Año 1595, pueblo de Zugamurdi (Argentina).

En una cueva de esta pueblo nos encontramos a dos mujeres quienes estaban enfrentandose.

-No voy a permitir que le hagas daño a nadie. -Advirtio una de ellas.

-Ya destruí tu vasija, si quieres detenerme tendrás que matarme... -Pregunto una de ellas. -Y las dos sabemos que no tienes e valor para hacerlo.

-No necesito mi vasija para detenerte, Tiba. -Aseguro su oponente antes de extender sus brazos.

Al ver eso la mujer frente a ella (Tiba) retrocedió cubriendose con sus manos como si esperara un ataque pero solo fueron dos palabras las que fueron pronunciadas por aquella mujer;

-Adilas nis.

Al terminar de decír esas palabras hubo un derrumbe de las paredes y techos de la cueva junto a las salidas cubriéndolas.

-¿Que has hecho? -Le pregunto Tiba.

-Bloquee las salidas de la cueva. -Le contesto.

-Pero tu también estás atrapada. -Le reclamo Tiba.

-Te dije que te detendría cueste lo que cueste. -Le contesto la mujer antes de junto las palmas de sus manos pronunciando otro conjuro;

-Olles led onimagrep.

Luego de pronunciar aquellas palabras en sus manos apareció un pergamino el cual ella abrió y agachándose lo coloco sobre el suelo con sus manos sobre el.

-No te atrevas! -Le ordeno Tiba retrocediendo.

-Amla le ralles. -Exclamo la mujer con sus manos el el suelo.

En ese momento del pergamino comenzaron a salir letras escritas en el, aquellas extrañas inscripciones brillaban de un color dorado y se expandían desde donde ella estaba hacia el resto del suelo.

-No, no!. -Grito Tiba mientras comenzo a correr intentando escapar.

-Amla le ralles. Repitió la mujer con su mirada en el suelo mientras su cuerpo comenzó a brillar.

Tiba continuo corriendo mientras el suelo y las paredes comenzaron a cubrirse totalmente con aquellas brillantes inscripciones.

-Debo escapar!. -Exclamo ella corriendo por el pasillo intentando alejar se.

Para mala suerte de ella la entrada estaba sellada así que no había forma de salir al menos no rápido, así que tenía que ver la forma de alejarse lo más que fuera posible antes de que pudiera siquiera pronunciar un hechizo las letras de luz comenzaron a girar a su alrededor con una gran velocidad y fuerza, sentía como si estuviera dentro de un tornado y no podía ver más que una luz brillante que la encandiló tanto que tuvo que cerrar sus ojos.

Cuando volver a abrirlos ya todo parecía haber vuelto a la normalidad pero al intentar dar un paso se dió cuenta que no era así, aunque aquellas letras y el brillo habían desaparecido Tiba noto que ya no podía continuar corriendo por más que lo intentara y al bajar su mirada pudo notar porque aquellas inscripciones brillantes estaban ahora sobre sus piernas avanzando poco a poco sobre ella.

En la actualidad de pueblo de Zugamurdi ah prosperado a no ser por las cercanias de la cueva no quedan más que ruinas, no sé sabe que fue lo que sucedió aunque algunos atribuyen la destrucción de esa ciudad a algún desastre natural que bien podría ser;

Un huracán, un terremoto o hasta un tsunami debido a la cercanía del pueblo con el océano, sea cual sea la razón los lugareños no se acercan ahí, sobre todo por las supersticiones y historias que se crearon en torno a aquel lugar.

Han habido muchas teorías pero incluso ahora nadie está seguro de lo que pasó, ahora un grupo de investigadores arqueológicos y historiadores se encuentran en lo que quedó de este pueblo intentando encontrar algo que arroje algo de luz y ayude a esclarecer el mito. Aunque más que un rayo de luz una explosión sería lo que traería consigo respuestas.

