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Un Esposo Para La Hija Del Presidente

Tienes que casarte

No lo puedo creer, pensé que esa época en la que los padres obligaban a sus hijos a casarse había terminado, quien diría que en pleno siglo XXI a un existan matrimonios forzados y lo más triste que uno de ellos sea el que está apunto de suceder.

Soy Andriana Córcega hija de uno de los hombres más importantes en mi país, mi papá es un político reconocido pero no tanto como mi futuro marido, Damián Lombardo un empresario de talla mundial, todo el mundo quiere estar a su lado hipócritamente pero quieren estar a su lado.

Hace un año el era el soltero más codiciado del país, millonario, apuesto, frío y con un porte de mujeriego. Las revistas los describían como el hombre perfecto. Era mucho la importancia que los medios le daban porque que todo el mundo pensaba que el rey de país era el. Puras tontería yo lo conocí el día que me dijeron que me tenia que casar con el. O eso pensaba

Yo estaba en mi cuarto sumida en mis pensamientos, analizando como comenzaría el año escolar en la universidad. En mi vida solo he pasado algunos meses en el país, siempre he estudiado en el extranjero y ni siquiera regresaba cuando estaba de vacaciones. Mi padre siempre me ha mantenido lejos y no se por que de un momento a otro me dijo que tenia que regresar a pasar algunos días con el.

El punto es que estaba tranquila en mi cuarto cuando entro mi padre y empezó hablar conmigo.

-          Adri hermosa – deje mis cosas en el escritorio y volteé a verlo. – tenemos que hablar.

-          Lo escucho

El se veía pensativo, es como si lo que me fuera a decir le estuviera costando trabajo, lo mire preocupado.

-          Le pasa algo, lo puedo ayudar.

El se acerco a mi me tomo de mi mano y viéndome directo a los ajos me lo soltó así sin más.

-          Hija tienes que casarte

Solté una gran carcajada, el me miro y se mantuvo en silencio hasta que me volvió a decir los mismo.

-          Tienes que casarte.

-          Esta jugando verdad.

-          No

-          En mis planes no esta el matrimonio.

El me miro, tomo una silla se sentó y me miro a los ojos.

-          Lose pero es necesario.

-          No, la respuesta es no.

-          Mi niña tienes que casarte.

-          Pero porque. – el suspiro y me volvió a ver a los ojos.

-          Se acercan las elecciones tu sabes que quiero ser presidente del país.

-          Pero el que tiene que estar casado eres tu no yo.

-          Ese es el punto necesito el apoyo de los Lombardo, y bueno el señor Agustín pide que te cases con su hijo.

-          a ver papá me estas diciendo que tengo que estar casada para que tu tomes la presidencia pero tu no, o se que tu vas a ser el presidente sin esposa.

-          Ese tema ya lo tengo resuelto, el puesto de primera dama lo tomará tu abuela, hija solo será un tiempo después te divorcias.

-          No papá a demás no conozco al susodicho, en segunda en mis planes nunca estado el matrimonio, no me veo amarrada de nadie, ni por amor ni por conveniencia, la respuesta es no. Sigue siendo senador, diputado o le que quieras pero no me pienso casar.

-          Adriana nunca te he pedido nada, al contrario te he mimado siempre a si que por una vez que te pido algo espero que lo hagas – levanto su voz – el joven Damián estará aquí mañana con su padre y se concretará la fecha de la boda.

Salió dejándome toda tonta, que demonios acababa de pasar, tenia que casarme. Tome rápido mi computadora y empecé a investigar al joven.

El es joven de 26 años es guapo no lo voy a negar, tiene un porte intimidante, a leguas se ve que congela con su mirada, es frío hasta los huesos, alto bien parecido con un ojos que conquistarian a cualquiera, tiene cierto misterio. En pocas palabras si está bueno.

Pero no me importa, sea quien sea dejare en claro que no me voy a casar. Seguí buscando información de él y su familia y si en efecto el pertenece a la familia más importante del país y es una de las 12 familias más ricas del mundo.

Y lo que me dejo un poco confundida por que demonios el señor Agustín esta buscando una esposa para su hijo si tiene todo lo que la mayoría de las mujeres quieren, guapo, heredero de una gran fortuna, posición social. Entonces por que demonios me quieren casar con el si tiene todo.

