Un fin de semana en la noche un fuerte viento choco contra el cuerpo de Lex un joven de 24 años que terminó de trabajar e iba a camino a casa hasta que escucho un pequeño sollozo en un oscuro callejón.
Lex se acercó hacia el callejón y vio una pequeña caja que se movía, se inclinó y vio al bebé llorando y pataleando, no tenía ninguna manta encima de su cuerpo con lo cual se apresuró a sacarse el abrigo y lo envolvió en el cuerpo del bebé.
El beta lo llevo a casa, al llegar le dio un baño caliente y le dio un poco de leche con lo cual era lo único que tenia en su nevere. El bebé se quedó dormido sin culpa de que se tomó la última comida del pobre Lex y luego busco en Internet orfanatos en donde dejar al bebé. No podía mantenerlo en su casa porque estaba ocupado con su trabajo.
-Suspira -...no puedo mantenerlo aquí, ni yo mismo puedo mantenerme -dijo con un tono cansado.
Tomo su celular y le mando un mensaje a su hermana, pero este no contestaba asique le marco, pero parecía que su teléfono estaba apagado, Lex suspira una vez más y trata de pensar en que hacer. No tiene más familiares que su hermana y su madre.
Su madre está en Argentina por una oferta de trabajo mientras que su hermana estaba en algún lugar del planeta tierra, desapareció después de casarse, decía que se iba de viaje a algunos lugares después de casarse.
-No tengo más opción que quedármelo, podría dárselo a mi vecina o alguien de confianza, pero como estamos en este mundo, temo que le pase algo al bebé. -Pensó Lex.
Y así decidió que se quedaría con el bebé por un tiempo hasta que tenga dinero para viajar hacia el orfanato que encontró en Internet, ahí lo cuidarán mejor.
6 Años después
-Kent prepárate para ir a la escuela, no te demores -dijo Lex guardando la comida para el recreo en la lonchera de Superman de Kent.
-Ya voy mami -dijo el pequeño bajando despacio por las escaleras.
-¿Tu maleta ya tiene todo lo que necesitas?
-Si mami -toma su mochila y guarda su juguete de Superman.
-Te he dicho que no lleves juguetes a la escuela, se te puede perder. -Toma el juguete y lo pone encima de la mesa.
-Pero mami -dijo con un tono triste.
-No puedes, si se te pierde no puedo comprarte más juguetes cariño -Toma de la mano a Kent- ¿Entiendes?
Kent hizo un puchero de enojo, su mamá no le permitía traer juguetes de la escuela y eso le molestaba mucho.
Salieron de la casa y se encontraron con su vecino de a lado. -¿Ya se van? -dijo el vecino acercándose a Lex.
-Si, ya nos íbamos. -Dijo Lex.-Llegamos tarde asique...
-No, no, no, está bien, puedo llevarlos en mi auto, llegaremos más rápido a la escuela del niño.
Lex le da una tierna sonrisa.- gracias Tony, es muy amable de tu parte.
Los tres se subieron al auto y Tony conduce hasta la escuela de Kent quien lo miraba muy feo, al pequeño Kent no le gustaba que el vecino se acercara a su mamá y de vez en cuando le saca la lengua.
En eso Lex recibe un mensaje de su jefe quien le dice que tendrá que hacer doble turno hoy y se significará que tendrá que dejar al pequeño Kent con Tony otra vez.
-Tony ¿podrías hacerme un favor?. -pregunto Lex acercándose a Tony.
-Si ¿Cuál es? -respondió Tony.
-Mm bueno... podrías por favor cuidar a mi hijo hoy hasta mañana -le susurro a Tony pensando que Kent no escucharía, pero al contrario si escucho.
-¡¿Qué?! ¡Mamá no! -Dijo el pequeño Kent mirándolo con tristeza y con el ceño fruncido.
-Si claro, te lo puedo cuidar -Respondió Tony encantado. -Así Kent y yo podríamos intentar ser amigos otra vez.
-¡No quiero mamá! -gritó enojado fruncido más el ceño.
-Kent, mamá tiene que trabajar para comprarte juguetes que quieres. -dijo tratando de convencerlo.
Pero el pequeño niño no entiende eso y se pone a llorar y a patalear, pegándole a Tony. Lex tuvo que regalarlo y después tranquilizarlo hasta que llegaron a la escuela.
-¡No quiero, no quiero! -grito una vez más el pequeño Kent.
-Creo que deberías de llevarlo al trabajo. -comentó Tony- o seguirá haciendo berrinche.
— Yo no gano berrinche -mira a Lex- mami no me dejes, quero estar contigo.
Suspira— supongo que si tengo que hacerlo, pero con una condición.
-¿Cuál es? -dice el niño emocionado.
