...Eran dos almas aferrándose...
...al mismo infierno, sin saber que estaban destruyendo al mundo entero poco a poco con su pasión, aferrándose uno al otro con más destrucción....
- Anónimo.
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Aeron Delroy, hijo del príncipe heredero, había nacido en medio de la guerra dentro de su propia línea de sangre, una guerra que tuvo la duración de dos años, tras aquella guerra fue envenenado, gracias un veneno extraño el cabello del príncipe se tornó rubio, casi platinado.
Él nunca creyó realmente en la historia de un vínculo del alma, y mucho menos en el destino, aunque, en cambio, las probabilidades querían que lo hiciera.
Lucien Thorne según se dice, había nacido un año después de que la guerra acabará, solo que este pequeño no perdió a nadie ni tampoco sufrió algun tipo de envenenamiento, simplemente gano el odio de su padre y madre al nacer.
Él jamás pensó que conocería a alguien, pues la mayoría de las personas lo consideraban extraño por la personalidad que portaba, aunque también extremadamente maravilloso, algo tan extraño pero a la vez cautivador. Pero también era conocido como un bastardo, ya que se rumoreaba que él, era hijo de otra mujer, producto una aventura que tuvo el duque.
La familia Delroy y la familia Thorne eran conocidos como las familias más poderosas y prestigiosas de todo Rothnia. La familia Delroy era la familia que gobernaban los 3 reinos, mientras que la familia Thorne era la familia que gobernaba Edoril, estaban a cargo de las flotas y de las mareas.
Ambas familia se habían vuelto unidas antes de la guerra, pero la duquesa y la princesa consorte no se llevaban bien, había dolor, odio y rencor entre ex-mejores amigas. Tras la guerra en la que sufrió pérdidas la familia Delroy, el dolor de perder a un padre, esposo y abuelo, era algo que todos podían notar, la pérdida del rey, hicieron que la reina viuda se volviera aún más apegado a sus nietos e hijo y sobre todo hacia Aeron, el más pequeño, quien no había tenido la oportunidad de conocer a su abuelo.
Después de que el Rey, haya fallecido, y su hijo, el príncipe heredero James, fuera coronado Rey de los tres Reinos y protector del reino, la reina viuda, cayó enferma tanto por el dolor de perder a su esposo como también por su edad.
Cuando la noticia de que el Rey tomaría a la princesa consorte y la volvería su reina, la duquesa estallo de rabia, el duque, su esposo, También estallo pero de celos, por el simple hecho de que esposa aún seguía anhelando los brazos del rey a pesar de estar casada. Aquella noticia era algo que creo odio y dolor en esa familia, algo que tuvo que caer en el pequeño niño apenas nacido, quien era la adoración de su hermano, pero el odio y dolor de sus padres.
Para el rey y la reina, su hijo pequeño, era una luz en sus vidas, era la viva imagen del Rey, y portaba la habilidad de la Reina en temas de política, era la adoración de sus hermanos, el protegido. En cambio, para el gran duque y la duquesa, el pequeño Lucien, no era más que una cosa horrible que les había arruinado sus vidas. No podría decirse que querían al pequeño como querían a su hijo mayor, pero lo que sí se podía asegurar era que ese niño si contaba con amor y era nada más y nada menos que con el amor de su hermano mayor.
Lucien había sido producto de una aventura, lo que hizo que se gane el odio y desprecio de sus padres.
Aeron había ganado un cabello platinado de por vida, lo que hizo que sus padres no sepan qué decirle ni como tratar con él, pero a la vez lo amaban. Aunque era considerado un monstruo para algunos.
Ambos niños culpaban al destino; uno por ser un bastardo y el otro por haber quedado con aquel defecto, más bien con una herida, una que no todos pueden ver.
Según se dice, la reina viuda, tras la muerte de su esposo, había pasado de ser una mujer llena de vida y energía a una apagada y melancólica, se dice que se la veía paseando por los pasillos de la gran fortaleza, sola, sin un solo brillo en sus ojos. Pero también se dice que eso cambio, cuando un pequeño niño de unos cinco años, de ojos verdes, cabello castaño y rizado, chocó con ella una tarde de invierno. El niño, quien no tenía vergüenza alguna, lograba sacarle risas y sonrisas a la reina viuda, a quien poco a poco se la vio más sonriente, más animada, más llena de vida. Se dice que desde que aquel niño revoltoso la hizo sonreír, tanto el Rey y la Reina como sus hijos volvieron a ver a esa mujer alegré y maravillosa que creían muerta cuando murió el difunto Rey.
