Aily Calista, una hermosa chica de 19 años con largo cabello liso que llegaba hasta su cintura, se cubría la cara con las manos. Había estado tratando de contener sus lágrimas incontrolables.

La belleza y la riqueza no garantizaban la felicidad de la joven, ya que el dinero no podía cambiar todo lo que le había sucedido.

Aily se limpió bruscamente las lágrimas que humedecían su cara suave. Su rostro blanco se había enrojecido en sus mejillas y en la nariz distintiva. El lunar en la esquina inferior de su ojo derecho añadía a su belleza.

"¡Esto no puede permitirse! ¡Tengo que idear algo para que mi herencia no caiga en manos de la abuela bruja y la madrastra malvada!" exclamó Aily frustrada.

Como si olvidara las malas noticias que había recibido, la chica comenzó a buscar entusiasmada ideas para que toda la riqueza dejada por su madre biológica pudiera caer en sus manos.

"Solo tengo un año, ¡tengo que encontrar una forma!" Con pánico en su rostro, continuó caminando de un lado a otro, pensando en ideas.

Hace media hora, Aily acababa de salir del consultorio del médico y ahora estaba sentada en el café en la planta baja del edificio del hospital. Ya no tenía tiempo para pensar en las malas noticias sobre el tumor en su cerebro. Lo que temía en ese momento era la herencia de su madre biológica.

Aily no podía soportar la idea de que toda la fortuna de su padre y madre cayera en manos de su hermanastra si ella muriera. Inconscientemente, Aily dejó caer lágrimas nuevamente, a pesar de sus intentos por mantenerse fuerte. La realidad de su tiempo limitado en este mundo volvía a desgarrarle el corazón.

"¡No! No puedes llorar, Aily. Podrás encontrarte con tu madre allí". Aily trató de calmarse. Su rostro se puso aún más hinchado cuando inspiró profundamente y exhaló lentamente. "No te estreses demasiado, ¡de lo contrario, la madrastra malvada estará feliz de verme morir antes!" dijo en voz alta, recuperando su entusiasmo.

Aily guardó el papel que indicaba el diagnóstico de su tumor cerebral en su pequeño bolso. Justo cuando estaba a punto de irse, escuchó débilmente a alguien hablando junto a su mesa.

"Eso es imposible. Incluso si su padre muere, su riqueza no será tomada por la suegra. Aún quedan hijos de su matrimonio", decía una de las mujeres chismosas sobre su pariente.

Aily volvió a sentarse y tomó un sorbo de su bebida, aparentemente curiosa por el tema que estaba siendo discutido por la persona al lado de ella.

"Hijos..." murmuró Aily suavemente, acomodándose el cabello detrás de la oreja para agudizar su audición.

Pero debido a que la cabeza de Aily estaba demasiado cerca de las dos personas, ellas miraron sospechosamente en su dirección. Aily las miró cuando dejaron de hablar. "Entonces, ¿qué sucedió?" preguntó Aily, mirándolas fijamente. "Continúen su historia", solicitó nuevamente, ya que estaba muy curiosa por la continuación de la historia.

Las dos personas se levantaron inmediatamente y se susurraron acusándola de tener problemas mentales. Aily se enfadó porque no escuchó el resto de la historia y fue acusada de algo que no era.

Aily se levantó. "¡Eh, se equivocan! ¡Tengo un tumor, no una enfermedad mental!" gritó Aily, señalando a las dos personas, lo que causó que todos los clientes del café miraran en su dirección.

"Hmm, y yo estaba curiosa por saber qué pasó después", se encontró a sí misma aterrizando nuevamente en la silla de la cafetería dentro del hospital, ignorando a la gente a su alrededor que pensaba que era extraña.

"Hijos. Esa es una buena idea. Tengo que tener un hijo para que sea mi heredero, recibirá todos mis derechos", parecía entusiasmada de nuevo con la nueva idea que acababa de surgir.

Aily mordió su labio inferior suavemente mientras pensaba, "No puedo simplemente plantar semillas al azar en mi útero", pensó mientras sacaba un lápiz y un pequeño cuaderno de su bolso.

Aily miró a varias celebridades en la columna de búsqueda de su teléfono. "¿A quién debería elegir? Este famoso tuvo un escándalo", murmuró Aily, mirando al apuesto hombre en su teléfono.

Aily entonces comenzó a escribir y registrar en su lista a su primera elección. "Wow, este Robert es guapo", Aily escribió de inmediato el nombre de Robert en su libro para convertirlo en su primer objetivo, "pero él está actualmente en el extranjero filmando por el próximo año, estaré muerta si espero por él", Aily se recostó con una expresión de decepción en su rostro.

Su entusiasmo comenzó a disminuir al no encontrar al hombre adecuado para engendrar un renacuajo en su vientre. Aily podría pedir ayuda a su padre para conseguir al hombre que quería, pero era seguro que él no aprobaría si su objetivo era implantar semillas.

