Estaba sentada en un parque de la Ciudad de Florencia, Italia, cuando de repente vino un viento recio que levantó mi vestido color perla con rosas rojas. Después de eso no supe más nada de mí excepto que estaba en el aire como si fuera una hoja de trébol en un otoño en Noruega, cayendo en cámara lenta hacia el césped.
Año 1960, Italia en la Ciudad de Florencia, conocida como la Ciudad de las Flores. Estaba en un parque esperando a mis dos mejores amigas para poder estudiar Historia ya que teníamos un examen un poco complejo, veía que se demoraban en llegar así que decidí esperar un poco más, ya me estaba empezando a preocupar. De repente me da por mirar hacia a la izquierda y pude ver a lo lejos a dos sombras con forma de hombres que estaban peleando, me ruboricé y pensé que estaba alucinando así que me froté los ojos pero en el momento que iba a volver a mirar un viento recio vino hacia mí y me levantó en peso. Veía todo a mi alrededor en cámara lenta.Pensé "estos son mis últimos minutos de vida.Te amo mamá, te amo hermana."
Antes de seguir relatando la historia quisiera que supieran algo de mí como protagonista de ésta novela. En ésta historia me llamaré Gina Carpaccio tengo 17 años de edad y estoy en mi último año de bachillerato. Después que lo termine quiero optar por la carrera de Filología Inglesa,pero para eso tengo que seguir sacando excelentes notas. Tengo dos mejores amigas, una llamada Angélica Renaldi y la otra Aurora Scarpo, las dos están en mi misma aula. Vivo con mi madre en Florencia y mi hermana en Puglia con su esposo.
Yo soy una chica que cree en el mundo paranormal, he visto revelaciones en un pestañaso que han sido increíbles pero al mismo tiempo algo bastante fuerte, tengo el don del discernimiento y sé cuando alguien es mala o buena persona, a veces me he equivocado por no querer ver lo malo de las personas pero la verdad es que muchas son malas. He tenido muchos sueños que se han cumplido y pues a veces se me estruja el Alma por las cosas tan fuertes que veo y que sé que al final van a suceder. Creo que tuve esa revelación en el parque porque tengo el don de ver cosas en un abrir y cerrar de ojos y hasta en tiempo indefinido, porque sino no hubiese visto absolutamente nada. Una vez estaba en un autobús con mi mamá y mi hermana y me di cuenta que un hombre no tan mayor que tenía más menos unos 35 años de edad y era un tipo muy pero muy bello, de piel blanca, facciones finas y pelo bien negro, me estaba mirando pero cuando vi bien su cara, vi que me comenzó a mirar con mucha maldad y sus ojos se le pusieron negros. Yo asustada le conté a mi mamá en ese momento y cuando volví a ver a aquel hombre vi que ya no tenía la misma cara de maldad sino que ésta vez estaba de perfil y tenía una mirada pacífica como de alguien que no es malo. Por supuesto que no era como uno de los protagonistas de ésta novela que se llama Ricardo, se parecía mucho a él ya que más adelante verán que tienen el mismo prototipo, con la diferencia que Ricardo medía pienso yo como unos 1.90 .
Me despierto y me encuentro acostada sobre una cama suave, a mi derecha hay un jarrón con rosas blancas y rojas, desprendían un aroma muy agradable. De pronto siento un terrible dolor en mi cabeza pero escuché la voz de un hombre que dijo:
- Tranquila, no te esfuerces mucho.
Su voz era tan varonil, traté de mirarlo pero mi visión estaba un poco borrosa y por causa del dolor no aguanté más y me desmayé. En ese momento tuve como una especie de sueño o revelación, me vi en el lugar exacto en donde había sido levantada en peso por aquel viento, estaba en el aire cuando vi en mi sueño revelado a dos hombres peleando ferozmente, se hacía un círculo a mi alrededor como si estuviese siendo protegida. De repente vi que uno de los dos me miró y me dijo algo pero no pude entender pues lo único que vi fue sus labios moviéndose. Estaba a punto de seguir con el sueño cuando un pinchazo en el brazo me despertó, me habían puesto un trocar para administrarme sueros fisiológicos.
- Hola preciosa ¿cómo estás?.
Seguí rápidamente la voz del que me habló y cuando mis ojos se pusieron sobre él fue como si estuviese viendo a un Dios griego. ¡Por Dios que hombre!, era tan guapo, rubio con facciones extremadamente finas y delicadas y cabello rubio cenizo, pero sus ojos me llamaron mucho la atención ya que eran negros azabache. Jamás había visto a alguien con ojos tan negros.
- Hola, ¿que estoy haciendo aquí?, ¿en dónde estoy?, ¿por qué estoy casi sin ropa?. Espera ¿Por qué estoy con poca ropa?😱 ¿Por quééé?
- Bueno tuve que cuidar de ti por tres días porque al darte tan duro en la cabeza te hiciste una herida y pues te dió fiebre así que tuve que quitarte la mayor parte de las prendas. Pero por lo que veo ya te sientes mejor porque has gritado como una loca jajaja- se rió el muy condenado, ¿cómo se atreve a reírse de mi estado emocional. Argumenté y me pregunté desde mi mente.