A pesar de que Aeron y Lucien se habían criado juntos, gracias a que la reina viuda amaba la compañía de aquel niño revoltoso de cabello rizado y de sus nietos. Ambos pequeños no podían llevarse del todo bien, Aeron era más responsable y diligente en sus deberes, mientras que Lucien, era más revoltoso y liberal. Incluso sus habilidades para sus respectivas clases no coincidian; al príncipe Aeron le iba bien con la espada, con la literatura, con todo lo que era trabajo duro y pesado, en cambio, al pequeño Lucien, nada de eso iba con él, el pequeño era más a lo delicado, a las clases de etiqueta, al bordado, a la música, a las clases de baile, de literatura.
Pero sin importar cuanto intentara el pequeño Aeron de siete años alejar al niño de cinco años, este jamás se iba de su lado, al contrario, solo volvía más loco al príncipe, haciendo preguntas sin parar y diciendo cualquier cosa que pasará por su cabeza.
Con respecto a la guerra, y el quiebre entre las dos casas que antes eran enemigas, el ahora Rey nunca tuvo la intención de dañar a los miembros de la familia Thorne mientras no amenazaran a su familia. Para celebrar la nueva era de paz, Lord Anthony Thorne, hijo del señor de las mareas se convirtió en el encargado de los asuntos de Estado, una posición ni muy alta pero tampoco baja, mientras que su señora esposa, Amara Thorne, permanencia en la gran mansión, entrenando a su hijo mayor, Darren Thorne, para ser el siguiente heredero de las mareas y volverse la mano derecha del príncipe heredero. O eso era antes de que Darren se presentara como un Alfa ante el consejo y tomará como pareja a la princesa, Grace Delroy, una Omega.
Para ser francos y sinceros, Lucien había aprendió a aceptar la complicada estructura política de la familia y la misteriosa jerarquía con el paso del tiempo. Luke fue testigo de lo contento que estaba su hermano mayor con la primera hija del Rey, la princesa Grace a su lado. Darren se había convertido en un mejor hombre cuando estaba junto al príncipe heredero. Aunque su hermano, solo quería estar a la altura de sus padres e intentar ganar su aprobación.
Siempre eres suficiente para mí — Le dijo Grace n su matrimonio. Darren lloró entonces.
Mientras que Grace sacaba a relucir la decencia en Darren, Darren sacaba a relucir el amor y la bondad de Grace. La pareja perfecta de Alfa y Omega: fuego y sangre, al igual el rey James, y la reina Amelia.
Y así fueron pasando los años, mientras que las familias Delroy y Thorne se volvían más unidas, los pequeños de ahora, Aeron de ocho y el pequeño Lucien de seis, se alejaban un poco más cada vez. Incluso un pequeño odio que solo ellos crían tener se puso entre ellos. Cuando durante un entrenamiento, ambos niños tuvieron una pequeña pelea verbal en donde se dijeron insultos que le dolieron a ambos, mientras que Aeron insultaba al pequeño Lucien llamándolo "bastardo" este se defendía llamándolo "monstruo".
Las peleas de ambos se iban frecuentando, y fue por esa misma razón ambos niños poco a poco se comenzaban a cerrar. Lucien ya no era tan energético, y Aeron había comenzado a alejarse de todos, y se cerraron aún más cuando la reina viuda falleció.
Solo que nadie espero lo que sucederia a continuación, nadie pensó que eso daría un giro radical a todo.
El mismo día en el que se había llevado a cabo el funerales por la noche, todo cambio, a la edad de diez y ocho años, la pelea de los niños sé salio de control, lo que antes era una pelea verbal, se volvió en una pelea violenta, en donde el hijo de la duquesa obtuvo un golpe tan fuerte en su cabeza con una piedra que lo hizo sangrar y quedar inconsciente y el hijo de la reina obtuvo una herida en su rostro, cortando la piel de su ojo izquierdo quedando inconsciente por el dolor. Ambos niños habían atacado al mismo momento, ambos en forma de defensa, pero cuando los adultos llegaron, ya era demasiado tarde.
La sangre ya había sido derramada, las heridas ya habían sido creadas, el odio ya había tomado su lugar en sus corazones y sobre todo...las almas ya estaban unidas.
Tras aquel accidente, el rey y Lord Byron Thorne, el señor de las flotas decidieron que debía llevarse al pequeño niño de ocho años, mientras el joven príncipe de diez debía ser atendido por aquel corte que por suerte no daño su ojo, pero dejó una cicatriz.
Lord Byron Thorne, gran duque y señor de las mareas se llevó consigo a su nieto hacia Edoril, quien cuando llegó fue recibido con un gran abrazo de su abuela, quien había adorado a ese pequeño desde que nació.
Tras su estancia en Edoril, su abuelo le enseño todo lo que debía saber acerca de las aguas, la flota, los barcos y el comercio, cada cosa llamaba la atención del pequeño, lo consideraba interesante y muy llamativo. Pero eso no evitó que se asustara cuando su abuelo dijo que quería que fuera su heredero, ya tenía once años, comprendía las cosas y sabía que ser heredero de Edoril era una gran responsabilidad. Entonces se puso a pesar que sería lo correcto y la pregunta que odiaba se hizo presente en su cabeza ;
¿Por que un bastardo debía ser heredero de lo que no le correspondía?