De repente, en el vestíbulo se escuchaban los gritos de las chicas y algunos periodistas que se agrupaban alrededor de alguien que acababa de salir de un coche de lujo, lo que despertó la curiosidad de Aily acerca del ambiente en ese lugar.

Rápidamente, Aily se acercó a la multitud para ver quién era el hombre que hizo que todos los periodistas se enfocaran en él. Aily se abrió camino entre la multitud y se paró justo en medio de los periodistas.

Aily observó al hombre con un traje impecable, con una postura corporal como la de un fisicoculturista, con mandíbula afilada, nariz puntiaguda y mirada penetrante cuando el hombre se quitó las gafas de sol, "¡Perfecto!" gritó, pero nadie escuchó el grito de Aily ya que había mucho ruido allí.

"Tú te convertirás en mi objetivo principal, señor, tengo que robar tus semillas", murmuró Aily de inmediato. Aily sonrió, irradiando confianza y un entusiasmo significativamente incrementado en comparación a antes.

Cuando el hombre entró, Aily se sintió apretada por las personas que se abrían paso para quedarse en medio de la multitud, lo que hizo que Aily fuera lanzada al suelo detrás de la multitud.

"¡Son groseros!" gritó Aily a las personas que la ignoraron. "¿No saben quién soy?" murmuró para sí misma mientras se sentaba en el suelo.

"¿Qué haces sentada aquí, Aily?" de repente hizo que Aily mirara hacia la fuente de la voz, rápidamente corrió hacia Aily.

"¡Eria!" exclamó Aily con una gran sonrisa en su rostro mientras miraba a su amiga, Eria abrazó a Aily y la levantó para que se pusiera de pie de nuevo. "¿Qué haces aquí?" preguntó Eria, mostrándose muy preocupada por Aily.

"No estoy lastimada, Eria", dijo Aily mientras veía a Eria examinando su cuerpo. "¿Qué haces aquí?" preguntó Aily porque no recordaba haberle informado a su única amiga que estaba en el hospital.

"Mi hermano está siendo tratado aquí", dijo Eria. "¿Te vas a ir enseguida?" preguntó de nuevo, ya que todavía quería charlar con su amiga a la que no había visto en una semana.

"¿Qué pasa? ¿Me extrañas?" bromeó Aily con su amiga. "Ve a ver a tu hermano primero, te esperaré allí", Aily señaló el lugar donde había estado sentada antes.

"Espera un minuto, vuelvo enseguida", dijo Eria, luego besó la frente de Aily y la dejó. Luego Aily pidió otra bebida y esperó en el mismo lugar donde había estado sentada antes.

*

Un hombre vestido con un traje negro, que era guardaespaldas, abrió la puerta para su maestro, los pasos del hombre hicieron que todos dentro se giraran hacia él.

El ambiente, que antes era bullicioso, se volvió rápidamente silencioso por un momento cuando el hombre al que habían estado esperando finalmente llegó.

"Oh, madre mía, me duele la cabeza", se quejó el anciano que estaba sentado en la cama del paciente en la habitación muy importante, haciendo muecas de dolor después de que un hombre apuesto que era conocido como su nieto entrara a su habitación del hospital.

"¿Estás bien, Papi?" dijo una mujer de mediana edad, muy preocupada por la salud de su suegro.

El hombre apuesto que acaba de llegar solo sonrió cínicamente ante la actuación de su abuelo, se apoyó en el armario, cruzando las manos frente a su pecho.

"¿Por qué apenas vienes ahora, tu abuelo está gravemente enfermo, Rion!" dijo un hombre de mediana edad que lo había traído a este mundo.

Asterion Estevan, un apuesto hombre de 27 años, solo miraba con frialdad a su padre, Albert Estevan. Asterion, o a menudo llamado Rion, estaba cansado de ver siempre el drama familiar de fingir enfermedades solo para obtener lo que querían de él.

"Entonces, ¿cuánto tiempo más le queda de vida al abuelo?" preguntó Rion sin filtrar sus palabras.

"¡Nieto irrespetuoso!" El abuelo, cuyo nombre real era Asli Estevan, de inmediato le lanzó una almohada a Rion, quien le había faltado al respeto. Rion esquivó rápidamente la almohada. Luego miró sarcásticamente a su abuelo, quien siempre le daba dolor de cabeza.

"¡Rion! ¡No deberías hablar así con el abuelo Van!" regañó Meria, el comportamiento de su hijo mayor la hacía sentir muy avergonzada de su suegro.

"Pero, ¿no fue hace un año cuando el médico dijo que el abuelo solo podría vivir tres meses?" preguntó Rion, tratando de sacar a relucir su mentira de hace un año. "El abuelo tiene suerte de estar aún vivo ahora", continuó.

