Relata Yael:

Tenía diecisiete años cuando conocí a Julie, la chica nueva en la escuela... No pude dejar de mirarla... Ella era dos años menor que yo, así que no compartíamos el mismo cursado, pero la veía en los recreos... A Julie no le costó hacer amistades nuevas, le gustaba conversar con todos, se reía fuerte y era divertida, todo lo contrario a mí.

Mi mejor amigo, Martí, se acercó a ella y me arrastro a hacerlo también. A diferencia de Martí, a mí me costaba charlar con tanta fluidez... Julie hacía chistes sobre cualquier tema y yo solo me reía, también sentia que mi rostro se enrojecia cuando la miraba. Pronto comenzamos a tener reuniones fuera de la escuela, ver a Julie sin la ropa escolar era extraordinario... Se veía bonita con su uniforme, pero con ropa informal, aún más... A veces quería invitarla a tomar un helado, pero realmente no me salía... Así que debía esperar a que mis amigos planearan alguna salida e invitaran a Julie para poder estar cerca de ella.

Me estaba enamorando, lo sé... Quizás era por su amabilidad, o tal vez porque a pesar de mi timidez ella no se alejaba de mí. Eso no lo sé... Lo único que sé es que ella me gustaba cada momento más y más...

Martí lo sabía... Él si lo noto rápidamente, por supuesto, era mi mejor amigo:

- Te gusta Julie ¿Verdad?

- ¿Qué? No... No. Intente negarlo.

- Vamos, Yael. Dilo con confianza... Ella te gusta.

- No lo sé. Es la primera vez que me fijo en alguien...

- Julie es fabulosa... Es normal que te guste.

- ¿A ti también te gusta?

- Un poco... Pero, quizás solo sea atracción. Es demasiado bonita, sin ser como las chicas bonitas de nuestra clase.

- Julie es diferente a todas las demás.

- Si... Deberías decirle que te gusta.

- ¿Estás loco? Julie dejaría de ser mi amiga...

- ¿Y? Tú no la quieres como amiga.

- Pero odiaría que ella se aleje de mí.

- Yael... No sé si lo notaste, pero no eres el único interesado en ella...

- ¿Quién más?

Debí darme cuenta en ese momento cuando Marti esquivo mi pregunta, que el sabía algo que yo no...

- Invítala a salir... ¡Vayan a ver una película!

- No, no. Ella me rechazará...

- Julie no haría eso. Es buena. Sabes... Ayer cuando fui a su casa, descubrí algo que me llamó la atención.

- ¿Qué es?

- El padrastro de ella la estaba maltratando.

- ¿De verdad?

- Sí... Cuando le pregunte, Julie lo negó.

- Es imposible, ella siempre está feliz y sonriente.

- Si yo también pensaba eso... Pero creo que es una forma de disimular que algo anda mal en su hogar.

Después de esa conversación con Martí no pude dormir, de solo pensar que Julie era maltratada por el esposo de su madre, me hacía doler la cabeza. Tenía una foto de ella en mi celular, así que la quise ver... "Julie... Detrás de esa hermosa sonrisa ¿Ocultas algo?"

Ella tenía un padrastro, como yo, una madrastra.

Mi madre murió cuando yo era un bebé, y papá, muchos años después decidió volver a casarse con Camila. Es una buena mujer, jamás me trató mal. Cuando ella llegó, trajo consigo a su hijo Theo, ya que también estuvo casada anteriormente.

Theo era apenas un año menor a mí y nos llevábamos muy bien. Fuimos criados como hermanos y nos queríamos como tal. Para el mundo éramos hermanos y Camila era mi madre.

- Hermano ¿No puedes dormir? Pregunta Theo.

- No... Se me fue el sueño.

- ¿Es por una chica?

- Ja,ja... No... Emm... Bueno quizás...

- Lo sabía, conozco esa cara.

- Lo sabes porque tú eres un enamoradizo. En cambio yo... No tengo suerte ni dedicación en esos temas.

- Yael, si la chica te gusta, tan solo intenta acercarte a ella.

- Pero mírame... No le gusto a nadie Theo.

- Yo tampoco soy guapo... Pero no me va mal con el sexo femenino. Responde divertido. - Vamos, te invito una cerveza, así quitas esa cara de preocupación.