Deje pasar la noche, no me iba a deprimir por algo así, de todos modos siempre hago lo que quiero y esta vez no iba hacer lo contrario.

Al día siguiente me desperté a las 12:00 del día no soy tan fan de dormir mucho pero con las clases de la universidad por lo general siempre me desvelo y cuando tengo la oportunidad de dormir lo hago hasta tarde.

Baje a la a cocina, quería comer algo, pero al entrar miré como todo el mundo estaba correteándose, apurados haciendo comidas, y muchas cosas más. Tome una manzana y me senté en un banco observando como todos se volvían locos.

-          Nana que están haciendo por que están así.

-          Mi niña es la comida para la pedida de tu mano – me atragante con la manzana, mi nana al verme corrió y empezó a darme golpecitos en la espalda.

-          ¿La pedida de mano de quien? – ella me miro y se quedó callada.

Me levante y me dispuse a buscar a mi papá en su despacho, entre hecha una loca, el me miro desde su escritorio.

-          No puedes tocar.

-          No me voy a casar.

-          Ya te dije que no te estoy preguntando, Adriana solo será por el tiempo que dure en la presidencia.

-          No me importa no me quiero casar.

-          Adriana Córcega tienes dos opciones te casas y vives con tu marido con todos los lujos del mundo y puedes hacer tu vida aparte de el, o no te casas y te olvidas de todo lo que tienes, pagaras tu universidad como puedas, dejaré de ayudar a los niños de tu fundación y te recuerdo que muchos todavía están en tratamiento y sin el subsidio que les doy ellos no podrán pagar su recuperación y morirán.

-          Tu no arias eso, ese dinero es del gobierno.

-          Si pero gracias a mi tu fundación tiene cada vez más recursos y también por mi pueden perderlo.

El sabe que si me amenaza conmigo y mis estudios simplemente lo dejare y yo me are cargo de mis gastos, pero si me amenaza con mis niños entonces si no lo permitiría, como dejaría desamparados a tantos niños que dependen de ese subsidio.

-          Ve a tu cuarto, te pones la mejor ropa que tengas y a las 7 te espero en la sala para que conozcas a tu futuro marido.

Me señaló la puerta y sin decir nada me dirigí a mi cuarto, quería llorar pero no me atreví hacerlo, me di el baño más largo en mi vida.

Me puse un vestido casual, con unas sandalias de piso, me hice una leve coleta con un ligero maquillaje.

-          Mi niña ya la están esperando.

Asentí con la cabeza y me dirigí a la sala donde ya estaba mi padre y el señor Agustín, solo estaban los dos sin el dichoso prometido.

-          Buenas tardes

Los dos me miraron por unos segundos.

-          En efecto tu hija es hermosa, me dará buenos nietos

Levante mis cejas

-          Disculpe – mi padre me miro y se quedó callado – este matrimonio no es por amor no pienso tener hijos.

-          Eres de carácter fuerte – se dirigió a mi padre – la boda seré la próxima semana te are llegar el contrato, niña puedes revisarlo y agregar lo que quieras, se revisara pero el único objetivo de este matrimonio es que tienes que darme un heredero.

-          En primer lugar no estoy de acuerdo con este matrimonio, y mucho menos con lo de un nieto, en segunda. - don Agustín me interrumpió de golpe

-          Guillermo si no hay un nieto no hay boda y si no hay boda no hay presidencia.

-          Yo hablare con mi hija, por favor no podemos perder esta oportunidad, usted sabe la condición de su hijo, ninguna mujer quiere estar cerca de él usted ya lo comprobó, yo quiero la presidencia del país y sin su ayuda yo no la puedo obtener y por último con esta boda mi hija tendrá más subsidio para los niños de la fundación todos ganamos.

-          Entonces habla con tu hija, y si es que ella acepta, se casaran la próxima semana.

El se fue y ni siquiera pasó al comedor, dejó todo y tanto trabajo del personal que hizo para preparar esa cena.

-          Eres una mensa, solo cásate después puedes decir que eres infértil.

-          ¿Por qué nadie quiere estar cerca de él?

-          Solo cásate.

