Mi nombre es Emily Hernández.

Tengo 19 años, tengo que decidirme que carrera hacer para ser una profesional, pero no tengo ni puta idea de que hacer, ni estudiar... Por lo pronto disfrutaré... Así despido a mis amigos quienes sé Irán a otras ciudades siguiendo el camino que eligieron incluso varios de Irán del país...

Nana- Mi niña ¿Estás despierta?.

Emily- Si nana. Buen día.

Nana- Buen día, mi niña hermosa. ¿Cómo amaneciste?.

Amo su sonrisa que me regala cada mañana y agradezco al cielo hoy poder contar con ella y no dejarme sola y desamparada.

Emily- Muy bien nana, pero ya te he dicho que no es necesario que te levantes tan temprano por mí.

Nana- Mi niña, vivo para ti. Además, me encanta prepararte tu desayuno.

Tomo un sorbo del café que inundó de su aroma tan particular mi habitación.

Emily- Nana, deberías ir conmigo a trabajar al café. De seguro te toman a ti y a mi echan.

Nana- ¿Qué cosas dices?. Mi niña.

Emily- Además, van unos señores todos guapotes y capaz consigues hasta un novio... Verás, van con bigote, sin bigote, serios, simpáticos, rechochitos... (le enumero con mis dedos).

Nana- Ya mi niña, no sigas. Y olvídate de eso. (Sus mejillas están coloradas). Apurate si no serás despedida.

Emily- Si nana. Hay un señor que va que será más o menos de tu edad y compra un café con...

Nana- Emily. (y ya entendí que tengo que encender motores o si no la veré enojada, pues sigo en mi cama tomando mi desayuno). Tendré tu ensalada de fruta lista para el camino.

Emily- Ok. Te amo nana y piensa ya en buscarte un novio.

Me visto mientras como una tostada con queso, un jean Ancho y una remera suelta, no me gusta que se vea mi cuerpo, pues se quedan viendo más de la cuenta o quieren meterme mano mientras atiendo las mesas. Mis zapatillas blancas. Termino mi café, me lavo la cara los dientes y me hago un desordenado moño.

Bajo con la bandeja vacía y abrazo a mi nana. Hoy estoy sensible...

Nana- Mi niña... ¿Qué pasa?.

Emily- Gracias nana, por no dejarme nunca. Y ya me voy, no quiero que me regañen por llegar tarde.

Le doy un beso, tomo mi celular, los auriculares, los lentes de sol, ella me da mi bolso y mi vaso de ensalada de fruta, no me contesto nada... Sabe que si me dice algo lloraré a moco tendido y ya me pican los ojos... Bese su frente y corrí a la puerta.

Nana- Ten un buen día, mi niña. Y cuídate.

Emily- Lo haré.

Pongo mi carpeta de música favorita y emprendo camino al café, camino pues queda solo a siete cuadra y una plaza.

Se acerca el aniversario de muerte de mi mamá, varios años ya y aún duele su ausencia... Luego el de mí, papá y después el de mis hermanitos... Diablos, como duele este mes. Escucho un bocinazo y salgo de mis pensamientos. Veo que iba a cruzar la calle sin ver y casi me choca un carro superelegante que de seguro debería pagar si lo ensucio con mi sangre.

Emily- Lo siento... (El auto llegó y arrancó, tipo más ordinario hubiera preguntado al menos si estaba bien).

Miro la hora y si no me apresuro llegaré tarde, no me comí toda la ensalada de fruta así que la tapo, guardo la cuchara.

Voy caminando rápido, cuando estoy por empezar la vereda de la cafetería, saco mis auriculares e intento guardarlos en el bolso, camino sin mirar hasta que chocó con algo o mejor dicho con alguien...

____- Mierda. ¿Que no tienes ojos?.

Emily- Lo siento, lo siento.

Rápidamente, sacó un pañuelo de mi bolso y empiezo a limpiar el café y la ensalada de fruta de su camisa, pues él iba saliendo de la cafetería. Me levanto los lentes de sol y desabrochar los botones de su camisa, regañándome mentalmente y en voz alta.

Emily- Estúpida, estúpida llegas tarde. Nana tiene razón, debo conducir... ¿Y si choco de camino?. Diablos.

___- ¿Qué diablos haces?.

Emily- Fijándome que no se queme.

____- Déjalo ya.

Emily- Lo siento. No fue mi intensión. Lo juro.

El tipo giró se fue a paso rápido, solo pude ver su ancha espalda trajeada, escuchando como renegaba y atendía su celular que sonaba. El sonido del mío me sacó de mi burbuja, viendo que mi vaso se rompió lo recogí y el vaso del individuo atiendo mi celular.

