Sin dudas la vida de Matthew Miller era envidiada por casi todo el mundo, tanto por los chicos del vecindario como por todo el colegio donde asistía, al igual que por sus amigos más cercanos o bien la mayoría.
¿Quién no quisiera estar en sus zapatos?
¿Quién no quisiera estar en ese cuerpo de un metro noventa?
¿Quién no quisiera portar un cuerpo atlético?
¿Quién no quisiera tener esa cabellera rubia desordenada y portar esos ojos azules capaces de llegar hasta el fondo de tu alma?
¿Quién no quisiera tener esa sonrisa fascinante capaz de derretirte por completo?
Matthew Miller sin dudas fue tocado por una varita mágica.
Estar rodeado de chicas hermosas en todos lados, tirarse una nueva cada semana, recibir regalos, ser acosado por las redes sociales hasta el punto de tener que desactivar el timbre de su casa por la cantidad de chicas que buscan conquistar su corazón.
El nació con un don bastante interesante, el poder de generar atracción y deseo en las demás personas.
La envidia en los demás lo rodeaba, eso sin dudarlo, pero también lo visitaba a menudo un poco la soberbia, el creer que todas iban a caer a sus pies desde mujeres mayores y sensuales, hasta la más popular de su colegio.
Débil para la carne, un pobre hombre lujurioso que no puede controlar los deseos más primitivos...
Todo iba bien...hasta que apareció esa mujer de rostro bello y serio frente a sus ojos, su nombre es Hannah, vestida toda de negro, pantalones de jeans rotos en las rodillas, botas oscuras, una campera de cuero, collares, un piercing en su nariz, el cabello oscuro hasta la región lumbar, una piel blanca, delicada y un trasero que madre mía, te aceleraba el corazón a ritmos ilógicos, pero lo que más le llamo la atención fueron sus ojos verdes tan astutos como el de una serpiente.
Creyó que sería fácil conquistarla, que era como las demás, pero fue todo lo contrario, esta chica si pateara su orgullo y generara un cambio radical en su forma de ser llevándolo hasta retar a la misma muerte con tal de estar nuevamente con ella.
Así comienza la historia de Matthew Miller.
Matthew
You wanted control so we waited
(Querías el control así que esperamos)
I put on a show now we're naked
(Puse un show ahora estamos desnudos)
You say I'm a kid my ego is big
(Dices que soy un niño, mi ego es grande)
I don't give a shit and it goes like this
(No me importa una mierda y así va)
Take me by the tongue and I'll know you
(Llévame por la lengua y te conoceré)
Kiss me 'til you're drunk and I'll show you all the moves like Jagger
(Bésame hasta que estés borracho y te mostraré todos los movimientos como Jagger)
I've got the moves like Jagger
(Bailo como Mick Jagger)
I've got the moves like Jagger
(Bailo como Mick Jagger)
—Uhm—Solté un suspiro— ¿Quién fastidia a esta hora? —Inquirí al aire y estire mi mano hasta la mesita de luz agarrando el celular el cual reposaba sobre ella , lo tome con cuidado el mismo no paraba de sonar—Bostece —Que sueño dios mío—Mencione refregándome el ojo derecho con mi mano, luego conteste la llamada quedando casi ciego al ver la luz de la pantalla.
— Si ¿quién habla a esta hora? —Pregunte de mala gana.
— ¿Estas durmiendo aun? —Inquirió Abbie—No te vi en línea desde ayer en el Whatsapp.
—Dios no hables tan fuerte me vas a destrozar los oídos, por favor despacito—Sugeri amablemente
— ¿No piensas venir al colegio? —Pregunto Abbie—Vas a quedar a fuera, después mama te dará con la chancla—Soltó una risa.
— ¿Eh? , ¿Qué hora es? —Le pregunte desconcertado.
—La hora de entrar tonto, okey tienes como una hora aun, pero apresúrate.
— ¡¿Qué?! —Exclame— Voy para allá—Corte la llamada y me levante rápido de la cama.
Tome ropa limpia, fui al baño tome una ducha rápida, me cambie me coloque unos jeans una remera me puse perfume me coloque una campera desprendida y salí hacia mi habitación.
—Bien ¿Dónde está mi mochila? —Observe el panorama.
La tome de arriba del escritorio y al girarme me di cuenta que había olvidado lo más importante, había una chica durmiendo en mi cama...desnuda— ¡Mierda! —Exclame— Si la espero no voy a llegar a clases
¿Cómo era tu nombre? ¿Michelle? ¿Miriam? ¿Vivian? —Bah que me importa —Salí del cuarto sigiloso como un ninja cerrando la puerta despacio.
Muejeje—Perfecto—Que la despida mama —Pensé para mis adentros
—Matthew—Me sobresalto la voz de mi madre— ¿Qué horas son estas de levantarse? ¿Para qué sales si al otro día tienes clases? —Inquirió regañándome
Me gire rápido hacia ella y apoye mi dedo índice sobre sus labios— ¡Shhh! No hagas ruidos.
— ¿Qué sucede? —Pregunto asustada— No me digas que hay una chica ahí adentro—Entorno su vista muy molesta.
—No sabía que tenías dotes clarividentes madre—Comente con cierta mofa.
