“Después de la muerte solo dios decidirá a donde serás enviada”.
Aquella frase era algo que mi madre solía decir, era una forma de controlar un poco al demonio que estaba criando, fueron pocas veces, pero de alguna manera las palabras se quedaron selladas en la mente.
Pensaba que sería cierto, sin embargo, pediría una explicación en este preciso momento.
¿Qué carajos hago en este mundo?
Cabalgando hacia una guerra desalmada; no era por fama, jamás hubiera sido una razón, no cuando prometí que salvaría un alma, de guerra, odio…….
Porque era un final que jamás estaría en la lista, pero la vida dio un giro 160 grados y me puso en esta posición.
“En esta vida no iba a morir”
Una buena frase motivacional para poder continuar, una vida poco agradable.
La razón; era fácil de explicar, cuando aquello que miraba todas las mañanas por un espejo no era mi verdadero yo, no era mi vida la que tenía frente a mí y tampoco tenía recuerdos o poco quería recordar.
Prometí salvarla de una muerte cruel a la verdadera portadora de este cuerpo, asegurando un futuro brillante.
Donde jamás conocería el dolor, el odio; volaría tan alto como jamás lo se lo pudo haber imaginado.
- Pero la eh cagado en grande, como la última vez. –
Mirando al horizonte en un caballo a todo galope, en un rumbo donde la batalla aguarda, la sangre corre por todos lados y los gritos de sed de victoria resonaban por todo el campo de guerra.
- Yo Nisha Ehann jamás debí participar en este suceso en la historia. –
¿Por qué?
¡Nisha Ehann!
La villana despiada y estúpida de la historia, la hija adoptiva del gran Duque Ehann, quien llevando a una niña de la calle en brazos hasta el gran Ducado Ehann, solo para tomar el puesto de su difunta hija.
La copia barata de la dulce y única hija del Duque.
¡Nisha Ehann!
Quien debió haber muerto a la edad de 19 años, como una pecadora.
- Ja, Ja, Ja, Ja, Ja, eso sí que es una jodida mierda barata……. –
Renaciendo como la villana, después de un accidente en vida pasada, volviendo a un mundo que poco se conocía, en un cuerpo que no me pertenecía y necesitaba ser salvado. Aunque no la quisiera, no tenía opción más que tomarla.
Acatar la orden de vivir como una nueva persona, no era un anhelo oh deseo.
- Dios, dios no me permitió acabar rápido con el sufrimiento. –
Debía tener un propósito para vivir.
Era tener un final feliz, a toda costa….
Cambiar la historia que alguna vez fue contada……
Descubrir un secreto que jamás fue sacado a la luz…….
- Un secreto, que destruiría mi mente y alma en pedazos como espejo. –
¿Valdría la pena?
¿Quién podía asegurar que no volvería a tener el mismo final?
Y lo más importante, debía cumplir la promesa que hice a una pequeña niña.
Un corazón roto.
Un cuerpo destrozado.
En esta vida…….
“¡La Villana iba a conocer el Final Feliz!”
[IMPERIO AELIA]
<< AÑO 965. >>
¡MUERTE A LA MALDITA BRUJA!
Los bullicios que eran escuchados por cada rincón de la plaza central de la Capital, entre las antorchas que eran alzadas dejando ver el ardiente fuego en ellas, las miradas que juzgaban en el centro del espectáculo, abucheaban y lanzaban piedras en el camino.
Donde yacía una mujer que era arrastrada por el duro y desalineado suelo; sus piernas que eran sujetadas por un caballo con bastante rudeza.
¡PECADORA!
Como todos gritaban, si era una pecadora, que sería castigado por toda ley y el nombre de Dios.
“Dios”
¿Quién asegura que existe?
Rezando todas las noches hasta el día de hoy para que se apiadara de su alma, que pudiera salvarla de un trágico final.
- “Amado señor, mi único pecado fue el amar a un hombre, desear sentirme amada al menos una vez en mi vida” –
Lo único que pedía era un poco de amor, incluso si era un perro el que se lo entregaba, su corazón lo agradecería.
