Después de que mi padre me separara de mi hermano según él para protegernos, me hizo subir a un avión y así llegue a Venecia donde vivían mis tíos por parte de madre, sabía que ellos me recibirían en su casa.
Cuando el avión aterrizó y llegue a mi destino, salí y mi tía estaba en el hangar esperándome, baje por las escaleras y cuando la vi corrí hacia donde estaba para aferrarme a ella en un fuerte abrazo
- mira cuanto has crecido- dijo ella con una sonrisa triste
- hola tía Mayra- dije luego de separarme de ella
- eres igual a tu madre- me dijo y al verla comencé a llorar- querida sé qué estás pasando por un momento delicado y realmente doloroso pero sé que estando aquí con nosotros estarás bien
- gracias tía- dije
Ella me guio hasta su auto, las dos subimos y el chofer comenzó a conducir; después de unos cuantos minutos llegamos a una gran mansión, repleta de árboles muy bien oculta, cuando se estacionó en la puerta ambas bajamos y entramos, al hacerlo lo primero que vi fue a mi tío y mi prima parados frente a la puerta.
Mi tío era un hombre alto, de ojos color marrones claros y cabellos rubios, mientras que mi prima era una niña de mi edad (10 años) con cabellos rubios, y ojos azules con mi tía
- buenas noches\, cariño- me saludo mi tío
- buenas noches\, prima- dijo ella con una sonrisa
- buenas noches- dije con mucha tristeza
- ven Leonella\, te llevaré a tu nueva habitación - dijo mi tía y ambas nos encaminamos a las escaleras
A medida que avanzaba por los pasillos de mármol, note que la mansión era realmente espaciosa y muy lujosa, además de hermosa, subimos las escaleras que había en el centro, avanzamos por los escalones hasta que llegamos a la planta alta caminamos unos metros más hasta detenernos en una gran puerta doble de color marrón
- será tu nueva habitación\, cariño- dijo Mayra
Ella abrió ambas puertas dejando ver que era una habitación hermosa, igual que mi antigua casa, esta era un cuarto de color blanco, una cama de dos plazas con sabanas de seda, color azul y negro, las almohadas blancas, también había dos puertas, unas corredizas que eran el baño y la otra eran unas puertas francesas que era el armario, la decoración era muy bonita, había un escritorio, una biblioteca y al pie de esta había un sillón con una alfombra de color azul, gire mi cabeza y vi unos grandes ventanales que esta conducía al balcón
- ¿te gusta?- pregunto mi tía- porque si no te gusta podemos decorarla a tu gusto
- muchas gracias\, es muy hermosa\, perfecta
- por cierto\, la sala de juegos es la puerta que está enfrente de la habitación
- gracias\, realmente se parece a mi antiguo cuarto
- querida sé que te costara adaptarte a este lugar\, pero de ahora en más serás parte de nuestra familia\, aunque ya lo eres
- en verdad se los agradezco- mi tía se agachó y me dio un beso en la frente- tía\, si no te molesta\, quisiera estar sola
- ¿quieres algo de comer? Debes de estar hambrienta
- gracias\, pero no tengo hambre- dije con la cabeza baja
- entonces te dejo sola- dijo y cerro la puerta detrás de ella
Una vez sola deje mi mochila en un sillón que tenía cerca, me quite el collar de mi madre, me aferre a él y comencé a llorar; los últimos recuerdos que tenía de mi madre venían a mi mente, ella llena de sangre mirándome con un intento de sonreír mientras me acariciaba mi mejilla
- Pensé que mi madre esta vez si estaría conmigo\, pero me equivoque\, aun recuerdo cuando todo esto pasó
Cuando llegue a este mundo pensé que realmente no había muerto pero después me di cuenta de que era una bebe y supe que había renacido y a medida que fui creciendo supe que este mundo no era como el mío, ya que en este las personas tienen habilidades especiales o manejar los elementos como el agua, el fuego, el aire, la tierra, la luz y la oscuridad.
