El sol se oculto dejando atrás su brillante luz para dar paso a la luz de la luna.
Dos sombras se reflejaban sobre el enorme acantilado de color lápiz lazuli, una grande y otra un poco más pequeña.
— Deberían volver, no entiendo por qué se tardan tanto, es solo decir que quieren hacerlo y ya está, ¿no lo crees a si hermano mayor?
Dijo la figura más pequeña, la otra Asintió y respondió.
— Es cierto hermanito estás en lo correcto… pero están tardando demasiado en tomar la decisión de regresar, supongo que no lo harán.
Su voz sonaba un poco melancólica, el Acaricio el cabello negro de su hermano menor y suspiro.
— He escuchado que el mundo aya abajo es entretenido y los que bajan en misiones la mayoría no regresan por qué no les apetece hacerlo, otros dicen que no es que no quieran regresar si no que pierden el camino de regreso a casa, y no solo eso también pierden su fuerza y voluntad, por eso no han regresado a sus moradas, pero los que regresan son premiados, no entiendo por qué quedarse.
Dijo el mayor, sus ojos de color obsidiana miraron hacia el portón no muy lejos.
El menor dejo de mirar al frente y miro a su hermano
— ¿premiados con que, hermano mayor?
El mayor sonríe cálidamente.
— Con el conocimiento absoluto.
— ¿conocimiento absoluto? ¿sobre que hermano?
El mayor respondió con tranquilidad a las preguntas de su hermano.
— Haz de saber que nosotros somos…
Antes de que terminara de hablar, una hermosa y perfecta melodía resono en todo el lugar llegando a sus oídos.
🎶🎶🎶
— ¿¡mira es la melodia!? Darán las buenas nuevas a alguien; vallamos aver quien ha llegado! ¿si hermano mayor?
Grito el más pequeño con alegría, quería ver quién era el afortunado en regresar.
Empezó a caminar pero se detuvo y sonríe mientras hablaba.
— Pero promete que me contarás sobre el premio de los que regresan de acuerdo.
Su hermano Asintió
— Aunque lo que se es poco.
El tomo la mano de su hermano mayor.
— Apresuremos para mirar, hermano.
— Si.
Las dos figuras saltaron, pronto dos hermosas alas aparecieron en sus espaldas.
Aquellas figuras no eran otra que ángeles.
Después de estar en aire un tiempo, descendieron, sus pies se apresuraban para estar en primera fila, para ver al ser que volvió.
Pero antes de llegar, su padre se les cruzó en el camino.
—¿ Adónde se dirigen.?
El más pequeño se adelantó.
— Iremos haber quien vuelve.
Su padre negó
— Sus misiones están listas.
Estendio su mano y con el puño cerrado entrego algo a los hermanos
— No lo miren hasta que sus puños ardan, entonces ahí será el momento de empezar.
El hombre los observo, no había tristeza ni preocupación en su mirada.
— Charly, jen, no sé pierdan y vuelvan a casa
Dijo Yoshi su padre, con esas palabras se alejo de ellos.
Jen miro la espalda de su padre desaparecer y con un poco de molestia pregunto.
— Hermano mayor¿no veremos quién volvió de aya abajo?
— No.
Replicó Charly el hermano mayor.
— Debemos descender ya y trabajar en lo que se nos ha encomendado;
Jen suspiro con resignación.
— ¿Qué misión será?
Pregunta jen.
— No lo sé, lo sabremos cuando estemos abajo.
Exclamo Charly mientras se daba media vuelta.
— Descendamos ya.
Ordenó Charly, Jen Asintió.
— Si hermano mayor.
Los dos abrieron sus alas de nuevo, llegaron a uno de los portones, una luz dorada salía del portón, ambos caminaron hacia el y lo atravesaron.
¡¡huuuuuchuuuc!!
Una enorme ráfaga de viento soplo, en esa ráfaga descendieron los dos hermanos, cuando pisaron tierra, ambos perdieron toda fuerza divina, su mente quedó en blanco y pronto se desmayaron.
Un viento fuerte rodio el lugar, sus cuerpos temblaron, sus ojos se abrieron, miraron alrededor solo había arena sin importar el lugar donde mirarán.
Tanto Charly como Jen miraron sus cuerpos, ahora no había divinidad, ahora eran débiles humanos.
Y aunque recordaban a qué habían bajado no tenían forma alguna de hablar con los humanos en la tierra.
El idioma de los hermanos era de otro mundo.
Mientras estaban perdidos en sus pensamientos y se veían aturdidos.
Cascos de caballos resonaron en e lugar, los dos se pusieron alerta y se levantaron, ellos fueron rodeados por diez caballos, en estos había hombres con grandes espadas en su cintura.
