Yo solo quería que me amaras!

- Amarte? Solo querías separarme de la persona que en realidad amo._ Dijo furioso Julián.

- Esa maldita solo te separó de mi.

- Pagaras por todo lo que le has hecho Esther.

- Tu no te puedes quedar con ella._ Gritó la joven.

- Mi vida al lado de Thalia recién empieza mientras que la tuya acaba aquí y ahora, junto con todos tus crimines y maltratos hacia ella.

Julián ordenó sacar a Esther afuera donde ya la estaban esperando la gente del pueblo y varios nobles para presenciar su muerte.

- Matenla!!!

- No merece vivir!!!

- Solo es un demonio!!!

- Cortenle la cabeza!!!

Gritaban todas las personas que estaban allí, por fin hoy acabarían con la vida de esa joven que trató de asesinar incontables veces a la prometida del Duque Julián.

Esther veía como aclamaban su muerte y miró con mucho odio a su primo, ya que el fue el que le dijo toda la verdad a su ex prometido acerca de todas sus maldades contra su amada Thalia.

La Villana de esta historia fue degollada acabando con todos los problemas que tenían los protagonistas.

- Ahora nadie podrá separarnos cariño._ Dijo Julián abrasando a Thalia.

- Así es._ Dijo la Joven correspondiendo el abrazo.

Julián y Thalia lograron casarse sin ninguna interrupción, después de varios meses se enteraron que iban a ser padres, completando así su historia de amor.

FIN.

- Para esto perdí mi tiempo en leerlo?._ Dijo el joven lanzando el libro por el suelo

Brayan salió de su casa como todos los días, había quedado en encontrarse con su novia Cristel en el mismo escondite de siempre, pero esta vez sería para acabar con su relación, su trabajo consistía en asesinar a los corruptos de su país.

- Ya llegué, para que me llamaste?

- Acaso no puedo ver a mi novio? o... ya no me amas?...

- Al grano Cristel, sabes que nuestra relación ya no da para más.

- Prefiero matarte antes de verte con otra, nunca dejaré que me dejes.

- Cómo te atreves a decirme eso? Fuiste la que me engañó con ese imbecil, tu disque mejor amigo.

- Cómo te enteraste?.

- Me crees imbecil? No me quieras ver la cara de hue*on.

- Cariño eso solo fue un pasatiempo, yo te amo._ Dijo Cristel aferrándose a Brayan.

- Mírame a los ojos, yo no perdería mi tiempo con alguien como tú. Solo vine para aclararte eso, adiós.

- No Brayan, no me puedes dejar, te vas a ir a ver con algunas de tus zorras verdad?

- Me has dado una buena idea sabes? Desde que empeze mi relación contigo no veo a ninguna, deben estar extrañandome.

- No te lo permito!

- No te confundas Cristel, tu y yo no somos nada, te encargaste de arruinar nuestra relación por tu infidelidad y tampoco es como que sintiera mucho por ti.

- No me dejarás cariño._ Empezó a reírse sola.

- Estas loca mejor me largo.

- Pueden pasar!._ Gritó Cristel.

En ese momento aparecieron cinco hombres expertos en asesinato.

- Qué significa esto? No quiero tener que matarlos, ya diles que se aparten.

- No Brayan ya te dije, si quieres terminar con esto, no dejaré que estés con otra, prefiero acabar con tu vida.

- Sabías que eras una loca?

Sabias que eras una loca?

- Te doy una última oportunidad amor, podemos estar tranquilos y fingir que nada ha pasado.

- No._ Contestó Brayan son darle importancia.

- Entonces no me dejas otra opción._ Dijo Cristel furiosa.

La joven les dio una señal a sus hombres para que acabaran de una vez con la vida de su ahora ex novio.

Brayan se sentía aburrido porque para derrotarlos fue demasiado fácil, siempre tenía con el una navaja, era su arma preferida, tan filuda, pequeña y letal ya que contenía veneno, lo llevaba con el en cualquier caso de emergencia.

- Por eso me fascinas, te ves muy bien con esa sangre encima.

- Deja tus tonterías y limpia este desorden.

- Aún no he acabado cariño.

- Ahora qué se te ocurrió?

- Puedes pasar Bruno.

- Bruno? Llamaste a mi hermano?

- Cómo has estado Brayan? vaya mira como has crecido.

- Tu qué haces acá?

- Tu noviesita la loca me llamo, quería que te mate y me entrego uffff una gran cantidad de billetes.

