Montada en el autobús camino a la universidad, Luna miraba por la ventana, veía aquellas casas glamurosas de sus vecinos, vivía en un complejo cerrado, donde solo las personas millonarias vivían, suspiro un poco con pesar, la ironía de la vida, ella que tenía dinero, estatus, un circulo social bueno, podía estudiar libremente lo que quería sin preocupaciones, se estresaba por cosas tan sencillas como el simple echo de que sus padres estuviesen todo el día fuera de casa, siendo hija única había sido una verdadera tortura tener que pasar todas sus vacaciones encerrada en casa rodeada de libros, amaba leer si, pero también deseaba compartir tiempo con sus padres, mientras que podía ver como esos padres de bajo recursos podían ir al acto de graduación de bachiller de sus hijos, como lo había tenido que presenciar, se había graduado con honores ¿Su regalo? Un carro ultimo modelo que le dio su padre, ni siquiera sabía que no le gustaba conducir y por ende, no tenía licencia de conducir. Amaba a sus padres y sabía que ellos hacían lo mejor para ella, solo pedía un poquito de su tiempo era todo.
Vio a los lados, siempre había tomado aquel autobús, era el único que ingresaba al complejo, era privado, cómodo y siempre puntual. Había sido su medio de transporte durante sus 5 años en el instituto, estaba el señor Henrry, una persona de casi la tercera edad, bien vestido como de costumbre, sus cabellos blancos, siempre le había gustado, iba con su periódico en manos leyéndolo como de costumbre, también estaban las hermanas López, Lucia y Claudia, hablando de moda, chicos y demás, algo normal en jóvenes, aunque Luna se consideraba la excepción a esa regla. El autobús se detuvo y entonces él ingreso, Dereck Prada, hijo del mejor amigo de su padre, aunque ellos eran mejores amigos, Luna y Dereck se conocían, pero de lejos, ni siquiera se saludaban, eran prácticamente dos extraños el uno del otro, ingreso con Lucas y Peter, sus dos mejores amigos, iban hablando sobre su primer día de clases, su cabello castaño claro, ojos verde con destellos dorado, una sonrisa que rompía hasta la barrera más fuerte, un cuerpo bien tonificado, se notaba que debía ir regularmente al Gimnasio, entonces como si sintiera que alguien lo observaba, se volvió y me miro, fijamente a los ojos, una pequeña sonrisa se asomo por la comisura de sus labios, me quede embelesada por una fracción de segundos que parecieron una eternidad.
-Vamos Dereck -Exclamo Lucas- Pensé que dejarías esta manía de detenerte a mitad de camino.
-Déjalo tranquilo- Dijo Peter lanzándome una mirada- es que ya extrañaba
-¿Ya extrañaba qué? -Pregunto Lucas- ¿Frenarse de golpe y hacer que me golpee la nariz con su espalda?
Peter rodeo los ojos y se echo a reír. Luna había bajado la mirada luego de eso, sentía sus mejillas rojas a más no poder, este tipo de eventos ya era algo normal, se sentaron dos asientos delante de mi, siempre pensaba que Dereck era guapo, mientras Luna sonreía torpemente mientras entrelazaba sus dedos nerviosamente, Dereck por su lado, le lanzaba una mirada fugas, para luego sonreír y continuar la conversación con sus amigos.
Meses más tarde, Luna empezó a notar cambios en su aptitud, aún se quedaban viendo, pero cuando sus amigos reían él le lanzaba sonrisas vacías, una que otra vez, Lucas y Peter intercambiaban miradas de preocupación, Luna por su parte odiaba sentirte tanta importancia... Al pasar poco más de un mes algo cambio, Lucas y Peter ingresaron sin Dereck, Luna le pareció raro, aún más viendo que ambos amigos no hablaban, entonces lo vio, iba con una muchacha de cabello corto caminando agarrados de la mano, Luna lo veía tristemente, aguanto todo lo que pudo, hasta que viendo sus manos, sus lagrimas empezaron a caer, la cobardía había ganado y alguien más había conquistado su corazón. Ya había pasado 1 y algunos meses, Dereck volvió a ingresar al bus con Lucas y Peter, pero algo andaba mal, muy mal, Dereck empezó a usar camisas manga largas en medio de verano, cuando sus amigos reían él ya no lo hacía, al Luna y Dereck conectar miradas, ella podía ver un gran vacío en su ser, aún así Luna seguía pensando que era guapo.
Entonces como un mal final de una novela romántica de esas que tanto leía, sus padres llegaron un día apurados, era ya un poco tarde, le dijeron que debían apurarse, Luna extrañada, suspiro, tenía ya casi 4 meses que ni los veía, los ve y la azoran, llevaba puesto unos jean negros, una camisa manga corta blanca con un suéter gris, su madre la vio un momento.