Mi vida anterior había sido muy normal tranquila y sin ningún problema pero había sufrido mucho durante ella, porque mi madre había fallecido meses después de que naciera, cuando supe la verdad aún era muy chica pero no tanto como para no entender y a raíz de eso comencé a buscar problemas, el lado oscuro me atraía bastante tanto así que me uní a una pandilla pero el tiempo paso y crecí, mi padre me obligo a salir de la pandilla y me puse a estudiar para más tarde convertirme en una abogada, trabaje arduamente para ayudar a las personas que no tenían dinero para pagarme aun así un día llego a mi oficina un hombre que me pedía ayuda para sacar a su hijo de la cárcel, acepte el caso y luego de investigar me di cuenta de que el chico no iba a salir, ningún abogado podría hacer algo por él, ya que no solo había evidencia, había muchos testigos e incluso el chico se había declarado culpable y dado su versión de los hechos, aun así lo quise ayudar y ese fue el peor error que cometí, un día antes de que se hiciera la audiencia fui a hablar con él pero cuando llegue él me recibió con una apuñalada en el estómago y mientras me veía desangrar y los guardias lo oí decir algo que me sorprendió mucho
- este es mi hogar\, yo asesine a esas personas porque quería estar aquí\, no necesito que nadie me libere - dijo él y yo antes de morir desee encontrar ese lugar\, llamado hogar\, ya que en esa vida no lo había logrado
15 horas antes
Habíamos ya tomado la merienda en familia, cuando terminamos de hacerlo, mi madre, hermano y yo fuimos su estudio, ahí ella nos enseñaba como cargar un arma y como apuntar hasta que de pronto apareció mi padre junto a dos hombres que eran sus guardaespaldas, ellos tres lucían muy preocupados, por orden de mi padre los dos hombres tomaron a mi hermano y se lo llevaron a pesar de mis protestas, era mi hermano mellizo y no podía separarme de él, pero antes de que pudiera hacer algo mi madre me tomo en sus brazos y mis padres empezaron a correr con armas en las manos
- debemos llevarla a un lugar seguro- dijo mi madre
- Así lo haremos cariño- le respondió mi padre mientras salíamos de la mansión
Ambos continuaron corriendo pero antes de llegar al auto, mi padre cayó a suelo, mi madre llego al auto, abrió la puerta, me sentó en el asiento del vehículo
- te amo- me dijo dándome un beso en la frente para luego alejarse y cerrar la puerta
Ella después de dejarme corrió hacia mi padre, él todavía estaba vivo, lo tomo en sus hombros comenzando a caminar de vuelta al auto pero antes de llegar oí el sonido de un arma y vi como mis padres caían al suelo
- ¡¡MAMA\, PAPA!!- grité desde el auto
Salí del auto corriendo hacia ellos, cuando llegue mi padre tenía los ojos cerrados pero respiraba, mire a mi madre y ella me estaba mirando con una sonrisa, rápidamente me acerque a ella recordando lo que ella me había enseñado, tome un pedazo de tela y se la coloque en la herida mientras hacía presión en ella pero la sangre de su vientre no dejaba de fluir, mis manos se empapaban con su sangre y mis lágrimas caían sobre su ropa
- mama- dije entre lágrimas y sollozos- mama
- mi cielo recuerda que te amo mucho a ti y a tu hermano Matteo - dijo mientras me acariciaba la mejilla- cuídense entre ustedes\, los adoro- apenas termino de hablar y ella murió en mis brazos
- ¡¡MAMA!!- grite y la abrace
- tu mami ya no está pero tranquila\, pronto la vas a ver de nuevo- oí que alguien dijo con voz aterradora mientras sonreía continúe abrazada a mi madre mientras lloraba\, me aferre a su cuerpo hasta que sentí su arma y la tome con rapidez - hora de encontrarte con ella pequeña- dijo el hombre\, levante a vista\, lo mire y él estaba sonriendo cuando me apunto con su arma
- mama - dije llorando\, tome el arma con las dos manos y le apunte - esto es por mi madre- dije y le dispare\, el hombre cayó de espaldas\, me levante con miedo de que estuviera vivo\, me acerque a él dándome cuenta de que le había dado en la cabeza matándolo al instante\, volvi con mi madre pero antes de llegar un hombre me tomo de la cintura cargándome como una bolsa de papas me llevo y subió al auto
- señorita debemos llevarla a un lugar seguro- dijo después de que se subió él al auto
- no me quiero ir\, quiero estar con mi madre
- lo siento señorita pero son órdenes y debo que cumplirlas- dijo de manera muy seria
- ¿de quién?- dije molesta
- de mi reina- me miro- su madre- dijo él para luego encender el auto y comenzar a conducir a toda velocidad sin despegar la vista del camino- por cierto\, señorita\, mi nombre es Bruce
- ¿a dónde vamos?- dije ignorando su presentación
- señorita vamos a una casa de seguridad\, mis hombres se encuentran ahí
- ¿cómo puedo confiar en ti? No te conozco de nada
- señorita\, en cuanto lleguemos a la casa prometo que se lo contaré todo\, pero ahora si no me apresuro su padre podría morir
Al oírlo hablar de mi padre me di cuenta de que él estaba en el asiento trasero, justo detrás de mí y a su lado estaba el cuerpo inerte de mi madre
- papa resiste\, muy pronto vamos a llegar - le dije pero él seguía inconsciente
Unos minutos después el tal Bruce se estacionó frente a una pequeña casa en el medio un barrio silencioso, apago el auto abrió la puerta del lado de mi padre y lo tomo entre sus brazos para después mirarme, ya que había salido con él
- señorita\, por favor sígame- dijo y lo hice\, puesto que estaba preocupada por mi padre
"espero que puedan curarlo, que alguien tenga el poder de la curación y lo haga o que haya un médico que pueda ayudarnos"- pensé
Entramos en el lugar y apenas lo hicimos, cuatro personas se inclinaron ante mí, los mire para luego seguir caminando, no entendía por qué lo hacían.