Eso sí era extraño, en las revistas todo el mundo lo catalogaba con el hombre más apuesto, rodeado de muchas mujeres hermosas.

Y por más que pensara y pensara, no se me ocurrió nada, y que sin decir más acepte el matrimonio y comenzaron los preparativos de la boda, bueno yo solo escogí el vestido todo lo demás lo eligió la familia de mi futuro marido.

...............

Autora

Hola

Estoy feliz por todo el apoyo que ha recibido mi novela y en verdad agradezco sus lindos comentarios, y acepto las observaciones que hacen en ella.

Y yo sé que mi ortografía no es buena y al final de cada una de mis novelas les pido una disculpa.

pero también les digo que con cada palabra que escribo lo hago con entusiasmo y en cada oración va una parte de mi imaginación, y me siento feliz por todos los que realmente se concentran con la historia .

Porque si es cierto es una falta de respeto hacia ustedes escribir así, pero es por eso que siempre al final de cada historia les pido una disculpa.

Y si siempre pienso en ustedes y en como tomarán la historia y me emociona ver los comentarios de todos los que se adentran a la historia, porque yo también soy así me emociono al leer una historia.

Damián

Durante toda la semana no vi a mi futuro marido, ni siquiera tuve la oportunidad de conocerlo en persona solo sabía de él por las revistas y noticias que habían en los medios,

El dichoso día llego y yo me encontraba en una sala sentada sola con flores a mi alrededor. Para muchas mujeres sería el día más importante de su vida pero para mi no. Como demonios me iba a casar con alguien que solo había visto en fotos, y no siquiera había tenido la oportuna de hablar con el.

No sabía si es real que es un hombre frío o solo es apariencias, o si me agradaría, esta sumida en mis pensamientos quería salir corriendo de ese lugar. Así que tomé mi teléfono mire la hora y sin pensarlo me levante camine hacia la salida y me dispuse a largarme de ahí, estaba apunto de cruzar esa puerta y salir huyendo pero en el intento de escape se me arruinó con la aparición de mi padre.

Antes de atravesar esa puerta el apareció con una enorme sonrisa en su cara y me dijo.

-          Estas lista el joven Damián ya está en el alta esperándote.

Me quedé perpleja, por un instante pensé que en el cabria la cordura y no aceptaría esta tontería.

-          Papá piénselo no puede obligarme a casarme con alguien que no he visto en mi vida, por favor no me quiero casar. – el me abrazo

-          Perdóname, pero tu sabes que es por la presidencia te juro que después te divorciaras – se derramaron un par de lágrimas.

-          Yo no quiero casarme y mucho menos tener hijos, aun no termino la universidad, por favor no me obligue.

El me miro y limpio mis lágrimas, no se si le moví el corazón por que el acepto que no me casara.

-          Mi niña no me había dado cuenta que estoy siendo egoísta, tienes razón no puedo obligarte, vete yo me encargare de lo demás.

Mis ojos se iluminaron ante lo que acababa de escuchar, le di un abrazo y un beso en la mejilla, le agradecí y me dispuse a irme, di unos cuantos pasos cuando escuche como alguien golpeba a mi padre, regrese y vi a dos hombres que lo tomaban con fuerza, corrí y trate de ayudarlo.

-          ¿Que están haciendo?, déjenlo- grité.

Los hombres me vieron y lo soltaron se dirigieron a mi me tomaron de los brazos.

-          El señor Agustín esta molesto y dice que si no se presenta con su padre en ese altar cumplirá con el contrato, destruirá a su padre y lo dejara mal públicamente y lo meterá a la cárcel y usted tendrá una vida pesada.

Dirigí mi mirada a mi padre, como que lo metería a la cárcel. Pero que demonios había en ese contrato si lo que yo leí decía de una penalización monetaria pero  nada de destruirlo, así que ni modo, no podía permitir que ellos hicieran eso.

Me solté me dirigí a mi padre, lo levante le di un beso y sin pensarlo más.

-          Vámonos tengo que llegar a ese altar.

-          No, yo me encargare de esto.

-          No voy a permitir que te hagan algo, vámonos.

Camine del brazo de mi padre, que aún estaba adolorido y aunque para mi era algo que no quería no podía permitir que le hicieran algo. El y mi abuela son único que tengo y no puedo permitir que les pase algo.

