Daniel Suárez, un joven de 17 años común y corriente que estudia su bachillerato. Los problemas con sus padres, disforia de género, problemas con sus compañeros y sus estudios.

Daniel está caminando a su casa, decide no tomar el bus para irse caminando a su casa, aprovecha que ningún compañero ni alguno de sus pocos amigos lo sigue y toma otra ruta, una la cual lo lleva a la casa de una bruja, la cual encontró por internet en una página, cree que será una estafa, pero el no querer llegar a su casa y su desesperación por cambiar su vida.

Llega a la dirección que le envío la bruja, se queda cerca de las rejas que rodean el jardín, dentro de la casa hay árboles grandes y robustos, cubren casi todo si Jardín y obstruyen la vista a la casa. Siente un poco de temor pero abre la reja e ingresa, la puerta rechina mientras la abre y camina hacia la casa.

Toca el timbre de la casa y una señora de una edad entre 60 y 70 años abre la puerta.

—¿Qué se te ofrece?—preguntando con seriedad mostrando la mitad de su rostro mientras entre abre la puerta.

—Soy Daniel... el chico de internet vine...—es interrumpido por la bruja que lo invita a pasar.

Daniel entra, rápidamente se da cuenta que no hay mucha luz dentro de la casa, en su lugar en algunos lugares hay velas, la decoración y muebles no es muy moderna, todo lo contrario.

—Por favor, pasa a mi sótano—inquiere la bruja mientras debajo de las escaleras, del lado derecho abre una puerta para poder bajar al sótano.

"No se que estupidez estoy haciendo"piensa mientras baja las escaleras y da con un tipo "estudio" algo grande, hay todo tipo de libros, artefactos y algunos frascos con contenido muy extraño. Una lámpara ilumina una mesa en el centro del cuarto y algunas velas refuerzan esa luz.

—Entonces si mal no recuerdo... ¿hablamos por internet y me dijiste que quieres ser una chica?—pregunta mientras hojea uno de los libros

—Si, se que es raro pero usted dijo que podía ayudarme... y por eso vine—responde él mientras coloca su mochila a un lado de su silla.

—Dije que intentaría ayudarte, y obvio... por una módica cantidad de dinero. No cambias de cuerpo así como así... no es como que ahorita subamos, veamos a una chica y pase tu alma a su cuerpo, no funciona así—dice ella con una risa extraña.

—Debe haber alguna forma...—el insiste ya un poco desanimado.

—Es que solo puedo convertirte en chica en una especie de sueño... del que tarde o temprano despertarás. Otra forma sería como abrir un portal en el que una vez que entres, podrás volver solo una vez, pero no volverás a entrar a esa realidad...—comenta la bruja mientras busca un libro.

—¿Y eso como sería? ¿Si cruzo a esa realidad me convertiré en chica pero solo podré volver aquí una vez?—pregunta intentando procesar la información.

—Si, te dare una fecha para volver, ya que los que te rodean notarán tu ausencia. No es algo fácil hacer esto...—responde la bruja mientras coloca unos libros en la mesa. —Además podrás tener una nueva identidad—agrega.

—¿Cuanto tiempo tendría allá?—interroga el.

—4 semanas nada más, durante ese tiempo estarás desaparecido aquí..., y la policía comenzaría a buscarte y tú familia también—contesta ella mientras trae un espejo grande.

—Presiento que esto es una estupidez—niega con la cabeza mientras de uno de los frascos toma unas plantas y hace una mezcla viscosa agregándole agua. Con sus dedos unta en todo el marco del espejo y Daniel comienza a reír.

—Comienzo a creer que esto es una estupidez y me estafará—ríe. —Nada de esto tiene lógica...

—Creo que tú y yo coincidimos por algo en esa página... y no es una estafa, lo verás y quiero ver tu expresión cuando lo compruebes—sonríe mientras unta el marco del espejo.

Suspira. —¿Entonces? ¿Que haremos?—pregunta mientras se coloca frente a él.

Daniel baila los ojos y suspira. —Elijo última opción... ¿pero cuánto pagaré? Y Orta cosa, ¿habrá una forma de contactarla a usted?—la ve a los ojos con un poco de esperanza.

—No me interesa mucho el dinero, pero en esta vida no se vive de aire, ¿que te parecen $500 dlls? Me parece bien para un tour de 4 semanas, irás a tu país de las maravillas...—responde ella entre risas.

Daniel se sorprende un poco por la cantidad que cobrará.

—Creo que necesito tiempo para juntar ese dinero—responde sin ánimo. —Podría vender mi teléfono o mi consola...—agrega.

