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Me Enamoré De Mi Suegra

Capitulo 1

Mónica va conduciendo, ha pasado 48 horas de guardia en el hospital donde trabaja, está agotada, pero ella misma decide dedicarse al trabajo para no sentirse sola en casa, mientras conduce siente que el cansancio la rebasa y por una fracción de segundo cierra los ojos, solo este segundo basta para chocar contra otro auto  que había parado delante de ella, pero Mónica no vio la señal. Del otro conductor

El auto impacto no tan fuerte ya que  la velocidad que ella iba no era tan alta.

—¡Mierda!—Exclamo asustada

Del otro auto salió un hombre alto y fornido con cara de pocos amigos, no es para menos,  le dió un punta pie a la llanta trasera y maldijo; Mónica no se atrevia a salir del auto se sentía cansada y sin ganas de tener una discusión.

El hombre se acercó hasta el auto de Mónica y le tocó a la ventanilla con el seño fruncido.

Mónica quitó el seguro de la puerta y se bajó con cuidado, al bajar el hombre la miro de arriba abajo y dijo algo en otro idioma.

—Una donna doveva essere.(Una mujer tenía que ser)

—¡Disculpe!—Dijo ella apenada—Es de mala educación hablar en otro idioma, delante de otro persona que no lo entiende.

Al hombre le causó gracia que la mujer actúa con tanta naturalidad y desvíe el tema del accidente.

—¿Acaso no ve lo que le ha causado a mi auto?—Dijo señalando el suyo.

—Se perfectamente lo que sucedió señor, le pido mil disculpas fue un descuidó—Se disculpo de inmediato

—Y que hago con sus disculpas señora...—Se mostró obtuso

—Da Silva, Mónica da silva—Dijo ella estirando la mano para presentarse.

El hombre miro la mano de la mujer y se la estrecho —sintio la mano suave de la mujer —Lucas Coppola—Dijo con una sonrisa.

—De verdad le pido mil disculpas, el seguro se hará cargo de los daños, fue un momento en el cual perdí la lucidez y... —Se quedó en silencio cuando se dió cuenta que le está dando explicaciones a un desconocido.

—¡Muy bien!— dijo el hombre y saco una tarjeta de su cartera. Se la entrego

Ella la metió en un bolsillo de su pantalón y le sonrió, también tomo una y se la dió. Lucas la leyó y su rostro asomo una expresión de sorpresa.

—¿Es usted doctora? —Dijo mirando a la mujer

—Asi es, como podrá comprender vengo de tener una guardia de 48 horas—Hizo una mueca de cansancio.

Lucas la miro con pena, el mismo cansancio pudo ocasionar la muerte de la mujer—No tiene nada de que disculparse señora Da Silva seguro es una tonteria que podrán arreglar en el taller—Dijo condescendiente con la cansada doctora

—No sé preocupe llamare al seguro ellos se harán cargo de todo, disculpe por arruinar su auto—Dijo un poco avergonzada.

Lucas asíntio—Le gustaría Tomar un café mientras llega la Grúa —Propuso el italiano para limar asperezas

—Eso sería muy bueno— dijo ella, quien ya quería tomar café para despertar un poco

se dirigieron una calle más allá en busca de una cafetería.

Ambos de ubicaron en una mesa, el lugar era acogedor y de buena vista, sonaba una música muy de moda, pero no en un tono alto,  ordenaron un café y Mónica pidió un trozo de pastel de chocolate, ya que eso la ayudaría a tener un poco más de energías.

—Disculpe la indiscreción, pero es obvio que no es de aquí, ¿Viene por trabajo o por turismo?

—No,—Respondio divertido a la primera pregunta —Soy italiano y estoy aquí por trabajo

—Y ¿que trabaja?—Pregunto curiosa, en ese momento se arrepintió de no haber leído la tarjeta.

—Soy pintor, estoy en una exposición de arte, en la galería de un colega  el me invitó aquí, es la primera vez que vengo a este país, es muy hermoso, bueno lo poco que he podido ver—Dijo mirando a Mónica

—Si es muy bello—Ella no noto su insinuacion—¿se dedica solo a eso?

