La historia continúa dónde quedó La bruja de Zugamurdi;

Carol no sabía por qué normalmente iban después de la luna llena o después de la lluvia, pero ahora que Chica se lo explico ya toso había comenzado a tener sentido.

Este día Carol y Chica tuvieron muy buena suerte y pescaron 8 truchas comunes cada una.

-Son bastantes para tan poco tiempo eso de que la luna influye en el comportamiento de los peces es fantástico. -Exclamo Carol observando los 16 peces que habían pescado.

-Ahora ya lo sabes, si vas esos días son los días que tendrás más suerte. -Respondió Chica.

Al creer que esa cantidad era suficiente y habiéndose divertido bastante pescando decidieron ir al carruaje donde los esperaba Iván para llevarlas.

-¿Hubo suerte? -Les pregunto Iván a Chica y Carol al verlas sonrientes.

-Hubo mucha. -Respondió Chica mostrándole los peces que habían pescado los cuales puso en una cesta.

-Son muchos. -Exclamó Iván sorprendido al ver la cantidad de peces que habían pescado en poco tiempo.-Tu padre estará orgulloso de lo buena pescadora que has vuelto. -Le dijo Iván a Carol con una sonrisa.

-¿Usted cree? -Le pregunto Carol.

-Lo pienso, has mejorado bastante. -Le respondió Iván aun sonriente.

-Sí, lástima que no pudimos quedarnos un poco más, estuvo muy divertido. -Exclamó Carol.

-Nos hubiéramos quedado más tiempo, pero ya se estaba haciendo tarde. -Replicó Chica observando el cielo.

-En cuanto a los peces tuvimos mucha suerte, pesque la misma cantidad que siempre acostumbro pescar, pero de todos modos estuvo divertida la pesca de hoy. -Aseguro Carol.

-La verdad que si hoy estuvo divertido. -Coincidió Carol sonriendo.

Iván estaba feliz de ver a Carol sonriendo y feliz, lo bueno fue que pudieron hacer que se divierta y se distrajera, ya que ellos la quieren como si fuera una hija.

No era que se hubiera hecho tarde en realidad, de hecho, fueron a la misma hora que iban normalmente incluso Chica le preparo las bolas de masa la noche anterior como siempre, pero en esta ocasión tenían que volver rapido. Se le ocurrió la idea al recordar que la noche anterior hubo luna llena y eso fue lo que les ayudo a tener buena pesca a pesar del poco tiempo que tuvieron para pescar, eso y las bolas de masa que hace Chica las cuales también le hacen tener una buena pesca.

La razón por la que tuvieron que volver rapido fue el hecho de que mañana Carol tendria que ir a visitar a su prima Basilisa así que tenía que ir a preparar su ropa y demás. Claro que Carol no estaba nada contenta por tener que ir. Después de los ataques que habían sufrido ella tenía miedo de que algo pasara aunque en esta ocasión no había tenido un sueño que le  avisará que algo sucedería pero de todos modos no quería arriesgarse, después de todo ella no podía ver todo lo que pasa.

En esta ocasión Chica no fue con la idea de pescar, de hecho ella ni siquiera le pensaba en los peces estando allí, ella solo quería que Carol pudiera despejarse y sabía que no había algo mejor que eso para lograrlo, ya que es un pasatiempo calmo y relajante en el cual se necesita paciencia. Claro que además a Carol le encanta pescar, casi tanto como le encanta jugar en el río.

Carol siempre se emociona cada vez que algún pez muerda el anzuelo, ella siempre fue una niña muy alegre.

-Lo bueno es que ambas se divirtieron, la próxima podrán ir más temprano. -Replicó Iván.

-Es verdad, fue muy divertido. -Respondió Carol.

En el camino de regreso a la hacienda Walker Carol y Chica conversaron sobre lo que estaba sucediendo.

-No quisiera tener que ir a visitar al tío Samuel. -Exclamo Carol volviendo a poner otra bola de masa en el anzuelo para echarlo al río para atrapar otro pez al igual que Chica.

-¿Por qué? Creí que te gustaba ir. -La cuestiono Chica volteando levemente a observarla.

-Me gusta y me divierto mucho jugando con Basilisa...-Responde Lara haciendo con una triste expresión mientras hace una pausa para ver a Chica.-Pero no quiero dejar a mis padres solos...

-Pero ya no hay peligro. -Replico Chica sin dejar de ver al frente.