—Tienes una vida acomodada por como te veo... pero parece que el dinero no compra la felicidad, o eso me dicen—comenta ella mientras se sienta en la silla que está frente a él.

—No sabe lo que tengo que soportar y lo mierda que es mi vida... sumándole mi disforia de genero y que mis padres no apoyan eso, no me irá nada bien aquí... incluso pensé en el suicidio—ve al horizonte mientras recuerda algunos momentos de su niñez.

—¿Que te parece si queda pendiente nuestra deuda?, cuando regreses, si es que lo haces, me pagas—exclama.

—¿Pero y si no vuelvo?—

—Tendría que ir a tu otra realidad a buscarte y cobrarte—responde en un tono serio.

El ríe.

—No era broma—sentencia la bruja con algo de sarcasmo.

—Claro, dudo que vuelva aquí, y tomando en cuenta que lo que dice sea cierto... solo cómpreme tiempo aquí mientras todos me buscan—contesta el ya un poco entusiasmado.

—Yo te visitare mientras estes allá, y te mantendré informado de lo que suceda aquí... puedes conservar la edad que tienes, 17, o puedes ser una chica mayor... si decides conservar tu edad. Pero tendrás una nueva familia, y deberás cuidar de no levantar sospechas porque recuerda, ha pasado toda una vida de la cual no tienes recuerdos, así que levantarás dudas y deberás lidiar con eso—comenta la bruja ya un poco ansiosa por citar el hechizo.

—Pero por tu si podrás pasar para allá y verme, ¿pero yo no puedo volver?

—Si es en el lapso de 4 semanas no vuelves, tú cuerpo aparecerá y lo llevaré a un lugar donde lo encuentre la policía, ¿estarás oficialmente muerto y ya no podrás volver? ¿Ya quieres iniciar?—sonríe.

—Rayos, quiero tener la misma edad...—golpea la mesa con su mano. —Creo que quiero sentir el cariño de una familia y una vida femenina...—

—Bien—responde ella y abre uno de los libros mientras menciona palabras en latín, citando un conjuro el marco del vidrio comienza a desprender algunas chispas y las velas se apagan, solo la lámpara queda encendida.

La expresión de Daniel rápidamente se transforma en una cara de asombro, queda boquiabierto cuando presencia como el espejo comienza a sacar chispas y el vidrio se transforma en una especial de agua oscura...

—Ay carajo...—se aferra a su silla y gira su mirada hacia la bruja.

Ella sonríe al ver su semblante y continúa abriendo el portal.

Del espejo se desprende un viento que sopla fuerte y hacia ellos.

—Bien, Daniel... entra y aparecerás del otro lado con tu vida prestada...—ordena la bruja cuando el portal desprende un viento y chispas hacia ellos. —Suerte, nos vemos del otro lado... y recuerda... no llames mucho la atención—sentencia.

Daniel siente un mar de emociones, felicidad, entusiasmo, miedo, ansiedad y emoción por vivir su nueva vida, una vida que lleva tiempo deseando y que el cree que será lo mejor.

Se levanta de su silla y camina con fuerza hacia el portal, no se puede ver nada a través de el. Voltea con la bruja y está asiente. —Gracias...—sonríe y cierra los ojos antes de entrar por el completo al espejo.

Siente una sensación como si su alma se desprendiese de él y luego siente un tiro en todo su cuerpo.

—Ah...—se queja y segundos después pierde la conciencia en medio de la oscuridad...

•

¡Muchas gracias por leer!

De pronto escucha una alarma sonar, abre los ojos y despierta de golpe en una cama. Una habitación color rosa con celeste le rodea. Un mueble con un espejo está en pegado a la pared, una ventana que da justo a la calle, un ropero y un baño personal.

Un extraño escalofrío recorre su cuerpo y se levanta lentamente y descubre sus piernas, y las coloca al borde de su cama. Toma su iPhone que está a un lado de su cama, en un mueble, y en efecto es la misma fecha, como si el último día que vivió siendo Daniel fuera reiniciado por completo y cambiase su alma a otro cuerpo.

...Lunes 29 de noviembre......

...7:36 AM...

—No puedo creerlo...—se llena de alegría.

Se levanta de su cama y se ve sus piernas, luego toca su rostro desliza sus manos hasta sus pechos. —Wow...—camina hacia el espejo y se puede ver por completo, de pies a cabeza mientras está en pijama.

Diana.

