Elise, hija del archiduque y esposa del emperador del Imperio Drunia, estaba enamorada de él, obligando a su padre a permitirles casarse y logrando su objetivo. Pero, para su mala suerte, a él no le agrada en absoluto la chica con la que fue obligado a casarse, ignorándo la por completo después de la boda. Ni siquiera se presentó en su noche de bodas, lo cual devastó a la chica que solo quería ser amada por él. Ella empezó a hacer disturbios para poder ser notada por su esposo, pero nada funcionó.

Mientras tanto, su esposo Cassian, en una tarde de inspección del imperio, conoció a una joven hija de un barón. Él quedó inmediatamente embobado por la chica, prometiendo que volvería por ella. Durante meses, el emperador viajó para poder verla, cosa que no pasó por alto en la sociedad aristocrática, quienes empezaron a crear rumores sobre la nueva amante del emperador. Estos rumores llegaron a los oídos de Elise, quien no se quedó quieta e investigó quién era la susodicha. Al enterarse de que era la hija de un barón.

fue ella misma a hablar con el barón, entregándole una gran cantidad de dinero para que su hija no siguiera viendo al emperador, El barón, quien era un hombre avaricioso, aceptó sin más y encerró a su propia hija en un ático. Cuando Cassian se enteró, fue donde Elise y la amenazó, exigiéndole la ubicación de la joven. Pero Elise no sabía dónde estaba y, aunque lo supiera, no se lo habría dado al emperador. Al ver la negativa de su esposa, Cassian la tomó de sus cabellos y la arrastró por todo el palacio frente a la mirada de todos sus sirvientes. Torturó a Elise para que le dijera el paradero de la chica a la que tanto amaba, pero nada funcionó.

Elise juraba que no sabía dónde se encontraba la joven, pero eso no detuvo la furia de Cassian, quien terminó mantándola. Después, fue a la mansión del barón y causó una masacre en el lugar. Cuando finalmente se encontró con el barón, este finalmente le dio la ubicación de la chica. Cassian corrió en busca del lugar y rescató a la joven, pidiéndole que se casara con él. Entre lágrimas, ella aceptó, pero antes de irse del lugar, una flecha fue en dirección de la joven, matándola al instante.

Quien mandó a matar a la joven fue el archiduque, quien se encontraba desconsolado por la pérdida de su hija. Juró quitarle lo que más amaba, así como el emperador lo hizo al enterarse de quién estaba detrás de la muerte de su amada. En un acto de justicia, el emperador mandó al archiduque a la guillotina. Y así, este es el trágico final de la novela.

Lis, desesperada por ver arruinado el final de su novela, era una joven escritora con gran éxito y se disponía a lanzar su próximo libro. Sin embargo, en un intento de borrar todo lo que había escrito, sin darse cuenta, publicó el borrador con el horrible final. Recibió críticas negativas y se lamentaba por no poder explicarse.

Con mucha frustración, Lis salió de un café con su portátil en el bolso. Al cruzar la calle, distraída y angustiada, no logró ver el carro que se acercaba rápidamente hacia ella y fue atropellada. Lamentablemente, esta fue la triste forma en que terminó su vida.

---------------nota del autor---------------

Esta es mi primera novela y espero contar con mucho apoyo de su parte. Agradezco de antemano su apoyo y comentarios 😘.

¡Hola a todos! Soy Luna y estoy escribiendo desde el presente para informarles que este capítulo ha sido oficialmente corregido

Lis despertó confundida al mirar a su alrededor. Se dio cuenta de que no se encontraba en el hospital, sino en una habitación algo antigua pero elegante. Un fuerte olor a medicamentos llenaba el aire. Mientras intentaba comprender su situación, una mujer vestida como una sirvienta entró en la habitación.

- Su majestad, por fin ha despertado -dijo la mujer, interrumpiendo los pensamientos de Lis.

Lis estaba confundida ante las palabras de la chica, pero decidió dejarla seguir hablando para averiguar qué estaba sucediendo.