— ¿y a donde te vas? —Inquirió molesta— Entra ahí y despide a esa chica como se debe—Protesto mi madre menando la cabeza
—Emm debo ir...por Abbie
—No mientas, estas transformando mi casa en un hotel de paso, ya he tenido suficiente contigo, tuve que llamar un electricista ayer para que desconectaran el timbre de la casa, el buzón del correo está lleno de cartas de amor a diario y para colmo, llaman al teléfono fijo de la casa me despiertan cuando descanso ¿Eres estúpido? —Inquirió mama furiosa.
Voltee los ojos —Solo fue esta vez, no volverá a pasar, ni que yo se las pidiera, no tengo la culpa de que me sigan de atrás cuando vengo del colegio—Me encogí de hombros.
—Eso dijiste las veces pasadas estoy harta hasta la coronilla de las chicas en la entrada de casa, veo una más y te juro que te mando con tu padre—Me amenazo.
Baje la vista—No quiero vivir con él.
— ¿Crees que te hace bien esto? ¿Te estas cuidando Matthew? —Pregunto preocupada.
—Si mama —Voltee los ojos —Cien por ciento libre de amenazas bien empaquetado
— ¡Matthew! —Exclamo regañándome por mi forma de hablar.
—Encárgate de ella, porfis ¿SI? — Puse ojos de gatito—Por favor, tú siempre dices que lo primero es el estudio y estoy llegando tarde a mi clase, ayúdame.
— ¿Ah, sí? —Me miro con cierta mofa— Pero para la clase de anatomía que le diste a esa muchacha no estabas tan apurado—Dijo mi madre sarcásticamente.
Me rasque la mejilla—Está bien, está bien, ganaste, ¿voy yo verdad? —Inquirí rascándome la cabeza.
—Sí, ¡vas tú! —Exclamo mama señalándome la puerta—O la arrastro de los pelos y a la calle como este—Amenazo mama.
Abrí la boca en grande— ¿Tu harías eso? —Entorne la vista—Eso no es de dios.
— ¡Sí! —Exclamo molesta—No metas a dios en tus porquerías por que no te la acabaras conmigo —Camino hacia las escaleras
Entre adentro rápido ¿Cómo hago esto de la manera más rápida? —Pensé para mis adentros tomando mi barbilla.
Me acerque rápidamente a ella y me subí a la cama.
— ¡Despiértate! ¡Vamos cámbiate! ¡Mi madre llego a casa! —Exclame desesperado.
— ¿Qué? ¡Eres un idiota! —Grito sobresaltada y se levantó de la cama envuelta en las sabanas —Me dijiste que estaríamos solos
—Cambio de planes a último momento, ten toma —Le lance la ropa, los calzones golpearon su rostro —Debemos irnos ahora—Puntualice entregándole el sostén en la mano—Rápido al baño.
— ¡Pero estoy toda despeinada! —Exclamo del baño
—Esta hermosa de cualquier manera—Mencione.
—No me hagas más esto, Matthew—Menciono de adentro del baño.
—No bebe , fue la primera y la última vez esta—Comente rodando los ojos
Que pesada que es, buenos senos eso si—Asentí recordando lo de anoche.
—Estas demorando mucho—Ingrese al baño.
Se puso los pantalones y le coloque el sostén—Vamos rápido nena.
—Preciosa anoche la pase increíble ¿Te llamo y tomamos algo luego? ¿Qué te parece? —Le pregunte dándole unos cuantos besos en el cuello y la majilla.
—Claro, te mando mensajes más tarde—Sonrió.
—Los esperare ansioso.
Ni se cómo te llamas.
—Ahora vamos.
Le ayude a poner la blusa, le coloque el cinturón por los ojales del Jeans, se puso los zapatos negros rápidamente y bajamos las escaleras, mama estaba en la puerta como un oficial cruzada de brazos con una mueca de mal gusto.
—Oh hola...Señora—Dijo la chica la cual no recordaba su nombre—Es hermosa tu madre—Se giró hacia mí.
Asenti.
—Maggie es mi nombre—Dijo Mama cruzada de brazos.
—Hola Maggie nosotros estábamos estudiando, tenemos un examen muy duro hoy.
No puedo creer nuestro nivel de cinismo—Pensé para mis adentros.
—Bueno Madrecita nos vemos en la tarde cuando regrese del colegio.
— ¿No piensas desayunar? —Inquirió mama observándome seria por dentro su cara me decía "Hijo de tu madre te voy a moler a palos a ti y a esta piruja la próxima vez que los pille dentro de mi casa"
—Comeré algo en el colegio—Mencione.
—Bueno, adiós, suerte en el examen —Dijo mama dándome una sonrisa fingida, abrió la puerta de par en par
—Gracias eres la mejor—Le di un beso en la mejilla—Saca el auto—Musite en su oido.
—Si bueno vayan, los chicos de ahora son muy estudiosos hoy en día, ni en mis tiempos se esforzaban tanto—Comento mama.
—Somos el futuro madre.
La chica se le acerco a mama y ella la saludo con la mano, le dio una mirada y cerró la puerta.
Salimos rápidamente bajando los escalones y caminamos hacia la acera.
—Oye, tu madre me comió con la mirada—Comento la chica.
—Ella es así no te preocupes.
Pare un taxi en la esquina —Ten toma para que llegues segura a casa —Puse dinero en su mano —Nos hablamos ¿sí? Quiero verte de nuevo—Mentí.
