valkiria.
Sol
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Resuena en mi cabeza.
A veces es increíble todo lo que tu vida puede cambiar. Antes solía vivir para estudiar y salir tranquilamente, Ahora tengo que tener mis ojos bien abiertos a cada segundo del día, guardando mi pistola en mi parte baja de la espalda. Justo ahora voy camino hacia una reunión con el futuro Gobernador de la ciudad, Hades estará del otro lado del puerto, escondido con 7 más de nosotros para cubrirnos y 10 más manejando la parte de afuera, él tiene la sensación que no será una reunión con final feliz, y confío plenamente en él, pues me mostró la verdad en su totalidad. Estoy muy interesada en ver la cara del futuro Gobernador cuando sepa quién es Valkiria, la segunda al mando del clan de mafiosos más peligrosos de toda la Ciudad, y dentro de poco de todo el país.
Mi nombre era Sol, pero yo soy Valkiria.
Y pensar que todo ésto inicio con un día común de colegio...
Cuatro meses antes...
La canción de 7 Rings de Ariana Grande suena de fondo en mi habitación, me gusta mucho ese estilo, en comparación de mis hermanas que sólo les gusta el Reguetón, siempre me ha parecido música vulgar, pero cada vez que hago un comentario mi madre dice "Te pareces a tu padre" y voltea sus ojos. La verdad eso no me molesta, yo adoro a mi padre porque siento que es con él que más conecto de toda la familia, a veces miro nuestras fotos y veo lo parecidos que somos, tengo mis ojos azules y cabello negro liso como mi padre, sólo que él es de piel más oscura y la mía más pálida, tengo una altura promedio y un cuerpo bien formado, para mis 17 años. Sólo que yo nunca he entendido cómo es que mis hermanas y yo somos tan diferentes... Camila y Lucía tienen la piel como mi padre, pero sus cabellos son castaños cómo los de mi madre y sus ojos marrones, son de contextura delgada y son más altas que yo, supongo que porque soy la menor. Y luego está mi madre, que en mi opinión no nos parecemos en nada, y tampoco nos llevamos bien, sólo lo usual, quizás porque mis gustos y preferencias no son como los de mis hermanas, pero mi padre me apoya al 100% así que es todo lo que necesito. Mi papá es el Fiscal General de la República, así que sobra decir que estamos en una posición social bastante alta. Miro la hora en mi reloj de pared: 6:30pm. Ya debo alistarme porque tengo mi primera clase en el colegio a las 7:30am. Me baño, lavo mi cabello, me aplico loción corporal y empiezo a secar mi largo cabello negro azabache, a veces pienso en cortarlo un poco, pero luego veo lo fabulosa que me veo y se me pasa. Busco en el armario mi uniforme, una falda a cuadros blancos, negros y azules que combinan con mis ojos, una camisa manga larga blanca, medias hasta mis rodillas y zapatillas negras. Decido ponerme un lazo azul en el cabello. Me miro al espejo.
<< Perfecta.>>
No soy de usar maquillaje, siento que no lo necesito y estoy bendecida con una piel muy limpia y sin imperfecciones, aunque a veces siento que mis ojos son muy grandes para mi cara. Mientras recojo mi bolso y verifico que todo esté allí, alzo mi mentón al reloj: 7:00am, perfecto como siempre. Salgo de mi cuarto, dejando todo arreglado y aplicando mi perfume favorito: Cloud, de Ariana Grande. Siempre lo llevo en mi bolso por ciertos retoques. Bajo las escaleras y veo a mi padre.
—Buenos días, papá— Le digo con una sonrisa.
—Buenos días a mi sol por la mañana— Dice él, dándome un beso en la frente.
No visualizo a mis hermanas y miro mi reloj de pulsera: 7:15am ¡Vamos a llegar tarde otra vez! Resoplo en resignación y mi padre lo nota.
—Bueno, ellas heredaron eso de tu madre— y se ríe.
—¿A qué te refieres querido?— aparece mi madre. Ups.
—¡Nada cariño, le decía a Sol que sus hermanas heredaron la belleza de su madre— y ríe por lo bajo mirándome para que lo apoye, yo rio un poco.
—Cierto mamá— Le digo.
—Buenos días, sol— es lo único que dice mi madre sin mirarme.
—Siempre tan cálida, mamá— le digo con mi mejor sonrisa falsa.