Se mira al espejo y ahora puede observar a una chica de cabello castaño, tez blanca, estatura baja y complexión delgada, por unos minutos observa al espejo, su nuevo cuerpo, el cual quizás sea prestado solo por 4 semanas...

Da un vistazo más profundo a su habitación, su ropero, baño, muebles y desde luego su PC, la cual enciende para saber y conocer más de ella, irónico... debe revisar sus perfiles para conocer sobre ella misma.

"Entonces desde ahora me referiré a mi pronombre femenino..." piensa y sonríe.

Toma su iPhone y lo desbloquea mediante la contraseña que siempre ha usado para todos sus dispositivos, este se desbloquea y revisa sus redes sociales, apenas se conecta recibe un mensaje por parte de una de sus amigas.

...Letty Rojas...

...Messenger • Activo ahora...

...7:40...

Letty: Entonces iras a la fiesta en la noche?

^^^Diana: Sí. Creo que sí jaja^^^

Letty: ¿Como que crees?🙃

Letty: Prometiste que irías, además es una fiesta entre semana, no suele darse mucho eso…tienes que ir, además estará Alejandro…

^^^Diana: Iré jaja, estaba bromeando^^^

Diana ríe pensando quien rayos será Alejandro, pero de igual forma se sienten entusiasmada. Apaga su celular para colocarlo a cargar.

Se coloca sus palabras pantuflas que no lo había hecho por levantarse de prisa, ingresa al baño y cierra la puerta, rápidamente se desviste, se desprende sus calcetas, pijama y calzón y aprecia su figura en el espejo.

—Me gusta...—sonríe mientras se acerca al espejo y da una vuelta frente a el.

—Sigo sin poder creer esto... esa bruja loca si lo logro...—agrega mientras está frente el espejo.

Finalmente después de haberse dado una ducha sale del baño y toma lo que cree parece ser su uniforme, ya que está sobre una silla. Se desprende de la toalla y se coloca su calzón, después sus calcetas y se comienza a colocar la falda, es una sensación extraña, nunca había usado una falda.

Después comienza a colocarse su brasier y posteriormente su blusa con el logo de su escuela, se coloca unas zapatillas tipo tacón y se coloca de pie, camina frente al espejo y modela mientras sonríe.

—Soy linda...—sonríe mientras ella misma se lanza un beso.

—Sigue el maquillaje... pero antes, debo conocer mi casa...—camina hacia la puerta y gira la manija para salir y conocer el resto de la casa.

Puede notar que sus padres no están, mientras camina por el pasillo ve algunas fotos de viajes, otras con familia y donde está con sus padres, a pesar de no haber vivido esos momentos, siente que al menos en esa realidad hay alguien que la quiere y la ama.

Baja las escaleras, y lentamente se asoma hacia la sala y después hacia el comedor, puede notar que no hay nadie, la sala es muy amplia, color blanco con muebles de color café, en el centro de la sala se encuentra una mesa de cristal y pegada en pared una pantalla, entre los cuadros se encuentra otro de gran tamaño donde está una foto de ella, no puede evitar acercarse y se queda apreciando, puede notar que una persona lo pintó mientras ella estaba sentada mirando al horizonte, debajo viene una leyenda que indica la fecha. 8 de febrero de 2021. Del otro lado de la sala se encuentra otro cuadro pero esta vez está junto a sus padres, a quienes conoce por primera vez, su madre una señora delgada, rubia, tez blanca y de mediana edad. Su padre un hombre moreno, cabello oscuro y complexión delgada, parece ser que a su edad ambos se siguen ejercitando. En la foto aparecen ambos de pie, su madre y su padre y Diana sentada mientras cada uno de sus padres tiene una mano en cada hombro de ella.

—Wow...—atina a decir antes de apartarse.

Camina hacia la cocina, una cocina grande y linda, es color beige, hay una barra para comer y en medio de ella hay un frutero, mientras camina se percata qué hay un mensaje pegado en el refrigerador, da unos pasos para tomarlo en sus manos y leerlo.

"Mi amor, debes estar lista para cuando pase por ti, pasaré a las 8:30 por ti" dice el recado, escrito por su madre.

Siente una emoción por conocer a quien será su madre, conocerla en persona porque ya la pudo apreciar en bastantes fotos. Se sienta en la barra y pela un plátano mientras contempla su nueva casa y su nueva vida, sonríe mientras come y comienza a planear las cosas que hará, lo que siempre deseó, por fin es una mujer.

Pasados 10 minutos sube corriendo a su habitación y se sienta en su silla frente al espejo.

