Como todos los días en los que me siento ansioso estoy de nuevo en este lugar, muchas personas prefieren caminar en grandes prados, leer o ir al cine, mis gustos son algo diferentes y peculiares, esto es lo que me tranquiliza cuando esa sensación se apodera de mi.
–¿Bleer, y si jugamos?- le pregunté mientras traía en mi mano un cuchillo, era mi cuchillo favorito y eso que tengo muchos, el mango es dorado con algunas incrustaciones de vidrio fino que lo hacen ver algo sofisticado, y no solo eso su filo es capaz de cortar una hoja de papel de las más delgadas, me lo regaló mi padre hace un tiempo como regalo de cumpleaños, el siempre me da los mejores regalos.
Hoy comenzaré con la creación de un nuevo cuadro, pintaré de nuevo para mí amada Stefy, a ella siempre le gustan mis cuadros y más después de saber que la pintura está mezclada con sangre. Al principio mis lienzos eran las carnes de Bleer pero me quedé sin espacio de dónde hacer mi arte ya que su cuerpo ya se quedó sin espacio, así que Stefy me sugirió darle otra funcionalidad a su desagradable existencia, es una buena fuente de pintura.
Los ojos de Bleer me ven como siempre lo hacen no sé si sea miedo, dolor frustración, rabia, añoranza o quizá la mezcla de todos los anteriores, pero no produce ni la pizca de lastime en mi, saque mi celular y me coloqué los audífonos yo como diferencia de mi padre uso los audífonos como motivación para lo que voy a hacer a continuación mi padre lo usa para retener sus instintos, pongo a Megadeth comienzo a caminar hacia Bleer.
-¿Cuando me dejaras morir? Por favor ya no quiero vivir- preguntó y suplico con el rostro bajo, ya no es capaz de verme a los ojos, aunque no lo culpo su visión ya no es muy buena, es más que obvio que aún no llegara ese día, el día en que lo deje morir tranquilamente, aún quiero verlo sufrir un poco más. Pero si soy sincero, ya comienza a fastidiarme y aburrirme de cierta manera .
Al principio lo hacía como venganza de todo lo que me hizo en mi infancia de haberme alejado de mis padre, de haberme lastimado, pero… con el tiempo se volvió más que divertido, escucharlo gritar llorar y suplicar es la mejor representación de arte en todo su esplendor, pero últimamente ha dejado de hacerlo, el ya no me muestra nada de eso, solo llora de vez en cuando grita ya no es divertido.
Camine hacia él, lo tomé de un brazo y encaje el cuchillo en el, le daba vueltas en forma circular hasta que logré cortarle un pedazo de carne, muy pequeño pero el agujero que logré hacerle era increíble y miraba como se acumulaba la sangre en ese agujero en su brazo, su sangre ya no es tan roja, me preguntó si necesitará vitaminas, aún que a nadie le importa, pero la calidad de mis cuadros han bajado mucho me ha dicho mi profesor de pintura, según sus palabras “debes buscar otra pintura de mayor calidad”, solo sonreí y le dije que lo haría nomás que aún que tenga una mentalidad fría no lo he podido hacer, ¿buscar un reemplazo para Bleer?.
Quizá su calidad bajo por qué el ya ni grita, su cuerpo están lleno de esos agujeros que creo que ya se ha acostumbrado al dolor, esto es un martirio en verdad quiero diversión pero el ya no me la da como solía hacerlo, ya no veo esa luz que él solía transmitir, esos momentos donde era más que alucinante verlo gritar. Ahora solo veo al pobre diablo que desea tanto la muerte y no la puede encontrar. Su sufrimiento es no poder encontrar el adiós infinito.
Ya no era tan divertido como al principio, ya no producía en mí esa satisfacción extrema de verlo sangrar, pinte el cuadro pero no me sentía complacido, termine rompiéndolo, no tenía ese toque que tenía cuando recién comencé a pintar para ella, no estaba esa magia y ese rojo de su sangre no era lo que yo deseaba, “Este cuadro no le gustara a Stefy” pensé decepcionado, Stefy merece un cuadro de calidad y no está basura
–Tu sangre ya no me gusta, ya no le das ese toque mágico que solías darle a mis cuadros, ¿Qué voy a hacerte? Necesito que recuperes tu magia..- dije en un suspiro.
Tome un cuchillo de carnicero y me acerque a él, no lo cortaré en pedazos solo corte la cadena que lo sujetaba, y me aleje un poco, me puse en cuclillas y le susurré al oído, “Si logras salir de aquí con vida no volveré a torturarte” le dije y me aleje de él.