- Has hecho una mala inversión Cristel._ Dijo Brayan mirándola.

- Siempre te metes con este tipo de personas?._ Preguntó Bruno.

- Oye has lo que te digo para eso mande a llamarte, me costaste mucho dinero.

- Cállate._ Dijo Bruno sacando un arma y disparándole en el pecho.

- Qué hiciste imbecil!

Brayan se acerco al cuerpo de Cristel para ver si podía hacer algo y ayudarla pero aquella joven ya no respiraba.

- Te hice un favor.

- No tenías que matarla, era una loca pero jamás hizo daño a nadie.

- Y cómo justificas que te haya querido matar?

- Eso es otra cosa Bruno, nunca lo iba a lograr.

- Si vine aquí fue por mi revancha, quedo pendiente la última vez en que solo logré apuñalarte pero me dejaste más herido.

- Ahora no quiero pelear contigo.

- Pelear? Yo he venido a una lucha a muerte, para demostrar quien de los dos es el mejor.

- Vete, necesito devolver el cuerpo de Cristel a su familia.

El joven se dio la vuelta para cargar a la Joven pero se detuvo ya que sintió un fuerte dolor en su abdomen, se dio cuenta de que Bruno lo había herido.

- Maldición! No te cansas? Mira que en cualquier momento te puedo matar.

- Creo que morirás antes de haberme dado un golpe.

- No me digas que esa daga contenía veneno?

- Si, así que es mejor que te apures antes de que tu corazón deje de latir.

- Eres un cobarde al atacarme por la espalda.

- Gracias.

- Te daré el gusto de matarte, si muero al menos lo haré llevándome a una escoria de este mundo.

- Empezemos.

Brayan podía sentir que el veneno comenzaba hacer efecto, por lo menos si iba a morir, no dejaría con vida a aquella persona que puede ser peligroso para cualquiera.

- Lo siento, pero esta vez será nuestra última pelea y no lo digo porque vaya a morir, lo digo por ti.

- El que morirá seras tú, no yo!._ Gritó Bruno.

- Moriremos los dos.

Bruno estaba molesto por lo que decía su hermano, el era el mayor y tenía veintidós años, pero desde pequeños Brayan siempre fue el más experto en asesinar, sus padres siempre lo elogeaban, a el le molestaba mucho la actitud del joven ya que en su adolescencia todas las chicas ponían atención a el, incluso la que le gustaba, Brayan nunca le hacía caso por su hermano pero Bruno pensaba lo contrario, todo lo que tenía que ver con sus problemas era por culpa de Brayan.

- Ya lo veremos.

El hermano mayor sacó de su espalda una espada, en ese tiempo no era muy común utilizar espadas pero sus padres los entrenaron para portar cualquier clase de armas y herramientas necesarias y así acabar con la vida de alguien de manera fácil.

Brayan no tenía preparado nada, así que solo pelearía con las manos y esa pequeña navaja que tenía en su poder.

La pelea entre ambos hermanos comenzó, Bruno atacaba con la espada mientras que Brayan se defendía con aquella pequeña navaja, en un descuido de Bruno, su hermano le dio un golpe en las piernas haciéndole perder el equilibrio.

- Maldito.

- Este es tu fin hermano._ Dijo Brayan con la navaja en el cuello de Bruno, mientras pisaba la espada de el.

El hermano mayor de Brayan le dio una mirada de enojo pero su sonrisa apareció cuando lo vio escupir sangre y caer a sus pies.

- Querrás decir tu fin Brayan, no puedes hacer nada, ahora solo te quedan minutos, adiós.

Brayan ya no podía moverse mucho, sentía que todo su cuerpo ardía por aquel veneno, sus ojos se posaron en aquella pistola que utilizó antes su hermano para acabar con la vida de Cristel, mientras Bruno estaba a punto de salir, Brayan utilizó todas sus fuerzas para tomar el arma.

- Este es nuestro fin Bruno.

- Qué?._ Dijo su Hermano girandose para ver a Brayan, quien le estaba apuntado con una pistola.

- Lo siento... ._ Susurró Brayan derramando una última lágrima, después de haberle disparado a Bruno.

Toda a la vista de aquel joven se nubló, dejando de sentir ese dolor por aquel veneno y muriendo o eso era lo que creía, hasta que escuchó la voz de alguien y vio como una persona se le acercaba.

- Bienvenido.