— Mira a estos pequeños niños bonitos jajaja
Dijo el líder, uno de los hombres puso los ojos en blanco y pregunto.
— ¿Quienes son,? identifíquese.
Ellos se miraron y respondieron.
— Nomen meum est Chary et hoc est frater meus Jen, que es? [Mi nombre es Charly y este es mi hermano Jen, ¿quién eres? ]
Los hombres se miraron y una mirada viciosa apareció en su rostro, sin decir nada sacaron sus espadas y los sometieron, Charly y jen no tenían fuerza, por lo que fue fácil que los sometieran.
— Estos tipos nos darán algo de dinero
Dijo el líder mientras mostraba sus dientes amarillos.
Su subordinado Asintió.
— Tienes razón jefe.
Los hombres golpearon a los caballos y estos salieron corriendo, Charly y jen tuvieron que correr para igualar el paso, pero aún así cayeron y fueron arrastrados, solo escucharon las risas burlonas de esos hombres.
Ellos fueron llevados a casa de subastas para ser vendidos al mayor postor.
Cuando fueron presentados todos quedaron fascinados por su belleza.
Charly era de piel blanca con rasgos faciales exquisitos, cejas Pobladas y nariz perfiladas de labios delgados, su cabello era largo de color blanco, por otro lado jen era de un color de piel trigueña, con facciones delicadas nariz perfilada y cejas Pobladas, labios carnosos, su cabello era corto y de color negro azabache.
Ambos desprendían una sensación de peligro.
Cuando comenzó la subasta, se ofrecieron precios astronómicos, pronto fueron vendidos al rey del lugar, que llevaba una máscara de oso.
Charly miro a jen que tenía el rostro pálido.
— Hermano que nos harán.
Charly negó
— No te preocupes, incluso si es algo duro, estaremos juntos.
Los dos fueron lanzados a los pies del rey.
— que haré con estas bellezas.
Su mirada era fría y despiadada.
— que tal enviarlos a luchar en el campo de entretenimiento.
De hecho el rey no era bello, por eso al ver a los dos hombres sintió una sensación de inferioridad.
Los dos hermanos fueron llevados al campo, en este había tigres de gran tamaño.
El primero en salir fue Charly, sus movimientos para esquivar fueron rápidos y precisos, todos en la arena se emocionaron y apoyaban a los tigres para que los matarán, cuando Charly fue alcanzado por uno de estas feroces bestias, sus movimientos se volvieron más rápidos y despiadados, despedazando al enorme tigre.
Todos quedaron sorprendidos.
Con la fuerza vista en ellos el emperador tuvo nuevos planes, asesinatos, masacres, les ordenó de todo, ambos no pudieron desobedecer por el contrato marcado en sus cuerpos.
El reino próspero rápidamente, pero como próspero atrajo envidia de los otros reinos, dos de estos reinos presentaron regalos invaluables para el rey del oriente, pedían solo uno de los hermanos, pero el rey no quería compartir a sus dos sirvientes capaces, obviamente se negó.
Pero los otros dos reyes no estaban contentos, por lo que una noche invadieron el reino, Miles de vidas se perdieron y los contratos fueron a ambos reyes, el del sur se llevó a jen y el del oeste se llevó a Charly.
Los hermanos nunca habían Sido separados, por lo que se sintieron más indefensos, no pudieron liberarse de las ataduras y no podían desobedecer a sus dueños.
Charly se despertó, mira la arruinada casa y suspiro, de nuevo había soñado con jen.
— que te sucede, por qué suplicas mi ayuda, ¡¡por qué!!
El golpeó con fuerza la pared, pronto se pudo ver una grieta, el apretó los dientes, estaba lleno de ira, no pudo proteger a su pequeño hermano, el dolor en su pecho era insoportable, que podía hacer para ayudarlo, estando tan lejos y estando atado que se supone que debía hacer.
Charly aprendio el idioma de los hombres, vivió entre guerra sin descanso llevando la victoria al reino del oeste.
Años después, el rey del oeste murió, y su hijo el principe can a tomado su lugar.
pero este era de mente retorcida y rompió el pacto de alianza que tenía su padre con el rey del sur, atacando por sorpresa dándole muerte a este y a todo su reino, en este no se encontró a jen.
el reino del oeste se ha extendido a si pasaron siglos y la era moderna ha llegado.
la dinastía can terminado siendo su último rey canyi, con la muerte de este último Charly fue libre, ya un poco viejo continuo buscando a su hermano sin descanso.
Sin importa el tiempo que pasaba nunca perdió el ardiente deseo de encontrar lo.
Viajo de un lugar a otro pero es difícil encontrar información que de con el paradero de su hermano menor.
