Ha termina el curso escolar, después de todo un año en el cual era de trabajo y de estudio intenso debido a que muchas veces le ayudaba a mi madre en su empleo, ahora podre dedir un poco mas ya que siempre ella tratado de tomar mas casas para limpieza y todo para lograr que terminara el curso.
Siento como unas manos pasan por delante tapando mis ojos.
- Si adivinas quien soy te daré una sorpresa que traigo en el bolsillo derecho. Pero si no adivinas te doy las 2 sorpresas que tengo en ambos bolsillos.
- Amm, quien será este chico encantador?
- No se, no se…
- Me rindo.
Me doy la media vuelta encontrándome con Samuel Ferretti. Samuel es mi novio desde hace 2 años a pesar que tengo 15 y el 17 años hemos tenido una relación de novios pero de adolescentes donde la aventura con él siempre ha sido algo espectacular. Me encanta su manera sencilla y de muchos valores, el proviene de una familia adinerada de la cual se dedica a las bienes raíces, siempre ha querido estudiar la universidad de leyes, siempre ha sido super encantador y mi madre lo adora como a nadie. Por el contrario la familia de Samuel ni sabe que existo y no es por él, mas bien siento que no seria aceptada por su familia, ellos tienen demasiado dinero y alguien como yo seria demasiado en pensar en aceptar.
- Entonces hoy si vas a querer conocer a mi familia Renata?
- No lo sé, tú sabes que mas bien lo pienso por ti. Sabes como es tu familia.
- Eso que? Renata, nosotros hemos visualizado la vida juntos, quizá aun seamos unos pubertos pero yo a ti te quiero en mi vida.
- Lo se Samuel, solo que es un poco difícil, además tu familia…
- Mira hagamoslo y punto paso por ti a las 9:00 pm
Samuel tomo mi rostro acercándose a él dejando un beso en mi frente.
- Y mis regalos.
- Cierto.
Mete la mano en el bolsillo izquierdo sacando un chocolate dejando un beso en él para entregármelo, luego me lo entrega. Le sonrio negando con la cabeza. Estos pequeños detalles son los mas hermosos que alguien pueda tener conmigo. Mete la mano en el bolsillo derecho donde saca nuevamente la mano sin nada. Nos quedamos viéndonos cuando se me acerca al oído casi susurrundo…
- Te lo he dejado en tu habitación. Usalo hoy.
Sonreí cuando uno de los profesores se acerco para que entrara de nuevo al instituto para las peticiones de la preparación
- Renata quieres que te espere?
- No no hace falta.
- Nos vemos en la noche.
Asentí con la cabeza para entrar de nuevo al instituto y hacer la solicitud para la beca de la preparación asi podre tomar de nuevo la preparación pagando un mínimo de la cuota.
Sali corriendo para irme a casa, ya que no me habia dado cuenta de la hora y mi madre debería estar esperándome ella tenia que ir con los Ferretti a trabajar hoy le tocaba.
Después de un largo maratón por fin llegue a casa.
- Hola mamá.
- Hola hija, tenemos que hablar.
Asenté mis libros en la mesa, mi casa era muy pequeña, donde al entrar estaba la sala junto al comedor y enfrente la cocina donde quedaba igual el baño, luego estaban las dos habitaciones, una de mi madre y la otra mia.
Me senté quedando frente a mi madre que la veía preocupada.
- Pasa algo mamá.
- Pasan muchas cosas hija.
Mi madre me entregó un sobre en el cual rápido lo abri, no quería perder el tiempo pero se me pasaron mil cosas para que ella estuviera de esa manera.
Mis ojos empezaron a quedar brillosos por las lagrimas que estaban a punto de caer, sentí que mi corazón latia a mil por hora, era como tener una información de la cual no sabia nada o que te estuviera cayendo un valde de agua hirviendo sin saber que hacer.
La miré fijamente cuando mire que ella estaba tratando por todos los cielos de no derramar ni una sola lagrima.
- Re…
- No, mamá esto no puede ser posible.
- Me los estregaron ayer, no buscaba como decírtelo.
- Cuando espesaste a sentirte mal.