—Solo hice esto algunas veces así que creo que me saldrá bien...—dice mientras toma un poco de maquillaje y comienza aplicar la base para después usar el delineador, polvo y el pinta labios. Antes de levantarse de nuevo se hace una sombra en sus ojos, termina con pequeños detalles y apenas termina escucha la puerta principal abrirse, unas llaves caen al suelo y después de eso se puede escuchar que alguien sube por las escaleras rápidamente, Diana voltea lentamente, su corazón se acelera, la manija de la puerta de abre lentamente y la puerta se abre, lentamente se deja ver la figura de su madre, con una sonrisa radiante.

—Lo siento mi cielo, pero tuve que ir a comprar betabel para mi licuado, sabes que no puedo iniciar mi día sin el—ríe mientras le muestra la bolsa del supermercado.

—Mamá...—se levanta y la ve con una sonrisa.

—¿Si?—sonríe y la ve extrañada. —¿Estas bien? Me miras como si no me hubieses visto en mucho tiempo, se que soy un bombón... pero...—es interrumpida por un abrazo de su hija.

—Te quiero mucho mami—la aprieta con fuerza.

—Yo también bebé—le da un beso en la mejilla. —Parece que era cierto lo que me dijiste que no querías quedarte sola...—dice con sarcasmo.

Diana ríe y se aparta de ella. —Si...—responde entre risas.

—Anda, debemos irnos porque se hace tarde, recuerda que solo dos semanas más y adiós escuela...—comenta Valeria, la madre de Diana.

Diana toma su mochila y su iPhone, se ve al espejo antes de salir y se desea suerte a si misma.

Baja las escaleras y espera a su madre en la entrada de la puerta, su madre después de dos minutos regresa con las llaves en las manos y ambas salen de la casa.

Suben al auto y van con rumbo a la escuela. Los nervios de Diana aumentan pero se emociona por llegar a la escuela.

En el transcurso hacia la escuela su madre muestra inquietud por un amigo de Diana. —Oye, y que sucedió con uno de tus novios, el chico alto, se llama David si mal no recuerdo... dijiste te andaba conquistando, ¿no?—inquiere Valeria mientras van de camino a la escuela.

Diana comienza a darse una idea de lo que pasará cuando llegue a su escuela.

—Ahh pues ahí está... ahí anda—ríe. —No se si es mi tipo y creo que por ahorita estoy bien así mamá, no tengo planes de enamorarme—agrega mientras recibe notificaciones de mensajes en su teléfono, personas que son sus amigos pero ella en realidad nunca ha interactuando con ellos.

—Ah... reservada mi princesa...—contesta su madre ante la repuesta de su hija.

Diana sonríe, le pone feliz y le hace sentir súper bien el que alguien se esté refiriendo a ella en pronombre femenino, algo que siempre anhelo en secreto, algo que ya no debe ocultar.

Finalmente llegan a la escuela y se puede ver a la mayoría de alumnos bajando de autobuses o sus autos, otros llegan caminando.

—Nos vemos al rato—le besa la mejilla y se despide de su madre.

Toma su mochila y camina hacia la escuela, pensando e intentando recordar algo relevante que le ayude.

Mientras camina unos chicos le gritan "¡Diana!", ella rápidamente voltea y ve que es un chico alto con cabello castaño, inmediatamente piensa en el nombre que le dijo su madre, David. Camina hacia el en una forma amenazadora, como si fuese atacar a su presa.

Mientras se acerca a él escucha algunos comentarios y burlas hacia David, haciendo referencia que está nervioso.

—Hola Diana, buenos días—sonríe.

—Hola...¿David?—pregunta intentando evitar que ninguno de sus amigos lo noten.

—Recuerdas mi nombre, pensé que después de que me rechazaste la última vez no me volverías a hablar...—responde el con tristeza y sorpresa.

—Las cosas cambian a veces... ven, acompañe y vamos a mi salón...

Extrañado, la sigue y camina junto a ella.

—¿Que planeas?—pregunta con inquietud.

—Nada... solo quiero que me lleves a mi salón y charlemos...—responde.

Sigue a David y durante el trayecto algunas amigas y amigos de ella la saludan, intenta evadirlos pero sin saber exactamente quienes son sus amigos no puede hacer nada.

—Diana... ¿que pensaste sobre ser mi novia?—se acerca un chico entre risas y pegándose demasiado a ella.

Lo mira de reojo y solo sonríe mientras lo empuja.

—Oye... ¿que te pasa?—contesta el chico mientras deja que su amiga se vaya.