-Estás bien, ahora vamos, que se nos hace tarde -Dijo abriendo la puerta de golpe y casi corriendo escaleras abajo- Julián cariño, apúrate.
-Ya voy mi amor -Dijo Julián, el padre de Luna-
Luna los vio correr de un lado para otro, camino hacia la entrada de la casa, donde estaba Esteban, el chofer personal de su padre, este al verla le sonrió educadamente y le abrió la puerta del auto, poco después entraron sus padres, lanzándole a Luna una que otra mirada de vez en cuando, Luna se empezaba a sentir incomoda. Entonces a pocas cuadras, el carro se detuvo, Luna vio entonces que se trataba de la casa de los padres de Dereck, Esteban les abrió la puerta del auto, bajaron, juntos se dirigieron a la entrada de la casa, tocaron y casi como si estuviesen esperando su llegada, alguien les abrió enseguida, Luna fue la última en ingresar, todo aquello era raro, cuando entro fue entonces cuando se dio cuenta que habían varias personas vestidas de negro, arqueo una ceja involuntariamente, siguió a sus padre hasta la sala principal, donde los recibieron los señores Padre, Laura y Rubén, una hermosa pareja, que en esos momentos se veían abatidos, el corazón de Luna empezó a latir fuerte, la señora Laura la abrazo fuertemente, mientras lloraba desconsoladamente, el señor Rubén con los ojos dilatados, le puso una mano en su espalda a modo de apoyo, entonces la señora se alejo de Luna, la pareja se dedico una mirada, antes de entregarle a Luna una carta, Luna la vio extrañada, pero sin decir ni una sola palabra la abrió.
"Para ti, que te sientas dos asientos atrás de mi, Luna, siempre he pensado que eres hermosa, siempre me has gustado, siempre te he querido en silencia, sé feliz y cuídate"
El corazón de Luna iba a mil por hora, entonces vio algo que por las personas que estaban levantadas, no había visto, se acerco a paso vacilante hasta el ataúd, entonces lo vio, Dereck estaba con un traje de esmoquin negro, sus lágrimas caían sin parar.
-No -fue lo único que logro articular-
Sin pensar mucho, salió corriendo, abrió la puerta de aquella enorme casa, mientras una brisa helada recorría su piel, oía los gritos de sus padres detrás suyo, pero no quería volver, aquello tenía que ser una pesadilla, un mal chiste tal vez, el chico del que había estado tantos años enamorada, la quería y justo vino a enterarse el día que había muerto.
Justo cuando iba cruzando la calle, la vida jugo en su contra, un vehículo la atropello, Luna solo vio la cara horrorizada de su madre, sentía su cuerpo entumecido en el frio suelo, sus lagrimas caían mientras la veía, era la misma chica que había visto junto con Dereck hace casi un año atrás, ella la veía con indiferencia, pero con una horrible sonrisa en sus labios, Luna recordó entonces la sonrisa de un Dereck de niño, se encontraban acostados en el césped de noche, viendo las estrellas.
-Aquella es la osa mayor -Decía señalando al cielo- la más fácil es Orión -Continuo-
-¿Crees que estaremos juntos cuando seamos grandes? -le pregunto Luna-
Dereck la vio un rato mientras sonrió de oreja a oreja.
-¿Cómo es que siempre cambias el tema de conversación? jajajaja, por supuesto -La miro con ternura- Cuando seamos grandes nos casaremos.
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Luna entonces vio el cielo, mientras sentía que sus ojos se cerraban involuntariamente.
-Dereck...
Fue lo último que pronuncio antes de cerrar completamente los ojos y que su cuerpo se pusiera frio.
Luna se despertó dando un pequeño brinco en la cama, se quedo viendo su habitación confundida por un momento, pero sentía que su mente estaba por las nubes, alguien toco a su habitación esto hizo que volviera en si.
-Adelante -Dijo Luna aún sintiendo que algo no estaba bien-
La puerta se abrió y Luz, la ama de llaves, se detuvo viéndola un momento.
- Mi niña\, estas pálida ¿Esta bien?
No, no lo estaba, pero ¿Por qué? Trataba de rebuscar en su mente que era lo que estaba mal, pero no podía, entonces como si le hubieses dado un golpe en la cabeza, todo vino a ella en cámara rápida, cada momento, cada recuerdo, esto hizo que Luna pegara un pequeño grito, pusiera ambas manos a los lados de su cabeza y se retorciera de dolor, Luz avanzo a ella diciéndole unas palabras las cuales no escucho, Luna veía sus manos ¿Ella estaba bien?