Soy profesor de arte en Italia, pero también pinto cuando estoy inspirado, Aveces hay cosas, personas o sentimientos que te inspiran a pintar.—El no aparta la mirada de ella—Y tu ¿qué tipo de doctor eres?

—Soy cirujano cardiovascular—Dijo orgullosa de su profesión

—¡Que maravilloso!—El hombre se sintió maravillado del trabajo de esta mujer.

—Si, es realmente maravilloso poder contribuir para  dar otra oportunidad a una persona que lo cree perdido—Los ojos de la mujer se iluminaron. Y a la vez se entristecieron.

—¡Wow! de verdad que tener la valentía que usted tiene para ayudar a las personas es muy linda—El hombre reparo en la mirada de la mujer y le pareció hermosa, sus ojos eran los más hermosos que había visto,  también observo su sonrisa y le pareció muy linda.

aunque no era una jovencita la verdad es que la edad que sea que tenga la hacían lucir muy bien, tenía un cuerpo bien definido las mujeres brasileñas se caracterizan por ser de muy buen cuerpo.

—Si es una bonita vocación—Metio un trozo de pastel en su boca—Cerro los ojos para saborearlo—Esta muy bueno.

Lucas trago grueso le pareció muy sensual la escena —Bueno—dijo— creo que llegó la grúa, Deberíamos ir a dar la información pertinente.

Ella asíntio y termino su café, Lucas pago el servicio y salieron del lugar, llegaron y conversaron con el señor de la grúa.

Ambos quedaron sin auto por qué los dos habían sufrido el choque.

—¿A que lugar se dirige?—Pregunto Lucas

—Voy a mi casa

—Si quiere podemos compartir un taxi—Dijo para poder estar un rato más con ella.

—Gracias pero ya vienen por mi—Dijo Mónica

Lucas penso que sería su esposo quien iría por ella, pero igual decidio esperar hasta que ella se haya ido.

Esperaron un rato y un auto se paró frente a ellos, una chica salió moviendo la mano para que la doctora la viera.

—Llegaron por mi—Dijo con una sonrisa

El asíntio y le dió un apretón de mano con una sonrisa ladeada—Fue un placer señora Da Silva

Ella se despidió con la mano y subió al auto de su amiga.

—Amiga y ese galán de dónde lo has sacado— dijo fatima.

—Fatima te he dicho que he chocado el auto, precisamente con él—Dijo mirando por la ventanilla hacia donde había quedado el hombre.

—No me puedes negar que está como le da la gana—Suspiro. La chica quien su asistente en el hospital

—No lo sé sabes que no ando mirando hombres por la calle, es muy amable eso sí.

Mónica llegó a su casa aún más cansada de lo que estaba, se dió un baño y se metió a la cama, de inmediato se durmió.

Mientras tanto Lucas tomo un taxi y se fue a la galería de su amigo dónde preparan la exposición para el viernes en la noche.

—Bruno amigo, a ocurrido un accidente con tu auto—Dijo apenas entró a la galería

—¿Que le paso a mi auto?—Dijo con preocupación

—Me chocaron, pero  no te preocupes ella lo llevo al taller del seguro

—¿Ella? —Dijo arqueando una ceja—¿Te gusto? No te dije que las mujeres en Brasil son hermosas

—No te voy a negar que me pareció una mujer muy hermosa con unos ojos encantadires y además de eso una gran persona.—Suspiro

—Ya veo—Dijo divertido—Por que no la invitas a la exposición

—Seria una muy buena idea—Dijo—A lo mejor la llame para decirle, lo que no se, es, si es casada o no.

—Bueno tan fácil como llamarla y preguntarle—Dice encogiéndose de hombros

—Tienes razón más tarde la llamo, debe estar dormida en este momento.

Ellos siguieron con la preparación de la exposición, conversando de otros temas.

Mónica despertó y ya era entrada la noche había dormido bastante, reviso su localizador y su teléfono celular, pero solo tenía algunos mensajes de pacientes preguntando algunas cosas, respondió a ellos, y se preparo algo para cenar.

Se sentó a comer y unos recuerdos de su esposo vinieron a su mente.