Bruce camino por la casa hasta llegar a una de las habitaciones y dejo a mi padre en una camilla y al lado de esta había un hombre vestido de doctor, cuatro enfermeros, la persona que estaba vestida de médico me miro y me reverencio, Bruce salió de aquel lugar cerrando la puerta para que yo no viera más y para que pudieran atender a mi padre, se acercó a mí y me guio hasta una mesa donde las cuatro personas de antes estaban paradas esperando
- Sebastián\, Mark\, ¿podrían bajar a nuestra reina? Ella está en el auto- dijo cabizbajo\, todos se miraron entre ellos confusos y los cuatro salieron corriendo
Momentos más tarde los cuatro aparecieron y uno de ellos cargaba a mi madre con mucha delicadeza, camino hasta una habitación y dejaron a mi madre en la cama que había ahí, quedándose a su alrededor en silencio y con lágrimas en los ojos pero al notar mi presencia se quitaron las lágrimas y me reverenciaron
- ¿que le van a hacer?- pregunte parándome frente a ellos
- guardamos respeto\, pronto la prepararemos para luego enterrarla como es debido- dijo Bruce entrando por la puerta
- ustedes no la tocarán\, yo lo haré- dije seria
- señorita\, no creo que sea bueno\, no en su estado y menos a tan corta edad- dijo uno de ellos
- es mi madre y lo haré\, nadie más la tocará - dije
- está bien señorita con usted diga- dijeron todos
- quiero que me expliquen quienes son porque si soy sincera no confió ni en mi propia sombra\, aunque solo tenga diez años
- está bien señorita pero debemos estar todos\, así que esperemos que terminen de curar a tu padre
- mientras pasa eso arreglaré a mi madre\, pueden retirarse - dije y ellos se marcharon
Una vez que me quede sola con ella avance hasta la cama donde se encontraba y al verla respire profundo para no llorar tome su mano, la acaricie un poco para después soltarla, comencé a quitarle la ropa ensangrentada, tome una esponja la moje y le limpie toda la sangre, al terminar busque por todo el lugar hasta que halle un lindo vestido que le quedaba a ella, era un vestido corto de color azul con escote en V y un cinturón con pedrería, no la maquille, ya que ella era hermosa incluso al natural, le coloque un par de zapatos negros y al terminar la abrace
- te amo mama\, juro que me vengaré\, asesinaré al que te hizo esto - le di un beso en la mejilla y me fui
Salí de la habitación y le pregunte a Bruce como iba todo con mi padre, él me contó que todavía lo estaban atendiendo y que solo teníamos que esperar. Una hora más tarde el doctor salió me hizo una reverencia y me dijo que mi padre estaba bien y eso me alivio, mientras mi padre descansaba por la operación ellos seis me hicieron sentar en una mesa comenzando a explicarme todo, ellos eran la guardia personal y secreta de mi madre, protegían a los D'amico desde los tiempos de mi abuelo materno, también me entere de que mi familia de parte de mi madre era de mafiosos pero por alguna razón no me sorprendió, me entere de que las personas que habían atacado mi casa querían asesinarnos y que no pararían hasta que estuviéramos muertos todos; luego de saber la verdad insistí en regresar a mi casa para poder enterrar a mi madre, los hombres no parecían muy convencidos pero al final aceptaron acompañarme.
Esa noche los siete fuimos de regreso a la mansión para sepultar a mi madre, caminamos hasta una parte de la propiedad, era un lugar al cual solo nosotros podíamos ir, ahí había un pequeño cementerio donde se enterraba a todos aquellos que habían dado la vida por la familia e incluso algunos de nuestros parientes estaban enterrados ahí, caminamos un poco más y note que el lugar ya tenía una fosa y al lado de esta había un ataúd, me gire para ver a mis acompañantes y ello asintieron dándome a entender que ellos habían hecho los preparativos correspondientes para el sepelio de mi madre. Luego de ponerla en el ataúd la enterramos y ellos colocaron la lápida sobre la tumba que estaba llena de flores, cuando acabamos, cada uno de nosotros le dedico unas palabras a mi madre y luego colocamos la tierra sobre el ataúd, al acabar los seis hombres me miraron
- usted ahora es nuestra señora\, le serviremos hasta el final\, así como lo hicimos con su madre y nuestros padres\, con su abuela\, daremos nuestras vidas por usted- dijo Bruce y todos se pusieron de rodillas- en este día de mucho dolor\, nosotros le juramos lealtad absoluta- dijeron todos\, los seis tomaron un cuchillo y se cortaron la mano izquierda- este es nuestro juramento de sangre\, seremos sus subordinados hasta nuestra muerte- la sangre de los seis cayó sobre la tumba de mi madre y los mire
- mi nombre es Bruce León- dijo un hombre de cabellos verdes y ojos marrones
- mi nombre es Sebastián Marco- hablo un hombre de cabellos plateados y ojos color ámbar
- mi nombre es Joaquín Salvatore- dijo\, este tenía cabellos de color marrones y ojos rojos
- mi nombre es Mark Sanders- este era un hombre de cabellos rubios y ojos verdes
- mi nombre es Noah Leone- dijo un hombre de cabellos rojos y ojos de color negro
- mi nombre es Francisco Romano- hablo el último hombre\, este tenía cabellos azules oscuros y ojos de color plata\, los seis se habían presentado ante mí\, era bueno saber como se llamaban
- mi nombre es Leonella Martini D'amico\, ante la tumba de mi madre les prometo que esto no quedara impune\, buscaré a la persona que hizo esto y lo mataré\, ¡¡nos vengaremos!!