Todos lo sabía, sus padres lo sabían, los Reyes lo sabían, sus abuelos lo sabían, los hijos del rey lo sabian, su hermano lo sabía, y sobre todo el lo sabía y eso era lo que más le dolía.
Aun sabiendo la verdad, su abuelo lo nombró heredero y su abuela lo apoyo. Gran parte de su tiempo lo pasó en Edoril al lado de su abuelo. Después llegó la noticia de que el príncipe Aeron Delroy se había presentado como alfa, y se rumoreaba que el consejo favorecía mucho las propuestas de matrimonio hacia el príncipe albino, de corazon frio.
Al heredero de Edoril se le erizaba la piel cada vez que escuchaba el nombre de aquel príncipe, mientras que los recuerdos de aquella noche lo atormentaban sin cesar, pensando si aquel príncipe albino todabia lo odiaba.
Mientras que aquella pregunta sin respuesta lo atormentaban, su abuela, Eloísa, lo preparaba para su presentación de genero, para saber si sería alfa o Omega, la cual sería en dos años cuando cumpliera la mayoría de edad para presentarse.
Según su abuelo, el se presentaría como alfa, pero su abuela lo contradecía, diciéndole que se presentaría como Omega, pero sin importar lo que sea, sus abuelos le decían que seguiría siendo su Nieto y que seguiría siendo su heredero.
Cuando el heredero de Edoril cumplió los doce años, la noticia de que el joven se había presentado como un Omega, sorprendió a muchos, pues la mayoría creía que sería un Beta y no un Omega. Los Reyes estaban feliz por aquel niño apesar del conflicto que había ocurrido en la fortaleza años atrás, mientras que los padres de este estaban más que disgustados, creían que al menos aquel niño bastardo sería Beta, eso era lo único por lo que decidieron tenerlo, pero se equivocaron al darse cuenta que seguiría siendo una decepción.
En opinión de Luke, Aeron Delroy es una demostración viviente de que un psicópata puede ser un gran luchador y un valiente caballero.
Y en opinión de Aeron, Lucien Thorne era una demostración de que incluso el Omega más puro e inocente podria quemarte con su falso fuego de gentileza e inocencia en cuanto bajaras la guardia.
[Edoril, fortaleza del Tritón.]
Las fuertes olas golpeaban el puerto incluido los barcos, sería un gran viaje para los tripulantes de los barcos que debían expandir el comercio.
El príncipe cerro sus ojos permitiéndose sentir la brisa del viento chocar contra su rostro, despeinando su cabello rizado.
— mi principe — un caballero con armadura plateada se acercó a él, haciendo una reverencia.
El joven se dio la vuelta mirando al caballero enfrente de el y le dio una sonrisa pequeña pero genuina
— ¿ocurre algo? — pregunto.
— su abuelo, Lord Byron, solicita su presencia en el gran salón — informó, Lucien solo asintió y fue de regresó hacia la fortaleza del Tritón seguido del caballero.
Al entrar, se dirigió hacia el gran salón, una vez que llegó se encontró a su abuelo sentado en la cabecera de la gran mesa de piedra junto con su abuela parada a su lado. Ambos estaban murmurando cosas, pero cuando el entró guardaron silencio.
— Abuelos — dio una reverencia en forma de saludo
Su abuelo miro al caballero que lo había acompañado y le hizo una seña para que se retirara. Miro al caballero irse y luego volvió su vista hacia sus abuelos quienes le sonrieron. Su abuela fue la primera en acercarse.
— hay algo que debemos decirte — Eliza agarro las manos de su nieto y lo guió hasta el asiento vacío al lado de ellos. Una vez que tomaron asiento fue su abuelo el que hablo.
— tu hermano, el príncipe consorte Darren, ha decidido celebrar el cumpleaños número tres de los gemelos — comenzó a informar el señor de las mareas — ha solicitado nuestra presencia en Rothnia — Lucien comenzó a ponerse nervioso — también sugirió....que pasaras un tiempo en la fortaleza — Lucien miro a su abuelo y luego a su abuela.
— ¿debo ir? — pregunto en un susurró
— si.
El joven solo asintió, comenzó a jugar con sus manos, estaba nervioso, ir a Rothnia significaba encontrarse con sus padres pero sobretodo significaba encontrarse con Aeron, y eso era lo que más le aterraba.
— si me disculpan, me retiraré a mis habitaciones — aviso poniéndose de pie y sin esperar respuesta por parte de sus abuelos, salió rápidamente del Gran salón.