Al llegar a la hacienda Carol se apresuró a bajar del carruaje casi de un brinco, tenía tanta prisa por bajar que tropezó y casi cayó al suelo, eso es algo que no paso desapercibido.

-Debes cuidado, Carol.-Exclamó Chica bajando del carruaje para ir a ver como estaba.-¿Estás bien?.

Chica se puso de pie frente a Carol y la notó nerviosa.

-Estoy bien. -Respondió Carol.

-¿Por qué tienes tanta prisa? -Le preguntó Chica a Carol arrodillándose frente a ella casi estando a su altura.

-Quiero mostrarles los peces que pescamos, pescamos muchos. -Le respondió Carol.

Antonio Walker se encontraba en los cafetales del hacienda checando que todo encontrará en orden.

-¿Es de su agrado? -Le pregunto su capataz.

-Si, lo es. -Le contesto Antonio con una sonrisa.

Mientras Carol entro en la hacienda junto a Chica y fue a saludar a su madre quien la recibió con una sonrisa.

-¿Cómo te fue en la pesca? -Le pregunto Doña Joaquina a Carol Walker.

-Me fue bien mamá, atrape 8 peces que Chica cocinara esta noche -Respondió Carol sonriente.

-8 es bastante. -Le dijo Antonio con una sonrisa.

-Hubiera podido pescar más, pero como tengo que prepararme para mañana no pudimos quedarnos más tiempo. -Objeto Carol.

-No te preocupes por eso, la próxima vez podrás pescar muchos más. -Le dijo Joaquina con una sonrisa.

-Mamá, no quiero ir. -Se quejo Carol.

-¿Porque? -Le pregunto Joaquina.

-Es que quiero quedarme con ustedes, alguien tiene que cuidarlos. -Le dijo Carol.

-Se que estás preocupada pero no tienes porque, además nosotros te cuidamos a ti no tu a nosotros. -Le  dijo Joaquina.

-Creo que yo tampoco querría dejar sola a mi madre después de que dos veces se metieran a nuestra casa. -Exclamo Lara al escuchar la Historia que le contaba Carol.

-Eso era lo mismo que yo pensaba. -Le contesto Carol.

Tiba y el doctor Applebee se encuentran en una cueva en algún lugar del bosque Sorsa que son grandes regiones o ecorregiones de espeso bosque andino y selva de montaña a lo largo del flanco oriental de los Andes centrales. Ahora falta exactamente una hora para la medianoche, son las 23:50 hs y la luna está en su punto más alto y Tiba se encuentra oculta en una habitación que el doctor Applebee había preparado para ella y encendió una vela negra que le había encargado comprar al doctor Applebee. Cuando ella se disponía a encender la vela o el doctor Applebee para le pregunta;

-¿Eso es todo lo que necesitas? -Le pregunto el doctor Applebee.

-Si, esto es todo. -Le respondió Tiba observando aquella vela. -Espero no te arrepientas.

-Claro que no, yo tengo que conocer los secretos del universo. -Aseguro el doctor Applebee.

-Entonces ya podemos comenzar. -Exclamo Tiba encendiendo un fósforo de madera para encender la vela.

Luego de encenderla ella tomo un cuchillo y se acercó a él.

-¿Para que es eso? -Le pregunto el doctor Applebee.

-Minimo necesitamos una ofrenda de sangre para que venga. -Le contesto Tiba.

-¿Que venga? -Le pregunto el doctor Applebee.

-Hay que hacerlo ahora que casi son las 00:00, no tenemos tiempo que perder así que dame tu mano.

De mala gana y algo asustado el doctor Applebee le enseño su mano a Tiba quien le hizo un corte con aquella navaja. Luego de cortarlo ella tomo un pequeño tazón y dejo caer un poco de la sangre del doctor Applebee en el para luego colocarlo en el altar que había improvisado.

-El doctor Applebee tenía una expresión de dolor en su rostro pero eso aún no había terminado ya que luego Tiba tomo la vela para dejar caer sobre ella unas gotas de la sangre del doctor Applebee mientras le explica;

-Las velas deben estar ritualizadas y para esto lo haremos con sangre para que sea más fácil atraer lo que queremos invocar.

Ella se sentó frente la flama de la vela negra iluminó la oscura habitación mientras el doctor Applebee se quedó de pie.

-¿Que esperas para sentarte? -Le pregunto Tiba.