📲 Emily- Diga...

📲____- ¿Dónde estás?. Llegas tarde.

📲 Emily- Estoy entrando.

Me cuelgan, mi jefe es un malhumorado, pero excelente persona. A decir verdad no tengo necesidad de trabajar, pues a ser la única viva de los Hernández, toda la herencia de mis padres quedó para mi. Solo quería saber que se sentía trabajar inundada de ese aroma tan dulce y rico como el café y lo logré así que si me despiden no es ningún problema. Entro y el hijo de mi jefe al cual están regañando, me mira y me dice...

Matías- ¿Qué te paso?. Estás vuelta mierda. (recibió un golpe en la nunca de su padre por la mala palabra en público).

Emily- Buen día para ti también.

Jefe- Llegas tarde.

Emily- En verdad no. Llegue justo a tiempo. Solo que tuve un pequeño percance afuera.

Jefe- Ve a cambiarte y ayúdame que se vienen la hora pico. Luego nos cuentas. (La hora de más trabajo).

Corro a ponerme el delantal y dejar mis cosas. Al menos no estoy despedida. Así transcurre la mañana, café tras café, con crema, con leche, con o sin azúcar. Recién paró a las 11 y media y me siento unos segundos.

Jefe- Emily necesito que vayas por más anotadores, pues los que compre los olvide en casa y no iré tan lejos teniendo una librería a un par de calles.

Emily- En seguida jefe. ¿Fede me prestas una remera?. Pues esta, está toda mancha.

Matías- Enseguida.

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❤ Mis niñas bienvenidas a mi nuevo libro. Espero que les guste.

Narrado por Emily

Voy camino a la librería, parezco un espantapájaros, cabe destacar que Matías es el doble de grande que yo. Así que ya imaginarán cómo me queda su remera en mi diminuto cuerpo, pues yo solo mido 1,55 cm. Pues sí, salí enana... No hay nada que hacerle.

Entro a la librería y pido los anotadores, de paso unas nuevas lapiceras y las nuevas copias de los menús del café. Pago y salgo de la librería, rezongo porque me olvidé los lentes de sol y sin ellos casi no veo, pues mis ojos son celestes y no veo una mierda, básicamente. Me apuró porque ya deben ser las 12 y mi nana irá a dejarme el almuerzo. Doblo la esquina y voy cantando la canción que estaba escuchando el chico de librería...

Emily- ¿Mami que tú quiere? Aquí llego tu tiburón... Yo quiero perriar... (Caígo de nalgas al piso). Pero que mierda...

Veo las fotocopias regadas en el piso y la bolsa con lo que compré...

___- Lo siento, venía escapando de mi hermano... Te dejo dinero y otra vez disculpas...

Salió corriendo, dejándome tirada acá con un montón de dinero, ni siquiera lo vi. Solo que llevaba camisa blanca y una corbata que tocó mi rodilla cuando se agachó. Recojo mis cosas y alcanzo a levantarme cuando otro sujeto, me pasa empujar el hombro con su brazo...

____- Lo siento. ¿Estás bien?

Me tomo de ambos brazos para que no caía, sinceramente ya me veía sobándome nuevamente el trasero por la caída. Quise levantar la vista y mirar, pero el sol no me dejó ver más que su rostro con lentes de sol y que era muy alto.

Emily- Estoy bien.

Dije cabreada, ya el día iba peor de lo que lo había empezado. Tome la bolsa que nuevamente había caído y emprendí el camino de regreso a mi trabajo. Procurando prestar atención para no ser ni chocada ni chocar con nadie. Antes de llegar me acerqué a un señor de la calle que siempre deambula por estas calles que suelo regalarle café y le di el dinero que el sujeto me dio a cambio de mi caída, que ni siquiera conté.

Emily- Tome... Para que pueda comer algo. Cuídese.

Señor- Muchas gracias, niña. Que dios te multiplique.

Le regalé una sonrisa, pensando que ojalá me deseara amor, felicidad y no la multiplicación de dinero que ya mi cuenta es infinita y día a dia ingresan las ganancias del dinero que mis padres invirtieron en distintos negocios. Llegue y mi nana estaba esperándome con la lonchera. La abracé y ella me correspondió, luego de unos minutos, se fue. En mi hora libre, almorce y le conté todo a mati quien no paraba de reír de mis desgracias con los trajeados.

Emily- Deja de reírte. No es gracioso.

Matias- Al menos viste sus caras...

Emily- A decir verdad no. De ninguno. Al primero que supongo que llevaba traje por lo apurado que iba su coche y la zona en la que estamos. El segundo estaba preocupada en quitarle la camisa por las quemaduras...