—Sí, nos vemos Matthew, gracias por la noche —Me dio un beso en la mejilla y se subió al taxi, lo vi irse hasta que se perdió en la calle.
Me pase la mano por el cabello—Bien ahora sí, estoy liberado, el infierno me espera seguramente, que canalla que soy.
La bocina de un auto sonó detrás de mí.
Me gire, el vidrio de la puerta delantera bajo—Sube—Ordeno mama.
Subí al auto y esto significaba una sola cosa el "Sermón"
—Esta es la última vez que te ayudo en tus canalladas, debes ser más responsable no un idiota, basta con esto.
—Madre te amo.
—No Matthew no me compraras con esa carita, no tomes todo en juego, no me gusta que uses a las mujeres así, un día te toparas con algún familiar de alguna o incluso te puede pasar algo por meterte con alguna loca—Me advirtió.
—Se cuidarme solo—Mencione serio.
—Pero no sabes mantenerte por tus propios méritos—Espeto mama molesta.
— ¿Me vas a sacar en cara que me mantienes? —Proteste —Por favor—Dije meneando la cabeza
— ¡No! —Exclamo mama—Quiero que por una vez en la vida seas responsable de ti mismo, no puedes andar metiéndote con una hoy y con otra mañana, mira si dejas embarazada a una chica ¿De qué van a vivir? —Inquirió irónicamente— Yo no los voy a mantener, lo harás tú, debes estudiar y tener un buen futuro hijo, ni me quiero imaginar si te llega a agarrar una enfermedad de transmisión sexual.
—Ya lo sé, no hace falta que me digas las cosas—Espete.
—Entonces si no te gusta que te digan las cosas hazlas bien y nadie te reprochara nada, y otra cosa no quiero más chicas en mi casa ¿Okey? No sé cómo te las arreglaras vete a un callejón o trabaja para que las lleves a un hotel, no me interesa lo que hagas con tu vida sexual pero no quiero a ninguna de tus amiguitas de paso en mi casa ¿Escuchaste?
—Está bien —Mire hacia la ventana.
Y cuando menos lo espere ya habíamos llegado a la escuela preparatoria Glenview College el hogar de los Mustang.
—Nos vemos luego mama están cerrando la puerta—Comente.
— ¡Hey espere! —Grite al de seguridad que estaba en la puerta, no me escucho
Ah maldita sea aumente la velocidad.
Corrí con todo lo que tenía y me tire antes de que cerrara el portón.
— ¡Hey muchacho ten más cuidado! —Exclamo molesto.
No le respondí, me dirigí hacia mi salón, al ingresar me encuentre a la Profesora Mollie de Matemáticas tomando asistencia
— ¿Miller?
— ¡Presente! —Dije mientras me sentaba en mi lugar.
—Casi al límite Miller Debe llegar más temprano.
—Así será profesora
—Bien —Siguió tomando asistencia
—Hey bro llegaste pensé que no ibas a venir ¿Qué tal la rubia de anoche? —Pregunto Steve.
—Uf me liquido hermano—Me dio una palmada en el hombro —Yo creí que no se te iba a hacer—Se rio
—Yo siempre consigo lo que me propongo—Le di una mirada a la profesora de arriba abajo, las piernas que tenía, la cadera, era recién recibida, sin dudas mi cabeza imaginaba cosas.
—Ella está fuera de tu alcance—Comento Steve.
—La agregue a Facebook —Mencione
Steve se acercó— ¿y te acepto? —Musito
Asentí—Pero no me animo a escribirle, no sé cómo hacerlo, no es como cualquiera del salón, si lo arruino estoy frito, no quiero reprobar o peor que me denuncie con las autoridades del colegio por acoso.
Steven asintió—Yo que tú no hago nada—Musito.
—Me gusta Steve, es un reto.
Steve rio—Estas enfermo Broh.
La profesora se giró, tenía el cabello oscuro recogido en una coleta, vestía una camisa blanca, comenzó a escribir en el pizarrón, mi mirada descendió hacia su cintura de avispa, su trasero marcado en su falda oscura—Le di una mirada a Steve y el me dio una mirada.
Asntimos—Madre mía—Dijimos al unísono.
—Bueno alumnos abran sus libros en la página cuarenta y dos resolveremos unos problemas —Comento la profesora Mollie.
Una clase completamente aburrida allá vamos
Por lo menos tenía buenas cosas con que recrear la vista mientras jugaba con la lapicera en mi mano, dos chicas se daban vuelta mirándome desde el extremo del salón y no pude evitar sonreír al mirarlas, me agradaba mantenerlas interesadas por más que no sucediera nada con ellas.
—Hermano atrofiaras tu pene si sigues así —Se ríe Steve —Comparte una conmigo—Me codeo.
—Miller podría contarnos de que se está riendo —Dijo la profesora Mollie
—Bueno profesora lo que pasa es que Steve tiene vergüenza de preguntarle sobre los problemas, no entiende el ejercicio, le explico y explico pero es muy duro y bueno yo le dije por que no pasas al frente así de paso aprendemos todos ¿No muchachos? —Le pregunte al resto del salon.
Todos rieron
— ¡¿Qué?! —Exclamo Steve— Eres un bastardo —Musito asustado.