- ¿Cómo que por tres días, cómo así?. Yo jamás he dormido tanto
De pronto entró en la habitación otro chico, éste era trigueño de piel blanca y cabello negro, con ojos color verde olivo, facciones finas y labios semi carnosos un poco colorados. Era todo un titán, otro Dios griego, un Ángel caído del cielo, que se yooo, ay pero que clase de hombres tenía a mi lado. En seguida el chico que entró a última hora habló:
- Sebastián ¿por qué la desvestiste tanto?. No era necesario hacer eso.
Vi que el otro solo lo miró y era como si le estuviese respondiendo telepáticamente por que el chico trigueño apretó los puños en respuesta de algo.
- Bueno princesa te dejo, no te vuelvas a desmayar ¿ok?.- Salió de la habitación.
- Mi nombre es Ricardo ¿cómo te sientes?
- Ya me siento mucho mejor, se me quitó el dolor de cabeza que tenía.
- Si, eso fue porque Sebastián te administró un analgésico. Le dije que lo hiciera si te desmayabas por el dolor.
- Ahh gracias. Por cierto¿en dónde estoy?
- Estás en el hospital de la familia Vitelli. Sebastián es mi hermano menor, tengo dos hermanas una se llama Lucrecia y la otra Gema, son las consentidas de la familia. Nuestros padres se fueron a Roma por un tiempo. ¿Quieres saber algo más?- Preguntó con mucha dulzura de su parte.
- No, bueno pensándolo bien si. Tu hermano me dijo que había dormido por tres días¿por qué?
- Es que estuviste en coma por tres días pero ya estás bien.
Estaba en el Hospital de dos desconocidos, había despertado de un coma y para colmo me acuerdo de aquellos dos seres que vi en el parque peleándose. Espera un momento, se parecían mucho a....
Mi mente estaba procesando todo lo que había ocurrido, mi cerebro como que se quería bloquear pero decidí salir de ese pre shock en el cual estaba y actuar rápido. Definitivamente las sombras en forma de hombres que había visto en el parque eran los hermanos Vitelli.
- Ya tengo que irme, me siento bien.
Me dispuse a levantarme, tomar el suero que todavía me estaba hidratando y salir corriendo pero no pude hacerlo porque en cuestión de milisegundos ya tenía a Ricardo parado frente a mi.
- ¿Co cómo hiciste eso?, tú, tú no eres normal. Déjame ir por favor, prometo que no le diré nada a nadie.
- Hey tranquila no te haré daño pero no te puedo dejar ir, estás muy débil todavía y además te ne...
Iba a seguir hablando pero sus ojos comenzaron a cambiar de color, se pusieron negro azabache, por suerte su belleza seguía igual pero su mirada ya no era la misma.
- Mmm odio decir que necesito a una humana pero ésta es la única oportunidad que tengo de poder vivir- Pensaba él mientras me miraba profundamente. A mi por poco me da una cosa cuando vi tal fenómeno paranormal en sus ojos pero no podía entrar en un ataque de nervios así que me contuve.
- Gina yo conozco todo de ti. Conozco a tu familia, tu hermana vive en Puglia con su esposo y tú vives aquí en Florencia con tu mamá. Tu sueño es estudiar Filología Inglesa y te estás quemando las pestañas para obtener la carrera y realmente la obtendrás así que no te preocupes, pero yo te necesito no te puedes ir.
Yo no sabía que responder a todo lo que acababa de escuchar, quise intentar de nuevo volver a escapar pero lo único que obtuve con eso fue que Ricardo me cargara y se colocase encima de mi en la cama.
- Por favor no me obligues a amarrarte, quédate quieta.
- Quien te crees tú para decirme lo que tengo que hacer, ya te agradecí por la atención que me han dado pero una cosa es eso y otra muy diferente es el secuestro. Dejame ir Demonio, sé que no eres normal así que suéltame ahora o comenzaré a cantar canciones que tengan que ver con Dios para atormentarte.
Él no decía nada, solo se reía de todo lo que yo decía y por la locura que tenía. Como esperaba, comenzó a amarrar a la cama mis muñecas y tobillos, me daba vergüenza estar casi sin ropa
- ¿Qué me vas a hacer? ¿Harás un rito satánico, me clavarás una estaca o qué?
- No niña para que voy a hacer eso si te necesito viva.
De repente entró Sebastián al cuarto y me vió en tal condición.
- Ohh pero que tenemos aquí, que espectáculo tan delicioso
- Hermano contrólate que no la trajimos hasta aquí para eso- Le dijo Ricardo frunciendo el ceño con molestia
- Bueno preciosa ya sabes como me llamo pero me puedes decir Dios griego no me molestaría jajaja
- Pero que se cree éste anormal- Pensé en mi mente- ¿Cuánto tiempo estaré aquí?
- El tiempo que sea necesario para que te recuperes y para que nos puedas complacer a lo grande preciosa.
- ¡¡Quééé!!- Exclamé asustada
- Quédate tranquila que aquí nadie te tocó ni va a tocar ni un pelo tuyo- Dijo Ricardo mirando a su hermano con los puños apretados
- Bueno no sé si eso se ha podido cumplir del todo porque tuve que desvestirte casi completa por la fiebre, y por cierto tienes un cuerpo de revista por...
Ricardo miró a Sebastián con cara de psicópata y él lo único que hizo fue reírse y salir de la habitación.
- Por favor Gina perdona la desfachatez de mi hermano
- Si, ok no te preocupes.
Ayy por Dios estoy en un lugar desconocido para mí, que por cierto el interior de la habitación es muy bello, no sé si llorar por estar con dos extraños o emocionarme por estar en una habitación de reyes. Miren esto
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