-¿Qué día es hoy?
-6 de Julio de 2020 -Dijo Luz viéndola de manera extraña-
¿Cómo era posible? Se quedo viendo el estante que tenía en su habitación donde estaban colocados sus libros, recordaba vagamente que en algunos decían que los viajes en el tiempo eran posibles, pero eran novelas en las que los leía.
-¿Estás bien? -Pregunto Luz preocupada-
-Si... Solo fue una pesadilla.
¿eso había sido? No lo creía, ella había muerto luego de ese accidente, entonces recordó a Dereck, si realmente había vuelto al pasado, entonces aún había tiempo, podía salvarlo.
-Voy a arreglarme, no quiero llegar tarde a la Universidad.
Hoy se cumplía una semana desde que había ingresado, Luna se dio un baño como había escuchando en muchas ocasiones, a la velocidad de la luz, luego de ponerse un jean negro, una camisa azul claro, tomar su bolso, salió de la casa sin siquiera probar bocado, no podía, su mente solo tenía espacio para una cosa en ese momento, llego a la parada, viendo su reloj se dio cuenta que tenía 13 minutos de sobra, caminaba de un lado a otro, debía parecer una loca, pero no le importo, quería verlo, una lagrima se deslizo por su mejilla, lo limpio rápidamente, aun nada había ocurrido, debía cambiar el futuro, no sabía como, pero lo lograría, no podía perderlo nuevamente. En eso golpeo su frente.
-Pero si nunca lo has tenido boba -Dijo en voz alta-
El autobús hizo su parada como de costumbre y Luna subió, su mente estaba en blanco ¿Qué haría cuando lo viera? Diría un "Hey! Sé que no nos conocemos mucho, para no decir nada, pero vengo del futuro, uno en el que mueres ¿Cómo mueres? Pues la verdad no lo sé, así que estoy aquí para salvarte de ese horrible futuro" Si, si, eso haría, ashh ¿Cómo carajos podía hacer eso? Por lo mínimo el pobre saldría corriendo y la tacharía de loca, tal vez un "Hola, no sé si me conoces, tal vez si, porque nuestros padres son mejores amigos, pero soy Luna, te gustaría ser salvado? Porque yo vine para salvarte jajaja" Luna casi lloro, ella no sabía como hablar con chicos, ni en la universidad había practicado con ellos, prefería ser mas la chica introvertida de buenas notas, suspiro, mientras pensaba en que podía hacer para hablar con él, mientras estaba perdida en sus pensamientos, el autobús se detuvo, no fue hasta que escucho su voz que volvió en si y como si le hubiese caído un rayo encima se levanto como alma que lleva el diablo del asiento, quedando a pocos más de un metro de él. Dereck abrió los ojos como plato al ver esta reacción y ni mencionar a Lucas y Peter quien se empezaron a dar con el codo por las costillas del otro. Luna quería decir algo, lo que fuera, pero a la vez quería enterrar la cabeza bajo tierra, se había levantado inconscientemente, ahora debía decir algo para arreglar aquel incomodo momento, pero nada salía de su boca, ni una sola palabra, no podía ni pensar con claridad, le dolía, él había estado sufriendo tanto tiempo y ella no se había dado cuenta... No podía hablar con él así, se sentó sin decir ni una sola palabra, no supo que paso después porque no quiso levantar la vista, era una tonta, había vuelto si, pero eso no quería decir que las cosas habían cambiado, seguía siendo una cobarde, se tapo la cara con las manos ¿Qué debería hacer? Susurraba una y otra vez.
El autobús siguió su curso hasta que se detuvo frente a la universidad de arte y diseño, espere a que los demás que iban al mismo lugar se bajaran para hacerlo, camine rápido sin atreverme a ver a los lados, al llegar a mi aula, me detuve un momento viendo a mis compañeros, entonces vio a Diego, el chico solitario del salón, en unos 6 meses tendrá problemas de depresión, intentara suicidarse y poco después será retirado de la uni, Luna pensó que si había vuelto, podía por lo menos intentar ayudarlo, así que con paso firme se acerco y se sentó a su lado, en el aula los asientos eran dividos en dúos, esta semana quedarían los asientos fijos y él iba a quedar solo, tanto la soledad como el bullying que vendría en los próximos meses lo llevarían a intentar acabar con su vida.
-Hola -Le sonreí- ¿Puedo sentarme aquí contigo?