- Está bien, vamos. Pero yo manejo. Tú no pareces sobrio.

Theo había comenzado a tomar desde hace unos años, al principio nuestros padres estaban preocupados, así que Theo les juro ya no volver a hacerlo, pero... Les mintió. Lo hace, solo que a sus espaldas.

Fuimos a dar una vuelta al parque, por las noches de primavera, el parque es el lugar ideal. Es común encontrarnos con nuestros compañeros de la escuela y amigos. Theo tenía razón, salir me estaba haciendo sentir mucho mejor.

Cuando estábamos sentados bebiendo, Theo dice:

- Mira quienes están ahí. Las chicas de la escuela. Ven vamos a saludarlas.

- Theo, no. Vinimos juntos, no quiero saludar a nadie...

- ¡Ah mira! Ahí está la chica nueva, guau... Nunca la había visto sin el uniforme... También está Martí ¡Vamos! Los saludemos.

De todas las personas que pensé que podía encontrarme, jamás imagine que vería a Julie. Ella nos saludó sonriente como siempre. Theo propuso reunirnos todos juntos y comer algo, Julie acepto y Martí también, aunque algo pasaba con el:

- Te dije que invitaras a Julie.

- Sabes que no puedo...

- Vamos Yael... Perderás tu oportunidad.

- Lo sé, bueno intentare acercarme a ella.

- Tienes competencia, Yael.

Martí mira hacia donde está Julie y ambos vemos una imagen impensada: Theo y Julie conversando felizmente, como si se gustaran...

- Te lo dije... No eres al único al que le gusta Julie.

Entendí las palabras de Martí. El lo sabía, Theo llevaba tiempo buscando algo con ella...

Mi hermano estaba intentando salir con la primera chica en la que me fije.

Unos días después:

Ya no había dudas... Julie y Theo parecían gustarse. Marti estaba enojado conmigo:

- Si a ella le gusta mi hermano ¿Qué quieres que haga?

- Qué intentes... Aún no son novios. Además Theo es un buen amigo, lo quiero... Pero... Theo es... Es mujeriego y la lastimara.

- No es mi problema.

- ¿No?

- No...

- Vamos Yael... Julie no merece caer en las redes de tu hermano... Sabes que el busca a las chicas y luego las desecha... Julie no merece ser otra más en su lista.

- No hables de Theo como si fuera un...

- ¿No lo es? Además esta teniendo graves problemas con el alcohol. Julie es una buena chica... No se merece tener más problemas.

- A Julie le gusta Theo. Ella sabrá...

- Me lo contó... Julie sufre agravios por parte de su padrastro. El hombre la detesta, y sí es como sospechábamos... Julie tiene problemas económicos... Su padre biologico la abandono, su madre no quiere entender que su esposo es un Desgraciado y ella... Ella pasa por muchas necesidades...

- ¿Necesidades?

- ¿Acaso no lo notaste? Jamás tiene dinero para el almuerzo.

- Me dijo que estaba ahorrando para el concierto de su banda favorita.

- Le da vergüenza admitirlo.

- Confía demasiado en ti... Por lo que veo.

- Por qué yo si le pregunto que le sucede. Tú, en cambio, no.

- ...

- Julie no merece ser una más en la vida de Theo.

- Y si tanto te preocupas ¿Por qué no la conquistas tú?

- Por qué no me gusta, la amo como amiga. Como te quiero a ti y además porque tú te enamoraste de ella desde el primer instante y jamás te traicionaria.

- Maldiciones... Perdóname Martí... Pero no puedo cambiar ni mucho menos competir con mi hermano. Theo tiene experiencia con las mujeres...

- Por lo menos intenta que Julie no salga herida...

No recuerdo en que momento, pero fui a la papelería para imprimir las fotos que le tomo a Julie... Las guardo en mi libro favorito... Y siempre, antes de dormir, las veo ¿Realmente vives mal, Julie? ¿Cómo es que mi hermano te cautivo?

Comenzaba a entender que Julie no sería nunca para mi... Me fui a recostar y unas horas después, escuché a Theo volver de una fiesta:

- Hermanito... ¿Duermes? Si... Creo que duerme. Se respondía solo.

- Theo, Cállate. Mamá te escuchara... Si te ven en ese estado, tendrás problemas.