Al llegar a sus habitaciones, solo cerro la puerta y se tiró a la cama. Había Estado lejos de casa desde que tenía ocho, han pasado seis años desde entonces, ya se había presentado como Omega ante el consejo de Edoril y sabía que sus padres estaban en desacuerdo. Quería ver a su hermano, de eso no tenía dudas, además también quería conocer a sus sobrinos, pero ahí estaba el problema... Debía volver y eso implicaba ver a sus padres.
— Luke — una suave voz lo sacó de sus pensamientos haciendo que abra sus ojos, encontrado a su abuela parada en la puerta.
— abuela — Lucien se incorporó en la cama quedando sentado, su abuela se acercó a el y se sentó a su lado, tomando sus manos.
— ¿Que es lo que piensa aquella linda cabecita? — pregunta dulcemente acariciando sus manos — ¿no quieres ir?
— no...bueno si, solo que yo....— comenzó a tartamudear
— ¿a que le tienes miedo mi dulce niño? — pregunto.
— Aeron — eso sonó más como una pregunta que una afirmación
— ¿le tienes miedo? — Eloísa lo miro con una ceja alzada.
— no lo se abuela, ¿crees que me odie? — pregunto en un su susurró
— oh mi pequeña luz, ¿quien podría odiarte? Lo que paso entre tu y Aeron fue hace tiempo, ambos eran unos niños — intenta calmar los nervios de su nieto, soltando su aroma, un aroma de rosas.
El joven Omega solo asintió ante las palabras de su abuela.
— ¿debo presentarme? — pregunto nuevamente y su abuela asintió
— tu hermano solicita tu presencia no solo para que conozcas a tus sobrinos, si para que te vuelvas a presentar, aqui en Edoril no hay muchos alfas — explico — en Rothnia hay bastantes, tal vez uno se atreva a pedir tu mano — Luke solo mordió su labio al escucharla. — cambiando de tema, ¿has terminado tu bordado? — pregunta y el Luke asiente
— creo que he mejorado mucho — respondio sonriendo y su abuela asintió
— eso es bueno mi niño, ahora debes prepararte, debemos partir mañana al amanecer — informo, poniéndose de pie dejando un suave beso en la frente de su nieto.
Lucien comenzó a preparar sus cosas cuando su abuela salió de sus habitaciones, decir que no estaba nervioso era una completa mentira.
[Rothnia, fortaleza de reyes]
— es más grande de lo que recuerdo — comentó el Omega, mirando a su alrededor.
Habían llegado hace unas horas y directamente fueron escoltados a la fortaleza por un grupo de caballeros, aunque eso no evitó que el pequeño observara todo con detenimiento.
— pues no ha cambiado mucho — comentó su abuelo
— abuelo, usted viene cada año, claro que para usted no cambió mucho — se quejó ganándose una risa de su abuelo y una mirada divertida de su abuela.
Ambos adultos se habían acostumbrado a la forma de actuar de su nieto, este odiaba cuando no me daban la razón y eso les causaba gracia, su personalidad de Omega era maravillosa para el alfa y la Omega y eso hacia que lo quieran aún más.
Cuando llegaron a la fortaleza, las manos de Luke comenzaron a sudar, estaba poniendo nervioso, bastante.
— todo estará bien — susurro su abuela en forma de consuelo, al sentir el amargo olor de su nieto.
— Anunciando la llegada de Lord Byron Thorne, señor de la mareas en compañía de su esposa, la reina Eliza Thorne y su heredero y nieto, Lucien Thorne, futuro señor de Edoril.
Los adultos bajaron del carruaje luego de ser anunciados, Lucien soltó un suspiro antes de tomar coraje y salir del carruaje. Al salir se encontró a sus abuelos saludando al rey y la reina, a su lado estaba la princesa Grace, su cuñada con una sonrisa en sus labios y un abultado vientre de no más de cinco meses, al parecer su hermano no perdía el tiempo.
El joven se acercó a pasos lentos hacia los presentes, quienes se sorprendieron al ver al niño frente de ellos
— su gracia, mi reina, mi príncesa — hizo una reverencia en modo de saludó
— oh pequeño Luke, has crecido — hablo Grace sonriendole a su cuñado pequeño, intento darle un abrazo pero este solo dio un paso hacia atrás dejando confundido a la familia real.
— es tímido — intervino su abuela rápidamente, su nieto le dio una mirada de agradecimiento.
— tímido y lindo, has crecido mucho Lucien — comentó la reina ganándose un asentimiento con una tímida sonrísa por parte del Omega
— tu hermano se alegrará mucho de verte — comentó el rey de manera agradable viendo como un brillo de felicidad aparecía en los ojos del muchacho
— ¿mi hermano? — pregunto emocionado — el...
— ¡Luke!
El joven Omega se dio la vuelta al escuchar un grito a sus espaldas, al voltearse vio a su hermano, mucho más cambiado, estaba más alto, su cabello negro lacio, sus ojos marrones, su cuerpo más ejercitado, y con una sonrisa en su rostro.