Entre en esa iglesia mire a mi alrededor. Había unos 100 invitados pura gente importante, políticos que eran amigos de mi papá, empresarios, los medios de comunicación, actrices, cantantes amigos de ambas familias todo la crema y nata de la alta sociedad estaba en esta farsa.

No me había percatado de mi prometido hasta que llegue junto a él. Mi padre tomó mi mano y me entrego a él.

-          Joven le estoy entregando a lo más preciado de mi vida, cuídela y respétela.

En ese momento me di cuenta por que ninguna mujer quería estar junto a él. El estaba en una silla de ruedas, tenían una máscara quirúrgica cubriendo casi toda su cara, solo dejaba ver sus ojos y una parte de su barbilla, su cabello cubría sus orejas, pero por lo poco que puede ver es que una de ellas estaba quemada y la mano que sostenía la mía también estaba quemada. Lo mire con detenimiento impresionada por el momento y no es por su condición si no por que el trama dio una vuelta de 180° pensé que me casaría con el hombre que estaba en las revistas y el que estaba enfrente de mi no era ni la mitad del hombre de esas fotos. lo observe por unos segundos más y esque sentía que lo había visto en algún lugar, nose me hacia recordar a alguen, era como un dejavu pero se me paso cuando el me miro soltó mi mano y regreso su mirada al frente.

-          Damián- concéntrate si.

Regrese mi mirada al frente, y permití que el padre continuará con la ceremonia, el ambiente se empezó a ponerse tenso e incómodo, el solo miraba al frente al igual que yo, hasta que el padre dijo que teníamos que tomarnos de las manos. Los dos nos quedamos estáticos un momento,  pero era evidente el no quería darse media vuelta  para que todos lo vieran. Sentí empatía por el creo que también estaría igual que el si estuviera en su condición, para mi sería difícil dejar que me vea mucha gente así, así que no lo pensé y me pare enfrente de él para que el no volteara a verme. El padre entendió la situación y se coloco a un costado de nosotros.

El me miro con un poco de asombro, le extendí mis manos el las tomo y dejo que el padre continuará.

-          Adriana Córcega aceptas por esposo a Damián Lombardo para amarlo respetarlo en las buenas y en las malas, en la riqueza y en la pobreza en la salud y en la enfermedad hasta que la muerte los separe – lo mire a los ojos

-          Acepto.

-          Bien, Damián Lombardo aceptas Adriana Córcega por esposa para amarla, respetarla en las buenas y en las malas, en la riqueza y en la pobreza y en la salud y en la enfermedad  hasta que la muerte los separe – el me miro a los ojos

-          Acepto.

-          Lo que a unido Dios que no lo separe el hombre puedes besar a la novia.

Él me miro y yo a el, a mi me daba igual pero si no aceptaba ese beso el quedaría mal enfrente de todos los invitados, así que me agache y le di un pequeño beso en sus labios.

al tocar sus labios y aunque solo fue un leve rose sentí una sensación extraña era como algo me conectara a el, solo pensé que estaba loca.

Al separarme de el, me di cuenta de su asombro pero también se mostraba molesto.

Suspire y era hora de caminar por el pasillo del altar, el me miro y me señaló una puerta al costado, era obvio que no quería pasar por ese pasillo, alguien tomó su silla y empezaba a conducirlo, yo lo detuve y lo tomé de la silla y lo conduje a la puerta, salimos de la iglesia y nos dirigimos a la sala en donde estaba antes, entramos y el me habló.

-          Ya eres mi esposa, de ahora en adelante no te me acerques, no te quiero junto de mi – lo mire sorprendida pensé que se alegraría por que no lo hice pasar por un mal momento, pero me estaba hablando de una manera muy fría.

-          Disculpa.

-          Que no me escuchaste, serás mi esposa de nombre, pero no quiero que te me acerques.

-          Eso le hubieras dicho a tu padre antes de obligarme a casarme contigo.

-          Obligarte, tienes razón quien en su sano juicio querría estar conmigo, pero eso es lo que te hace más repugnante solo por dinero alguien como tu se casaría conmigo. No te quiero cerca de mi.