<Mónica sabe que te quiero mucho tu y los niños son mi tesoro> Aquellos recuerdos la agobian, se siente tan culpable de no haber podido hacer nada por su esposo, y evitar que muriera.

Hace ocho años atrás Miguel Ángel murió de un infartó fulminante, en los brazos de su esposa, Mónica lo vio morir y no poder hacer nada por el, siendo en ese momento la mejor cardióloga del país, debido a lo que le pasó a su esposo decidió especializarse en cirugía cardiovascular.

Tras la muerte de su esposo sus hijos se distanciaron de ella, ellos también la ven como responsable de la muerte de su padre, su hija Emma quien es la mayor después de varios años de tantas peleas, por fin decide irse a Italia a estudiar publicidad, su hijo Miguel Angelo decide estudiar medicina lo mismo que sus padres, y la misma especialidad que su padre, cardiólogo pediatra. Después de terminar la carrera no aplicó para trabajar, nunca la ejerció, y decidio abrir su propio negocio, una farmacia se fue a otro estado en Brasil, ahora está casado, aunque se hablan todos los días es quien tiene más contacto con ella ya que su hija Emma casi nunca la llama..

Después de la muerte de su esposo Mónica se cerró a la idea de volver a enamorarse en cambio se abocó a su carrera, ella siente que de esa manera puede sentirse mejor por la muerte de su esposo.

Esta perdida en sus pensamientos y entra una llamada a su teléfono celular, es un número desconocido, ella toma la llamada porque puede ser un paciente.

—Buenas noches le habla la doctora Da Silva —Contesta con cortesia.

—Buenas noches doctora, disculpe si la molestó, espero haya podido descansar

—¿Quien habla?—Pregunto aún sabiendo de quien se trata ya que el acento lo delata.

—No sé, si se acuerda de mí, Lucas Coppola.

—Hola Lucas, ¿como estás? A qué debo su llamada?

—De verdad disculpe Mónica, ¿La puedo tutear?

—Si, está bien dígame

La forma de hablar de Mónica lo ponen nervioso, y esto que Lucas es un hombre de 40 años decidido, Pero está mujer tan Altiva e independiente lo intimidan

—Disculpa solo queria saber cómo estaba, si había podido descansar, no quiero causarle problemas con su esposo.

Ella se quedó callada por un momento—No soy casada—Dijo secamente.

Lucas sonrió al escuchar la declaración de la mujer era lo único que quería saber.—Bueno la llame solo para saludarla y disculpe si moleste su descanso—Decia nervioso.

—No se preocupe ya había despertado, muchas gracias por preguntar, hasta luego.

—Chao—Dijo y colgó la llamada, las manos le sudan y estaba sonriendo.

—Mírate al espejo tienes cara de idiota—Dijo com ironía su amigo Bruno

Lucas lo miro con odio—¿Acepto tu invitación? —Pregunto

—No, no le dije nada, no supe cómo hacerlo, y si la hacía sentir acosada o algo así—Hizo una mueca de disgusto

—Bueno mañana podrás hacerlo—Le palmeo el hombro.

Capitulo 2

Al día siguiente Mónica no tenía que ir al hospital y decidido ir un rato al súper mercado para comprar la despensa y algunas cosas personales. Salio para Tomar un taxi y recibió la llamada de Lucas nuevamente aunque no era tan temprano tampoco era tarde, era casi las once de la mañana.

—!Buen día Mónica!—Saludo al descolgar

—Buen día Lucas, a qué debo su llamada—Dijo con extrañeza ya que la ha llamado dos veces

—Disculpa si te incomode, si prefieres no te vuelvo a llamar—Dijo muy incómodo

—Disculpa Lucas es que no estoy acostumbrada a recibir llamadas personales—Dijo con sinceridad

—Queria saber si me invitas a comer, es que no conozco sao Paulo y tampoco conozco a otra persona a quien molestar

—Lo siento Lucas no puedo voy de compras al super y no estoy presentable para ir a un restaurant.

—Entiendo, pero puedo ir contigo al súper así te acompaño y conozco un poco más por aquí—Insistio

Mónica se dió cuenta que no lo podía rechazar más y termino por aceptar—Te doy la dirección le dices al señor del taxi que te deja allí, y te estaré esperando.