- Hace 15 dias pero esta avanzando rápido.
Me tiré encima de sus rodillas llorando como magdalena. Mi madre estaba diagnosticada con Cancer de mama, y tenia que someterse a una operación para poder tratar de estirparle el cancer.
- No te preocupes mamá veremos como hacerle.
- Los Ferretti, me dijeron que me cubrirían los gastos de la operación, se los tendríamos que devolver de poco en poco.
- Si, esta bien. Pero cuando, cuando te fuiste a revisar.
- El dia que te pedi que me cubras. Pero ayer apena me dieron los resultados.
- Hay mamá.
- Renata, aun eres una niña, la niña de mis ojos, la luz por la cual me guía para seguir dia con dia a tu lado.
- No me digas eso mamá.
- Yo sé hija que esta situación no te mereces vivirla, sin embargo eres en la única que me puedo apoyar, pero Samuel Ferretti no es para ti.
Mire a mi madre fijamente aun con lagrimas en los ojos, después de escucharla baje mi mirada. Era cierto, Samuel no era para mi, su entorno a la que vivo es muy diferente aunque para él eso nunca ha sido ningún problema pero para sus padres quizá lo sea.
- Lo sé mamá.
Tome un gran suspiro recostándome en sus piernas de mi madre, sentía como pasaba su mano suavemente acariciando mi cabello.
- La familia de Samuel es muy diferente a él. Su padre jamás permitiría que una chica como tu que no tenga un gran apellido y menos una fortuna que hayan hecho tus padres sea la novia de su hijo. Su madre por el contrario, solo te usaría para humillarte frente a los demás sin si quiera darte la oportunidad de conocer el hermoso corazón que tienes. De Lucrecia su hermana que te puedo decir hija, esa mujer es peor que cualquiera… No hija, no hagas que alguien te humille.
- Quiero a Samuel, lo quiero mamá.
- Aun eres muy pequeña, vendrán mas amores, mas chicos. Sé que en el corazón no se manda pero hay que aprender a vivir con ello.
Tome un gran respiro, lo cierto es que siempre he pensado como mi madre, no merezco a Samuel y no por él mas bien por su familia que nunca dan un movimiento en falso, siempre han querido lo mejor para cada uno de sus hijos y él no era la excepción.
- Hija me puedes suplir con los Ferretti hoy?
- Si, mami yo voy.
Me levante dejando un beso en su frente a mi madre, le entregue los análisis y me fui a mi habitación, entre para cerrar después, mire que en la cama habia una caja grande, sonreí al recordar que Samuel me habia dicho que mi obsequio lo habia dejado en mi habitación. Abrí la caja, la miraba sin atreverme pero tome el vestido que se podía ver levantándolo. Era un vestido totalmente hermoso, color negro con líneas plateadas dando ese toque elegante. Lo volví a poner en la caja. Me recosté en la cama para pensar un poco de todo.
Con mi madre enfermita tendría que dedicarme mas a trabajar para apoyarla, si bien la familia de Samuel nos apoyaría con lo de la operación, se vendrían grandes gastos como los medicamentos que son demasiado caros, lo sé por que mi padre hace 2 años habia fallecido igual de de Cancer solo que era por que fumaba mas que un tren.
Tome el móvil, marcando a Samuel.
Llamada:
- Reni, mi amor.
- Hola, Samuel.
- Ohh, ohh pasa algo?
- No podre asistir contigo para que me presentes como tu novia.
- Ha pasado algo?
- Mi madre se puso malita y tengo que cubrirla.
- Entiendo. Nos vemos mañana.
- Samuel, tenemos que hablar.
- Me agrada ya estamos en el momento de el tenemos que hablar.
- No podemos seguir.
- Que has dicho?
No tenia valor de mirarlo a sus hermosos ojos y decirle lo que estaba pasando asi que era mejor terminar todo por móvil y listo. Termine la llamada, subiendo mis rodillas abrazándolas. Estaba sintiéndome mal por el dolor que le pude haber causado, pero sabia que era lo mejor para ambos.