- Deberías haber estado conmigo en esa fiesta. Había muchos tragos de colores y música fuerte... Y ¿Sabes que? Julie, esa chica sexy tiene la mejor voz que he escuchado en mi vida.

- ¿Julie?

- Si... Ella canta ¿Nunca la oíste?

- Si... La escuché. Su voz es armoniosa...

Theo, ebrio, se choca con mi escritorio y tira mi libro, al caer, las fotos de Julie se desparramaron por el suelo. Theo las levantó y las mira:

- ¿Por qué tienes fotos de Jul?

- Theo... Hermano... Acuéstate. Estás demasiado ebrio.

- ¡Dime! Ella... ¿Ella te gusta?

- Sí. Estoy enamorado de Julie...

- ¿Se lo di... Dijiste?

- No, jamás se lo dije. Pero lo haré.

- Entiendo. Buenas noches Yael.

- Descansa hermano.

Sentía un gran alivio, mi hermano por fin lo sabía.

Dos meses después:

La profesora de música estaba encantada con el canto de Julie, todos la apoyábamos para que siga practicando. Fue la misma profesora quien le contó sobre un concurso, Julie estaba feliz hasta que supo que para poder participar, debía pagar una cuota. Verla decepcionada fue algo duro... Y aun más, de no saber como poder tranquilizarla con palabras. Por Dios, me seguía costando hablar con ella, pero aún así lo intenté:

- Julie...

- Ah... Hola Yael, perdón estaba distraída.

- Se te ve decaída.

- Si... Pero pronto pasará.

- ¿Por qué no hablas con tu madre? Ella hará todo lo posible para que puedas participar en ese concurso.

- Emm... No. Mejor no... Mi mamá no está en condiciones de ayudarme.

- Pero Julie, es una oportunidad única, además la profesora dijo que costearia la mitad del monto.

- Si... Que loco ¿No? Ella quiere que participe.

- Tu voz ganaría y la profesora lo sabe. Representarías a la escuela y sería el comienzo de tu carrera.

- Pero ahora no puedo. Oye, no hablemos de esto. No quiero seguir pensando...

Julie siempre esquivaba los temas serios o estresantes. Comenzaba a entender que usaba ese disfraz de "Julie divertida" para tapar su realidad.

- Julie, yo tengo el dinero. Tómalo.

- ¿Qué?

- Si. Aquí lo traje... Tómalo.

- ¿Yael? ¿Estás loco? Es demasiado.

- Para mi, no tanto...

- Ja,ja claro... Pero igual, no puedo aceptarlo. Te agradezco demasiado. Eres un buen amigo Yael y me encantaría que siempre me hables así como lo haces hoy.

- Julie no cambies el tema. Toma el dinero... Déjame ayudarte...

- Me da vergüenza...

- Mira, cuando triunfes cantando y tu voz se escuche en el mundo, me lo devolverás.

Julie me abrazó, era la primera vez que lo hacía con tanto cariño. Y yo la abracé a ella...

- Yael, gracias.

- No me agradezcas, recuerda que me lo devolverás...

Ella beso mi mejilla y no pude evitar sentir como mi rostro ardía. Pero no es momento de pensar en eso, Julie estaba siendo feliz y podría concursar... Todos escucharán esa hermosa voz...

Un mes después:

Theo volvió a perder el control y no paraba de darles disgustos a nuestros padres. Las discusiones eran cada día más fuertes. A Theo no le interesaban los retos ni castigos que su madre le daba... El simplemente agarraba su auto y se iba de fiesta. Camila lloraba y yo trataba de calmar la situación... Pero no era nada fácil.

Por otro lado Julie adicionó y por supuesto que quedo seleccionada en el concurso. Eso la hacía feliz, pero... No todo podía ser bueno para mi, Julie estaba cada día más cerca de Theo. Marti seguía presionándome para que yo hablara con ella, pero era en vano. Verla sonreír junto a Theo, frenaba mis sentidos.

Llego el día del cumpleaños de Julie y entre todos queríamos hacerle un festejo sorpresa y fue en esa fiesta cuando todo cambio.

Ofrecí mi casa para dar la fiesta ahí, porque nuestros padres estaban de viaje... Todo marchaba bien, Julie estaba feliz y emocionada. Bailábamos, reíamos y Julie cantó varias canciones... Escucharla era estar en el mismo paraíso...