Colgó la llamada y miro la forma en la que anda vestida, un pantalón de licras deportivas

Una sudadera, una gorra zapatillas deportivas, para ella es una vestimenta normal, presentable, cómoda y la hacen lucir muy bien su figura.

Ella abordo el taxi y llegó al súper, espero unos minutos y Lucas estuvo ahí también, el llego y casi no la reconoció por la forma en la que estaba vestida, deportiva, que la hacían ver muy pero muy bien, su esbelta figura se mostraba en todo su esplendor.

Lucas quedó impactado al ver a la mujer en esa ropa —¡wow de verdad que me tienes impactado!—Dijo sin parpadear—Te ves muy bien en esa ropa

—Gracias—Dijo sonrojada ella lo miro también, y el estaba vestido con ropa casual, camisa y pantalón sin saco ni corbata, se ve muy bien de esa manera aunque el no se viste así, no trabaja en una empresa ni nada—Tambien te ves muy bien.

Ellos entraron y Mónica tomo un carrito y comenzaron a caminar por el súper, varias personas saludan a Mónica, y también ella atiende varias llamadas de sus pacientes, los  atiende a todos, de una manera tan amable y sin perder la paciencia por qué la estén molestando, ante los ojos del hombre ella es perfecta.

Lucas Coppola es un hombre de 40 años, graduado en arte, es un gran pintor, reconocido a nivel nacional, eso quiere decir en su país, tuvo la oportunidad de darse a conocer en Brasil gracias a su amigo Bruno quien abrió una galería en Sao Paulo, Lucas es un hombre divorciado hace un par de años, se divorcia por qué siente que su esposa no lo apoya a la hora de querer abrirse camino en otros países y ser re conocido a nivel mundial.

Con su ex tuvo un hijo que ahora tiene 15 años de edad el niño comparte mucho con su Papá, Lucas siempre está pendiente, lo apoya en lo que él quiere y en lo que se puede, Ahora es un hombre soltero sin planes de enamorarse y mucho menos de tener una relación estable con alguna mujer.

Conoció a Mónica apenas llegó al país.

—Entonces doctora Da Silva, es usted muy amable con sus pacientes le aseguro que si yo fuera su pareja, me pondría muy celoso—Dijo para cortar con el silencio que había entre ambos

—No me gustan los hombres controladores—Dijo encogiéndose de hombros—Mi esposo era un hombre espectacular, confiaba en mí nunca me llegó hacer una escena de celos—Dijo con nostalgia.

—Sin duda Tenia una gran mujer a su lado—Dijo sincero —Y ¿por qué no están juntos?

Ella parpadeo varias veces deteniendo las lágrimas que se acumularon en sus ojos.

—Lo siento no quise ser indiscreto—se disculpó al ver que que a la mujer aún le duele la separación

—No te preocupes, el murió —dijo con tristeza hace 8 años, suspiro con nostalgia

—¡Lo siento!—Dijo tomándole la mano a la mujer.

—Tranquilo es difícil superar algo así—Se limpio unas lágrimas—Pero vamos a seguir con las compras o no vamos a salir de aquí hoy—Dijo con una sonrisa.

Siguieron con las comparas Mónica camino adelante y el se quedó atrás buscando unas cosas que le gustaron, miro adelante y vio el caminar de la mujer, tan sensual, como movía sus caderas de un lado a otro, en un vaiven casi celestial.

Camino a prisa para llegar hasta ella de lo contrario su mente iba a comenzar a divagar en cosas que no vienen al caso

Terminaron de comprar y Lucas no dejo que ella pagará por las compras el muy amablemente cancelo todo.

—No tenías por qué hacer eso

—Pero quise hacerlo—Dijo encogiéndose de hombros.

Salieron y compraron unos helados. Se sentaron mientras lo comían

—Los helados van por mi cuenta dijo ella—no acepto un no—Dijo arqueando una ceja

—Muy bien como usted mandé—Dijo con una sonrisa.

Terminaron el helado  mientras conversan de una cosa y otra acerca de sus trabajos.

—Monica quería hacerte una invitación para el viernes a las 7 de la tarde—Se atrevió a decirle

—¿Para dónde?

