Nuevamente estoy viendo la misma escena, todos a mi alrededor visten de negro, incluso yo.

Frente a mí dos ataúdes están siendo bajados hasta esa fosas, ahora las están cubriendo con tierra, puedo escuchar los lamentos, creo que incluso puedo anticipar lo que diran y quiénes lo dirán.

- Es tan injusto, tenían una vida por delante.

Oh claro esa es la Condesa Estiff, y ahora, la próxima que hablará será, por supuesto la baronesa Braigthon.

- No hay explicación para tal tragedia... lo siento tanto por esos pequeños.

Claro que puedo anticipar lo que cada uno dirá, si esta es la cuarta vez que los escucho.

Ah! y por supuesto como olvidar a las estrellas principales, junto a mí los orgullosos hermanos De las Rosas.

Él es el primer bastardo arrogante y quién será él próximo Duke De las Rosas, Dimitri, a su lado él segundo bastardo desquiciado, Kieran De las Rosas, oh y claro él pequeño bastardo manipulador Celdik De las Rosas, y al final estoy yo, Calanthe De las Rosas.

Ahora mismo siento como las lágrimas corren por mis mejillas, será debido a que mí madre está en ese ataúd o por que aún siento tan vivido el terrible dolor que sufrí en mi última muerte.

Quien imaginaria que algo como la regresión es posible, pero desgraciadamente para mí es una realidad.

Otra vez en el mismo lugar que la primera vez que volví en el tiempo, pocas cosas fueron iguales en mis tres vidas anteriores.

La primera cosa que hasta hoy ha sucedido de la misma forma es que siempre regrese cuando esto sucedía, el día del entierro de mi madre biológica y mi padre adoptivo. Las personas siempre dicen los mismos comentarios durante el funeral, y uno esperaría que así como se dice en las historias de reencarnación, todos los hechos como en la vida anterior se repitan, falso.

Aprendí que eso es falso, después de mí primera regresión, y luego de que se terminara el funeral, mis hermanos adoptivos y las personas en general no se comportaron o realizaron las mismas acciones que en mi primer vida. Claramente por eso es que morí tres veces, nunca pude anticipar lo que esos bastardos harían.

Las personas a mi alrededor hablaban de mi cómo una persona afortunada, y para mí no hay persona más desgraciada que Yo. En un comienzo también pensé de esa forma, creí que era afortunada por tener una gran familia, el primer golpe de realidad fué la muerte de mis padres y el segundo el odio de mis hermanos adoptivos.

Pero cómo es que hoy estoy aquí con el apellido De las Rosas, cuándo no tengo ningún tipo de lazo de sangre con esta familia?

Bueno todo empezó cuando yo tenía ocho años. Mi madre Iris se convirtió en viuda después de que mí padre él Conde Gerard Tifferet muriera en la guerra, yo nunca conocí a mí verdadero padre ya que él partió a la guerra cuando mí madre estaba embarazada de mi. Durante ocho años mi madre se hizo cargo del Condado Tifferet, entonces fué cuando llegaron las malas noticias, el Imperio Romessa gano la guerra pero mi padre murió en ella.

La ley en Romessa no permite a las mujeres heredar títulos nobles, por ende tampoco puedo heredar las propiedades que corresponden a dicho título.

Mi madre y yo lo perdimos todo de un día al otro, la familia Imperial era ahora dueña del título de Conde y de todas las propiedades de mi padre. Lo único que se le fué dado a mi madre fué una pensión por el servicio que presto mi padre en la guerra.

Entonces mi madre decidió que nos mudaramos al territorio del Ducado De las Rosas, era el lugar más seguro y dónde más oportunidades de trabajo habían para una mujer viuda o soltera, como la pensión que le fué otorgada a mi madre apenas era suficiente para pagar el alquiler del lugar donde vivíamos, mi madre decidió hacer uso de su mejor habilidad que era hacer ropa, de esta forma mi madre se ganaba la vida y aunque no teníamos mucho nos era suficiente mientras estuviéramos juntas.