Theo se descontrolo tomando y en dos oportunidades lo encontré con distintas chicas en nuestro dormitorio. Eso me lleno de valor y estaba decidido a decirle todo a Julie, pero primero se lo conté a Marti:

- Hoy le diré a Jul, lo que siento por ella...

- ¡Amigo, me haces feliz!

- Estoy decidido.

- Hazlo antes que ella termine ebria. Está tomando mucho...

- Ja,ja no te preocupes, lo haré...

Llegaban más y más compañeros a la fiesta, el jardín que al principio parecia grande comenzaba a volverse pequeño... No hacía tanto calor, pero muchos se metieron a la piscina también.

De repente me acerque a Julie:

- Oye, ya no tomes cerveza. Eres una niña...

- Déjame... Es la primera vez que tomo y además... Estoy de cumpleaños.

- Pero te puede hacer mal.

- ¿Terminaré como tu hermano?

- Espero que no... Theo se está sobrepasando.

- Si... Eso veo. Pero ya es común verlo ebrio en cada fiesta.

- Julie, me gustaría decirte algo.

- Yo también quiero decirte algo, Yael...

Mientras los dos hablábamos, Theo inició una riña con otro compañero, de repente el ambiente se puso tenso y violento. Martí llegó corriendo:

- Yael, debes frenar a Theo. Se están golpeando...

- Julie, voy a ver...

- Si, por Dios, vamos.

Intervine en la pelea de Theo con ese chico. Por supuesto que recibí un golpe también, pero el chico estaba malherido. La fiesta terminó de la peor forma. La novia del chico al que Theo golpeó me suplico que lo llevara al hospital. Así que lo hice.

- Ve, yo cuidaré a Theo. También tiene un gran golpe. Dijo Julie.

- Si por favor, el botiquín está en el baño.

Theo y Julie quedaron solos en casa...

- Oye, debes comportarte... Tú hermano está muy preocupado por ti. Julie reta a Theo mientras le limpiaba la sangre de su boca.

- Y tu te preocupas por Yael...

- Si... Lo hago.

- ¿El te gusta?

- ... Julie no respondió.

- Ja... ¡Te gusta!

- Vamos Theo, estás ebrio y tu nariz no para de sangrar.

- Julie... Yo amo a mi hermano, el... Es todo para mi.

- Que lindo, yo no tengo hermanos, así que no se de eso...

- Pero... Tú me gustas.

- ¿Qué? No. No.

- Y ahora veo que a ti te gusta Yael... Pero hay algo que debes saber...

- ¿Qué debo saber, señorito borracho?

- El usa a las chicas, nadie lo sabe, solo yo... No te puedes imaginar la cantidad de veces que llego y el está acompañado... Para Yael, las chicas son solo para un momento de diversión.

- No te creo. Jamás lo vi hacer eso.

- Yael es un niño rico, sabe bien de estos trucos.

- Igual que tu... ¿Verdad?

- Si... Así era antes, hasta que me enamoré de ti.

- Theo, me voy. Ya es tarde.

- Espera Julie... No quiero hablar mal de mi hermano, solo quiero advertirte... Eres hermosa y no me gustaría que fueras un capricho más para el...

- Me cuesta creer lo que dices.

- Julie... Créeme. Los ebrios no mienten.

Cuando llegue del hospital, Theo dormía y Julie ya se había ido...

Al día siguiente, ya en fin de semana, le envié un mensaje a Julie, quería verla y poder confesarle mis sentimientos... Así que la invite a salir pero ella no contesto. No me quedaba otra opción, solo tenia que esperar a que comenzará la semana para verla en la escuela:

- ¡Jul! ¿Podemos hablar?

- Estoy llegando un poco tarde a la clase, Yael...

- Por favor. Necesito hablar contigo.

- Esta bien. Hablemos.

- Te veo rara... ¿Estás bien?

- Lo estoy.

- Por cierto, gracias por haber ayudado a Theo con su herida.

- No, no agradezcas. El necesitaba ayuda. Si es de eso de lo que querías hablar, no hay nada que agradecer...

- Julie, no solo queria agradecerte por eso. Por favor, quédate un segundo... Escúchame... Desde la primera vez que te vi, yo no pude sacarte de mi mente.