A veces su mirada se eleva al cielo en busca de respuestas pero es en vano, el tiempo no se detiene y Charly empieza a sentir cansancio después de varios años de búsqueda.
Siente que no le queda mucho tiempo, ¿que debería hacer tal vez rendirse.?
Se sentó en una roca del camino, llevo un tarro lleno de agua, vestía unos pantalones ya desgastados y un saco enorme de color café.
Jen, no te preocupes, incluso si mis huesos se pudrieran debo encontrarte.
El viento soplo moviendo su cabello blanco.
—A veces recuerdo tu grito de desesperación hermano, ¿dónde estás.?
Encontrarlo lo motiva a continua, el se puso de pie y sacudió su ropa.
— Hora de continuar.
El atardecer llegó, Charly entro en una posada, para pasar la noche.
— Buenas tardes señorita
Saludo a la recepcionista, era una mujer de unos 30 años de cabello castaño, su ropa no era muy lujosa pero estaba bien ordenada y limpia.
— Buenas tarde señor ¿Cómo puedo ayudarle?
Le hablo educadamente
— ¿tiene habitaciones disponibles?
Con una cálida sonrisa la mujer Asintió.
— Claro señor, tenemos dos disponibles en el tercer piso A 49 dólares la noche.
El dudo por un momento, no tenía suficiente dinero.
— No hay una un poco menos costosa
Su rostro mostraba un poco de vergüenza, la recepcionista Asintió.
— Claro señor me queda una en el segundo piso, son 15 dólares la noche ¿desea tomarla.?
El Asintió
— Gracias
El entrego el dinero, tomo la llave y subió las escaleras.
Rápidamente encontró la habitación y entro, era bastante limpio, solo había una cama pequeña, el baño y una tv, además de una mesa a un lado cerca a la ventana.
— Es lo único que me puedo permitir.
Miro sus ropas desgastadas y su cuerpo polvoriento, no quedo nada de la belleza con la que llegó a este mundo.
— Tomemos una ducha y adormir, mañana hay que continuar.
El entro al baño, solo había una pequeña bañera, el inodoro y el lavamanos.
El entro a la bañera y cerró la cortina que separaba la bañera del inodoro.
El agua empezó a recorrer su cuerpo envejecido y cansado, masajeo sus hombros y cerró los ojos para descansar, la soledad siempre fue difícil.
No había un solo sonido en la pequeña habitación, la somnolencia cayó sobre Charly al sentir su cuerpo relajándose.
*Charly*
La repentina voz lo despertó y lo puso alerta, el agua se regó por los bordes de la bañera.
— ¿¡quien es!?
El miro a su alrededor pero no había nadie, tomo la toalla y salió del baño, pero no había nadie en la habitación, el silencio reino de nuevo.
— Rayos.
Grito con desesperación, miro de nuevo por todo el lugar, pero no encontró nada.
El desistió de buscar podría haber Sido su imaginación, se vistió con una bata de la posada y se acostó, su cuerpo cansado cedió rápidamente ante el sueño.
Charly miro a su alrededor lo único que podía ver era oscuridad, sin importar cuánto caminara no podía ver alguna luz.
— ¿Dónde estoy?
El se dejó caer, y respiro era mejor calmarse.
Mientras descansa en el suelo, empezó a escuchar algunos ruidos extraños a su alrededor, trato de concentrarse para escuchar mejor.
‘ hermano’
se levantó de golpe
— ¿Jen?
‘hermano’
— Jen, ¿eres tú? ¿dónde estás?
Su voz se escuchaba lejana, el miro alrededor y trato de seguir el sonido de la voz de su hermano, pronto una fuerte luz lo segó, cerro sus ojos, cuando los volvío abrír, estaba en una enorme pradera, miro sus manos y ya no estaban viejas, tocó su rostro que había vuelto hacer joven
— Hermano cuánto tiempo sin vernos cómo has cambiado!
Charly se giro, detrás de el había un enorme árbol, este rebosaba de vitalidad, sentado junto al árbol estaba Jen, tenía una sonrisa alegre.
— Jen ¿enserio eres tú? Te he buscado por todas partes, cómo haz estado hermano.
El se acercó, Jen se puso de pie, el vestía un traje negro, era el traje con el que llegó a este mundo, todo era de Jen, pero sus ojos estaban sin vitalidad, como si no hubiera alma alguna.
— Hermano te extrañe
Le dijo Jen mientras sonreía.
— Yo también, hermano
Charly corrió para abrazarlo pero su cuerpo traspaso el de Jen.
— ¿pero que?
Los dos se miraron, Jen negó
— Hermano ya para de buscar
— Que estás diciendo Jen
— Hermano yo ya…
El miro al árbol, Charly siguió su mirada, vio un cuerpo que era cubierto por las raíces del árbol, aunque no se le pudiera llamar cuerpo, solo restos.
