Nuestra historia comienza en Argentina en el año 1988, con un hombre de 44 años se despierta por el sonido de su alarma.

Daniel ahora es un hombre que tiene un bigote chevron, cabello rapado estilo militar, pero algo largo en la parte de arriba que peina hacia atrás. Acababa de tener un sueño maravilloso del día en que conoció a sus padres adoptivos, aunque Daniel no los llamaba padres adoptivos, para Daniel tanto Graciela como Tobías eran sus verdaderos padres.

Daniel no tenía el más mínimo interés en conocer a sus "progenitores" como él los llamaba, ya que para él esas personas no son sus padres y es que ¿Se le podía llamar padre a unas personas así? Daniel no creía eso.

Mayor parte de su infancia se sintió mal porque sus padres no regresaron a buscarlo, pero él mismo estaba y aún está agradecido por eso.

Daniel prefería no ver no cruzarse nunca con las personas que lo abandonaron ¿qué le dirían?, ¿qué no tenían dinero?, o tal vez dirían que no querían ser padres. Tal vez eran jóvenes cuando él nació, ¿¡Y Que?! Pensaba Daniel; habiendo tantos métodos anticonceptivos, habiendo la posibilidad incluso de esterilizarse ambos resulta que Daniel terminó abandonado como un perro porque sus padres eran unos inútiles irresponsables que seguramente culpan a la sociedad de que ellos no tuvieron las neuronas suficientes para cuidarse o aguantar la calentura.

Algo de lo que Daniel pensaba de niño en el orfanato eran las excusas que sus padres les pondría y los insultos con los que él les respondería, él odiaba el hecho de que haya padres que regresan a buscar a sus hijos y se los quitan a la gente que los adopta ¡Que poca vergüenza!.

Tiran a los niños como si fueran cachorros que dejan en una caja frente a la puerta del veterinario sin importarles nada y después creen que tienen algún derecho de decir que son padres.

Daniel se llenaba de enojo cada vez que recordaba eso y en las noches del día de su cumpleaños pensaba las cosas que le diría a sus padres si alguna vez iban a buscarlo;

-Desnaturalizados, desobligados, irresponsables era lo mas suave que se le ocurria a su mente, de una escala del 1 al 10 donde 1 es lo mas suave que le diria esas 3 palabras estarian a penas en el lugar nunero 1.

Daniel ya se encontraba listo para ir al trabajo y lo primero que debe hacer es despedirse de sus padres.

-Ya tengo que ir a trabajar. -Les dice Daniel a sus padres.

-Ten cuidado Dany. -Le dice Graciela mientras se despide de él con un beso en la mejilla.

Daniel ahora va a despedirse de Tobías y como siempre lo hace con un abrazo. La despedida cada vez que sale de su casa es la parte más difícil.

Daniel está orgulloso de seguir los pasos de su padre, al igual que Tobías está orgulloso de que su hijo lo haga, pero eso no quiere decir que no se preocupen por eso.

Daniel va hacia la puerta para irse al departamento de policía, pero antes pasa junto al espejo para verse como siempre lo hace antes de salir. Daniel es alguien que nació con un físico poco prometedor, tiene caja torácica pequeña lo que lo hace ver delgado.

Él comenzó a ir al gimnasio cuando le dijo a su padre que quería ingresar a las fuerzas especiales.

Tobías Sanders que bien sabe que debe mantenerse en forma con la carrera que eligio seguir y sobre todo para el examen físico le recomendó practicar algún deporte. Daniel Sanders teniendo en cuenta su compleccion delgada decidió ir al gimnasio, como siempre tuvo cuerpo delgado su confianza subió un poco al comenzar notar algunos cambios, en realidad, demasiados cambios conforme avanzaba el tiempo.

Algunas personas creen que él es creído y no solo por verse constantemente al espejo en las mañanas ya que eso no es algo que sepan muchas personas, solo los que se quedaron adormir en su casa y en la mañana lo vieron contemplarse antes de salir. Mas bien esa creencia se debe a que es el tipo de persona que no puede evitar contar lo que hace. En el año 1997 antes de unirse a las fuerzas especiales, Daniel se dedicó a la reparación de televisores, las cosas tecnológicas eran su pasión.

Tanto le gustan las cosas tecnológicas que cuando la tecnología avanzó más con el paso del tiempo Daniel se estudió diseño gráfico en sus vacaciones.

Al salir de su casa Daniel fue directo a su auto; un cupé Torino 1970. Daniel compró el auto en el año 2000 a sus 22 años y exactamente un día después de que lo aceptaron en las fuerzas especiales.

Por supuesto que lo que más hace que Daniel sienta apego por su auto es el hecho de que lo compró el auto estaba en pésimas condiciones, pero con mantenimiento, tiempo y esfuerzo logró hacerlo lucir bastante bien.