-          Y como demonios piensas que voy a ir sola a esa fiesta. Yo te hice un favor al no dejarte mal en la iglesia ahora tu vas a ir conmigo a esa fiesta, por que no pienso dejar mal a mi padre de lante de sus amigos.

-          Mira niña

En ese momento su padre nos interrumpió, entrando al salón junto con mi padre.

-          Agustín- felicidades muchachos ya son marido y mujer ahora por favor quiero nietos.

-          Damián- te dije que no me quería casar, me obligaste, pero en cuanto termine el plazo de ese contrato me divorciare de ella.

-          Adriana- adelante por mi si quieres ahora nos podemos divorciar.

-          Agustín- están casados por la iglesia no por lo civil.

-          Adriana – es cierto puedo simplemente largarme y listo.

-          Agustín- adelante hazlo y en cuanto cruces esa puerta meto a la cárcel a tu padre y tu Damián vivaras toda tu vida en ese silla de ruedas como el fenómeno que eres

Como un padre puede expresarse a sí de un hijo hablarle de esa manera, no era el pero me sentí ofendida, humillada.

-          Solo por qué tu no me dejas disponer de mi dinero, pero te juro que cuando vuelva a tomar mi lugar en las empresas are lo que yo quiera.

-          Te recuerdo que el juez te hizo incapaz de manejar tu fortuna y me dejó a cargo de ella, así que los dos en este momento van a ir a esa maldita recepción y se casaran por lo civil y me darán un nieto para que sea el heredero de toda la fortuna Lombardo.

-          Adriana – usted es el moustro como puede hablarle a si a su hijo.

Los dos me miraron.

-          Guillermo – mi niña no es necesario que te cases, puedo enfrentarme a el, el tiene poder pero yo también.

-          Agustín- hazlo y te juro que tu perderás.

-          Adriana- me casaré pero creo que su hijo no quiere, y si el no quiere no puede hacerme nada.

-          Guillermo – no ahora el que no quiere que te cases soy yo, no voy a dejar que mi única hija esté en una familia como esta.

-          Agustín- Guillermo he destruido a personas con más poder y dinero que tu, lo único que quiero es un nieto es todo, tu obtendrás la presidencia del país, tu hija tendrá más subsidio para su fundación y Damián obtendrá de regreso sus pertenencias y podrá operarse, tu lo dijiste todos salen ganando.

Mire a mi padre, después a Damián y al mismo tiempo ambos aceptamos, solo duraríamos casados el tiempo que mi papá estuviera en la presidencia y durante ese tiempo me las ingeniería para no tener hijos.

Acta de matrimonio

Entramos a la recepción, obviamente Damián no quería atravesar ese salón así que lo seguí para entrar por una de las puertas del los costados. Me porte consideradamente después de como me había hablado, pero trate de entenderlo no ha de ser fácil tener una de las apariencias más impresionantes y después convertirte en una persona que necesita ayuda.

Ninguno de los dos estaba feliz, tampoco estábamos tristes creo que era más la molestia que nos estuvieran obligando hacer algo que ninguno de los dos quería. Pero bueno ya los dos estábamos aquí firmando una acta de matrimonio a la vista de todos.

Si era algo incomodo escuchar murmuraciones de personas que no conocía y los que me conocían solo me miraban y se lamentaban por mi.

-          Pobre tendrá que vivir con una persona como el por el resto de su vida, ella tan joven y bonita.

Era obvio que el escuchaba esos comentarios desagradables Damian se sintiera mal pero el trataba de no mostrar ninguna emoción, pero yo sentía su incomodidad. Si que era fuerte para soportar todo esto. Al principio del día pensé que la que la pasaría mal sería yo, pero creo que mi pena no es nada comparado con  la de el, al fin de cuentas yo seguiría con mi vida después de esta ceremonia, pero el pobre, si me da un poco de pena su situación.

Ni modo pronto esa ceremonia terminó y los dos nos fuimos a una mansión en donde viviríamos de ahora en adelante.

Mi padre se despidió dándome un beso en mi frente y un abrazo.

-          Espero que te conviertas en un presiente justo por que por eso estoy pasando esta locura y espero que te conviertas en presidente.

-          Mi niña perdóname

-          Ya no importa de todos modos ya me case y ni modo hablaré con el para ver como manejar esta situación.

