“Apreciados lectores, a los que apenas comenzaron a leer esta novela, los invito a leer la primera parte de la historia, tiene el mismo nombre y la misma portada; a los que ya la leyeron les pido disculpas, sé que muchos no quedaron felices con el final, a algunos les aclare el motivo y la verdad esperaba un poco de comprensión, todos tenemos una vida, unas más ajetreadas que otras, la mía por ejemplo se compone de tres hijos, un gran esposo y un trabajo que se lleva gran parte de mi día, espero se pongan en mi lugar.
Antes de comenzar quiero contar que me he dedicado a adelantar lo que más he podido para que ustedes tengan un abre bocas de lo que se viene, también les aclaro que para mí es igual de exasperante saber el final de esta historia, cada capítulo son una lluvia de ideas que todo el día cruzan mi mente, ni yo misma sé que ocurrirá en el siguiente escrito, en ocasiones me desespero por tener un flujo constante de ideas y en otros me desespero porque no sé cómo proseguir, esta es una de las novelas que más se ha llevado mi atención, pues la verdad la mayoría de novelas describen a un hombre altanero, frío ya arrogante y una mujer totalmente vulnerable he indefensa, sin defectos más que la falta de carácter; para mí es un poco más complejo pues somos seres fluctuantes y vamos cambiando según cada circunstancia de la vida, es por este motivo que en esta parte de la historia veremos un gran cambio en los personajes principales, sin dejar de lado su gran amor, sus bajos instintos y sus lujurias más instintivas entre ellos, espero sea de su agrado y por favor les pido paciencia, ya que no puedo subir capítulos diarios, trataré de hacerlo cada 3 o 4 días, si la historia no es de su agrado, les pido respeto y no dejar malos comentarios, puesto que eso no es algo constructivo para mí, si no les gusta, simplemente dejen a un lado la lectura y busquen otra que sea de su total interés.
No es fácil tener contento a todo el mundo, pero espero les guste este desenlace, les agradezco por tomarse el tiempo de dejarse envolver por esta historia
También los invito a leer mis otras dos novelas “nuestra guerra” y “nuestra guerra, la historia de Sofhi y Tomas”
Narra Sam
Días después del accidente de Alex
Me encuentro encerrada en un hospital, siento que mi vida no me pertenece y que su dueño se ha ido dejando un cascarón vacío, lloro sin cesar, no quiero comer, lo extraño tanto que duele cada célula de mi cuerpo, todo mi ser lo anhela, no sé cómo podría seguir viviendo sin él, siento que todo fue mi culpa, mis prejuicios, mis miedos, mi cobardía, pero sobre todo me duele saber que él se fue creyendo que mi amor no era lo suficientemente grande como dejar todo por amor, no sé si exista otra vida después de la muerte, espero que sí, de esa manera podría volver a verlo y al menos sería capaz de soportar esta tortuosa existencia.
- ¿Sam…? – toca la puerta mama obvio no puedo abrir porque estoy inmovilizada debido a mis constantes ataques
- ¡Hola Mamá! – la saludo sin ánimos
- Sam tu abu..., tu abuelo está muy delicado – me dice llorando
- Al menos él está en un estado en el que no siente, pero mírame a mí, soy tan incapaz de sobrevivir, así como de morir por mis propios medios
- No digas eso hija, que sería de mí sin ti hija – exclama mama en medio de un llanto
- Mamá, necesito ir al funeral de Alex, ayúdame a salir solo por hoy, por favor ayúdame – le digo en un mar de lágrimas
- No sé cómo podría hacerlo – se excusa para no ayudarme
- Si no me ayudas jamás volveré a casa, me iré tan lejos que nunca me volverán a ver – le amenazo
- Está bien déjame mirar que puedo hacer - sale de la habitación y me quedo otra vez sola envuelta en mis pensamientos, minutos después regresa con un doctor, una enfermera y papa
- Samanta el doctor ha dado la autorización de salir, pero solo si accedes a que te pongan medicamentos para tu sicosis – menciona papa
- Ja, así le llamas, que ironía papa que la muerte de tu hermano y la desdicha de tu hija sea para tu bienestar – le digo con sarcasmo
- ¡Cállate samanta! Crees que estoy feliz con esto – grita papa
- ¿A no? – le respondo con una pregunta incrédula
- Déjala la inmadurez y decídete de una vez o te quedas aquí encerrada hasta que recuperes la cordura y la razón – me amenaza
Dicho eso quedo en silencio y asiento, no tengo fuerzas para luchar, veo como se acerca la enfermera para medicarme.
