De Secretaria A Esposa.
CAP. 01
Emanuel
–Los nervios me estaban matando, estaba ansioso, nervioso e histérico. Cada segundo era una tortura, el silencio era tan asfixiante que creí que en algún momento moriría por falta de aire. Mi padre me miraba con su habitual mirada de superioridad, su porte, su actitud delataba que no estaba muy contento.–
Emanuel
–Sin embargo, a pesar de la situación me mantuve tranquilo, mi semblante estaba serio, mi mirada y mi cuerpo estaba firme, estaba desafiando a mi padre, le estaba mostrando que no me intimidaba, aunque si soy sincero me estaba haciendo en los pantalones, pero no le daría el gusto de verme temblar como una nena asustada.–
Leandro
¿Y bien? ¿que noticias me tienes? espero y sean buenas noticias, no quiero llevarme otra decepción.
Leandro
Espero y ya tengas algún adelanto sobre tu boda. Espero y ya hayas conseguido a una mujer para casarte, porque te di un año suficiente como para que consiguieras una esposa. Así que te pregunto de nuevo; ¿y bien? ¿que noticias me tienes?
Leandro
Te advierto una cosa, Emanuel. –lo miré fríamente.– si me dices alguna tontería sobre que no conseguiste una esposa y o alguna otra tontería, créeme que te quitaré el puesto de presidente que tienes. Ya te esperé mucho tiempo, ya es hora de que sientes cabeza y te cases.
Emanuel
Padre, aún no estoy casado. –mi padre se levantó furioso listo para comenzar una pelea.–
Emanuel
Pero estoy comprometido. –mentí dándole una mirada nerviosa.– estoy comprometido con una maravillosa mujer.
Leandro
¿Y quién es? quiero conocerla. Más te vale que no me estés mintiendo, Emanuel.
Emanuel
No te estoy mintiendo padre. De verdad estoy comprometido, ella se llama...eh...–diablos no se me ocurría ningún nombre hasta que de pronto mi secretaria entró a la oficina con los cafés que le había encargado y entonces una maravillosa idea pasó por mi cabeza.–
Emanuel
Padre, mi prometida es Maribel, mi secretaria. –me acerqué a la anterior mencionada quien frunció el ceño sin entender y sin que ella se lo esperara la tomé de la cintura y la atraje hacia a mí.– ella es mi prometida y nos vamos a casar.
CAP. 02
Leandro
¿Cómo? ¿qué acabas de decir? –hablé enfadado y miré con molestia a mi hijo.–
Emanuel
¿Acaso no me escuchaste? ¿acaso la edad ya te afectó que ya no puedes escuchar bien?
Leandro
Pequeño mocoso, ¿cómo te atreves a hablarme así, a tu propio padre? debes tenerme más respeto.
Emanuel
Lo que sea. Te he dicho que Maribel y yo nos vamos a casar.
Leandro
Pero...¿cómo es eso posible? ¿mi hijo casado con una...secretaria? –hablé indignado.– ¿acaso no sabes que nuestra familia es una de las más importantes del país? ¿porqué demonios haces esto? ¿porqué te vas a casar con una mujer tan insignificante como tu secretaria?
Emanuel
Cuida tu lenguaje. No te permito que hables así de quien será mi futura esposa. –tomé a Maribel de la cintura.– ya te lo dije, me voy a casar con ella porque la amo. Tú me dijiste que me tenía que casar y lo voy hacer, así que deja de joder.
Leandro
Pero tenías que casarte con alguien de nuestra misma posición social. Con una mujer hermosa y con una familia respetada. No con una mujer que no tiene ni en que caerse muerta. Además de que ni siquiera es bonita, es tan miserable. ¡Mírala! –la señalé e hice una mueca.– es tan patética. No está de tu mismo nivel. No es bonita, no tiene un cuerpo que presumir y tampoco tiene un buen apellido. ¿Qué es lo que le ves a esta mujer?
Emanuel
Ella no podrá ser bonita, pero es inteligente y trabajadora. Ella más que nadie sabe como ganarse la vida de manera honesta y honrada. Ella me quiere por como soy y no por mi dinero. ¿Acaso quiere que me case con una mujer interesada? yo quiero casarme con Maribel porque es sincera y tiene un corazón muy noble.