Por fin aparecen mis hermanas y pareciera que estuvieron corriendo.
—¡Vámonos ya, que llegaremos tarde!— Dice Camila.
—¿Tú crees?— le digo, irónicamente.
Camila solo resopla, dándome a entender que no le importa mi opinión, y tranquila porque a mí tampoco.
Hades
Yo nunca tuve una vida normal, lo supe desde que ví cómo mi madre prefería estar drogándose que hacerme el almuerzo... Siempre intentaba protegerla, yo mismo hacía el almuerzo, muchas veces ella quedaba inconsciente y me tocaba acostarla, ponerle la luz bajita y esperar con la esperanza de que siempre fuera a despertar... Pero un día no lo hizo.... ese día....
" —*Mamá, por favor, no hagas eso, por favor date un baño y arréglate, tengo que ir a la escuela y hoy hay reunión de padres, por favor no lo olvides, todos los padres de los niños van menos tú, por favor, hice sandwich para el almuerzo, no había nada más para comer — Le digo a mamá.
Hoy la maestra va a nombrar en la reunión al niño con mejor rendimiento en el año, y soy yo. Y quiero que mamá se sienta orgullosa*.
—Si Marcos, claro que voy a ir, ya te dije que iría ¿A qué hora debo estar allí?— me pregunta mamá.
—9am, ya me voy, te amo mamá— le digo.
No entiendo qué hace mamá por las noches pero siempre llega golpeada, sé que tengo 8 años pero puedo defenderla de cualquier rufián que se meta con ella. A veces mamá actúa raro, mi maestra dice que está meditando pero ella no se pone en calma cuando pone esa cosa en su nariz, se pone como rara y sus ojos se vuelven grandes.
...
El día pasó rápido en la escuela y llegó la hora de la reunión, pero mamá aún no llega, y la maestra está llamándola. con su teléfono en la mano me dice:
—Marcos, ya todos los padres están aquí, debemos empezar—
—Maestra, sólo unos minutos más, ella dijo que vendría, por favor — puse mis manos juntas en señal de ruego.
—Sólo 5 minutos más, si no viene debemos comenzar—me dice.
Pero pasaron esos 5 minutos, mamá no apareció, y me fui a casa con el diploma de reconocimiento en la mano, con mi corazón triste. Voy camino a casa, siempre veo a niños jugando con sus padres en el parque, riendo y hablando, ¿por qué yo no puedo tener eso? ya casi llego a casa, pero tengo el corazón acelerado. Me apresuro a entrar con la llave que siempre le robo a mamá, pero todo está justo como lo dejé, busco a mamá en su cuarto y no la encuentro ¿Acaso salió? Sigo buscando en la casa pero no la encuentro. Me siento en el sofá de la sala ¿Dónde se habrá metido mamá? Voy a ver si comió el sándwich pero está justo como se lo dejé, con el plato encima.... seguramente salió a meditar. Decido comer el sándwich que tengo en mi bolso y dejarle ese a mamá cuando vuelva, por si tiene hambre, pero mi corazón sigue acelerado. No lo entiendo, todo está bien... Voy al baño a hacer pis, y quizás deba esperar a mamá...
Pero la encuentro, por fin la encuentro y ahora sé porque mi corazón estaba acelerado. Veo a mi madre en el piso del baño, toda pálida sin color, con un hilo de sangre saliendo de su nariz, sus ojos están volteados hacia arriba y está totalmente inmóvil, intento tocarla, la llamo, y no me responde, empiezo a llorar y a gritar..."
Desde ese día la odié, porque supe que ella prefirió morir en vez de cuidarme, pero me enseñó la gran lección de mi vida: Yo puedo cuidarme solo.