—Para la galería, donde presentaré algunas de mis obras, me gustaría que la vieras

—Bueno si no tengo guardia o emergencias en el hospital con mucho gusto iré, me gustaría ver tu trabajo.

—¡Entonces es un si!—Dijo emocionado

—Como ya te dije si no estoy ocupada cuenta con mi presencia—Dijo sonriente.

Se despidieron rato después y se fue a su casa. Mónica de alguna manera no deja de pensar en Lucas, su forma de ser de tratarla, es tan guapo y varonil, siente como si algo se hubiera conmovido dentro de ella.

El viernes Mónica está trabajando Lucas le envío la dirección y una nota diciendo -ojalá puedas- A Mónica le gustó mucho la atension de Lucas y deseo que no se presenten emergencias  para asistir a la galería, en la tarde tendría una operación a corazón abierto y estás siempre tardan varias horas si todo salía bien, antes de las ocho estaría desocupada, y le daría chance de ir a ver las pinturas de su amigo.

La operación comenzó, y al entrar al quirófano ella se olvida de todo, en ese momento sus pensamientos y todo están es con el paciente, ella se entrega con amor a su vocación. La operación duro alrededor de 4 horas, salió y estaba cansada, reviso su teléfono celular, y tenía un mensaje y una llamada de Lucas.

"Espero puedas venir"

Mónica suspiro y se cambió de ropa, todo había salido muy bien, dejo a una interna al pendiente del paciente.

—Cualquier cosa que veas, me llamas de inmediato estaré muy pendiente del teléfono y también del localizador.

—No se preocupes doctora Da Silva que le estaré avisando cualquier cosa, valla descanse tranquila.

Mónica tomo un taxi y fue hasta su casa.

Se dió un baño y se colocó un vestido color turquesa escote ilusión, corte A, le llaga un poco más arriba de las rodillas, y unas sandalias a juego, difuminó sus ojos, haciendo resaltar el color de los mismos, coloco un color rosa en los labios, su perfume y se fue.

Lucas está impaciente por qué la mujer no llega, y tampoco le responde si va asistir o no, a los presentes les gusta las pinturas de Lucas pero el no quería que se llevarán ninguna hasta que ella pudiera verlas.

Casi dan las nueve y nada que llega, ya se había dado por vencido, ella no asistiría, el sabe que su hospital y pacientes son todo para ella.

—Tranquilo hermano, seguro está en medio de alguna operación salvando la vida de alguna persona.

—Si debe ser eso —dijo cabizbajo

De pronto un revuelo se escuchó en la entrada la mayoria de los presentes están mirando una femenina que viene entrando y nuevamente Lucas no puede reconocerla por qué está vestida totalmente diferente a las dos veces que la ha visto, en cuanto la reconoció corrio a recibirla se emociono mucho al verla llegar, el color del vestido resaltan el color bronceado de su piel, y la pintura en sus labios resaltan el color avellana de sus ojos, el vestido resalta su esbelta figura, y su cabello castaño claro suelto hasta los hombros. Se ve realmente hermosa

—Definitivamente eres una cajita de sorpresas—Dijo llegando hasta ella

—Yo...y ¿por qué?—Frunció el seño

—Por que ¡Woow! En tus tres facetas te ves ¡increíble!—Dijo con admiración.

—Gracias tu también te ves muy muy guapo

Lucas lleva un traje a la medida color gris, aunque el no es adinerado lo cierto es que le va bien con su trabajo y puede darse ciertos lujos.

El le dió un recorrido por la galería y le mostró sus creaciones, a ella le pareció muy bonito su trabajo, aunque no entiende mucho de arte hubo un cuadro de un paisaje, que le gustó y quiso comprarlo.

—Bruno mira ella es Mónica, Mónica Da Silva

—Doctora Mónica—Dijo el hombre—¿Como esta? Es un placer verla de nuevo—Dijo el chico muy emocionado

Lucas carraspeó la garganta—¿Ustedes se conocen?

—Quien no la va a conocer si es una de las mejores doctoras del país—halago Bruno y Lucas ya estaba sintiendo Celos.