Julie baja su mirada, no puede olvidar las palabras de Theo sobre Yael.

- Jul, tu me gustas. Es... Es la primera vez que siento esto.

- ¿Primera vez? Ja...

Yael no entendía la actitud de Julie.

- Si... Tú eres la primera chica en la que me fije...

- Yael, lo siento. Pero tú a mi no me gustas.

- Julie... Lo sé, no esperaba que tu sientas lo mismo pero...

- Incluso ahora, sería incómodo seguir siendo amigos ¿No?

- ¿Qué? No. No, Julie... Perdóname... No quiero perderte como amiga. Olvida lo que dije... Por favor.

- Yael... Yo...

Julie no termino de hablar y se fue, ella se veía completamente extraña hoy... Jamás la había visto así.

El resto del día en la escuela fue una completa basura. Acababa de perder a mi única amiga, no podía disimular mi tristeza. Jamás debí hablar...

Llegue a casa y me recosté. No quería seguir pensando... Julie me rechazo y pensé que estaba preparado para su rechazo... Pero por un momento, en la fiesta de su cumpleaños, cuando ella dijo que también tenía algo para decirme, yo imaginé que... Ella me miraba tan dulcemente y su sonrisa estaba acompañada de felicidad, por un maldito segundo pensé que ella no me rechazaría... ¿Qué pasó con Jul? ¿Qué hice? Julie... Perdóname.

Me dormí profundamente y Theo me despertó:

- Hermano ¿Estás bien? Mamá dice que no has comido nada hoy.

- Lo estoy. Solo quiero dormir un poco más.

El final de clases se aproximaba, muchos estábamos preocupados buscando universidades. La preparatoria llegaba a su fin y pronto marcharíamos a estudiar una carrera.

Julie y yo no volvimos a hablar, si nos saludábamos pero solo eso... Me costó aceptar que la había perdido como amiga. Martí quería saber que había sucedido entre nosotros, pero me lo guarde. No quise hablar del tema, quería sacarme a Julie de mi mente... Aunque era difícil, Julie se hacía cada día más famosa... La joven y talentosa voz que participaba en los concursos. Era lindo verla feliz arriba de los escenarios. En los recreos también la veía, siempre con un cuaderno, escribiendo sus canciones. Julie... Por favor, no tienes idea de lo que te extraño... Háblame. Háblame como antes, regálame tu hermosa sonrisa una vez más.

Cuatro meses despues:

El final de clases estaba cerca, Theo seguía dándoles problemas a nuestros padres. De las tres universidades en las que me pre inscribí, en todas fui aceptado. Theo no, así que claramente el año siguiente el no iniciaría su carrera.

Cuando las clases terminen, no volveré a ver a Julie, creo que es lo mejor, aunque siempre la recordaré como mi primer amor y mi primera decepción amorosa. Ella esta bien, sigue brillando en los escenarios, su música es extraordinaria... Cada día más bonita, a mí nunca más me sonrió pero en los escenarios si la veo sonreír y eso me alegra mis días.

- Hermano ¿Comerás en casa hoy o te vas con Marti? Pregunta Theo.

- Comeré aquí ¿Por qué preguntas, Theo?

- Tengo una sorpresa... Espero que eso ponga de buenas a papá y mamá.

- Theo solo debes dejar de beber y ellos estarán felices.

- Si... Lo haré. Bueno entonces, te veo en la sala.

- Por supuesto. Sabes que siempre apoyaré a tus sorpresas.

Theo parecía muy entusiasmado, quizás después de tantos retos, el de verdad quiera hacer las cosas bien... Así que está noche, veré que idea nueva atravesó por su cabeza.

En la cena:

- Mamá, papá... Hermanito... Hoy cenará con nosotros alguien muy importante para mí.

- ¿Si? ¿Quién es, hijo, tu novia? Pregunta papá.

- Sí.

- Que bueno, quiero conocerla. Responde Camila.

- Ven, mi amor, pasa... Mis padres quieren conocerte.

Y ahí estaba ella. Sonriente y de la mano de Theo.

- Buenas noches. Saludo nerviosa y esquivando mi mirada.

- ¿No eres tú la que sale en los programas de canto? Pregunto Camila.

- Si, si señora... Soy Julie.