Cerre mis ojos cuando mi móvil sonó, mire que era Samuel pero decidí ponerlo en silencio y dejarlo pasar, mis lagrimas empezaron a caer.
Quiza mi reacción ha sido un poco cruel, pero prefiero hacerlo hacerlo ahora que las vacaciones se acercan y tener tiempo a solas, hasta donde sabia ellos se irían de vacaciones además que estarían a unos dias de la celebración de sus compromiso de la hermana de Samuel pues mucho mejor si estuviera lejos de mi.
Me quede dormida por un buen rato.
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Renata
Samuel
Samuel:
No me habia quedado en claro que quizo decir Renata con que no podemos seguir. Tome el móvil para volver a marcarle, pero ella pasaba de mis llamadas. La madre de Renata hoy debería estar aquí asi que salgo de mi habitación para ir en su búsqueda.
Miro hacia abajo viendo que hay otra chica en el aseo.
- Cariño donde te andabas?
- Hola Lu.
Quien es Lu: (Lu… Mejor conocida como Lucrecia Italiana por naturaleza, era tan hermosa, que a muchos hombres tenia rendido a sus pies, solo ella estaba andando con uno de los abogados mas importantes del país y del mundo entrero. Ella siempre ha mirado a todos por encima, muchas personas dicen que es mismo demonio andando por la tierra, siempre se ha dicho muchas cosas muy pocas buenas pero la mayoría malas. Agradezco que no haya salido Samuel igual que ella.)
- Lucrecia cariño.
- Como sea. De casualidad no has visto a Doña Roxana?
- La señora de la limpieza? Como para que la andas buscando?
- No, solo quería pedirle que sea ella quien acomodara mis cosas.
- Hay hermanito. No, no la he visto. Por cierto me dijo mamá que hoy conoceremos a tu novia.
- Si, en un rato por ella.
- Ojala que sea hermosa y muy distinguida.
Rodee los ojos al escuchar a mi hermana expresar lo que ella siempre ha querido para mi, para mi no era nada nuevo que se expresara asi que la dejo pasar con sus comentarios. Bajo las escaleras encontrando a la ama de llaves.
- Hola MAria.
- Hola joven.
- Ha llehado Doña Roxana.
- No, aviso que no viene hoy que mandara suplente.
Sali de la cocina, cuando dijo suplente sabría que Renata era la que vendría en su lugar. Al menos podre tener oportunidad de hablar con ella.
Mi madre entró a la cocina me miro como si no tuviera nada que ver.
- Hola mamá.
- Puedo saber que haces aquí?
- Es mi casa madre, puedo andar donde quiera.
- Samuel!
- Lo siento, solo no estoy de humor.
Salí de la cocina dejandolas ahí que se digan lo que tengan que decirse, solo en mi mente pasaba Renata, no sabía lo que habia pasado y quería que me dijera las cosas como tal.
Renata y yo nos conocimos hace 3 años, desde que la conocí se me hizo una chica super encantadora, sencilla y nada pretenciosa, con el paso del tiempo en que la iba tratando me di cuenta que era una chica que valia demasiado la pena, ella me hizo en conocimiento de la situación de su familia, a pesar que ella no es como las demás que pudieran tener un apellido o fortuna eso a mi no me importaba en lo mas mínimo. Ella por ser ella me gustaba, la quería. Como no enamorarse de ella, con el simple hecho de existir ya es demasiado para mi.
Paso un año después que la conocí y por fin la hice mi novia, hemos tenido momentos que casi no podemos vernos asi como igual momentos en que queremos estar solas.
Por mas que he hecho que mi familia la conozca siempre termina cancelándome la cita o que no puede, como si no quisiera que mis padres tengan conocimiento de ella, quiero que sea parte de mi familia en las buenas y en las malas quiero estar con ella.
Ahora se me complica por lo ultimo que me dijo aunque siento que me este llevando el mismiso infierno pero no quiero dejar las cosas con ella. Ella es mi futuro hoy y siempre.
Renata:
Senti cuando mi me removían, abri lentamente los ojos viendo a mi madre aun lado de la cama…
- Pasa algo?
- Ya se te hará tarde.