No tenía la culpa de nada, solo quería vivir.
Una simple plebeya que tuvo un golpe de suerte, que nació sin ninguno propósito en este mundo; el destino más común para un ser como ella era el pudrirse en los callejones de los barrios bajos del Imperio.
El final que pasaba por su cabeza era mucho mejor al que ella se estaba acercando, humillada y castigada por actos que no se atrevería a cometer.
- “Por más que mis celos me cejaran el juicio……”
Nunca lo hubiera hecho.
Las personas que la atacaban a golpes y palabras, creían tener un derecho en su vida para ser tratada de esa manera.
Pero…….
¿Quién era ella?
¿Qué cruel acto hizo?
Para tener un destino directo a la muerte.
¡Nisha Ehann!
Conocida por muchos apodos.
“La imitadora”
“La perra loca del Duque”
“El cuervo del mal presagio”
“La copia barata”
“La Duquesa falsa”
Tantos nombres con los que sería recordaran, pero uno que destacaría entre todos era tan simple como una manzana.
“La Villana de la Historia”
De las calles donde fue encontrada, nació de una persona cuya existencia fue borrada y olvidada de este mundo; justo como la de ella, oh tal vez no, si sería recordada, pero como la maldita villana.
Su destino fue marcado a tan corta edad, en el momento que mendigaba por un pedazo de pan y agua, tratando de poder calmar su hambre y poder vivir un día más.
Nunca pensó que su vida cambiaria; no debió haber tomado la gentil mano de ese hombre en ese día.
Un tiempo atrás, lo llamo:
“Salvador”
“Padre”
“Mi Querido Padre”
Ofreció sus manos, su techo, su comida y la llevo a donde se supone seria feliz, pero no percibió un pequeño detalle.
“Su corazón”
Al igual que el, su familia jamás la acepto, por fin podía vivir una vida cómoda, techo donde jamás pasaría fríos y lluvias, donde los rayos del sol no dañaran su piel; comida, jamás mendigaría un pedazo con moho de pan.
Fue salvado de un frio y repugnante mal oliente callejón, donde solo esperaban miserias, mucho peor era la muerte, su mente de tan solo 6 años pensó que había sido salvada.
- “Era mejor morir en ese lugar” –
Fue bastante cuando se vio la verdad, nunca seria amada como la verdadera hija, su única razón para ser salvada es por el buen parecido que tenía con la primera y única hija, su propósito era llenar el vacío que fue dejado por la preciosa hija de los Duques.
“Solo eres una mala imitación”
Cabellera negra, ojos morados, a excepción de que su pálida piel era más blanca que la anterior hija.
- “LA PERFECTA COPIA, NO CREEN” –
Para nada, error del Duque, era tan defectuosa que la gente la odiaba, trato de encajar, esforzándose con ser muy bien parecida a la verdadera hija, nunca lo pudo conseguir; el tiempo se encargó de mostrar su verdadera identidad, misma que la llevo a sufrir un infierno.
El tiempo.
El tiempo.
Solo el maldito tiempo hizo de las suyas, cuando la gente del Ducado la miro, el único sentimiento existente era el desprecio y la hicieron menos dentro del lugar.
Convirtieron su vida en el mismo infierno, un lugar donde cada día era imposible respirar, los golpes, las bromas, eran solo una parte de su lamentable vida.
El verdadero sufrimiento fue por parte de la familia Ehann, los hijos del matrimonio se encargaron de todo lo demás, mostrando su hostilidad en cada momento posible y eso era casi todo tiempo.
Dolía mucho más los golpes e insultos de la Duquesa, quien añoro con poder llamarla madre.
No logro ser de importancia en la familia, terminaron dejándola en una esquina y, aun así, a pesar de todos los maltratos, para ella siempre fueron su única familia.
A quienes debía respetar y amar.
Con todo el daño, culpo a todo el mundo a excepción de la familia, fue el odio que la forjo en un camino para ser la Villana.