Dos horas después estamos de pie en este gran cementerio, únicamente estamos papa, mama y yo, si hablamos de familia, pero también hay algunos socios y claro está, mis queridos suegros junto con Max, sinceramente no sé qué hacen aquí. No lloro, solamente observo las personas, nadie sabe quién era él realmente, solo yo lo ame y lo conocí en cuerpo y alma, pasan los minutos y las palabras de despedida son pronunciadas por el sacerdote, luego todos comienzan a despedirse, yo soy como un cuerpo inerte y sin emociones
- Sam debemos hablar – me dice Max
- Lo sé – le respondo sin ningún tipo de expresión
- No olvides que te amo – me dice
- Ujum – le respondo en monosílabos
- ¡Samanta! – me regaña papá
- ¡Déjala por favor! – le dice mamá
- Tranquilo Robert, no es momento para presionarla – les responde Max
- ¡Déjenme sola! – ordeno con furia
- ¿Cómo se te ocurre? – le dice papa
- Por favor necesito despedirme – les suplico llorando
- Hija te dejaremos solo un momento – dice mama tomando a papa y a Max para apartarse
Me acerco al ataúd y pongo mi mano sobre la caja que está totalmente callada
- Lo siento amor, lo siento, perdóname, podrías perdonarme, quiero que sepas que si quería irme contigo, pero fue demasiado tarde mi decisión. Te odio por dejarme sola, ¿Por qué? Dime por qué tenías que irte de esa manera, debiste obligarme a quedarme contigo, por favor llévame contigo, no me dejes aquí sola, no sé cómo vivir sin ti, dime como podremos continuar el abuelo y yo sin ti Alexander Jones, Ven por mí, amor – le digo llorando y golpeando el ataúd, lo que hace que papa y Max me obliguen a alejarme
- ¡Déjenme en paz, yo quiero ir con él, suéltenme! ¡Maldita sea! – les grito sin ser escuchada
Me suben al auto donde la misma enfermera me vuelve a medicar, es ahí donde pierdo el conocimiento
Horas más tarde abro mis ojos hinchados y ardidos de tanto llorar, veo a mama llorando en una esquina de la habitación
- ¡Mama! – le hablo con intriga de saber por qué llora
- Hija lo siento tanto, de verdad esto es una tragedia – me dice derramando lágrimas de dolor
- ¿Qué sucede? – le pregunto sin entender, sé que su dolor no es por Alex
- Tu abuelo ha muerto, lo siento – me dice desconsolada
- Que sucede con esta maldita vida, que he hecho para merecer tanto sufrimiento, Dios ¿Por qué?, dime por qué – grito, lloro y forcejeo para zafarme de este amarre
- Samanta debes calmarte – me dice mama
- Quiero verlo – exijo
- Tu padre está arreglado todo – me dice
Narra Sam
Es otro día más sin él y ahora sin el abuelo, espero que papa venga por mí para ir directo a su funeral, esto parece una comedia, están las mismas personas que un día antes estuvieron en el funeral de Alex, la mitad de estas personas solo vienen a presenciar esto como un circo o así lo hacen ver hasta los medios de comunicación, somos una familia en decadencia.