06:30 am En la acualidad Daniel se encontraba acostado en su cama, la alarma acababa de sonar y lo despertó de un bello recuerdo soñado. Daniel estiró su mano para sacar su celular de la mesita de luz para apagar la alarma.

Algo somnoliento Daniel extiende su mano para tomar su celular de la mesita de luz pensando en apagar la alarma. Abre con dificultad sus ojos ya que la luz lo encandilaba, pero Cuando lee el nombre que le habia puesto al alarma no puede evitar abrir de par en par sus ojos y sonrír porque recordo que había puesto la alarma por una razón muy especial. Aquella razón se le vino a la mente al ver el nombre que le puso la alarma, en ella se podía leer claramente que decía "Día de las madres".

Observa la hora sonríe, hoy es el día de las madres y Daniel tiene pensado una sorpresa para su madre Graciela.

Se acomodó sentándose en la cama para ponerse sus zapatillas.

Su madre Graciela está durmiendo en la habitación que está de camino a las escaleras así que intenta no hacer ruido mientras se dirige al baño.

Si ella despertaba la sorpresa quedaría arruinada. Daniel hizo su meada mañanera eso es lo primero al despertar.

Despertó feliz de un bello recuerdo soñado hace que tenga una amplia sonrisa en su cara que disfruta ver cuando se ve al espejo para cepillarse los dientes.

En la sala un Tobías de 62 años estaba terminando de envolver unos regalos del día de la madre.

Con su edad Tobías aún mantenía su forma esbelta y su 1,90 de altura característico.

Lo que sí era diferente es que ahora además de tener algunas arrugas también tenía una calva bastante notoria. En Realidad, solo le quedaba cabello cano en la parte de atrás y a los lados de su cabeza.

Daniel baja por las escaleras intentando no hacer ruido y se acerca a su padre para saludarlo con un susurro.

-Buenos días, papá.

-Buenos días..., hijo, creí que te habías quedado dormido -Le responde Tobías a Daniel también con un susurro.

-Casi, puse la alarma en bajo volumen para que no hiciera mucho ruido, por suerte eso no impidió que la escuchara.

Daniel se acerca a ver el regalo para su madre, lo hizo en conjunto con su padre. Normalmente, hacen dos regalos el que es de parte de Daniel siempre estaba envuelto en papel azul (El color favorito de Daniel), los que son de parte de Tobías estaba envuelto en color amarillo (El color favorito de Roberto).

Es una costumbre de ellos cuando hacen un regalo envolverlo en un papel de regalo que tenga su color favorito, es una forma de personalizar el regalo poniendo una parte de ellos en el regalo.

Esta vez como es un regalo hecho por los dos tiene mitad azul y mitad amarillo.

-Quedaron bien. -Le dice Daniel a Tobías.

-Si, solo falta ponerle un listón y escribir nuestros nombres. -Le responde Tobías a Daniel.

-Mientras voy a preparar el desayuno.

Graciela normalmente despierta a las 8:00 am así que no quedaba mucho tiempo.

Todos los domingos antes de ir a la iglesia tenían la costumbre de desayunar deliciosos waffles dulces con almíbar preparados por su madre Graciela. Los deliciosos waffles dulces de su madre estaban siempre acompañados de un vaso de leche con chocolate.

A Daniel le encantaba empezar el día con esos dulces waffles hechos con todo el cariño de una madre. Él esperaba toda la semana con impaciencia únicamente para comerlos.

Este recuerdo asaltó a Daniel, oportunamente mientras estaba en la cocina preparando waffles para que su madre comenzará el día de las madres del mismo modo tan dulce que él y Tobías empezaban cada domingo gracias a ella.

Claro que no importaba cuanto se esforzará, el nunca lograría que sean como los de ella. La verdad es que no eran tan buenos como los de su madre, pero no faltó el amor y eso era lo más importante.

Tobías terminó de preparar el regalo dejándolo sobre la mesa de la sala.

En la cocina Daniel preparaba la mesa con 3 platos en los que fue sirviendo los waffles.

Tobías entra a la cocina para ayudar a Daniel.

-Quemaste algo? -Le pregunta Tobías a Daniel en tono bromista.

Daniel lanza una risa bajita que es casi como un susurro, tuvo que contener la risa para evitar despertar a Graciela aunque estaba durmiendo arriba existía la posibilidad que se despertara si escuchaba algo, más porque ella tiene el sueño ligero.

-Gracias a dios no. -Le responde Daniel a Tobías mientras continúa sirviendo.

-Que falta? -Le pregunta Tobías a Daniel en un susurro.

-Los vasos de leche con chocolate es lo único que falta. -Responde Daniel también con un susurro.

Tobías va al refrigerador para buscar la leche mientras Daniel termina de servir los tres platos y les pone el almíbar encima.

Ya habiendo preparado todo Daniel y Tobías hacen la señal de shaka con la mano en señal de victoria.