— No
Un mal presentimiento invadió a Charly, que pronto se hizo realidad.
— Ya no estoy en este mundo, ese de ahí es mi verdadero cuerpo.
El miro a Charly sus ojos se volvieron completamente negros.
— Ya ríndete y no busques más
Jen se fue desvaneciendo y desapareció
Charly negó y trato de alcanzarlo pero no pudo, el corrió hacia el árbol y con sus manos desnudas trato de sacar los restos del cadáver
— No, no, no es cierto ¡¡JEEEEN!!
Su grito era desgarrador, recorrió el espacio vacío, quien lo escuchará no podría evitar sentirse triste.
Lo había perdido, su hermano ya no estaba.
Charly salto en la cama y abrió los ojos, su frente estaba empapada de sudor y su cuerpo no estaba mejor, su pecho subía y bajaba rápidamente, sostenía con fuerza la sabana tendída sobre la cama.
— Huff, Huff, solo fue un sueño, un maldito sueño
El se puso de pie y se acercó a la ventana y abrió las cortinas, el sol aún no salía, el sueño fue tan real.
— Hermano, hermano, por favor que no te haya pasado nada, por favor.
Sus lágrimas cayeron por sus mejillas, no había sonido de su llanto, pero sus lágrimas no se detuvieron.
El no volvió a dormir, cuando sus lágrimas se detuvieron el abrió la ventana para recibir el aire fresco y calmarse, el respiro hondo.
Cuando se calmó y abrió sus ojos, vio a lo lejos el mismo árbol que su hermano le había mostrado, su corazón latió rápidamente.
— Cómo puede ser esto, tal vez sea real ese sueño.
El temía lo peor, Al cabo de unos minutos Charly empezó a reaccionar a través de un pensamiento
— ¿realmente estaré despierto O sigo dormido?
Mientras se hacía esa pregunta, escucho la voz de la recepcionista.
— Jen ven por favor
Su corazón la tío de emoción bajo las escaleras llegando hasta la recepción, y pregunto
— ¿dónde está Jen?
El la tomo fuerte de los hombros
Sus ojos brillaban llenos de expectativas.
— ¿dónde? ¿dónde señorita, dígame dónde está Jen?
La recepcionista quería alejarlo pero su agarre era fuerte.
— Cálmense por favor
Dijo la recepcionista y trato de explicar.
— Son las 6 dela mañana y mi compañero ha llegado para relevarme, mi turno ha terminado además no es Jen el es steam.
El brillo de sus ojos se apagaron, la soltó y miro a su alrededor.
— Lo siento, lamento haberla asustada, de momento me pareció escuchar el nombre de mi hermano menor.
— No se preocupe
dijo la señorita Charly subió a su habitación un poco confuso por las cosas que habían pasado esa noche, entre suspiros se dirigió hacia la ventana para cerrarla, su mirada se dirigió de nuevo al lugar donde estaba el árbol, pero este ya no está.
— “¿estaré alucinando?”
Pensó en sus adentros mientras cerro la ventana y empezó a organizar sus cosas para abandonar la habitación.
Charlie salió al lugar donde debería estar el árbol pero incluso después de buscar por mucho tiempo no lo vio.
El volvió a la recepción
— Disculpa
— Si, en que puedo ayudarlo
Respondió steam
— Había un árbol frondoso cerca…
Steam negó y respondió.
— Cerca de este hotel no hay árboles frondosos señor.
— Pero yo lo vi desde el segundo piso y…
— Lo siento señor pero no hay árboles.
— Ya veo, gracias
Mientras caminaba, se preguntaba que fue ese sueño y por qué al despertar vio el mismo árbol que su hermano Jen le había mostrado, además por qué volvió a desaparecer.
El dejo ese sueño en el fondo de su mente y continuo su camino.
Pasaron algunos días Charly ha buscado a su hermano por cielo, tierra y mar pero nada ni nadie da razones de él.
miro al cielo.
— Tal vez papá se lo llevó o quizás el si haya muerto … no aún no debo darlo por muerto.
Su cuerpo ya era bastante viejo, se sentía cansado y agotado, su esperanza sigue flaqueando.
Continuo caminando y se sentó en un asiento de concreto que había en medio de un parque donde un anciano daba de comer a las palomas.
Charly se sentó al lado del anciano sin decir una sola palabra.
— Se nota que estás cansado, bueno es normal que nos cansemos pero tú pareces más agotado que yo.
Charly suspiro, el anciano dejo de lanzar comida a las aves.
— Se te nota que estás cansado y qué has perdido las esperanzas de encontrar a tu hermano.
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