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Me Niego A Quererte [Saga - Lucha De Amor Parte III ]

Capitulo 1 - Dosis de felicidad

Victoria y Victor Bustamante, hermanos mellizos, hijos mayores de un excelente matrimonio entre Nathalia y Alejandro. Un par de jóvenes que han nacido y crecido en una familia amorosa, unida, admirable, con un próspero patrimonio que ha sido forjado con mucho trabajo, esfuerzo y dedicación.

Él es un joven dulce, generoso, amigable, de sentimientos nobles, bien portado, caracterizado por ser un hijo obediente, responsable, estudioso; heredero de las cualidades, gustos y aficiones artísticas de su madre. Siempre ha poseido un alma soñadora, le gusta la vida tranquila, sin tantos embrollos y preocupaciones; ama la paz, la armonía y hace todo lo que está a su alcance por llevar una vida apegada a los principios y valores que le han inculcado en su familia; solo parece tener un defecto, posee un corazón enamoradizo, pero al final, no se atreve establecer una relación estable con ninguna muchacha, puesto que, según él, no ha encontrado a aquella que cumpla por completo con sus "expectativas de chica ideal" y que se convierta en su musa.

En cambio, Victoria, ella es otra cosa, parece mentira que siendo hermanos mellizos, sean tan distintos. Ella es una chica intrépida, de alma rebelde, voluntariosa, con diferentes intereses. Desde muy niña dió a conocer su picardía, y también su gusto por la vida del campo, su infancia y adolescencia se desarrolló entre caballos, ganado, sembradíos y todo lo que concierne al trabajo de una hacienda, específicamente la hacienda Rancho Grande, dónde vive junto a su familia. De la mano de su padre y su padrino, ha aprendido todo sobre el manejo de la hacienda, a pesar de su corta edad, por lo que Alejandro (su papá), ha tomado la decisión de que sea ella quién lo releve cuando sea el momento de su retiro. En cuanto al amor, ella no ha tenido nunca un novio, pues después de desenvolverse en un ambiente rodeada de adultos, considera que los jóvenes de su edad y compañeros de estudio son unos niñatos inmaduros que no saben nada de la vida.

Pero algo sucederá con esos hermanos mellizos, ambos encontrarán el amor en las personas que menos esperaban, justamente en aquellas que "según ellos" nunca se fijarían porque no cumplen con los "requisitos mínimos" de su modelo de hombre o mujer ideal para ellos, lo que desencadenará una serie de acontecimientos, que les irá cambiando la vida y su percepción acerca del amor, pasando primero por una etapa de negación ante aquellos sentimientos, para después caer rendidos ante los caprichos de sus indecisos corazones.

...Victoria...

Hola, Soy Victoria Nahia Bustamante, la segunda de tres hermanos, si, aunque mi hermano Víctor y yo somos mellizos, él nació minutos antes que yo, por eso él es el hermano mayor, el más viejo jajajaja, y yo soy la segunda, pero unica hija hembra de mi familia, por lo tanto, la consentida o la princesa, cómo me llama mi adorado tío Andrés, a pesar de que él ya tiene a sus propias hijas, yo fuí su primera princesa y nadie, absolutamente nadie me quita ese puesto.

Mi tío ha sido alguien muy importante y especial para mí, desde que nací siempre estuvo a mi lado, cumpliendo mis caprichos, tapando mis travesuras, enseñándome algunas otras, y más que un tío, es mi amigo confidente, sólo que desde que se enamoró y se casó con la tía Zoe, ya no vive en la hacienda con nosotros, pero cuando viene con su familia a visitarnos o pasar las vacaciones en la hacienda, recuperamos todo ese tiempo perdido y nos acoplamos como si ese distanciamiento no existiera, al igual que las pocas veces que yo voy a la ciudad, en lugar de quedarme con mis padres o en casa de mi abuela, me hospeda mi tío en su casa con su familia, a la cuál adoro muchísimo.