Rapido me levante de la cama, cuando miré la hora, tome el uniforme para ir a cubrir a mi madre, me meti al baño para darme la ducha, me apresure lo mas que podría para poder llegar a tiempo. Conocia a la señora Ferretti y no era de las personas que le gustaba que llegaran tarde, además tenia que hacer méritos por lo de madre.
Sali del baño ya vestida, me cepille el cabello mientras aun estaba húmedo mi cabello…
- Hija y esa caja?
- Es un regalo que devolveré.
- Quien te lo dio?
- Samuel. Pero no lo aceptaré. Nos vemos mamá.
- Ve con cuidado.
Me despedí de mi madre, tomando la caja para salir lo mas rápido que pudiera. Me despedí de mi madre y rápido Sali.
Corri hacia la avenida que milagrosamente pasaba un taxi, me subi indicándole mi destino, el taxista asintió empezando a dirigirnos en la mansión de los Ferretti.
Durante el camino, pensaba lo complicado que sería en caso que llegara a verme con Samuel en su casa, tendría que tener el tiempo pero aun asi no podía seguir con él. Sé que suena un poco egoista pero nuestros mundos son muy diferentes y eso sé que él lo podría entender, no quería por nada del muendo que el empleo de mi madre saliera perjudicado, además con eso que soy menor de edad mucho le agradezco que me dejen cubrir a mi madre. Siempre que mi madre no podía cumplir en alguno de los empleos ocupaba su lugar. Necesitábamos mucho el dinero y mas ahora que los gastos se avecinan.
Mis pensamientos se rompieron cuando el taxista me indico que habíamos llegado al destino que le habia indicando, le pague agradeciéndole por haberme traído hasta la puerta. El hombre de seguridad me dio paso al ver que se trataba de mi.
- Hola niña Renata, como esta tu madre.
- Bien, solo se le complico un poco.
- Hoy debe ser una gran cena, invitaron a algunos de los amigos cercanos.
Trague saliba, sabia el significado de la cena, cena que no podría estar presente en ningún momento.
Entre rápido hacia la cocina por la puerta trasera, deje la caja cuando mire a maría la ama de llaves.
MAria: Hola Renta, hoy estarás en vez de tu madre?
- Si, se sintió mal.
Maria: Si me dijo la Señora Ferretti, que esta enferma.
- Si.
Maria: Por cierto el joven Samuel la andaba buscando.
- Amm dijo para que?
MAria: No, pero de seguro regresara y te preguntara.
- Por favor Maria si te pregunta por mi, dile que ando muy ocupada.
Maria: Renata… Hija, yo se lo de ustedes y sabes que no puedo mentirle al joven.
- Por favor.
Maria: Trataré de mantenerlo lejos pero no creo que sea posible, anda ve a poner la mesa que los invitados ya están esperando la cena.
- Invitados.
Maria: Creo que antes de la fiesta del compromiso de la Señorita Lucrecia será algo que anunciaran hoy.
Sentí un poco de nervios, sobre todo ahora que MAria me habia confirmado que mas personas vendrían.
Tome el carrito para poner las vajillas que se utilizarían en este momento, camine hacia el comedor donde la decoración la habían cambiado para el dia de hoy. Empecé a poner lo que estaria en la mesa, cuando sentí que alguien me miraba. Levante la mirada, sin soltar las copas mirando a la Señorita Lucrecia, se veía como toda una modelo, era tan hermosa, un cuerpo maravilloso y que decir su cabello que estaba cuidado por los mismos Dioses, ella me miraba de abajo hacia arriba.
- Has venido tú?
- Buenas noches Señorita, mi madre esta enferma.
- Si ya sé. Tendremos que hacer obra de caridad con ella por su operación no es asi?
Sentí como me dieron una puñalada en mi corazón, con sus palabras llenas de veneno.
- Creo que es un préstamo.
- DA IGUAL NIÑA TONTA, TENDREMOS QUE DAR DINERO A TU MADRE.
Me di la media vuelta para no seguir escuchándola y seguir con lo que estaba haciendo, tome 4 copas en la mano cuando senti que me jalo del brazo con tanta fuerza, que al chocar 2 de las copas terminaron rompiéndose.
