Amigos lectores, es la misma historia, solo que trate de modificar algunas cosas. 🤞 esperemos que esta vez si la acepten. Si no ya saben dónde tendré que publicar.
Había terminado el curso escolar, un curso en el cual a pesar de la dificultad estuve entre el trabajo apoyando a mi madre y mis estudios, ahora me tocaba ver la beca para la preparación del cual sé que estaba postulada por el mismo instituto por mis excelentes calificaciones, si bien fue para mi doble esfuerzo pero sin embargo lo logré y eso era un orgullo para mi madre que me consta el sacrificio que ella sin duda hace por mi queriendo siempre lo mejor para mi.
Me senté en una banca para poder leer todo los documentos que necesitaría para la beca y empezar por fin mi preparación que con orgullo y satisfacción tenia que lograr igual terminar.
Sentí unas manos suaves tapar mis ojos…
Samuel: ¿Si me dices quien soy? Te ganas el premio que tengo en mi bolsillo del lado derecho. Si no atinas entonces, solo entonces te ganarías los dos premios de ambos bolsillos… A ver hermosa dama dime ¿Quién Soy?
Renata: Rayos, me la pone muy difícil caballero… Amm no, no tengo la menor idea..
Me lleve mi dedo índice hacia mis labios en señal de duda y pregunta a la vez.
Renata: No, pues no. Me rindo.
Samuel apartó sus manos con suavidad sentándose enfrente de mi. Me sorprendí al mirarlo que tenia unos moretones en el rostro y en los brazos.
Renata: Que te sucedió?
Samuel: Amm, entrenamiento nada mas. Me gusta entrenar para poder defenderme ante quien sea.
Renata: Mi premio.
Extendí mi mano, Samuel la tomo llevándosela hacia sus labios dejando un beso tierno, levantó la mirada fijándola en mi.
Samuel: En esos hermosos ojos, me quiero perder toda la vida.
Renata: Y yo en los tuyos.
Samuel: Estoy enamorado de ti Renata, en mi futuro estas siempre tu.
Renata: Después de todo lo que te llevó en conquistarme…
Samuel: Uff ni me lo recuerdes que solo de acordarme haces que me dé dolor de cabeza.
Ambos reímos como nunca, Samuel Ferretti era un chico que a pesar de tener solo 17 años, siempre se me ha hecho un chico bastante maduro por su edad, además que el hijo de uno de los hombres mas adinerados del país, su apellido implicaba mucha fortuna por donde se le quiera ver, nada que ver con su familia que siempre lo andan regañando por no prestar atención a los negocios de su padre.
Samuel: Hoy es la noche!
Renata: Noche?
Samuel: Si, te dije que hoy te presentaría ante mis padres como mi novia.
Me levanté soltándolo de la mano, eso para mí era algo que tenia que pensarlo bien. Mi apellido no trae detrás una fortuna ni negocios y mucho menos una herencia que respalde. Sin embargo desde que Samuel y yo empezamos a conocernos a él no le importó nada de eso, él entendía mi situación pero el miedo hacia su familia era por como era.
Renata: Samuel, no es necesario. Tu familia no me aceptará y tampoco quiero que tengas problemas con ellos.
Samuel: Bueno pero ni lo hemos intentado, conocelos, sé que te agradarán asi como ellos quedaran encantados contigo asi como yo.
Negué con la cabeza, Samuel claro que tenia que hablar de esa forma de su familia pues es su familia pero sin embargo muchas veces he ido a cubrir a mi madre por que se ha sentido últimamente algo mal y siempre que me lo pide accedo a ir cubriéndola, además que los gastos no se pagan solos y no nos podemos dar la libertad de no tener el pago de la semana. Pero la familia de Samuel no es ni cerca de lo que dice, bueno al menos a mi casi todo el tiempo me anda llamando la atención su hermana Lucrecia y no se diga de su madre que no puedo hacer otra cosa de lo que ella manda.
Tomé un gran respiro mirando a Samuel, tampoco quería decirle que no, él siempre me tratado de maravilla.
Renata: Lo haré por ti Samuel. Aunque no es necesario te lo aseguro.
Samuel: Serás la mujer mas hermosa de la noche. Paso por ti a las 9:00 pm te parece?
Renata: De acuerdo.