Tobías deja los vasos de leche chocolatada sobre la mesa y va a la sala a buscar los regalos. Daniel pone uno de los platos con Waffles dulces y uno de los vasos de leche chocolatada sobre una bandeja para llevárselo a su madre.

Daniel lleva la bandeja hacia la escalera donde lo espera Tobías cargando el regalo.

-¿Quieres que lleve la bandeja? -Le susurra Tobías a Daniel.

-No, yo puedo, no te preocupes. -Le responde Daniel a Tobías.

-¿Estás seguro? -Le pregunta Tobías a Daniel haciendo un gesto.

-Si, yo puedo. -Vuelve a decirle Daniel a Tobías.

La pregunta se debe a que el año anterior Daniel quiso llevar la bandeja para el día de la madre y se le cayó cuando iba subiendo la escalera.

Aunque Daniel subió la escalera bastante nerviosa y con temor a volver a tirar la bandeja esta vez por suerte la historia no se repite. Pudieron subir la escalera sin problemas lo que hizo que Daniel se sintiera aliviado.

Tobías contó con sus dedos del 3 para abajo, al llegar al cero Tobías abrió la puerta.

Daniel entró primero a la habitación seguido por su padre. Al entrar Tobías deja en el suelo la caja de regalo y va a encender la luz.

Daniel carga con cuidado la bandeja con Waffles dulces con almíbar y sonríe al ver a su madre durmiendo.

Tobías se acerca a despertar a Graciela mientras Daniel deja la bandeja con los waffles dulces y el vaso de leche con chocolate sobre la mesita de luz de la habitación.

-Buenos días. -Le dice Tobías a Graciela cuando ella despierta.

-Sorpresa mamá. -Le dice Daniel a su madre.

Tobías vuelve a contar con sus dedos del tres hacia abajo, cuando llega al uno él y Daniel dicen al mismo tiempo; Feliz día de las madres.

Graciela sonríe emocionada, tanto los días de las madres como

Graciela es una mujer que a sus 61 años parece 10 años más joven, siempre lució más joven de lo que es quizás por su carrera deportiva, en su juventud fue tenista profesional por lo que se mantuvo en forma y siempre trató de lucir un estilo de Vida saludable. Otra razon que lo explicara podia ser que era una mujer muy alegre sobre todo desde que habia conocido a Tobias, alegria que aumento cuando adoptaron a Daniel ella siempre solia decir que ellos eran los culpables de que ella no pudiera evitar sonreir y reir al menos 1 ves al día.

Cosa que no siempre pudo hacer principalmente en su infancia, y despues de un suceso: Ella fue madre muy joven, habia tenido a su primer y unico hijo a los 17 años, pero luego de dar a luz en el hospital dijeron que su hijo había muerto. Justamente eso fue lo que hizo que hace 34 años se decidieran por adoptar a Daniel ya que su hijo tendría su misma edad si no hubiera muerto.

Ella no pudo tener más hijos después de esa ocasión, ya que cerca de sus 19 años se volvió estéril por una enfermedad congénita y hereditaria que despertó en ese momento.

La enfermedad hizo que ella no pudiera tener hijos propios, algo que preocupaba bastante a Tobias y al resto de su familia ya que y lo que pasó con su hijo podia hacerla caer en depresion, pero ella logro superar esos tristes acontesimientos y seguir adelante todo gracias al gran apoyo de sus seres queridos.

Ella siempre fue una mujer muy amable y gentil que no dejaba que sus malas experiencias le amargara la vida, o que ese detalle le impidiera ser madre.

Graciela también conserva su cabello castaño, en realidad, a su edad su cabello no tendría que ser de color castaño totalmente y no lo es. Ella tiene cabello con algunas canas, pero se tiñe el cabello de castaño oscuro para cubrir sus canas y con su apariencia de mujer mas joven aparenta tener menos edad.

-Muchas gracias, siempre me hacen sentir especial. -Dice Graciela mientras se sienta.

-Para nosotros eres muy especial. -Le dice Tobías a Graciela.

-Aquí te traje el desayuno, waffles dulces con almíbar y un vaso de chocolate con leche que te preparamos, para que comiences tu día de la mejor manera. -Le dice Daniel a Graciela mientras señala la bandeja.

-¿Esta vez no se te cayó la bandeja? -Pregunta Graciela en tono bromista.

-No, esta vez tuve suerte -Le responde Daniel sonriente.

-Esperaré a abrir ese obsequio porque me mata la curiosidad de saber que son. -Dice Graciela mientras señala las cajas de regalo.

Es verdad, Graciela era alguien de mucha curiosidad.

-Buena idea. -Dice Daniel mientras toma ambos regalos y se los pone sobre la cama junto a ella.

Cuando se trataban de dos regalos Graciela cerraba sus ojos y elegía uno para abrir, a veces lo hacía con la canción infantil De tin marín de do pingüé. Esta vez como se trataba de un obsequio solamente fue más fácil.

