...Sonia....

Hola soy Sonia Bustamante. Tengo 13 años y vivo en la ciudad de México.Yo he estado enamorada del mejor amigo de mi hermano durante mucho tiempo.

Está soy yo.

Creó que me enamoré de él desde la primera vez que lo ví. El es ocho años más grande que yo. Se llama Dante. Le gusta el fútbol, el tenis, el esgrima, en general todos los deportes. Pero esos son sus favoritos.

Su color favorito es el negro. Su auto favorito es un Lamborghini azul. Su cumpleaños es el 14 de abril. Se lo que estan pensando. Y claro que lo tengo muy bien estudiado.

Lo conozco de toda la vida. Su familia se dedica a construir hoteles. Mi padre es socio y arquitecto principal de la empresa. Nuestros padres son amigos desde la universidad y por eso creó que nosotros estamos destinados.

Pero yo soy un poquito cobarde. Nunca me atrevo a decirle nada. Y es que creó que el amor me pegó muy joven. Es decir apenas tengo 13. Además no tengo a mi madre para preguntarle sobre esas cosas. Ella murio tres años después de que yo naciera. Tuvo un accidente de auto. Mi padre no se volvió a casar. Sólo se dedicó a mi hermano y a mi.

Pero seguro que si ella estuviera me diría que esperara para confesar mis sentimientos. Estoy decidida a qué cuando cumpla 17 le diré a Dante lo que siento. A menos que mis sentimientos cambien. Aunque estoy segura de que sólo amaré a el en está vida.

— Sonia. SONIA. — Mi hermano me despertó de mis fantasías.

— ¿Qué pasa.?

— ¿En qué dimensión andabas.?

— En la dimensión dónde soy hija única y no tengo que aguantarte.

— Muy graciosa.

— ¿Qué desea su alteza?, ¿porqué me despertó tan temprano.?

— ¿Temprano? son las siente cuarenta.

— ¿7:40? ¿Porqué me despiertas hasta ahora.?, por tú culpa llegaré tarde. — Salté de la cama.

— ¿Mi culpa?, ¿es mu culpa que duermas cómo oso polar en invierno?

— No me molestes. Estaré lista en diez minutos.

— Perfecto. Te esperó abajo.

Me bañé es cinco minutos y me cambié en otros cinco. Bajé y entré al auto. Mi hermano me miró y sólo se rió.

— ¿Quieres dejar de burlarte de mi.?

— ¿Porqué no secaste tú cabello.?

— Porqué no me dió tiempo. Ahora conduce porqué no quiero llegar tarde.

— Le diré a papá que te contraté un chófer. No me gusta tener que desviarme para llevarte a la primaria..

— Es secundaria.

— ¿Enserio?, ¿he vivido engañado todo esté tiempo.?

— Deja de bromear. ¿Acaso parezco una niña.?

El me dió una mirada que decía. "¿Enserio quieres que te contesté eso.?"

— No me contestes. — Le dije leyendo su mente.

— Eres la única niña que sabe leer mi mente.— Es lógico, soy su hermana.

— Eres muy predecible.

— Las chicas de la universidad no piensan lo mismo.

— Entré más grandes más ...

— Sonia. — Odia que yo diga groserías. Lo entiendo, no es bueno que un dama de sociedad las diga.

— Más listas.

— ¿Seguro dirías eso.?

— Ajá. — Fingi inocencia.

Unos minutos después llegamos a mi secundaria. La ventaja es que no está muy lejos de casa. Son sólo quince minutos caminando y 7 en auto.

— Diviértete.

— Gracias. — Salí del auto. Varias compañeras me voltearon a ver. Siempre que llegó lo hacen. Están loquitas por mi hermano. Si supieran cómo hace sufrir a las chicas seguro que ni lo volteaba a ver.

— Hola Sony.

— Hola.

— ¿Me das el número de tu hermano.? — Una chica de tercero me lo pidió.

— Claro. — Se lo doy pero se que mi hermano la va bloquear en cuánto le mandé mensaje. No le gusta salir con niñitas.

— Gracias Sony.

— De nada. — Caminé a mi salón.

En el camino me topé con Jorge. El más odioso de la secundaria. Se siente la última Coca-Cola del desierto. Lo bueno es que no me gusta la Coca-Cola.

— Buenos días Sony. ¿No te alcanzo el dinero para la secadora? — Se rió de mi y sus amigos le siguieron el juego.

Yo lo ignoré y caminé a mi salón. La verdad no me molesta que me diga cosas. No soy la única a la qué molesta.

En la hora del recreo vino a molestarme de nuevo.

— ¿No tienes nada mejor que hacer? — Pregunté molesta.

— No.

— Busca alguien más a quien molestar. Ya me aburriste.

— No buscaré a nadie más. Me gusta molestarte a ti.