Todo un alfa.— pensó
El Omega quería correr a los brazos de su hermano, quería abrazarlo pero se contuvo, no podía, realmente no podia. Así que solamente le sonrió y dio solo unos pocos pasos para estar cerca de el.
— has vuelto — comentó el príncipe consorte y su hermanito asintió — finalmente has vuelto — sin tener tiempo de reacciónar su hermano hizo lo que el no pudo....lo abrazo. Temerosamente levanto sus manos y se apego a su hermano con cuidado
— yo también te extrañe Darren — susurro el más pequeño a su hermano
— al parecer nosotros no existimos querido — bromeó la reina de Edoril, ambos hermanos se separaron
— disculpe mi emoción, abuela — el príncipe consorte se acercó a su abuela y la también la abrazo, para después hacer lo mismo con su abuelo.
— ¿y mis sobrinos? — pregunto Lucien volviéndose a acercar
— están con las nanas — respondió Darren a su hermano — ¿te gustaría conocerlos? — el asintió en respuesta
— son unos pequeños revoltosos — comentó Grace y su esposo asintió envolviendo uno de sus brazos en su cintura
— no nos quedemos aquí, entremos — pidió la reina
— una gran cena en su honor esta siendo preparada.....
Los adultos siguieron su camino charlando de cosas que el no logró escuchar, perdido en sus pensamientos, el joven Omega no noto como alguien desde la distancia lo observaba.

Durante el torneo real que celebra los tres años del nacimiento de los gemelos. Lucien vio por primera vez en tantos años a Aeron, aquel príncipe de cabello platicado casi Rubió, de ojos color azul, aquel azul electrizante, quien llevaba armadura y un parche en su ojo izquierdo el cual no podía tapar del todo la cicatriz que se escondía detrás de este.
Tras el torneo, el segundo príncipe derriba a todos y cada uno de sus parientes, incluido al príncipe consorte en un combate. Aeron se gana el apodo de 'Bestia Platinada' y el título de campeón. Pero todo el mundo sabe esto, a Aeron le importan una mierda los torneos, los títulos y si gana; el príncipe solo quiere su venganza. Y esta circunstancia lleva a que el príncipe Lucien no participara en ningún torneo, mientras Aeron sea el que este entre los competidores de los respectivos torneos.
— Aeron no te haría daño, al menos no delante de la corte. — le dijo su abuela durante su segunda noche en Rothnia.
— Pero él tiene la habilidad suficiente para hacer que parezca un accidente — le comentó el Omega de vuelta, sin levantar la cabeza de los libros.
Recibiendo una pequeña risa de su cuñada al ver al pequeño tan asustado, quien estaba jugando con los gemelos, Aiden y Raiden en su regazo, mientras que su esposo estaba teniendo una reunión.
Apesar de que Grace era de sangre real y que Darren solo era su principe consorte, Darren era el más llamado a las reuniones, ambos esposos no tenían problema, además su alfa siempre le contaba todo lo que ocurría y de lo que se hablaba sin saltarse ni una palabra.
— Ojalá no te daría la razon, pequeño Luke. Puede que mi hermano no te quiera muerto, pero se que al menos le encantaría que tuvieras una herida como la que le hiciste — comentó su cuñada
— Grace — la reina Amelia trató de enviarle una advertencia a su hija mayor para que no hablaran mal de su otro hijo, Grace frunció el ceño y estuvo a punto de protestar, pero se contuvo.
Una semana después las cosas eran difíciles, los padres de ambos niños habían ido a la fortaleza a visitar a sus hijos, pero fueron recibidos solo por su hijo mayor, quien les dijo que el el Omega no quería ver a sus padres. Una semana en donde se encontraba seguido con el príncipe albino, semana en donde debía asistir a cada comida o reuníon que se hacía dentro de aquella fortaleza.
Si bien Lucien podia mantener una conversación decente con su cuñado y su hermano y disfrutar genuinamente de su compañía, cada diálogo que tenia con el príncipe Aeron era una escaramuza. Al principio comenzó con contactos en los ojos o miradas de muerte. Lo que lo llevaría a ser sarcástico o travieso sobre el desdén de Aeron hacia él. Lo que daría lugar a una discusión menor, ya sea Aeron golpeando la mesa, incluyendo la destrucción de todo lo que pueda aplastar cerca o Luke saliendo de esa habitación por completo.
La reina Amelia y la Reina Eliza de Edoril decidieron que sería mejor si Lucien se preparaba para cumplir con su deber como "Señor de las Mareas" después de su abuelo Byron.
No hacia falta decir que la relación entre el príncipe albino y el príncipe de cabello rizado se estaba volviendo cada vez peor, pues parecía que ninguno soportaba respirar la mismo aire que el otro. Pero Lucien también era el único entre muchos señores y damas que se atrevia a desafiar a Aeron. Y el príncipe albino sabia que la compañía de los demás lo llevaba al aburrimiento, pero la de Luke lo encendía.