- Su majestad, todos estábamos muy preocupados. Me alegra que haya despertado -dijo la mujer, mostrando una expresión de alivio.

- Tú... ¿quién eres? ¿Dónde estoy? Esto no es un hospital. Podrías decirme, mi hermano debe estar preocupado. No le he contestado las llamadas -preguntó Lis, con una mezcla de confusión y preocupación.

- Su majestad, no sé de qué habla. Usted no tiene hermanos y acaba de despertar, debe estar confundida -respondió la mujer, tratando de calmarla.

Lis no entendía nada. Lo último que recordaba era el dolor de ser arrollada y, al recordarlo, su piel se erizaba solo de pensarlo. La situación en la que se encontraba era más extraña de lo que podía imaginar.

- Su majestad, no me recuerda. Soy Mel, su doncella personal -dijo la mujer.

- Doncella personal? -repitió Lis, sin poder procesar la información.

Ella estaba tan confundida que, por primera vez, se tocó el rostro y luego su cabello. Se dio cuenta de que su cabello era más largo y su rostro se sentía diferente. De inmediato corrió hacia el espejo más cercano y lo que vio la dejó pálida.

- ¿Qué me ha pasado? -exclamó, alarmada, dirigiéndose a la doncella.

- Su majestad, cálmese. Iré a buscar al médico -dijo la doncella, saliendo de la habitación.

Mientras eso sucedía, los recuerdos de otra persona comenzaron a surgir en su mente. Se dio cuenta de que estaba en el cuerpo de Elise, la villana de su última novela. Al parecer, se encontraba en el día de su boda, lo que significaba que aún no había hecho nada estúpido. La situación se volvía cada vez más desconcertante para Lis.

En ese momento, el doctor ingresó detrás de su doncella y revisó a Lis sin notar nada extraño.

- Quizás solo está cansada, su majestad. No debe esperar más al emperador, él no va a venir. Mejor acuéstese -aconsejó el doctor.

Ella asintió y le pidió que se retirara. Era la noche de bodas y él ni siquiera se dignaba a aparecer, pensó Elise mientras se sentaba en el borde de la cama. Intentaba asimilarlo todo, pero el sonido de la puerta abriéndose la hizo volver en sí.

En la puerta, estaba él, el emperador Cassian, lo cual sorprendió a Elise, ya que se suponía que él no aparecería en su habitación esa noche.

- Saludos, su majestad el emperador -dice haciendo una reverencia.

Él solo la observa sin decir nada mientras se va acercando lentamente a ella.

- ¿Qué crees que haces? -dice mientras se va alejando de él.

- Esto no es lo que querías. Que viniera, pues ahora estoy aquí -dice mientras la acorrala en la pared para luego besarla, un acto que sorprendió a Elise. Pero después de un momento, correspondió al beso. Ella aún no entendía lo que pasaba, pero se dejó llevar por el momento.

Luego se da cuenta de lo que está haciendo y lo aparta.

- ¿Qué crees que haces? -pregunta enojada la mujer,el sorprendido porque pensaba que ella la iba a seguir, ya que siempre quiere estar tras él como una garrapata.

Cassian siempre había sido acosado por Elise. Cuando el padre de Elise le pidió que se comprometiera con su hija, no le sorprendió, ya que ella siempre andaba tras él.

Pero hoy actuó un poco extraño. No esperaba que ella enfermara después de la boda, así que fue a su habitación para ver si lo que había escuchado era cierto. Pero cuando entró, ella solo lo saludó cortésmente, sin ni siquiera llamarlo por ese estúpido apodo que ella le había puesto. Pero de igual manera, él lo agradeció, ya que da mucha pena ajena eso.

- ¿No dijiste que enfermaste solo para que viniera a verte? -pregunta él sorprendido.

- Yo jamás mandé a llamar a su majestad -responde ella con seriedad Eso no lo esperaba el.

---------------nota del autor---------------

Elise tipo: por lo menos invítame a salir primero

Este capítulo ya está corregido.