También gracias a la destreza de mi madre en la costura fué recomendada para hacer la ropa del mismo Duque Sebastián, él Duque fué quien busco a mi madre debido a una recomendación y como él mismo más tarde le confesaría a mí madre se enamoro de ella a primera vista.

Era hasta entendible mi madre era una belleza poco común, con una abundante cabellera rojiza como pocas se habían visto en el Imperio, ojos azules tan profundos como el mar, una voz muy suave y por supuesto la personalidad de mi madre era lo que la volvía aún más encantadora.

Al igual que mi madre él Duque Sebastián era viudo, y también como mi madre tenía hijos, tres hijos varones.

Dimitri él mayor tenía el color de cabello de su difunta madre un color plata muy bello y los ojos rojos del Duque, Kieran y Celdik que eran los otros dos, y tenían todas las características de su padre él Duque, cabello rubio y ojos rojos.

El Duque no tardo en demostrar su interes por mi madre, y poco a poco la fué cortejando, a menos de un año de haberse conocido se casaron y es ahí donde entro yo a esa maldita familia.

Él Duque fué una buena persona conmigo, incluso podía notar que él me apreciaba y era sincero. Cuando se caso con mí madre me dió su apellido, convirtiéndome en su hija adoptiva.

Yo también creí que tener una familia nueva, con un padre y hermanos era una bendición. Era feliz porque mí madre era feliz.

Cuando comenzamos a convivir trate de acercarme a mis nuevos hermanos, de llevarnos bien, no funcionó, ninguno de los tres quería saber de mi. Me esquivaban todo el tiempo, dónde fuera que yo estuviera ellos no irían, en las únicas ocasiones que nos reuníamos era en las comidas y a veces Dimitri se excusaba diciendo que comería en su habitación porque tenía mucho por estudiar, pero yo sabía bien que no se debía a eso, de todos ellos el que más me a odiado a sido él.

Fingí todo el tiempo estar bien y que aquello no me afectaba, no quería generar un problema en la que siempre fué una familia armoniosa.

Pero evidentemente después de la muerte inesperada de nuestros padres en un naufragio todo se vino abajo, ahora ellos no tenían porque ocultar su desprecio ante mí, y no lo hicieron, al menos no se guardaron nada dentro del Ducado, porque para las personas que no eran del Ducado nosotros nos veíamos como cuatro hermanos que se preocupaba los unos por los otros.

Nunca en mi vida odié algo cómo esté maldito apellido, del cuál no me pude deshacer hasta el último día de cualquiera de mis vidas, fuí una idiota por tratar de llevarme bien con esos bastardos, debí odiarlos desde el principio, como ellos me odiaron a mi.

Estoy cansada de todo, las veces que morí, ni siquiera quiero recordarlas, mi propósito es que está sea mí última vida y no quiero estar hasta el último día de mí vida atada a estos malditos.

Tengo muchos inconvenientes por delante ya que nunca nada ha sido igual, pero tal vez este sea mi mayor beneficio, podre moldear mi destino yo misma.

Después que se terminó el entierro de los Duques, llegó el momento de regresar al Ducado De Las Rosas.

[Ya puedo imaginar la incomodidad cuando estemos juntos todos en el carruaje.]

En ese momento Calanthe solo pensaba en llegar al Ducado y desaparecer de la visita de sus hermanos, el aire en el carruaje se volvía cada vez más pesado hasta el punto en que le costaba respirar, justo frente a ella estaba sentado Dimitri y para empeorar las cosas el no sacaba su vista de ella, Calanthe intento fingir que no se daban cuenta de esto, pero le estaba costando mucho.

Al fin llegaron al Ducado Calanthe ni siquiera le dió tiempo a que cualquiera de ellos hablara y fué directo a su habitación.

Al parecer esta actitud los tomo por sorpresa, pero el mayordomo que los había salido a recibir dio una explicación a que se podía deber aquello.

- Joven Duke debe entender a la Señorita, debe estar en shock aún, a perdido a su padre en el pasado y ahora también a su madre, debería darle un tiempo antes de hablar con ella.

Dimitri lo penso por un momento y le dijo.

- Tienes razón Marc aún no es tiempo, pero no soy alguien paciente y ella deberá entenderlo..

- Entiendo Joven Duque..