-          Si necesitas mi ayuda no dudes en pedirla.

-          Lo se papá.

Después me subí en un auto lujoso en el cual iba sola y pensativa y es que por mas que tratara no dejaba de pensar en que ya conocia a mi esposo pero por mas que trate de recordar no pude. Y es que es imposible de donde lo conoceria si toda mi vida he estado en otro pais.

En fin atravesé la gran ciudad para posteriormente entrar en una gran mansión, el lugar si que era hermoso con flores y árboles alrededor de ella con un camino que llevaba a la gran casa, el coche se estacionó baje, y camine asta llegar a la entrada. Dos empleados me esperaban.

-          Señora Lombardo es un honor conocerla.

-          Igual.

-          La llevaremos a su cuarto, podrá descansar y por la mañana el señor Damián hablara con usted, nosotros estaremos a su servicio y cualquier cosa que necesite puede pedirlo.

-          Gracias.

Ambos me llevaron a un cuarto que estaba en la 3ra planta, la habitación era grande, estaba bonito con un closet grande con mucha ropa vestidos, pantalones, ropa deportiva, pijamas, zapatillas, estiletos, sandalias, tenis, joyería, bueno de todo un poco. Impresionada no la verdad no esas cosas se me hacen súper banales, con un cuarto pequeño era suficiente.

Me quite el incomodo vestido y me dispuse a ir a tomar un largo baño. Al terminar salí me seque mi cabello y me metí en medio de las sabanas y me quedé profundamente dormida.

Desperté por el sonido de la puerta.

-          Pase – me senté en mi cama toda adormilada.

-          Damián – sabes la hora que es, tengo dos horas esperándote en el despacho.

-          Buenos días primero.

-          Buenas tardes – desperté por completo.

-          Huy pues perdón no pensé que se molestaría por que me gustará dormir.

-          Son las 12 del día, tengo más de dos horas esperándote para hablar contigo.

-          Para que, para que me digas que no me quieres cerca, que soy un fastidio para ti, no gracias, ya se que no soy de tu agrado a si que no te preocupes no me pienso acercar a ti.

-          Como te llamas.

-          Es enserió, no sabes mi nombre después que ayer todo el mundo lo repitió más de mil veces.

-          ¿Cómo te llamas?

-          Mi nombre es Adriana Córcega Pardo.

-          Bien Adriana en efecto no te quiero cerca, podrás ir adonde tu quieras, se que estas estudiando la universidad, tampoco puedo pedir que la dejes.

-          No la iba a dejar

-          Bien se cubrirán todos tu gastos, lo único que te voy  pedir es que no te cruces en mi camino.

-          Por qué tienes que ser tan arrogante, se que tu no querías esto yo tampoco pero no es necesario que me trates a si, si no me quieres cerca de ti bien te evitare todo el tiempo.

-          Eso espero.

Este hombre si es increíble, ni que estuviera rogando por su atención. Salió dejándome un poco molesta por su actitud que culpa tengo yo para que me hablara de esa manera. También que digan que me importa pues no de todos modos regresaría a la universidad en una semana y estaría lejos de él por 3 años después me las arreglaría para evitarlo por los 4 años que faltaban para que mi padre dejara la presidencia. Solo son 7 años, un año durará su campaña y los 6 restantes en los que este en la presidencia el tiempo pasará rápido.

Damián

Mi vida nunca fue perfecta es más estaba lejos de serlo pero por lo menos estaba tranquilo, tenía todo lo que quería dinero, mujeres, amigos poder pero por la estupidez de un imprudente borracho termine en una maldita silla de ruedas con mi cara destrozada y parte de mi cuerpo quemado, durante un año perdí todo, un juez dijo que no estaba en condiciones de manejar mi dinero y que mi padre se aria cargo de él, mis supuestos amigos me dejaron solo y la mujer que amo me abandono después de que vio mi condición, mi padre no pierde el tiempo diciendo que soy un moustro.

He estado en recuperación tomando terapias para la movilidad de mis piernas, tengo que recuperar mi vida, pero con el poco apoyo económico que tengo me esta costando trabajo. Pero no se como le haga tengo que recuperar mis cuentas y propiedades para poder vengarme de ese bastardo que me dejo así.