Aquí en la hacienda, siempre he vivido felíz, adoro levantarme temprano cada mañana, ver los primeros rayos del sol, sentir el aroma del rocío de la mañana y el pasto fresco, pasear a caballo por los alrededores, mientras que la suave brisa acaricia mi cuerpo, y por las tardes ir a mi lugar favorito para deleitarme con la hermosa puesta de sol.

Junto a mi papá y mi padrino Gael, he aprendido todo lo necesario para manejar ésta hacienda, lo cual se ha convertido en mi sueño, se que aún falta para que eso suceda, pero se que cuando el momento llegue estaré más que lista, mientras tanto, tengo que seguir lidiando con la aburrida escuela y mis tediosos compañeros inmaduros, porque mi mamá me ha dejado muy claro que no me dejará tomar las riendas de la hacienda si no saco antes una carrera universitaria, cosa para la cuál también faltan unos cuantos años.

Mi mamá siempre ha sido cariñosa, amorosa, atenta, además de ser más comprensiva que mi padre, aunque no más dócil, todo lo contrario, siendo una mujer muy dulce, humilde y solidaria, posee un carácter fuerte e imponente, sobre todo si se trata de nosotros, sus hijos, por lo que finalmente es ella la que toma la mayoría de las decisiones que conciernen a la familia, aunque cuando mi padre ya ha tomado una, ella jamás lo desautoriza, o por lo menos no delante de nosotros, y si tienen desacuerdos, lo discuten en privado.

Mi papá también es muy amoroso con nosotros, sobre todo conmigo, por ser "la niña de sus ojos", aunque realmente creo que es porque soy la que más pasa tiempo con él y comparto sus mismos intereses, ya que Víctor, comparte los gustos de mi madre, y Ale (mi hermano menor) aún es menor y no termina de descubrir lo que quiere de la vida. Sin embargo, nada de lo que dije antes, cambia el hecho de que mi papá sea super celoso y protector conmigo, a veces siento que me asfixia de lo posesivo que es, por lo tanto, me ha tocado mantener al único novio que he tenido, a escondidas de todos, para que él no se llegue a enterar, de lo contrario, haría "Victoria a la parrilla".

Pero esperen! antes de llegar a ese asunto, les voy a contar como inició todo....

En una deliciosa mañana de verano, teniendo apenas 16 años de edad, me levanto como todos los días bien temprano, cuando aún no pegan los primeros rayos del Sol. Muy contenta por estar en mi primer día de vacaciones, me aseo, me pongo ropa cómoda, mis botas, y antes de salir a dar mi vuelta por la hacienda, paso por la cocina a tomar mi primera taza de café, cuyo olor me guía hipnotizada desde la cima de la escalera hasta la gran cocina, dónde se encuentra nuestra Nana y ama de llaves Tomasa, es una mujer anciana que ha trabajado durante muchos años aquí, incluso desde que los patrones eran mis adorables difuntos abuelos, caray! cuánto los extraño! fueron los mejores abuelos del mundo, mi abuelo Gonzalo muy sabio, caballeroso, amoroso, un gran hombre, y mi abuela Constanza, una mujer encantadora, suspicaz, alegre y con ese toque de picardía que nos sacaba sonrisas todo el tiempo, los amé demasiado! y aunque ahora no están, los sigo amando, fueron seren muy significativos en mi vida, fué realmente doloroso enfrentar su partida.

Victoria: Buen día Nana! vengo por mi dosis de felicidad! - Digo muy contenta al entrar a la cocina, ella gira para verme y esbosa una dulce sonrisa para mí.

Tomasa: buen día niña Victoria, pensé que hoy te levantabas más tarde, cómo no tienes que ir a la escuela - dice sirviendo una taza de café para luego entregármela - Aquí está tu dosis de felicidad, justo como te gusta, ¡recién colado!