-Que a la próxima tienes que dejar de hacer berrinche cuando diga que te quedas con Tony, es que te quedas con Tony sin enojarse ¿Entendido? -dijo serio y Kent solo asintió haciendo un pequeño puchero.
-Es la primera vez que te veo regalándonos así-dijo Tony con una sonrisa y mira a Kent y le saca la lengua.
-Mira mamá me saco la lengua. -señaló a Tony.
-No pongas excusas Kent.
Tony sonríe y le saca la lengua de nuevo y Kent también lo hizo, pero está vez fue pillado por Lex quien le dio un golpecito en la boca al pequeño.
Unos minutos después en el trabajo de Lex.
Lex se pone a trabajar mientras que Tony vigila de cerca a Kent.
-Y tú que? -Dijo Kent de mala gana- ¿Por qué estás aquí?, ¿no deberías estar en tu trabajo?
—Vengo a cuidarte niño, eso dijo Lex. -Sonríe.
-... te odio
-no importa, igual después de unos meses serás mi hijo. -dijo Tony sorprendiendo a Kent.
Eso le molesto mucho a Kent, no le gustaba que le dijeran eso.
Después de horas de aburrimiento mientras veían como trabajaba Lex, vieron a una señora con unos 50 años entrar a la tienda.
La señora de 50 años tenía la atención de todos aquellos que estaban en la tienda.
Se quita los lentes de sol y busca con la mirada a alguien. —hey tú -le dice a un empleado- ¿Dónde está Lex Geller?
—¿Si? -respondió Lex detrás de la señora.
—Puedo hablar contigo a solas -Dijo la señora señalando el auto que estaba afuera.
—Mm bueno, no sé, estoy ocupado -Nervioso.
Kent ve que algo está mal y se dirige hacia Lex y la abraza la pierna y mira mal a la señora. Ella se inclinó y lo miró con una sonrisa acerca sus manos hacia él y le acaricia el rostro.
—Tú debes ser Kent ¿Verdad? -el pequeño le golpea las manos de la señora- Eres malcriado, no lo creaste bien.
—A-ah yo lo siento mucho, no...no sé porque es así, en serio lamento mucho eso. -dijo con sinceridad.
—Está bien no importa, así es la genética-Se levanta y mira a Lex- Vamos a hablar en el auto, es algo importante
La señora sale de la tienda para entrar al auto, dejando la puerta abierta.
-ah quédate aquí Kent. -Dijo sentándolo en la silla- Tony cuídalo.
-Està bien. -respondió Tony.
-No mami por favor -Rogó Kent.
-Mami vendrá en unos minutos, no voy a demorar lo prometo. -Le da un beso en la frente a su niño.
Lex pide permiso para salir y luego entra al auto. Kent quiere ir hacia el auto, pero Tony lo detiene y se pone a llorar.
—Quiero ir con mamá, déjame ir donde mamá- dice llorando mientras forcejear.
—Lex dijo que ya venía, deja de ser tan... tan... malo, a tu madre no le gusta eso.
—¿No le gusta? -Tony niega con la cabeza y Kent se tranquiliza y espera con los brazos cruzados a su mamá.
Dentro del auto con Lex y la señora.
—¿Sabes a qué he venido aquí? -Pregunto la señora.
—N-no señora -respondió nervioso.
—Soy Jeniffer Watson, soy la fundadora de los hospitales de niños y de personas adultas que son pobres. -Le dio su tarjeta de presentación.
Jeniffer Watson era conocida por sus grandes empresas donde les da la oportunidad a aquellos hombres y mujeres sin empleo que no tienen dinero ni experiencia, fundó varios hospitales en varias zonas incluso en otros países.
—oh sí, he escuchado de usted ¿Para qué me necesita? -Dijo un poco nervioso.
—Solo te diré que necesito que tú y el pequeño vayan conmigo quiero hacer un examen de sangre.
—¿Qué? ¿Por qué? -Pregunto confundido.
—Mm bueno tal vez él sea mi nieto -eso sorprendió a Lex- No fue fácil encontrarte ni al niño, pero según las investigaciones tú tienes a mi nieto y necesito que vayan a hacerse el examen de sangre.
—Oh, eso bueno...
—¿Ya es hora? No puede ser, esto no es posible, aún no estoy listo para esto. -Pensó Lex mientras jugaba con sus dedos.
—Tranquilo si no es mi nieto, le daré dinero el que usted quiera y...
—Pero ¿Y si es su nieto? -Pregunto Lex.
—Bueno igual te daré dinero y me llevare a mi nieto.
Lex no sabía que decir, ya se había encariñado con el bebé hasta le puso nombre y todo, no quería separarse de él, pero tenía que hacerlo, no podía hacer nada para impedirlo.
—De acuerdo ¿Dónde y cuando lo haremos?
Era fácil decir eso, pero difícil explicarle al pequeño Kent lo que Iban a hacer.