Estaba en una de mis terapias como todas las mañanas cuando me fue anunciada la llegada de mi padre. Mire a mi terapeuta, y deje que continuará, no pensaba dejarla para que escuchara lo mismo de siempre. Así que seguí en la piscina tratando de mover mis piernas, desde hace unos meses he sentido dolor en ellas y según los doctores eso es bueno por que empiezo a tener sensibilidad en ellas.

Termine la terapia me ayudaron a cambiarme, volví a esa silla que tanto odio, y me dirigí a ver a mi padre. Entre en el despacho el estaba con una mujer y un hombre, los mire y me quede callado.

Ella me miro y de inmediato hablo.

-          No me pienso casar con el, ni por todo el dinero del mundo, si esconde su cara en esa máscara es porque a de estar horrible.

Salió dejándonos a los tres, mire a mi padre con desagrado.

-          Lo siento pero mi hija no quiere y no la puedo obligar.

-          Agustín – necesitan de mi inversión, si no tu empresa quedará en la quiebra.

-          Buscaré otro método pero no pienso casar a mi hija si no quiere.

-          Damián – lárgate – grité, de mis poros desprendía furia.

El idiota salió molesto del despacho, mientras que yo observe a mi padre enojado, le di la vuelta a mi silla y me dispuse a irme hasta que el me detuvo.

-          Abra alguien que quiera casarse contigo.

-          No le he pedido que me busque una esposa.

-          Tu sabes que no soy tan joven, tu recuperación es lenta, necesitas a un heredero.

-          Contrata a un vientre y ya.

-          Y que mi nieto nazca como un bastardo, Damián esto es tu culpa – esas palabras me lastimaron – si te hubieras casado en su momento ahora no estuviéramos en esta situación.

-          Yo ya estaria casado si usted no se hubera metido en mi relacion con Evy y yo no pedí esto, tu crees que me siento feliz en esta maldita silla y estar destrozado de mi cara.

-          Buscaré quien quiera casarse contigo.

-          No me voy a casar.

-          Damián no estas para negarte tu condición no te lo permite.

-          Has lo que quieras.

Salí lastimado de mi orgullo, me dirigí a mi cuarto, destape una botella y empecé tomar como si no hubiera un mañana, no puede ser que este así, que me vean como lo más horrible de la tierra, malditas mujeres antes todas querían estar conmigo por mi dinero y apariencia y ahora.

Miro al frente y recuerdo mi vida pasada rodeado de gente hipócrita que fingía quererme puras mentiras, me quede solo ni mi familia me quiere cerca, el único que sigue conmigo es mi mano derecha pero se que lo hace por trabajo, se que tengo amigos reales pero a ellos los trate mal y me da vergüenza volver a velos pero los demas hipócritas, no me interesan

Pero algún día volveré a ser quien era y entonces sabrán de lo que soy capaz.

Los días pasaron y como siempre en las mañanas hacia la rehabilitación, en las tardes trabajaba revisando pendientes de la empresas, por lo menos eso si dejaron que hiciera de lejos manejar las empresas. En las noches hacían masaje en mis piernas y después que me ayudarán a bañarme cenaba y me iba a dormir mi rutina era la misma durante meses, hasta que por fin podía ponerme de pie solo y dar unos cuantos pasos.

El día que logre caminar solo me emocione y sentí felicidad, eso significaba que pronto caminaría como antes y volvería hacer la persona que era. Y aunque aún dependía de la silla por lo menos podía estar un tiempo de pie y caminar por el jardín. Solo otro poco, un poco más.

Mis días se estaban llenando de esperanza y sentía que pronto regresaría a la normalidad, hasta que mi padre me dijo que tenía que casarme con la hija de un político, según el había encontrado la mujer que estaba dispuesta a estar conmigo, y que no le importaba mi condición y que ella sería la madre de mi hijo. La única conclusión que encontré es que ella se vendió por que durante un año ninguna mujer se quería acercar a mi y ahora resulta que ya había prometida.

Según mi padre tenía que ir a su casa para la pedida de mano, mi respuesta fue no, no quería que me volvieran a humillar de la mis a manera de siempre así que preferí quedarme en mi casa a esperar como volvían a despreciarme.

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