Samuel tomo entre sus manos mi rostro dejando un beso tan tierno como siempre en mis labios, pase mis manos rodeando su cintura atrayéndolo mas hacia mi. Nos separamos lentamente mirándonos fijamente.
Samuel: Tu segundo premio lo he dejado en tu habitación.
Sonreímos me extendió su mano entregándole la mia entrelazando nuestros dedos.
Profesor: Renata, podras quedarte un poco mas de tiempo, me gustaría hablar contigo.
Samuel: Te espero.
Renata: No, ve a tu casa, nos vemos en la noche.
Samuel: Bueno, esta bien. No se te olvide a las 9:00 pm paso por ti.
Me dejó un beso en la frente despidiéndose para subir a su auto. Miré al profesor empezando a caminar hacia él. Entramos de nuevo al instituto donde me senté en su oficina.
Profesor: Como sabes Renata, has sido de las mejores estudiantes con la mejor calificación del instituto, mande tus documentos para solicitar la beca para tu preparación y la han autorizado.
Renata: En verdad? Hay que felicidad.
Me levanté saltando de emoción me acerque al profesor dejandole un beso en su mejilla y él sonrió.
Profesor: Te lo mereces Renata, sé que te has sacrificado mucho para seguir apoyando a tu madre y eso a tu edad no cualquier persona lo hace.
Renata: Usted sabe que mi madre es el único familiar que tengo y ella se ha sacrificado mucho por mi entonces también tengo que corresponderle.
Profesor: Me parece perfecto. Tu madre debe estar muy orgullosa de ti. Sé que sí.
Renata: Yo igual se que sí.
El profesor me entregó los documentos donde miré que en efecto la solicitud estaba aprobada. Sali mirando la hora en mi móvil ya se me habia hecho tarde, mi madre estaría preocupada por no haber llegado y ella tendría que ir a casa de los Ferretti a trabajar, así que no perdí mas mi tiempo y corrí hacia mi casa…
Llegué toda agitada llevándome la mano a mi pecho para poder tranquilizarme, abrí la puerta donde mi madre me estaba esperando sentada en la silla del comedor. Me miró con una gran tristeza, rápido me acerque con ella…
Renata: Mira mamá me han autorizado la beca para la preparación.
Le entregué la carpeta que ella rápido la tomó abriéndola, la empezó a leer mientras dejó unas lagrimas. Me acerque a ella poniéndome de cuclillas.
Renata: ¿Mamá que te pasa? ¿Acaso te pone triste la noticia de mi beca?
Madre: No hija, pero tenemos que hablar.
Me tomó de los brazos para poder sentarme en la silla que estaba aun lado de ella, realmente me estaba preocupando mucho por que no entendía nada de lo que le pasaba.
Renata: ¿Qué sucede?
Madre: Hija, tu sabes que solo estamos tú y yo como si fueramos una. ¿Verdad?
Renata: Si.
Madre: Siempre he visto por ti, en las buenas y en las malas y las dos siempre hemos unidas, por eso se me dificulta mucho ahora hablar de esta situación tan difícil que creo que ha llegado el momento de hacerlo.
Renata: ¿De que se trata? Me estas preocupando. ¿Nos hemos quedado sin alguna casa para seguir trabajando? Buscamos otras, la señora Sharon encantada estaría de darnos todos los dias empleo y lo sabes.
Mi madre me entregó un sobre donde por lo que decía fuera del sobre era algo referente a un hospital. Lo tomé con prisa sacando los papeles que contenían el sobre. Empecé a leerlos. Mi corazón se detuvo por un instante sintiendo que perdía la fuerza sin ninguna explicación, me empezaron arder los ojos sintiendo que se formaban mis lágrimas, levanté mi mirada mirando a mi madre que ella estaba llorando sin poder controlarse. Como era posible a mi madre le habían diagnosticado Leucemia y necesitaba un trasplante de medula ósea. Me arroje hacia sus piernas llorando como nunca, no podía articular palabra, mi mundo se había derrumbado al tener esta noticia en este momento. Negaba con la cabeza aferrándome a ella. Podía sentir como el roce de sus manos estaban acariciando mi cabello para poder tranquilizarme.
Madre: Hija, no es el fin del mundo.
Renata: Como me dices eso… ¿Con que dinero vamos a pagar tu operación?