Sol
Mi padre se despide de mi con en beso en la frente igual que hace con mis hermanas, se sube a su auto con su chófer esperándolo y yo me subo al nuestro. Veo que hoy será día de "Chismes en el auto" entre mis hermanas, y eso se trata sobre ellas criticando a alguien o algo, y eso me incluye a mi, a mis padres, hasta a el chófer, todos menos ellas mismas. Yo soy la única que queda en el colegio, ella están en la universidad, Camila estudia diseño de modas y Lucía estudia cosmetología... A mi parecer, no me parecen estudios tan llamativos, pero cada quién con su cada cual. Me pongo mis Audífonos por Bluetooth y escucho las notas de voz de Eugenio que tengo en mi WhatsApp. Eugenio es mi mejor amigo, hacemos tareas juntos, salimos juntos... Nuestra amistad parece una relación pero no lo es, ya que nunca he tenido novio. Por un tiempo, él intento que saliera con su hermano, popular, deportista, pero su belleza era lo único que tenía para ofrecer, porque carecía de personalidad e inteligencia, y sí, soy popular en mi colegio, soy la más aplicada en mi clase, no tengo muchas amigas cercanas porque la verdad no conecto con otra persona que no sea Eugenio. Si, me invitan a muchas fiestas pero no es lo mío, prefiero quedarme en casa mirando una serie en Netflix, o leyendo un libro, o tomando té, oyendo música. Soy esa clase de persona que no necesito tener atención y disfruto pasar tiempo conmigo misma. Tengo la belleza y la inteligencia bien definidas, así que no necesito nada más que a mí misma.
—Recuerda que hoy tenemos un debate de biología— Escucho que me dice Eugenio en la nota de voz.
—¿Estudiaste?— le escribo.
—Para un 11 😎— me responde. — ¿Y tú?—
—Para ser la mejor — Le respondo.
Miro hacia mis hermanas que ya se van del auto. Literalmente siento que el chófer al fin ha soltado el aire que tenía contenido y lo miro por el retrovisor.
—Oye Jhon, difícil escuchar a esas dos ¿No?—
—Sabe cuál es mi respuesta, señorita— y me mira por el retrovisor sonriendo.
No puedo evitar reírme por la cordialidad de Jhon, él no las soporta, aunque siendo sincera nadie las soporta, pero su trabajo es sólo conducir sin decir nada. Jhon ha sido nuestro chófer por más de 5 años, le veo como un compañero de carretera más que nuestro trabajador. Es por eso que a veces lo analizo físicamente para saber que todo está bien con él, aunque ésta vez noté que tenía vendada su mano derecha, justo en la parte de los nudillos... ¿Acaso....?
—Hey Jhon, ¿Estuviste en una pelea?— le pregunto un poco preocupada.
Él mira rápidamente sus nudillos afectados y los esconde un poco, esa es la confirmación que necesitaba para saber que realmente estuvo en una pelea.
—Señorita, me golpee la mano contra una pared haciendo un trabajo de la casa— lo dice sin mirarme, me supongo que no quiere hablar de eso y puedo respetarlo.
En fin, ya llegamos a mi colegio y sólo me faltan 5 minutos para entrar a clase, suerte que mi primera clase es en pasillo principal.
Sol
Me apresuro a llegar 2 minutos antes de iniciar la clase y Eugenio me está guardando un puesto al lado de la ventana, cómo siempre. Entro rápidamente al salón y resoplo.
—Mi héroe—, porque todos los asientos estabas llenos —Gracias por guardarme un sitio, Genio.— le sonrío y hacemos nuestro saludo de siempre, juntamos las manos, estiramos moviendo los dedos y decimos "Champions" guiñando un ojo.
Siempre hacemos eso cada vez que tenemos un examen. Éste se trataba sobre el Genotipo y Fenotipo en biología, Genio y yo siempre estudiábamos todo sobre todo, y antes de iniciar cada clase hacíamos un repaso sobre lo que estudió el otro, redactábamos preguntas para derrotar a los demás y ser los mejores. Definitivamente yo quería ser abogada, tenía el ímpetu y la seguridad de mi padre, siempre que venía un reto me sentía indestructible. Pero justo ese día no pudimos redactar las preguntas juntos porque llegué casi al raz y él las hizo sin mi, así que tuve que confirmarme con ello. Entra la profesora y lo primero que dice:
—¿Están listos? Bolsos al rincón y pongan los asientos agrupados y en frente a sus compañeros.—
De manera que Yo me puse de espaldas a la ventana y Genio a mi lado.
A ambos lados habían compañeros intentando mirar nuestras notas, pero yo las voltee contra la mesa con actitud ganadora. Amaba eso.
—¿Quién empieza?— pregunta la profesora.
—Cómo si no fuera obvio— Responde Sergio.