-Lo logramos! Doctor Applebee. -Festejo uno de los arqueólogos.

-Eso veo, es fantastico! -Dijo el doctor Applebee.

El doctor Applebee es un hombre delgado de aproximadamente 52 años, pómulos prominentes, piel clara intermedia y que lleva puestas gafas. Un aspecto distintivo de doctor Applebee además de sus gafas y pumulos es el hecho de que (a no ser por unos cabellos canos a los lados y atrás de su cabeza) está prácticamente calvo.

Es verdad lo que dijo anteriormente, lo lograron pero ¿Que lograron exactamente? Pues lograron reabrir la entrada a la cueva usado dinamita. Alrededor del lugar se ve a trabajadores junto a equipo de perforación subterránea y empernadores.

Como arqueológo en jefe y encargado de la excavación y investigación el doctor Applebee se acercó a aquella entrada junto al resto del equipo.

-¿Cree que sea una mina? -Le pregunto una miembro del grupo de investigadores el cual tenía un gafete con el nombre "L. Orea".

Ella es una mujer delgada, de piel clara intermedia (color durazno) . Sus ojos color café que combina perfectamente con su cabello color castaño intermedio (marrón claro), similar a la madera barnizada. Ella lleva su cabello sujeto estilo cola de caballo, y fleco recto.

-Es posible. -Contesto el doctor Applebee.

-¿Que hacemos? -Le pregunto la mujer.

-Señorita Orea, lo que prosigue es preparar el equipo para entrar. -Le contesto el doctor Applebee.

-¿Realmente cree necesario ingresar? -Le preguntó Orea volteandose a ver dentro de la cueva.

-Es un gran avance en la investigación de esta sociedad. -Le contesto el doctor Applebee.

El resto del dia se preparó el equipo para que el grupo de voluntarios pudiera entrar a la cueva del modo más seguro posible aunque a diferencia de lo que podrían creer este lugar no es muy popular si no que al contrario nadie quiere siquiera acercarse allí más por miedo a que los lugareños se sientan invadidos.

En una ocasión un grupo de reporteros fue a entrevistar a las personas del pueblo pero ellos se negaron a responder sus preguntas argumentando que quieren que dejen en paz a los espíritus de las ruinas y respeten la historia de su pueblo. Si bien el pueblo pudo prosperar algunos creen que se quedó atrás en el tiempo ya que todas las personas que viven en ese pueblo siguen la tradición de ser muy creyentes de las leyendas y historias del pueblo.

El grupo compuesto por el doctor Applebee quien entró con una cámara de video, el investigador Brown junto a los mineros Sánchez y los hermanos Domínguez (Wendell y Nesbit) entraron a la cueva alumbradose con sus cascos con linternas. Paso a paso avanzaron con cuidado observado a su alrededor, en el interior del lugar habían vigas de madera que funcionaban como columnas.

-Mire doctor ¿Que es eso?. -pregunto Nesbit (uno de los hermanos Domínguez) al doctor Applebee.

-¿Que cosa? -Le pregunto el doctor Applebee mientras se acercó alumbrado con su casco dónde señalaba.

-Eso de ahi. -Exclamo Nesbit Domínguez señalando a la pared mientras continuaba viviendo hacia allí para alumbrar con su casco.

-Parece un extraño símbolo. -Le contesto el doctor Applebee viendo los símbolos grabados en la pared mientras movía su cabeza para alumbrar mas.

-Que mina más extraña. -Dijo Brown tomando su cámara en sus manos ya que el sería el encargado de fotografiar cada hallazgo.

-Parece que están en toda la pared.

-No solo en la pared. -Lo contradijo Wendell Domínguez.

-¿Que quieres decir? Wendell. -Le pregunto su hermano Nesbit.

-Mira el suelo. -Le contesto Wendell Domínguez.

-Están los mismos símbolos en el suelo. -Dijo el doctor Applebee sorprendido mientras grababa con la cámara que tenía añadida a su casco.