- ¡si señorita!- gritaron todos
Regresamos a la casa donde estábamos antes, Noah me llevo a una de las habitaciones de la planta alta, él abrió la puerta y una vez que pase él me dejo sola pero antes de cerrar me dijo que ellos estarían afuera haciendo guardia, busque en el armario y encontré un pijama, era un vestido de color blanco con una bata fina, me lo probé pero me quedaba muy grande aunque me lo puse igual, ya que mi ropa estaba manchada con sangre, me acosté en la cama e intente dormir, pero cada vez que cerraba los ojos veía a mi madre cubierta de sangre, el recuerdo no me dejaba dormir, cerré los ojos e intente no pensar, pero me era imposible no recordar. Cuando volvi a despertar, tenía mucha sed pero cuando agarre el vaso y la jarra escuche un ruido y de pronto aparecieron tres de los hombres de mi madre
- no se preocupe señorita la protegeremos- dijo Mark
- ¿dónde está Bruce?- pregunte al ver que no estaba
- él está revisando que fue ese ruido- dijo Joaquín
- quiero ir con el ahora- Bruce era el único que podía confiar en ese momento- no aceptaré un no como respuesta- dije firme
Los tres se miraron y luego salimos, al hacerlo bajamos las escaleras con cuidado pero me sorprendí al ver a mi padre parado frente a mí
- ¿quiénes son ustedes? ¿Qué hacen con mi hija?- pregunto él
- papa- dije y ellos se abrieron paso
- hija\, necesito que hagas algo por mí\, ¿lo harás?- dijo el mientras me tomaba de las manos
- ¿que pasa papa?- pregunte confundida
Después de mi pregunta él dejó de tomarme de las manos y me agarro del brazo con un poco de fuerza y luego aparecieron varios hombres a su alrededor que no eran los hombres de mi madre
- nos vamos- ordeno él
- papa no me quiero ir- dije mientras forcejeaba con él
Continúe forcejeando pero me tropecé con el pijama y caí al suelo, los guardaespaldas de mi madre al verme en el suelo le apuntaron a mi padre con sus armas y los hombres de papa hicieron lo mismo aunque con su magia
- hija nos tenemos que ir- dijo mi padre
- no me iré sin ellos- dije señalando a mis hombres
- ellos no pueden ir cariño\, no son de confianza\, no los conoces
- ¡ellos te salvaron la vida!- grité
- está bien\, que vengan\, pero no irán contigo
Él volvió a jalarme hasta que me llevo a un auto, me subió a él y me llevo hasta un hangar que había a unos kilómetros de esa casa, al llegar, él me hizo bajar del auto y vi un avión listo para despegar, mi padre me arrastro hasta la puerta del avión y me obligo a subir para luego despegar, solo conmigo.
Actualmente
Habían pasado dos horas desde que llegue a Venecia (Italia), esas horas para mí habían pasado muy lentamente, intente dormir durante ese tiempo pero debido a los recuerdos no podía, mire el reloj y era el medio día, me senté en la cama haciendo caer el collar, lo tome aferrándome a él, lo volvi a mirar y me lo coloque para después bajar las escaleras para encontrarme con mis tíos sentados en la mesa de su comedor, al verme mis tíos se levantaron caminaron hacia mí y mientras ellos caminaban hacia mí los vi borroso. Cuando volvi a despertar me encontraba en la cama de mi nueva habitación con mi tía a mi lado
- linda ya despertaste- dijo con una sonrisa
- ¿qué me paso?- pregunté
- te desmayaste\, el doctor dijo que era porque no habías comido ni dormido bien\, además de la tristeza\, también dijo que debías comer algo\, apenas despertaras\, así que te traeré algo para comer ahora mismo
- quédate por favor- le dije mientras sostenía su mano
- está bien linda me quedaré contigo- dijo y volvió a acomodarse en la cama
Pasamos unos minutos en silencio hasta que apareció mi prima Alfonsina con una bandeja llena de comida y una sonrisa en la cara, era alguien muy buena y cariñosa
- te traje algo rico para que comas y te recuperes- dijo y con una sonrisa me hizo olvidar todo lo malo que me había ocurrido en las últimas horas
- gracias- le respondí con la misma sonrisa\, aunque un poco triste
Me dejo la bandeja en las piernas del solo verlo el estómago se me abrió y comencé a comer
- Leonella ¿Bruce donde se encuentra?- pregunto mi tía confusa
- mi padre no les dejo venir conmigo\, ¿podrías contactarlo por favor?
- ¿sabes quien es él realmente?
- era el guardaespaldas de mi madre
- ¿cuándo te enteraste?