Victoria: gracias Nana! Pero no, todo lo contrario, ahora que estoy de vacaciones tengo que involucrarme más en el trabajo de la hacienda - le doy un sorbo a mi café - ummm éste café está delicioso! nadie lo prepara tan bueno como tú.

Tomasa: exageras mi niña - sonriendo con modestia - Y dime, ¿cómo fueron tus calificaciones éste año?

Victoria: Ay Nana, no me hables de eso, que arruinas mi día maravilloso!, mamá irá hoy por los boletines de calificaciones, así que tengo que huir lo más pronto posible antes que se levante, no quiero que se le ocurra llevarme con ella y escuchar el sermón por todo el camino de regreso a casa, así que nos vemos, adiós! - bebo lo que queda en la taza de café y me marcho a pasos apresurados mientras que Tomasa se ríe por mi escapada negando con la cabeza.

Salgo por la puerta de la cocina, pasando por el área de la piscina y sin esperar más, me dirijo hacia las caballerizas aún saboreando el amargo y delicioso sabor del café en mi boca. A ésta hora aún no han llegado los trabajadores, es muy temprano, todavía está el cielo algo oscuro. Entro a los establos y busco a mi toñeco "Altanero", un caballo corpulento color azabache de pelo muy brillante, le puse ese nombre porque así es el, rebelde y altanero como su dueña , fué el regalo que me dió mi papá el año pasado cuando cumplí mis 15 primaveras, aún recuerdo ese día, me llenó de felicidad de sólo evocar en mi mente esa imagen de cuando ví mi caballo la primera vez.

Victoria: hola precioso, ¿listo para dar el paseo? - le hablo a mi caballo mientras le acaricio el lomo.

Le coloco la silla de montar, la aseguro bien, me subo a él y salgo como alma libre cabalgando a toda velocidad sintiendo la adrenalina correr por mis venas y la fresca brisa de la mañana batiendo mi melena suelta, ésto es vida! ésto es lo que amo! es lo que me hace felíz! sentirme libre!!!

Luego de que calculo que ha pasado un par de horas, y que seguramente ya mamá se ha ido con Víctor a la escuela a buscar las calificaciones de éste año, y que ya mi papá y mi padrino han recibido a todos los trabajadores, me encamino de regreso a casa, pero al llegar a las caballerizas, justo después de dejar a Altanero en su lugar, me detengo en seco sin poder creer lo que ven mis lindos ojitos.

¿Acaso estoy alucinando? es real o el rocío de la mañana ha empañado mis ojitos?, ¿Quien es ese chavo tan guapo?, ¿Será que trabaja para nosotros?, nunca lo había visto por acá!.

Me voy acercando poco a poco si dejar de detallarlo, es un chico alto, guapo, musculoso, de piel oscurita, pero su físico es muy atractivo, ahora que lo veo más de cerca, tienen unos labios dignos de mi primer beso, unos ojos preciosos, toda una barra de chocolate alucinante.

Capitulo 2 - El Sermón

Victoria se sigue aproximando lentamente, mientras sus ojos van detallando minuciosamente a aquel joven trabajador, su camiseta sin mangas dejan a la vista sus brazos fuertes y musculosos, y no es necesario levantarle la prenda para saber que debajo de ella se encuentra un pecho fornido con pectorales bien trabajados. Algo que llama mucho la atención en ella, es que obviamente no es un niñato fresa como los de su escuela, todo lo contrario, se le nota que ya es todo un hombre, joven pero un hombre, con toda la extensión de la palabra, que trabaja y que seguramente debe tener metas claras y trazadas, signo de madurez, y sí, efectivamente es mayor que ella, pero sólo unos tres años y medio, nada excesivo, pero para sus cortos 16 años, ella sabe que no es alguien en quien se deba fijar, su padre lo descartaría de inmediato por ser "mayor" y ella "una niña", con lo tanto que ella odiaba que la vieran como una niña.

...Victoria ...

Victoria: alto, guapo, trabajador, seguramente maduro, ojos preciosos, fuerte, hombre de campo... No es Google, pero tiene todo lo que ando buscando - musito para mí misma mientras lo sigo observando.