Esta vez es papa quien se para delante de todos para las últimas palabras de despida para su padre
“La muerte y la vida se complementan la una a la otra y hacen posible que todos nosotros nos encontremos en este mundo y luego regresemos al lado de nuestro Creador. Aun así cuando uno de nuestros seres queridos fallece, es inevitable sentir un gran dolor y por eso Jamás pensé que tan pronto llegaría la hora de decirte adiós, pero tengo que buscar resignación y aceptar que el Señor te ha llamado a su lado. Querido papá, espero algún día tener la oportunidad de verte nuevamente.
Te has ido para siempre, ahora me lamento por no haber podido dedicarte más tiempo y lloro con mucha amargura tu partida. Sé que desde donde te encuentras puedes escucharme y sabrás que te amo y te amaré toda la vida.
Con mucho dolor tengo que despedirme de ti y quiero decirte que te agradeceré infinitamente por haber sido un excelente padre y por todo lo que siempre hiciste por nuestra familia. Te mando un fuerte abrazo hasta el cielo, papá.”
Comienzo a reír y todos me observan como si estuviera loca
- Samanta ¿qué sucede? – me pregunta mama
- ¿Y todavía lo preguntas mama? – le digo con una carcajada
- Gracias a todos por su compañía –Dice papa saliendo de su actuación y acercándose con furia hacia mi
- ¿Qué te pasa Samanta? – me pregunta tomándome del brazo y arrastrándome fuera del alcance de todos
- Nada papa, solo es irónico ver tu gran actuación – le digo molesta
- Crees que no me duele la muerte de mi padre – me dice como si fuera verdad su dolor
- Hay perdón querido padre, malinterprete todo – hablo con sarcasmo
- ¡Es suficiente Samanta! – me dice tomándome de mis hombros
- ¿O si no que? – lo reto
- Pues te dejare internada como la loca que eres niñita – me amenaza
- Prefiero vivir encerrada como una maniaca a tener que vivir con un ser tan egoísta como tu
- ¡estoy harto de ti! – me dice con una bofetada
- ¡y yo de ti! – le grito y subo al auto.
Han pasado 4 semanas desde la muerte de la mitad de mi familia, sigo bajo terapia y sin salir de este lugar, igual estoy mejor aquí que afuera, mama me visita todos los días y me cuenta la situación de la empresa, me habla de todos los proyectos que ellos tienen para mí en el futuro, el problema es que ninguno de ellos me interesa, soy un ente taciturno, con cero interés por la vida.
Estar en la soledad de mi habitación es el mejor consuelo, pues es la forma como mi mente e imaginación vuelan a lo que debió ser mi vida con el
- Sam – una visita me saca de mi sueño
- ¿Max…? - pregunto incrédula de verlo después de todo lo que ha sucedido
- ¿Cómo has estado? – me pregunta sentándose a mi lado
- Con vida, pero vacía – le respondo irónica
- Sam, tu eres una mujer fuerte, no puedes permitirte dejarte vencer de esa manera – me dice con un abrazo que me desarma
- Max, no es como hacerlo, es como si mi vida se hubiese acabado – le digo llorando
- No puedo decir que te entiendo, porque no estoy en tu lugar, pero mi amor por ti es tan grande que si yo estuviera en tu lugar quisiera que fueras feliz, estoy seguro que él quisiera verte como la mujer fuerte que siempre fuiste – me consuela y compruebo el gran hombre que es
- Perdóname Max, tu no mereces todo lo que te he hecho – le pido perdón con toda sinceridad y entre lagrimas
- Cuando nos enamoramos de una persona, el corazón queda totalmente impregnado de ella, es por eso imposible hacerle entender a nuestra razón que debe alejarse de ese ser que tanto dolor nos causa – me dice apretando mi abrazo
- Lo lamento – sigo llorando
- Por mí no te preocupes, yo estoy bien si tu estas bien, pero si tu estas mal, yo también lo estaré – me habla con su lógica
- Señorita Jones ¿Cómo se ha sentido? – saluda uno de los médicos encargados de mi afección
- Igual – respondo
- ¿su prometido? –pregunta con intriga, pero Max no me deja responder
- Si doctor, un gusto, mi nombre es Max – Max se levanta para tomar su mano y presentarse