-Si, perdon. -Se disculpo el doctor Applebee sentándose.

Ella cerró sus ojos y respiro profundo mientras el doctor Applebee la observaba fijamente.

-¿Que invocara? -Le pregunto el doctor Applebee.

-Callate. -Le ordeno Tiba con una sonrisa. -Necesito concentrarme.

El doctor Applebee aunque estaba emocionado hizo lo posible por quedarse en silenció.

-Yuzhir Alshaytan (Aparece). -Exclamó Tiba sentada frente a la vela observando fijamente la flama.

De la flama comenzó a salir bastante humo negro el cual comenzó a tomar forma de un macho cabrio. El doctor Applebee estaba sorprendido por lo que estaba viendo, el siempre había querido saber más y aumentar su conocimiento, saber cosas que nadie sabía y ahora estaba descubriendo un secreto increíble y muy bien guardado.

En ese momento Tiba recordó su infancia, cierto cuando ella se encontraba durmiendo aun con sus mejillas humedecidas de tanto llorar por todo lo que había estado llorando por extrañar a su madre.

-Mami, yo quiero a mi mami. -Gritaba Tiba extrañando a su madre.

Repentinamente escucho un sonido que la hizo asustar, en realidad solo fue una voz, una voz que le hablaba diciéndole:

-Callate, ya no grites.

Ella lo podía oír aun estando despierta, la pequeña Tiba se puso de pie intentando descubrir de dónde provenía esa misteriosa y tétrica voz, pero no, no había ninguna señal que se lo indicará. En realidad, esa voz no parecía provenir de ninguna persona viva, pero al caminar por la cueva hacia donde pro venía esa voz pudo ver frente a ella a una débil Merga Waterhouse.

-Quiero ir con mi mamá. -Vocifero Tiba llorando.

-Pero tu madre no te quiere. -Le contestó Merga con malicia. -Ella te regalo.

-No, mi mamá no. -Exclamo la pequeña Tiba.

Tiba dudó un instante en si creerle o no así que ella solo se quedó de pie observando hacia la puerta de la barraca.

-Camina..., Acércate... -Le ordeno Merga Waterhouse.

-¿P-porque?, ¿Porque quieres que vaya haya? -Tartamudeo la pequeña Tiba preguntándole a Merga.

-Porque yo no puedo ir a dónde tú estás así que camina. -Le insistió Merga.

Tiba camino hacia Merga y se detuvo a unos pocos pasos de distancia de ella.

-¿Qué es este lugar? -Le preguntó Tiba.

-Tu nuevo hogar... -Le contesto Merga.

Tiba entró a la cueva lentamente su

Ella comenzó a ver a su alrededor, la cueva era un lugar humedo iluminado por luces que simulaban ser antorchas en las paredes de la cueva.

-¿Te gusta? -Le pregunto Merga.

-No, quiero volver con mi mami y mi papi. -Le respondió Tiba entristecida.

-Además aquí tienes más cosas. -Le dijo Merga.

-¿Más cosas? -Le pregunto Tiba.

En ese momento Merga acarició levemente parte de su bastón y logro que se volviera flexible, esa madera rígida se había había tomado forma curva y repentinamente la parte superior del bastón se había convertido en una serpiente.

Tiba grito asustada y comenzó a retroceder pero en ese momento Merga le dijo:

-No te asustes, no te hará daño.

En ese momento si bastón volvió a la normalidad.

-¿Cómo lo hizo? -Le pregunto Tiba.

-si te quedas conmigo podrás hacer eso y mucho más, podrás conseguir muchas cosas y nada te detendrá. -Le dijo Merga intentando convencerla. -¿Que me dices?

-Que quiero ir con mi mamá. Insistió Tiba.

-Ella no te quiere. -Le dijo Merga. -Yo si, a mi me haces falta.

-¿Porque? -Le pregunto Tiba.

-Por mi trato con mi señor solo pudo vivir 150 años y ya tengo 149, en un año más ya no voy a estar y necesito a alguien a quien enseñarle todo lo que sé, necesito una heredera. -Le explico Merga. -Tu madre era una esclava y tú tambien ¿Quieres volver a esa vida? O ¿Quieres que todos se arrodillen? ¿Que te adoren cómo si fueras una princesa y ellos sean ahorra tus esclavos?

-Quiero hacer eso. -Le contesto Tiba.