- ERES UNA ESTUPIDA O QUE?
- Disculpe señorita, fue sin querer.
- CLARO SIN QUERER, QUERIAS CLAVARMELAS.
Abri mis ojos tan grandes cuando hacia acto de presencia el padre de Samuel.
Padre: Que pasa?
Lucrecia: ESTA ESTUPIDA QUE ME QUIZO LASTIMAR CON LAS COPAS.
- Lo siento, en verdad. Es que la señorita me tomo del brazo donde tenia dos de las copas y al juntarse se rompieron.
Padre: Debes tener cuidado, puedes lastimar a alguien.
Baje mi mirada, pasando del lado de la Señorita Lucrecia, ella me seguía con la mirada a todo lo que daba, ella junto con su padre se quedaron en el comedor. Sabia que ella era de un corazón duro pero no me podría imaginar tanto por parte de ella, las veces que iba en lugar de mi madre, jamás cruzaba palabras con ella, Samuel siempre bajaba y entraba al pequeño cuarto de servicio para que platicaramos y me acompañara en mi rato de comida mientras era un pequeño receso.
- Que paso?
- Nada Maria, solo que se rompieron dos de las copas.
- Toma ve.
Tome de nuevo las dos copas junto con una escoba y el recogedor para dejar limpio y que nadie se pudiera lastimar. Entre de nuevo al comedor viendo que ya no habia nadie, deje las copas en la mesa en los lugares faltantes cuando empecé a limpiar donde estaban las astillas de la copas, eso senti como me tomaron de los brazos con delicadeza levantándome, senti como mi corazón empezó a latir tan fuerte cuando sentí que Samuel rodeo sus brazos apretando con fuerza…
- Renata, no me hagas esto!
Mis ojos me ardían por las lagrimas contenidas, pero negué con la cabeza separándome de él. Lo mire viendo que sus ojos estaban brillosos por que igual estaba conteniendo las lagrimas.
- Samuel no es el momento.
- Cuando será el momento, cuando me vaya y no tengamos la oportunidad de hablar.
- Por favor ahora no. Tengo que trabajar.
- Estas en mi casa y ordeno que no vas a trabajar.
- Te traje de vuelta el vestido, es muy hermoso pero no lo puedo aceptar.
- RENATA TE HE DADO UNA ORDEN, IRAS A CAMBIARTE AHORA MISMO Y TE SENTARAS EN LA MESA PARA DISFRUTAR DE ESTA CENA QUE HE PREPARADO PARA TI.
No nos dimos cuenta que los invitados estaban cerca del área del comedor.
Madre: Que has dicho Samuel.
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Recuerden que habrá partes donde no se puede ser explícitas ya que la aplicación tiene reglas y hay que cumplirlas***...
Renata
Samuel
Lucrecia
Mire que no solo era la familia de Samuel, igual habían otras personas.
Samuel: Le he pedido a Renata que se vaya a cambiar para cenar con nosotros.
Lucrecia: Estas loco, casi me mata con unas copas.
Negue con la cabeza, cuando vi que un hombre jalo levente a Lucrecia del brazo, la madre de Samuel me miro con cierto desprecio al mirarme de abajo hacia arriba, cuando su padre de Samuel tuvo que intervenir.
Padre: Les pido unas disculpas, hijo podemos hablar en otro lugar. Renata sigue con tu trabajo.
- Con permiso.
Lucrecia: Tú no te iras de aquí.
Samuel: No la toques.
Samuel, empujo con gran fuerza a Lucrecia cuando el hombre que la habia jalado hace un rato se interpuso en medio de ella y de Samuel, lo mas seguro es que era el prometido de Lucrecia.
Prometido: BASTA SAMUEL, TU PADRE TE HA DADO UNA ORDEN.
Samuel: No lo haré Bastián.
Madre: SAMUEL!
Samuel: No ire, Renata ve a cambiarte y te espero para esta cena.
Lucrecia se adelantó cuando miro que estaba empezando a caminar por el otro lado para salir del lugar. Tomandome nuevamente del brazo apretando con gran fuerza.