— ¿Porqué a mi? Nunca te he hecho nada.

— Precisamente por eso.

Me levanté y caminé para entrar al salón.

— ¿A dónde creés que vas? — Me tomó del brazo.

— Suéltame.

— No.

— Jorge. — Su novia le habló. — ¿Qué haces aquí?

— Nada. — Me soltó y yo escapé. Me fuí al salón. No salí hasta que fue el final del día. Mi hermano pasó por mi.

— ¿Qué tal la escuela?

— Igual que siempre.

Al día siguiente fue la misma dinámica. Y sí, mi vida es un poco aburrida. Todo se divide en escuela, casa, escuela casa. Antes me iba al parque, al club, o al cine con mi mejor amiga. Pero ella se mudo a Inglaterra y ahora no tengo con quién hacer locuras.

Mientras esperaba a mi hermano ví el auto de Dante.

(Foto de Dante Betancourt.)

Una sonrisa apareció en mi rostro. Si el vino significa que me llevarán a casa.

— Hola. — Lo saludé con una sonrisa.

— Hola princesita. — Me dió un beso en la mejilla. — Fabián no pudo venir y me pidió que te llevé a casa.

— Genial. — Entré al auto. Ahora sí deseaba que el camino a casa fuera más largo. Me gusta contemplar su belleza.

— ¿Qué tanto me vez? — No puedo evitarlo. Es normal que cuándo te guste alguien no puedas dejar de verlo.

— Eres muy guapo. — ¿Sonia cómo te atreviste a decirle eso?

— Gracias. Tú eres muy bonita.

¿Me considera bonita?, sólo espera a que cumpla 17. Seré aún más bonita. Y también podré ser tú novia.

— Sony quería pedirte un favor.

— Claro. Lo qué tú quieras. — Pídeme si quieres que no me equivoqué. Pídeme los días de cada semana. Pídeme el silencio que no me hace falta. Lo único que quiero es ser tu novia. Okay así no va la canción. Lo siento soy un poco cursi.

— Quería pedirte que ....

— ¿Qué? — ¿Qué sea tu novia? — Aceptó.

— ¿Cómo? — Yo y mis fantasías.

— Nada. Te pregunté que necesitas.

— Quiero que le digas a tú papá si puede revisar ésto. — Me dió un sobre amarillo.

— ¿Qué es ésto.?

— Es mi tesis. Yo admiró mucho a tu papá y me gustaría que la revisará. Pero no le digas que es mío.

— ¿Y qué debo decirle.?

— Qué es del primo de un amigo.

— Mi papá no es tonto.

— Pero tú eres muy inteligente y sabrás que decirle.

— Está bien.

— Gracias.

— Tendrás que invitarme un helado.

— Cuándo quieras.

— Genial. — Bajé del auto y fui a su ventana. — Nos vemos. — Le di un beso en la mejilla. El me dió uno también y eso fue suficiente para entrar a casa con una sonrisa de oreja a oreja.

— Adiós princesa. Por favor no olvides hacerme el favor.

— No te preocupes. Yo me encargo. — Espere hasta que se fuera y entre a casa. En la tarde le dí el sobre a mi padre.

— ¿Qué es?

— Un amigo de la escuela me lo dió. Es de su hermano. ¿Puedes revisarlo?

— ¿Quién me lo está pidiendo?

— La princesa de la casa. — Lo abracé y sonreí.

— Bueno. Si es la princesa de la casa supongo que no puedo negarme.

— Así es. No puedes. — El sonrió.

— Te quiero hija.

— Yo también papi. — Le dí un beso y subí a mi habitación. Tenía que ver fotos de Dante. Hacer la tarea. Ver Netflix, comer helado mientras veía fotos de Dante. Jejejeje. Mi vida si que es divertida.

Al día siguiente me levanté tarde de nuevo.

— Perezosa levantate ya. — Mi hermano me quitó la sabana del cuerpo.

— Déjame dormir un rato más.

— Son las 7:41.

— ¿Qué? ¿7:41?, no es posible. ¿Porqué es tan tarde. — Salté de la cama.

— Te esperó abajo.— Ese loco cada día me despierta más tarde. ¿O será que mi sueño es más pesado con el paso de los días? Eso no importa. Me arreglé rapidísimo y baje. — Perezosa, ¿un día vas a cambiar?

— Tal vez.

— Tú esposo será muy desdichado.

— No más que tú esposa.

— Mi esposa será la mujer más afortunada de la tierra.

— Si claro.

Le hice un gesto burlón. Los minutos pasaron muy rápido y yo llegué a la escuela.

— Adiós perezosa.

— Adiós.

Entré al salón. Iba con el cabello mojado. De nuevo.

— ¿Otra vez se te olvidó la secadora.? — El molestó de Gorge me estaba fastidiando. Decidí hacer lo que siempre hago. Ignorarlo.

