"Si un libro aburre, déjenlo. No lo lean porque es famoso. No lo lean porque es moderno. No lo lean porque es antiguo. Si un libro es tedioso para ustedes, déjenlo... Ese libro no ha sido escrito para ustedes. La lectura debe ser una de las formas de la felicidad y no se puede obligar a nadie a ser feliz.

- Jorge Luis Borges

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Hace 3 años

Terminó el entrenamiento ¡por fin Dios! Ya era hora.

Saliendo de las duchas dejando todo ordenado en mi casillero, mis compañeros del equipo de futbol captan mi atención diciendo mi nombre.

- ¿Qué dices Daemon? Estás libre esta tarde - pregunta Javier, el capitán del equipo.

- ¿Qué? ¿Para qué? - pregunté desconcertado.

- Para una cita con unas lindas chicas - responde Luis, entrando con el resto del equipo - vamos di que sí, será divertido.

- ¿Intentando convencerlo otra vez para que salga con ustedes? - ríe otro de mis compañeros.

Realmente ya estaba harto de rechazar las citas.

Tan solo tengo 14 años y estoy en segundo año de bachillerato, todos mis compañeros están con sus hormonas al tope y buscan ligar con chicas en cada oportunidad que ven, pues claro que yo no soy la excepción, también soy una víctima más de la pubertad, pero (sí, hay un 'pero') lo mío no son las chicas, son los chicos, sexy chicos con pene.

Y a decir verdad no lo oculto, hace un año que lo descubrí viendo uno de 'esos videos' me percaté que no observaba a la chica con grandes bustos y buen trasero, sino el ardiente chico con piel clara y su abdomen levemente definido, y por primera vez pensé "quiero ver como gime cuando el que se lo meta sea yo". Ese instante fue como un 'BUM' *inserten sonido de explosión*.

Admito que estuve todo un mes en negación y viendo otros videos para ver si pasaba lo mismo y sí, di positivo para gay. 6 meses después de mi descubrimiento cité a mi madre y a mi padre en la sala porque no quería quedarme escondido, quería el apoyo incondicional de mis padres, que me dijeran que todo va a estar bien, que no les importaba y apoyaban mi felicidad, quien no querría eso...

Ellos estaban sentados en un sofá largo de tres puestos color blanco y del otro lado, divididos por una mesa baja, estaba yo, sentado en un sofá blanco igual de largo.

- Mamá - De 39 año con unos hermosos ojos azules claros, una larga cabellera naranja y sus pecas que la hacían ver como una mujer rica arrogante, pero los únicos que pensaban así era la gente envidiosa que la observaba. Ella realmente era una persona dulce que desborda felicidad y siempre tiene un poco para sus seres queridos.

- papá - De 40 años con ojos azules oscuro, piel clara y sus llamativas pestañas blancas junto con un mechón de igual color del lado derecho de su negra cabellera, un peculiar gen heredado por generaciones - tengo algo que decirles.

- Claro cariño, lo que quieras - comenta mamá.

- Bueno no "todo" lo que quieras, lo consientes demasiado - le responde mi padre.

- No es algo que quiero, bueno sí, pero lo que quiero de ustedes no es algo material - sí que estoy nervioso - es algo que les voy a decir y espero su apoyo o por lo menos algo de comprensión.

- Está bien, soy todo oídos - me alienta mi madre a continuar.

- Yo... - ¿lo digo de una o explico primero antes de que les explote la misma bomba que a mí? - Bien *suspiro* esto lo descubrí hace 6 meses y estoy totalmente seguro de esto porque como ven, pensé en ello todo ese tiempo y realmente no quiero que me contradigan y emm o busquen formas de cambiarme, c-como ya dije antes, estoy s-seguro y - mierda me estoy trabando - Soy gay. - listo, lo dije, que sea lo que Dios quiera.

Silencio de 3 segundos, 5 segundos, 10 segundos. Ok, definitivamente ya es mucho.

- Está bien cariño - mamá fue la primera en romperlo - sé que me dijiste que no preguntara, pero igual lo voy a ser ¿estás seguro de que te gustan los chicos?

- Si mamá, estoy completamente seguro.

No puede ser en serio ¡más silencio! De 5 segundos, 10 segundos, mierda... 15 segundos.