Algunos compañeros la miran un poco sorprendidos, después de todo su comportamiento no es así.

Finalmente llegan al salón, David se sienta a un lado de ella. Diana saluda algunos de sus compañeros, se sienta y David la mira por unos segundos.

—¿Estas bien?...—la mira de pies a cabeza mientras ella saca algunos libros.

Diana asiente con una sonrisa.

—Para empezar, ninguno de esos libros nos servirá porque la maestra nos entrega un libro, segundo, odias sentarte allí porque estás cerca de Diego y noté que mientras me seguías no sabias exactamente hacia donde ir... estás muy perdida...—comenta mientras ve como ella está un poco confundida con sus libros.

—Es que no dormí casi, y me siento cansada...—responde ella mientras se lleva sus manos al rostro.

—Si claro, fuiste mi crush por casi 3 años—ríe. —Se todo de ti y además el último año estuvimos hablando demasiado, hasta hace un mes que me humillaste frente a todos y me rechazaste mi propuesta de novios...—sentencia. —Así que dime que te pasa...

—¡Diana!—grita una chica mientras ingresa al salón.

—Holi amiga...—responde de forma enérgica sin saber quién es, se levanta de su asiento y la abraza.

Es Estefanía, la mejor amiga de Diana. Una chica de media estatura, delgada, cabello ondulado color café oscuro.

—Ah... ¿Y él que hace junto a ti?—inquiere en voz baja al ver a David, sin darse cuenta que el se percata de su pregunta.

David baila los ojos al escucharla. —Hola cuatro ojos..—sonríe.

—Ash...—se gira a media vuelta y le da espalda a David. — ¿que no fue este chico al que humillaste hace unas semanas?—responde entre risas.

Diana ríe y asiente. —Creo que cambie de opinión...

El rostro de David rápidamente se ilumina al escuchar esas palabras salir de la boca de Diana.

Ella sonríe mientras lo mira.

—¿Que carajos te pasa, Diana...?—pregunta Estefanía, desconcertada por la repuesta de su mejor amiga.

—Vamos, no es para tanto... ¿irás a la fiesta en la noche?—pregunta mientras se vuelve a sentar.

Estefanía sin mirar a David asiente. —Si, ¿supiste que irá, Ian?—inquiere mientras se sienta en el mesaba con a un lado.

—¿Quien?...

—¿Como que quien? Tu crush, mensa... ¿vienes ebria o que? Te noto desconcertada hoy...—responde acercándose a ella y mirándola fijamente a los ojos.

—Dije exactamente lo mismo...—interrumpe David.

—¡Callate!—le responden las dos al unísono.

De pronto cuando Diana gira su cabeza se encuentra con un chico un poco alto, guero, cabello rizado y con una figura de deportista. —Hola princesa...—le besa la mano.

Diana levanta su ceja mientras ve como el se i clima ante ella. —¿Bestia?—responde entre risas.

—Si eso quieres...—sonríe.

Diana se queda analizando la situación por unos segundos, intentando no llamar la atención pero intentando analizar que sucede.

Diego es interrumpido por el timbre de clases y la entrada de la muestra al salón de clases.

"Tengo que admitir que me gusto eso...pero nah, no puedo comportarme así con cada chico que vea, aunque no está tan mal..."

La clase comienza y Diana intenta acoplarse al tema mientras David le echa un poco la mano y las sospechas crecen.

...•...

...Wattpad: Josue16xd...

...¡Muchas gracias por leer!...

La tarde de clases transcurre, una tarde confusa para Diana, con ayuda de David logra entender y estar al corriente en temas sin que sus compañeros sospechen.

Al salir de la clase le pide a Estefanía que se espere, irá al baño antes de salir de la escuela, toma su mochila y camina hacia los baños, finalmente llega y olvida que ahora es Diana e ingresa por accidente al baño de los chicos, rápidamente sale mientras que ellos se quedan un poco sorprendidos al verla ahí.

Sale rápidamente al sanitario de mujeres, siente su corazón un poco acelerado por su error y al ver la cara de los chicos, le deja un poco avergonzada, aunque alguna vez fue uno de ellos...

Pasados unos minutos se reúne con sus amigos, Estefanía y David, que ambos están mirando a diferentes lados, evitando contacto visual, antes llegar a ellos se encuentra con Letty.

—Hey... ya no saludas a tu amiga—extiende sus brazos y Diana lentamente se acerca a ella para abrazarla.

Se apartan y la toma de los brazos. —¿Nos veremos en la fiesta? ¿No me digas que te echarás para atrás?—expresa con una mirada penetrante y en tono molesto.