- Quién eres y qué hago aquí?

- Mi nombre es Jack, como sabrás has muerto Brayan.

- Dime quién te dijo mi nombre?

- Eso no tiene importancia, desde hoy ya no lo serás y tendrás una nueva vida.

- No la quiero, deseo estar en paz, allí arriba en el cielo o abajo en el infierno.

- De ti depende, una vez que estés en ese cuerpo puedes quitarte la vida o no, tu lo decidirás.

- Y si mejor ahorramos eso y me voy de una vez?

- Primero tendrás que mirar lo que el destino tiene preparado para ti.

- A qué cuerpo te referías? Mira que si me toca ser una mujer prefiero morir al instante._ Advirtió Brayan.

- No lo serás tranquilo, aquel cuerpo ya es uno sin vida y te encargaras de hacerle justicia, ahora el alma de ese cuerpo yo lo tengo porque el si necesita paz.

- Yo también necesito paz.

- Aún no es tu hora, es momento de que despiertes y mires tu nueva vida.

- Espera...

Brayan quiso seguir hablando con aquel hombre pero de nuevo todo se volvió oscuro, cuando despertó se encontraba en un cuarto en muy mal estado, todo estaba asqueroso.

- Esta es la vida que querías que viviera? Joder que rayos hice para merecer esto? Ni en mi anterior vida vivía de esta manera, tenía mis propios lujos.

Brayan se levantó de aquella cama, apenas hacía un movimiento sonaban todos los resortes, se dirigió al espejo que tenía por ahí y lo empezó a limpiar ya que estaba todo lleno de polvo, pudo ver que ahora es un poco joven, si antes tenía veinte, ahora tiene unos diecisiete.

Tenia el cabello plateado, ojos rojos, y una expresión sin vida, cayó en cuenta de que lo reconocía pero no estaba seguro de donde.

- Dónde estas pordiosero, necesitas limpiar, espero que te encuentres mucho mejor para tus obligaciones._ Gritó entrando un hombre.

- Quíen eres?._ Preguntó serio.

- No me recuerdas? No me digas que el golpe que te di te hizo tanto daño jajajaj.

- Tu ocacionaste que yo estuviera así?

- No más preguntas, aquí tienes una escoba para que te pongas a barrer todos los pisos de esta mansión.

- Mansión? Así que donde yo estoy es en una mansión y quien soy en realidad?

- Ya bastardo has lo que te dije!!._ Dijo el hombre tratando de pegarle a Brayan.

- No me vuelvas a tocar infeliz.

Brayan fue más veloz que aquel hombre y le detuvo la mano antes de que lo golpeara y noqueara, ya que podría caerse fácilmente por el cuerpo que ahora tiene.

- Cómo te atreves a detenerme?!!! Esta vez quieres morir verdad?

En ese instante a Brayan le vinieron todos los recuerdos del anterior dueño de ese cuerpo, era maltratado desde niño cuando su madre murió y su padre tomó como esposa a otra mujer, mandandolo a él a un rincón de su mansión.

El hombre que estaba con Brayan aprovechó su situación y lo golpeó hasta decir basta, dejándolo inconsciente de nuevo.

Pasaron alrededor de dos horas y abrió sus ojos, encontrándose tirado en el piso con la sangre encima de el.

- Juro que cambiaré esto!!!._ Exclamó Brayan.

Tenia pensado quitarse la vida tal como le dijo a Jack, pero ahora que entendió porque lo mando ahí, ya no será necesario eso.

- Así que mi nombre es Keyler? Así lo escuché cuando recordé, que lástima... me gustaba mi anterior nombre._ Dijo decepcionado el joven.

- Ya despertaste!! Tuve que limpiar todo yo solo!!!!

- Tu me las pagaras.

- De nuevo con esa actitud?

Le da una sonrisa tenebrosa y el hombre tiembla.

Keyler no espero más tiempo y agarro una madera que estaba por ahí, esta era puntiaguda y servía para atacar.

- Qué harás con eso?_ Preguntó ese hombre con miedo, al ver lo que Keyler tenía en sus manos mirando fijamente con una sonrisa.

- Maldito loco, no volverás a ver la luz del sol!

Keyler lo pateó en sus partes íntimas haciéndolo caer de rodillas y con un dolor fuerte en el, le clavó esa madera en el centro y le hizo sangrar, después le siguió clavando en todo el cuerpo del hombre dejándolo sin vida.

- Te lo merecías.