Estando a sólo tres metros de él, me decido a hablarle, y cuando estoy apunto de gesticular mi primera palabra, llega mi padrino a arruinar la presentación entre la barra de chocolate y yo.

Gael: pero miren nada más a quién tenemos por acá! a la niña de la casa! - se aproxima rápidamente y me abraza con cariño.

Victoria: padrino! que gusto verte, écheme la bendición! - me separo de su abrazo e inclino un poco mi cabeza mientras él me dibuja una cruz con sus dedos.

Gael: que Dios te bendiga siempre mi niña! - me deja un beso en la coronilla - ¿por fin de vacaciones?

Victoria: si padrino, ya estoy libre por fin! - abriendo mis brazos con una expresión exagerada mirando hacia el cielo - ya no volveré nunca más a la escuela.

Gael: sonríe - nada de eso pequeña, recuerda que aún te falta la universidad, no debes conformarte sólo con el bachillerato, tienes que estudiar y prepararte, forjar tu futuro!

Victoria: pero padrino, tu sabes que mi futuro está aquí, en la hacienda, trabajando con ustedes, es lo único que quiero.

Gael: si, pero aún así es conveniente que hagas una carrera universitaria, nunca se sabe si más adelante cambies de opinión, fíjate en tu tío Andrés, creyó que pasaría toda su vida en ésta hacienda, a la cuál se dedicó en cuerpo y alma durante muchos años, y finalmente terminó viviendo en la ciudad y ejerciendo su carrera profesional.

Victoria: pero eso no me pasará a mi, estoy segura!

Gael: uno nunca sabe que nos depara el destino hija, aprovecha que eres joven y tienes todas las oportunidades del mundo, además, sabes cuáles son las condiciones de tu madre para que tomes tu lugar en la hacienda. Cuánto me habría gustado a mi sacar una carrera universitaria, aunque no me quejo, mi vida aquí ha sido buena.

Victoria: si si si, no me lo recuerdes, esa bendita condición, ni siquiera tiene sentido, de todas maneras soy la única de ésta familia a la que le importa llevar las riendas de ésta hacienda, porque Víctor vive en su mundo entre lienzos, pinceles y pinturas, y Ale, la verdad no creo que le vaya a importar mucho el trabajo de campo.

Gael: sonriendo - no parece que esté hablando con una jovencita de 16 años, hablas como toda una mujer, estoy seguro de que serás una excelente patrona.

Victoria: Sonrío, me encanta escuchar eso, no soy una niña - gracias padrino!.

Gael: bien, pero antes, dedícate a los estudios - y así fué como arruinó la alegría de lo que dijo anteriormente.

Victoria: padrino, y cambiando de tema, ¿quién es el? nunca lo había visto por acá - haciendo referencia a la joven barra de chocolate que ha robado mi atención.

Gael: ah, él es Raúl, sobrino de uno de los peones, acaba de empezar a trabajar con nosotros, al parecer llegó hace poco al pueblo y estaba buscando trabajo, y quisimos darle la oportunidad.

Victoria: que bien, se ve que podría ser un excelente trabajador - lo sigo observando pero disimuladamete, no quiero que mi padrino se de cuenta.

Gael: bueno hija, debo seguir con mis labores, vienes conmigo a la cosechadora?

Victoria: ehmm... adelantate padrino, al rato te alcanzo, iré primero por mi desayuno.

Le echo un último vistazo al muchacho antes de dirigirme a la casa, tenía ganas de acercarme otra vez a él y hablarle, pero ya que trabaja para nosotros tendré mucho tiempo y oportunidades para hacerlo, además, ya hay mucha gente a nuestro alrededor y lo que menos quiero es que alguien se dé cuenta de mis intenciones.

Entro otra vez a la cocina y tomo asiento en una de las banquetas junto a la barra apoyando mis codos sobre el mesón, evoco en mi mente las imágenes de ese bello hombre que me ha cautivado.

