Antes de comenzar a relatarles mi historia quiero disculparme con ustedes porque lamentablemente no puedo decirles mucho. Creo que puedo decir que de mi no hay mucho que pueda decir, y no es que no quiera, de hecho, si no quisiera decirles no estaría relatándoles esto.

No es la mejor la situación por la que ahora estoy pasando en estos momentos, pero la verdad es que no puedo contarles nada más que el aquí y el ahora, se que se preguntaran “¿Por qué?” Y para responder eso voy a decir que no puedo brindarles muchos detalles ni mucha información sobre mi ni sobre mi pasado porque todo está nubloso. De mi infancia no tengo recuerdos y para empeorarlos todo ni siquiera recuerdo mi nombre, se que tal vez esta no sea lo mejor manera de comenzar una historia (al menos para mí no lo es), aún asi debo decir que estoy encerrada en una celda encadenada de pies y manos.

Si, como lo están leyendo me encuentro prisionera en una celda fría, húmeda y si la humedad de las paredes no es tan notoria solo sería porque también es una celda muy oscura. Estoy aquí desde hace más tiempo del que podría recordar, en realidad, estoy aquí desde hace tanto tiempo que termine olvidando la mayoría de las cosas como lo que se siente al usar ropa normal en lugar de usar este uniforme gastado y lleno de hoyos.

Para que entiendan porque esto me afectó tanto les diré que no soy una humana, soy una vampiresa y esa es la razón por la que estoy aquí desde hace más tiempo de lo que podía recordar, la verdad paso tanto tiempo que perdí la cuenta al llegar a los 70 años de encierro. Perdí la cuenta de los días, perdí la noción del tiempo, lo perdí todo solo por ser un poco diferente.

Lo que se es que cuando los humanos descubrieron nuestra existencia nos atacaron, no se que fue lo que pasó exactamente solo recuerdo que cuando tenía 10 años un grupo de humanos invadió nuestro castillo, ni siquiera recordaría aquello si no fuera por qué cada noche tengo pesadillas con eso.

Esto sucedió en el año 1500, en esa época nuestra protagonista vivía como cualquier humano normal, sus únicas preocupaciones eran el colegio, estudiar y jugar.

Recuerdo que estábamos en la sala donde mi padre y madre observan contentos nuestro desempeño en el colegio, aún está en mi mente la imagen de mi padre contento y orgulloso de nuestro desempeño cuando uno de nuestros empleados nos dijo que ruido que un gran ejército de extraños se estaba invadiendo nuestro castillo.

En ese momento mi padre nos dijo que nos fuéramos a esconder, pero yo no quise dejar solo a mi padre.

-Vayan! -Insistió mi padre señalando a las escaleras mientras se puso de pie para ir a la puerta.

Mi madre levanto en sus brazos a mi hermanito pero yo no quería irme y dejar a mi padre.

-Ven con nosotros! -Le suplique llorando mientras lo abrazaba.

-Llévalos -le ordenó mi padre a mi madre.

-Vamos. -Dijo mi madre Jalandome del brazo.

En ese momento un gran grupo de personas (hombres y mujeres que odian a los vampiros) entro por la puerta y mi padre corrió a enfrentarlos mientras mi madre me jalaba llevándome hacia las escaleras para subir a las habitaciones donde quería escondernos. Al subir las escaleras pude ver qué a mi padre al que le habían echado algo encima ya estaba siendo rodeado y atacado por todos ellos, ya no lo veía había quedado cubierto por todas esas personas que estaban atacando lo.

-Papi! -Grite extendiendo mi mano hacia el entre los “barrotes de la escalera” pero como mi madre seguía Jalandomel

tuve que mover mis pies ya que si no se hubiera esforzado por levantarme al jalarme me hubiera llevado arrastrando por los escalones de la escalera.

Al llegar a la habitación mi madre abrió el armario y nos hizo entrar.

-Mama tengo miedo. -Le dije entrando al armario con mi hermanito pequeño.

-Tranquila, solo guarden silencio. -Dijo mi madre en un susurro antes de cerrando la puerta con llave.

Abrase a mi hermanito y nos quedamos asustados en aquel lugar.

-pase lo que pase no olviden mamá los ama. -Susurro mi madre a través de las persianas de la puerta.