...***...

Sonia se va a su salón y los amigos de Gorge le preguntan hasta cuándo la seguirá molestando.

— Eso depende de mi. No sé metan. — Contesta Jorge enojado.

— Amigo, ya déjala en paz. Ella siempre te ignora.

— Y eso me molesta todavía más.

— No me digas que te gusta Sonia.

— ¿Gustarme?, ¿la chica que todos los días llega con el cabello mojado? Parece que tú cerebro dejó de funcionar correctamente.

— Ya no digo nada.

Los días pasan y la vida de Sonia sigue con la misma dinámica. "ABURRIDA".

...Meses después....

Es la graduación de su hermano Fabián. Ella está muy emocionada buscando un lindo atuendo.

— ¿Porqué te esfuerzas tanto?, uses lo que uses siempre serás igual de fea. — Sonia le enseña la lengua.— Aparte de fea enojona y mal educada.

— Si yo soy fea tú también eres feo. Todo el mundo dice que nos parecemos.

— Nunca vas a conseguir esposo con esa actitud. Además tu y yo no nos parecemos. La gente dice eso para no hacerte sentir mal.

— Yo creó lo contrario. — Sonríe sin ganas.

— ¿Porqué te gusta tanto pelear con ella?

...Sonia....

Mi príncipe azul llegó a mi rescaté. El siempre me defiende de Fabián.

— Es mi hermanita. ¿Si no la molestó yo quién?

— Jorge. — Murmure en voz baja.

— ¿Quién es Jorge? — Parece que mi hermanito me escuchó

— ¿Yo dije Jorge.?, seguro que escuchaste mal.

— Estoy seguro de lo que escuché. Dime quién es el. — Actuaba cómo un hermano celoso.

— No es nadie. Yo sólo estaba viendo la marca de esa camisa.

— ¿Qué camisa?

— Me probaré esté vestido. — Entré al probador. No le diré a el sobre ese chico. Digo no es grave. Sólo un niño al que le hace falta atención. — ¿Cómo se me ve?

— Cómo si fueras a tú graduación del kinder. — ¿Cómo puede decirme eso? Me acerque y lo miré.

— Por milésima vez. ¡Voy a la secundaria.! — Grité un poco enojada. No me gusta que me haga parecer una niña delate de mi futuro novio.

— Lo que digas. Con ese cuerpo que tienes pareces un bebé.

— No lo soy.

— Claro que lo eres. — Me levantó en sus brazos. — Eres igual de ligera que una pluma. Mira estos huesitos.

— Fabián bájame.

— Fabián dejá de molestarla. — Dijo Dante y mi hermano me puso sobre el piso.

— Ojalá fueras adoptado. Así podría echarte de casa.

— En el fondo me adoras.

— Si. Muy, muy, muy, pero muy en el fondo.

— Niños dejen de pelear. — Dijo Dante nuevamente.

— ¿A quién llamas niño?, soy más alto que tú.

— Podrás ser más alto pero también eres más inmaduro.

Dante, Fabián y yo reíamos. Era tan lindo ver a mi futuro novio y a mi hermano consentido riéndose así.

Se lo que dirás. No tienes otro hermano para que el sea tu consentido. Pero si lo tuviera seguro que Fabián seguiría siendo mi preferido. A pesar de todo, nos queremos mucho.

...Un año después....

Mi vida seguía igual de perfecta y aburrida. Al menos eso pensaba yo. Pero el día que anunciaron el nombramiento de Dante cómo CEO de la empresa descubrí dos cosas.

1: Tiene novia.

2: Es la primera chica a la qué toma enserio.

Y sabía esto porqué casualmente. Y enserio casualmente, a veces escuchó las pláticas de el y mi hermano.

La mayoría de ellas son sobre chicas con las que salen. En ninguna mencionó amor. De verdad que en ninguna. La palabra que definía a sus conquistas era "diversión." y sólo "diversión."

Lo peor de todo es que la novia de mi futuro novio es:

Sandra Sevilla.

Una de las modelos más famosas de México. Y claro que lo primero que hice fue buscar sus defectos. Es modelo seguro que ni tiene cerebro. Pues resulta que la muy nerd ganó un concurso de matemáticas. Yo también he ganado concursos. No me lleva la delantera.

Busqué más cosas en su expediente. Seguro que es una pobretona que está con el por interés. Pues resultó que la muy... Señorita tiene un papá y mamá millonarios.

Inteligente, bonita, rica. Seguro que es el tipo de chica que no se atreve a tomarse una foto sin maquillaje.

A pues sorpresa. La hija de su... Mamá se toma fotos con el rostro desnudo y aún así se ve hermosa.

No encontrando defectos en la tipa decidí esperar a que mi futuro novio se aburriera de ella. Seguro que no la amara toda la vida pensé.