Ambos decían odiarse, a pesar de que no habían tenido una pelea agresiva como la de hace siete años atrás, las miradas eran suficientes.
Y fue durante esa semana de celebración por el cumpleaños de sus sobrinos. En donde Aeron y Lucien tienen su altercado habitual en la fiesta. Aún así, la discusión conduce a una pelea más grande que tiene como consecuencia que Elize envié a su Nieto a sus habitaciones, y que El rey se interponga entre su hijo y el pequeño heredero de las mareas.
Los síntomas lo golpearon de repente; el trance de estupor y neblina lo toman desprevenido. Lucien sintió que la temperatura de su cuerpo aumentaba cuando cayó de rodillas en la escalera, agarrándose a la escalera de madera. El joven príncipe sintió que su interior estaba hirviendo, incapaz de respirar normalmente, jadeando por aire. El aroma de néctar, almizcle blanco, ámbar y sándalo recorre el castillo.
— Joder, todo menos esto — maldijo tratando de levantarse ; él no puede entrar en calor y muchos menos en medio de las escaleras
Ignora cualquier lección sobre el género secundario, pero no es lo suficientemente tonto como para no saber lo que está experimentando. Si su poco conocimiento fuera adecuado, estaría más que jodido por tener un calor de Omega en medio del castillo, lleno de hombres.
— Vamos, Lucien, ve a tu cuarto. — se dijo en voz baja, sin ceder a su instinto y cuerpo debilitado.
Lucien trató de levantarse, pero para su consternación, su cuerpo no lo escuchaba; el mareo hizo girar el mundo a su alrededor, haciendo que su cuerpo cayera por las escaleras.
Genial, sobreviví ocho años a la ira de Aeron, pero no pude sobrevivir al destino en las escaleras de la Fortaleza; que manera de morir.
Ese ridículo pensamiento resuena dentro de su cabeza cuando la gravedad se lo lleva cuesta abajo. Pero Lucien nunca golpea el suelo de piedra; siente un abrazo repentino que atrapa su cuerpo.
— Apestas a esencia de Omega, bastardo —la voz vino de quien lo atrapó. El joven príncipe mira hacia atrás para ver al príncipe Albino jadeando, con los ojos oscurecidos y el sudor goteando por su rostro.
— Príncipe Aeron — susurró Lucien entre su respiración inestable, las manos agarrando el bíceps del hombre mayor con las uñas clavadas.
Huele el olor del acero, la madera quemada, la lluvia y la sangre. Era el aroma único de Alfa de el segundo príncipe. El príncipe Omega recién despertado se dio cuenta de lo arriesgado que era esto; Aeron debe haber seguido su esencia; es un gran Alfa como Darren pero sin pareja. El príncipe mayor podría olerlo desde millas si quisiera.
— Suéltame — respondió brusco el omega, pero su instinto tiene otro plan, agarrando aún más fuerte y presionando su costado contra el del Alfa.
— Esas podrían ser tus palabras, mocoso, pero estás actuando en sentido contrario — Aeron gruñe, todavía jadeando, sin soltar la cintura y el brazo de Lucien.
El olor de Omega afecta a todos excepto a otros de su propia especie o doncellas, pero su efecto es más potente en los alfas, especialmente en los solteros.
— maldito infierno — gruñe el príncipe albino, mordiéndose los colmillos y los dientes, luchando contra el instinto de su Alfa — Serás el objeto de mi muerte, niño — comento, mientras su ojo azulado está sobre él, y Lucien le devuelve la mirada con una mirada acalorada. Vio que los ojos del príncipe se oscurecían mientras su sonrisa siempre presente empeoraba.
— Qué estás haciendo — La frase de Lucien se vio interrumpida por la forma en que el príncipe lo cargó como un saco de papas sobre su hombro.
— Podrías ser profanado por los caballeros de la patrulla si siguieras permaneciendo allí — Aeron responde en un tono amenazante.
El solo pensarlo le dio Lucien un escalofrío por la espalda.
— Yo puedo apañarmelas solo, idiota — el omega luchó contra el trance para refutar, pero el príncipe de cabello plateado le gruñó mientras casi corría hacia el cuarto del Omega, luchando contra su sed.
—No con un puto calor de los mil demonios, no puedes, bastardo.
Lucien quería debatir, pero su mente estaba nublada con el aroma intoxicado de
sí mismo que se mezclaba con el de su rival. Así que cede por un momento cerrando los ojos y enfocándose en cómo respirar como una persona promedio.
Cuando llegó al destino, Aeron abrió la puerta; para ser precisos, casi lo patea con el príncipe más joven sobre su hombro mientras Lucien lo agarraba por la espalda y las clavículas. La doncella que estaba acomodando la habitación estaba en estado de shock al ver a Lucien ese estado.