De hecho el doctor Applebee era el único que en lugar de llevar la linterna en el casco la llevaba en su mano.

Brown continuo fotografiando, tomo fotografías tanto del sueño como de las paredes e incluso el techo al notar que estaban las mismas inscripciones.

-¿Crees que sea de la época del pueblo o antes? -Le pregunto Wendell a su hermano mientras alumbraban las paredes y tocaban las inscripciones.

-Buena pregunta. -Le dijo Brown terminando de tomar fotos en las paredes y el suelo usando el flash.

-Estas viendo esto? señorita Orea. -Pregunto el doctor Applebee.

-Pinturas rupestres? -Dijo la señorita Orea a través de un micrófono.

-Eso parece. -Le contesto el doctor Applebee quien la había escuchado por unos auriculares que estaban conectados a una pequeña radio que llevaba en su cinturón y la cual usaba para comunicarse con la señorita Orea. -Ya les tomaremos fotografías ahora seguiremos para ver qué más podemos encontrar.

La razón de mantener contacto con ella era para que pudieran estar seguros de que la cámara grababa bien lo que fueran encontrando además de mantenerla al tanto en caso de que suceda algun accidente ya que ella tiene conocimientos en primeros auxilios y medicina por eso la habían llamado en primer lugar.

Lo que llamo la atención del doctor Applebee y el resto del equipo es que las letras parecían estar grabadas en la pared, pero a la vez estaban pintadas con color negro por lo que existía aquella duda de si llamarlo pinturas o de otra forma.

-Continuemos. -Exclamo el Doctor Applebee.

Ellos avanzaron paso a paso sintiendo como la temperatura del lugar parecía  descender cada vez más con cada paso que daban. Comenzó como una ligera sensación que paso de fresca que aumento conforme se adentraron más dentro del lugar, ahora era inequívocamente una sensación fría. Así continuaron hasta que repentinamente comenzaron a escuchar sonidos extraños que los hicieron sentirse incómodos, sonidos similares a susurros que les helaban la sangre.

-Wendell, esto no me gusta. -Le dijo Nesbit a su hermano.

-A mi tampoco -Le responde Wendell caminando delante de el. -Creo que debemos irnos.

-No nos iremos. -Le dijo el doctor Applebee.

-Estoy de acuerdo con ellos, estamos buscando serios problemas aquí. -Protesto Brown.

-Yo no los obligue a venir,vinieron por su propia voluntad así que ahora no se quejen. -Le contesto el doctor Applebee.

-Usted nos está pagando por esto, si no no hubiéramos venido. -Se quejo Brown.

-Si les estoy pagando entonces dejen de quejarse y hagan su trabajo. -Le ordeno el doctor Applebee. -La investigación es importante y...

-Doctor... -Lo interrumpió la señorita Orea hablando desde el micrófono.

-¿Que sucede? Orea. -Le pregunto el doctor Applebee.

-Mira al señor Domínguez. -Dijo la señorita Orea.

-¿,Que tiene? -Le pregunto el doctor Applebee prestando su atención en Nesbit.

No había notado nada raro hasta que vio fijamente a su hermano y es que había algo que no estaba bien con Wendell.

-Su cara cambio completamente, ya nisiquiera parece una persona normal. -Exclamo la señora Orea al ver el rostro de Wendell a través de la pantalla en la que se estaba proyectando lo que estaba captando la cámara con la que el doctor Applebee estaba filmando. Sus ojos a diferencia de los del resto parecían dos faros, dos esferas de luz brillantes y en su rostro ensombresido se podía apreciar una gran sonrisa que casi llegaba de oreja a oreja.

-¿Estás bien? -Le pregunto el doctor Applebee quien se sorprendió aún más al estar frente a el y notar que su piel había cambiado a una tonalidad algo más oscura y sus ojos se habían vuelto totalmente blancos.

