"Romance en el reino" es la típica novela romántica, donde la protagonista se ve obligada a comprometerse con el Villano Credric Ivanov, emperador de la oscuridad, un hombre mitad demonio, que gobernaba la isla Erty, un continente completo donde habitaban todo tipo de seres demoniacos y el rey de Asd quería lograr la paz entre ambos países, así que Cedric pidió una sola cosa, una mujer humana cuya familia fuese influyente y que esta tuviese el aura mágica más fuerte, para que pudiera dar a luz a su descendencia, el rey acepto y la elegida fue Valery Brown, hija del segundo Duque más influyente de Asd, lo que vino bien para dicho Duque, pues cuando pudo pacto con Cedric, que cuando se casará con Valery, el emperador le daría una fórmula que haría a sus soldados invencibles, para así conquistar Asd, si, el padre de la protagonista, era un segundo villano. Pero antes de que Valery fuese enviada a Erty, se organiza una fiesta de cumpleaños del príncipe de Asd, ahí es donde Valery y el príncipe se conocen, fue amor a primera vista, y no les importo que el príncipe ya estuviese comprometido, ellos querían estar juntos, porque su amor era puro, así que Valery debe lidiar contra su ambicioso padre para romper su compromiso con el villano, finalmente logran que así sea, pero Cedric furioso de que no hayan enviado a su prometida, exige le entreguen a la chica, pero el rey logra interceder y ofrece a otra chica, esta era Elise Castelli, la ex amiga de Valery y la que un día fue la prometida del príncipe, ella también poseía un aura mágica fuerte, Cedric la acepta, pero Elise no deseaba ese matrimonio, por lo que intenta huir de esa isla, Cedric la atrapa y creyendo que también trataba de irse con un hombre, la encierra en un frío calabozo, Valery trata de rescatarla, pero durante la batalla, la pobre Elise termina perdiendo la vida en manos del villano, la familia de Elise culpa a Valery por no haber cumplido con su deber, si se hubiera casado con emperador de Erty, Elise estaría viva, así que al ser influyentes, comienzan una disputa con el rey, a quien le exigen que el príncipe no se case con Valery por ser quien permitió la muerte de su hija, al final todo queda en un debate y una posible rebelión, pero los protagonistas logran imponerse, el Duque es expulsado del reino ¿absurdo no? Pues no solo pierde a su hija, si no que pierde todo, pero eso no era importante, ya que el final feliz de los protagonistas es lo único que importaba.
- que estupidez...¿por qué alguien debe sufrir para que los protagonistas puedan ser felices?
A Zoe siempre le pareció absurdo, que personas sufran a su alrededor, pero lo único que importaba es que los protagonista fuesen felices. Zoe había despertado en el cuerpo de Elise cuando esta apenas tenía 10 años, al saber lo que pasaría más adelante, Zoe procuro dejar que todo siguiera su rumbo, pero en secreto, se fue preparando para cuando llegará el día de su boda; los protagonistas se conocieron, Valery se presento ante su amiga pidiendo perdón por haberse enamorado del príncipe, pero contrario a la novela, Elise no lloro, ni suplicó porque le regresará al príncipe, por el contrario los insulto y cada uno se llevo un golpe para después ser echados de la propiedad, Valery la busco muchas veces, queriendo ser su amiga y aunque Elise no amaba al príncipe, considera que era un descaro querer seguir con una amistad donde Valery no supo respetar el compromiso, después de eso, Elise siguió con su vida, alejada de Valery y el príncipe, hasta que finalmente el rey mando llamarla junto a su padre para informarles que ella había sido elegida como la futura esposa de Cedric Ivanov.
- majestad, me niego, primero rompe el compromiso con el príncipe y ahora la quiere enviar con ese demonio...me niego, mi hija es lo único que tengo.
Y es que la madre de Elise falleció cuando ella tenía solo dos años, su padre es quien la ha cuidado todo este tiempo. Elise hace una reverencia.
- acepto la orden de su majestad...