Los tres hermanos dispusieron a entrar a la mansión, mientras que el mayordomo tardo un poco en seguirlos.

Marc tal vez por ser una persona mayor o de experiencia mayor que la de los ahora jóvenes huérfanos podía notar mejor los sentimientos de cada uno.

Dimitri él mayor y próximo en ser Duke, se había tomado muy en serio su papel como líder de la familia, tanto así que a los ojos de Marc pareciera que hasta había omitido el luto.

[ la frialdad de un líder] penso Marc.

Kieran y Celdik se notaban más afectados, tal vez por su edad o su forma de ser, pero no podían ocultar sus sentimientos como Dimitri.

Pero no era por hacer una comparación entre que desgracia era mayor, pero definitivamente la Señorita Calanthe estaba viviendo una peor situación .

La niña de doce años lo había perdido todo, a su padre, a su madre e incluso a su entonces padre adoptivo, los tres jóvenes también habían perdido a ambos padres, pero se tenían los unos a los otros, y la pequeña Calanthe no tenía tal suerte ya que ella termino quedandose en medio de tres desconocidos y nisiquiera contaba con algún pariente de sangre.

No era un secreto para los empleados del Ducado que los tres hermanos no tenían la mejor relación con la Señorita Calanthe, y ahora ella involuntariamente para bien o para mal estába atada a ellos, o más bien atada a el apellido De Las Rosas.

[ que crueles han sido los dioses contigo, pequeña] Este era el pensamiento de Marc con respecto a Calanthe y eso que el desconocía el resto de la historia sobre ella.

El mismo pensamiento estába teniendo Calanthe, tirada en su cama cubriéndose el rostro con una almohada.

-[ si es que en verdad existen los dioses supongo que han estado descargando toda su irá en mi, de otra manera no podría entender está desdicha]

Calanthe podía haber vivido tres vidas y comenzar la cuarta pero su cuerpo ahora era el cuerpo de una niña de doce años, el cansancio le gano y termino durmiendose.

En el medio de la profunda noche, en la mansión un profundo silencio se había apoderado del lugar. Ese silencio fue cortado por pasos que no sonaban como si trataran de ocultarse, los sonidos de las pisadas siguieron hasta defenderse frente a la habitación de Calanthe.

Un pequeño par de golpes fueron dados a la puerta, tras no recibir respuesta la manija de la puerta giro.

Con un sonido casi imperceptible de "tak" la puerta ya estaba abierta.

Tras esto, una figura masculina ingreso a la habitación, observó desde la puerta hacia el interior de la habitación, después de un momento camino hacia la gran cama donde reposaba la Señorita Calanthe.

La figura se quedo parado a un lado de la cama, observando en dirección donde estába Calanthe.

De repente una mano enguantada estába secando las lágrimas que todavía mojaban el rostro de Calanthe, y después casi como un suspiro dejo escapar algunas palabras.

- Has dormido llorando, eso no es bueno...

Totalmente desconociendo lo que había ocurrido la noche anterior, Calanthe decidió que ese día iría a hablar con Dimitri.

Omitiendo el desayuno ella fué directamente a verlo, al ver el rostro de Dimitri, Calanthe penso que era lo que ella hacía ahí?

- Buenos días joven Duke.

- Buenos días Calanthe, siéntate, me dijo Marc que querías hablar conmigo.

- Así es, y tal vez estoy siendo imprudente en estos momentos, pero en verdad necesitaba hablar de esto.

- hablar... de que?

Al ver el leve cambio de su tono de voz y su ceño fruncido, Calanthe entendió que él joven Duque había malinterpretado algo en su conversación.

- Bueno creo que antes que nada debemos ser sinceros , Yo no les agrado ni a ustedes no ningún de mis otros dos hermanos, tampoco fué mi elección terminar de esta forma, siendo una carga para esta familia, así que joven Duque para evitarnos malos momentos, que le parece que yo viva en el anexo hasta que cumpla mí mayoría de edad juro que no me verán y luego de eso seguro me casare..

- Alto, ya basta Calanthe, hablas mucho.

- eso significa que...