Graciela abre el regalo emocionada mientras Daniel cruza los dedos nervioso esperando que le guste el regalo. Graciela saca de la caja una madera impresa y personalizada. La madera de unos 30 centímetros de alto por 50 centímetros de ancho y tenía impresa una foto que se tomaron los tres juntos el día que lo adoptaron.

-¡Es fantástico! Un bonito recuerdo y se ve igual a la original. -Dice Graciela señalando la foto que estaba en un marco sobre una repisa en la pared de la habitación.

-Es un bonito recuerdo para mí también, cuando los conocí fue el momento más feliz de mi vida. -Dice Daniel mientras sonríe.

Daniel, Tobías y Graciela se abrazan.

-Te dejaremos desayunar tranquila, te esperamos abajo. -Le dice Tobías a Graciela.

-Si, apropósito ya está por comenzar tu programa favorito. -Le dice Daniel a Graciela mientras pone el control remoto sobre la bandeja

Graciela ve una telenovela llamada alerta emergencias, es una telenovela sobre romance de doctores.

-Gracias, pero ¿no llegarás tarde al trabajo?. -Le pregunta Graciela a Daniel.

-No te preocupes, iré al horario de la tarde, recuerda que no soy policía, soy miembro de la fuerza especial. -Le responde Daniel a Graciela.

-Lo que yo hubiera dado por tener ese privilegio en mi época. -Dice Tobías mientras sale de la habitación con Daniel.

A lo que se refiere Daniel es que la policía no tiene horario de entrada, solo apoyan a la policía ayudando en los casos más complicados y monitoreando a sus oficiales para que todo salga de acuerdo a la ley.

Todo esto comenzó hace mucho tiempo con la orden de seguridad emitida por el alcalde Saban y aprobada en las votaciones que llevaron al fallo definitivo en septiembre de 2005, esto se debió a que un soborno podría comprar a la mayoría de los policías, es más improbable que haya un miembro de las fuerzas especiales que acepta un soborno.

La notable diferencia entre ideales se debe al proceso de selección más estricto de las fuerzas especiales, todo ello para descartar a los posibles corruptos.

La función secundaria de las fuerzas especiales es brindar asistencia a la policía, ayudando a mantener la ciudad segura, la función principal es monitorear a la policía y llevar a los oficiales corruptos ante la justicia.

La medida para frenar la corrupción comenzó desde que salió a la luz que el exalcalde y el comisionado de la Policía estaban involucrados en la trata de personas y la venta de órganos de niños, hecho que se conmemora cada 25 de julio el día de la liberación.

Uno de los beneficios de las fuerzas especiales gracias a eso es que pueden elegir su horario siempre que sea de 8 horas y no haya horarios sin vigilancia.

Daniel Sanders está desayunando tranquilamente junto a su padre Tobías.

-Papá, cuando te retiraste de las fuerzas especiales ¿se te hizo fácil o pensaste volver en algún momento? -Le pregunta Daniel a Tobías.

-Fue muy fácil, antes no corríamos el riesgo que corren ahora que están más expuestos, pero aun así era consciente que cada vez que salía era probable no regresar. -Le responde Tobías a Daniel.

-Eso es algo que prefiero no pensar, pero si, también sé que cada vez que salgo puede ser que no regrese. -Le dice Daniel a Tobías.

-La ignorancia es a veces buena, algunos dirán que es tonto creer que no pasara nada, pero en algunas ocasiones es mejor ser positivo y tener esperanza. -Le responde Tobías a Daniel.

En el año 1990 cuando Daniel Sanders tenía 12 años él se encontraba jugando béisbol con su padre Tobías Sanders. Una vez cada dos o tres semanas dependiendo del tiempo, Tobías llevaba a Daniel a jugar béisbol y en algunas ocasiones salían juntos a ver partidos de béisbol. En esta ocasión Daniel y su padre, Tobías entraron a la cocina por un pequeño accidente.

-¿Qué paso? -Pregunto su madre preocupada.

-Lo golpee por accidente con la bola. -Respondió Tobías.

Fue un lamentable accidente aunque para algunos se podria decir que tambien fue comico; Daniel se habia asustado cuando Tobias arrojo la pelota por lo que cerro los ojos inclinando la cabeza cerca del bat probocando que la pelota que tobias habia lanzado lo golpeara en el ojo.

-Te pondré por hielo. -Exclamo Graciela.

-No, con un bistec es suficiente. -Replico Tobías.

-Carne entonces. -Respondió Graciela tomando un bistec de la nevera y poniéndoselo en el ojo. -Sostenlo.

-Sí. -Le dice Daniel sosteniendo el frío trozo de carne sobre su ojo.

-Se le pondrá negro. -Aseguro Tobías.

-Soy pésimo. -Exclamo Daniel pensando que no pudo golpear la bola por tercera vez.

-No digas eso solo debes mantener el ojo en la bola, no literal o terminarás golpeándote siempre -Le respondió Tobías entre risas.