—Obvio que ire, no faltaré, de hecho de eso iba hablar con Fanny...—responde mientras ella le mira con incredulidad.

—Entonces nos vemos al rato, yo debo ir con uno de mis novios—ríe.

Se despide y Diana sigue su camino hacia sus caminos.

—Bien, ahora sí...—camina junto a ellos dos.

—¿Entonces nos veremos en la fiesta?—confirma Estefanía mientras guarda su botella en la mochila.

Diana asiente mientras revisa las notificaciones en su celular.

—Y tú, ¿irás?—pregunta mientras mira a David.

—¿Me hablas a mi?...—David se sorprende.

—No, al chico que esta a un lado tuyo, obvio que te hablo a ti tonto...—afirma mientras baila los ojos y Diana ríe.

—Cálmense...—agrega.

—Pues no creo ir... me invitaron pero no lo sé—responde sin voltear a ver a Estefanía.

—¿Y así quieres ligar?...—ríe. —Me decepcionas...—dice en tono de burla.

—Yo solo intenté ligar a una chica y me batió, creo que me daré tiempo—responde él.

Diana hace una mueca de incomodidad y trata de ignorar el comentario de David.

—Ah mira, ya llegó mi mamá...—levanta su mano para que sepa que va caminando hacia ella y la ubique. —Hasta mañana David, o si al rato estás en la fiesta ahí nos veremos... nos vemos al rato Fanny... ¿te puedo decir así? Pregunta algo apresurada.

—Siempre me has dicho así—ríe. —Pero...

—Nos vemos al rato, Letty me envió la dirección por Messenger, bye—corre hacia el auto de si madre.

...

—Oye, mamá, al rato quiero ir a una fiesta y quería saber si me dabas permiso de Ake—sonríe mientras cambas están comiendo.

—¿Qué no era la fiesta de la cual me habías hablado? En la avenida Buenos Aires, ¿no es así?—inquiere Valeria.

—Ah... si, había olvidado que ya te había pedido permiso—ríe mientras sigue comiendo y evita que su madre le haga preguntas.

—Te dije que si podías ir, me dijiste este irías con Letty y Fanny, ve pero regresa antes de las 11 de la noche, esa fue la condición que te pusimos yo y tu padre—agrega su madre.

—Entiendo, hablando de papá, ¿donde está?... ¿hmm aún no llega?—pregunta intentando que su madre no sospeche.

—Recuerda que llega más tarde—responde mientras ve su serie favorita en la pantalla que está entre en comedor y cocina.

—Rayos... lo había olvidado, bajaré cuando el llegue, iré a mi cuarto a recostarme porque me siento algo.. cansado, cansada—se levanta de la silla y deja el plato en el fregadero.

Sube rápidamente a su habitación y cierra la puerta. Suspira y se recuesta sobre su cama mirando al techo.

—Esto está siendo más difícil de lo que pensé...—dice en voz baja.

Se levanta lentamente y observa su ropero, y después de un rato de probar y revisar su armario se decide por unos tacones y un vestido color azul cielo.

Lo deja listo para la noche, y se sienta en su cama a revisar sus redes sociales y fotos, mientras probaba ropa pensó en investigarse a sí misma, sus redes sociales, fotos, recuerdos y notas de su teléfono, así poder saber más sobre ella y poner el juego a su favor.

Pasa dos horas revisando sus conversaciones antiguas, releyendo mensajes, mirando fotos de hace meses y años, y revisa sus notas, algunas notas peculiares logran captar su atención por completo, la dejan pensando.

"Me siento tan sola" nota creada el 1 de febrero.

"El día de hoy a pesar de estar rodeada de mis amigos y familia, me sentí triste y crece ese sentimiento dentro de mi..." nota creada el 7 de marzo.

Se sorprende un poco por sus notas, ella jamás escribió eso, pero su versión alterna pareciera que sí.

Sus pensamientos se ven interrumpidos cuando escucha llegar a su padre a casa, se levanta rápidamente y abre la puerta de su habitación, escucha como su padre se encuentra en la cocina. Baja las escaleras y camina hacia donde está el, lo saluda y el sonríe al verla.

—Princesa, buenas tardes...—se acerca y le da un beso en la mejilla. —¿Como estuvo tu día de escuela?—agrega mientras abre un paquete de galletas.

Diana sonríe y en ese instante le trae viejos recuerdos.

...<>...

Daniel llega y arroja la mochila sobre el sillón mientras abre el refri y acaricia a Cookie, su perro. —Mamá, ya llegue...—grita desde el primer piso.