- “No me quedaba de otra, solo era mi única manera de poder seguir con vida, pero ni siendo tan villana, me atrevería a ser tanto daño” –
De vuelta a la realidad
Seguía siendo arrastrada por el corcel, que era montado por una persona reconocible, la persona delante que montaba al corcel la miro, con las pocas fuerzas que le quedaba trataba de mantener los ojos bien abiertos; su mirada cansada choco con la del contrario, quien con solo verla su rostro se deformaba mostrando su disgusto a ella.
“Repugnancia”
“Asco”
“Odio”
El la miraba como siempre, sostenía su porte de grandeza y superioridad ante todos, pero con ella la hacía como un grano de maíz que podía aplastar en cualquier momento.
El anhelaba matarla con sus propias manos, el verlo nuevamente de esta manera hacía que su mente se refrescara con los viejos recuerdos poco dulces.
**
- Padre. – titubeo. – Te lo juro, yo no eh tomado nada que no fuera mío, sabes que no lo haría, por favor padre……. – tomo un pequeño descanso antes de continuar. - ¡Por mi nombre y mi apellido!, ¡Te juro que jamás eh robado algo! Yo, yo, yo no decepcionaría a mi padre. –
- Suficiente. – regaño el Duque.
Cuando la grave voz del Duque la llamo, quedo inmóvil en el piso de rodillas, sus piernas se hacían flojas, así como sus brazos que poco podían sostener su cuerpo.
Sus palabras eran vano para él, para empezar.
¿Por qué debería creerme?
- A partir de ahora tienes prohibido el acceso a lado “Este” de la mansión. –
- …….. –
El lado Este, era el lugar más oscuro de toda la mansión.
- Muden sus cosas. –
Los sirvientes que estaban esperando, asintieron y salieron casi corriendo del lugar, como si hubieran esperado este momento.
- Espero que recapacites, sobre tus acciones…… que el estar robando y mentir en un acto de deshonra, quiero que tomes la culpa de eso y aprendas de tus errores. –
- ……. –
- O de lo contrario no seré tan considerado y te enviare al territorio Dinka, entendido. –
Asintió con la cabeza.
Su miedo le era incapaz de poder mover un musculo o el poder hablar, ni siquiera con todas sus fuerzas se le era posible alzar su cabeza.
No tuvo la oportunidad de poder defenderse.
- Ja……. ¿Tu nombre? –
La tercera voz, que era bastante arrogante la llamo por detrás, le era imposible moverse, pero ya sabia de quien se trataba; la presencia nada agradable que se burlaba de su patética apariencia.
El chico mayor se agacho hasta estar a la altura, poco a poco sus labios se acercaban a su oído dejando un espacio considerable.
- Tu nombre no vale nada y tu apellido. – soltó una risilla. – Vamos no me hagas reír, no eres digna de tener el apellido, solo era una pobre huérfana. –
El amargoso sentimiento que dejo con esas palabras, le hacían el querer llorar, pero no era una opción en este momento, solo se vería patética.
Tomo su mentón con fuerza, haciéndola mirarlo directamente a los ojos, esos venenosos, color morado que brillaban como los de un asesino atrapando a su presa.
Su rostro malévolo, la hacía palidecer como si su alma hubiera dejado su forma física; la presión que sintió la hizo desmayarse por la tensión acumulada.
Dejando un mal recuerdo.
**
[Plaza Central del Imperio Aelia]
- Levántate. –
De un jalón fue levantada, su hermano quien la llevo hasta donde se podían ver unas pequeñas escaleras que iban directo a escenario principal, como un animal, fue aventada de nuevo al duro suelo.
- Sigue de aquí en adelante, tu “Sola” – señalo las escaleras.
El hombre la dejo, dándole la espalda como todos los demás que iban con él, significaba que oficialmente toda la familia Ehann la dejaba atrás.