Matías- Diablos ¿y viste su piel?.

Emily- No me dejó, Quito mis manos y se fue largando impropios.

Matías- ¿Y los otros?.

Emily- Tenian lentes de sol, los cuales yo me olvidé y veo bien poco sin ellos.

Matías- Es que mi vida, tu con esos faroles... Te envidio.

Emily- ¿Aunque no puedas ver en todo el verano?.

Matías- Mi novio siempre dice lo bellos que son tus ojos y eso me da coraje...

Emily- 🤣🤣🤣 Comprate lentes de contacto y diremos que somos hermanos.

Matias- ¿Y qué decimos?. ¿Que a mi se me quemó la cuna?.

🤣🤣🤣 pues sí, el es un hermoso Moreno alto de ojos marrones casi negros y yo, pues enana de piel Blanca que se achicharra si no se pone protector. Terminado mi hora laboral vuelvo a casa, pero esta vez me lleva mati en su moto que va a ver a su novio.

Entro y mi nana me tiene un licuado, lo tomo y voy directo a llenar la tina...

Me meto en el agua y pienso que carrera estudiar... Tendré que ir a las universidades y buscar algunos listados, tiene que haber algo que me llame la atención... Abogado como papá, médica como mamá, juez como el abuelo, chef como la abuela.

Suspiro pesadamente, la rama de la ley me llama la atención, pero me a quitado tanto que no se si podría ser abogada o jueza...

Tenia 10 años cuando en un atentado contra mi respetado abuelo me los quitó, estábamos por irnos de vacaciones y ellos decidieron adelantarse un día y como mamá tenía que terminar su turno de guardia debíamos esperarla así que se fueron solos... Así fue como en medio de su viaje un llamado aviso que habían atentado contra su auto perdiendo la vida ambos.

Luego de eso cuando tenía doce, mamá quedó embarazada, estábamos felices... Papá tenía un caso difícil, pues siempre fue un abogado muy respetado, donde la corrupción no entraba por sus ojos, tenía un despacho que contaba con varios colegas y sistemas para ser el mejor del país.

Mamá tenía ya casi nueve meses de embarazo cuando tenía cita media, papá había dejado de trabajar para acompañarla. Yo me quedé con nana esperando noticia de mis hermanitos, que moría por conocer.

Ese mismo día perdí a mi mamá, fueron embestido por un camión a pedido de un loco que mi padre mandó a prisión. Mi papá quedó en coma, hicieron nacer a mis hermanitos quedando en neonatología en estado crítico... Pasado una semana y media mi papá despertó, al enterrarse de la muerte de mi madre le dio un derrame cerebral, mis hermanitos lucharon unos cuantos días más, pero sus cuerpitos estaban muy golpeados y lastimados desde el accidente así que sus corazoncitos dijeron basta... Dejandome sola y desamparada en esta vida, en 25 días perdí a toda mi familia quedando solo con nana, quien cuidó y cuida de mi... 😭

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❤ Gracias, Gracias...

Narrado por Alexis

Mi día va de mal en peor, en la mañana desperté tarde, no pude pasar por mi café y casi choco a una joven que iba distraída, escuchando música. Llegue y mande a mi hermano por mi café, pues tenía solo unos minutos antes de la reunión general y no quería empezar tarde. A los minutos llega diciendo impropios y todo sucio, directo a mi baño pues el cómo uno de los dueños y abogado tiene que estar en la reunión, furioso sin mi café me encamine a la reunión... Donde no me fue mal, pero faltaron mis otros hermanos, quienes también son dueños de la empresa, pero no les interesa. Así que cada reunión, raramente asisten aun así, siempre se le deposita su dinero correspondiente.

Mi nombre es Alexis Acuña, tengo 25 años y soy el del medio de mis hermanos, soy administrador de las empresas familiares. Soltero, pues confío en encontrar una buena mujer que me quiera a mi y a mis hermanos, pues somos uno los cinco.

Al medio día Leo quien es mi hermano menor por un año que llame a los otros para comer juntos. Quienes llega uno todo sudado, corriendo y se desparrama en nuestro sofá de la oficina.

Dante- Agua, quiero agua...

Leo le tira una botella y sé la bebé completa.

Dante- El amargado General ya viene...

Leo- ¿Qué le hiciste?..

Dante- Nada. ¿Nuestros padres vienen?.

Alexis- Hoy no.

Dante- Excelente. (Luego se quita el pantalón de vestir y la camisa) Ahora sí. (Queda en bóxer)…

A los minutos entra Alan, hecho una furia.