- no Elise, no puedes...es injusto lo que te hacen.
- tranquilo padre, estaré bien y las injusticias se pagan con sangre.
El rey noto la fría mirada de Elise hacía él, era como si lo amenazara en silencio.
- ¿que quiere decir con eso?
- no es nada majestad, ahora me retiró, estaré esperando el aviso para mi boda.
Elise y su padre, salen de ahí, aunque el hombre seguía molesto por la orden del rey.
- buscaré la manera de liberarte Elise.
- no padre, no es necesario, estaré bien.
- pero hija...el emperador Cedric es un demonio.
- padre, sabes que yo no soy débil, sabre como lidiar con él, confía en mí ¿si?
El hombre se queda en silencio, pero conoce a su hija, ella no es como cualquier chica noble, no es delicada, aunque aparente serlo; deja salir un suspiro y asiente.
- bien, pero en la menor señal de peligro, me contactas.
- por supuesto padre...
Al llegar a la mansión, ambos bajan del carruaje, Elise debe comenzar a prepararse para su boda.
Todo estaba listo para que Elise viaje a Erty, consiguió un hermoso vestido de novia, además de que eligió a una doncella para que sea su acompañante, aunque el Duque seguía preocupado, sin saber que es lo que pasará una vez que ella este en esa isla, no se sabe como la tratará aquel hombre, ya que desea una esposa con la cual procrear descendencia, su joven hija será tratada solo como maquina de bebés. En su habitación Elise se ha puesto el vestido para probarlo.
- lady ¿esta bien con todo esto?
- por supuesto que si Eva, me he preparado para esto, durante años.
- comprendo, daré mi mejor esfuerzo para protegerla.
Eva hace una reverencia, después ayuda a Elise a cambiarse y guardar el vestido con mucho cuidado, mañana será el día en el que partirá a Erty. Al día siguiente, todo estaba listo, el carruaje que lleva sus cosas se había ido primero y su padre fue con él, ella iba subiendo al suyo cuando ve llegar un carruaje del palacio, de el baja Valery quien corre hacía Elise.
- Eli...yo, lo lamento, me acabo de enterar...prometo salvarte...
- ¿salvarme? ¿Quien te lo ha pedido?
Valery se encoge de hombros.
- yo...se que te hice mal, pero te salvaré lo prometo.
- no le he pedido lo haga princesa. Yo se cuidarme bien.
Elise sube al carruaje y este se marcha, aunque Valery se queda observando mientras más se aleja.
- admitalo...le da gusto que sea ella y no usted.
Valery se da la vuelta, era Eva quien le había susurrado aquello y le muestra una sonrisa.
- n-no, yo jamás estaría feliz por algo así...
- si fuera así, si en verdad le importará, hubiera ido en su lugar, pero es demasiado egoísta, eso le costará y mucho.
Eva le sonríe con burla, pero sigue su camino y sube al siguiente carruaje, es divertido molestar a esa princesita, pues le molesta que actúe tan inocente cuando no lo ha sido. Un gran barco esperaba en la costa de Asd, el Duque se había encargado de que todas las cosas de Elise fuesen subidas, mientras que Eva al llegar baja con una maleta, era donde iba el vestido de novia que usaría Elise.
- esta todo listo, mi lady.
- bien, esta es la oportunidad ¿estás segura de venir?
- por supuesto, iré con usted a donde sea.
- bien, entonces aquí vamos...
El barco tardará dos días en llegar a Erty, así que mientras eso pasa, Elise procura practicar su magia dentro de su habitación, desde que renació en ese mundo, no ha dejado de practicar, pues debe ser la más fuerte para lograr sobrevivir en aquella isla,porque es probable que a su futuro esposo no le importe nada, obviamente Cedric Ivanov, solo quería tener a Valery.