Miro atrás suyo, donde 2 siluetas masculinas esperaban, con pocas fuerzas avanzo y subió los escalones que se hacían eternos, al final de la subida, en medio de todo 2 personas esperaban por ella, los gritos no se dejaron esperar y los guardias que la seguían la tiraron de rodillas con brusquedad.
De pies hasta la cabeza lo escaneo, al mirar su rostro su corazón de acelero; el hombre que tanto amo, el Segundo Príncipe del Imperio y próximo Emperador.
“Samael Kyler Blake”
A su lado la única y original Princesa del Imperio.
“Ayla Larent Ehann”
La dulce Ayla, pedía piedad por su asesina entre lágrimas.
- ¿Cómo te declaras? –
Samael levanto la para que todo lograran escucharla.
- In, no, Inocente. – respondió con pocas fuerzas, su seca garganta no le permito decir más. – Soy inocente. –
- Que mujer tan descarada. –
Reclamo con furia el hombre, quien hacia acto de presencia en el lugar.
El Sacerdote del Imperio.
- ¡Qué mujer sin vergüenza alguna! Matar a la hija del hombre que te recibió y acogió en su casa y…. ¡De esta manera la pagas! –
- ¡MENTIRA! – exclamo.
Las lágrimas corrían por su rostro, el dolor de su corazón quebrándose.
- Yo, ¡Yo jamás deshonraría al Duque!, no haría algo tan cruel y bajo para dañar a mi familia, se, se los juro por mi nombre. –
¡Silencio!
¿Qué era ese ruido?
Las risas hicieron aparición entre la multitud, la gente que presenciaba el momento cayó en risas, las palabras sinceras que salieron de ella las habían tomado como burla.
- Que repugnante. –
Su hermano quien miraba, dijo completamente con desprecio; sabía lo que venía después y esas palabras la dañarían.
- Tu nombre, tu existencia, no significaran nada y no será merecedora del portar el apellido. – río – Tu mera existencia la mancha. –
Giro tratando de esconder su rostro, pero una mala idea, terminó por encontrase con Samael quien la miraba decepcionado.
Samael negó con la cabeza y como todos los demás le dio la espalda.
- Es todo por hoy…… corten su cabeza y sus extremidades, úsenlos como advertencia en el bosque de los lamentos; serán un recordatorio para todo aquel que intente atacar a la Familia Imperial. –
La orden se dio, los guardias aceptaron la orden; tomando con fuerza el cuerpo moribundo de la mujer en el piso, ella estaba completamente aturdida como para poder tan siquiera forcejear.
Iba de esa manera, acaso.
¿Declaró la guerra?
Estaba recibiendo un castigo para alguien que representara peligro para el imperio.
Entonces….
Este era su final, viviendo como una villana y muriendo como una.
- “Una vil pecadora” –
Que cruel vida fue, para aquellos que le decían que tuvo un golpe de suerte.
Aceptando su destino cerro los ojos entre lágrimas mientras los caballeros de la orden Imperial la tomaban, llevándola quien sabe a dónde, solo Dios sabría.
Solo esperaba que su muerte fuera rápida.
Era su único deseo.
- “Desearía que todo fuera diferente…. Pero mi alma ya no puede más, estoy tan cansada eh perdido mis fuerzas de luchar”. –
Si tan solo tuviera una oportunidad de cambiar todo, deseaba que todo esto fuera una pesadilla y fuera despertada; su cara fue tapado con un costal y tomada entre unos brazos que la lanzaron dentro de algo que parecía ser un carruaje, aun podía escuchar una multitud enojada.
- Ojalá hubiera tenido un final feliz…. –
No, el final de una villana nunca será feliz.
No puede tenerlo nunca………
La luz que traspasaba las delgadas cortinas de la ventana, donde una habitación estaba casi en el olvido, la mañana daba la bienvenida a un nuevo día.
Entre las cobijas, un ser se removía entre quejas al sentir la luz en su cara, disgustada no tuvo más que levantarse con pocas ganas de la cama, tallaba sus ojos para poder despertar completamente.