Miro enojada al emperador, quien se atreve a calumniar la, Pero luego recuerda que este no es su cuerpo, sino el de la villana de la novela trágica que ella ha escrito.

Elise se maldice en silencio, lamentando no haber reencarnado en ninguna otra de las novelas que ella ha creado. Pero parece que ha tenido la mala suerte de terminar como la villana en la última entrega.

- Como le dije, su majestad, yo nunca fingí estar enferma para llamar su atención -responde Elise con firmeza-. Si le han comentado que estoy enferma, es porque es cierto. Después de la boda, empecé a sentirme mal.

Cassian se queda mirando a Elise con asombro, ya que nunca la había visto hablarle con tanta seriedad. Siempre parecía buscar cualquier oportunidad para llamar su atención, pero parece que esta vez se ha equivocado.

- Bueno, ya que estoy aquí, no me queda otra opción que quedarme -dice Cassian con una sonrisa picarona, lo cual molesta aún más a Elise.

- ¿Quién te dijo que podías quedarte? ¡Vete, chu chu! -exclama Elise con desprecio, tratando desesperadamente de echarlo, pero sin éxito.

Cassian no puede evitar soltar una carcajada al ver el desesperado intento de Elise por echarlo. Nunca hubiera imaginado que ella, siendo una garrapata en su vida, sería capaz de intentar echarlo de esa manera.

(Interesante) A Cassian le resulta intrigante el repentino cambio de actitud de Elise, pero no se siente molesto.

- Jajaja, eres muy graciosa -dice acercándose a ella y luego tomando su pequeña cintura.

- ¿Qué intentas hacer? -pregunta Elise nerviosa.

Cassian la lleva hacia la gigantesca cama y la deja caer sobre ella.

- Voy a cumplir con mi deber de esposo en nuestra noche de bodas -susurra cerca de su oído, haciendo que a Elise se le erice la piel.

Susurra cerca de su oído, haciendo que a Elise se le erice la piel.

- No es necesario -responde Elise nerviosa.

Cassian no la deja seguir hablando y la besa desesperadamente. Ella intenta separarlo hasta que lo logra.

- ¿Qué te pasa? -grita enojada, cosa que no esperaba de Cassian.

- Pensé que te gustaba... -Cassian Entre cierra los ojos y ella solo desvía la mirada.

- Ahora no quiero descansar -dice Elise, dándole la espalda.

Él solo se ríe, corriendo su cabello hacia atrás.

- Entonces te espero mañana -dice Cassian, robándole un beso en los labios y luego sale de la habitación.

(Esta situación es tan frustrante, ¿quién se cree él? Esto no debería estar sucediendo, agh…) piensa Elise.

Elise se recuesta en la cama, tratando de tranquilizarse. Siente una mezcla de tristeza y resignación al darse cuenta de que no puede cambiar su destino en esta vida. Empieza a idear un plan para hacer que su presencia pase desapercibida cuando la verdadera protagonista de esta historia aparezca en la vida de Cassian. Decidida, piensa en pedirle el divorcio y alejarse lo más lejos posible de todo esto.

Finalmente, agotada de tanto pensar, Elise se queda dormida en aquella cama gigantesca, deseando que todo sea solo una horrible pesadilla. Pero en el fondo, sabe que no es así.

...........

Cassian observó a Elise con preocupación desde la boda. Notaba que su actitud era diferente, distante. Intentó provocarla, buscando una reacción, esperando que mostrara de nuevo su verdadero yo. Pero no fue como esperaba. En lugar de responder a sus provocaciones, Elise simplemente lo apartó y ni siquiera lo miró. Cassian se sintió ofendido por esta indiferencia, pero trató de justificarlo pensando que tal vez ella estaba jugando a hacerse la difícil. Decidió no molestarla más y dejar que fuera ella quien tomara la iniciativa.

---------------nota del autor---------------

Elise pensado en divorcio inmediatamente cassian:como que no se va poder mija.

Capítulo corregido