- Me alegra que estén los dos, así es más fácil darles la noticia – dice el doctor y yo lo observo con cautela
- Señorita Jones, tienes 5 semanas de embarazo, ¡felicitaciones a ambos! – habla el doctor con entusiasmo
- Es imposible – le digo sorprendida de lo que acabo de escuchar
- Imposible o no, espera un bebe – me responde
- Perdón doctor ¿Cuántas semanas dijo que tiene de embarazo? – pregunta Max con dudas
- 5 semanas, estos son los exámenes, nuevamente los felicito – dice el doctor saliendo de la habitación y entregando la hoja de resultados
- ¿Sam…? ¿puedes explicarme? – me pregunta Max
- Un bebe… – hablo sin poder creer aun lo que mis oídos escucharon
- Sam, tu sabes que mío no es, tu y yo no estamos juntos hace más de dos meses – habla Max esperando una explicación
- ¡Un bebe! – digo con mi voz llena de alegría y sin prestar atención a Max
- Samanta merezco una explicación – me habla y esta vez lo miro a su rostro
- Lo lamento Max, este bebe es de Alex – le digo con una sonrisa
- ¡Mientras estuviste conmigo, siempre me exigiste protección en las pocas veces que intimamos, pero cuando me engañabas con él no te importaba no cuidarte! – me dice molesto
- No sé cómo responderte a eso, solo puedo decirte que lo lamento demasiado. Max tu eres un gran hombre y quizás yo sea una mala mujer, te pido que me perdones, mi intención jamás fue lastimarte, hasta minutos antes de nuestra boda estaba segura de que estaba haciendo lo correcto al casarme contigo, pero a último minuto quería dejar todo, no solo por Alex, sino porque tu merecías ser feliz al lado de una mujer que realmente te amara y ese sigue siendo mi deseo – le explico
- Tu no lo entiende samanta ¡yo te amo a ti, te elegí a ti! – me dice con firmeza en cada una de sus palabras
- Y te lo agradezco de verdad, no merezco tu amor – le hablo con franqueza
- Pues debes comenzar a buscar soluciones – me dice señalando mi vientre
- ¿de qué hablas? ¿jamás me desharía de mi hijo? – le digo tapando mi vientre con mis manos
- No me refiero a eso, digo que si esto se llega a filtran en las noticias, todos pensaran que yo soy el padre y si yo lo desmiento automáticamente comenzaran los cotilleos de tu antigua relación con tu tío, sin contar la escena que armaste en su funeral – me explica lo que no había percatado
- Entiendo – digo asintiendo su razón
- Por el momento no quiero pensar en eso – le digo acariciando mi barriga inexistente
- Yo estoy dispuesto a casarme contigo y asumir la responsabilidad como el padre de ese bebe – me propone
- No creo que sea algo justo para ti – le confieso
- Solo piénsalo – me dice despidiéndose y saliendo de la habitación
Narra Sam
Me quedo con una felicidad inmensa en mi corazón, este bebe es la fuerza que necesitaba para salir adelante y luchar, por el haré hasta lo imposible para que sea feliz, salto en mi cama de la alegría y acaricio mi vientre como loca “te amo bebe, mama te va a cuidar” le hablo.
Pasan las semanas y aunque mi vientre no crece, mi cuerpo si comienza a sentir los estragos, contantes mareos y náuseas persistentes no me dejan tener paz, pero eso no será impedimento para disfrutar mi felicidad el día de hoy
- Lista para volver a casa – me dice mama al tiempo que ingresa a la habitación
- Más que lista – le digo con euforia
- Tu padre no dice nada, pero se está emocionado por ser abuelo – menciona mamá
- Eso espero – respondo
Salimos del hospital y llegamos a casa, donde Max y papa me esperan, desde que me entere de mi estado, Max ha estado pendiente de todo y no he tenido como negarme, cuando le conté a mama que sería abuela casi muere de la felicidad, lo que aún no les he confesado es que el padre de mi hijo es Alex, según Max mis padres podrían tener algún tipo de rechazo hacia él, claro que tampoco he afirmado que sea de Max, ellos solo supusieron y Max se ha encargado de hacerles creer que es así.