-Wendell? -Le pregunto su hermano tocandolo en el hombro.

En ese momento el rostro de Wendell volvió a la normalidad.

-No me siento bien... -Exclamo Wendell tocándose la frente.

-Suficiente, mi hermano y yo nos salimos. -Le dijo Nesbit al doctor Applebee luego de lo que había visto.

-No pueden irse, voy a pagarles...

-Quedate con tu dinero! -Lo interrumpió Nesbit molesto. -Haga lo que quiera pero nosotros nos vamos.

En ese momento Brown profirió un grito, por lo que todos se voltearon a ver hacia donde el estaba viendo.

La sorpresa de la señorita Orea fue increíble al ver por quel pequeño televisor lo que la camara estaba filmando, frente a ellos había una sombra negra.

-¿Que es eso? -Puedo escuchar que gritaban atemorizados.

Repentinamente toda la pantalla se oscureció y se comenzaron a escuchar gritos, de algún modo las linternas que llevaban todos se habían apagado dejándolos a oscuras y a Merced de lo que sea que estaba allí.

-Doctor Applebee ¿Se encuentran bien? -Pregunto la señorita Orea por el micrófono.

Al no recibir una pronta respuesta Lara instio de nuevo;

-Doctor Applebee responda, ¿Se encuentran bien?

-Responda doctor. Insistió la señorita Orea.

-Estamos bien. -Contesto el doctor Applebee cuando la luz volvió. -Parece que fallaron las linternas.

-¿Todas? -Le pregunto Brown.

Parecía que pase lo que pase el doctor Applebee no estaba dispuesto a irse de la cueva ni a renunciar a sus investigaciones, al contrario parecía que lo que sucedía lejos de hacer que pierda interés lo hacían desear saber aún más. Tenía una sed de conocimiento insaciable que lo hacía aceptar cualquier precio con tal de conseguir conocimientos.

-Miren eso. -Dijo Nesbit señalando.

El doctor Applebee giro velozmente hacia donde señalaba Nesbit y todos comenzaron a apuntar allí con sus linternas.

Cuando se pudo ajustar la grabación para enfocar bien despues de aquel brusco movimiento la señorita Orea pudo ver qué había una sombra negra en aquel lugar, una sombra negra la cual parecía estar viéndolos fijamente. La señorita Orea intentaba comprender que era lo que estaba sucediendo pero no era fácil ya que solo se escucharon gritos y las luces de las linternas se habían apagado de nuevo, solo se oían gritos tras gritos hasta que comenzaron a parpadear mostrando ligeros momentos de lo que estaba sucediendo. En los pequeños momentos en que las linternas volvían a prenderse ella pudo ver claramente que Brown y Sánchez eran los únicos que se mantenía en pie aunque no seria por mucho ya que en ese preciso instante moriria también Brown rompiendo su propio cuello, ¿Como era eso posible? Debía haber algún error, pero ella estába segura de lo que había visto primero vio como Brown llevo sus manos a su mentón y cabeza antes de apagarse la luz y al volver de nuevo pudo ver claramente como con un movimiento veloz y fuerte se había roto el cuello. El tronido de su cuello fue casi tan fuerte como la imagen en si y fue algo realmente horrible para ella ver a Brown caer al suelo con su cabeza moviéndose de un lado a otro como gelatina.

-¿¡Que está pasando?!, ¿Que les pasa?. -Pregunto la señorita Orea desesperada. -¿Doctor Applebee se encuentra bien?

El doctor Applebee no podía responderle se encontraba tirado en el suelo mientras observa sorprendido aquella masacre por lo que la señorita Orea pudo ver aquello gracias a la cámara que el doctor Applebee tenía y la cual estaba junto a el.