— Llama a la Reina y a la señora de Edoril; informales que el príncipe Lucien está en celo. — ordenó el segundo hijo del rey, pero la niña se mostró reacia a dejar a su príncipe a solas con Aeron y quedó atónita.
— ve y llama a la reina y la señora de las mareas antes de que me pierda y me folle a tu príncipe — grito el Alfa intentando controlarse, entonces la niña se va corriendo en busca de la reina.
Aeron se dirigió hacia el dormitorio, con Lucien todavía en su hombro como una bolsa de harina; Luke odiaba cada vez que lo maltrataban así, pero ni siquiera podía abrir los ojos correctamente. En el proceso, lo arrojaron al colchón de plumas y agarró el cuello y el atuendo del príncipe de cabello platinado, sin saberlo, tirando al príncipe mayor encima de él.
El príncipe estába congelado por su posición, y el espacio entre ellos está tan cargado que incluso una criatura insensible podría sentir la tensión. Los ojos de Lucien se humedecieron. Se odió a sí mismo por esto, pero aún se aferraba al hombro de Aeron, con los dedos demorándose en sus cabellos plateados.
— Lo siento — debian ser las hormonas o algo así, o tal vez su mente descontrolada pensó que podría estar muriendo, pero las mandíbulas de Lucien se movieron por sí solas — Lo siento — Repitió.
—No creo que sea un buen momento para comenzar a disculparse por este incidente nocturno, bastardo — Aeron le responde entre su respiración errática. Sus dos manos se empujaron sobre la cama, enjaulando al chico más joven debajo de él.
— No es por eso — respondió el príncipe más joven, la mano se movió hacia el parche en el ojo que llevaba el joven que tenía delante.
A pesar de que Aeron Delroy podía ver con ambos ojos, odiaba la cicatriz en su ojo izquierdo, era algo que le daba repulsión y era algo por lo cual recibía más críticas y comentarios repugnantes, más de los que recibía con respecto a su cabello plateado con tonos rubios, una combinación rara que para algunos lo hacía ver monstruoso y con la cicatriz en su ojo aún peor.
Ambos ojos color verde estaban llenos de lágrimas; se despreciaba a sí mismo pero no podía controlarlos.
— Lo siento por tu ojo.
Las palabras de Lucien dejaron atónito a Aeron. Es posible que los príncipes más jóvenes no comprendan, pero fue la primera enmienda que Lucien le dio después de cinco años de haberlo atacado. Y por alguna razón, eso se convirtió en un impulso dentro de su pecho que el mismo Príncipe albino no pudo descifrar. El pulso de ambos se elevó cuando Aeron movió su mano de la cama para ahuecar la mandíbula de su sobrino y levantó su cuello con ardor.
—Lucien... — gritó en silencio, entre dientes, en voz baja, casi como un susurro.
Estaba mezclado con muchas cosas, ira, resentimiento y anhelo. Ambos sienten que su interior se enrosca en el malestar y la violencia de los sentimientos. Ellos no saben lo que es eso, inconscientemente el Omega lo atrajo más cerca, aferrándose por su vida; Aeron podía inhalar su olor cerca del cuello blanco y desnudo de Lucien.
— Siento lo que he hecho, Aeron. Yo soy el culpable
Aeron podía contar las veces que Lucien lo llamó por su nombre, fueron menos que unas pocas; casi perdió el control entonces.
El príncipe Alfa abre la boca; quiere decir algo, pero la palabra no le viene a la mente; El instinto de Aeron le dice que baje las mandíbulas hasta ese cuello blanco. Sintió la sensación de hormigueo en sus colmillos; su respiración se aceleró; quería morder. Lucien sintió el cálido aliento del principe en el cuello, pero su mente estaba demasiado intoxicada para rebelarse.
Los colmillos de Aeron rozaron su piel, provocando que el príncipe más joven soltaron un pequeño gemido, y eso fue el detonante del autocontrol que estaba intentando mantener el príncipe mayor. En un rápido moviento un fuerte dolor se instaló en su cuello.
El príncipe albino lo había marcado.
—¡Aeron! ¡Lucien!
Lucien escuchó la voz de abuela y de la reina. Pero eso fue lo último que captó su mente consciente. Después de eso, todo se volvió negro.
En la oscuridad total, Lucien recordó un libro poesía que su abuela solía leerle a él antes de dormir. Recordó el día en que ese poema era entrañable, pero ahora, en este tipo de tiempo, simplemente lo asfixia con la verdad. Era algo sobre cómo dos almas podían estar unidas, no solo por amor sino también por odio, cómo dos sentimientos eran las dos caras de la misma moneda. Era a la vez una fuerza que llevaba a la gente al límite. Las personas forjadas a partir del fuego y la rabia solo podían diluirse en el orden y prometerse.
El príncipe Lucien se despertó dos días después con su abuela, su abuelo y su hermano junto a su cama.