Estuvimos allí unos segundos hasta que repentinamente escuchamos un ruido fuerte, en ese momento mi madre comenzó a gritar, al notar que mi hermanito iba a llorar le tape la boca a mi hermano para que sus gritos no delataran que estábamos allí.

Sin quitar la mano de la boca de mi hermano que estaba llorando me acerque para ver a través de las persianas de la puerta, ví a mi padre siendo atacado ahora estaba viendo a mi madre siendo violada por un grupo de grotescos humanos.

No podía creer lo que estaba viendo al momento en que las lágrimas de mi hermano caían y rodaban por mi mano mis lágrimas rodaban por mis mejillas, estaba tan molesta y tan asustada que de la impresión solté la boca de mi hermanito. ¿Cómo no estar así? Si podía ver como mi madre era violada y asesinada frente a mis ojos, en ese momento mi hermano comenzó a gritar y yo al igual que el ya no podía aguantarme y proferí un gran grito.

En ese momento notaron que estábamos ocultos allí así que abrieron la puerta rompiendo la cerradura, yo y mi hermanito nos hicimos hacia atrás gritando y llorando del susto.

-No no! -Grite abrazando a mi hermano.

Ambos gritábamos mientras me hice hacia atrás apoyando mi espalda sobre la pared al ver a esos hombres.

Uno de esos hombres de cabello negro, barba frondosa y cejas pobladas jalo a mi hermanito arrancandonelo de los brazos

-Déjalo! -Le grite llorando.

En ese momento otro de los humanos me hecho ensima un líquido extraño, cuando ese líquido tocó mi rostro no pude evitar gritar ya que ese líquido me hacía sentir débil y a la vez me ardía, luego de eso me dio un golpe en el rostro y…, Ya no supe más nada.

Luego de eso desperté en esta misma celda tenía mi ojo izquierdo medio cerrado por el golpe que me había dado aquel tipo, nada de lo que habia vivido me habría hecho imaginar que terminaría así.

Lo perdí todo, lo único que me queda es una vieja y dañada foto donde estaba yo con mi familia, está foto está siempre conmigo, incluso cuando duermo la dejó junto a mi el suelo, en el rincon frío y duro de cemento dónde duermo.

La foto estaba tan gastada que ya no se podia casi distinguir ni mi rostro, ni el de mi madre y casi el de mi padre el único rostro que aún estaba distinguible es el de mi hermano mellizo, con mi sangre escribí su nombre en la parte de atrás de la foto para no olvidarlo como olvide el mío, su nombre era Casey y era 6 años menor que yo.

Este es el unico recuerdo que me permitieron conservar y no fue para hacer algo bueno por mi, al contrario, me habían permitido quedarmelo para disfrutar de mi sufrimiento y es que constantemente les gustaba que eso me recordara todo lo que perdí incluso a los guardias les gustaba burlarse de eso y usarlo para hacerme daño con comentarios malintencionados en los cuales prefiero no pensar.

Unos dias antes de que sucediera todo esto comencé a sufrir el rechazo de mis compañeros de clase y no entendía porque hasta estar aquí, al sospechar sobre nuestra existencia los humanos nos atacaron para acabar con nuestra especie y tenernos a los más pequeños con la esperanza de que nos volvamos sumisos y seamos sus esclavos.

Así es, ellos querían que los vampiros fuéramos sus esclavos, la verdad es que no pensé que una diferencia pequeña nos volvería víctima del racismo de los humanos. Para volvernos sumismos nos incluian miedo, nos golpeaban constantemente por cualquier cosa y a veces por nada, realmente era algo horrible.

Me decían cosas horribles con una sonrisa sádica que delataba que disfrutaban de mi sufrimiento;

-Aun guardamos los colmillos de tus padres, están en la oficina aún con el  aroma asqueroso de los vampiros.

-¿Sigues pensando en tu hermano? ¿Que no sabes que ahora mientras estás aquí a el ya se lo están comiendo los gusanos?

Su idea era bajar nuestra autoestima y bajar nuestra moral a la vez que subían nuestro temor hacia ellos esperando que así nunca nos pongamos a su voluntad, pero yo no iba a permitir eso y un día dijeron algo que me hizo explotar;

-Dicen que tú padre grito como una niña cuando lo cortaron en pedazos.