- Oye cariño ¿A dónde vas? - mi padre se levantó y subió las escaleras directo a su habitación - tranquilo hijo, mamá te apoya - se levantó y sentándose a mi lado me abrazo - mamá hablará con papá - me dio un sonoro beso en la mejilla y antes de levantarse me dijo - todo estará bien, ¿sí? - asentí y se fue por la misma dirección que mi padre.

Después de ese día los primeros 3 meses mi papá me ignoro ¿dolió? Si y mucho, pero alguien debió oír las súplicas de este desesperado hombre porque después de eso mi padre me cito en la misma sala y me dijo.

- Lo siento por haberte ignorado todo este tiempo, fui un pésimo padre y no debí tomármelo así, ojalá tuviera la fuerza que tiene tu madre. Ella es increíble y me hizo comprender que nosotros estamos aquí para criar a un niño feliz y no uno que encaje con los ridículos estándares de la sociedad, que desgraciadamente hace poco creía - se le salió una lágrima - lo siento.

Me levanté y corrí hacia papá y lo abracé muy fuerte.

- No te preocupes, te perdono - empecé a llorar.

- Yo ya vivo mi propia vida y conseguí a la persona que amo, al igual que tu madre te voy a apoyar en cada decisión, pero eso sí, tienes prohibido traer cualquier hombre a la casa y si tienes pareja, dínoslo, ya veré yo si lo acepto o no, sigues siendo mi hijo y quiero lo mejor para ti.

Los dos empezamos a reír y mi mamá que estaba observándonos desde la escalera se unió a nosotros.

Un momento agridulce, pero más dulce que agrio.

Ya había pasado 4 meses desde la reconciliación familiar y estamos de vuelta a los vestidores.

- Bueno ¿y qué dices? - vuelve a preguntar Javier.

- No puedo y antes de que digan algo más les diré por qué y la única razón de revelar esta información es que ya me tienen harto de que me inviten a citas con chicas - suspiré - verán - ya que tengo el apoyo de mis padres se me hace mucho más fácil decirlo y lo hago con mucho orgullo, no muchos tienen la suerte de tener el apoyo familiar - soy gay, así que paren, si quieren invitarme debe haber como mínimo un chico guapo.

- Wow, esto sí que no me lo esperé - dijo Luis.

Por lo menos esta vez no hubo un silencio torturador.

- Ah ok, eh bueno para ser sincero no sé qué se hace en este tipo de situación - comento Javier - Mmm te apoyo o está bien.

- La verdad yo no tengo problema - dijo otro de mis compañeros que estaba atrás de nosotros - a mí no me atraen las chicas de mi edad, me gustan mayores es por eso que también rechazo sus salidas.

- Yo ya decía... - ríe Luis.

- Bueno, ya que estamos en este plan - se acerca Lucas y posa su brazo en mis hombros - Yo también soy gay.

- Ah - es todo lo que logra salir de mi boca.

- Ah - repite Lucas - en serio eso es todo lo que vas a decir - sí, creo que es hora de prender mi radar gay.

- Yo, bueno no sabía - le digo cruzándome de brazos.

- Considero que Luis y Javier supieron manejar mejor la situación - soltó una risa.

- Bueno, chicos si no nos apuramos perderemos nuestras citas - interrumpe Javier.

- Cierto, vámonos - dice Luis dirigiéndose a la salida y deteniéndose al primer paso - por cierto, ¿soy tu tipo? ¿Me has visto en las duchas? - pregunta con picardía en broma alzando ambas cejas dos veces.

- Para tu suerte no eres mi tipo y no les ando viendo el trasero a todo el equipo. Tengo altos estándares - sentencio.

- ¿Cuáles? - pregunta curioso Luis.

- Un chico multimillonario dueño de un yate que tenga ojos solamente para mí y me suplique todas las noches que lo haga mío mientras recorremos el mar caribe apartados de la sociedad.

- ¡Carajo! Y yo que te iba a invitar a salir - ríe Luis y se despide como siempre lo hace, con un apretón de manos y una palmada en la espalda - bueno, adiós.

Los chicos se empezaron a despedir uno por uno igual que Luis, tanto de mí como de Lucas que aún permanecía a mi lado, todo el equipo lo hizo excepto una persona.

- ¿Qué pasa Manuel? - Pregunté confundido.

Manuel ha sido mi amigo desde 3ºer grado, tenemos 5 años de amistad y debe estar sorprendido, no lo culpo por eso, pero está actuando como si fuera un animal que al ver a su depredador quiera alejarse cautelosamente para luego huir como si su vida dependiera de ello.