-Tobias no te rias! -Protesto Graciela conteniendo tambien la risa por ese chiste.

-Pero fueron 3 veces y no pude golpearla. -Insistio Daniel sosteniendo aun el bistec sobre su ojo. Que era pésimo es algo que no podía evitar pensar, y es que tenía un bat de beisbol en sus manos y no era capas de golpear la bola tal ves deberia haber tomado una raqueta de tenis tal ves asi estaria mas cerca aunque pensaba que incluso asi fallaria.

En ese momento Tobías se acerca a él a intentar animarlo.

-No te preocupes Dany, la práctica hace al maestro, con suficiente práctica podrías ser profesional. -Le dice Tobías poniéndole la mano en el hombro. -Un beisbolista profecional ¿te gusta la idea? hijo

-Yo quiero ser un agente como lo fuiste tú, servir al país y hacer que sea un lugar mejor. -Le responde Daniel a Tobías.

Tobías lo observa algo preocupado al oír eso, no estaba seguro de que a Graciela le gustara saber que Daniel tenia esa idea por lo que volteo a verla aunque para su sorpresa ella lo veia contenta. luego voltea a ver a Daniel otra ve ñz y despues de unos instantes la sonríe diciendole:

-Eres joven, cambiaras de idea yo cuando era niño quería ser conductor de autos de carreras.

-¿Conductor de carreras? -Le pregunta Daniel sorprendido a Tobías.

Esa era una respuesta que Daniel no se esperaba, ya que pensaba que su padre siempre quiso ser oficial de las fuerzas especiales desde niño.

-De niño quise ser piloto de carreras y con el tiemño fui cambiando de parecer, lo hice conforme fui conociendo cosas nuevas y vi más posibilidades. -Le responde Tobías a Daniel con una sonrisa.

-Yo lo que ahora quiero es ser agente y cuando vaya a formar mi familia me retiré para dedicarme a otra cosa que también me gusta. -Le dice Daniel a Tobías.

-Hagas lo que hagas mientras sea lo correcto yo te apoyaré... mientras tanto ¿quieres seguir intentando? -Le pregunta Tobías a Daniel mientras señala la bola que tiene en la mano.

-¡Claro que si! Esta vez no fallaré! -Dijo Daniel mientras se ponía en posición de Bateo.

-No sé si sea buena idea, está lastimado. -Expuso Graciela.

-Por favor, mamá. -Suplico Daniel.

-Si, por favor, mamá. -Bromeo Tobías. -No puede hacerle más daño jugar un poco más.

Graciela solto una risita para luego responder:

-Esta bien, pero tenga cuidado.

-Si! -Victoreo Daniel. -Esta vez lo voy a lograr

Asi fue, Daniel no fallo, el logro batear para su sorpresa y de forma increible.

Este recuerdo llegó a Daniel mientras se encontraba listo para ir al trabajo y lo primero que debe hacer es despedirse de sus padres.

-Ya tengo que ir a trabajar. -Les dice Daniel a sus padres.

-Ten cuidado Dany. -Le dice Graciela mientras se despide de él con un beso en la mejilla.

Daniel ahora va a despedirse de Tobías y como siempre lo hace con un abrazo. La despedida cada vez que sale de su casa es la parte más difícil.

Daniel está orgulloso de seguir los pasos de su padre, al igual que Tobías está orgulloso de que su hijo lo haga, pero eso no quiere decir que no se preocupen por eso.

Daniel va hacia la puerta para irse al departamento de policía, pero antes pasa junto al espejo para verse como siempre lo hace antes de salir. Daniel es alguien que nació con un físico poco prometedor, tiene caja torácica pequeña lo que lo hace ver delgado.

Él comenzó a ir al gimnasio cuando le dijo a su padre que quería ingresar a las fuerzas especiales.

Nuestra historia comienza en Argentina en el año con una mujer que está viendo una foto de un compañero detrabajo suyo está mujer se llama Isabella Ferrari y es una bruja de una familia con una larga tradicion gitana y una de ellas es para su desgracia que tienen prohibido tener una relación con un humano normal, en caso de que alguna bruja (o brujo) de una familia gitana tenga una relación con algún ser humano común deberán como castigo dejar de usar su magia y eso es algo que en ella genera gran duda ya que hace mucho llevaba queriendo expresarle sus sentimientos a Daniel pero por ese pequeño detalle ellanoi se atrevía a hacerlo no quería estar limitada y mucho menos seguro fingiendo ser una humana común más de lo que ya lo hacía así que tenía dos opciones conservar su erencia gitana o renunciar a ella por estar con Daniel.

Daniel es un hombre de 44 años se despierta por el sonido de su alarma.

Daniel ahora es un hombre que tiene un bigote chevron, cabello rapado estilo militar, pero algo largo en la parte de arriba que peina hacia atrás. Acababa de tener un sueño maravilloso del día en que conoció a sus padres adoptivos, aunque Daniel no los llamaba padres adoptivos, para Daniel tanto Graciela como Tobías eran sus verdaderos padres.