- anoche me lo contó todo
Ella se marchó de la habitación, no me opuse, ya que mi prima me estaba haciendo compañía y me miraba comer, cuando termine ella y yo comenzamos a hablar de cualquier cosa, no sé cómo lo lograba, pero ella me hacía olvidar todo. Pase todo el día acostada viendo películas de acción con Alfonsina; al caer la noche mi tía apareció en la habitación
- me he contactado con Bruce y me ha dicho que el y los demás ya están en camino - me dijo en voz baja\, ya que Alfonsina estaba dormida
- gracias por avisarme\, tía
- de nada\, ahora descansa\, tener que descansar y recuperar fuerzas - dijo y me arropo para después darme un beso en la frente
Al cerrar los ojos me sentí tranquila y luego me quede dormida, por la mañana siguiente desperté mire a mi lado y Alfonsina todavía seguía durmiendo a mi lado, me levante de la cama con cuidado y salí al pasillo, al abrir la puerta me encontré con Bruce y los demás, ellos al verme se inclinaron ante mí
- buenos días\, señorita- dijeron todos
- me alegra que estén aquí- dije con una sonrisa
En ese momento apareció mi prima media dormida y se asustó mucho, ella comenzó a gritar y varios hombres y mujeres aparecieron de la nada
- Llévense a esas personas- ordeno mi prima y todos nos rodearon- Leo ven\, ellos se encargarán de estos hombres
- te estás equivocando ellos son mi guardia- dije mirándola
- ¡¿qué está ocurriendo acá?!- exclamo mi tío en tono serio
- Tío Alonso\, Alfonsina quiere que se lleven a estos hombres pero ellos están conmigo- dije intentando explicar
- pero ellos son desconocidos- dijo mi tío
- mi tía los trajo desde Los Ángeles
- ¿qué son esos gritos?- se escuchó unos metros atrás de nosotros\, me di vuelta y era mi tía
- Mayra\, ¿conoces a estos hombres?- pregunto mi tío
- por supuesto\, ellos son Los Assassini\, la guardia personal y secreta de los D'amico- dijo ella- salgan de aquí- ordeno a sus hombres y todos desaparecieron
Después de arreglar el malentendido, mi tía me hablo de todo lo que había hecho mi madre a escondidas de mi padre, pues él era líder de una mafia pero mi madre era líder de otra a sus espaldas y según la ley de los D'amico solo los primogénitos ya sean hijos o hijas deben ser los líderes de la mafia y para ellos yo era la primogénita, ya que había nacido antes que Matteo y sería la líder pero hasta que estuviera lista mi tía se haría cargo
Luego de que mi padre me había obligado a venir a Venecia, muchas cosas habían cambiado, aunque el dolor por la muerte de mi madre seguía latente en mí, pero el tener su collar me consolaba porque todavía poseía algo de ella, junto a mí, por otra parte, los Assassini se ocuparon de que no pensara mucho en ello, ya que les había pedido que me enseñaran todo lo que ellos sabían, cuando les hice esa petición todos se miraron confusos por el hecho de que solo tenía diez años pero luego de insistir un poco ellos accedieron y desde ese entonces empece un muy duro entrenamiento.
El tiempo pasó y al cumplirse dos meses desde mi llegada mi tía me hizo una prueba para entrar al mismo colegio donde estaba estudiando mi prima y se sorprendió al darse cuenta de que tenía un IQ de 180 y mis poderes eran de oscuridad e ilusorios, siendo estos bastante fuertes y raros, al ver esto Mayra me envió al colegio de manera urgente para que aprendiera todo lo necesario y también para dominar mis poderes, además de aprender conocimientos de todo tipo en casa mi tía me enseñaba a mí y a Alfonsina; a pesar de nuestra corta edad teníamos mucho más conocimiento que la mayoría de los niños de nuestra edad.
Mis tíos se preocupaban mucho de mí a comparación de mi padre que jamás me vino a visitar desde que nos separamos; mes tras mes esperaba con ansias su llegada, me sentaba frente de la puerta esperando que esta se abriera y él apareciera para darme un abrazo pero nunca ocurrio y me desilusionaba el saber que no venía pero aun así me aferraba a la promesa de que él vendría por mí.