- ¿En serio eres gay? - preguntó con un claro tono de repugnancia que no se molestó en ocultar.

- Sí, ¿Por qué? ¿Tienes algún problema con eso? - atacó Lucas - ¿Tanta importancia nos das para que seamos relevantes en tu perfecta vida de heterosexual? - preguntó con ironía.

Manuel es mi amigo, así que en un intento de apaciguar la situación estiro mi brazo derecho para posar mi mano en su hombro, pero antes de que este llegara fue evitado con crueldad, como si supiera que mi mano lo va a quemar o mejor dicho, como si tuviera una enfermedad contagiosa de alto riesgo y necesitara aislamiento urgente antes de propagar el virus y que todo el mundo entre en una crisis mundial y ningún humano pueda volver a salir de su casa y volver a ver la luz del día.

- No me toques - uso un tono demandante.

- Ya veo - ahora entiendo - y decías ser mi amigo.

- Ya no lo somos, nunca sería amigo de alguien así - cerro su casillero con fuerza y se marchó.

- ¡Maldito seas! - grito Lucas mientras Manuel desaparecía por la puerta - ¿Quién querría un amigo como tú?

- Tranquilo - intenté calmarlo.

- Es un imbécil, te enseñaré como es tener un buen amigo.

Desde ese instante Lucas y yo nos convertimos en los mejores amigos que se apoyaban en las buenas, en las malas y en la cama, esa frase se convirtió en nuestro lema secreto.

Una semana después del incidente no volvimos a ver a Manuel, escuchamos que se había mudado de la ciudad. Creo que se tomó muy en serio su papel de presa, hay que darle un premio.

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Hola mis queridos lectores, les informo que esta es mi primera historia y está finalizada. Como soy muy impaciente por lo general leo historias ya concluidas y por esta razón prefiero escribir completa la mía, para luego publicarla diariamente y que ustedes puedan leer a su ritmo sin angustiarse ni reclamar mi siguiente actualización, esto mismo pasará con mis otras historias. Sí, como ven, me gusta comerme los personajes digo las historias coff- coff *se sonroja*.

Eva Gosses (42 años, Cabello color naranja, ojos azul claro, piel clara con pecas y mide 1.73 cm

Esteban Grandal (43 años, cabello negro con mechón blanco del lado derecho, pestañas blancas, ojos azul oscuro, piel clara y mide 1.87 cm)

Blooper: Hace 3 años, en una galaxia muy, muy lejana... ok no. Modo serio, concéntrate (lo de 3 años si va en serio). *escritora colándose en la historia*. Si, mejor no. - Lo borra y lo inmortaliza como Blooper.

(Sigan disfrutando y si les gustó el capítulo no olviden apoyar).

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Llevo desde 6.º grado conociendo a Daemon, pero nuca hemos tenido una conversación de más de dos palabras que se utilizan por simple educación, no hasta ese día en el que lo escuché decir fuerte y seguro de sí mismo que era gay.

Me sorprendió la noticia y no fue por su orientación sexual, sino que, yo no lo había notado.

Esperé a ver la reacción de todos y no lo tomaron tan mal como lo había predicho si yo estuviera en su lugar.

Después de escuchar a otro compañero decir que le gustaban mayores, que por cierto no creo que sea algo tan relevante o como otros bastardos dirían "fuera de lo normal", pero funcionó para aligerar el habiente y decidí aprovechar el momento y salir yo también.

Han pasado 4 meses y considero que fue la mejor decisión que pude haber tomado, porque desde ese día tengo un mejor amigo al cual quiero y valoro.

Justo en este momento nos dirigimos a mi casa con el objetivo de confesarle a mis padres que soy gay o como dice Daemon, lanzarles la bomba.

- Bueno, si algo sale mal he investigado algunos sitios que están en el top 10 de 'países recomendables para escapar de las autoridades', podemos improvisar algunas maletas y comprar los pasajes en el aeropuerto - informa Daemon - tu tranquilo que tengo contactos que nos pueden sacar y hacernos desaparecer.

- Dramático - suspiré - aunque eso último me hace dudar de que sea totalmente falso.

- Tal vez lo sea - ríe - me tienes a tu lado y no pienso irme - comenta más serio - puedes apoyarte en mí - dice agarrando mi mano - así como yo en ti.