—¿Como está tu mamá? No la he vuelto a ver desde que deje de atenderla

—Ella está muy bien, siguiendo todas sus recomendaciones aunque usted ya no sea su doctora— Sonrió el chico.

—Que bueno debe cuidarse mucho, mira que esa enfermedad es muy traidora.

—Bueno—Dijo Lucas—Bruno tu no tienes que atender otros invitados—Le dijo para que se fuera y los dejara solos.

Bruno entendió, se despidió de la doctora y se fue.

—Creo que fuiste muy grosero con tu amigo

—Yo—Dijo ofendido—Jamas es que me estaba robando toda tu atención —Dijo con media sonrisa.

—¡Estas loco!—Ella sonrió

—Sabes Mónica, creo que haré una cita contigo—Dijo mirándola  muy serio

—Tienes problemas en el corazón—Dijo alarmada

—Si, es que estos últimos días, cuando pienso en ti mi corazón se acelera—Dijo con una sonrisa pícara

Mónica se sonrojo enseguida—Si eres tonto me asustaste mucho, mi esposo murió de un infartó—Dijo sería

—Lo siento que torpe soy . Pero es cierto no se que me sucede contigo, me gustas mucho.

Mónica se quedó callada mirándolo a los ojos esos ojos color café, que están iluminados esperando una respuesta, ella bajo la mirada hasta sus labios, tenía los labios carnosos y provocativos, el hombre parecía salido de una revista, desde que su esposo murió nunca se había sentido tan atraída por un hombre como se siente por este que tiene enfrente.

Capitulo 3

Disculpa creo que fui muy bruto

—No, está bien no te sientas mal, es bueno decir lo que sentimos—Dijo sin saber que más agregar.

La noche termino y Lucas había vendido sus cuadros tuvo mucho éxito con las ventas.

Mónica y Lucas salieron de la galería, el queria estar un poco más con ella y ella también queria, como ninguno tenía auto caminaron un rato por las calles de Sao Paulo, caminaron durante largo rato conversando y riendo de cualquier tontería.

Lucas la miro reír y unas ganas de besar sus labios lo invadieron, así que se paró frente a ella y sin decir nada, acuno su rostro entre sus grandes manos para apreciar bien la belleza de sus ojos,  ellos se miraron si parpadear,  Lucas acercó su rostro al de ella y ambos podían sentir los latidos de su corazón y el aliento del oto, Mónica cerro los ojos y se dejo besar en medio de una calle solitaria a mitad de la noche, el beso fue lento y no invasivo, muy romántico. Los labios de Lucas eran suaves y tenían un ligero sabor a licor.

Un auto que paso por ahí, Les grito—Consigan un hotel

Ellos se separaron y ella lo miro sonrojada

—¡Me gustas Mónica!—Dijo y le volvió a dar otro beso, pero está vez con un poco más de pasión, los besos de Mónica eran dulces sabían a licor, también había tomado

Ella se estaba dejando llevar pero la imagen de su difunto esposo llegó a su mente. Se separó de golpe.

—Disculpa dijo y avanzo en la calle dejando desconcertado a Lucas.

Él al reaccionar corrió tras ella, y la tomo del brazo y se dió cuenta que estaba llorando

—¿Que paso? ¿Por qué estás así?

—Es que nunca me había besado otro hombre que no fuera mi esposo—Dijo con la mirada en el piso.

Lucas levanto la barbilla de la mujer con su mano. Y Entendió que la mujer frente así tenía 8 años que no era tocada por ningún hombre.

—Te entiendo, lo siento mucho—Ella lo miro, pero por alguna razón quería besarlo y quería dejar atrás ese temor a enamorarse o por lo menos a dejarse llevar por la pasión.

Así que ella misma propicio el beso, Lucas quedó asombrado pero siguió el beso, la apretó fuerte por la cintura como para que no pudiera escapar.

—Si querés podemos ir a otro lugar, estamos en medio de la calle—Dijo Lucas jadeante por el beso que lo dejo sin aliento

Ella asíntio y caminaron hasta el primer hotel que consiguieron, pidieron la habitación y subieron.