Se sirve un poco de refresco y se sienta en la sala, escucha como su madre habla por llamada con un amigo de ella, a quien le cuenta sus problemas actuales y su divorcio.

Al mismo tiempo llega su padre del trabajo, cansado y estresado por su situación familiar y su trabajo. Algo agotador físicamente y psicológicamente por llegar a casa y soportar las peleas y la incomodidad en la misma.

—Hola, papá...—sonríe.

—Hola hijo...—el le responde sin siquiera voltearlo a ver.

Daniel puede notar como su padre va directo al refrigerador y de ahí toma una cerveza y la destapaba mientras se sienta en la silla.

"Rayos, como fue que la peor pesadilla que solo mire en películas, la esté viviendo justo ahora"piensa mientras acaricia a su perro.

—Tu eres el único que me comprende Cookie...—le dice en voz baja mientras el perro le lame su mano.

...<>...

—Me fue súper cool, pa... papi—ríe. —¿A ti qué tal te fue?—pregunta mientras se sienta en un banco de la barra.

—Pensé que porque ya estabas creciendo no me llamarías "papi" o sólo cuando ocupas algo...—responde el con sarcasmo.

Diana ríe frunce el ceño. —Jamás, papi... y no soy una interesada, creo...—contesta levantando su ceja.

—Claro, no lo lo eres mi cielo—encoge sus hombros y le lanza una mirada incrédula.

—Creo que le dio al clavo...—agrega Valeria mientras se anuncia.

—Hola, mi reina—le deposita un beso en sus labios.

—Hola mi rey—corresponde al beso y lo abraza.

Diana sonríe el ver esa escena, un ambiente totalmente diferente en el que había vivido los últimos dos años.

Llegada la noche, mientras se coloca su vestido, se prepara para maquillarse con ayuda de videos. Se ve interrumpida una llamada de Letty, avisando que pasará por ella dentro de 25 minutos.

Termina la llamada y lanza su teléfono sobre la cama, corre hacia el baño y se lava su rostro una y otra vez, luego se seca el rostro para aplicar una crema hidratante, con ayuda del corrector oculta un poco sus ojeras y después aplica una base de maquillaje y después aplica polvo. Después de unos minutos de retocar su maquillaje siente presión de que Letty llegue por ella. Rápidamente se aplica unas pestañas y delineado, con ayuda del video. Por último se pinta los labios y se coloca de pie, se ve frente al espejo y da una media vuelta, el caminar con tacones no se le da muy bien en sus primeros pasos, ríe al verse al espejo y su caminar.

—Está bien...—agarra su teléfono y se toma una foto posando frente al espejo.

Medita si subirla a sus redes sociales, después que sus redes han estado inactivas por un tiempo. Al mismo tiempo un auto fuera de su casa comienza a pitar, se asoma por la ventana y es Letty. Avisa que irá en un momento y mientras baja las escaleras sube la foto acompañada de un sticker de corazón.

Se acerca a la cocina y se despide de su madre, avisa que volverá más tarde y sale de la casa, corre hacia el auto de Letty y sube rápidamente.

—Tardas una eternidad...—dice Letty mientras acelera.

Durante en trayecto charlan sobre la escuela y las personas que estarán en la fiesta, Diana siente inquietud por saber quién es Ian, el chico que tanto mencionan sus amigas. Mientras van en camino puede notar que las notificaciones no dejan de llegar sobre sus recientes fotos, comentarios, likes y compartidas.

"Me gusta esta atención.." piensa al leer los comentarios, como si alabarán a una diosa.

Al llegar a la dirección bajan del vehículo, Diana logra ver a algunos compañeros de escuela que la saludan y ella los reconoce.

Mientras caminan David y Letty se percatan de la dificultad con la que Diana camina, ella solo sonríe cuando ellos la observan lidiar con su tacones.

De entre los invitados Estefanía(Fanny) y David levantan la mano para captar la atención de Diana, toma un poco de ponche se dirige a ellos cuando a mitad del camino Letty de interpone acompañada de un chico rubio lacio, estatura promedio, cuerpo atlético y ojos color miel.

Rápidamente capta toda la atención de Diana que inmediatamente se queda atónita.

—Buenas noches, tenías tiempo que no venías por acá...—sonríe el.

—Lo se... eh estado ocupada...—sonríe. —Y tú, ¿que cuentas?

El ríe. —Chica ocupada... pues yo he estado haciendo un poco de eso y un poco de aquello, escuela y trabajo, ya sabes...—responde mientras la invita a sentarse con el.