Victoria: Raúl... - menciono su nombre en un susurro.

Tomasa: niña, regresaste!, te sirvo el desayuno? solo faltas tu por comer - dice entrando a la cocina y haciéndome espabilar.

Victoria: si Nana, por favor.

Después de desayunar, subo a mi habitación y empiezo a esculcar en mi closet algo lindo que ponerme, que sea cómodo pero que me haga ver bella, juvenil pero no infantil, lo menos que quiero es verme como una niña, tengo que lucir fabulosa para llamar la atención de esa barra de chocolate. Después de tanto buscar y ya con un completo desorden hecho, por fin decido que ponerme, me cambio de ropa, me miro al espejo, y sí, justo lo que deseaba. Salgo rápidamente de mi habitación y bajo las escaleras a la velocidad de la luz, pero cuando tengo entre mis manos el pomo de la puerta, una voz muy familiar y evidentemente enojada me detiene.

Nathalia: Victoria Nahia, a dónde crees que vas?

Que como se que está enojada?, fácil, solo cuando lo está me llama por mis dos nombres, además, de que sé que viene de retirar el boletín con mis calificaciones definitivas de éste año, y estoy consiente de que no son las mejores y mucho menos las que ella esperaba ver.

Victoria: mamá! - me giro para verla con mi mejor sonrisa, tengo que enfrentar la tormenta con el mejor optimismo, sólo así podré salir viva de ésta - que tal mami? cómo estás?.

Nathalia: enserio lo preguntas? - con tono y mirada seria - que significa ésto Victoria Nahia? - estira su mano para darme mi boletín de calificaciones, tomo el papel entre mis manos y le echo un vistazo.

Victoria: pues... Significa que ya soy bachiller! - le digo sonriendo como si nada.

Nathalia: te estás burlando de mí??!!!! - alzando la voz de una manera que me hace poner rígida y firme, he empeorado la situación, ahora sí estoy muerta!

Victoria: e-ehee... n-no mamá, n-nu-nunca haría algo así - tartamudeo, ni siquiera puedo gesticular bien las palabras, mi mamá puede llegar a ser muy intimidante cuando se lo propone.

Nathalia: cómo es posible Victoria? No hay ni una sola asignatura que hayas pasado con calificación eximida, ni una sola! todas! absolutamente TODAS! han sido apenas aprobadas con la calificación mínima! ¿Cómo justificas eso?

Victoria: emmm... mamá, lo siento, yo.... em.... no es mi culpa, son los profesores que se han enseñado conmigo, buscan cualquier excusa para restarme puntos en todas las tareas - trato de excusarme, pero es en vano.

Nathalia: de los profesores????? es culpa de los profesores?, cómo te atreves a excusarte con algo tan tonto como eso? - cada vez está más enojada, creo que lo mejor será que me quedé callada, aunque tratándose de mi, sería algo imposible - Victoria, hablé con el director y con tus profesores, me informaron que tus "inasistencias" han afectado también tus calificaciones, y que las pocas veces que ibas a al colegio te volabas de clases, no obstante, las otras pocas veces que entrabas, no hacías más que sabotear las clases. Lo que aún no entiendo, es cómo puedes tener tantas inasistencias si TODOS los días yo te dejaba en la puerta del colegio, me puedes explicar eso?.

Victoria: yo... yooo... no considero que todo eso sea cierto mamá, es verdad que algunas veces no entraba a clases, pero es porque las lecciones son muy aburridas - veo cómo mi madre abre los ojos a punto de salir de órbita - y yo en ningún momento sabotee alguna clase, todo lo contrario, siempre intenté evitar una confusión en mis compañeros por los errores garrafales que decían los profesores, es sólo que ellos no soportan que una los corrija, se creen dueños del conocimiento y no son más que profesores piratas incapaces de aceptar que una estudiante tenga mayor dominio de la asignatura que ellos mismos.