Así fue como Tiba se quedó con Merga y aprendió de ella, cuando llegó el último día de vida de Merga ella le entrego su libro para que pudiera aprender sola, además del conocimiento para crear monstruos sirvientes con cadáveres humanos.

La última noche de Merga ella estaba con Tiba cuando escucharon el relinchar de un caballo, era un relinchido tan fuerte que no pudieron evitar escuchar.

-¿Eso fue un caballo? -Le pregunto Tiba a Merga.

-Vinieron por mi. -Le dijo Merga poniéndose de pie con la ayuda de Tiba y de su baston.

Al salir de la cueva la emoción de Tiba por ver un caballo se volvió miedo al ver a un la silueta de un hombre vestido con un traje de vaquero negro, su rostro cubierto por la sombra que producía su sombrero y montaba un imponente caballo del color de las sombras, el rojo intenso de los ojos del caballo llamaban más la atención que el caballo de color negro azabache de su pelaje.

Tiba esbozó una sonrisa al recordar aquel momento mientras se encontraba frente a aquella nube de humo negro con la figura de un gran buco bobalicón y cornudo los observó. El doctor Applebee observó el humo fascinado y a la vez asustado mientras aquel humo negro parecía observar fijamente hacia ellos.

-Dios santo... -Exclamó el doctor Applebee.

Cómo hombre de ciencia el no era creyente de esas cosas y era raro que dijera eso, pero todo lo que había y estaba sucediendo.

No, no digas eso frente a él. -Le dijo TIba.

-¿Que es? -Le pregunto el doctor Applebee.

-Es Azazel, un chivo espiratorio que carga en si todos los pecados de los israelitas. -Le contesto Tiba acercándose a él. -Es considerado un ángel caido al haber sido corrompido por toda la maldad humana que lo termino convirtiendo en un demonio.

Tiba camino hacia detrás de Applebee quien estaba observando la figura formada por el humo.

-¿Que te parece? -Le pregunto Tiba.

-Siempre dude de la existencia de este tipo de cosas. -Confeso el doctor Applebee. -Me costaría creen en esto si no lo viera con mis propios ojos..., esto es increíble.

-Azazel, ¿Dónde está la gema roba almas que creo Merga?

El humo comenzó acercarse a ella y a cubrir su cabeza durante unos segundos antes de volver a su lugar y volver a tomar su forma.

-Ciudad de Jazak. -Dijo Tiba con una sonrisa.

El doctor Applebee no entendía bien lo que había sucedido por lo que confundido se volteo a ver a Tiba quien le dijo;

-Pregunta algo.

-¿Que le pregunté algo? -Le preguntó el doctor Applebee.

-¿Eres un perico? -Le dijo Tiba. -Pregunta lo que quieras, el puede responder tres preguntas, yo ya hice una así que tienes dos preguntas para hacer.

-¿Lo que sea? -Le preguntó el doctor Applebee.

-Si, lo que sea. -Le contesto Tiba.

El doctor Applebee tenía muchas cosas que preguntar pero no estaba seguro del todo de si aquella cosa podría responderlas.

-Comenzare con algo fácil. -Dijo el doctor Applebee.

-¿Aun te cuesta créer en lo que ves? -Le pregunto Tiba. -Entiendo, puedes hacer la prueba, pregunta lo que quieras.

-¿Cuándo es mi cumpleaños? -Le pregunto el doctor Applebee.

En ese momento el humo avanzó hacía el doctor Applebee lentamente.

-Tranquilo, solo responderá tu pregunta. -Le dijo Tiba con una sonrisa.

El humo cubrió la cabeza del doctor Applebee, en ese momento el pudo verse a si mismo de niño celebrando su cumpleaños mientras una voz gruesa le susurraba 5 de julio.

Cuándo el humo se aparto el se quedó un instante en silencio hasta que dijo;

Es verdad, esa es la fecha.

-No se como pudiste desperdiciar una pregunta en algo que ya sabías aunque creo que eres alguien a quien le cuesta créer en algo por más que lo vea con sus propios ojos. -Le dijo Tiba quien estaba extrañamente calmada. -Tienes que pensar bien la próxima porque solo te queda una.

El doctor Applebee se quedó en silencio mientras pensaba en su pregunta.

Tiba lo observó desde atrás mientras el humo lo observa con aquellas luces rojas que aparentaban ser sus ojos.

-¿Cuál es es origen del universo? -Le pregunto el doctor Applebee.

-Buena elección. -Le dijo Tiba.