—Steve acérquese por favor—Le llamo la profesora y le dio el Marcador y el libro —Resuelva el primero es fácil —Comento la profesora.
— ¡Vamos tu puedes! —Vocifere alegremente.
Copio el primero, se daba vuelta mirándome.
Yo le hacía señas con mis dedos parecía Naruto haciendo un jutsu para que lo hiciera bien.
No pude evitar contener la carcajada
— ¿Qué pasa? —Inquirió Mollie— Mire el pizarrón no a su compañero Miller.
Esto va a ser divertido.
***
Después de clases salimos al recreo
—Eres un estúpido —Me hiciste pasar la peor vergüenza Amigo —Dijo alargando la última palabra con molestia.
—Bueno, ¿que querías que hiciera? —Le pregunte— Te estaba diciendo todo el problema y ponías cualquier cosa.
—Déjate de bromear y anda a hacer un curso de señas—Espeto Steve.
Steve es mi mejor amigo siempre bromeamos entre ambos es delgado de piel blanca cabello castaño y de ojos marrones siempre lleva sus auriculares puestos yo lo llamo DJ Steve.
— ¿Que tal te fue a ti anoche? —Pregunte a Steve
—Se me escapo la presa como al coyote el correcaminos.
Solté una carcajada —No sé qué le dirás a las chicas que las espantas.
—No lo sé, nadie quiere mi afecto, compresión y ternura —Se río —Ellas se pierden a este bebe.
—Seguro Steve.
—Tengo mucha hambre no aguanto para ir al bufet a comer algo—Comente.
—Yo también —Dijo Steve.
Unas manos me envolvieron de atrás mientras hacia la fila tocando mi zona abdominal descaradamente.
—Umm ese calorcito lo reconozco.
—Hola hermano —Dijo Abbie —Estas más marcado ¿Te diste cuentas que alborotas todo el colegio? Tu fama me hace conocida—Rio.
—Hola Abbie—Reí —Obvio el entrenamiento da sus frutos.
Abbie es mi hermana un año menor de dieciséis años es como mi versión femenina de mí, tiene mis mismos ojos y cabello rubio.
—Dice papa que te des una vuelta por casa hace tiempo no lo visitas.
—Iré cuando pueda Abbie.
—Te extraño imbécil.
—Ven aquí mi mimosa —La di un abrazo —Mañana iré ¿Contenta? —Le pregunte.
—Si.
—Hola Steve—Dijo Abbie
—Hola...—Dijo Steve quedándosele viendo como idiota,
—Tu amigo se quedó trabado, Windows no responde —Comento Abbie burlonamente.
Me largue a reír tanto que se me cayeron varias lágrimas.
—Me tienes que llevar de compras el fin de semana.
—Está bien
—Por cierto si te molestan en Whatsapp no le des importancia mis amigas que ves allí—Señalo detrás—Me han roto la paciencia todo el día para que les de tu numero
—Bueno está bien no te preocupes.
Después de obtener nuestros alimentos nos dirigimos a sentarnos en una mesa con Steve.
—Bueno nos vemos hermano—Comento Abbie.
—Nos vemos y ojito, cuidado con los chicos porque te juro que destrozare la existencia de quien te haga daño.
—Siempre, cuídate tonto— Me saco la lengua burlándose.
—Tu hermana esta increíble—Dijo Steve—Le doy como obrero a la construcción un turno de ocho horas—Menciono viéndole el trasero.
—Si está cada vez más bonita y tu cada vez más baboso.
—Abbie está en otra categoría bro , está fuera de mi alcance yo estoy en la parte baja de los chicos que podrían gustarle, soy el lobo solitario de la manada en simples palabras.
—Menos mal que lo sabes por qué mataría a mis amigos si se meten con ella—Le adverti.
—Por favor si para tu hermana soy como un microbio paso desapercibido por su lado.
Unas manos se posaron en mis ojos tapándolos.
—Umm ¿Manos grandes? , aclaro que me gustan al cien por ciento las mujeres.
—Oh no he sido rechazado—Dijo Frank en un tono poco varonil.
—Hola chicos ¿cómo están? —Inquirio Frank sentándose a la par nuestra.
— ¿Bien y tú? —Le pregunte—Yo aquí comiendo para no morir.
—Estuvo buena la fiesta de anoche la pase muy bien con Anna—Comento.
—Hay él y su Anna —Dijo Steve burlonamente.
—Me llegó la hora de asentar cabeza, es hora de que ustedes par de degenerados lo hagan—Comento Frank riéndose.
—A mi déjame como estoy que estoy muy bien—Comente dándole un buen sorbo a mi jugo.
—Yo cumplo aniversario pronto, aniversario de no ponerla—Menciono Steve.
Todos soltamos una carcajada.
Frank es uno de mis amigos, compañero de clases, ambos jugamos para el mismo equipo, es atlético como yo de cabello oscuro piel blanca y ojos ámbar.
—Hola ¿que cuenta esta gente? —Pregunto Marcus sentándose con nosotros apoyando su bandeja en la mesa.
—Hablando de unas nenas —Dijo Steve
—Hablando de eso, ya vieron a la nueva de la clase b—Dijo Marcus —Es increíble.
—No—Dijimos todos al unísono.
— ¿Cómo se llama? —Inquirio Steve
—No lo sé, pero me acerque para charlar con ella y puso un muro de distancia, es... como decirlo muy cerrada, pero muy bonita.