"No está mal... si es que alguna vez fue mi crush, no está mal"piensa mientras camina hacia la silla.

El recorre la silla para que ella pueda sentarse, le agradece el gesto y se sienta, eso causa una sensación de felicidad en Diana, que la traten como una chica.

—Te ves linda con ese vestido—se sienta frente a ella.

Su corazón comienza acelerarse. —Gracias...—sonríe y bebe un poco de su ponche, evidenciando que se sonrojó. —Tu también te ves bien con esa camisa, hace resaltar tus músculos...—responde con sarcasmo.

—Ay Diana...—ríe ante el comentario. —Pero sí, estoy yendo al gimnasio, ya tengo meses de hecho, la última vez que nos miramos te lo dije—agrega.

—Tengo memoria a corto plazo...—saca la lengua.

—Eso veo. La última vez que nos miramos recuerdo que te saliste de la fiesta temprano, por ese chico... Diego, que decías que te había enfadado...—comenta.

Diana sin recordar nada ríe y asiente. —Es una lástima tener que soportarlo en mi salón de clases...—baila los ojos.

La charla continúa por un buen rato, Diana sabe que es un chico guapo, pero aún no no comienza a sentir ese sentimiento de atracción y deseo.

—Perdón chicos—se acerca a David y Fanny.

—Ah, no te preocupes, mientras tú estabas con tu novio yo tuve que charlar con esta bruja—contesta con sarcasmo mientras Fanny lo mira con una sonrisa.

—Poco a poco aprenden a convivir en armonía—agrega Diana.

—Ni loca—le mira a él con desprecio y después se levanta y va a la mesa de comida.

Letty se acerca a la mesa donde están los 3. —Oigan, salgan a bailar, creo que me robaré a este chico—mira a David.

—No, gracias, no tengo ganas de bailar—responde mientras se aleja.

—No fue pregunta—lo mira con picara.

Letty salta sobre la mesa y extiende su mano mientras baila frente a él.

—No quiero bailar, loca... siempre haces lo mismo—difiere mientras no se mueve de su silla.

—Agua fiestas...—Letty salta de la mesa. —No fuera Diana la que te baila porque si aceptas—agrega antes de irse de la mesa.

David ríe mientras como Letty se retira.

—¿Y que harás en las vacaciones de navidad?—inquiere David aprovechando que se quedan solos.

—Hmm aún no lo sé, había olvidado que ya saldremos de vacaciones—responde algo pérdida mientras mira hacia la mesa de Alejandro(Ian).

—¿Por qué tan perdida?—intenta seguirle la mirada. —Ah... por eso. Aún recuerdo cuando me dijiste que no te dejaban tener novio y por eso me rechazabas, y ahora mírate—ríe.

—No seas exagerado David... ya supera eso. Además, démonos tiempo...

—No respondiste mi pregunta de hoy. ¿Por que estás tan diferente? No pudiste cambiar en tan pocos días, estás mirando perdida, no sabes las repuestas a muchas preguntas y en ratos parece que no sabes dónde estás parada, me preocupas ...—la toma de la mano y le sonríe cuando ella lo mira. —Puedes confiar en mi

Diana hace una mueca de incomodidad por la insistencia.

—David, no pasa nada...

—Por favor Diana, se que te pasa algo, no eres la misma de siempre y es muy obvio. Hablamos por meses, salíamos a comer, fuimos al cine... y se que te pasa algo... no eres la misma...—responde alzando la voz y negando con su cabeza.

—No me creerías si te lo dijera, David—contesta ella.

—Yo siempre te creeré...—sonríe y la fijamente a los ojos.

Voltea a ambos lados y verifica que sus amigos estén lejos.—Bien... se podría decir que abrimos una línea temporal... no se bien explicar lo que sucedió, pero yo no soy Diana, solía ser un chico con disforia de género llamado Daniel... se que suena irreal...

David comienza a reír. —Diana, me preocupas... en serio... dime la verdad—insiste.

—¡Es la verdad!... solo te puedo decir que mi alma termino en este cuerpo, ahora soy Diana y solo tengo 4 semanas en esta realidad... esto es lo que yo quería... quería esta vida... ser una chica y lo pude conseguir...

David la mira con incredulidad y después se recarga sobre su silla para llevarse las manos a su rostro.

Diana toma de la mano a David. —Ahora tu deberás confiar en mi, si es que algunas veces existió algo entre nosotros—sonríe mientras el se descubre el rostro.

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