Mi padre en mi antigua vida nunca se hizo cargo de mí y tampoco me dio amor, solo golpes e insultos y pensé que quizás en esta vida tendría ese amor pero al parecer me había equivocado, el tiempo siguió pasando hasta que llego mi undécimo cumpleaños, esa mañana me levante con una sonrisa en el rostro era un nuevo año en esta vida, me bañe y me puse un vestido corto de color lila, baje las escaleras, desayune con mi familia y cuando acabe me senté frente a la puerta para esperarlo pero al llegar el mediodía mi tía se sentó junto a mí
- hermosa- dijo llamando mi atención, la miré y ella hizo una pausa- tu padre no vendrá- me revelo y su voz parecía triste
- ¿le paso algo?- pregunté preocupada
- él está bien pero me acabo de enterar de que se casó y ahora tiene una nueva familia
Esa noticia me dejo en shock, mi madre había fallecido hacía solo un año y él ya se había casado y formado una familia con otra, en ese momento entendí por qué no había venido nunca a verme y eso me decepciono, me levante del escalón donde estaba y subí a mi habitación corriendo, cuando entre, cerré la puerta con fuerza y me senté en la cama quedando en absoluto silencio solo oía el latido de mi corazón hasta que de repente oí otra cosa, podía oírse un tic tac busque por la habitación hasta que encontré el reloj de bolsillo de mi padre adentro de mi mochila, en ese instante tome aquel reloj lo mire y con furia lo arroje contra la pared
- ¡¡MALDITO!! - grité
Empece a gritar y a maldecirlo en los ocho idiomas que había aprendido, él no solo me había abandonado y alejado de él, sino que también me había separado de mi hermano, pero a él lo veía durante las fiestas y en nuestro cumpleaños. Me encerré en el cuarto durante horas hasta que me calmara. Una vez que lo hice salí con una sonrisa en el rostro y baje las escaleras, cuando llegue a la sala me encontré a mi hermano llorando entre los brazos de nuestra tía
- ¿qué ocurre?- pregunte preocupada mientras me acercaba a ellos y abrazaba a mi hermana
- la tía Lina- dijo mi hermano entre sollozos
- ¿que ocurre con ella?- pregunte sin entender
- ella me echo de su casa- dijo
- ¡¿que hizo qué?!- grite muy sorprendida
- me echo después de que se enteró de que estaba embarazada, me dijo que no me cuidaría más porque ahora tendría a un hijo que atender y luego me trajo aquí
- Tía …- dije suplicante
- él se quedará con nosotros, ya lo hablé con Alonso
- muchas gracias
- hermosa, sé que este no es el mejor día pero hoy es el cumpleaños de ambos y hay que festejarlo, ¿qué les parece?- dijo sonriendo
- hoy no es día de lágrimas, hoy es día de sonrisas- dijo mi tío desde atrás haciendo que me sobresaltara
- Tío, me asustaste- dije dándome la vuelta para verlo junto a Alfonsina
- lo siento mucho pero hoy debemos divertirnos, ya tengo todo listo- dijo mi tío tomándome de la mano y haciéndole una señal a mi tía
Nos hicieron subir a una camioneta negra con vidrios polarizados, Alfonsina y mis tíos también subieron, para luego arrancar, a pesar de que nosotros hacíamos preguntas para saber a donde íbamos, ninguno de ellos no respondían hasta que llegamos a un cine
- ¿que es esto?- pregunte después de bajar
- veremos una película, luego comeremos, ya que ninguno lo hizo y luego iremos a la playa porque ahí celebraremos tu cumpleaños- dijo Alonso con una sonrisa que nos contagió a mi hermano y a mí
Entramos al cine, compramos los boletos, las palomitas y algunos refrescos para después entrar a la sala y ver la película. Al terminar de ver la película nos llevó a un lindo restaurante donde había hecho una reserva, almorzamos felices y luego fuimos a la playa para divertirnos. Cuando el día acabo regresamos a la mansión, nos habíamos divertido tanto que estábamos todos agotados, todos nos fuimos a dormir pero no sin antes cenar.
Un mes después del cumpleaños de mi hermano y yo, todo era felicidad, mis tíos nos aceptaron y parecíamos ser sus hijos, esa mañana todos estábamos almorzando en el jardín cuando llego María, una de las sirvientas de la casa con un paquete en sus manos
- señorita Leonella, este paquete es para usted- dijo ella y la miré confusa
- ¿quién lo envía?- pregunte
- es de su padre señorita- me respondió
- tíralo, no lo quiero- dije seria y me puse a comer nuevamente
- hermosa tu padre lo envió, es un regalo- dijo mi tío
- de él ya no quiero nada más - dije de manera firme y cruzando mis brazos
- por favor, ábrelo - me sugirió mi tía
- está bien- dije
María colocó el regalo frente a mí, lo miré sin ningún interés y luego lo abrí, dentro de este, había una carta junto a una caja más chica, abrí la carta y la leí
Mi querida hija:
No sabes la alegría que me da que en este 24 de julio, mi hija esté cumpliendo sus diez años, espero que cuando nos volvamos a ver seas una chica buena y hermosa como tu madre, ¡feliz cumpleaños!
PD.: quiero decirte que este regalo lo eligió mi esposa, pronto la conocerás y sé que se llevaran muy bien, te ama papa
Al terminar de leer la carta en voz alta la arrugué con la mano de inmediato llena de furia
- es increíble, apenas se casó y se olvidó completamente de nosotros- terminé decir haciendo un bollo la carta- ese hombre ni siquiera recuerda nuestro cumpleaños y mucho menos de nuestra edad - dije enojada
- por lo menos recordó tu cumpleaños a mi ni siquiera me mando un regalo y eso que somos hermanos mellizos, nacimos el mismo día - dijo Matteo molesto
- ¡María!- exclamé
- si señorita- se acercó a mí
- toma este regalo y dáselo a quien tú quieras- ella me miro y luego miro a mi tía
- señora- dijo suplicante como buscando ayuda
- está bien, puedes llevártelo- dijo mi tía
- a veces pienso que nuestro padre no nos quiere- dijo mi hermano- desde ahora hermana solo seremos nosotros dos- dijo tomándome de las manos
- no puedo creer que se haya equivocado de esa manera- dijo mi tío disgustado
- es tal como lo dijo Matteo, ahora estaremos solo nosotros dos
- ¿y nosotros qué?- pregunto Alfonsina
- ustedes son parte de nuestra familia ahora, no tienen por qué estar solos- dijo mi tía
- muchas gracias- dijimos ambos
Después de la desilusión con mi padre, mi hermano y yo nos olvidamos de que nosotros teníamos un padre y juramos que vengaríamos a nuestra madre pero antes debíamos entrar en el mundo en el que ella vivía para saber quien era el o los asesinos responsables.