Victor: en eso tiene razón Viky, mamá - dice mi mellizo apareciendo detrás de mamá - los nuevos profesores no son muy profesionales que digamos, cometieron equivocaciones imperdonables en unos educadores, y soy testigo de que Vicky sólo intentaba sacarlos de su error.

Nathalia: y si eso es cierto, cómo es que tú tienes todas tus notas elevadas y las de Victoria están casi todas por el suelo?

Victoria: porque él es un ñoño! - digo fastidiada de que nos comparen.

Victor: error hermanita, porque actúe más inteligente que tú, yo cumplí con todas mis responsabilidades, entré a clases, presté atención, descarté lo que estaba mal y me enfoqué en mi objetivo, en cambio tú, no pudiste mantener tu boca cerrada y preferiste ganarte a todos los profesores como tus enemigos.

Nathalia: aun así!, si estaban teniendo problemas con los profesores debieron decirnos, y el aburrimiento no es justificación para volarse de clases - luego voltea a ver a Víctor - tu también me tienes decepcionada Víctor, cómo es posible que tú hermana se ausentara de clases y no me hayas dicho nada antes?.

Víctor: a no mamá, primero no soy un soplón, y segundo, la bronca es con ella, a mi no me metan en problemas, mis calificaciones son las mejores del salón.

Victoria: traidor!

Victor: traidor? te tapé tus tonterías durante todo el año!!!.

Nathalia: ya! hagan silencio los dos!, Victor, déjanos a solas por favor, luego tendremos una conversación tu y yo.

Capitulo 3 - Castigada

Victor se va y mi mamá vuelve a mi pero ésta vez más calmada.

Nathalia: Victoria, comprendo tu situación con los profesores, y lamento no haberme enterado antes para poder ayudarte, pero debes entender también mi molestia, pasé la mayor de las vergüenzas cuando fuí por tus notas y en cambio me gané una visita con el director, cómo crees que me sentí cuando me preguntó el motivo de tus inasistencias? me sentí la peor madre del mundo, todos los días te dejaba en la puerta del colegio, pensando que tú estarías ahí estudiando, y te recogía en el mismo sitio sin imaginar lo que estaba sucediendo. De no haber visto con mis propios ojos los registros de las inasistencias no lo habría creído, me sentí tonta, burlada, una madre despreocupada que no tenía ni idea de lo que hacen sus hijos cuando no están bajo su mirada. Y para colmo me encuentro con esas inaceptables calificaciones.

Victoria:esas palabras me hicieron sentir culpable, la peor de las hijas, me duele decepcionar a mamá - Lo lamento mucho, nunca fué mi intención hacerte sentir así, no eres una madre despreocupada, de hecho eres la mejor del mundo, reconozco que hice mal, que traicioné tu confianza, pero de verdad, no soportaba verle la cara a esos profesores, además, tampoco es que haya sido tan malo, es cierto que no tengo las mejores calificaciones, pero no reprobé ninguna asignatura, mira el lado bueno, ya soy bachiller!

Veo como mi madre se agarra la cabeza tratando de no explotar, pero es que sólo le he dicho la verdad 🤷

Nathalia: Victoria Nahia, no se trata sólo de no reprobar, tú sabes muy bien lo importante que era tu promedio de éste año para ingresar a la universidad, o es que acaso lo has hecho a propósito?

Victoria: No! cómo crees mamá? tampoco soy una niña inmadura como para hacer ese tipo de cosas, acepto que hice mal, que no debí escaparme de clases, te ofrezco mis disculpas mamá.

Nathalia: bien, que bueno que estés consiente de que has actuado mal, y debes comprender que cada acción tiene una reacción, por tal motivo también una consecuencia. Acepto tus disculpas, y estás castigada.

Victoria: castigada?

Nathalia: si, tienes prohibido las salidas por dos semanas.

Victoria: ok, seré obediente mamá, te lo prometo.

