Mi nombre es Ana Lombardi y esta es mi historia, soy hija única, mis padres son un matrimonio estable que desde muy pequeña me llenaron de mimos y amor, pero no sé porque motivo siempre desde muy pequeña he sufrido de pesadillas recurrentes, que han atormentado mi vida y de una forma y otra se repiten y no me dejan conciliar el sueño, me siento muy cansada he acudido a médicos, tomado pastillas para poder dormir y nada funciona, actualmente a mis veinticuatro años, sigo sufriendo del mismo problema, soy soltera y no me he querido mudar de casa de mis padres porque aún busco su consuelo durante las noches, en mi trabajo suelo tener problemas porque he llegado a quedarme dormida, mi cansancio es tal, que no logro en muchas ocasiones mantenerme despierta.
Tengo a mi mejor amiga se llama Isabela, ella sabe del problema que tengo con el sueño, siempre ha tratado de ayudarme y todo el tiempo está buscando ayuda opcional para mí, hemos ido a ver a muchas personas que trabajan con alternativas para ver si logro calmar mis pesadillas, pero hasta el momento la mayoría han sido charlatanes, que solo me sacan el dinero y no resuelve nada, el día de hoy quede de verme con mis amigos vamos a ir a ver una película y a tomar un café, prefiero hacer cualquier cosa que llegar a dormir sinceramente le temo a mis sueños.
Como es sábado no fui a trabajar me arregle y me puse un lindo vestido color azul, espero y pronto conozca alguien especial, realmente me siento muy sola, tiene muchos años que no salgo con nadie, mi última pareja la tuve a los dieciocho y no fue nada serio nuestros caminos se separaron y nuestra relación no prospero, realmente soy alguien complicada, más con mis compañeras las pesadillas nocturnas que no me dejan vivir, no es sencillo convivir conmigo, solo mis padres soportan por el cariño que me tienen, lo sé, me gustaría algún día descifrar que significan para poder dormir en paz, me doy un último retoque y escucho el claxon del coche, ya vinieron por mí, Isabela y su novio Maximiliano, pero de cariño le decimos Max, me coloco un poco de perfume y voy a despedirme de mis papás, les doy un beso, me dan su bendición me piden que me cuide y porte bien, salgo en busca de mis amigos y subo al carro y vamos rumbo al centro comercial, donde los demás nos esperaran para ver la película y después ir a tomar algo todos juntos, llegamos bajamos del coche y llegamos al lugar donde nos quedamos de ver, ahí estaban los chicos la mayoría son pareja solo dos de nosotros estamos solos, pero mi amigo Joel no vino solo, en esta ocasión, venía con su prima, que era de Guadalajara y estaba de visita en su casa me la presento se llama Fabiola, una persona muy agradable.
Vimos la película pero como siempre yo me quedé dormida, así que al salir del cinema fuimos a tomar un café y algunas bebidas y comenzaron hacerme burla, todos se reían de mí, menos Fabiola que solo esbozaba una leve sonrisa, algo que llamo mucho mi atención, así que se paró al baño y decidí seguirla, cuando estábamos solas decide preguntarle si no le parecía gracioso lo que me sucedía, a lo que me respondió, --Mira Ana yo sufrí un trauma hace muchos años y la verdad padeci de pesadillas terriblemente, cada noche era lo mismo no podía conciliar el sueño y si lo hacía era tortura, así que prefería estar despierta como tú, por eso sé perfectamente por lo que estás pasando así que no se me hace para nada gracioso el que la gente se burle de eso-- pero como lo superaste, porque ya no las tienes según entiendo, -- así es ya no las tengo, alguien me ayudo, una anciana que se dedica hacer regresiones, no sé si creas en eso, mucha gente no cree por eso sí les platico me tachan de loca y prefiero no contarlo, pero pienso que en verdad necesitas ayuda, son pocas las personas que saben hacer este tipo de prácticas, pero ella en verdad es buena y sabe muy bien lo que hace, quieres que te pace sus datos pero ella vive en Guadalajara y tú aquí en la ciudad-- no importa yo iría a donde fuera con tal de que me ayuden, me dio la dirección de esta persona y sentí en mi alma un poco de esperanza, si la pudo curar a ella porque no podía hacerlo conmigo, así que guarde en mi bolso la dirección que me dio y volvimos a la mesa con los demás, estuvimos un par de horas hasta que llegó la hora de despedirnos, abrace a Fabiola le di las gracias y volví a mi casa, Isabela y Max me dejaron en la entrada y se despidieron de mí, seguramente irían a otro lado a seguir divirtiéndose pero solos, me alegre por ellos se ven tan felices juntos, entre a mi casa me puse mi pijama y me dispuse a dormir.