—No creas que te traje para acá con una doble intensión aquí no sucederá nada que tú  no quieras, podemos conversar, así nos conocemos mejor —Dijo él con mucha seriedad.

Ella lo miro fijamente a los ojos, Pero el deseo que ella siente en ese momento no la deja razonar, será por el licor que tomo, sera por qué  hace muchísimo tiempo que  ningún hombre se acerca tanto a ella, pero se soltó el vestido y lo dejo caer al piso, quedando desnuda frente a Lucas que la mira sin poder creer lo que ella hizo, se acercó a él y lo beso con pasión, con lujuria, de todas maneras para ella, el se iría y a lo mejor no lo volvería a ver jamás en la vida.

Esa noche Mónica se entregó a este hombre, después de tantos años dejo atrás el dolor y el remordimiento de sentirse culpable por la muerte de su esposo, y sentir que lo esta traicionando por pensar en otro. Y estár con otro hombre, por lo menos por esta noche, dejaría de sentirse culpable.

Mónica se sintió en la gloria con cada beso, cada caricia, cada cosa que el Hombre le hace, lo hicieron hasta quedar satisfechos.

Al amanecer, Mónica y Lucas estaban en la cama desnudos, ella despertó primero al escuchar el sonido del localizador inmediatamente supo que algo anda mal en el hospital, ya que la localizan solo para una emergencia se levantó de prisa, se había quedado dormida y debía revisar al paciente de la operación del día anterior, se dió un baño rápido y se vistió.

—¿Ya te vas?— Dijo Lucas aún somnoliento

—Me necesitan en el hospital—hablaba mientras se termina de arreglar.

—¿Nos veremos en la tarde o cuando te desocupes?

—Te llamo por qué hoy entro en una guardia de 48 horas y no creo Tener tiempo.

Cuando ya está lista Lucas se levanta y la toma de los hombros—¿Te pasa algo? ¿Estás como nerviosa?—Dijo con cara de preocupacion.

—No, no me pasa nada—Le esquivo la mirada

—¿Estas arrepentida de lo que sucedió?

Ella suspiro y negó—Entiende Lucas. Esto es nuevo para mi, hace muchos años que nadie me toca, y vienes tú y rompes con cualquier barrera que me impuse para no sufrir, y eso me asusta un poco.

—Claro que te entiendo Mónica, tu me gustas, me gustas mucho, yo puedo venir seguido a verte, la ventaja es que mi trabajo no demanda tiempo y puedo ir y venir—Dijo suplicante.

—Es mejor dejar las cosas así Lucas, que tú sigas con tu vida y yo sigo con la mía—Sus ojos lo miran con tristeza.

—No te prometo nada, Mónica—Le dió un beso apasionado para que nunca lo olvide.

Ella salió del hotel, rumbo a su casa, se cambio de ropa y se fue al hospital a seguir con su vida tal y como la tenía antes de conocerlo. Aunque eso sería difícil de olvidar. .

Lucas tuvo que volver a Italia antes de tiempo porque su hijo sufrió un accidente,  ese día paso por el hospital para despedirse de Mónica, ya que no le contesta los manejes ni llamadas, no la pudo ver por qué estaba en una operación y el tiempo de Lucas no daba para esperarla.

Se fue a Italia con el firme propósito de volver para conquistarla, pero como el destino es incierto, volverán a verse pero en circunstancias diferentes.

El día que le entregaron el auto Mónica pensó que lo vería, pero en cambio fue Bruno quien apareció en el taller

—Doctora Da Silva, ¿como está? Un gusto verla.

—Gracias Bruno digo lo mismo. ¿Y Lucas?— No pudo evitar preguntar por él.

—Lucas—Dijo con gesto sorprendido—El volvió a Italia hace unas semana, ¿no se lo dijo?

—No, he estado muy ocupada en el hospital debí pasarlo por alto—se despido y subió a su auto.

.

.

Lucas llegó a Italia y su hijo había tenido un accidente pero solo había Sido un brazo roto nada de lo que preocuparse.

Llegó a la academia de arte para comenzar el semestre.

—Lucas—Dijo el director—Me entere que fue todo un éxito la exposición en Brasil

—Si todo un éxito, las personas de allá son amantes a la pintura—Dijo con estusiasmo.