Rion hablaba así por una razón, porque el abuelo Van siempre fingía estar enfermo cuando quería arreglar un matrimonio para su nieto con una mujer de su elección.

Por ejemplo, hace un año fingió que su vida no duraría mucho para que Rion cumpliera su deseo de casarse pronto.

Brak

El sonido de la puerta que era empujada con mucha fuerza por una joven con gafas y el pelo trenzado corriendo hacia su abuelo con una mirada preocupada en su rostro.

"¿Abuelo... estás bien, abuelo?" gritó Eria mientras entraba a la habitación de su abuelo y lo abrazaba de inmediato.

El abuelo Van se rió suavemente, solo Eria se preocupaba por él. "Estoy bien, querida. Solo me dio un tirón en el corazón", dijo el abuelo a Eria mientras acariciaba la cabeza de su nieta.

"¿No le dolía la cabeza antes?" preguntó un hombre apuesto que estaba sentado en el sofá, mirando con desprecio a su abuelo.

Inmediatamente se encontró con una mirada despectiva de una mujer de mediana edad que aún lucía hermosa y joven. La mujer era Meria, la madre biológica de Rion y Eria.

"¿Es cierto? ¿La cabeza del abuelo también le duele?" preguntó Eria con gran preocupación.

"El abuelo se siente mejor ahora, Eria. Por favor, no hagas que vuelva a tener dolor de cabeza", suplicó Meria a su hija.

Todos miraron de inmediato a Rion, quien estaba a punto de levantarse y alejarse. "Ya es suficiente, tengo que irme a una reunión", dijo mientras miraba el lujoso reloj en su muñeca.

"Espera, Rion, el abuelo quiere hablar contigo un momento", el abuelo Van miró a Rion severamente. No quería que sus esfuerzos esta vez fracasaran de nuevo. Después de cancelar una cita con una mujer que había elegido para ser su pareja, hace un mes.

"¿Qué ocurre? No tengo mucho tiempo", dijo Rion con expresión inexpresiva.

Estevan estaba muy molesto con la actitud estoica de su nieto. Si no fuera porque Rion era su primer nieto, habría elegido otro nieto para casarse y tener descendencia. Desafortunadamente, los otros nietos aún no tenían 20 años.

Ya le gustara o no, el abuelo tenía que ser paciente y esforzarse más para persuadir a Rion a casarse pronto. Estaba muy preocupado porque Rion nunca había mostrado ningún interés en una mujer, lo que lo llevaba a cuestionar la verdadera identidad de Rion.

"¡Quiero que te cases con la mujer que el abuelo elija!" dijo seriamente el abuelo Van, mirando fijamente a Rion, "¡Y no habrá rechazo! ¡Esta es la última vez que el abuelo te pide algo!" dijo sinceramente, mirando fijamente a su nieto con determinación.

Rion miró fijamente a su abuelo, sabiendo ya que esto era solo otra de sus artimañas, fingiendo estar enfermo solo para hacer que cumpliera sus deseos.

"¡Molesto!" exclamó, luego salió de la habitación.

Un hombre siguió los pasos mágicos que había estado esperando a Rion afuera de la habitación.

"¿Cuál es mi horario ahora?" Rion preguntó sin voltear a ver al Secretario Lee, quien estaba detrás de él.

Leandro, comúnmente conocido como Secretario Lee, inmediatamente miró el horario en el iPad que estaba sosteniendo y leyó todas las citas retrasadas debido a las acciones del Sr. Estevan.

"Tienes que encontrarte con el Sr. David. Ha estado esperándote durante una hora", dijo el Secretario Lee, continuando a caminar sin mirar a Rion.

"Y después de eso, hay una reunión en el restaurante Mandarin con el Sr. Bayu para discutir un proyecto en Bandung", el Secretario Lee frunció el ceño cuando notó una cita que no había recibido la aprobación de su jefe. "Una cosa más, el Sr. Mark pidió encontrarse contigo. ¿Qué debo decirle?" preguntó.

"Señor?" el Secretario Lee preguntó nuevamente, levantando su rostro para mirar a Rion frente a él. Miró alrededor, dándose cuenta de que Rion ya no estaba allí.

"Oh Dios mío, ¿con quién estaba hablando antes?" murmuró, intentando recordar si de verdad había estado hablando con Rion.

Lee estaba muy confundido, preguntándose a dónde había ido su jefe, ya que ni siquiera se había dado cuenta de su partida. Lee rápidamente contactó a los guardaespaldas que estaban custodiando el vestíbulo.

Mientras tanto, el hombre que el Secretario Lee había estado buscando estaba atrapado contra una pared por una chica joven que parecía aparecer de la nada. De repente, ella lo atrajo hacia las escaleras de emergencia.