Madre: He hablado con la señora Miranda Ferretti para un préstamo de la cual accedió.
Renata: No, mamá esa señora siempre te ha humillado y al aceptarlo dependerás siempre de ella.
Mi madre me tomó de los brazos alzándome y me abrazó con gran fuerza donde nuestro llanto era lo único que nos mantenía tan tristes.
Madre: Aun así hija, ya le he firmado el pagaré para que podamos tener ese préstamo, se le voy a devolver con mi trabajo y ella aceptó.
Me aparté de mi madre negando con la cabeza.
Renata: No mamá no hace falta, no tomaré la beca y me pondré a trabajar mas para que podamos reunirlo.
Madre: No, hija. La beca es una oportunidad para ti para crecer, para que no tengas que pasar por nada de lo que estoy pasando. Además sé que en la vida existen ángeles que siempre estarán con nosotros. Te aseguro que cuando menos lo esperes terminaremos de cubrir el préstamo eso te lo aseguro pero tú no puedes dejar por nada del mundo tus estudios.
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Les esperamos***.
Renata
Samuel
Mi madre empezó a toser tan fuerte que le empecé a dar palmaditas en su espalda para poder tranquilizarla. Pero no se calmaba. Corrí hacia la cocina por un vaso de agua que rápido lo serví llegando de nuevo hacia mi madre. Al llegar a ella mire como el piso estaba cubierto de un poco de sangre que mi madre al toser había expulsado.
Me tomó del brazo negando con la cabeza al ver que había tomado el móvil quitándomelo. Tomó el vaso de agua dejándolo en la mesa.
Madre: Estoy bien hija, estoy bien.
Me tranquilicé cuando la miré un poco mas calmada, ella me miró.
Madre: Hoy los Ferretti tienen una cena especial que Samuel organizo.
Me volví a sentar junto a ella, subiendo mis piernas abrazándolas, asentí con la cabeza mientras ella me observaba.
Madre: ¿Sabes el por que de esa cena, verdad?
Renata: Pero no quiero.
Madre: Sé lo mucho que quieres a Samuel y él a ti, pero de igual manera hija sabes que esa relación es imposible. Sus padres jamás lo permitirán y no me gustaría que te hagan sentir mal en ningún momento. Eres mi hija, parte de mi y no sabes como me dolería saber que tienes problemas con los Ferretti. Asi como son buenas personas pueden ser los peores en referencia con sus hijos.
Renata: ¿Lo sé, pero que hago? Le dije a Samuel que no puedo pero no quiere. Él quiere presentarme como su novia y eso me da miedo.
Madre: Esa relación no puede seguir. Tú y Samuel son de diferente clase social y no lo van a permir sus padres. No sigas mis pasos. He pasado por mucho y mírame, salí adelante contigo pero los Ferretti nunca en su vida van a querer que Samuel tenga una relación contigo y no por que no te lo merezcas. Samuel es un chico fabuloso me consta pero sufrirás mucho con esa relación. Además, todavía tienes 15 años, te falta muchísimo por vivir, te falta mucho por conocer a mas chicos, enamorarte, dejar que te enamoren, que te rompan el corazón, mantenerlo intacto pero sobre todo Renata, te falta amar. Amar de verdad. LA relación de Samuel es de adolescentes y quien quita que mas adelante formalicen pero por ahora no.
Respiré profundamente, me dolía mucho el corazón por la situación de mi madre y además por lo de Samuel. Tenia que poner distancia de por medio y ahora mas que ellos le prestarían el dinero a mi madre y no quiero que se piense que solo por su dinero estoy de novia con Samuel.
Madre: ¿Puedes ir en mi lugar para lo de la cena?
Renata: Sabes que si, mamá.
Madre: Por cierto Samuel te trajo un regalo que lo dejo en tu cama. Ve a ver.
Me levanté corriendo para llegar a mi habitación, en efecto habia una hermosa caja en color negro con un lazo dorado, una caja demasiado hermosa y elegante. Sonreí dando media vuelta al escuchar los pasos de mi madre para que viéramos el obsequio juntas. Abrí la caja lentamente apartando la envoltura. Nos quedamos sorprendidas mi madre y yo al ver que dentro habia un vestido sumamente hermoso, metí mis manos alzándolo para admirarlo mejor, estaba sin palabras, era totalmente divino y de seguro habia costado una fortuna, bastaba con verlo y sentir la delicada y fina tela.