—Te dejo en visto literalmente —Comente riéndome
—A ti te pasaría lo mismo—Entorno la vista serio.
—Lo que pasa es que ese peinado que tienes es medio jodido pareces Justin Bieber en sus comienzos pero colorado—Solté una carcajada
Justin Bieber , alias Marcus es mi compañero de clases , es alto de cabello rojo ojos marrones y piel blanca el al igual que Frank juega conmigo en el equipo y son bastantes populares en estos terrenos.
—Mira en primer lugar esta cabellera de la cual te mofas ha sido acariciada por una gran cantidad de chicas —Alardeo Marcus riéndose.
—Si tú lo dices—Comente dándole un mordisco a mi emparedado.
—En fin lo importante de todo esto es que esta mujer es el mayor reto de los retos que pueda existir en el mundo de los retos—Comento Marcus.
—Ya te robaste toda mi atención, te escucho atentamente—Comente.
—Ella es... como decirlo un poco oscura—Comento Marcus.
Lo mire desconcertado— ¿Oscura? ¿Es una gótica? —Le pregunte.
—Algo así, sí creo que si es esa onda —Menciono Marcus.
—Yo paso muchachos, yo estoy muy bien con Anna—Comento Frank.
—Uh muchachos ya lo perdimos —Dijo Steve.
—Yo ya perdí la fe, en cualquier momento salgo a correr de ojotas para recordar cómo suena —Menciono Steve haciéndose el depresivo.
Todos nos reímos.
—Yo también paso no es mi tipo de chica—Mencione
— ¿Tienes miedo de que le dé una patada a tu gran ego? —Inquirió Marcus Sonriendo— ¿Eres un gallina? —Me pregunto.
—Claro que no, solo que no es mi tipo, nunca salí con alguien así, con esos gustos.
—Te apuesto lo que sea, que no la conquistas, se nota que no es una chica fácil.
—Yo puedo con cualquiera—Mencione observándolo serio.
— ¿Entonces? ¿Es un hecho? ¿Apostamos? —Inquirió Marcus riendo.
Estrechamos las manos.
—Si pierdes me lavaras el auto un mes seguido —Dijo Marcus
—Muy bien ya quiero conocer a esa mujer—Me acomode en mi silla.
—Oh precisamente ahí viene, ahí atrás esta —Susurro Marcus girandose
Mire detrás de Marcus y pude ver una chica muy hermosa vestía de negro traía botas oscuras, unos jeans negros y rotos en la rodilla, una campera de negra desprendida ,unos collares de bandas , traía su mochila colgada de un brazo
En un momento nuestros ojos se cruzaron y pude distinguir lo claro que eran, quizás sean verdes, su tonalidad de piel era muy blanca tal así que hacia resaltar el delineado de sus ojos y el rojo de sus labios carnosos, al darse vuelta note lo largo de su cabello negro y liso llegaba casi hasta el final de su región lumbar tenía muy buenas cualidades que la hacían una completa diosa oscura.
—No Marcus, la verdad que esta bonita, demasiado linda—Me quite la capucha y deslice mi mano por mi cabello.
—Bueno que esperas, ve —Me reto.
—Espera, déjame terminar de comer y espera por lo menos que se siente en una mesa está haciendo la fila para comprar.
Marcus comenzó a cacarear como una gallina.
— ¡Bueno ya voy! ¡Ya voy! —Exclame.
Ella camino con una bandeja y se sentó una mesa sola.
—Te apuesto mi postre Steve, a que se estampa contra la pared—Dijo Frank
—Hecho —Dijo Steve.
—Ahí se sentó, está sola—Menciono Marcus —Es tu oportunidad galan.
Me pare coloque mis manos dentro de ms bolsillos del pantalón y camine hacia su mesa, su cabello era largo y sedoso.
Me pare al lado de ella
Ella se percató de mi presencia y levanto su cabeza mientras bebía su jugo.
Nuestros ojos conectaron de una manera más directa y note algo al ver su mirada, algo como si pesara en su pecho.
—Hola, ojos tristes.
Nota del Autor: Hola gente ¿cómo están?, el protagonista es un podrido hahahaha
¿Qué dicen se estampara contra la pared oh se podrá acercar a esa chica?
Sigueme en instagram me encuentras como Danny_Perezok
Un abrazo de gol para todos los que siguen mis historias ¡son lo más gente!
D.P
Matthew
— ¿Cómo me llamaste? —Frunció el ceño algo molesta.
—No lo sé, tienes algo en tu mirada, siento que te sucede algo ¿Puedo ayudarte? —Me esforcé en averiguar sobre ella.
—Si me pasa algo no es tu problema —Contesto de mala gana y meneo la cabeza en desagrado.
—Nunca te dijeron que tienes un carácter hermoso—Me burle.
— ¿Nunca te dijeron que eres una molestia? —Inquirió soberbiamente—Shu shu vete, déjame tranquila, consumes el oxígeno a mi alrededor.
Observe un collar choker en su cuello con un dije colgando.
Sonreí—Te vi, sola solo quise ser amable—Comente observándola con algo de diversión.
—Hay que amable el, tan atento con el prójimo —Rodo sus ojos.
—Siempre lo... soy.
Se puso los auriculares, se oía el ruido del Heavy Metal muy fuerte.