- Hija debemos encargarnos de todo lo del bebe – dice mama con alegría
- Mama es muy pronto para eso – respondo acariciando mi vientre
- Deben casarse lo antes posible, antes de que comiencen los cotilleos – dice papa, pero esta vez su voz es apacible
- No presionemos a Samanta, esperemos que se recupere y luego miramos – dice Max
Cenamos en completo silencio, la verdad es que si no fuera por este bebe, no sería capaz de soportar la inmensidad de esta casa, toda ella es únicamente recuerdos de lo feliz que un día fui, espero que toda esta sensación de ahogo se pase, porque no considero estar tranquila.
Terminamos la cena y me despido para ir a mi habitación, subo las escaleras y camino por aquel ancho pasillo que conduce no solamente a mi habitación, sino también al de Alex, no puedo evitar sentir la necesidad de entrar, abro la puerta y veo que sus cosas están en su lugar, todo su olor viene a mis fosas nasales inundando mi mente de recuerdos, tomo una de sus camisas y me recuesto en su cama para sentir quizás algo de su calor, me acomodo en posición fetal y me abrazo a su camisa, mientras mi pecho vuelve a doler, siento la opresión en mi corazón y el nudo en mi garganta, por más que quiera ser fuerte, es imposible, las lágrimas se agolpan en mis ojos y dejo fluir un río nuevamente por mis ojos “te amo, te amo demasiado” digo estas palabras al viento confiando que por alguna especie de milagro él las escuchara desde donde este, cuanto quisiera poder decirle tantas cosas que no dije, tantas cosas que guarde, tantas cosas que debo seguir soportando yo sola.
- ¿Qué haces aquí? – pregunta papa molesto
- Creo que eso lo sabes muy bien – respondo mientras seco mis lágrimas
- ¡sal! – vocifera
- Si vas a comenzar con tus malditas estupideces, entonces me largo – le hablo determinada a dejar todo
- ¿él es el padre? – pregunta papa
- ¿Preguntas si Alex es el padre de mi hijo? – le repito su pregunta, quiero y necesito atormentarlo
- ¿si lo es…? – vuelve a preguntar y yo sonrió con satisfacción al ver su rostro intrigado
- Así es y es lo mejor que me pudo pasar – le respondo altanera
- Mira Samanta, es mejor que te cases rápido, Max está dispuesto a hacerse cargo de algo que no le corresponde y tú debes de ser agradecida – me habla como si le debiera la vida
- Mira papa, de ahora en adelante debes saber que tú no tienes ni voz, ni voto en las decisiones de mi vida, si me caso con Max será porque yo misma lo decida, no porque tú me lo impones, no seré más la misma tonta que se deja, conmigo no podrás – le aclaro los términos del juego
- ¿Cómo pudiste cambiar tanto? – pregunta decepcionado
- No papa, simplemente estoy cansada de tu narcisismo, ahora tengo alguien por quien luchar y estoy completamente segura que si Alex estuviera con vida movería cielo y tierra por protegernos a los tres de ti, es una lástima y una coincidencia que todo terminara así – digo con mi voz quebrada recordando la manera tan horrible en la que murió
- ¿Qué insinúas Samanta? – pregunta iracundo
- No insinuó nada papa, solo digo que es sospechoso y espero que de verdad fuera un accidente – explico pues tampoco quiero creer que el fuera tan vil para acabar con su propio hermano
- No vuelvas a mencionar una cosa como esa, yo jamás haría algo así, espero que te quede muy claro, Samanta Jones – habla con firmeza y se va
Finalmente me quedo sumida entre los recuerdos y las ilusiones de lo que pudo ser, las horas pasan como si fueran minutos hasta que al fin me quedo dormida
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