Alan- Hola. ¿Qué haces vístete?. Puede entrar nuestra madre.

Dante- Hoy no vienen.

Alan rápidamente se quitó el traje, pues nuestros padres siempre dijeron que en la empresa de punta en blanco y sobre todo traje para que no descubran que profesion tienen sus amados hijos al ojo público. Así que nos acostumbramos a siempre venir de traje, incluso el chef que es nuestro hermano menor, que trae el almuerzo.

Cristián- Siento llegar tarde.

Dante- Voy por los platos.

Cris con únicamente ver a Dante paseando en bóxer en la oficina, sabe que nuestros padres no vienen. Así que rápidamente se saca el traje y queda en remera, incluso hasta el cinturón se saca...

Estamos los cinco...

Alan el mayor de 27 años.

Dante el segundo de 26 años.

Después le sigo yo con 25 años.

Leo es el cuarto de 24.

Cristian el último de 23.

Alan, General del ejército.

Dan, Sargento del ejército.

Leo, abogado de la empresa.

Cris, chef de su restaurante.

Y yo, administrador de las empresas.

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Narrado por Cristián

Hoy almorcé con mis hermanos, como cada día de nuestra vida que podemos.

Se me antojó un café por más que ya me había lavado los dientes en la oficina, caminé hasta una cafetería donde una hermosa joven me atendió, estaba tan ocupada que ni siquiera me miró...

Pero yo sí la vi a ella, tan bonita su piel blanca, sus ojos celestes, su pelo mal agarrado le quedaba hermoso. Mis hermanos tienen que verla, tendré que hacer que ellos vengan o ella vaya a la empresa. ¿Será nuestra futura reina?.

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Narrado por Leo

Leo- ¿Alex sabes que trama Cris?.

Alexis- No tengo idea... Pero, si es raro que venga en las mañana y traiga para desayunar y no el café.

Leo- Ni me lo recuerdes, que en esa cafetería fue que choque con la mujer tonta que me dejó sus frutillas pegadas en mi camisa blanca, tras de todo me quería desnudar en plena calle. Pero debo decir que los cafés son muy ricos.

Lo escucho suspirar cada noche antes de dormir, parece ser que está enamorado. Llega como cada mañana, desde hace varias semanas. Toma el teléfono del escritorio y pide los cafés. Luego saluda. Los soldados vienen en camino, necesitamos que firmen unos documentos de la nueva adquisición de la empresa.

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Narrado por Emily

Hoy es mi cumpleaños número 20, no muy feliz pues me quedé dormida. Perdí un año de estudios cuando murió mi familia así que me recibí un año más tarde y aún no sé qué estudiar.

Jefe- Emily. ¿Podrás llevar estos cafés a la presidencia de la empresa Acuña de dos calles de aquí?. Mi hijo aún no llega.

Emily- Claro. Deme.

Jefe- Presidencia. Cinco cafés.

Mi estómago suena y hoy no desayune. El jefe me regala dos medialunas rellenas y me las voy comiendo por el camino, camino rápido así no se enfrían los cafés... Siendo que son riquillos capaz hasta hacen que me despidan.

La chica de recepción me da el pase y camino al ascensor... Justo a mí entran dos hombres, pero para mí es más interesante mi media luna rellena, pues no la tirare por dejar los cafés... Así que me la comeré antes. Se abre el ascensor y me doy una palmada al no tener nada con que limpiarme y que no me saque el delantal... Fue, me limpio con él. Me acerco a la secretaría.

Secretaria- Pasa, te están esperando.

Adelante mío van los dos hombres que estaban conmigo en el ascensor. Los seguí y entre, ellos se sentaron con otros tres más. No me quité los lentes, les sonrió, son demasiado serio, no me gusta. Apuesto que por eso Mat llegaba tan feliz después de dejar los cafés aquí.

Emily- Buen día. Acá está su pedido, cinco cafés. Uno con leche, dos sin azúcar, uno con crema y uno común.

Me paga con un billete grande, quite mis lentes y revolví mis bolsillos buscando cambio. Los miré pues no llegaba con el vuelto y los cinco me estaban mirando.

___- Eres tú...

___- Eres tú...

___- Eres tú...

Emily- Disculpe. ¿Qué dijeron?. No llego con el cambio.

___- Quédatelo, pero a partir de mañana traes nuestros cafés tú. Nadie más que tú.

😳... Raro ...

Emily- Ok... Hasta luego.

Giré y corrí, casi chocando con la secretaría... Pues me incomodaba como me miraban esos muñecos de tortas arrogantes.

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❤ Pronto... Se vendrá lo bueno.