La cabellera le impedía poder mirar el todo de la habitación, la removió de un lado sintiendo la pesadez en su espalda.
“Maldito el dolor de espalda”, estaba para morirse y que bueno sería si eso le fuese pasar.
- Mierda. – embozo, con poco animo en su cuerpo, miro de nuevo la habitación opaca donde se encontraba, era una perdición el solo respirar el aire de este lugar. – Que mala hora y que mal lugar para decir buenos días……. -
¿Qué daño ha hecho el lugar?
Un detalle poco creíble; con tan solo 2 semanas varada en lo desconocido, que la mañana común que ella conocía dio un golpe bajo a su cruda realidad, si al mirar de esquina a esquina; este no era un lugar que su mente lograra reconocer.
Estaba en un mundo llamado “Dios sálvame de este destino”, como así decidió llamarlo.
Rencarno, si, así como lo decía la palabra, nacer en una nueva vida, pero que puta suerte la suya, no para nada, esto era un infierno peor que las filas de los supermercados. En el momento exacto todo cayo en su lugar, con pocos recuerdos que analizar, estaba en una vida lamentable que poco se debía agradecer.
- Perderé la cordura, claro solo eso, porque la vida no, es más que seguro. –
No aceptaba esta vida, que gran fortuna las que lo desean, pero en este sencillo caso, era una excepción.
¡No deseaba tener una nueva vida!........ La suya era perfecta como para quedarse.
- Y qué más da, si los demás no tienen buena vida y desean otra oportunidad, yo no, no soy tan desafortunada. –
Entre los intentos de morir fácilmente, solo era un fracaso cayendo encima de otro, era un terco ser que no aprendía la lección; por más fácil o difícil que fuera la muerte, volvía al inicio de todo, era como un juego en donde morías podías reiniciarlo.
¿Debería rendirme?
Para nada del mundo, quedarse en un lugar donde la presencia es el estorbo de otros, ocasionaría problemas a futuro, el cuerpo tomado era un puñal de desgracias.
- Carajo. – resoplo. – Es como si la joven Dama que eh tomado, tuviera un gato negro en la cabeza, la mala suerte la persigue como los perros a la carne, puf……… - suspiró pesadamente, con una mano masajeando la parte baja de su nuca, el estrés acumulado la estaba dejando sin cuello. – Y si me eh de quedar, también lo perderé físicamente…… -
El hormigueo que recorrió su cuerpo, le implico el poder levantarse de la cama, apenas duras mantenía los ojos abiertos como alarma.
- Puedo recordar el maldito dolor que tuve la primera vez que desperté, era un golpe, como si se tratase de caer de un piso y desplomarse en el duro pavimento, pero en cambio mi cuerpo no fue hecho papilla. –
Fue en la noche que despertó, como si fuera despertada de un sueño eterno, su alma parecía haber entrado en una estatua para poder cobrar vida, era el caer a un precipicio y despertar de golpe provocando que saltaras del susto, terminando en una parálisis de sueño del que era imposible librarse del dolor.
- Mis ojos estaban abiertos, pero mi cuerpo seguía sumergido en el sueño y el dolor que hormigueaba desde mis piernas hasta espalda era lo peor, si dormir en una cama de clavos. –
<< 2 Semanas antes >>
¿Qué acaba de pasar?
¿Qué es este dolor?
¿Dónde estoy?
¿Qué sucedió después de ese ruido?
Que, que, que, ¿Qué debería hacer si el miedo me invade?
El temor de abrir los ojos invadía con el sentimiento de preocupación, cuál era el problema de despertar y que nada sucediera o mucho peor.
Era el saber que algo no andaba bien, que podía recordar, realmente nada, ese era un problema.
Porque su mente se sentía tan liviana como una pluma de paloma, ¿Qué acaso no son pesadas?
Debería ser la de un ave tan grande.