Los dos días pasaron y el barco atraca, Elise y Eva bajan siendo seguidas por otros sirvientes quienes bajan las cosas, el Duque también baja, notando que nadie les esperaba, si no que fue hasta un par de minutos que un grupo de carruajes y guardias llego al lugar, del carruaje baja una mujer un poco mayor quien se presenta como Frida Serra, la doncella en jefe del castillo, se disculpa por su tardanza y los sirvientes que habían llegado con ella, suben los equipajes a los carruajes.
- en el castillo todo esta listo para ceremonia y veo que la novia es hermosa.
- gracias madam Serra.
Elise hace una reverencia. El camino hacía el castillo era algo largo, pero el sitió parece bastante normal, pues había escuchado que era un sitió lleno de demonios y otros seres, todo era como un país normal, casas, tiendas, mansiones, granjas, la única diferencia era que los seres que vivían ahí, era de otras especies, unos tenían cuernos o alas, otros tenían forma de bestias, pero nadie parecía un ser salvaje. Al llegar al castillo, justo como Frida dijo, ya todo estaba listo para la boda.
- ¿y donde esta el emperador? Me parece un falta de respeto que no venga a recibir a su futura esposa.
- padre por favor, manten la calma, después de todo, el emperador quería a esa mujer, no a mí.
Frida se sorprende por las palabras de Elise y por la manera tan sería en la que hablo, sin mostrar expresión alguna.
- ¿pero que dices Elise? Sigue siendo una falta de respeto.
- padre por favor...
El Duque no tiene de otra que calmarse, mientras que Frida ordena que cada uno sea llevado a su habitación, además de que ella va con Elise para ayudarla a prepararse, pues la boda será esa misma noche.
- el emperador esta ocupado, por eso no pudo venir...
- no es necesario las excusas, madam Frida, tengo presente que el desea a otra y siendo honesta me da igual.
- no debe decir eso, usted será su esposa, con quien compartirá su vida.
Elise no dice nada, solo se sienta ante aquel tocador de gran espejo que hay en la habitación, Eva es quien iba a peinarla, pero Frida se ofrece a hacerlo, mientras que Eva saca el vestido y accesorios.
- es un lindo vestido, pero creí que debería ser blanco.
- me gusto más ese.
Al termina el peinado, Elise procede a ponerse el vestido, con ayuda de Eva, mientras que Frida se retira. Después de pasar por los grandes pasillos del palacio, entra a una gran sala donde un hombre de figura alta y cuerpo fornido, terminaba de colocarse la el traje.
- majestad, ella está lista y déjeme decirle, que es más hermosa que la otra.
- pero eso no justifica que la hayan cambiado...es una pena, ya tenía un buen trato.
- quizás es una señal que no debe hacerlo, es una locura.
- es por el bien de nuestra isla.
Frida no dijo nada más, solo se retiró para dar aviso de que la ceremonia estaba por comenzar, todos estaban intrigados por la ver quien sería la futura la emperatriz.
"Siempre creí que lady Vera sería la emperatriz...pero una humana..."
" que horror, el emperador jamás debió tomar una humana."
"lady Vera, es mucho mejor que cualquier humana"
Al escuchar el anuncio, de la llegada del emperador, todos hacen una reverencia mientras este sube al altar, la ceremonia finalmente daría inicio. Aunque uno de los nobles se acerca al emperador.
- majestad ¿esta seguro de esto? Una humana...no sabemos que intenciones pueda tener.
- no importa cuales sean sus intenciones, sola no podría hacer nada, de ser necesario yo mismo la mataré.
- mientras no sirva de excusa para iniciar una guerra. Los humanos han sido muy hostiles durante siglos.
- lo se, en el rey de Asd, no confío, usaré a esa humana solo para lo que necesito, después me deshare de ella.
Aquel hombre deja ver una sonrisa, satisfecho por la respuesta del emperador, pues no esta dispuesto a aceptar a una mujer humana como emperatriz. Se anuncia que la novia ha llegado, así que todos se preparan.