— oh dios gracias — dijo su abuela al verlo abrir sus ojos — Aeron te encontró antes de que algo pudiera ocurrirte— comentó su abuela mientras se abrazaban.
Lucien se enteró de que después de la discusión en la fiesta, la reina Amelia envió a Aeron para que lo siguiera para pedir disculpas.
— Él fue el primero en oler tu esencia porque estaba cerca. Así que te encontró —prosiguio esta vez su hermano, pero pudo ver a su abuela abrir la boca para pronunciar algo, pero hizo una pausa y la cerró. El joven príncipe está demasiado cansado para preguntar y lo deja pasar.
Después de que llamaran al doctor de confianza del rey la reina, este les dijo el diagnóstico, considerando el efecto de su esencia en las personas, el gran doctor concluyó que el príncipe Lucien era de hecho un puro Omega como su abuela y madre. Darren y Byron, ambos perezosos, no lo han olido solo porque ya se han unido a su pareja, y su nariz se niega a captar cualquier otro olor de Omega que no sea el de su pareja.
— ¿Que me pasó? Me duele mucho la cabeza — Eliza tomó la mano de su nieto, sosteniéndola con fuerza — ¿Dónde está Aeron? — Preguntó, necesitaba saber qué pasó esa noche durante su celo incidental.
Sus recuerdos de ese evento eran un borrón de neblina y emociones extrañas, sintiendo que aún tiene que descifrar.
Los ojos color marrón de Eliza se movieron antes de volver a mirar a su nieto mayor y a su señor esposo.
— ¿Nos dejarián los dos, un momento a solas? — no es exactamente una pregunta sino una orden — Y por favor informen al rey y a la reina.
Darren hace una mueca que solo podría interpretarse como una protesta para quedarse con su querido hermano, pero Byron le indica con la mano que obedezca a su abuela. El señor de las mareas colocó su palma sobre el hombro del Príncipe consorte mientras salían de la habitación de Lucien, y Darren aún miraba hacia atrás con una expresión de preocupación.
La reina Eloise no se anduvo con rodeos cuando ambos estaban fuera de alcance. Ella se movió para sentarse en su cama con él, mirándolo sinceramente con su mirada, y le hizo la pregunta que podria cambiarlo todo.
— mi niño — acarició su cabello con suavidad — nesecito que me respondas con la verdad ¿esta bien? — Lucien asintió — Anoche ¿Él te marcó?
— ¿Que?
— ¿Aeron te mordió, Luci?
No fue la manera en lo que lo dijo lo que lo dejó desconcertado sino la pregunta fue lo que lo dejó estupefacto; Lucien luchó para poner palabras en oraciones, y no salió como lo había planeado.
— Yo...— suspiro — no tengo una visión completa de lo que sucede, Abuela.
Podía ver a su abuela ponerse rígida e inhalar preocupada, pero ella se mantuvo lo más calmada posible y siguió preguntando.
— ¿Tienes alguna marca? Intentamos revisar tu cuello ya que era común que los Alfas mordieran en ese lugar en particular por su instinto primario. Pero no nos dejabas hacerlo, soltabas un amargo olor cada vez que intentábamos acercarnos a revisar, incluso a mi me afecto .
Lucien comprendió entonces lo que quiso decir su abuela; recuerda la lección ; los Alfas reclamaban al Omega de su elección dejando la marca 'Mordida', supuestamente cuando se consuman. Su madre tiene la marca de su padre detrás del cuello, mientras que Grace tiene la cicatriz de Darren en el lado izquierdo del cuello hasta la clavícula.
— yo... — sus palabras quedaron en el aire y comenzó a jugar con sus manos por los nervios
— Cuando la reina Amelia y yo entramos en la habitación, vimos cómo Aeron se cernía sobre ti, Luci. Pensamos que podrías haberte convertido ya en su reclamo, mi niño si Aeron te reclamo, eso debe arreglarse — Su abuela tomó su mano con la suya, apretándola suavemente.
— ¿Realmente resultaría tan mal si yo fuera su reclamo? ¿Le traería problemas a la familia? — le preguntó a su abuela.
Eliza se sorprendió por la pregunta; era casi como si a su nieto no le importara que lo reclamaran, lo cual era anormal. Lucien solo levantó las cejas, sinceramente, solo tenía curiosidad y estaba políticamente preocupado.
— No, pero queremos que tengas la opción de elegir con quien quieras estar. A muchos se les fue negado aquel derecho mi cielo, solo por ser Omega se los ha considerado débiles y sin derechos. — explicó la mujer
— Tiene sentido — replicó el joven príncipe antes de levantarse para sentarse.
— mi niño, ¿Aemond te ha marcado o emparejado? — Lucien cerró sus ojos con fuerza y asintió
— si, lo hizo — al decir esas palabras descubrió el lado izquierdo de su cuello, donde ardía y dolía.
— Dioses sean buenos...
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