Rápidamente, me quede dormida, estaba tranquila pero de repente otra vez ahí estaban esas pesadillas que me han atormentado desde que era una niña, era yo pero me encontraba vestida de una manera diferente, iba en una carreta a toda velocidad, sé que estaba acompañada de alguien, era un hombre pero nunca le podía ver su rostro, únicamente escuchaba mi nombre ¡sujétate fuerte Ana! Me gritaba cuando de pronto la carreta caía al barranco y se destrozó en mil pedazos, me desperté al ver mi cuerpo ahí tirado sin vida lleno de sangre, mi corazón latía a mil por hora como si yo me transportará al lugar y lo viviera una y otra vez, por lo menos en esta ocasión no grite y así no desperté a mis padres que siempre corren a consolarme, me levante me limpie la cara que estaba llena de lágrimas y tome un poco de agua, no tengo nada que pensar mi decisión está tomada buscaré ayuda así tenga que ir al otro lado del mundo, mañana hablaré con mis papás ya no puedo más.
Al día siguiente platiqué con mis papás y mi papá decidió que mamá me acompañe a ver a la señora Constanza, para que me ayude, le llamé al teléfono que me dio Fabiola y le hice una cita partiríamos el día de mañana para verla mi mamá y yo.
Quede con mi mamá de partir muy temprano, así que tenía muchas cosas que hacer, pedí permiso en mi trabajo, ya que me ausentaría un par de días y llame a Isabela para comentarle que me iría y claro llego inmediatamente a verme, ella quería saber exactamente que tenía pensado hacer, así que le platiqué todo lo que Fabiola me contó y su reacción fue --¡de ninguna manera te vas a ir sin mí! Crees que harás esto tu sola yo iré contigo-- pero Isabela mi mamá me va a acompañar no voy sola, -- mira Ana, tu mamá tiene que quedarse para estar con tu papá, en cambio, yo, siempre he ido contigo, con esas personas charlatanas pero ahí estado, solo espero que en esta ocasión si te ayude de verdad-- créeme yo también lo espero, bueno no perdamos el tiempo y comentemos a mi mamá a ver que opina, nos costó un poco de trabajo convencerla pero al final accedió, así que me iría con Isabela y mi mamá se quedaría con papá, así me sentía un poco más tranquila de no dejarlo sólito, Isabela se fue rápidamente, ya que tenía que arreglar sus cosas y pedir permiso en su trabajo, lo bueno es que ella trabajaba en el negocio de sus padres y no tenía mucho problema cuando se ausentaba y su hermano mayor era quien siempre estaba a cargo.
Al día siguiente tomamos el autobús muy temprano, ya que eran siete horas de camino, llegaríamos por la tarde comeríamos algo y después iríamos directo a ver a la señora Constanza, Isabela se durmió casi todo el camino, yo me caía de sueño pero tenía miedo quedarme dormida, así que solo dormitaba, que tal si en una de esas me ganaba el sueño y una de mis pesadillas se hacía presente no quería ponerme a gritar como loca y espantar a todos los pasajeros del autobús, por fin llegamos a Guadalajara, era una ciudad muy bonita, muy grande por cierto, ya que era la primera vez que la visitaba, no conocía nada de ella, tomo el celular y le llamo a mamá para avisarle que ya estamos aquí, bajamos y fuimos a buscar algo de comer llegamos a un pequeño lugar donde vendían la típica comida de aquí, pedimos unas ricas tortas ahogadas y después tomamos un taxi para dirigirnos a donde vivía la señora Constanza, estaba bastante retirado de donde nos encontrábamos, ya que su casa se ubicaba a las orillas de la ciudad, lo buena era que no habíamos apartado hotel, así podíamos buscar uno que se encontrara cerca del lugar a donde nos dirigíamos.
Por fin después de un buen rato, llegamos a su casa era una hermosa casita, muy sencilla pero bien cuidada, tocamos el timbre y un muchacho jovencito nos abrió, le comenté que veníamos a ver a la señora Constanza, me comenta que era su abuela y que nos estaba esperando nos hizo pasar a una pequeña sala y tomamos asiento, yo tenía muchos nervios, no sabía lo que me esperaba y por supuesto tenía miedo que no me pudiera ayudar y sobre todo que fuera otra farsa más, retire esos pensamientos de mi mente y trate de ser positiva, en eso vimos salir a unas personas de una habitación que se encontraba al fondo del lugar, se despidieron amablemente de alguien y se retiraron, en eso el joven se acerca a nosotros y nos dice que su abuela ya se desocupó que lo sigamos, nos levantamos y fuimos tras él, atravesamos un pequeño jardín con unas hermosas flores muy bien cuidadas, nos detuvimos detrás de la misma puerta donde salieron minutos antes las personas que vimos, el joven nos deja allí y se retira, en eso escuchamos una voz que nos dice pasen por favor, Isabela me mira como dándome valor y entro yo primero.