Lucrecia: Tu muerta de hambre no iras a ningún lado.
Samuel: SUELTALA MALDITA SEA.
Samuel como pudo corrio para hacer que Lucrecia me soltará, la miraba con tanto odio.
Samuel: No vuelvas a tocarla, seras mi hermana y todo lo que quieras, pero ella es mi novia, se sentará en la mesa con nosotros.
Negue con la cabeza al escuchar a Samuel, todos se quedaron fijamente mirándome todos menos dos personas, claro Samuel y el prometido de la señorita Lucrecia, que solo miraba a Samuel sin poder expresar nada en este momento. Lucrecia dio dos pasos atrás.
Lucrecia: Claro, por eso has venido en ves de tu madre. Si ya me olia a trepadora.
Samuel: No le hables asi Lucrecia. Quiza Renata no tenga el apellido que todos los aquí presentes ostentamos, pero ella no se tiene la culpa de tener una familia humilde pero muy trabajadora. Mirenla, 15 años y hace lo que puede para ayudar a su madre y estudia.
Samuel se dio la media vuelta quedando frente a mi, mis ojos dejaron salir dos lagrimas que rodaron por mis mejillas, él suavemente las llimpio con su dedo gordo, tomando mi barbilla.
Samuel: Ahora entiendo por que no querias que te presentara a mi familia, te entiendo.
Padre: Ya basta, tenemos visitas. Renata, retírate por favor.
Prometido: Por que no la dejan sentarse a cenar con nosotros. Según Lucrecia esta cena era para conocer a la novia de Samuel.
Padre: Bastian, no creo que sea algo que esta niña debe hacer.
Bastian: Mejor me retiro. ERES GRANDE SAMUEL.
Miré cuando el prometido de la señorita Lucrecia se dio la media vuelta saliendo de la casa, tras de él Lucrecia salió corriendo para poder alcanzarlo, Maria llego al comedor cuando el padre de Samuel le indico que me fuera con ella a mi cuarto.
Lucrecia:
Sentia una gran rabia, al saber que la sirvienta era la novia que Samuel mi hermano nos iba a presentar, además quedando mal con Bastian mi prometido, pero en que estaba pensando mi hermano al hacer esta cena con esa estúpida.
- BASTIAN! ESPERA!!!!!!
Bastian, se dio la media vuelta mirándome.
- Que necesitas?
- POR QUE TE VAS? POR ESA ESTUPIDA SITUACION?
- Esa estúpida situación? Claro que si Lucrecia. Humillaste a esa niña, que esperabas.
- YO? ELLA MISMA SE HUMILLO AL PENSAR QUE PUEDE SER TREPADORA COMO TODAS!
- Solo escuchate Lucrecia, esa niña crees que si fuera trapadora estaría trabajando para apoyar a su madre, crees a caso que Samuel la hubiera defendido de la manera en lo hizo. Sabes que odio cuando te comportas de esa manera con las personas.
Me acerque abranzo el cuerpo fuerte de Bastian, sentia que como siempre un pleito nos llevaría a una reconciliación sexual tremenda. Bastian tomo mis manos apartándome de él.
- Bastian, no por una mocosa, vas a ponerte asi.
- No lo hago por ella ni por nadie. La situación donde tuvieron que humillar a una pequeña que solo estaba trabajando para ganarse el pan. Eso es lo que no tolero. Te has puesto a pensar que es lo que pudo haber sentido cuando tus padres y tu se pusieron en su contra. Solo Samuel que es el único que la defendió se merecería que me quedara, por los demás no y eso te incluye. Buenas noches.
Bastian se subio a su auto acelerando hasta el fondo saliendo a toda prisa.
- MALDITA SIRVIENTA DE MIERDA! LO TENIA QUE HECHAR APERDER TODO.
Samuel:
Sentía un fuerte dolor en el corazón, como era posible que ni mis propios padres me pudieran entender.
Padre: Samuel, Renata no puede ser tu novia.
Samuel: Por que no, acaso por que su apellido es humilde, o por que no tiene el dinero necesario. Ahh ya se por que les pesa saber que ella mas honesta que todos los aquí presentes.
