YULIANA MONTOYA

Hola, mi nombre es Yuliana Montoya, soy casada y tengo 40 años. Si, se que es extraño hablar de la vida de una mujer madura, pero... Siempre hay una primera vez. Y esto créanme no es algo muy fácil de decir y mucho menos de entender.

Cómo es que alguien como yo, ha llegado a cierto punto teniendo ya una familia formada. Una vida echa con pequeños, y una estabilidad que, bueno yo espero que lo entiendan y que no me juzguen.

Tal vez en algún momento, a más de alguna le ha pasado y simplemente lo han ocultado y enterrando muy profundo, por qué no han tenido el valor de sacarlo y enfrentar lo que conlleva.

Hoy vivire una nueva etapa de mi vida, algo desconocido y que por ende, que nosotras las mujeres maduras nos desestabiliza.

En mi camino encontraré muchas cosas que en lo personal, no estoy acostumbrada.

Mi esposo como siempre en el trabajo, pero aunque no lo estuviera, es como si estuviera sola en casa.

Tenemos problemas cómo todos, pero hay ocasiones en los problemas nos arrastran y se siente que ya no se tiene solución.

Yo soy Marcos Landeta, tengo 36 años, soy soltero pero muy pronto dejaré de serlo. He encontrado a una mujer divina, aunque muy poco la vi, lo que vi me impacto y lo que he investigado es que es una mujer casada con hijos, pero metida en un matrimonio que prácticamente está muerto.

Que a qué me dedico, pues... Mejor dejo que lo descubran conforme lean, pero necesitan tener la mente abierta.

Solo puedo decirles que a pesar de lo que soy, me entrego completito. Por qué en mi mundo la mujer aparenta sofisticación pero es interesada, superficial, plástica y sin un poco de cerebro. Capaz de vender su cuerpo por unos cuantos pesos y aspiran en ocasiones a más de lo que se merecen.

Sin embargo no son capaces de sacrificar su escultural figura por tener una familia. Su pensamiento solo es dinero, joyas y lujos. Y eso lo odio, ya que no encuentro un tema de conversación con ellas, sin que se quieran meter entre mis piernas para complacerme o ganarse mis favores. Sin embargo, quien en su sano juicio no querría un poco de placer mientras llega la indicada. Si eso es lo que les gusta, esas mujeres se venden al mejor postor, no tienen ni el más mínimo respeto por si mismas. Pero lo que me sorprende es el valor que tienen por fingir un amor que no sienten con tal de pertenecer a una vida de lujos.

Pero también hay mujeres que hacen el trabajo de un hombre y eso es admirable, tanto se meten en ese papel que se olvidan de ellas mismas. Y verlas de ese modo, es impactante y admirable.

No cabe duda de que hay mujeres que son todas unas reynas, que no necesitan de un hombre para salir y menos de regalarse para tener un peso en la mesa.

Entre ellas está mi chiquilla, y aunque no quiera me robo el corazón está condenada, y saben que..? No me importa su edad, no me importa si tiene veinte hijos, si está pasadita de peso o si tiene arrugas o estrias. Lo que me importa es que es una mujer sensilla, hermosa dedicada a sus hijos y a su hogar.

La pregunta es: Por qué me gustó? Nombre eso es algo difícil de explicar.

Pero lean y ahí encontrarán tal vez las respuestas a las preguntas .

He encontrado al amor de mi vida. Y juro que la haré mia para vivir juntos hasta el último suspiro. Oponganse quien se oponga.

Mi día es un día como todos, a diferencia de lo que se pueda pensar de una ama de casa, los días transcurren de diferente manera. Y creo que hoy no sera la excepción.

Cómo todas las mañanas me tengo que levantar para darle el desayuno a mi marido, ya que se va a trabajar. Son las 5 am y yo acomodando todo lo que debe de llevar, mientras que él se la pasa durmiendo en el baño, a veces no entiendo cómo es que solo se levanta temprano para ir al baño y dormirse en el.

Este hombre me desespera en ocasiones, Anton es el nombre de mi marido, es alto, moreno y pues no está gordo, pero tampoco está delgadito, sin embargo, no puedo decir que soy feliz.

Tengo una hija de 4 años, ella ha sido mi mayor motivación, pero... Se han de preguntar por qué no dejo a mi marido si no soy feliz. Bueno, la respuesta es fácil, por mi pequeña. Ella adora a su padre, al levantarse lo primero que hace es ir a verlo donde esta, si ya desayuno y si no lo ha echó, le pide cafecito también para acompañarlo. Es una costumbre que adquirió cuando empezó a ir al colegio.