Al oír eso di un salto lanzandome sobre ese guardia y luego de tirarlo al suelo, yo había imaginado diferentes maneras de matarlos una de esas maneras era arrancarle la cabeza con mis propias manos pero me sentía demasiado débil para eso, incluso no se de dónde saque la fuerza suficiente para saltar sobre el pero cuando lo logré me di un mordisco en el cuello con el que le arranque un pedazo el cual escupí en su rostro antes de ser golpeada por los demás guardias.

Cuando ellos descubrieron que los vampiros no seríamos tan fáciles de controlar y que era un peligro para ellos dejarnos con vida simplemente.

Tal vez fue un error ya que desde aquel momento aumentaron los castigos y las torturar llevando a morir a todos los vampiros uno por uno, por eso les digo con gran tristeza que soy la única que queda de mi especie.

Aunque el último y el único recuerdo que tengo de Casey fue cuando nos encerraron juntos, según me contaron los guardias lo mataron cuando intento escapar esa misma noche que se llevaron a su ejecución lo que yo recibí un castigo, ellos me dicen constantemente que el ya debe estar muerto, incluso dicen que vieron su cadáver, pero a mí me gusta pensar que está bien.

Al principio deseaba ser libre, tal vez creas que era una idea tonta o inocente pero cuando era pequeña me gustaba pensar que algún dia llegaria algún príncipe para rescatarme como ocurre en los cuentos de hadas que me contaba mi padre para dormir. Al ir creciendo solo deseaba que a alguien, a cualquier persona le importara lo que estábamos sufriendo y eso fue algo que yo ansiaba.

Al ptincipio tenía esperanza, pero con el paso de los días, los meses, los años y las decanas esa esperanza se fue al igual que la esperanza de escapar. Aunque mi hermano si lo había logrado y cuando el lo logro la verdad es que yo había perdido toda esperanza pero eso no quiere decir que no quisiera ser libre. La libertad es algo con lo que sueño, quiero ser libre de esta tortura del modo que sea, aunque sea morirme.

Asi es, hace mucho llegué al punto en que quería morir para dejar de sufrir, sentía envidia de los que murieron y ahora habían dejado de sufrir, yo quería lo mismo, pero por mala suerte después de haber matado a un guardia y después de que mi hermano escapara me mantenían con vida para hacerme sufrir mas.

Siempre que estaba al borde de la muerte hacían una pausa temporal a sus agresiones algo que ya dejaron de hacer al parecer no tenían interés ya en que siguiera viva aunque tampoco era que creyeran que ya había sufrido lo suficiente al contrario, pero algo que genial en mente los nuevos guardias a  diferencia de sus predecesores era que no era necesario alargar mi vida haciendome pasar por dolores y torturas pequeñas que pudiera soportar si podían matarme del modo más doloroso posible ya que según los escuche decir si sigo viva es que no sufrí lo suficiente, aunque ellos lo vean como algo inhumano que les daba gusto la verdad es que para mí ya seria piadoso que terminaran de un vez.

Sobre esta prisión debo decir que es un lugar donde no se vela luz del sol, en toda mi estadía aquí nunca ví una ventana, los únicos que pudieron ver la luz del sol son los que fueron llevados al tejado para ser ejecutados pero ya no se hacía eso desde que mi hermano escapó luego simplemente esperaban a que el vampiro cayera simplemente al Suelo ya muerto.

Comparada con la que era mi habitación en casa mi celda es algo pequeña, no lo era tanto aunque el hecho de estar con grilletes en mis muñecas unidos por una cadena al igual que los grilletes de mis tobillos y eso hacia que a penas pudiera estirar mis piernas. Aún así estaba contenta de poder estirarme aunque sea un poco ya que tenía en mente que podría ser peor y siempre podría empeorar esa era una posibilidad que estaba presente en todo momento.

Antes compartía esa celda con mi hermano y cada uno dormía en un rincón en posición fetal ya que no tenemos cama, no espacio para una así que solo dormimos sobre el frío y duro suelo.

Okey, okey, okey..., Se lo que algunos pensarían que tal vez estoy simplemente concentrándome en lo malo o así que está bien, intentare pensar en algo para que esto no paresca tan horrible, seguramente están pensando que solo me mantengo negativa y eso haría que todo sea peor de lo que enrealidad era así que intentaré serlo.

Creo que..., podría decir que aunque el lugar no era muy comodo que digamos podía descansar y aquí viene la contraria de eso y es que aunque no lo podía hacer muy bien, de hecho, todas las noches me da pesadillas, son sueños extraños que me hacen sudar y gritar.