Padre: BASTA SAMUEL. ES UNA NIÑA TIENE 15 AÑOS.
Samuel: Eso que tiene que ver.
Padre: 2 meses mas y seras mayor de edad y no podras tocarla, podrías ir a la cárcel.
Samuel: Durante estos dos años que hemos tenido una relación crees que en lo único que pensamos es en el sexo. No padre. Renata no es solo sexo. Hay cosas que se hacen en una relación. Conocernos, convivir, entender el uno al otro.
Madre: Samuelito, mi amor, escúchame. Renata no es de nuestro circulo social.
Samuel: Al menos tú madre como siempre has sido sincera. PERO COÑOO QUE NO ME IMPORTA!
PaDRE: No le hables asi a tu madre.
Samuel: LES HABLO COMO SE ME PEGUE LA PUTA GANA. CUANDO SE HAN PREOCUPADO EN LO QUE SIENTO O EN LO QUE QUIERO. PARA USTEDES AHORA LO MAS IMPORTANTE ES EMPARENTEN CON BASTIAN BONNET NO? YA EL COMPRIMISO ESTA DICHO MAÑANA SABADO ES EL COMPROMISO Y YA PRONTO SE CASARA. LISTO.
Mire por donde se escuchaban aplausos mirando que era Lucrecia como siempre con su ironia, rodee los ojos no estaba para niñerías.
Lucrecia: Bravo Suamelito les quedo muy bien el numerito del chico que ama a una muerta de hambre y mas cuando esa sirvienta se le esta muriendo la madre haciendo pasar por victima.
Padre: LUCRECIA…
Samuel: PERO QUE COÑOS DICES… SU MADRE SE ESTA MURIENDO?
Lucrecia: Ups!! No me digas que la muerta de hambre no te conto que pidió dinero a cambio de dejarte ir para la operación de su madre.
Samuel: MIENTES! RENATA JAMAS HARIA ESO!
Lucrecia: Su madre hace tiempo que esta enferma y le hemos dado dinero. Por que no la habias presentado Samuel. Siempre presentas a las chicas con las que andas pero con ella no. Por que?
Samuel: Es algo que a nadie les interesa.
Mi hermana con cierta ironia decía las cosas, cosas que de verdad me sorprendían, era demasiado como para creer que Renata solo se haya acercado a mi para que la pudiera ayudar con lo de su madre.
Samuel: Me niego a creer eso que dices…
Lucrecia: Piensalo hermanito, en secreto esta relación. No quería venir y sentarse. Esta mas que claro. UNA VIL TREPADORA.
Negue con la cabeza, Lucrecia como siempre viendo todo lo demás mal para que ella siempre pueda tener la razón.
Salí, del comedor no quería tener para nada seguir hablando con mis padres y mucho menos con Lucrecia que todo lo que salia de sus boca era para terminar lastimando a los demás.
Subi a mi auto necesitaba de una copa, quería salir y acabar con este dolor que me estaba matando. Acelere haciendo rechinar las llantas, alejándome de este maldito lugar.
Renata:
- Reni, cariño, Samuel no va a permitir que hechen a tu madre de aquí. Ademas el señor a pesar de…
- El Señor que? El señor no hizo nada para ponerse en el lugar de Samuel. Si lo hubieras visto al podre. Queria abrazarlo decirle que todo iba a seguir igual pero no pude, en eso entraron todos.
Padre: Maria dejanos solos por favor.
MAria: Si señor!
Padre: - Renata, lamento mucho lo que pasó en el comedor.
- No es nada señor. Ya habíamos terminado Samuel y yo.
Padre: Cuando.
- Hoy cuando me enteré que le prestarían el dinero a mi madre para su operación. Lo decidí por que no quería que él pensara que por su dinero de su familia estoy con él. Es mas, aquí les dejo el vestido que me habia regalado para esta noche pero no lo iba aceptar.
Padre: Dejame llevarte. A casa.
- No hace falta, pediré un taxi.
Padre: Insisto.
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Renata
Samuel
Lucrecia
Bastian
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