Mi vista comienza a observar el lugar, era una habitación bastante amplia, estaba llena de plantas y hiervas curativas, había una especie de incienso encendido, que le daba un aire de misterio al lugar, también había unas tira de ajos colgados amarrados con un listón rojo velas y varias cosas más, lo más extraño de todo y que ya me había pasado en otras ocasiones y que no puedo explicar, era que me sabía perfectamente el nombre de cada planta y hierva que se encontraba en ese sitio, no sé cómo ya que nunca he estudiado nada de botánica, ni algo por el estilo, pero esas eran cosas que me ocurrían frecuentemente, estaba pensando en eso cuando una voz me interrumpió, --hola Ana bienvenida, te estaba esperando, la verdad es que tardaste mucho tiempo en venir, lo bueno es que ya estás aquí, ven toma asiento-- así lo hice pero me sorprendieron sus palabras, la mire con cara de extrañeza, pero no me saco de la duda, la señora Constanza era una viejecita, se veía como de unos setenta años con un dulce rostro que te inspiraba bastante confianza, en eso voltea a ver a Isabela que estaba parada a un lado, con cara de espanto, volteó a verla y le doy un tirón, para que tome la silla que estaba a un lado de mí, --y esta jovencita es-- la interrumpo es mi mejor amiga Isabela siempre me acompaña a todas partes, --si ya veo, alguien de tu fuerza y poder siempre es bueno que tenga amigos que no estén relacionados con nuestro mundo-- a que se refiere no entiendo, --ya lo entenderás en su momento, veo que has hecho un largo camino para llegar aquí conmigo, sé que necesitas mi ayuda y te la puedo dar, pero te advierto que el camino que vas a recorrer no será nada fácil y tienes que estar dispuesta abrir tu mente y dejarme entrar para que pueda ayudarte, tenemos poco tiempo así que debemos apurarnos,-- realmente estoy desesperada y muy cansada así que estoy dispuesta a todo con tal que las pesadillas desaparezcan, -- mi niña es complicado hacer que lo vivido se vaya pero a lo mejor puedo darte un respiró, necesito que te recuestes ahí-- me señala una cama de masajes que tenía en el lugar, me levanto para dirigirme al lugar donde me indicaba he Isabela me detiene --Ana estás segura de esto yo-- sé que tienes miedo Isabela, pero, creo que al fin, he encontrado a la persona correcta que me puede ayudar, --¿cómo lo sabes? Yo solo lo sé, me levanto y me recuesto en la cama ella se levanta cierra la cortina detrás y todo comienza.
Me senté en la cama para recostarme pero Constanza me detuvo, -- un momento Ana antes de que te acuestes, debes colocarte este medallón, es para que puedas regresar y no te quedes atrapada en el lugar a donde iras, recuerda cuando te llame y te diga regresa tocaras esto, no sé té olvide, él te acompañara en tu viaje, no lo utilices a menos que sea una verdadera emergencia solo lo tomas con las manos y dices quiero volver, con esto sabremos la causa de tus pesadillas y como resolver el problema, para que desaparezcan, yo estaré aquí todo el tiempo y me narraras todo lo que veas y cuando yo crea necesario o se acabe el tiempo te haré volver, debes tomar esto son unas gotas que te harán relajarte y dormir de lo demás me encargo yo, ahora sí, recuéstate vamos a comenzar-- me acosté y cerré mis ojos, Constanza acerco a mi rostro y cuerpo el incienso que tenía un aroma agradable, las gotas me hicieron rápido efecto, ya que mi cuerpo comenzó a relajarse y no supe en qué momento me quedé dormida.