Pero si soy realmente realista el no podrá salir nunca, hace 2 años le quebré la columna vertebral.
–Alessandro, ¿En verdad me dejaras ir?- me gire y mire que él por primera vez en su vida me miraba, aún que un ojo apuntaba a otra dirección, nunca había visto llorar a Bleer tan esperanzado, siempre lloraba de dolor, está de jugar con sus sentimientos se me da muy bien, pero ese brillo de esperanza aún estaba en su rostro él realmente quiere su libertad. Pobre imbécil, si supiera que antes prefiero verlo muerto y llorando como una rata en una trampa que dejarlo ir con vida, este maldito se merece cada lágrima y gritó que me ha regalado todos estos años, el me aparto de mis padres y me prohibió tener un vida como un niño normal ahora verá lo que le espera, ahora me dará sangre de calidad.
–Si, te dejare ir!- cerré la puerta detrás de mí y encaje el cuchillo que traía aún en mi mano en un enorme barril, de él salió un líquido que olía a azufre, era ácido, “sin duda eso le ocasiona mucho dolor” pensé con una radiante sonrisa.
Me aleje para que no me hiciera daño, no quiero ensuciar mi ropa, es nueva, mi seguridad es importante después de todo soy un artista en desarrollo.
–¿Por qué haces eso? Ese barril es muy caro tendrás que comprar uno nuevo- escuché la voz de mi padre y sonreí. – es muy difícil conseguir esos barriles ¿sabes?– dijo él mientras mirábamos como el líquido era drenado. No se regara mucho ya que la abertura la hice en lo alto por qué luego mi padre se molesta conmigo, él suele disolver a las personas en ácido así que son sus juguetes la regla 1 no hagas enojar al diablo mayor.
–Papá quiero ver si logra divertirme!- dije y él sonrió. – Perdona no volveré a desperdiciar el ácido, trataré de comprarte uno, ¡ lo prometo!- dije y el solo suspiro y puso su mano en mi hombro. Solo tengo 19 años y mi padre ha sido un gran ejemplo de quién debo de respetar
–Si vas a gastar los juguetes de tu padre tan a la ligera consigue los tuyos propios, y no solo me comprarás 1 sino 2 para que aprendas a darle el valor que las cosas se merecen..– dijo, con su mirada fría.
–Si papá.- dije y agache la cabeza lo vi sonreír de lado, es raro que mi padre sonría pero casi siempre lo hace con su familia ante todos es un CEO serio y frío con aires de grandeza pero no son aires mi padre es grande.
Después de unos minutos vimos a Bleer salir del almacén arrastrándose él no podía caminar así que no le quedaba de otra que arrastrarse como la basura que es. Mis ojos y los de mi padre se iluminaron mientras mirábamos a Bleer arrastrándose como gusano
El comenzó a gritar cuando su cuerpo tuvo contacto con el ácido.
–Al fin grita que emoción!- dije con una sonrisa mientras miraba como su piel era quemada por el ácido, verlo de esa manera era algo alucinante he indescriptible, algo dentro de mí se encendió como una mecha, esa sensación de placer que hace que tú cuerpo se eriza por completo, aún no comprendo el porqué disfruto tanto de esto.
La mitad de su rostro estaba desfigurado ya a causa de esa sustancia, sus ropas estaban quemadas un poco a causa de ese líquido, pero aún así sentía que algo faltaba, ¿no era demasiado el sufrimiento que le están produciendo?, quería más, quiero más, mucho más…
–¡Solo ten cuidado!- dijo mi padre.
–Si papá- dije y me aleje de mi padre
Camine hasta estar detrás de Bleer, lo tome de las piernas las cuales aún no llegaban al ácido y lo arrastre hacia adentro del lugar, del mismo lugar donde él salí, el recorrido fue teñido de ese rojo que tanto me gusta. El piso parecía un lienzo y era algo hermoso.
Lo arroje contra la pared y el no paraba de gritar, el era un hombre apuesto y engreído pero ya de eso no quedaba nada, el solía tener a cuánta mujer quisiera, solía golpearme cuando era niño, cada vez que sele daba la maldita gana, el día que mi padre me lo dio de regalo fue el mejor día de mi vida, como olvidar la primera vez que jugué con el, dicen que la primera vez nunca se olvida, el es mi primer juguete y el primer regalo que recibí de mi padre, no pude dormir en varios días solo de pensar en nuevos métodos de tortura para el, estaba tan emocionado que no cabía en mi mismo, ahora me quedo dormido del aburrimiento mientras lo torturó, ya han pasado más de 10 años que lo tengo aquí encerrado, y ya no es divertido jugar con el.