Daniel no tenía el más mínimo interés en conocer a sus "progenitores" como él los llamaba, ya que para él esas personas no son sus padres y es que ¿Se le podía llamar padre a unas personas así? Daniel no creía eso.

Mayor parte de su infancia se sintió mal porque sus padres no regresaron a buscarlo, pero él mismo estaba y aún está agradecido por eso.

Daniel prefería no ver no cruzarse nunca con las personas que lo abandonaron ¿qué le dirían?, ¿qué no tenían dinero?, o tal vez dirían que no querían ser padres. Tal vez eran jóvenes cuando él nació, ¿¡Y Que?! Pensaba Daniel; habiendo tantos métodos anticonceptivos, habiendo la posibilidad incluso de esterilizarse ambos resulta que Daniel terminó abandonado como un perro porque sus padres eran unos inútiles irresponsables que seguramente culpan a la sociedad de que ellos no tuvieron las neuronas suficientes para cuidarse o aguantar la calentura.

Algo de lo que Daniel pensaba de niño en el orfanato eran las excusas que sus padres les pondría y los insultos con los que él les respondería, él odiaba el hecho de que haya padres que regresan a buscar a sus hijos y se los quitan a la gente que los adopta ¡Que poca vergüenza!.

Tiran a los niños como si fueran cachorros que dejan en una caja frente a la puerta del veterinario sin importarles nada y después creen que tienen algún derecho de decir que son padres.

Daniel se llenaba de enojo cada vez que recordaba eso y en las noches del día de su cumpleaños pensaba las cosas que le diría a sus padres si alguna vez iban a buscarlo;

-Desnaturalizados, desobligados, irresponsables era lo mas suave que se le ocurria a su mente, de una escala del 1 al 10 donde 1 es lo mas suave que le diria esas 3 palabras estarian a penas en el lugar nunero 1.

Daniel ya se encontraba listo para ir al trabajo y lo primero que debe hacer es despedirse de sus padres.

-Ya tengo que ir a trabajar. -Les dice Daniel a sus padres.

-Ten cuidado Dany. -Le dice Graciela mientras se despide de él con un beso en la mejilla.

Daniel ahora va a despedirse de Tobías y como siempre lo hace con un abrazo. La despedida cada vez que sale de su casa es la parte más difícil.

Daniel está orgulloso de seguir los pasos de su padre, al igual que Tobías está orgulloso de que su hijo lo haga, pero eso no quiere decir que no se preocupen por eso.

Daniel va hacia la puerta para irse al departamento de policía, pero antes pasa junto al espejo para verse como siempre lo hace antes de salir. Daniel es alguien que nació con un físico poco prometedor, tiene caja torácica pequeña lo que lo hace ver delgado.

Él comenzó a ir al gimnasio cuando le dijo a su padre que quería ingresar a las fuerzas especiales.

Tobías Sanders que bien sabe que debe mantenerse en forma con la carrera que eligio seguir y sobre todo para el examen físico le recomendó practicar algún deporte. Daniel Sanders teniendo en cuenta su compleccion delgada decidió ir al gimnasio, como siempre tuvo cuerpo delgado su confianza subió un poco al comenzar notar algunos cambios, en realidad, demasiados cambios conforme avanzaba el tiempo.

Algunas personas creen que él es creído y no solo por verse constantemente al espejo en las mañanas ya que eso no es algo que sepan muchas personas, solo los que se quedaron adormir en su casa y en la mañana lo vieron contemplarse antes de salir. Mas bien esa creencia se debe a que es el tipo de persona que no puede evitar contar lo que hace. En el año 1997 antes de unirse a las fuerzas especiales, Daniel se dedicó a la reparación de televisores, las cosas tecnológicas eran su pasión.

Tanto le gustan las cosas tecnológicas que cuando la tecnología avanzó más con el paso del tiempo Daniel se estudió diseño gráfico en sus vacaciones.

Al salir de su casa Daniel fue directo a su auto; un cupé Torino 1970. Daniel compró el auto en el año 2000 a sus 22 años y exactamente un día después de que lo aceptaron en las fuerzas especiales.

Por supuesto que lo que más hace que Daniel sienta apego por su auto es el hecho de que lo compró el auto estaba en pésimas condiciones, pero con mantenimiento, tiempo y esfuerzo logró hacerlo lucir bastante bien.

14:30 Daniel llega al antiguo departamento de policía, que ahora es el departamento de Policía y Fuerzas Especiales de Felitimo. Llego media hora después de que comenzara el horario de los policías del turno tarde. Al entrar al lugar Daniel siente que está atrapado en una rutina. Literalmente es una rutina que no se puede olvidar ni siquiera después de 100 años de ausencia.