Con mucho cuidado lo volví a dejar en la cama. Miré a mi madre.
Renata: No lo puedo aceptar.
Madre: Será tu decisión. Pero si te lo obsequió es por que quiere que lo uses.
Renata: No, es mas he decidido en que Samuel y yo ya no podremos seguir.
Mi madre solo se dio la media vuelta saliendo de mi habitación. Tomé le móvil para llamar a Samuel.
Llamada:
- Hola princesa Bella, me imagino que me hablas por que has visto tu regalo que con mucho amor escogí para ti.
- Si, gracias ya lo vi, es sumamente hermoso.
- Cuando lo tengas puesto en la noche serás la mujer mas hermosa que haya visto en este mundo.
- Jeje (sonreí dejando caer unas lagrimas) Samuel.
- Dime.
- Amm, no lo puedo aceptar. Tampoco podre acompañarte a la cena de hoy.
- ¿Cómo? ¿Por qué?
- He pensado bien las cosas y ahora que me dieron la beca para la preparación tendré que enfocarme mas a mis estudios.
- Aja, y eso que tiene que ver con la cena y que te presente como mi novia.
- ES QUE TÚ Y YO YA NO PODEMOS SEGUIR SIENDO NOVIOS.
- Rena….
Corté la llamada pegándome el móvil en mis labios dejando un beso, mientras mis lagrimas me salían. Me recosté sintiendo con todo el corazón del mundo lo difícil que debe ser para él que le haya dicho esas palabras. Pero sé que es lo mejor. Ni él ni yo podemos estar juntos. Además, él unos meses mas partirá hacia Inglaterra donde estudiará leyes. Así que con todo el dolor de mi corazón partiéndose en mil pedazos le tengo que dar la libertad que necesitábamos tanto él como yo.
Dejé el móvil apagándolo, en mi estante junto a la cama cuando me levanté para darme la ducha e ir al empleo de la casa de los Ferretti para la reunión que tendrían los demás.
Terminé de darme la ducha saliendo de mi habitación, mi madre me estaba esperando con mi uniforme en mano, ella me sonrió y le devolví el gesto. Ella me conocía perfectamente y no me preguntaría y yo no le diría absolutamente nada de lo que habia hablado con Samuel. Me puse mi uniforme preparándome, no quería por nada del mundo los Ferretti tuvieran un pretexto en mi llegada para no apoyar a mi madre con el préstamo.
Renata: Bueno mami, ya me voy.
Madre: Si hija, cuídate y no hagas nada imprudente.
Me acerque a mi madre dando un beso en su mejilla, agarré la caja del vestido y Sali, el taxi ya me estaba esperando, siempre era el mismo que andaba por el rumbo y mas o menos calculaba la hora.
Taxita: Hola niña… ¿Dónde siempre?
Renata: Si.
El taxista empezó avanzar y encendí mi móvil, en un instante me llegaron muchísimos mensajes mirando que todos eran de Samuel. Decidí no leer ninguno, no quería sentirme mal y mucho menos lastimar mas sus sentimientos, ya bastante le estaba causando.
Samuel:
Pero que me había dicho Renata… De donde saca ella que la quiero dejar, ahora por que habrá sido. Es cierto ella no quería venir pero bueno eso es lo de menos, tomé el móvil empezando a llamarla pero había apagado su móvil, ahora solo tendría que esperar a su madre para que llegara y saber que fue lo que paso.
Salí de mi habitación tomándome con mi hermana, rodee mis ojos al mirar su sonrisa como siempre de una mujer seductora y demasiado coqueta. La miré con cierto desprecio pero pase de ella.
Lucrecia: Hola Cariño!! Ya estas feliz en que por fin nos presentaras a tu novia. Muero por conocerla.
Samuel: No soy tu cariño. Prefiero que te mantengas lejos de ella.
Lucrecia: Hay pero que humorcito te mandas.
Samuel: ¿Has visto a Roxana?
Lucrecia: ¿Quién? ¿La de servicio? Como se te ocurre que voy a estar pendiente de una sirvienta.
Samuel: Cierto, se me olvidaba que solo vives para ti y para el propio Bastian que lo tienes con la una venda en los ojos solo por que le das un buen servicio.