Junto con mi hermano y Alfonsina comenzamos a entrenar bajo la supervisión de los assassini de mi madre; ellos nos enseñaban el arte de luchar con o sin armas, asesinar, torturar, armar estrategias, trampas y emboscadas, y engañar a todos, mientras que mi tía y tío nos enseñaban el uso de las distintas armas, a estar alerta en todo momento, también nos enseñaban lo necesario para dominar nuestros propios poderes; mi prima tenía el poder del fuego y mi hermano poseía el poder de la oscuridad al igual que yo, nuestros tíos también nos enseñaban a manejar correctamente el negocio y sobrevivir en el mundo que habíamos nacido. Y así pasaron tres años, los tres nos habíamos vuelto muy buenos, entonces decidimos crear nuestra propia organización mafiosa asociada a la de mi tía, nosotros teníamos todo el conocimiento pero nos hacía falta el dinero necesario y la gente para hacerlo.
Durante esos tres años planeamos cada paso que íbamos a dar, como íbamos a vender nuestros productos, como íbamos a manejar todo entre los tres. Al cumplir los tres catorce lo festejamos haciendo un pacto de sangre, nos convertimos en hermanos para toda la vida y estábamos listos para dar comienzo con nuestro plan; unos meses después empezamos a dar los primeros pasos, y eso era tener una reputación y el dinero necesario, poco a poco cada uno de nosotros fuimos ganando esa reputación que queríamos en el bajo mundo.
Un día, mis hermanos y yo fuimos a un bar para hablar sobre lo que íbamos a hacer y mientras lo hacíamos bebíamos café cuando de repente aparecieron cuatro hombres vestidos de trajes color negro y parecían muy intimidantes
- ¿ustedes son los hermanos Blake?- pregunto uno de ellos de forma seria
- sí, somos nosotros- respondió mi prima
- ¿que es lo que quieren ustedes?- pregunte mientras tomaba café
Nuestro primer paso para lograr nuestra organización y necesitábamos del dinero, así que planeamos trabajar como asesinos a sueldo en el bajo mundo y con ello también tendríamos la suficiente reputación, en el bajo mundo teníamos dos identidades y con ellas, los futuros clientes nos buscaban para hacer el trabajo pero nadie sabía quienes éramos exactamente, por eso la gente creía que éramos personas diferentes
- ¿qué necesitan?- pregunto mi hermano con amabilidad
- queremos hablar con los asesinos para un trabajo- dijo un hombre
- en estos momentos ellos no se encuentran- dijo mi prima
-¿y dónde están?
- eso a usted no le interesa - le respondí
- ¿saben cuando regresaran?- pregunto un segundo hombre
- Quizás estén aquí a la media noche, ¿para qué los necesitan? Hombres como ustedes deben tener un líder muy poderoso y seguramente él tiene sus propios asesinos, por lo tanto, no necesitan de nuestros servicios, ¿para qué quieren hablar con ellos?- pregunto Matteo
- nuestro jefe necesita a los mejores para este trabajo
- pues díganle que si quiere contratarlos, que venga hoy en la madrugada a este lugar, nosotros nos contactaremos con ellos para que vengan
- esta bien- dijo el hombre y se marcharon cuando ya no los vimos nosotros dimos un suspiro
Despues de que ellos se fueran nos quedamos un rato mas en aquel lugar y al anochecer nos fuimos a la mansion donde nos esperaban Mayra y Alonso. Los cinco cenamos con tranquilidad y hablabamos de lo que habiamos hecho durante el dia, cuando acabamos le dijimos a nuestros tios que ibamos a salir con unos amigos y ellos nos dieron permiso, los tres subimos a nuestras habitaciones esperamos unas horas hasta que llego la media noche para comenzar a cambiarnos. Los tres nos pusimos pelucas, pupilentes para que no nos reconocieran y mas tarde bajamos a la sala
- vamos, el cliente nos espera- dijo Alfonsina
- en marcha- dijimos mi hermano y yo
Los tres bajamos al garage tomamos nuestras motos y salimos de la mansion para reunirnos con el nuevo cliente. Una vez que llegamos al bar buscamos una mesa y uno de los meseros que tambien era un espia nuestro se acerco a nosotros para pedir nuestra orden, Alfonsina pidio un margarita, yo pedi un escosez en la rocas y mi hermano opto por un vodka y un habano cubano, apensar de que eramos jovenes adoptamos un mal habito, el chico rapidamente se marcho y luego de unos minutos regreso con las bebidas y la caja de habanos
- aqui tiene lo pedido señoritas y señor- dijo el sin vernos
- Ulises ¿has visto a alguien sospechoso llegar antes que nosotros? - dije mirando a Alfonsina
- no mi señora, no he visyo a nadie, solo la gente que frecuenta este lugar todos los dias - respondio el