De pronto me encontraba en un sitio diferente, no sabía donde estaba solo sabía que era yo pero tenía, otra ropa estaba sentada frente a una hoguera rodeada de gente, que también disfrutaba del calor del lugar y alrededor de nosotros había carretas que nos cubrían del frío, por lo que veía era donde dormíamos, de pronto me acordé del medallón y lo busque era verdad estaba conmigo, en eso en mi mente escuché la voz de Constanza que me decía Ana donde estás, no lo sé respondí, solo sé que soy por la ropa como una ¡especie de una gitana! Muy bien yo estaré escuchando todo lo que hables no te voy a interrumpir más que únicamente para llamarte, en eso escucho que alguien dice mi nombre Ana hija ven conmigo, era mi mamá una mujer que en mi vida había visto pero yo sabía en ese momento quien era, me acerco hacia ella, --ven Ana es hora de tus lecciones-- me lleva a una especie de casa como de campaña, al entrar había toda clase de hierbas y cosas muy similares a las que vi en casa de Constanza, --muy bien hija recuerdas para que es esta hierva-- si mamá le respondí todas las preguntas que me hacía, --perfecto ahora practiquemos el arte de la baraja y la lectura de mano te parece, recuerda todo esto es parte de nuestras tradiciones y nuestro modo de vida, cuando te toque ir al pueblo tendrás que utilizar estas habilidades para ganarte unas monedas comprendes, pronto tu papá te llevará con él al pueblo, ya eres toda una mujer tendrás que comenzar a ganarte tu sustento-- pero mamá solamente tengo diecisiete, por eso mismo todas comenzamos muy jóvenes, ven dejémonos de lecciones por ahora ven vamos a cenar, en ese momento se acabó ese tramo de mi vida y siento que doy como una especie de salto hacia otro sitio, no se era como si mi sueño quisiera mostrarme algo.
De pronto aparezco en otro lugar seguía siendo la misma la gitana, pero esta vez estaba en el bosque en un lugar rodeado de árboles, sentí un escalofrío por mi cuerpo no sé porque, estaba con una chica como de mi edad, vamos Ana no seas miedosa se dirigió a mí, yo voltee a verla y le respondí no es eso Vanesa, es solo que no me gusta practicar el arte oscuro, --no seas tonta esto es lo interesante y lo que más deja dinero, si nos quedamos solo con la magia blanca, no vamos a salir nunca de pobres-- de verdad no me interesa ve tu sola si quieres yo me regreso, --eres una tonta te arrepentirás después ya lo verás-- la ignore y me di la vuelta, camine un poco y después ya me encontraba en otro lugar, esto que estaba viendo jamás lo había visto, todas mis pesadillas eran terribles, solo veía escenas de mi muerte trágicas y dolorosas, esto era completamente nuevo.
Ahora me encontraba dentro de la carreta donde dormíamos, me estaban arreglando, era mi mamá y otras mujeres me maquillaban y peinaban traía un vestido muy colorido y me llenaron toda de pulseras y colguijes, mi mamá ve mi medallón he intenta quitármelo, pero la detengo, es mío lo encontré tirado, no le toma importancia y me lo deja, no se a donde me llevan pero se ve que hay una fiesta todos están muy arreglados para el festejo, hay mucho movimiento y más carretas que no había visto antes me ponen con un grupo de chicas y en eso comienza hablar el patriarca, era la persona que nos guiaba y nos mandaba, --mis queridos hermanos y hermanas, hoy en un día muy especial, ya que presentaremos a las futuras parejas y uniones de nuestros clanes-- ¡pero qué carajos de que demonios está hablando, yo no me quiero casar! Estoy muy joven todavía, además ni siquiera lo conozco, que tal si es horrible y no me gusta, en eso fueron presentando a las parejas una a una, incluso ahí estaba Vanesa con cara de espanto, como la mía, cuando le asignaron su pareja se veía que quería salir corriendo era alguien flacucho feo e insignificante, unas parejas más y llego mi turno, bueno al menos no era tan feo como el de Vanesa, pero no tenía ninguna gracia ni encanto, con cara de amargura estuvimos varias chicas en la ceremonia de presentación, al terminar me eche un verdadero round, con mis padres, les dije que era absurdo, que ni siquiera me gustaba y que no me casaría con él, ellos solo respondieron que no era mi decisión y que tenía que obedecer, que así era nuestra tradición y que todas las parejas se formaban de la misma manera, que el amor llegaría después con el tiempo, salí furiosa del lugar y de nuevo ya me encontraba en otro sitio.
Estaba sentada en una fuente en el pueblo, había mucha gente y yo me lavaba la cara para refrescarme del calor, de pronto escucho una voz tras de mí -- está fuerte el sol verdad-- al voltear mi corazón se aceleró a mil por hora, a pesar de que no le veía muy bien el rostro, por el sol, tenía la sonrisa y la voz más sexy que jamás hubiera escuchado, perdón yo solo y me seco rápidamente el rostro, me refrescaba un poco, --hola me llamó Arón-- me estira la mano yo soy Ana y le doy la mía, cuando me iba a mover un poco para verle mejor el rostro por el reflejo, escucho la voz de Constanza que me dice, Ana es hora de volver, no respondo y veo como todo se pone negro, de pronto voy despertando poco a poco.
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