—Te mandé llamar para decirte que este semestre te harás cargo de los estudiantes del último año,  ya que el profesor Gusman está de reposo.

—¿Y que pasará con mi semestre?

—Tranquilo, ya eso está solucionado, anda al aula 95b, todos están esperando para conocerte.

Lucas se dirigió al lugar abrió la puerta y entro.

—Buenos días!—Dijo un poco fuerte para que le presten atencion, ya que se encuentran hablando. Todos lo miraron—Soy Lucas Coppola su nuevo profesor, espero que todos sepan las reglas, y también sepan trabajar, este último año es solo para poner en práctica todos los conocimientos aprendidos

Todos se miraron entre sí, Emma Da Silva, mejor conocida en Italia como Emma Ferrara, por qué ella decidió usar el apellido de su padre. miro al nuevo profesor y se mordió el labio inferior le pareció un tipo interesante.

Lucas les dijo en que iban a trabajar ese día, y todos se dispusieron hacer lo que él pidió.

Emma no deja de mirarlo pero Lucas ni la ha visto, al terminar con  la actividad ella se levantó para entregar la pintura y ser evaluada. Lucas la miro y se sorprendió por qué vio en la chica aires de Mónica, sus ojos esos ojos color avellana que nunca olvidará, aunque el cabello es más oscuro y el color de piel es diferente, reviso de Inmediato para saber el apellido pero no tenía nada que ver con Da Silva.

A Lucas le llamo la atención la muchacha por el color de sus ojos, eran iguales a los de Mónica, aunque en todo el tiempo desde que regresó de Brasil ha intentado comunicarse con ella le ha Sido imposible, a Lucas le gusta mucho la mujer pero a ella parece no importarle nada lo que sucedió entre ambos.

Emma se fijó en el nuevo profesor de arte, un hombre como Dios manda, maduro, guapo conservado y muy sensual, Emma cada vez que tenían clases busca la manera de hacerse notar frente al profesor de alguna manera u otra, le pide prestado un pincel, una acuarela, le dice que chequee el trabajo, se hace a la que no sabe alguna técnica solo para que él, le preste atención.

—Profesor disculpe, quería saber si usted me podría dar unas clases extracurriculares—Dijo coqueta y mordió el labio inferior

Lucas la miro por un momento pero siempre termina por esquivar la mirada por qué esos ojos, lo atraen.

—Señorita Ferrara, usted para que necesita una clase extracurricular si es muy buena en su técnica—puso un gesto de aprobación.

—Profesor es que la técnica en acuarela, me cuesta un poco y me gustaría que pudiera explicarme con calma, me gustaría ser una gran artista como lo es usted—Lo miro con admiración.

—Muchas gracias señorita Ferrara, bueno si usted quiere puedo hacer espacio por dos horas mañana por la tarde, ¿Te parece?

—Me parece muy bien—Dijo con coquetería.

Salió del aula y su amiga Melisa se burló de ella—Amiga te estás regalando al profesor—Dijo con sorna

—Bueno amiga, como dice el dicho si tienes hambre comete el pan, y yo tengo hambre—Dijo levantado los hombros, y saboreando sus labios.

—Eres una perra, Emma si Ismael se entera te va a ir muy mal—Dijo con cara de preocupación.

—Ismael me ama, además estamos molestos, el no puede pensar que me va a ver la cara de tonta con la estupida de Eugenia—Rodo los ojos

Ellas rieron de Ismael y lo tonto que es, por qué el no puede ni mirar a nadie más, mientras Emma se come todo lo que se le antoja

.

Emma iba de salida para donde el profesor le dijo que la iba a recibir, se coloco una ropa muy sugerente, cómo es brasileña su cuerpo es llamativo es una mujer joven de apenas 27 años, dejo sus senos a la vista y la mini falda que no deja nada a la imaginación. Lucas es un hombre y seguro se dejará llevar por lo que ve, y es donde ella aprovechará

Tocó a la puerta, y Lucas abrió estaba vestido totalmente diferente a como es en clases, unos pantalones de chandal negros, que marca todo el paquete que se carga y una franela deportiva del mismo color, y está descalzo.

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