Después de eso Lex volvió a entrar a la tienda, Kent salto de la silla para abrazar la pierna de Lex.
—Mami ¿por qué demoraste tanto?
Lex no respondió y tomó a Kent en sus brazos y le pidió a Tony que lo llevara al hospital más cercano.
Minutos después
—Mami ¿Qué estamos haciendo aquí? -Pregunto Kent agarrando fuertemente la mano de Lex.
—Solo vamos a hacernos algunos exámenes de sangre. -Respondió Lex.
—Está bien, pero ¿Qué hace ella aquí? -Señaló a la señora a su lado.
—Yo estoy aquí porque este es mi hospital, aquí mando yo. -Dijo con gran orgullo.- Mandaré a alguien que los atienda para los exámenes de sangre.
—Lex ¿De qué se trata esto? -Pregunto Tony.
—Quiere hacerle un examen de sangre a Kent, para saber si es su nieto o no -susurro en el oído de Tony.
—¿Nieto? Es la verdadera familia de Kent -Susurro mientras que Lex asintió afirmando lo que dijo.
—Y si es su nieto ¿Qué vas a hacer? ¿Cómo se lo dices? -Susurro.
—Aún no lo sé, estoy pensando en ello. -Susurro.
—Cuando se lo vayas a decir avísame primero para ver el berrinche que hará Kent. -Susurro con una sonrisa al final.
—... por dios eres tan malo, ya mismo dime que quieres ver el mundo arder.
—Es que sus llantos me dan mil de vidas. -Se burla.
—¿Por qué susurran tanto? -Frunce el ceño- No me gusta que hablen tanto.
El pequeño Kent estaba molesto no le gustaban los secretos ni que se los dijera a Tony al que siempre odia.
Luego de eso fueron con una doctora y le hicieron el examen de sangre a Kent aunque no quería, pero igual lo hizo por su madre.
—Voy a tomar agua, ya vengo. -Dijo saliendo de la habitación.
—Mami...
—Tranquilo Kent, ya viene déjalo tomar aire.
Mientras tanto con Lex.
—Estoy nervioso, en unos días sabré la respuesta, espero que no sea verdad, quiero quedarme con Kent para siempre. -Pensó Lex con tristeza.
Lex no estaba atendiendo a lo que pasaba a su alrededor hasta que choco con un doctor que casi lo hace caer.
—Oh perdone ¿Está bien? -Pregunto aquel doctor.
—Sí, estoy bien gracias.
El doctor miró a Lex de arriba para abajo y sus mejillas se tornaron a un tono rosa. Lex lo miró también y pensó que era guapo, pero no reacciono ni nada.
—¿Es la primera vez que viene aquí? -Pregunto el doctor.
—Sí, estoy haciéndole un examen de sangre a mi hijo y... bueno eso podría separarnos -dijo eso último con un Susurro.
—¿y eso por que?
Suspira- Es adoptado.
—Oh, eso debe de ser muy duro ¿No?-Respondió el doctor.
—si, y será más duro cuando la prueba lo confirme y se tendrá que ir de mi lado y eso no quiero. -dice con un tono triste.
—Pero aunque así lo confirmen tú podrás verlo de nuevo ¿Verdad?
—Eso espero que hagan o no sé que pasará si no lo hacen.
— ¿te vuelves loco?
—Sí, yo lo cuidé cuando lo encontré-Suspira-... y tú ¿tienes hijos?
—No... mi hijo murió cuando nació, fue triste y trate de recuperarme, pero aún estoy... así.
—Lo siento mucho emm...
—Soy Ethan, mucho gusto -Se presentó estrechando su mano.
—Soy Lex, también es un gusto conocerte -Le da la mano.- y lamento mucho lo de tu hijo.
—Está bien, no importa ya...
Lex iba a hablar, pero en ese momento se escuchó a su hijo llamando desde lejos.
—Mamiii -toma la mano de Lex y lo jala lejos del doctor.
—Hola pequeño, tú debes ser...
—¡Aléjate de mi mami! -interrumpió Kent con su grito.
-Kent por favor, no seas grosero. -le regaño
—Está bien no importa, así son los niños de ahora ¿qué puedes hacer? -dijo con un tono amable.
—No puedo dejar que siga así de malcriado, eso no es bueno. -Dijo Lex.
— Mm... escuché que lo llamaste Kent, como Clark Kent. -miró a Lex con una sonrisa.
—Jaja si bueno, se lo puse cuando veía una película de Superman, no sabía que nombre ponerle así que le puse ese jaja.
—¿Tu conoces a Superman? -hablo Kent con emoción.
—Claro que sí, es mi superhéroe favorito, tengo casi todo sobre él. -Dijo el doctor con orgullo.
—¿Puedo verlo? -Dijo el pequeño con emoción.