Elise esperaba tras las puertas, para entrar a aquel salón, finalmente estaría cara a cara ante el mismísimo emperador demonio, pero no estaba nerviosa, ni asustada, ella sabe perfectamente como luce, pues todos han llegado a creer que se trata de un demonio horrendo, de ahí que Valery también temiera casarse con él, pero no, el emperador demonio lucia como un humano normal y era bastante atractivo.
- mi niña...no quiero dejarte en las garras de ese demonio.
- no se preocupe padre, ese demonio, no es como crees.
El Duque se extraña por las palabras de Elise, pero no le da tiempo de decir nada, pues la puertas se abren, Elise no duda ni un segundo en caminar, en medio de esa multitud de seres sobrenaturales, cada uno quedo sorprendido por la mujer que caminaba por ese pasillo, pues era hermosa, su cabello rubio parecía miles de hilos de oro recién pulidos y sus ojos un par de zafiros brillantes. Elise se detiene ante él ofreciendo su mano hacía el emperador.
- saludos su majestad...
Cedric no sabía como reaccionar ante la chica que tenía frente a él, por puro instinto tomo su mano y subieron hasta estar frente al altar. El Duque por su parte se había quedado hasta atrás, pues la ceremonia de una boda en esa isla era muy diferente a la de los humanos. Quien oficia la boda era mago, el cual habla de lo que trata esa matrimonio, más que una boda, era casi un pacto demoníaco, Elise debía prometer lealtad eterna al emperador, como esposa debe vivir y morir con él, aún si el amor no existe ella, debía ser fiel a Cedric, para alguien como Elise, ese pacto era absurdo, pues no escucho nada sobre que el emperador también debía respetar los votos.
Aún así continúan dando paso al intercambio de anillos, estos los entrega Frida, siendo Cedric quien va primero y se arrodilla ante Elise tomando su mano para colocar el anillo.
- yo, Cedric Ivanov, emperador de Erty, te aceptó Elise Castelli, como mi esposa y emperatriz.
Después de eso se pone de pié y es Elise quien le coloca el anillo, dando el mismo juramento que Cedric, para finalizar, el mago coloca una copa con vino sobre la mesa del altar, después de un conjuro, Cedric bebe un poco y le pasa la copa a Elise, bebiendo lo que queda.
- y con esto concluye esta ceremonia...felicidades majestad y bienvenida emperatriz.
El mago hace una reverencia y los asistentes hacen lo mismo, aunque algunos de mala gana pues no están de acuerdo con tener a una humana como emperatriz, al salir de ese sitió, el Duque se acerca al emperador.
- mi hija es lo más preciado que tengo...si algo le pasa, juro que haré lo posible por matarlo.
Todos se sorprenden por las palabras del Duque, era un descaro el amenazar de esa manera al emperador, de inmediato el Duque es rodeado por guardias.
- tiene valor Duque Castelli, por esta vez le dejo ir, no manchare de sangre esta celebración.
- padre...no debes ser tan imprudente, te he dicho que estaré bien.
- pero Elise, dejarte aquí.
- padre, yo acepté esto, quiero que estés tranquilo y no hagas nada...por favor...
- Elise...
- suficiente, Frida, que el Duque se marche esta misma noche, asegúrate que suba al barco.
Frida le hace una seña a los guardias para que sostengan al Duque para llevárselo, este de inmediato comienza a protestar.
- Elise...volveré por ti...no te dejaré aquí...
- admiro su cariño de padre y por eso lo dejo vivo.
Menciona Cedric ante Elise quien sigue de pié a su lado, aunque el emperador observa a la chica y nota que ni siquiera luce preocupada por el hecho de separarla de su padre, su expresión era neutra, no se podía deducir que es lo que pensaba o sentía. Todo continúa con una fiesta en el gran salón del castillo, música, alcohol y un banquete, Cedric tomo de la mano a Elise y la guió hasta las escaleras para subir donde se encontraba el trono.
- Elise Castelli...el rey me aseguro que tienes un aura mágica fuerte. Lo cual es necesario para que puedas soportar llevar a mi descendencia.
Cedric jugaba con un mechón del cabello dorado de la chica, esta mantenía su vista fija hacía los invitados que bailaban y parloteaban.