Tomé un machete que tenía en mis juguetes y le corté un brazo.
Una sonrisa se dibujó en mi rostro, tomé el brazo y salí del cuarto ese, con el machete en mi mano y con el brazo de Bleer en el otro.
–Te sientes mejor?- me preguntó mi padre quien se quedó viendo la escena que se deslumbraba dentro de ese cuarto de juegos como yo lo llamo justo detrás de mí, claro eso era para mí el lugar más divertido del mundo pero si Bleer muere me quedaré sin juguete, nunca he matado ni torturado a alguien más solo animales, no soy mi hermana, Alessia tiene tantas víctimas ya en su lista que no se por que mis padres no la han encerrado en un manicomio sigo creyendo que ella está loca o se cayó de bebé.
Los más cuerdos son mis hermanos menores ya que al parecer ellos no nacieron con la maldición de Kevin Smith mi padre
–Un poco pero ya me aburre, papá, quiero nuevo juguete!- dije y él solo sonrió.
–Hijo consigue tus propios juguetes, ahí mucha gente que se lo merece, solo ten cuidado.- amo a mi padre sin duda el siempre apoya a su familia en sus necesidades –Creo que no puedo seguir entregando juguetes a mis hijos con Alessia ya es más que suficiente.– el tiene razón, papá sabe que Alessia se divierte con las niñeras de los gemelos, mi padre siempre contrata mujeres que tienen antecedentes malos que hacen daño a los demás así Alessia saca la basura de vez en cuando, no la justifica, solo digamos que alimenta su vicio de vez en cuando.
Caminamos a el auto, pero antes de salir de ese almacén abandonado partí el brazo en muchos pedazos y se los arroje a los perros de la entrada quienes se comenzaron a pelear por el delicioso bocadillo. No soy caníbal pero debo reconocer que al verlos degustar tan deliciosamente ese bocadillo me hace sentir un poco de envidia y hambre.
–Ya les hacía falta comer basura.- dijo mi padre.
–Si el abuelo Héctor no les ha traído alimento. -- él sonrió de lado.
Caminamos a el auto de mi padre y el manejo, me deja manejar su auto cuando está cansado pero creo que hoy no será el día.
Yo solo miraba por la ventana, la vista era buena pero solo pensaba en qué cosa nueva tenía que hacer para divertirme.
Cuando llegamos a casa mamá nos recibió. Siempre dando las mejores demostraciones de afecto, corrió hacia mi padre y lo abrazó.
–¿Kevin dónde estaban?- mi padre la tomó por la cintura después se la devoró, ellos nunca se esconden para demostrar cuánto se aman, ya estamos acostumbrados a que padre siempre la trate como una reina y pobre de aquel que toque a su mayor tesoro.
–Nico, solo fui a ver cómo nuestro hijo jugaba con la comida de los perros!- mamá sonrió de lado y luego volteo a verme. Mientras se despegaba de papá.
–Mi amor vete a dar un baño, te ves desarreglado!- me dijo mientras me sacudía los hombros de mi camisa que estaban un poco manchados de sangre y me dio un beso en la mejilla, después su dedo los pasó debajo de mi oreja, ella es capaz de saber lo que sea solo con ver a alguien y en este caso a mi.
–Te manchaste un poco- su dedo estaba pintado de rojo, ese miserable me ensució, mi madre no debería tocar la sangre de esa basura, sus dedos son tan lindos para eso.
–Si mamá, me iré a dar un baño, muero de hambre ¿que cenaremos hoy? – pregunté, evadiendo el tema y el disgusto que sentía que directamente la sangre de ese idiota ensuciara a mi madre
–No lo sé, la cocinera aún no prepara la cena, tu hermana juega con ella.
Sonreí, conozco muy bien los juegos de Alessia, son muy entretenidos, quizá no estará mal unirse al juego
Me despedí de mis padres y comencé a caminar escaleras arriba..
Subí las escaleras con toda la intención de entrar a mi cuarto a darme un delicioso y merecido baño, pero antes de entrar me gano la curiosidad así que decidí ir a ver cómo mi dulce y encantadora hermana se divertía, con la cocinera.
Cuando abrí la puerta vi a la cocinera amarrada en la cama, abierta de piernas, esa mujer estaba completamente desnuda mientras mi hermana la miraba de arriba con expresión pensativa en su rostro.
–Veo que te diviertes hermanita!- dije viendo a mi hermana a los ojos, ella sonrió y corrió a mis brazos.