¡Hija de tu puta madre! ¿Cómo te atreves a ignorarme?
Se escuchaban las risas en la mesa del fondo— ¡Tsk! —Rabie.
Me senté en la mesa con ella.
Volteo a mirarme y siguió con su celular.
Le quite el auricular de su oreja.
—Hey te estoy hablando.
— ¿Si? —Levanto una ceja—No sabía que las moscas hablaban.
— ¿Te estas burlando de mí? —Le pregunte seriamente.
Se rió en mi cara —Conozco a los de tu calaña, piensas que con una linda carita y unas palabras lindas iba a caer ante ti, como las estúpidas esas que están ahí atrás mirándote—Las señalo —Chasqueo la lengua —Grave error querido —Menciono burlonamente—Lárgate de mi mesa—Espeto seria.
—No, nada que ver ¿Acaso la amabilidad está mal vista? —Inquirí riendo— Me parece que tienes el ego alto ojitos , porque me acerque a charlar contigo no quiere decir que quiera ligarte—Sonreí a boca cerrada.
Diablos me ha descubierto.
—Yo sé lo que valgo, vete con ellas—Se rió —Confórmate con el premio consuelo, porque yo no estoy para juegos estúpidos.
Golpe bajo, eso me dolió internamente.
—En primer lugar yo nunca te me he insinuado de ninguna forma, no sé por qué estás tan a la defensiva, yo estoy fuera de tu alcance mujer—Dije sarcásticamente.
— ¿Entonces qué quieres? Déjame comer en paz—Espeto molesta.
—Simple, que seamos amigos —Estreche mi mano.
—Ese cuento ya me lo sé —Se rió apoyo su brazo sobre la mesa y coloco su mano sobre su mejilla observándome con curiosidad.
Esta mujer me está tomando por idiota.
—No veo por qué te da risa, hablo en serio—Sonreí.
— ¿Si te digo que si me vas a dejar terminar de comer en paz? —Inquirió seria—Observo la hora en su celular y lo apoyo en la mesa—Se me va el descanso por tu culpa.
—Claro que sí.
—Bueno si, ahora vete—Ordeno.
—Soy Matthew—Comente poniéndome de pie
—Hannah.
Apoye mi mano sobre su hombro—Bueno nos vemos señorita antipática.
Me acerque a su oído y susurre—Deberías sonreír más seguido, una sonrisa así no se ve todos los días.
Me di vuelta y suspire.
Camine hasta la mesa de mis amigos y me senté en mi lugar.
— ¿Cómo te fue? —Pregunto Marcus disimuladamente.
—Es muy difícil, pero ni mal ni bien, es bastante peculiar, debo admitir que capto mi atención, es un hueso duro de roer.
— ¿Pero nada de nada? ¿Ni una cita? ¿Nada conseguiste? —Pregunto Steve.
—No, pero no me rechazo eso es importante.
—Bueno parece que no le gustan los colorados —Dijo Marcus —A mí me gustan las chicas con esa onda, observo a Hannah, ella leía un libro, pasaba las hojas.
—Lastima bro—Dijo Frank.
Que interesante mujer—Pensé para mis adentros.
***
Después de clases salí rápido del salon y me quede esperando afuera de la clase B.
Salían varios amigos que tenía y chicas conocidas pero ella no salía en un momento salió la profesora la cual la vi irse por el pasillo.
— ¿Cómo? ¿Dónde está? — Me apoye en el marco de la puerta.
Y ahí estaba ella sentada en su banco con su mano en su mejilla mirando atraves de la ventana, estuve unos segundos contemplándola.
—Es una buena vista ¿no crees? —Le pregunte.
Ella tenía un chupetín en la boca se lo saco y hablo—Por eso elegí este lugar, duh.
Entre adentro —En ese asiento me sentaba yo el año pasado antes de que cambiaran los salones—Me senté en el asiento delante de ella apoyándome contra la pared.
Se sacó el chupetín — ¿Y qué? ¿Vienes a cobrar el alquiler? —Inquirió de mala gana.
Le arrebate de su mano el chupetín y me lo metí a la boca.
Mmm—Lo saboree— ¿Sabías que esto es como un beso indirecto? —Le pregunte con cierta mofa.
—Hey eso es mío —Frunció el ceño.
No lo negare me encanta ver su cara de molestia la hace ver más bonita.
—Frutilla mi Favorito—Me burle.
Abrió la boca para decir algo pero luego la cerró.
—Dame eso—Ordeno.
— ¿Lo quieres? —Inquirí— Quítamelo—La rete.
Se puso de pie.
—Dame eso, era el último que tenía.
Me lo saque de la boca —Mmm delicioso.
Estiro su mano pero la esquive.
—Casi, tienes que ser más rápida—Me lo metí la boca.
Me dio un pellizco en el abdomen —Y me lo quito de la boca.
—Eso fue a traición me vas a arrancar la mandíbula.
Se encogió de hombros y se lo metió a la boca—Espero tu asquerosa boca no tenga alguna enfermedad.
—Me caes bien Hannah.
—Tú a mí no.
—Y se puede saber el ¿Por qué? —Levante una ceja mirándola con incredulidad.
—No lo sé, eres raro.
—Eso es muy bueno quieres decir que soy como un diamante en bruto solo hace falta pulirlo para ver su esplendor—Reí.