Lucrecia: ¿Que has dicho?
Samuel: Tu y yo sabemos a lo que me refiero asi que déjame en paz.
Baje por las escaleras buscando a Roxana por toda la mansión pero no tenia idea de donde podría estar metida, no había rastro de ella. Entre a la cocina mirando a Maria que es la ama de llaves de la mansión.
Samuel: Hola María.
Maria: ¿Hola joven, se le ofrece algo? ¿Le sirvo algo antes de la cena?
Samuel: No, ¿Sabes donde esta Roxana?
María: Avisó que no podría venir ya que se sentía mal.
Entonces no vendría Roxana eso quiere decir que ocupará su lugar Renata, a lo mejor por eso no me contesta y por eso ella no quiere que la presente. Eso ha de ser.
Samuel: Gracias María, le puedes decir si llega a venir Renata que la ando buscando.
MAria: Hay joven… Yo le digo.
Salí de la cocina empezando a marcar de nuevo a Renata pero solo no me contestaba, ni siquiera los mensajes me contestaba. Santos cielos me estoy volviendo loco sin saber de ella.
Pase hacia la sala mirando que ya había llegado el prometido de mi hermana, ella se le tiró encima rodeándolo con sus brazos. Rodee los ojos negando con la cabeza, si supiera quien es su prometida ya la hubiera abandonado.
Lucrecia: Mi amor, no sabes cuanta falta me hacias, como te fue en el caso que te dieron en Los Angeles.
Samuel: Hola Bastian.
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Renata
Samuel
Lucrecia
Me acerqué a saludarlo, Bastian es un abogado muy importante diría el mejor del país y del mundo entero, su nombre era demasiado conocido además que tenia una sociedad de negocios restauranteros con él. Mi abuelo me había heredado en vida, siendo el dueño de una cuantiosa fortuna, Bastian y yo éramos muy apegados a demás que con él había visto ciertos documentos legales.
Bastian: Hola Samuel. Todo en orden. Que te pasó en el rostro.
Samuel: Practicas de defensa. Necesito aprender a defenderme por si el día de mañana me llegara a pasar algo podría defenderme sin necesidad de ayuda.
Bastian: Haces bien.
Mi hermana me miraba con cara que estaba interrumpiendo pero era algo que al menos disfrutaba que ella se molestara para hacer ver sus pataletas. Bastian me invitó a sentarme con él mientras Lucrecia hacia lo mismo, nos dirigimos hacia la sala recibidor para poder platicar.
Renata:
Le pague al taxista bajándome. Corrí para entrar por la puerta de atrás si la señora Miranda me viera sin duda alguna me estaría gritoneando como siempre.
Renata: Hola María. Se me hizo un poco tarde.
María: Hola Renata, anda ve a poner la mesa antes que pasen al comedor, que los invitados ya han llegado.
Renata: ¿Invitados?
María: Claro, hoy Samuel presenta a su novia y aun no entiendo por que estas vestida con el uniforme.
Renata: Samuel y yo terminamos.
María: ¿Cómo?
Me dirigí al cuarto donde siempre tomabamos un pequeño descanso dejé la caja del vestido tomando mi mandil para empezar a trabajar…
Me llevé el carrito para ir poniendo todos los cubiertos y las vajillas en el comedor, tenia que verse bien por que eso igual era algo que le molestaba mucho a la Señora Ferretti que las cosas no estuvieran como ella ordena. Empecé a colocar todo en orden y con mucho cuidado para cuando las revisaran no vean las huellas ni nada en los platos ni los cubiertos… tome cuatros copas juntas.
Lucrecia: ¿Y tu madre? Ella es la que debería estar aquí y no tú.
Renata: Hola Señorita Lucrecia. Mi madre habla con la suya avisando que no vendría por que esta muy enferma.
Lucrecia: Si es cierto, se esta muriendo, que pena pobre… Pero viene a rescatarla la hija con su capa de super héroe.
Renata: Cierto mi madre esta enferma, asi que le pido que hable de ella con respeto.
Lucrecia: PUES QUIEN DEMONIOS TE CREES QUE AL HABLARME DE ESA MANERA, DA GRACIAS QUE HAREMOS OBRA DE CARIDAD CON USTEDES, PARECEN MUERTAS DE HAMBRE RECOGIENDO LIMOSNA DE LOS DEMAS.