- por algo me enviaron ¿no es así? No pregunte lo obvio majestad.
Cedric chasquea la lengua ante la respuesta de la chica, en realidad imaginó una chica muy diferente, no cualquiera se vería tranquila en una situación así.
- tienes valor, veamos si actúas así en un par de días cuando veas la realidad.
Elise solo deja ver una leve sonrisa, lo que solo causa curiosidad en Cedric. En el fondo de aquel salón, un grupo de chicas no dejaban de quejarse por la boda, seguían en desacuerdo con su nueva emperatriz.
Entre los hombres, también disconformes con la boda, en especial el gran Duque Tomas, pues estaba seguro que su hija Vera, sería la elegida, pero cuando hablo con el emperador éste le dijo que su hija era débil en aura mágica y que siendo una demonio de sangre pura, era más difícil que llegarse a concebir, ya que Cedric era un híbrido de humano y demonio, lo más seguro era que quien tuviese a su descendencia fuese una humana de un aura mágica fuerte. Elise se levanto para dirigirse al balcón más cercano, necesitaba alejarse de todo el bullicio de ese salón, aunque eso le dura poco pues el rodeada de aquel grupo de mujeres.
"Felicidades por ascender a emperatriz, humana"
"Debe de ser todo un honor ser la emperatriz, algo que una humana no había logrado en mucho tiempo"
- es un honor, uno que ninguna de ustedes podrá tener.
Las caras sonrientes de burla, enseguida se mostraron molestas.
"Disfrútalo mientras puedas"
"Total, sabemos que el emperador solo te usará, su gran amor es otra"
- ¿amor? Que ridículo viniendo de un demonio, si el emperador esta enamorado, que patético.
Elise sonríe con burla, causando que esas mujeres se muestren más enojadas.
- de todos modos, no importa quien sea su amada, la emperatriz soy yo y aquella, no será más que una amante.
Elise camina para regresar, pero una de esas mujeres la quiso sostener del brazo, causando que sintiera una descarga eléctrica por todo su cuerpo que la paralizó, las que estaban en el camino de Elise sienten esa misma sensación que no logran moverse y Elisa pasa libremente.
"Acaso ella es..."
"Imposible, no puede serlo"
Las mujeres se muestran asustadas, temiendo que Elise en realidad sea una bruja, las cuales son escasas y aquella la cual en ese mundo, es la única que puede suprimir a los demonios.
- ¿donde estabas? Como mi esposa no puedes desaparecer en un evento como este...
- solo salí por aire, no me iría de mi propia fiesta, cariño.
Elise menciona eso último con un tono de burla, haciendo al emperador fruncir los labios. Horas más tarde, la fiesta había terminado, Elise fue guiada por Frida a la habitación nupcial, mientras le explica que en esa habitación solo acudirá si el emperador la llama, el resto del tiempo, debe permanecer en el palacio sur, el cual es el área destinada a la emperatriz, ahí tendrá a sus propios sirvientes y todo lo que necesita. Frida abre la habitación, la cual era enorme, tenía un área con una sala completa y al otro lado, una cama de sábanas rojas con un dosel de cortinas de encaje negro.
- que hermoso, es como entrar a un lujoso féretro.
- cuide sus palabras lady...
- lady no, de ahora en adelante, soy su majestad para todos y quien diga lo contrario, le sacaré la lengua.
Frida sintió un leve escalofrío al ver la sonrisa de Elise cuando dijo eso último, así que se inclina en una reverencia.
- les haré saber a todos majestad. El emperador vendrá pronto, debe de estar lista.
- lo estaré...
Frida salió de la habitación cerrando la puerta, mientras que Elise sale por el balcón, contrario a lo que los humanos creen, el imperio de Erty, luce como un imperio normal, no como dicen los libros que es un lugar sin civilización y que solo habitan bestias salvajes, pero eso, ya es algo que Elise sabía, después de todo, ella conoce perfectamente la historia.
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