—Raro de desagradable, molesto, estorbo, eres como el familiar que cae de improviso y haces lo imposible por no verlo, bueno eres igual a eso una jodida molestia.
—Auch eso duele, me haces doler el corazoncito—Reí.
— ¿Puedo saber qué haces aquí? —Pregunte curioso.
—Nada.
—Ya salieron todos hace no se ¿quince minutos? —Le pregunte.
— ¿Y? —Me observo seria.
—Chica de pocas palabras.
Tomo su mochila paso por la par mía y se agacho a escasos centímetros de mi boca, pude ver su piercing bajo su labio inferior no le quedaban nada mal.
—Deberías tener cuidado conmigo, no sé cuál es tu interés en mi pero aléjate, estas advertido
— ¿Oh qué? —Le pregunte desafiante.
—Puedo hacerte mucho daño—Espeto seria sin quitar esos ojos de serpiente de los míos.
— ¿y si no quiero? —Inquirí regalándole una sonrisa.
—Quien advierte no traiciona —Se giró y salió por la puerta.
— ¿Qué significa eso? —Le pregunte.
—Nada.
Me pare y salí detrás de ella.
— ¿Vives cerca? —Le pregunte
—No.
— ¿Pasan por ti? —Inquirí caminando a paso rápido.
—No.
— ¿Tienes novio?
—No.
— ¿Por qué haces tiempo? ¿No quieres llegar a tu casa? —Le pregunte.
Se frenó de golpe como si hubiera tocado una fibra sensible en su ser.
— ¡No te interesa! —Exclamo—Y deja de seguirme o te denunciare—Me amenazo.
Salió corriendo por el pasillo del colegio luego
—Hey espera, discúlpame—Fui detrás de ella.
Bajo los escalones de la entrada y corrió por la acera hasta cruzar la calle.
— ¡Hannah! ¡No te vayas así! —Exclame.
Se subió al autobús que estaba parado en la esquina, espere que los autos pasaran y cruce la calle me quede mirándola atraves de la ventanilla parado en la acera.
Tome mi mano y la puse en mi corazón —Lo siento—Dije moviendo los labios, ella me observo atraves del vidrio y el autobús se fue.
¿Qué te sucede Hannah? —Inquirí para mis adentros.
Mire el suelo y había un llavero colgante de un conejo negro que tenía colgado en su mochila.
—Se te cayó eh.
Lo puse dentro de mi mochila y me la colgué, camine en dirección de la casa de mi hermana Abbie.
****
Abbie decidió vivir con papa desde que se divorciaron hace un año, quizás porque quería tener más libertad , mama con ella siempre fue muy estricta siempre quiso que se comportara como una señorita decente. No digo que ahora no lo sea si no que papa es más permisivo con ella en algunas cosas aunque tampoco es un desconsiderado.
Las cosas se habían puesto muy tensas entre nuestros padres, ya no había amor, eran puras discusiones y reclamos un tiempo atrás, así que antes de que las cosas subieran de tono, optaron por la separación y las cosas mejoraron paulatinamente.
Una vez encontré a papa con otra mujer en nuestra casa, cuando mama estaba en el trabajo, desde ese entonces mi mirada hacia él fue otra, siento que descuido a mama siento que es el culpable de la destrucción de nuestra familia.
Vi a mama llorar muchas veces por el en las madrugadas, la vi dormir todo el día sumergida en depresión por semanas, es algo que no se lo perdonare jamás.
Al llegar al hogar de Abbie me pare en la entrada a mirar la casa. el jardín floreado, las ventanas grandes , lo grande que era comparado a la de mama, se siente tan raro visitar a la que era mi familia, con la que compartía a diario desde que tenía uso de razón ,ahora está todo dividido y se siente distante, muy extraño todo, tan lejano a lo que fuimos en un momento...
Sentí una bocina cuando subí los escalones para tocar el timbre, era el auto de mi padre, estaciono justo al frente de la entrada del garaje y bajo rápido del auto.
—Hola hijo me alegra mucho verte por aquí, ¿estás bien? ¿Necesitas algo? ¿Quieres que salgamos los tres a comer afuera? —Inquirió emocionado—Creo que sería un buen plan —Me dio una palmada en el hombro —Cada día estas hecho todo un hombre, más fuerte que tu padre estas —Se rió alegremente.
Papa es alto y delgado como yo, de cabello oscuro y ojos azules.
—Hola Jacob, está todo bien no te preocupes —Levante mis manos—Yo paso con la hermosa cena familiar vine a ver a Abbie—Le aclare.
— ¿Nunca volverás a llamarme papa? —Inquirió con cierta tristeza en sus palabras.
Trague grueso —No —Dije fríamente mirándolo a los ojos.
—No es justo que me juzgues hijo, una relación se hace de a dos no soy el único responsable de que las cosas no funcionaran—Se excusó.
—Y no, claro que no funcionaran cuando se entrometen terceros dentro del matrimonio.
—Fue un error , un maldito error el que cometí , me sentí solo tu madre y yo hacía mucho ya no dormíamos juntos , la carne fue débil y lo acepto, la empleada se me insinuó y una cosa llevo a la otra ,necesitaba un poco de atención y de afecto , no le estoy echando la culpa a tu madre yo también hice las cosas mal, quizás los descuide de más por preocuparme más por el trabajo y no vi lo que realmente necesitaba, mi esposa , y son errores que se pagan con creces hijo , lo estoy pagando y no sabes cuánto duele esto ,no sabes cuánto duele tu rechazo.