Entra por la entrada de los agentes como siempre y pasa por el puesto 1 yendo camino a los vestidores para ponerse su uniforme. Otro beneficio de ser un agente de las fuerzas especiales es que tienen más libertad con su uniforme, pueden personalizar el color o los detalles que los policías no pueden, solo se les permite usar su uniforme azul oscuro reglamentario y su insignia del departamento de policía de Fenotipo o DPF.

El uniforme de Daniel consiste en un chaleco táctico celeste sobre una remera blanca que tiene el logo de las Fuerzas especiales de Fenotipo o FEF en el hombro derecho, pantalones cargo camuflados celestes y botas negras.

Ya estando uniformado Daniel pasa por el lector de huella dactilar para fichar su entrada.

-A ver Española, ¿qué me vas a decir? -Bromea Daniel al apoyar su dedo índice.

Al cabo de unos segundos se escucha una voz que dice;

-Gracias..., ya ha fichado.

Luego de eso Daniel aún no puede comenzar su trabajo, primero debe regresar al puesto 1 para firmar su entrada con el horario correspondiente. Su horario de entrada es el horario con el que ficho en la máquina, pero se firma también en caso de que la máquina sufra una avería.

Una vez que firmó su horario ya está listo para iniciar el servicio así que fue a su oficina.

-Espero sea un día tranquilo. -Dijo dejando su saco sobre el respaldo de la silla.

Sobre su escritorio estaba un libro de la constitución la cual tomo al sentarse para comenzar a leerla introducción:

-La Constitución de la Nación Argentina, que rige actualmente a la República Argentina, fue aprobada por una asamblea constituyente integrada por representantes de trece provincias, hecha en la ciudad de Santa Fe en el año 1853..., El propósito de la Constitución de 1853 fue poner fin al ciclo de las guerras civiles y sentar las bases de la «unión nacional» mediante un régimen republicano y federal..., Antes de esta Constitución hubo dos intentos constituyentes en 1819 y 1826, que no prosperaron por carecer de consenso entre las provincias. Con posterioridad otras diez provincias y una ciudad integraron la federación.

En ese momento Daniel recordo cuando en la academia tuvo que estudiar y memorizar la constitución.

-Lo malo de este trabajo es que no todo es acción aquí hay estudio y partes aburridas. -Exclamo moviendo una página de aquel pequeño libro. -El texto ha sido reformado varias veces, estando vigente la redacción resultante de la reforma de 1994. En varias oportunidades el orden constitucional fue dejado sin efecto por golpes de Estado, el último de los cuales impuso una dictadura que se mantuvo en el poder hasta el 10 de diciembre de 1983.

La Constitución consta de un preámbulo y dos partes normativas:

Primera parte: capítulo primero (Declaraciones, Derechos y Garantías; arts. 1-35) y capítulo segundo (Nuevos Derechos y Garantías; arts. 36-43)

Segunda parte: Autoridades de la Nación (arts. 44-129).

Entonces dejo se puso de pie.

-Ya me aburrí. -Exclamo tomando su saco y guardando aquel libro en el bolsillo.

Más tarde al caminar por el pasillo Daniel vio a lo lejos a dos policías que estaban tomándose cada uno un café al lado de la máquina de café.

Uno de ellos es el policía Fernández, normalmente en el cuartel de policía utilizan los apellidos por eso para Daniel esa persona nada más era el policía Fernández.

Daniel no tenía mucho trato con ese policía, de hecho, era rara la vez que tenía la oportunidad de verlo en el departamento.

El policía Fernández es un hombre joven de 1.70 de altura y aproximadamente 28 años de edad, él tiene piel clara con cabello rubio.

Lamentablemente, para Daniel; él no solamente sabe quién es el policía que está junto a Fernández. Daniel trabajó en casos en conjunto con él y ¡no es alguien con quien Daniel quiera encontrarse!.

Para su mala suerte el policía levantó la mano saludándolo antes de que Daniel tuviera tiempo de darse media vuelta e ir en otra dirección.

Por desgracia el policía es un viejo conocido de Daniel, se llama Roberto Torres. Roberto es un hombre de 1.76 de piel clara, cabello castaño claro ondulado y tiene orificios en las orejas signo de que usa aretes.

Daniel no tuvo otra opción que ir hacia donde estaba Roberto y eso algo que no quería hacer porque él no soportaba para nada a Roberto. Daniel estaba haciendo un esfuerzo por intentar fingir que Roberto le caía bien, pero eso era difícil.

Cuando Daniel llegó junto a los dos policías Roberto lo saludó con una voz áspera que delataba lo que hizo la noche anterior.

-Hola Dany ¿cómo...? -Dice Roberto haciendo una pausa Roberto antes de terminar de hablar.

Casi se le traba la lengua torpemente por lo que tuvo que hacer una pausa y tragar saliva antes de seguir hablando.

-¿Cómo estás? -Le pregunta el policía Fernández a Daniel finalizando la frase de Roberto.