- Gracias - le respondo sinceramente dándole un sonoro beso en la mejilla.

...Daemon es un chico que mide 1.71 cm, tan solo es un centímetro más bajo que yo, tiene el cabello de un naranja fuego a excepción de un pequeño mechón en la parte delantera que divide en dos colocándoselo a los costados de su rostro, que combina perfectamente con sus pestañas blancas.

[Imaginen que el cabello negro es anaranjado]...

Él me dijo que era hereditario y que su padre tenía la misma condición, esto lo confirmé cuando me invitó a su casa y su padre me miro como si hubiese cometido el crimen más atroz que cualquier humano haya presenciado, ok se me está pegando lo dramático, concéntrate. Ese día también me di cuenta de que sus ojos azules y pecas son heredados de su madre, que por cierto, es muy dulce y conectamos al instante cuando decidí ayudarla en la cocina. He sumado muchos puntos con ella, hasta me pidió que la llamara Eva. Ni hablar del "Señor Grandal".

- Ya estamos llegando - dijo interrumpiendo mis pensamientos.

- ¿Cómo haremos esto? ¿Igual que lo hiciste tú? - él me relato su historia y lo veía como un buen plan, si es que existen en este tipo de situación.

- Sí, puedes comenzar explicando y después sueltas la bomba mientras nos colocamos detrás del sofá - ríe.

- Daemon esto es serio - suelto un leve gruñido.

- Lo sé, lo siento, sebes que me es inevitable - me hace un puchero con sus labios y coloca sus ojos de cachorro desamparado.

- Dramático - ruedo mis ojos lejos de este y él vuelve a reír - bien, llegamos - comento diciendo esto más para mí que para él.

Parado frente a la gran puerta sintiendo los nervios como nunca antes, tomo una gran bocanada de aire, la retengo por 4 segundos y la expulso lentamente, repito esto 3 veces y agradezco que Daemon no me esté presionado.

- Estoy listo - le informo - entremos.

- Luces, cámaras... ¡Acción! - susurra el dramático mientras entra detrás de mí.

Una vez cruzado el corto pasillo de la entrada observo la amplia sala del primer piso que se encuentra a mi derecha, no hay nadie. Nos dirigimos al fondo a la izquierda donde se encuentra la cocina y entrada al jardín.

Al llegar veo a mi madre preparando unos aperitivos para pasar el rato con mi padre que estaba sentado bajo el sobresaliente techo cerca de la entrada del jardín.

- Hola, buenas tardes - Saluda Daemon haciendo notar nuestra presencia.

- Hola mamá - me dirijo hacia ella y le doy un beso en la mejilla - hola papá - lo saludo dándole un fuerte abrazo, quien sabe, tal vez sea el último.

Daemon repitió mis acciones, solo que a mi papá le estrecho la mano.

- No sabía que llegarías tan temprano hijo - anunció papá parándose de su silla y tomando un aperitivo de jamón y queso enrollado para después llevarlo a su boca - Mmm delicioso.

- ¡Y ese milagro! - expresa mamá dándole una rápida mirada con mala cara a papá y devolverla con una dulce hacia nosotros - pensé que se quedarían paseando en el centro comercial o comiendo algo por ahí, es viernes, si quieren puedo recomendarles varios lugares.

- Como el restaurante de 5 estrellas 'Wolf', sirven una carne muy exquisita - completa papá ignorando la mirada que esta le dio antes.

- O como el rest... - mamá se vio interrumpida por mí.

- Soy Gay - lo dije.

- Espera esto no era parte de plan, aborta misión, retirada, recoge las maletas que nos vamos - propuso nerviosamente mi mejor amigo.

Claramente, él tampoco estaba preparado para esto, al igual que yo, solo estaba tan nervioso que lo solté sin darme cuenta y por unos segundos consideré hacerle caso y huir como fugitivos de la ley tipo película de Hollywood, maldita sea, otra vez estoy siendo dramático.

- Espera jovencito, ustedes dos no van a ir a ningún lado - advirtió papá señalándonos a los dos.

Ambos nos quedamos paralizados por su alto tono de voz que demanda autoridad.

- Cariño, si les hablas así los vas a asustar - rió posando su mano en el hombro de su esposo y con un tono dulce continuó - Mi niño, somos tus padres y ya lo sabíamos, que conste que yo lo descubrí primero - declaró con orgullo.