—No te creo nada—Espete observándolo serio.
—Toma —Me dio las llaves —Deja abierta la puerta un momento debo bajar las bolsas que traje del supermercado.
—Okey Jacob—Mencione serio y camine hacia la entrada.
Entre dentro de la casa, subí las escaleras y fui hasta el final del pasillo, la puerta estaba entre abierta, podía ver a Abbie en su computadora.
El cuarto de Abbie era muy femenino, había peluches y adornos en unas estanterías, una biblioteca, un escritorio con una computadora, las paredes pintadas de un rosa no tan fuerte y blanco, había luces colgadas que decoraban la habitación cruzaban de una punta a la otra, y más peluches de todos los tamaños que puedan existir en un rincón.
Me acerque lentamente a ella y toque bruscamente sus hombros.
— ¡Te atrape viendo porno! —Exclame haciéndola sobresaltar.
— ¡Ay estúpido! —Exclamo girándose en la silla— Casi me prendo del techo, existe algo llamado timbre que sirve para avisarle a los habitantes de una casa que le ha llegado una visita.
—Pero que intelectual, parece que esas pocas neuronitas hoy trabajan a máxima potencia—Me burle.
— ¿Qué haces? ¿Chateando con los degenerados del colegio? —inquirí con cierta mofa.
—Me encanta cuando los llamas así, dilo otra vez —Ordeno Abbi riendo.
—Malditos degenerados—Rabie.
—No, solo jugaba, varias chicas que ni conozco me han escrito por ti porque no les contestas el teléfono y las pobres están tan preocupadas de que no te suceda nada grave—Dijo Abbie poniendo cara de perrito—Me da ternurita como las ilusionas.
—Deberías ser comediante—Comente observándola con seriedad.
—Eres bien basura hermanito.
—Solo un poquitito, ella se lo buscan yo les dejo claro lo que quiero, yo la paso bien ¿Qué hay de malo en eso? —Le pregunte.
—Me gustaría verte con una sola alguna vez, no es lindo lo que haces, soy mujer y no me gustaría que jugaran con mis sentimientos—Comento Abbie.
—Ya te dije, yo les dejo claro lo que quiero, si ellas imaginan otra cosa es su problema—Me deje caer sobre su cama y de ahí la observe.
—Si no fueras mi hermano ya te habría tirado con un ladrillo.
Sonreí— ¿Cómo estas Abbie? —Le pregunte.
—Bien, aunque te extraño mucho, no vienes seguido, hazlo por mí, si no quieres ver a papa está bien, pero yo no tengo nada que ver con eso.
—Lo sé, me cuesta un poco asimilar todo esto, éramos más unidos hace un tiempo.
—A mí también, yo amo a mama pero es muy estricta conmigo se pasa de la raya y no puedo, tenemos dos formas distintas de vivir, pero no quiere decir que no la quiera, la amo con todo mi ser.
—Nunca te dejare sola bonita.
—Ni yo a ti.
—Sabes me paso algo hoy en el colegio, conocí a una chica.
— ¿Otra más? —Abbie rodo los ojos.
—Esta es diferente a todas.
—Uh tienes toda mi atención, estamos en alerta roja, se enamoró mi hermano.
—No para nada, solo que casi me da una patada y me lanza al vacío literalmente—Rei
—Tarde o temprano iba a llegar una que no caiga en tus encantos, te estas volviendo famoso, yo te llamaría —Se toma el mentón y observo hacia el techo pensativa —Matthew el facilito—Soltó de sus labios.
Me reí —Muy graciosa.
—Si lo soy, soy muy graciosa cuando se trata de fastidiar a mi hermanito—Abbie se paró del escritorio y se acostó sobre la cama y beso mi mejilla—Te extrañe mucho.
—Eres toda una sensación en el colegio, no hay una, escucha, una compañera de mi salón que no me pregunte por ti mira —Me lanzo su teléfono —Mira mis chat—Ordeno
—No me gusta mucho que me pregunten a cada rato por ti —Dijo Abbie—Yo quiero tu atención eres mi mejor amigo además.
— ¿Estas celosa? —Inquiri con diversión observándola.
—SI.
—Ay se puso celosa —Me burle —Me subí a horcajadas sobre ella y le hice cosquillas.
— ¡No! ¡Para! ¡Por favor! ¡No sigas! ¡Por que moriré! —Exclamo a las carcajadas.
—Doble dosis de cosquillas de hermano a la orden—Comente riendo.
— ¡Por favor! —Se rió — ¡Para! —Exclamo.
Me acosté al lado de ella —Nos miramos cara a cara.
—Eres lo más preciado que tengo Matthew —Me abrazo—No me gusta ver la familia separada.
—Tú lo eres también para mi pequeña —Le di un beso en la frente —Siempre te protegeré y contaras conmigo en lo que sea.
Nota del Autor: Buenas buenas ¿Cómo están gente bella?
¿Qué creen que le sucede a Hannah?
¿Qué piensan de Abbie?
¿Qué piensan de Matthew?
Un abrazo de gol para todos los que siguen mis historias
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D.P
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