- “Vamos, vamos, vamos……. Abre los ojos……… ¡Rápido!” –
De golpe sus ojos se abrieron tan grandes que las lágrimas no esperaron para salir, estaba inmóvil bañada del sudor en todo su cuerpo, su garganta seca que le era difícil pasar la saliva, la sensación del filo caliente que degollaba su cuello, perdiendo el aliento a cada minuto.
- A, a……. Ayuda. –
Si el dolor no era la peor tortura, su cuerpo completo estaba temblando, era tan real la sensación del mismo filo caliente que atravesaba cada parte de ella.
Pedía gritar.
Gritar y gritar, poder se libre de pedir ayuda, que alguien acabara con su dolor.
Sus lágrimas atravesaron sus mejillas en silencio, porque su voz no podía salir tan fácilmente, sus piernas que temblaban sin poder contenerse, estaba doliendo en esa parte especialmente.
“¡Solo detente!”
Que gritos tan desgarradores, era un sonido que el eco en su cabeza se apoderaba, era bastante abrumador como para seguir escuchando.
Era un recuerdo.
¿Por qué no sé de qué trata?
Tal vez la respuesta estaba al frente suyo, era por que no era su vida.
Los recuerdos que estaba mirando no eran suyos, sus ojos estaban entrometidos en la vida ajena de alguien sin su consentimiento.
Era recuerdos, recuerdos…… De cómo fue asesinada en su vida pasada.
- ¡Hagh! – respiro con desesperación que su pecho dolió, la fuerza de cada arcada de aire.
Su cuerpo pudo moverse nuevamente y sentía como la vida volvía a ella, cuando su respiración logro volver a la normalidad dirigió su mirada y escaneo cada parte de la habitación.
Estaba tan embobada en el lugar que la saliva casi salía de su lugar, no estaba segura de como llego a ese lugar y no podía recordar lo último que sus ojos vieron antes de caer inconsciente.
- ¿Dónde estoy? –
Era una habitación bastante amplia y oscura.
- ¿Qué hago aquí? –
Al levantarse de la cama sus piernas se tambalearon, le era imposible acostumbrarse después del dolor vivido anteriormente, siguió observando cada parte de la habitación hasta que su campo de visión percibió un objeto.
El espejo.
Corrió entre tropezones, gateando logro llegar al lugar exacto sin nada de aliento estaba de rodillas, al mirarse en el espejo no podía creerlo.
- Que, que……… - estaba completamente en blanco que el decir palabras para describir la situación no eran suficientemente exactas.
Una de sus manos avanzo con duda hacia el espejo, al tocar el frio objeto le era difícil aceptar que era real, o tal vez una broma.
Pero quien tendría suficiente presupuesto para hacer una broma poco común.
- Pequeño cuerpo. – la otra mano comenzó a recorrer las partes del cuerpo, tratando de ver que si estaba en lo cierto.
Un nuevo cuerpo.
- Cabellera negra como la noche. –
Un lugar nuevo.
- Ojos morados como un prado de lavanda. –
Un mundo………
- Una niña cuya existencia desconozco, está en el espejo, pero como, si yo no debería estar en su lugar. –
Completamente extraño.
- Que, que ¡¿Qué es esto?! – abrió la boca llena de asombro.
Seguía atónita ante lo que sus ojos presenciaban, por más que tocara el espejo no era nada parecido a una broma de mal gusto.
Tocaba constantemente su cara, sus hombros, su estómago, los ojos e incluso la boca.
Trataba de asegurarse de que todo estuviera en su lugar, lo estaba, no había nada malo en el cuerpo, lo malo……
Era que ella estaba en ese cuerpo.
Seguía mirando cada rincón de la habitación, su mirada se desvió a la ventana que era cubierta por las cortinas que lo bastante delgadas para dejar entrar la luz de la luna.
Su mano alzo las cortinas blancas, la luz en la noche era un poco cejadora, al mirar arriba una gran una blanca como un plato reluciente le dio la bienvenida, era tan grande que en cualquier momento la luna caería en la tierra.
Apreciando la luna, el miedo que en su momento la invadió se esfumo como el viento, es bueno saber que al menos la luna sigue igual a como la recuerda.