Sergio es un estúpido compañero de clases que me detesta porque un día le dije que no estaba a mi nivel, y si, suena cruel, pero ¡Él decía que yo estaba detrás de él cuando era totalmente al revés! Entonces ¿Quién se cree que es? Así que en frente de los estudiantes en la cafetería enseñé una nota de voz de WhatsApp de él mismo borracho diciendo estaba enamorado de mí y que no sabía qué hacer para que yo aceptara salir con él. Cuando llegue a casa me dí cuenta que me bloqueó de todas las redes, y literalmente sólo pensé "¡Qué bueno, uno menos!"
Desde entonces, me odia y siempre hace comentarios así, pero no me dejó intimidar y la profesora adora que yo sea así, entonces sonreí y dije:
—¡Ah Sergio, por lo visto recuerdas cuál es tu lugar!— Pero pensándolo bien no iba a ser tan directa, así que miré a mi alrededor y vi una chica que sinceramente me pareció que no había estudiado en lo absoluto, así que decidí ayudarla y empecé con ella.
Le hice preguntas súper sencillas sobre las definiciones generales del tema y ella me vió diciéndome "¡Gracias!".
—¿Estás de acuerdo con su respuesta Sol?— Me pregunta la profesora.
—Totalmente, me pareció que fue directa, sencilla y precisa— le respondí. Pero con ese humilde gesto, Sergio no se podía quedar callado.
—Entonces, protectora del pueblo, ya que estás de acuerdo con su respuesta, quiero que me digas ¿Quién inventó el Fenotipo y Genotipo? y en qué año, por supuesto— Me miró con su cara intentando intimidarme.
¿Acaso tengo que recordar quién es la inalcanzable? Sonriendo abiertamente y mirándolo directo a los ojos, le respondí:
—Realmente nadie pudo haber inventado algo que ya existía entre nosotros, en nuestro organismo, si acaso te puedo decir que el botánico danés Wilhelm Ludvig Johannsen nacido en el año 1857 y fallecido en 1927 definió los conceptos de genotipo y fenotipo así: “El fenotipo es el carácter físico de un individuo, el genotipo es su constitución genética”— Hasta Genio estaba sudando, pero Sergio me miró con su cara de ¿No te hace falta algo? y eso me recordó: —Y bueno, antes que te creas ganador, el danés en 1909 acuñó la palabra gen como abreviatura de pangen (un término usado en el XIX), poco después, hacia 1911, introdujo las palabras genotipo y fenotipo— sonreí, miré a Genio que estaba sonriente también y luego a la profesora que me miraba con orgullo.
Y ahora me toca a a mí atacar.
Hades
Estoy pensado en la carga que va a llegar hoy en la madrugada... Con sólo 24 años he logrado cosas que hace unos 10 años jamás hubiera imaginado, soy el Pran de ésta cárcel de máxima seguridad no porque lo elegí, fue supervivencia. Sólo tenía 19 años cuando entre aquí y todo por culpa del Maldito Ignacio Méndes, fiscal general de la República. Sí, yo cometí un delito, pero fue justo lo que ellos mismos me dijeron que hiciera, el fiscal y el gobernador. Cuando entré aquí era un tipo huérfano que aprendió a robar para sobrevivir en las calles, un chico que cuando salió del orfanato y respiro aire de sentido libre, ese estúpido lugar que me pegaban todos los días porque decían que era hijo de una drogadicta, hasta que un día me harté y le dí una paliza a una de las cuidadoras que me pegaba, esa fue la primera vez estuve en la cárcel, era la correccional de menores, la justicia me condenó a 1 mes de prisión por golpear a mi cuidadora, pero no tomaron en cuenta que yo me estaba defendiendo, me sentí como una mierda. Salí y volví al orfanato, pero ya nadie me pegaba, me tenían miedo. Mejor Así. Cuando salí aprendí a robar en las calles, empecé robando frutas y terminé robando celulares, y qué ironía que nunca me encarcelaron por eso, conocí a chicos que se la pasaban en fiestas, con mujeres y alcohol, y Vi como todos se drogaban como mi madre, y yo nunca lo hice. Quería dejar de robar, quería dejar de estar en las calles, quería dinero para rentar una casa, entonces lo conocí, conocí a la persona que me ayudó a alcanzar eso, que me enseñó a disparar, que me enseñó a vender, que me enseñó a enfrentar a las personas, a no tener piedad, a mirarte a los ojos y someterte... Le decían Diablo. Nunca supe su nombre real, y lo conocí una madrugada, mientras estaba con una mujer en la oscuridad de la discoteca.
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