- No es eso, si es lo que deseas lo mandaré a hacer...Hay algo más que quieras decir?

- Oh no, gracias Duque por su consideración.

En verdad Calanthe tenía en la punta de la lengua muchas cosas que quería decirle, pero no se atrevía no era el momento

Calanthe se retiro dejando solo al ocupado Dimitri, quien no pudo concentrarse mucho después de tener aquella conversaciones.

Calanthe por su parte se encerró nuevamente en su habitación y agradeció por no encontrarse con los otros dos hermanos.

Ella estaba en un estado de confusión, por qué él Joven Duque había accedido de forma tan fácil, Calanthe no sé había imaginado nunca un escenario como aquel.

De todas formas ella estaba feliz con lo que logro, en ese anexo los planes para su futuro serían desarrollados

Sin mucho de lo que repararía el día después del funeral de los Dukes había terminado.

Ya había pasado más de una semana del entierro de los duques, durante ese tiempo Calanthe no salió de su habitación, su propósito fundamental era evitar a sus hermanos hasta que le indicaran que todo estaba listo para que se mudara al anexo.

En realidad el anexo estába en la misma propiedad y bastante cerca de la mansión principal, pero ahí existía el menor riesgo de toparse a los indeseados.

Calanthe estaba un poco preocupada, ya que se estába demorando un poco el preparar el lugar para que ella se mudara.

Durante un tiempo y contra sus deseos ella debería vivir bajo la tutela de esa familia, para su mala suerte estar en su cuerpo de doce años no ayudaba en mucho, no había muchas cosas que pudiera hacer debido a esto.

Si escapaba,pronto sería encontrada por los guardias de la familia, ya que el honor e imagen de él Duke De las Rosas era lo más importante para ellos y más aún cuando el orgulloso Dimitri está a cargo.

Y en caso de que logrará escapar a dónde iría? que haría para sobrevivir? El mundo fuera del Ducado era igual o peor de cruel, por lo menos en el ducado tenía comida y un techo asegurado, la pregunta correcta sería cuánto aguantaría antes de terminar con el mismo trágico final de siempre.

-[ mmm hay algo en que sea particularmente buena? algo que me dé dinero?

Los caballeros tienen una buena paga y va en aumento dependiendo su rango, pero las mujeres no pueden ser caballero y vestirme de hombre no creo que sea posible, recuerdo que cuando crecí mi cuerpo no era nada masculino que digamos, sería imposible ocultarlo.. Bueno tal vez conseguir un permiso especial para trabajar en el palacio Imperial, ah! pero recuerdo la mirada del Emperador sobre mi.. no me daba una sensación buena, además el orgulloso bastardo número uno pondría todas las trabas en mi camino para evitar eso, y tampoco es que me librare de ellos ya que los seguiré viendo... ]

Calanthe estába ocupada con sus pensamientos cuando alguien llamo a su puerta.

-Señorita soy Nina, puedo pasar?

- Adelante.

- Buenos días Señorita, como se siente el día de hoy?

- Buenos días Nina, bueno creo que estoy bien, gracias por preguntar.

- Bueno me alegra que sea así, ya que el maestro a solicitado que se presente al almuerzo de hoy..

- Qué!

- Es lo que dije Señorita..

- Que pasa si me niego?

- Bueno no creo que le pase nada, pero no sería bueno para la relación entre ustedes y tampoco para el honor de la Señorita, entiende?

Calanthe guardo silencio por un momento y en su cabeza analizo las posibilidades.

- [ tiene sentido, aunque no me interesa ni tener una buena relación ni mi honor, cuánto ya lo e intentado, estoy arta de las apariencias, pero si Dimitri me llamo es por que quiere decirme algo, dudo que dese tener una agradable reunión familiar]

- Esta bien Nina, iré.

- Me alegra que la Señorita sea sensata, la ayudaré a prepararse.

Mientras Nina arreglaba a Calanthe ella recordó el pasado que tuvo con Nina.