Arriba.
Y solo arriba, entonces el sol también lo estaría al amanecer.
- El sol en la mañana, la luna en la noche, el conejo es la presa y el lobo el cazador, es un mundo común y corriente……… Tal vez si, tal vez no, pero este no es mi mundo. –
Para la respuesta a su pregunta el tiempo lo contestaría, pero que daba el tiempo.
No lo suficiente, porque no le apetecía quedarse a descubrirlo.
- Como debo salir, por un túnel, por un hechizo, un intercambio……. –
Caminar por la habitación sería bueno, para poder refrescar sus pensamientos.
¿Cómo salir?
Hay un inicio, hay un final….
- Perfecto, pero solo deseo saber el final, para poder huir. –
El principio del problema para encontrar la salida, acaso no está la opción del camino fácil, tenía que volver a toda costa a su mundo.
- Hugh. –
Al detener sus pasos, el piso comenzó a moverse, no era el piso, su cabeza que dolía, era una punzada en su nuca bastante molesta.
- Ahg, para. –
Tomo entre sus manos rápidamente su cabeza como si le fuera a explotar en cualquier instante.
- A, du…. ¡Ayuda! –
Por sus ojos, su memoria, su cabeza.
De una película era la espectadora.
Los recuerdos que pasaban como una cometa.
¡Nisha Helena Ehann!
La recogida del Duque, la dueña original de este cuerpo y la villana de la historia.
La pequeña niña que rondaba las calles, era tomada por un hombre cuya apariencia era la de un noble de alto rango, su padre adoptivo que la llevo al infierno llamado hogar.
Su propósito fue en esta vida, ser una sustituta perfecta, poder remplazar a la única niña nacida en la familia.
¿Cómo podría funcionar tan estúpida idea?
El hombre al menos hablo de esto con su esposa, no, ni siquiera se lo paso por la cabeza.
La Duquesa quien aún lloraba la pérdida de su linda hija, como fue capaz de hacerle esto a una madre, el querer remplazar a su hija.
Sus hijos, pequeños niños, como puede destruir la ilusión de que es su verdadera hermana, preséntala como la nueva hija, el remplazo de su hermana.
La consecuencia; vivirás en abuso constante por toda la familia, no solo ellos, también la gente que trabaja para ellos.
Avanza la vida, avanzan los recuerdos.
Como podría llamar a todo ese abuso, es peor que un perro en una perrera.
- Solo detenlo…… detente por favor, quien sea. –
Sus manos no podían apartarse de su cabeza, la sostenía firmemente esperando que el dolor pasara.
- Basta, basta…… ya no más. – balbuceaba. - ¡Detente! ¡Solo es una niña! –
Mirar como la torturan.
Solo es un cuerpo y ya, como puede ser capaz de soportar.
- ¡Detente! –
¡CRACK!
Lo que más tuvo cerca fue lanzada al espejo, estaba roto completamente, la decoración de la habitación, una pequeña figura que estaba igual o peor que el espejo.
- No, no, no deseo estar en este mundo, no es mi caso. –
Entre los vidrios rotos, el semblante afligido en su cara, estaba para mal.
La apariencia otorgada era tan preciosa, delicada y elegante como un pavo real.
Pero con una vida de mierda, que ventaja existía en este cuerpo, las comisuras de sus hombros delgados, los hematomas que aún no sanaban del todo.
- Que te han hecho. –
Sus dedos tocaban las partes dañadas, no dolían, pero aun así sus manos temblaban por tocar el deplorable cuerpo de una niña.
- No debería aceptar este dolor. –
Dejo de tocar, al levantarse del piso solo paso una idea por su cabeza.
- No, yo tampoco lo hare. –
Sin pensarlo abrió la gran ventana de la habitación, el cual estaba lo bastante lejos del suelo, dejo que su cuerpo reaccionara por sí mismo y se lanzara desde tan gran altura poco a poco cerro los ojos y todo se había vuelto oscuro.
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