Ella adora a su padre, y si! Yo sé que me dirán que soy una tonta, pero a veces ponemos la felicidad de nuestros hijos antes que la de nosotros mismos.

También se preguntarán por qué no soy feliz? Bueno retrocedemos cinco años atrás y les explicaré.

5 AÑOS ATRAS

Yo me había juntado con Anton sabiendo que ya había tenido una familia, yo fui una mujer casada que se divorcio por problemas fuertes. Entre ellas los golpes y maltratos a los que fui sometida por cinco años de matrimonio, y antes de divorciarnos, yo estaba embarazada, no se logró ya que quien fue mi pareja me golpeó hasta que se canso, ahí perdí a mi bebé.

Sentí que el mundo se me caía encima, me llene de ira, de odio, me llene de todos los sentimientos habidos y por haber. Quería venganza, quería destruirlo con mis propias manos. Peor aún, cuando me dijeron los médicos que no podría ser mamá, que jamás podría serlo.

Eso temino por darme el tiro de gracia. Intenté aferrarme a qué eran diagnósticos equivocados o tal vez habría un error, pero no.

Siempre me decían lo mismo, entonces deje de insistir. Dure ocho años en soledad para poder sanar mi corazón y mi alma, años en los que me dedique a trabajar, a salir adelante aún con mi dolor. Sabiendo que ese hijo de puta, se había casado y era feliz con una teibolera que encontró en un bar.

Lo que son las cosas, lo que yo jamás hice de traerlo todo sucio, mal planchado, mal arreglado. Esta tipeja si lo hizo. No solo a él, también a las niñas que procrearon.

Tanto era así, que él me miraba y escondía la cara, o trataba de caminar lo más rápido posible.

En fin, cada quien recibe lo que merece.

Cómo les decía después de ese lapso de tiempo, me junte con Anton sabiendo su situación. Acepte a sus hijos, los cuide y crié cómo si fueran míos... Pero sorpresa, se enteró la ex mujer y regreso como la madre abnegada, reclamando a sus hijos.

Yo solo reía, y miraba de lejos, mientras no se metiera conmigo no había problema... Pero si se metió.

Esta señora empezó a despotricar en contra mía, diciendo que yo era la amante, que yo destruí un hogar, cuando la realidad era otra.

Ella se fue dos años atrás con alguien más a otro estado dejando a sus hijos al cuidado de Antón, solo regresaba a su hogar cuándo ocupaba de dinero y el pobre Anton ahí estaba.

Dándole dinero, comida y techo, el pobre se conformaba con cogidas ocasionales de parte de ella, y eso sí tenía ganas. Que como lo sé? Ja, tal pareciera que yo tenía que saberlo que la pobre mujer me lo dijo con orgullo, tal vez para descepsionarme o no lo sé con qué intención.

El chiste es que el veneno no se hizo esperar, y aunque en un principio no le creí, pues quien me lo confirmo fue mi querido Anton.

En serio puede haber hombres tan idiotas y faltos de amor propio? Pues si, los hay. De toda clase.

Bueno, para no hacerla larga, en diciembre regreso y en enero se llevó a su hijos. Vaya un fuerte golpe para Anton, ya que no esperaba que sus hijos se fueran así de fácil. Pero ya sabrán con que tipo de engaños fue que se los llevó cierto?

El chiste es que después de su partida, algo que él no sabía, sino que se enteró dos días después. Cayó en una profunda depresión, y quien creen que estuvo ahí para sacarlo, pues obviamente yo.

Con decirles que ni ir a trabajar quería. En ese momento yo lo entendí, sin embargo, creo que no debí haberme esforzado.

Me eche a mis espaldas el peso y la responsabilidad de algo que a mí no me beneficiaba.

Así pasaron unos meses, luchando constantemente por levantar a quien decía yo era mi amor.

No siempre lo que se ve, es la realidad. Según yo estábamos bien.

En una ocasión me empecé a sentir mal, no sabía que era lo que pasaba, me dolía mucho mi vientre. Por ende le dije a Anton. Lógicamente que al llegar me llevo con un médico que de entrada despues de revisarme me dijo que estaba embarazada.