La verdad es que con lo enojada y dolida que estaba mamá, pensé que me castigaría por un año, pero no, fueron sólo dos semanitas, bah! esos días pasarán volando, ni falta me hará salir de la hacienda, así que con la mayor tranquilidad me dí media vuelta y caminé hacia la puerta, no podía perder más tiempo, iría a las caballerizas con la excusa de buscar mi caballo para encontrarme con la barra de chocolate. Pero cuando estaba una vez más apunto de abrir la puerta, mi mamá vuelve a hablar.

Nathalia: Victoria - me giro para verla - eso incluye también los paseos por los alrededores de la hacienda, no saldrás de ésta casa por ningún motivo.

Victoria: ¿QUEEEEE? - sentí sufrir un infarto - no mamá! tu no puedes hacer eso! sabes que es lo único que me muero por hacer, cómo podría no salir de la casa por dos semanas? es una eternidad! me moriría de aburrimiento!

Nathalia: claro que puedo Victoria, y nadie se muere de aburrimiento, además, esos días te servirán para reflexionar sobre tu comportamiento y pensar que carrera vas a estudiar, porque sólo después de graduarte podrás hacerte cargo de la hacienda, ya lo sabes.

Victoria: mamá! pero que castigo más vil! dos semanas? es injusto! no merezco eso - me quejo de inmediato, pero sólo logré que su cara se viera aún más enojada.

Nathalia: con tono calmado - tienes razón, que sean tres semanas.

Victoria: morí! - no mami, por favor! te lo suplico! mira, estudiaré carrera doble si quieres, prometo sacar las mejores calificaciones, seré Suma Cum Laude, estudiaré diseño! si? la carrera que tú quieras, pero por favorcito, no me des ese castigo, ponme otro, sabes muy bien que mi vida es el campo, no lo soportaría, por favor!

Nathalia: Basta Victoria, no es para tanto, no lograrás nada haciendo éste espectáculo, todo lo contrario, me harás enojar aún más - dice en todo frío y demasiado calmado, ya algo fastidiada - Sabes muy bien que no te voy a imponer que carrera universitaria tomar, sólo quiero que estudies, lo que te guste, lo que tú quieras, esa es tu decisión, ahora deja el lloriqueo y asume las consecuencias de tus actos, sube a tu habitación.

Victoria: NO! creo que deberías consultarlo antes con papá!, estoy segura de que él no estaría de acuerdo con tu decisión tan nefasta!

Por primera vez me atreví a desfiarla y cuestionar una decisión suya, y después de que hablé me arrepentí, me sentí horrible, nunca le había alzando la voz, por la cara que puso sé que no se lo esperaba, y que más que sorprenderla, la traspasó como una daga en el pecho, pero ya el daño estaba echo, ahora sí debía atenerme a las consecuencias. Vi como respiró hondo y luego dió su ultimátum.

Nathalia: yo soy tu madre y tengo el derecho de tomar éste tipo de decisiones, y para tu información, tu padre me dió toda su aprobación para aplicarte el castigo que yo considere apropiado, así que será un mes entero en el que sólo saldrás de tu habitación para comer.

Bajé la mirada al suelo, se que después de faltarle al respeto es lo mínimo que merezco, callé, si me atrevía a decir una palabra más sólo empeoraría las cosas, asentí con la cabeza y me fuí a encerrar a mi habitación.

Ya en la soledad de mi habitación, me senté en el borde de la cama, no puedo expresar con palabras la forma en que me sentí, yo amo a mi mamá, es la mejor mamá del mundo, siempre ha sido comprensiva, amorosa, paciente, ha dado lo mejor por cada uno de sus hijos, se que se preocupa por mi y mi futuro, por eso insiste tanto en que estudie y me prepare; ella siempre me ha apoyado en mi decisión por dedicar mi vida a la hacienda, porque desde pequeña me ha gustado el campo, y mi madre lo sabe, incluso por eso me ha dado siempre la libertad de andar por todos los alrededores a mis anchas, hasta ella misma sale de paseo conmigo y me ha enseñado tantas cosas que se que serán de utilidad cuando me ponga al frente de todo.