Leandro
–Mi mirada cayó sobre la secretaria de mi hijo, quien lucia extremadamente nerviosa, ansiosa y confundida. Luego miré a mi hijo con duda.–
Leandro
Bien. –chasqué la lengua irritado.– te daré un año para que me demuestres que de verdad estás dispuesto y enamorado de Maribel. Te daré un año para que me demuestres que de verdad amas a esta mujer. Si me convences de que ella es la mujer indicada para ti, te dejaré en paz.
Leandro
Esto no es un juego, Emanuel. Si descubro que me estás mintiendo o que te estás burlando de mí, te juro que te echaré a patadas y te quitaré toda la vida de lujos que tienes.
Leandro
Y créeme que te haré la vida imposible a ti y a tu secretaria.
CAP. 03
Emanuel
–En tanto mi padre se fue pude respirar con alivio. Sentía como mi mundo y mi alma regresaban a la normalidad. Cielos, casi me daba un paro cardíaco por los nervios.–
Maribel
Señor....¿porqué le dijo que nos íbamos a casar?
Emanuel
Para que me dejara en paz.
Maribel
Pero sabe que mentirle es peor.
Emanuel
Ya lo sé pero solo quería que me dejara en paz y no pensé bien las cosas.
Maribel
Ahora nos a metido en un gran problema.
Maribel
¿Y ahora que se supone que va hacer?
Emanuel
Me voy a casar contigo.
Maribel
¿¡Acaso usted está loco!?
Maribel
Usted no se puede casar conmigo. Yo soy su secretaria.
Emanuel
¿Y? me vale una mierda lo que seas, me casaré contigo.
Maribel
Usted no está pensando con claridad. Nuestras clases sociales son tan distintas, además de que soy una simple secretaria que no está a su nivel y por último no me interesa casarme con usted.
Emanuel
¿Disculpa? –la miré sorprendido ante su respuesta.– ¿cómo por qué motivo no querrías casarte conmigo? ¡tan solo mírame! soy guapo, carismático, inteligente, tengo un cuerpo increíble y deseable, soy trabajador, soy sexi y soy muy rico. Soy el hombre que toda mujer quiere.
Emanuel
Así que no tienes motivos para decir que no te intereso.
Maribel
Señor, con todo respeto...–hice una mueca.– usted es demasiado...
Maribel
Usted no es mi tipo.
Emanuel
¿HAAA? –exalé indignado.– ¿cómo es eso posible? ¿acaso usted tiene problemas de la vista? ¿o es que es completamente ciega y por eso no puede ver mis cualidades?
Maribel
Señor Emanuel, mejor dígale la verdad a su padre. Dígale que en realidad no quiere casarse y que no le interesan las relaciones románticas.
Emanuel
No puedo decirle eso, me cortaría la cabeza y se la daría a los perros. Mi padre quiere que me case y tenga hijos para hacerlos herederos. Si le digo que no quiero casarme ni tener hijos, me quitará el apellido, los lujos, el dinero, todo, ese anciano está loco y me dejaría en la calle.
Maribel
Entonces, busque a una mujer para casarse.
Emanuel
No, no quiero. Las mujeres son muy hipócritas he interesadas, cualquiera aceptaría con tal de tener dinero y un apellido respetado.
Emanuel
Sin ofender pero algunas son muy falsas y yo no quiero tener de esposa a alguien superficial y falsa que lo único que le importa es mi dinero.
Maribel
Entonces no encuentro otra solución para resolver este problema.
Maribel
Pues dígame cuál es su solución.
Emanuel
Que tú te cases conmigo.
Maribel
Señor ya le dije que...
Emanuel
¡Te pagaré el triple!
Emanuel
Tan solo míralo de esta manera... si te casas conmigo, tendrás un apellido, mucho dinero, respeto, lujos, todo lo que deseas con tan solo fingir que eres mi prometida y luego mi esposa.
Emanuel
Ante los ojos de todos seremos la pareja perfecta pero entre nosotros no habrá nada. Solo un contrato y dinero.
Emanuel
Anda Maribel, dime que sí. Estoy desesperado.
Emanuel
¿Acaso no ves que mi vida y mi futuro depende de ti?
Maribel
–Hice una mueca pensando en la proposición que mi jefe me había hecho, era una proposición muy jugosa y difícil de rechazar pero tenía un problema.–
Emanuel
¡Te pagaré lo que me pidas, pero acepta ser mi esposa!
Maribel
Señor, me gustaría aceptar su propuesta pero... hay un problema.
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