- ¿¡Qué!? Espera - estoy desconcertado y en shock - ¿Cómo lo saben? - logré articular.

- La pregunta del millón - papá se llevó otro bocado de los aperitivos y prosiguió esta vez dirigiéndose hacia su esposa - Es muy vergonzoso, no puedo decirlo.

- Está bien, lo diré yo - una pequeña mueca en los labios se le formó a mamá - No sé si sabes, pero tu buscador de la computadora tiene el correo familiar que todos usamos y...

Interrumpió una sonora risa que provenía de mi supuesto mejor amigo, estaba tan, pero tan avergonzado que realmente quería... volvió a interrumpir mis pensamientos otra risa, esta vez de mi madre seguida de mi padre.

- Lo siento... yo juro que no quería... - decía mi EX mejor amigo en este momento entre risas - es... es una de las peores maneras en que te pueden descubrir - volvió a reírse, esta vez llevando sus manos a su estómago - Lo siento hermano - posó su mano en mi hombro - dime que quieres que ponga en tú lápida "Murió de avergonzamiento por razones confidenciales" - se giró riendo y fue hacia la sala.

¡¿En serio me dejó solo?! Y mis padres riendo más fuerte por su comentario, supongo que esto es mejor a que me echen de casa.

- También lo sentimos - se disculpó mamá, con más calma - me alegro de que tuvieras la suficiente confianza en nosotros para decírnoslo.

- Ven hijo, danos un abrazo - me llamó extendiendo uno de sus brazos, y quien soy yo para negárselos.

- Lamento que lo hayan descubierto así y no por mí - por fin me salió una frase larga, aunque está acompañada de unas pocas lágrimas.

Los tres no abrazamos como por 1 min y nos dirigimos a la sala, donde mí ya perdonado mejor amigo, nos esperaba con una sonrisa.

Me senté a su lado y mis padres enfrente. De por medio había una mesa donde colocamos los aperitivos.

Como si no hubiese sido suficiente, mis padres empezaron a saciar su curiosidad con preguntas, por suerte, esta vez no era el único que se iba a avergonzar y esta persona no se me escaparía.

- ¿Desde cuándo están saliendo? - comenzó mamá.

- No, no estamos saliendo, solo somos mejores amigos - dije recordando un déjà vu en casa de Eva.

- ¿seguro? - preguntó mi padre no muy confiado.

- Por supuesto, si lo hiciéramos se lo diría. No hay nada que ocultar - mencionó eso último dándome una mirada cómplice.

Solamente ruego que no se hayan dado cuenta de esto y solo piensen que es parte de su personalidad de actor de teatro.

Ti ri-ri

Suena la notificación del teléfono de Daemon. Luego de leer el mensaje, anuncia con una sonrisa.

- Listo, oficialmente están invitados a una cena en casa de mis padres el día de mañana.

Mis padres aceptaron felizmente, luego de ese día nuestras familias se unieron como una, nuestras madres se convirtieron en mejores amigas enviándose mensajes todo el día y poniéndose de acuerdo para próximas salidas tanto familiares como de 'solo chicas'. El padre de Daemon gracias a las influencias del mío, aceptó tenerme en su casa y de vez en cuando quedarme en ella, sobra decir que en ningún momento me quitaba el ojo de encima, pero bueno... algo es algo mejor que nada.

Hasta aquí llega el vistazo al pasado.

Como lo habrán notado este capítulo está narrado por nuestro querido Lucas. Quería enseñarle más a fondo como es su relación con Daemon y también la relación entre las familias.

Ya nos enteraremos en el capítulo 'Top secret' que es lo que quiere ocultar Lucas de sus padres y no nos cuenta.

Después de cada capítulo pienso hacer un extra, este puede ser narrado por otra persona o una situación graciosa del momento que no se vio en el capítulo. Algunos extensos otros no tanto.

Erika Gandy (42 años, cabello castaño claro, ojos miel, piel clara y mide 1.74 cm)

Oliver Macek (44 años, cabello negro, ojos marrones oscuros, piel trigueña y mide 1.88 cm)

Blooper: ¿Cómo haremos esto? ¿Igual que lo hiciste tú? - él me relato su historia y lo veía como un buen plan, si es que existen en este *pito* de situación. - Subconsciente sal de aquí es muy pronto para esto, los protagonistas ni siquiera se han conocido.

(### Sigan disfrutando y si les gustó el capítulo no olviden apoyar).