Debo disculparme con ella, pero no ahora, en éste momento debe estar furiosa conmigo, y con justa razón, así que lo mejor es dejar que se calme un poco y luego ir a buscarla. Me quité las botas, tomé mi laptop y me puse a investigar sobre la universidad más cercana y las carreras que ofertan, era el momento de actuar con madurez y tomar una decisión.

Estaba concentrada en la lectura, pero alguien tocó a mi puerta, era mi adorable mellizo, Víctor había escuchado toda la discusión con mamá, me brindó el más dulce y cariñoso abrazo, el siempre es así, peleamos como perros y gatos pero nos amamos demasiado, siempre está para mí cuando lo necesito, también me regaña cuando hago algo que no esté bien, me aconseja y me hace recapacitar, de verdad hace muy bien su papel de hermana mayor, sin embargo, nunca me echa al agua, todo el tiempo me tapa las travesuras. Estuvo conmigo por mucho rato y charlamos, me aconsejó hacer lo que ya tenía pensado, pedirle disculpas a mamá.

Después de que él se va, decido ir a buscar a mi mamá, se que está en su habitación, hace bastante rato la escuché entrar y desde entonces no ha salido más. Toqué suavemente la puerta con mis nudillos y ella me dió la aprobación para entrar, entré y ella estaba sentada en uno de los muebles del balcón, con su libreta de diseños en sus piernas y dibujando algo. Aún no se giraba para ver quién era, así que a pasos lentos me acerqué a ella, y apenas me vió a los ojos, me lancé a sus brazos llorando y pidiendo disculpas por todo lo que hice, por mi actitud despreocupada por la escuela, por como actué, por haberle faltado al respeto, y todo lo demás.

Cómo la hermosa y maravillosa madre que es, me recibió en sus brazos, hizo a un lado su libreta y me sentó en su regazo para abrazarme mejor y besar mi cabeza mientras sobaba mi cabello y espalda, tal y como lo hace desde que era niña.

Victoria: mamá, me perdonas? prometo que jamás volveré a actuar de esa manera.

Nathalia: con sus suaves dedos me seca las mejillas que están húmedas a causa de las lágrimas derramadas mientras me sonríe con dulzura - Claro que te perdono mi amor, eres mi hija, te amo demasiado, pero debes entender que todo lo que hago es por tu bien.

Victoria: Lo se mamá, se que es así, y no te preocupes que voy a cumplir cabalmente con mi castigo, también voy a inscribirme en la universidad apenas acaben las vacaciones.

Nathalia: con respecto a eso... Victoria, quiero que te quede bien claro que yo jamás te obligaré a estudiar algo que no te guste, ni mucho menos para complacerme a mí, el que seas mi hija no quiere decir que debas seguir los mismos pasos que yo, si no te interesa el diseño ni la pintura yo lo respeto, y aceptaré la carrera que tú quieras estudiar, ese es mi mayor deseo, que estudies algo que te guste, que te apasione, que te haga felíz.

Victoria: y te lo agradezco mamá, pero tú sabes muy bien lo que me gusta, lo que me hace feliz.

Nathalia: si, pero para dirigir una hacienda como ésta, no sólo deber saber dirigir a los empleados y conocer el trabajo de campo; tienes que aprender también sobre su administración, aspectos legales, procedimientos contables, negociación, y tener muchos otros conocimientos que no podrás adquirir en un lugar mejor que la universidad.

Victoria: asentí con la cabeza, ella tenía toda la razón y ahora yo la entendía - eres tan sabia mamá, tienes toda la razón, ahora mismo iré a seguir con mi investigación y definir de una vez que carrera me conviene más, gracias por perdonarme, te amo- le di un beso en la mejilla después de abrazarla fuerte y me fuí de vuelta a mi habitación.

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