—Mm claro, pero si tu mamá te lo permite, podemos ir a mi oficina para que lo veas.
-Mami -puso sus ojos de cachorro para convencer a Lex.
—No -Dijo Tony con un tono de seriedad- No lo conocemos, además ya tenemos que irnos.
—ah, es cierto tengo que ir al trabajo -Dijo Lex dándose cuenta de que dejo botado su trabajo.- gracias de todos modos, pero ya tenemos que irnos.
—Está bien no se preocupe -Dijo con un tono amable y sonriente.
—Pero mamá -refutó Kent.
—Pero nada, ya tenemos que irnos, despídete del doctor.
—Adiós... -dije Kent triste.
Los tres se subieron al auto y se fueron al trabajo de Lex.
—...
—Hijo estás aquí ¿en dónde estabas?, te estaba buscando por todos lados. -Dijo jeniffer.
—...Madre, creo que ya lo encontré... -Dijo Ethan mirando hacia donde se fue Lex.
—¿A quién cariño? -pregunto curiosa su madre.
—Al que tengo que tener en mis manos -Susurro con una sonrisa maliciosa al final.
Su madre no escuchó lo que dijo su hijo, pero por su mirada y su sonrisa, ya sabía que estaba pasando de nuevo y eso no era nada bueno.
-Creo que esto no está nada bien- Pensó jeniffer.
Mientras tanto en el auto con Lex, Tony y Kent.
—¿Estás enojado? -se lo dijo a Tony que estaba con el ceño fruncido. -¿Por qué?
—Sí -Respondió Kent aunque no le preguntaran a él.
Suspira—Sí, ese doctor te miraba bonito, no me gustó en la forma en la que te miro -dijo apretando sus puños.
—Tranquilo Tony, no va a pasar nada, tú y yo estamos juntos -Tomó de la mano a Tony- no voy a dejar que me coquetean o algo así, le diré directamente que yo soy tuyo.
Las mejillas de Tony se tornaron rojos al escuchar lo que dijo Lex. Le dio felicidad escucharlo decir eso y esperaba a que se lo dijera a todo mundo.
—te amo -dijo Tony con amor, entrelazando sus dedos con los de su novio y este le da una sonrisa.
—Yo también te amo. -Respondió Lex.
—¿Y yo? -interrumpió Kent haciendo que los dos se suelten- Mami, tú me amas ¿Verdad?
—Sí Kent, yo te amo -junta sus manos en el rostro del pequeño le dio un tierno beso en la nariz.
—si ves, mi mami me ama más que tú -le saca la lengua.
—Eso es lo que creer, pero cuando está a solas conmigo, tu mamá me dice cuanto me ama y te dejaría en la casa por mí -dijo bromeando.
Lo que dijo Tony hizo llorar al pequeño Kent, eso hizo que Lex estuviera enojado por eso le dijo a Tony que no hiciera eso de nuevo porque el pequeño se ponía a hacer berrinche.
Al día siguiente en el trabajo de Lex.
Todo estaba bien, Kent fue a la escuela sin ningún problema como debe de ser y Tony fue a su trabajo al igual que Lex.
En el trabajo de Lex todo transcurría normal hasta que entró un hombre que se llevó la atención de todos e incluso de los empleados.
—Hola señor, bienvenido al "café relajante" espero que se sienta cómodo aquí, no cobramos mucho y tampoco servimos solamente café, también servimos otras cosas. -Dijo una empleada con una sonrisa amable, acostumbrada a que le pregunten si solo había café ahí.- ¿desea ordenar algo?
—Mm solamente un té nada más-Dijo aquel hombre con una sonrisa amable.
—si, ya lo traigo -La señorita se va a prepararle el té al hombre.
Aquel hombre miraba a sus alrededores como si estuviera buscando a alguien en especial. Y en eso sale del mostrador Lex y eso llamo la atención de aquel hombre.
—¡hey! -llamo a Lex alzando su mano captando su atención.
—Oh, hola Ethan -fue hacia él- ¿Qué haces aquí?
—Vine a tomar un té, ¿y tú? -Respondió Ethan.
—Yo trabajo aquí.
—¿Enserió?, que bueno, así podre verte todos los días y conversar.
—Oh bueno si, ¿vienes a menudo aquí? -pregunto un poco incómodo Lex.
—No, pero lo haré en el futuro ojalá me hagan un descuento por venir seguido.
—Ah que bueno, vendrás por la mañana o por la tarde.
—Puede que a veces vaya por la mañana y por la tarde, si no vengo es porque estoy apurado y tengo cosas que hacer.
—Ya veo la vida de un doctor es difícil. -comento Lex.
— Mm no tanto pero si. — Lex se ríe ante ese comentário de Ethan.
—Es tan lindo cuando sonrie así, quiero tenerlo.- Pensó obsecivamente Ethan.
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