Para sorpresa de todos la sombra salió del cadáver de Brown para meterse dentro de Sánchez cuando esté intentaba escapar, al ver eso la señorita Orea se puso de pie y tapando sus ojos horrorizada se alejo de la pantalla. Ante la mirada del doctor Applebee Sánchez se transformó en una mujer, ella tenía era una mujer esbelta de cabello rizado negro y piel oscura que hacían juego con sus ojos color café oscuro. Ella estaba vestida con un body negro de cuello cuadrado y mangas cortas color violeta que combina con una falda abierta color violeta y unos zapatos de plataforma.

-Por lo visto solo quedas tu. -Exclamo aquella mujer yendo hacia el.

En ese momento el doctor Applebee se puso de pie y comenzó a correr intentando escapar, mientras tanto en la tienda ya se había perdido la señal del pequeño televisor y la señorita Orea quería ir a ayudarlos pero si cuerpo no le respondía solo llegó a alejarse de la pantalla aún así logro reunir el valor suficiente para salir de la tienda solo para ver al doctor Applebee saliendo de la cueva a toda velocidad.

-Doctor ¿que... (Se interrumpió a si misma al ver que de la cueva también salía esa misteriosa mujer)

Un escalofrio atravesó su espalda y aunque mo sabía porque había algo en aquella mujer que no le gustaba, solo con verla se sentía incómoda como si hubiera algo oscuro. El doctor Applebee se detuvo sorprendido aunque la señorita Orea no sabía quien era esa mujer si estaba segura de que era muy peligrosa y sus sospechas fueron confirmadas al ver que al levantar su brazo y apuntar con su mano al doctor Applebee lo hizo caer de espaldas al suelo como si lo hubiera empujado violentamente.

-Solo eso? -Se pregunto aquella mujer a si misma viendo su mano. -Estar tanto tiempo atrapada me afectó.

Al escuchar eso el doctor Applebee la obseva fascinado mientras aquella mujer levanto su vista y comenzó a ver a su alrededor.

-Exclamo la mujer.

-¿Quien eres? -Le pregunto el doctor Applebee.

-¿No sabes quién soy? -Le pregunto la misteriosa mujer antes de voltear a ver a su alrededor. -No me sorprende, este lugar se ve... Muy diferente.

La señorita Orea solo podía observarla aterrada mientras le temblaba el menton y labio inferior.

-Pero ¿quien eres? -Insistio el doctor Applebee misteriosamente emocionado.

-Me llamo Tiba pero para ustedes soy emperatriz. -Contesto ella volteando a verlos. -Aunque no viviran lo suficiente.

En ese momento la mujer comenzo a caminar hacia ellos, la señorita Orea comenzó a retroceder hasta tropezar con sus propios pies y caer el suelo mientras el doctor Applebee solo se quedaba allí.

-¡Espera, no puedes matarme! -Le suplico el doctor Applebee intentando convencerla. -yo puedo ayudarte.

-Pero te quiero muerto. -Le contesto aquella mujer caminando hacia el.

-Te seré mas útil vivo. -Le aseguro el doctor Applebee.

La mujer solo levanto una mano y continuo caminando hacia el mientras continuaba intentando convencerla de dejarlo vivir;

-enserio, yo sé muchas cosas de este mundo moderno y puedo guiarte.

Al escuchar eso ella se detuvo a escasos pasos de el.

-Te déjare vivir. -Le dijo observandola. -por ahora.

La señorita Orea continuaba observando a aquella mujer quien le devolvió la mirada y con una sonrisa le dijo;

-Tu por otro lado conocerás a tu creador ahora.

-No, no, no! -Le suplico la señorita Orea intentando ponerse de pie para escapar pero la mujer extendió su mano hacia ella y la señorita Orea pudo sentir como era empujada por una extraña energía.

El doctor Applebee solo veía lo que estaba sucediendo con una sonrisa emocionado y fascinado a la vez por lo que estaba viendo. No le importaba en lo más mínimo si la señorita Orea vivía o moría, el solo deseaba aprender y comprender todo eso.