-Hola oficial Fernández, estoy bien gracias ¿y ustedes?, ¿cómo están? -Le dice Daniel al policía Fernández.

Daniel intenta sonreír, pero con la molestia que le causa Roberto solo logro contestar con una muy forzada sonrisa.

-Bien..., estaba hablando con el policía Fernández... mientras te estaba esperando para patrullar. -Le dice Roberto a Daniel con una notable dificultad al hablar.

El policía Fernández se golpea levemente la frente con la palma de su mano, mientras Roberto le da un ruidoso y molesto sorbo a su café.

-Porque no fuiste con Fernández? -Le pregunta Daniel a Roberto.

-Acuérdate que el policía Fernández tiene que ir a kotaj. (Kotaj es un supermercado donde el policía Fernández va a prestar servicio como adicional).

-Es verdad, le hice compañía mientras llegabas..., y de hecho ya se me hace tarde. -Dice el oficial Fernández al ver la hora en el reloj de la pared.

-Nos vemos mañana. -Le dice Roberto a Fernández despidiéndose.

-Te espero en Kotaj, no pierdas la dirección. -Le responde el oficial Fernández con prisa.

El oficial Fernández se despide cortes, pero rápidamente de Daniel y se va casi corriendo rumbo a Kotaj.

Él cumplía su horario de servicio siempre en Kotaj por eso era muy raro verlo en el departamento.

Roberto termina de tomar el café y tira el vaso en el cesto de basura. Daniel está sorprendido de que en el pésimo estado que se veía a Roberto tuviera la suficiente percepción de profundidad para meter el vaso al cesto.

-Me invitó a ir a Kotaj mañana con el así que iré a ver si está bueno. -Le dice Roberto a Daniel observando con sus ojos irritados.

Al escuchar esto Daniel tuvo que hacer un gran esfuerzo para contener su emoción. ¡Estaría un día entero libre de Roberto!, eso era algo fantástico. Tener un día en paz sin tener que soportarlo era algo que para Daniel no tenía precio.

Daniel pensaba que responderle que no haga evidente su felicidad por esa noticia, pero antes de que a Daniel se le ocurriera algo Roberto se limpió la boca con el antebrazo y dijo:

-Bien vamos a trabajar antes de que se haga tarde.

-Qué extraño que estés entusiasmado para trabajar. -Le dice Daniel a Roberto en un tono bromista con el que intenta ocultar su molestia.

Roberto quería salir a patrullar para que los demás policías del departamento no lo vieran así.

-Siempre estoy emocionado con mi trabajo Dany..., vamos, usemos tu auto para que no pierdas la práctica.

Daniel hace una mueca algo incrédulo de eso y le pregunta:

-¿Es eso o no quieres conducir?

Daniel mete la mano al bolsillo de su pantalón cargo buscando la llave de su auto.

Roberto lanza una risa despectiva y toma otro sorbo ruidoso de su café, antes de responderle con un "no quiero".

-Eso es más creíble -Le dice Daniel en tono sarcástico.

-Es verdad, no quiero, que bien me conoces, Dany -Le responde Roberto en tono bromista.

Daniel observó el reloj de la pared por unos segundos deseando que pase más rápido, luego baja la mirada volviendo a ver a Roberto para decirle:

-Lo siento estoy ocupado.

-Que mal amigo eres… -susurra Roberto se sacude las manos.

-No te voy a encubrir mas.-Exclamo Daniel.

Por azares del destino o por mala suerte para Daniel cuando el profesor de educación física armaba los equipos siempre ponía a Daniel de equipo con Roberto. Daniel solo veía a Roberto en esos momentos y era algo que Daniel agradece, ya que Roberto era el típico estúpido del colegio que disfrutaba de golpear a los otros niños.

Roberto solía bromear diciendo que su deporte favorito era enseñarle a los demás chicos que él es quien manda y que debía ser un deporte que se practique en educación física.

Al graduarse de la escuela secundaria Daniel y Roberto se distanciaron por unos años, tomaron caminos diferentes que llevaron a Daniel a ser parte de las fuerzas especiales y Roberto para ser policía.

Se reencontraron hace 16 años en julio de 2006, cuando comenzaron a enviar agentes de las fuerzas especiales para monitorear a la policía, el evento se había retrasado por los preparativos.

A partir de ese momento, se tomaron medidas contra muchos funcionarios corruptos, algunos solamente fueron dados de baja de forma deshonrosa y pública. Otros policías que no tuvieron tanta suerte por haber cometido infracciones peores terminaron en prisión con una condena de 3 a 6 años.

Varios de los oficiales que fueron enviados a prisión eran amigos cercanos de Roberto, de hecho, Roberto estuvo a punto de ir a prisión con ellos si no fuera porque Daniel lo protegió y mintió para evitar que fuera a prisión pero ya no estaba dispuesto a hacerlo más.