Obviamente no podía creerlo y empecé a reírme, Entre mi decia: " Este hombre está loco " algo que Anton apoyaba, para darles el gusto me acompaño a hacerme unos estudios al otro día, así como un Eco.

Pero sorpresa! Si estaba embarazada y de 4 meses. Eso no podía creerlo! Yo embarazada? Era algo ilógico, no se suponía que me habían dicho los médicos que no podría tener bebés. Entonces por qué estoy embarazada?

Que paso? Que cambio? Pues no lo sé, el chiste es que siempre si.

Todo era felicidad, todo era mimos y cariños.

Pero... cómo dije, no todo es lo que parece.

Solo transcurrieron tres meses, para caerme de dónde estaba.

Descubri a Anton en platicas con una mujer de redes sociales.

De echo no lo sabía, si no es por qué esa misma mujer me manda capturas de lo que platicaba con ella, y no fue solo un saludo y hasta ahí.

Eran platicas sexuales, con fotos explícitas de sus partes íntimas, diciéndose cuánto se deseaban y querían verse, que era lo que querían hacerse y como lo querian. Ahí fue dónde yo sentí que se me caía el mundo. Volví a sentir otra vez el dolor atravesar mi corazón. Prepare mis maletas y espere a que Anton llegara. Quería saber por qué es que había echo eso.

Si yo jamás le negué nada, nunca le prohibi nada. Lo primero que yo hablé y le dije que jamas me engañara, que no me hiriera, que si no estaba a gusto era mejor hablar y retirarnos.

Pero no, hizo lo contrario... En fin, espere para enfrentarlo y que me dijera en mi cara que era lo que necesitaba para que hiciera lo que hizo.

Obviamente llegó, pensó que no sabía nada. Un beso mentiroso me hizo explotar y decirle lo que ya sabía, y el asco que me producía siquiera que me tocará.

Pero él, no dijo nada. Solo se sento y mantenía la cabeza agachada, tenía tanta rabia que lo abofetee por qué no merecía eso, no merecía una traición a esas alturas de mi embarazo.

No pude más y salí con las maletas en mano, sin importarme a dónde fuera, no era de esta cuidad así que, que más importaba a dónde me fuera, mi ciudad estaba lejos como para regresarme, solo tenía para un cuarto de hotel y el taxi, así que tenía que salir y respirar porque sentía que me ahogaba.

Sin embargo, no llegue muy lejos, tal parece que le entro el remordimiento y me siguió hasta donde estaba quitándome las maletas, y pidiéndome que hablaramos.

En ese tiempo no niego que lo amaba más que a nada. Pero las cosas cambian, pero no para bien... Para no hacerlo más largo, acepte pero ese fue mi error. Perdonar lo que yo no creía perdonar.

Así paso el tiempo, error tras error, mentiras, engaños, traiciones... Él pensaba que yo no lo sabía, que me tenía tapada de los ojos. Ahí es cuando empezó mi cambio.

Ya nada era igual con él, llegó el momento en que día luz a mi hija.

Y a pesar de eso, no cambio. Siguió en lo mismo, no aprendio, pero aún así seguí por qué no podía salirme, una cesárea no es cualquier cosa, y peor aún lejos de tu tierra natal.

Así pasaron los años, con muchos problemas con su ex, su familia, sus hijos y como ya entenderán mi corazón se hizo con una coraza que la única que pasaba esa barrera era mi hija. Mi único tersoro.

Pasados cuatro años, si cambio. Para bien, pero ahora quién no lo acepta soy yo, y no por eso soy una mala mujer. Entendí que nosotras las mujeres no podemos recibir solo migajas. Ahora me hecho más fuerte, soy independiente a pesar que sigo viviendo a su lado, no trabajo pero es como si lo hiciera.

Aunque no les puedo negar que dentro de mi, la autoestima quedó por los suelos, que los dolores del alma los sigo llevando, pero no dejo que nadie los vea por qué son armas para que la demás gente te lastime con eso mismo.

La única que sabe de mis dolores y problemas es una amiga muy querida, llevamos muchos años de conocernos y siempre hablamos por teléfono. Ella es la causante de este nuevo dilema.

Sin embargo, hay un pequeño detalle, estoy nuevamente embarazada después de cuatro años cuidandome, si. Así como lo leen, estoy embarazada, mi bebé no es un error, eso jamás lo he pensado, pero la maldita pastilla del día después no funcionó. Y heme aquí embarazada de casi tres meses. Pero esa es otra historia.