Así que se imaginarán que por más que intente verle el lado bueno o por más que intente buscar cualquier tipo de detalles para decir "no es tan malo" no es posible y es que incluso las cosas pequeñas y básicas tenían enormes problemas que hacían que tolo fuera malo.

Como es de costumbre para mi me, me acerco al final de la celda paso a paso con cuidado de que la debilidad y el dolor constantes no me hicieran caer, ya llegando por fin al rincón que ya conocia también como la palma me mi mano me sentaba viendo a aquella esquina y dándole la espalda a la entrada en posición fetal.

Aquí no hay un momento de paz nisiquiera cuando logro conciliar el sueño y es que mis pesadillas son constantes, son tan horribles y el dolor constante que no puedo evitar gritar, de hecho, debo agregar que mis gritos son tan fuertes que cada vez que tengo esas pesadillas despierto a toda la sección de guardias y Bastian es el peor.

Seguramente se preguntaran "y ¿quien es Bastian"

Pues bien, él es el guardia supervisor de este lugar. El es un hombre delgado, de piel clara (blanca), tenía mejillas hundidas con muy mala piel casi como picoteada y eso no hacia más que acentuar su cara de rata. El es decendiente del guardia que yo asesine algo que lo hace que se ensañe conmigo, así que es el causante de mis cicatrices que no sanan cómo las quemaduras con cigarro en mis manos, a los guardias les gustaba apagar cigarros en mis manos, pero eso no era lo peor al igual que las quemaduras de hierro ardiendo en mis brazos, o las marcas de los latigasos de mi espalda.

Ademas de eso el tambien es el causante de mis miedos, su castigo hacia mi era tan intenso que ansiaba con todo mi corazón que se hiciera de día, para poder descansar, pues sé me sería aún más incómodo dormir en un charco de mi propia sangra algo que aunque era ya común no era algo muy comodo.

Estando sentada en mi celda trato de acomodarme lo mejor que puedo para no lastimarme mas la espalda, porque hay heridas hace poco habían sanado en el "descanso" o "pausa" que me dieron al ver que ya estaba a punto de morir. Debo decir que como vampiro mi factor de curación es bueno al igual que mi fuerza sobre humana pero ellos me hechan ajo en las heridas abiertas al momento que son provocadas y eso hace que incluso pasen horas que las heridas no sanan. Esto me mostró que fue lo que les permitió vencer a mis padres y desmayarme de un golpe y es que nos hecharon ajo ensima y nuestra alergia al ajo hace que nuestros "poderes" se limiten y eso limita nuestra fuerza como en esa ocasión y nuestro factor curativo cómo esta pasando.

Nuestros poderes pueden limitarse tanto como para ser tan débil como un humano o más aún, ahora yo espero poder descansar aunque sea un poco así que cierro los ojos y hago el intento de dormir pero el miedo de soñar me ha arrebatado la paz.

A veces pinso en una cosa y es que este mundo ha cambiado a través de los años, nosotros los vampiros éramos los únicos prisioneros aquí pero hace unas décadas eso cambio y comenzaron a haber prisioneros humanos lo que me lleva a pensar que a los nuevos guardias les gusta oprimir a las demás personas aunque claro que a algunas personas tratan mejor que a otras dependiendo de quien sea.

Según descubrí al hablar con una "compañera" de la prision es que según me dijeron ninguno esta aqui por haber cometido un verdadero crimen, algunos son hijos de los primeros humanos que encerraron aquí y que pagan por los crímenes de sus padres. Algo que también pienso es que si crees en el destino podrías decir que algunos estamos destinados a ser tratados como basura, son pocas las personas que pueden vivir con derechos y lamentablemente no soy una de ellos.

Algunos aquí todos los son humanos y los tratan mejor que en mi caso, a veces yo quisiera serlo pero no, soy una vampiresa y eso es algo malo al menos para mí ya que al serlo aunque tengo la habilidad de regeneración y curación también tengo alergia al ajo.

Repentinamente comienzo a escuchar sollozos, eso es algo común sobre todo en las prisioneras más jovenes, en mi caso yo llore toda mi infancia y adolecencia y llore tanto que pienso que ya no tengo lágrimas.

Esos sollozos son algo difícil de ignorar aún asi cierro los ojos, sus llantos no podrán espantar mi cansancio, aunque las demás prisioneras empiezan a decirle que se tranquilice.