Rion miró en blanco a la chica que sonreía dulcemente. "¿Quién eres?" preguntó Rion, pensando que la persona que había jalado su brazo era un enemigo potencial que podría hacerle daño, pero en realidad, era solo una chica ordinaria.

Rion intentó liberarse del agarre de la linda chica que apenas llegaba a su hombro.

"¡Detente!" Aily exclamó, sosteniéndolo contra la pared con su brazo. "¡Debes dormir conmigo, señor!" dijo Aily sin dudarlo.

Rion frunció el ceño, pensando que la chica frente a él estaba loca, ya que sin importar cuántas mujeres le gustaran, ninguna se atrevía a pedirle abiertamente que durmiera con ellas de esta manera.

La mayoría de ellas solo fingían ser amables para obtener lo que querían de un Asterion Estevan.

No...

"Ay!" se quejó de dolor cuando el hombre a quien había invitado a dormir con él lo pateó. "¿Qué estás haciendo?" Aily exclamó.

"¡Desaparece, mocosa!" Rion exclamó, su mirada afilada hizo que Aily tragara saliva. Rion agarró el cuello de la camisa de Aily como un gatito y la alejó de él.

"¡Ah, déjame ir!" gritó Aily, "¡Prometo pagarte siempre y cuando duermas conmigo!" Aily gritó, forcejeando.

Rion se acercó, mirando fijamente a Aily. "Oye, ¡chica! ¿Crees que necesito dinero?" gritó. "¿Cómo te atreves a intentar... Mmmpphh..." Aily besó inmediatamente al hombre frente a ella con fuerza, envolviendo sus brazos alrededor del cuello de Rion tan apretadamente que él no podía apartar la cabeza.

"Cra... Mmpp..." Aily continuó besando los labios delgados de Rion, haciéndolo imposible para él hablar.

El Secretario Lee, quien había estado buscando a Rion por todas partes, finalmente encontró a su jefe y se sorprendió por la escena sorprendente. Aily estaba abrazando a su jefe y envolviendo sus piernas alrededor del cuerpo de Rion mientras él trataba de liberarse de su agarre.

Rion movió su cuerpo de un lado a otro en un intento de deshacerse de la tonta chica, pero su agarre solo se hizo más fuerte. Aily mordió el labio inferior de Rion, haciéndolo gritar y abrir la boca.

Sin detener su entusiasmo, Aily inmediatamente introdujo su lengua y jugó dentro de su boca. Aily estaba disfrutando completamente de su primer beso, mientras Rion intentaba resistirse.

Rion miró fijamente, buscando ayuda del Secretario Lee, quien permanecía inmóvil, mirándolo con una expresión sorprendida en su rostro. "¡Vengan aquí, señor!" gritó a varios guardaespaldas que lo estaban buscando en los alrededores.

Rápidamente, los cuatro guardaespaldas ayudaron a Rion a apartar a la chica, cuyos orígenes eran desconocidos, de su cuerpo. "¡Suéltame, no me jales, maldito!" gritó y forcejeó Aily.

Rion limpió bruscamente sus labios que habían sido besados con fuerza por Aily mientras la miraba fijamente. "¡Tú!" Rion exclamó, "¿Cómo dejaste escapar a LEANDRO!", el hombre espetó, girándose para atacar a su secretario.

Increíblemente, Lee no se dio cuenta cuando este niño lo jaló. "¿Ya no quieres trabajar conmigo, Lee?" preguntó Rion, mirando fijamente a Leandro.

"Espera, ¿por qué soy yo el que está siendo regañado?" Lee se sorprendió, dándose cuenta de que era él quien estaba siendo regañado por su empleador y, en cambio, apartó la mirada de la chica.

"¡Silencio!" Rion gritó, quien había estado soportando en silencio la vergüenza, ya sea porque lo habían besado a la fuerza o porque había sido secuestrado por este niño; la culpa estaba claramente en Leandro.

"Cuiden a este niño y enséñenle una lección", gritó Rion, luego se dio la vuelta para irse.

Aily, quien miraba a Rion con expresión molesta y con ambas manos sujetas por sus guardaespaldas, no quería perder la oportunidad de nuevo.

"¡Espera, solo quiero dormir contigo! ¡¿Por qué lo rechazas, señor?!" Aily gritó, tratando de liberarse de su agarre.

Las palabras que salieron de la boca de la niña hicieron que Rion se detuviera en seco, y el Secretario Lee quedó asombrado al escuchar la audaz declaración de Aily.

"¿Cómo puede haber una chica que pide audazmente dormir con el señor Rion sin el menor ápice de vergüenza?" murmuró el Secretario Lee para sí mismo.

Inmediatamente, el Secretario Lee contuvo la risa. Sin embargo, sin importar cuán impuro ya fuera el hombre, acababa de experimentar su primer beso, aunque fuera forzado, y se podría decir que estaba humillado.