–¿Quieres unirte?- preguntó, yo voltee a ver a la cocinera y ella me sonrió.
–Claro que si.- dije, me acerque a la cocinera me senté en el borde de la cama y ella no paraba de sonreír, parecía que lo disfrutaba.
–¿La drogaste?- pregunté fue lo primero que pasó por mi cabeza nunca había visto a alguien que disfrutará tanto jugar con mi hermana gemela y Alessia negó con la cabeza.
–No, no la drogue, a ella le gusta. – mi dulce hermana se alejó de mí y se acercó a su mesita de noche, vi como mi hermana sujetaba un bisturí en la mano y cortó un poco el brazo de la cocinera y después lamió la gota de sangre que se desbordaba por su brazo. Pienso que mi hermana ha de ser una vampira siempre bebé sangre más nunca llega a comer de sus carnes, ¿A qué sabrá la carne humana? No mejor dejo de pensar en eso, no soy un caníbal, solo me gusta jugar.
~ahh~ un gemido salió de la boca de la cocinera, al parecer mi hermana ya se ha divertido mucho con ella, por qué su cuerpo tiene muchas rajadas por todos lados ocasionadas en cortes horizontales por una navaja... No se ven muy profundas pero sí dejan huella.
Después de beber de ella comenzó a acariciarle los pechos de esa mujer, ellos no tardaron mucho en ponerse erectos eran tan rosados que se antojaba darles una mordida..
–¿Dime Priscila, quieres que mi hermano esté dentro de ti?- le pregunto y la cocinera volteo a verme, mientras mi hermana bajo su mano a la intimidad de esa mujer y comenzó a acariciarla. A simple vista esa mujer se veía tan caliente.
–Si, si quiero aaaah sí quiero. -- dijo mientras cerraba los ojos, disfrutando de las caricias que mi hermana le daba metiendo y sacando algunos dedos del interior de ella..
Me acerque a ellas, Alessia dio unos pasos atrás, me bajé el pantalón con mis bóxer y me subí arriba de esa mujer, la penetre de una sola embestida, ella gritó.
Comencé a entrar y salir de ella, mientras ella no paraba de gemir y gritar que le diera más duro.
Cuando estaba apunto de terminar me despegué de ella y la bañé con mis fluidos, sus pechos estaban llenos de mi y parte de su cara.
Me acomode mi pantalón y me di vuelta mi hermana estaba mirando con atención, se acercó a la mujer que estaba amarrada a la cama y la desato.
–Vete a bañar, y ve a hacer de cenar mi hermano tiene hambre. –Dijo ella mientras mi dulce hermana me acomodaba la ropa.
–Sí señorita!- dijo ella y recogió su ropa del suelo, salió desnuda de la recámara de mi hermana con una enorme sonrisa.
.
–Dudo que a mamá le guste verla desnuda!- dije, con una sonrisa
–No creí que te la echarías, ¿dónde quedó tu amor por Stefy?- preguntó acercándose a mí, me abrazó y yo la abracé.
–Stefy tiene un novio, linda. Un polvo no se le niega a nadie – dije y ella sonrió.
–Si, ¿Aún no piensas en matarlo?- ella insiste que la mejor forma de tener a Stefy para mí es matando a su novio aunque la verdad no he matado a nadie después de tener un juguete amarrado en ese viejo almacén abandonado.
–Tal Vez lo haga, ¿hace cuánto que te diviertes con la cocinera?- le pregunté recordando las marcas del cuerpo de la mujer
–Hace unos meses pero ya me estoy aburriendo. La mataré este fin de semana.–
sonreí mi hermana siempre se aburre con facilidad he incluso más rápido que yo, la cocinera debió gustarle mucho por qué los demás solo duran a lo máximo 1 semana.
–Si, ya no aprieta!- dije y ella sonrió.
–Si, ya no lo hace. A la mejor porque he metido muchas cosas dentro de ella. – río con descaro –A veces hubiera deseado tener esa cosa que tienes entre tus piernas y saber que se siente hacerlo.
–Hermanita, eres muy encantadora!- dije sarcásticamente, ella comenzó a reír con dulzura, amo a mi hermana, es tan manipuladora que cualquiera que la mirara pensaría que es la niña más inocente que existe, con sus enormes gafas que solo usa en público y esas dos coletas en forma de trenzas francesas que siempre usa, y luego como viste con esas faldas largas y esos suéteres tejidos. Parece una nerd o quizá una marginada, pero no tiene nada de eso aunque nerd si es, es la mujer más inteligente que conozco aparte de mi madre y Stefy.
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