- esta bien podes irte pero mantente alerta- dijo Matteo
- como ordene- respondio y luego se fue
Alfonsina tomo su margarita y agarro la caja de habanos, la abrio tomando uno junto con el corta habanos, lo corto para instantes despues encenderlo, nosotros dos nos quedamos mirandola ya que mi hermano los habia pedido
- no me miren asi, necesitaba un habano- ambos comenzamos a reir y tambien tomamos uno e hicimos lo mismo
- no hay nada mas rico que un habano cubano- dije despues de expulsar el humo
- es cierto, son exquisitos- opino mi hermano
Continuamos fumando y tomando nuestras bebidas hasta que de repente aparecieron los cuatro hombres de la mañana
- buenas noches señores- dije mientras con una sonrisa mientras dejaba el habano en el cenicero
- queremos que nos acompañen- dijo uno de ellos serio
- son directos, me gusta- dijo mi prima mientras bebia su margarita- pero saben que... no lo haremos, digan lo que quieran decirnos aca- dijo seria al ver que ellos parecian querer matarnos ppr no obedecerlos
- esta bien- dijo uno sentandose en nuestra mesa
-¿y bien? ¿que es lo que quieren?- dijo mi hermano
- nuestro jefe quiere contratarlos para un trabajo importante
- ¿y porque nosotros?
- se dice en las calles que ustedes son los mejores y mi jefe les pagara generosamente si hacen bien el trabajo
- ¿quien es su jefe?- pregunte un tanto interesada
- el quiere verlos, acompañennos de inmediato- los tres nos miramos entre si y luego asentimos, levantandonos de nuestros asientos
- esta bien, vamos- dijo Matteo
Una vez que el sujeto que se habia sentado frente a nosotros se levanto, mis hermanos y yo pagamos la cuenta y seguimos a aquellos hombres, salimos del bar y ellos se subieron a una camioneta, nosotros a nuestras motos comenzamos a manejar detrás de ellos poco despues ellos frenaron y nosotros hicimos lo mismo, nos quitamos los cascos y bajamos pero antes me puse unos lentes de sol apesar de ser de noche, con estos podia ver atraves de las paredes, al estar frente a la pierta mire el lugar donde habiamos llegado, este era un restaurante de comida italiana muy famoso en la ciudad
- nuestro jefe esta dentro
- esta bien- dije y los tres entramos
Caminamos entre las mesas hasta llegar a un reservado, los cuatro hombres nos miraron y nos hicieron una seña que entendimos
- uno a uno- dijo el guardia en la puerta
Abri mi vestido y todos los hombres me miraron sorprendidos, les mostre mi pierna izquierda y saque una de mis armas, comence a desarmarme, cuando termine mis hermanos hicieron lo mismo.
Una vez desarmados entramos y nos encontramos con un hombre de unos veinte años sentado en un sillon
- buenas noches- dijo el
- buenas noches- dijimos lo tres serios
- vamos al grano si asesinan a hasta persona los recompensare muy bien- dijo el entregandonos una foto de un hombre de mediana edad
- ¿queres que asesinemos a un jefe de la mafia Francesa?- dijo mi prima mirando la imagen
- así es, si lo cumplen los recompensaré enormemente- los tres nos miramos y accedimos
Dos meses y medio después había completado el trabajo y nos reencontramos con el sujeto que nos había contratado, nos dio un maletín con el pago dentro y se marchó sin decir nada. Cuando sus hombres se marcharon nosotros miramos la recompensa
- creo que es suficiente no lo creen?- pregunte
- es cierto, pero aun nos faltan subordinados de confianza los que tenemos no me parecen muy leales- dijo Alfonsina
- ya tenemos el dinero, la inteligencia y el conocimiento suficiente para hacer crecer este negocio- dijo mi hermno
- es cierto pero necesitamos mucha mas gente
- ¿te podria encargar de buscarlos?- pregunto Alfonsina
- todos busquemos y despues elegimos pero mientras tanto trabajemos con los que tenemos aunque no sean de fiar ¿estan de acuerdo?- pregunte
- si- dijeron ambos
Al dia siguiente comenzamos con la busqueda entramos a los barrios mas peligrosos de toda venecia y en cada esquina habia un adolescente sanguinario con la misma sangre fria y mirada macabra, perfecto para nosotros, tambien nos metimos en los agujeros mas oscuros de esos barrios para encontrar a los mejores hackers que la ciudad y el mundo habia conocido. Los recorrimos durante dos meses hasta hallar a los mejores y como prueba para entrar hicimos que lucharan con nosotros, habiamos encontrado a gente muy prometedora y todos ellos solo habia quedado veinte personas.
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