- [ Nina es la única que me agrada, siempre fué amable con migo, los demás empleados también lo eran pero en sus miradas podía ver cómo me veían con lastima y a menudo decían " pobre Señorita", yo no quiero su lastima me hace sentir miserable más aún. Nina en cambio nunca dijo tales cosas, y nunca me miró de tal forma, pero no puedo confiar en ella, Nina es sincera conmigo pero su lealtad es del Duque De Las Rosas]

- Termine Señorita, le queda muy bien este peinado.

- Gracias Nina.

- Ahora la guiare hasta el comedor.

Lo que desencadenó que Calanthe terminara teniendo un almuerzo con sus hermanos, fué una conversación que tuvieron ellos tres, unos días atrás.

- Por qué hermano?

- Kieran basta, te lo tengo que explicar de nuevo?

- Pero yo también estoy de acuerdo con Kieran hermano.

- Celdik tú también? A ver de que familia somos? Respondan!

- La familia más prestigiosa después de la familia Imperial del Imperio Romessa, él Duke De Las Rosas.

- Me alegra que no lo hayan olvidado. Entonces, qué es lo que la Familia De Las Rosas valora más?

- El honor, cumplir su palabra y mantener su prestigio.

- Entonces sabiendo eso porque siguen discutiendo.

- Pero hermano yo no la quiero, la detesto, es bulgar, su lugar no es con nosotros.

- Baja la vos y deja de decir esas cosas Kieran, alguien puede escucharte. Nuestro padre decidió casarse con su madre y darle nuestro apellido a ella también, ella no ahora sino que desde el día que comenzó a portar el apellido de nuestra familia, es un miembro oficial de la familia ducal De Las Rosas, así que quieran o no, no hay nada que se pueda hacer.

- Por el momento.

- a que te refieres con eso Celdik?

- Por el momento será un miembro de nuestra familia, ella es una mujer, cresera y deberá casarce, entonces ya no llevará nuestro apellido, estoy esperando asnioso por ese día.

- Tienes razón Celdik! eres brillante, por que no la comprometemos ahora y que se vaya a vivir a la casa de su prometido?

- Cállense los dos antes que me hagan perder la paciencia. Ya les dije lo que se hará, y no se olviden del almuerzo que tendremos en dos días, ahora vuelvan a sus actividades y no esten diciendo tonterías por todo el Ducado o los castigare.

Esa conversación llevo a el día en que se reunirían los cuatro en la hora del almuerzo.

Los tres hermanos estaban ya en la mesa esperando. Cuando Calanthe entro al comedor pronto divisó a los tres hombres que la miraban sin reparos, el gran comedor, que de día era iluminado por la luz natural que entraba por los grandes ventanales y en las noches por el gran candelabro que colgaba del techo y las múltiples lámparas colocadas en las paredes, que a simple vista no parecían una lámpara sino una pequeña escultura, una obra de arte. La gran mesa de roble y las sillas del mismo material con cogines de terciopelo rojo, complementaban el esplendor del lugar.

En la cabecera de la mesa estaba Dimitri, a su derecha Kieran y a la izquierda Celdik. Lo que Calanthe pensó fué a donde se sentaría ella.

- La Señorita Calanthe está aquí.

- Llegas tarde.

-[Cómo siempre, Kieran no puedes mantener la boca cerrada] esto es lo que Calanthe quería decirle, pero se mordió la lengua y luego los saludo.

- Buenos días hermanos.

- Siéntate es hora de que sirvan la comida.

- Después de un momento de duda Calanthe se sentó del lado de Celdik, pero dos asientos alejados de él.

Cuando todos estuvieron en sus lugares, la mesa comenzó a ser servida, múltiples platos colmaron la mesa, diversidad de ingredientes que eran difícil de conseguir para la mayoría se utilizaba para hacer la comida diaria del Ducado De las Rosas.

Todos se sirvieron algo, menos Calanthe, le era imposible pensar en comer en ese momento.

- Te he invitado a almorzar y no comeras nada?

Las palabras de Dimitri sonaban como una amenaza, así que Calanthe dió una tonta excusa mientras pensaba que agarrar.

- oh no solo no se que comer.

- Si eres tan estúpida que no conoces ningún ingrediente sifisi.

- Basta Kieran, es hora del almuerzo.