La miré fijamente sin apartar la mirada, sus palabras eran cuchillos clavándose en mi corazón, tenían tanta maldad y tanto odio y yo sin hacerle nada. Me dí la media vuelta dando la espalda, cosa que le molestó que avanzó hacia mi furiosa jalándome con fuerza el brazo causando que las copas se rompieran lastimándola del brazo.
Lucrecia: MALDITA, QUE ME HAS HECHO…
Di dos pasos hacia atrás mirando la cortada que le habia causado al romperse las copas.
Sergio: Que pasa aquí?
Lucrecia: MIRA LO QUE HA HECHO ESTA ESTUPIDA, INTENTO CLAVARME LAS COPAS ROTAS!
Renata: Lo siento, pero la señorita Lucrecia me tomo con fuerza del brazo y al chocar las copas se rompieron, pero en mi intento de soltarme fue sin querer fue que se cortó la señorita. En verdad lo siento mucho señor Ferretti.
Lucrecia: Me quizo matar la muy perra.
Negué con la cabeza asustada de las palabras de la señorita Lucrecia, decía las cosas con tanta seguridad que podían llegar a creerle. Su padre me miró fijamente sin emitir ningún solo geste.
Sergio: Renata, debes tener cuidado, puedes lastimar con gravedad a alguien. Ve a la cocina y levanta los cristales.
Renata: Si señor.
El señor se acerco a Lucrecia llevándosela del comedor, me imagino para que la curaran, entre a la cocina y Maria se quedo parada mirando.
María: Que sucede?
Renata: Lo mismo de siempre con la señorita Lucrecia.
María: Lo bueno es que Samuel no estaba si no capas y terminaba en pleito. Ni siquiera sé por que tanto odio en contra tuya si nunca le has hecho absolutamente nada a esa muchacha.
Renata: Llevaré las copas para completar.
De nuevo Sali de la cocina para limpiar las astillas que habían quedado en el comedor. Tome un cepillo con el recogedor, me dispuse a limpiar el lugar, que no quedara ni una sola.
(Escuchen- Unsteady… Recuerden amigos lectores que la música que les comparto es por que esa siento que va de acuerdo con el momento de lo que pasa, además que son de mi gusto)
Sentí como unas manos me agarraron de los brazos suavemente, trague saliva sabiendo que se trataba de Samuel por su aroma tan particular de él. Cerré mis ojos no queriendo ni verlo a los ojos, sería imposible cuando sabía lo que debe estar sintiendo.
Samuel: No te voy a dejar que te apartes de mi.
Me dio media vuelta tomando el cepillo y el recogedor dejando sobre el carrito donde se encontraban todos los cubiertos.
Renata: Samuel estoy trabajando. Tus padres nos pueden ver.
Samuel: Me importa una mierda que me vean.
Renata: Baja la voz, nos podemos meter en problemas.
Samuel: YA TE DIJE, VE A CAMBIARTE QUE TE SENTARAS A CENAR CON NOSOTROS… ESTA CENA ES PARA TI. POR TI LA ORGANICE. QUIERO QUE MIS PADRES Y TODOS LOS PRESENTES SEPAN QUE ERES MI NOVIA Y LO MUCHO QUE TE QUIERO Y QUE SIN TI NO PUEDO VIVIR.
Miranda: ¿PERO QUE HAS DICHO SAMUEL?
Los dos fijamos nuestras miradas en sus padres y los invitados que estaban entrando al comedor donde nosotros nos encontrábamos.
Samuel: LO QUE ESCUCHARON, RENATA ES LA CHICA QUE HOY LES IBA A PRESENTAR Y ANDAMOS DESDE HACE 2 AÑOS.
Lucrecia: Te das cuenta de lo que estas diciendo Samuel, como esta maldita muerta de hambre va ser tu novia. Estas loco?
Miranda: QUE? TU NOVIA UNA SIRVIENTA?
Me puse de tras de Samuel, sentía las miradas de desprecio y despectiva de todos los que estaban presentes.
Lucrecia camino rápido llegando hasta a mi para jalarme tan fuerte…
Lucrecia: ERES UNA TREPADORA OPORTUNISTA.
Samuel: SUELTALA MALDITA SEA LUCRECIA NO LA VUELVAS A TOCAR…
Samuel empujó con gran fuerza a Lucrecia ocasionando que ella se tambaleara cuando de nuevo se acercó a ella pero un hombre se interpuso entre ellos.
Bastian: BASTA SAMUEL, NO SE TE OCURRA!
Samuel: Jamás en la vida vuelvas a tocar a Renata, tú menos que nadie. Me oyes Lucrecia. NO LA VUELVES A TOCAR ME ESCUCHAS!!!
Bastian: Samuel tranquilo.
Miranda: Pero como es posible que durante tanto tiempo ustedes hayan andado a escocndidas… Como es posible Renata?. Tú con mi hijo?. ¿Quien te has creido?
No sabia que hacer, estaba que no me creía lo que habia pasado durante tanto tiempo ocultando todo esto para que saliera a lauz y de esta manera tan injusta. Ni siquiera podía pasar para la cocina estaba Lucrecia y ese hombre que la estaba defendiendo ante Samuel, de seguro ese era su prometido por la manera en que la defendió sin importar que ella a mi me haya ofendido.
Bastian: Vamos a relajarnos todos. ¿Por qué no se sienta con nosotros la novia de Samuel?
Lucrecia: PRIMERO MUERTA ANTES DE TENER A UNA MUERTA DE HAMBRE EN MI MESA.
Bastian: Lucrecia!
Lucrecia: ESA TREPADORA, VIVIDORA NO SE SENTARÁ EN MI MESA…
Bastian: Será mejor que me retire. Buenas noches. ERES GRANDE SAMUEL!
El hombre se dio la media vuelta retirándose del área del comedor donde Lucrecia salió tras de él.
Sergio: A ver Tranquilos. Renata ve a la cocina.
Samuel se me acercó quedando frente a mi, me sonrió con esa hermosa sonrisa que decía mas que mil palabras, con esa mirada triste.
Samuel: AHORA ENTIENDO POR QUE NO QUERIAS QUE MIS PADRES SE ENTARARAN DE LA VERDAD.
Salí del comedor entrando a la cocina para llegar al cuarto donde estaban mis cosas, no quería quedarme en la cocina sabiendo que la señorita Lucrecia podría entrar y agredirme como lo ha intentado hacer como siempre.
Lucrecia:
Maldita hija de puta por su culpa Bastian se va, pero como es posible que me deje aquí sola con el problema de Samuel y todo por culpa de esa maldita perra, muerta de hambre.
Lucrecia: BASTIAN!!! BASTIAN!!!!
Se dio la media vuelta mirándome fijamente, con esa mirada encantadora que hacia que me vuelva loca por él, sintiendo casi casi que mis bragas ya estaban húmedas.
Lucrecia: Mi amor ¿por que te vas? Todo esto es por culpa de esa muerta de hambre.
Bastian: Y SIGUES…
Lucrecia: ¿De que?
Bastian: HUMILLASTE A UNA NIÑA LUCRECIA! UNA NIÑA QUE ESTA ENAMORADA DE SAMUEL, A TI QUE MAS TE DA.
Lucrecia: Como se atreve a poner sus ojos en mi hermano. En Samuel no. Ella es una sirvienta.
Bastian: Y ESO QUE? TE HAS PUESTO EN ALGUN MOMENTO EN EL LUGAR DE ESA NIÑA AL ESCUCHAR SUS PALABRAS DESPECTIVAS TUYAS Y DE TU MADRE. COMO TE ATREVES…
Lucrecia: Mi amor mañana es nuestro fiesta de compromiso y no quiero que que estes molesto conmigo. Y todo por una simple chacha.
Bastian: DEJA DE OFENDER A LAS PERSONAS LUCRECIA, NO ERAS ASI DE ANTES.
Lucrecia: Bueno es quien no se va a molestar saber que a su hermano lo esta hostigando una trepadora.
Bastian: Nos vemos mañana en la fiesta de compromiso.
Subió a su auto acelerando como si no quisiera estar mas tiempo aquí. Rodee los ojos empezando a caminar hacia adentro de la casa. Escuche voces en el comedor asi que me escuchará la estúpida esa mientras que Samuel se dé cuenta que no se puede enamorar y menos de una sirvienta muerta de hambre.
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Renata
Samuel
Lucrecia
Bastian
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