- [ sinceramente no me sorprende nada que venga de la boca de ese tipo, no es demasiado meterse con una niña menor que tú, adolescente estúpido?]

Calanthe termino tomando un pequeño sandwich, algo que podría comer rápido y salir de ese lugar, pero sabía que Dimitri le diría algo, así que comió despacio a la par de ellos.

Cuando todos terminaron con su comida, la mesa fué retirada y el té fué servido.Calanthe solo bebió el té, sin postres para acompañar, no había forma de que con la incomodidad que tenía pudiera disfrutar a gusto de sus sabores.

Había un extraño silencio en torno a los cuatro, entonces Dimitri lo rompió.

- No es fácil para nosotros, ni tampoco para tí, ambas partes perdimos a alguien, a pesar de todo tú llevas el apellido de esta familia, por ende nosotros somos responsables de tí, ten por seguro que la familia De Las Rosas cumplirá con su responsabilidad, pero debes saber el peso que conlleva tener esté apellido, debes asumir que eres la princesa del Ducado y comportate como tal, mi padre era tolerante en muchos sentidos, pero yo no, el prestigio de está familia es lo más importante para mí, y no dejaré que nadie lo mancille. Entonces Calanthe has entendido lo que quise decir.?

- [ ja! primero quieres mostrar un lado bondadoso pero lo terminas diciendo como si fuera una carga y luego me amenazas? nunca has cambiado Dimitri, con una doble personalidad siempre. De igual modo jugaré de la misma forma que tú, una doble cara ]

- Claro que entiendo hermano, por eso mismo es que le había pedido mudarme al anexo, quiciera saber cuando será posible eso?

Dimitri no parecía conforme pero le respondió.

- Mañana, mañana podrás estar ahí, tus clases seguirán como hasta ahora, no decepción es al apellido Calanthe.

- Gracias por su preocupación, ahora me retiro.

Calanthe salió lo más rápido que pudo del lugar sin mostrar el desespero que tenía por salir de ahí.

-[Al menos algo bueno salió de esa horrible reunión, no tendré que verlos a partir de mañana, ya no tendré que estar encerrada en la habitación.]

Al siguiente día los empleados mudaron las cosas de Calanthe al anexo, era un lugar muy grande para una sola persona, tenía varias habitaciones, cocina, comedor sala de estar y bibliotecas, era igual de lujoso que la mansión principal pero más pequeño.

Calathe estába satisecha y ahora tenía otro problema por delante, no sabía que hacer para ahorrar su dinero propio.

- [ está me tiene de mal humor]

- Nina podrías conseguirme lápiz papel, pintura, un lienzo o lo que sea para dibujar?

- oh está bien Señorita, en un momento se los traeré.

En un momento Nina llegó acompañada por otras dos mucmas, con todo lo que ella había pedido.

-[ así es en este maldito lugar no hay lo que no tengan]

Calanthe había recordado que cuando se sentía triste, frustrada o estresada dibujaba o pintaba para olvidarse de eso sentimientos, y en ese momento se sentía muy frustrada.

Calanthe primero tomo el papel y un lápiz negro, en el hizo un boceto del jardín, luego plasmó en el lienzo aquel boceto y luego lo pinto, todo el tiempo estuvo siendo observada por Nina, Calanthe se había distraído tanto que nisiquiera lo noto.

- Señorita no sabía que usted tenía tal talento, esto es espectacular!

- De que hablas Nina, esto es un simple dibujo.

- Señorita yo soy su dama de compañia, pero sabe usted que soy la hija de un barón, tuve educación en arte y administración y e aprendido mucho sobre artee, más en este imperio donde es una de las ramas más aclamadas y valoradas, viendo esto podría decir que usted es una genio! Pero por que no termina de pintarlo, está mayormente en negro y solo a pintado algunas flores.

- Está terminando Nina, y gracias por decir lo que me dijiste hace un momento.

- Sí? de nada Señorita.

Nina no lo sabía pero había ayudado a Calanthe a encontrar aquello que la estaba atormentando, algo en lo que era buena, el dibujar y pintar. Algo tan simple como eso daba mucho dinero si se era bueno.

Ahora Calanthe tenía un plan para el futuro.