-Si claro -respondió sin levantar la vista de un libro-
Sabía que debía estar incomodo, no era la chica popular de clases, pero era la nerd a las que todos respetaban por el simple hecho de ayudar a más de uno cuando estaba en apuros, suspiro mientras pensaba nuevamente en Dereck ¿Qué podía hacer? Era más fácil hablar con Diego que con él, los nervios la concomían cada que estaban de frente, habían muchas que aún no sabía ¿Cómo iba a morir? ¿Quién era aquella chica y porque había sonreído a la hora de su muerte? Entonces algo se le vino a la mente, algo que había olvidado ¿Le gustaba a Dereck? ¿En serio? ¿Por qué no se lo había dicho?
"Esa pregunta es tonta, a ti también te gusta y no se lo has dicho" se reprendió mentalmente, mientras otro suspiro se le escapaba ¿Por qué la vida no podía ser más sencilla?
Mientras tanto Diego que observaba sus acciones por el reflejo del ojo trataba de concentrarse en su lectura, pero no podía ¿Qué debía hacer cuando la chica que te gustaba se sentaba de la nada a tu lado y se veía triste?
Luna se encontraba sentada en la cafetería viendo detenidamente el jugo de manzana que había comprado ¿En qué pensaba? Pues en todo y a la vez en nada, apoyo la cabeza en la mesa queriendo fundirse con ella ¿Qué podía hacer? Se repetía una y otra vez, ni siquiera tenía el valor de hablarle, se levanto y empezó a caminar hacia la salida, entonces se detuvo al escuchar la voz de Diego.
-Que te jodan Patrick ¿Qué quieres? Sabes que no obtendrás ni un peso de mi ¿O qué? ¿Ya tu familia se quedo en la quiebra? -Dijo casi a gritos y de modo burlón- No me sorprendería, si tu padre se la pasa gastando el dinero en rameras.
Luna vio entonces como Patrick le daba un golpe en la cara a Diego, se acerco casi corriendo como el resto de los que los rodeaban, Diego se había vuelto y le devolvió el golpe, en lugar de quedarse viendo corrió y se metió en el medio de ambos ¿Qué si era una locura? Pues si, lo era, pero el querer quitarse la vida por este tipo de cosas, no era justo tampoco.
-Ya basta los dos ¿Quieren ser expulsados? Saben que no esta terminantemente prohibido pelearse dentro de la universidad-Dijo Luna en voz alta para que escucharan ya que parecieran estar a punto de saltar encima del otro-
-Esto no se quedara así niño de papi -dijo Patrick mientras se alejaba con su grupo de amigos"
Miré a Diego, el golpe que tenia en su mejilla izquierda se iba hinchando, ahora tenia que hacer de niñera, lo que le faltaba, me acerque, le agarre la mano y lo lleve casi a rastras hasta la enfermería.
-Esta bien, esta bien -Dijo Diego cuando ya nos habíamos alejado un poco- puedo caminar solo ¿Si? Esto no es nada.
-Por supuesto, ese nada te esta mandando a la enfermería, agradece que solo fue un golpe, pudo haber sido peor -Le dije en tono de regaño- ¿Qué pasa por tu cabeza? Sabes que Patrick es como un volcán a punto de hacer erupción
-¿Y qué esperabas? ¿Qué le diera mi dinero? Tiene una tarjeta negra como la mayoría de todos nosotros ¿Por qué viene a joderme justamente a mi?
-Hay otras maneras de arreglar las cosas, solo ignóralo, deja de buscar pelea ¿Si? Debes amarte más a ti mismo Diego, sino nadie lo hará por ti.
Diego resoplo mientras habría la puerta de la enfermería, pasaba y antes de cerrar dijo
-Nadie te lo pidió, pero de todas maneras gracias
Y tras decir aquellas palabras cerro tras si, me volví entonces, empecé a caminar hasta la salida nuevamente, entonces recordé la bebida, mire mis manos sabiendo lo obvio, no la traía conmigo ¿En qué momento se me cayo? Era una pena, ni siquiera había llegado a abrirla.
-¿Luna? -dijo tras de ella una voz que conocía a la perfección-
Luna se detuvo de golpe, Dereck estaba tras de ella, no solo eso, la estaba llamando a ella, nunca le había dirigido la palabra, a pesar de que sus padres eran mejores amigos, Dereck había estado viviendo fuera del país hasta hace un año atrás que volvió y aunque lo había visto en una foto que su padre tenía, lo vio por primera vez en el autobús, nunca se habían dirigido la palabra, entonces casi automáticamente Luna se volvió y sus ojos se encontraron nuevamente, pero había algo nuevo en los ojos de Dereck, él ¿estaba esperando algo? Así quedamos un rato, hasta que su mirada penetrante cambio y se suavizo.
-Ten -Me tendió el jugo de manzana- se te ha caído esto mientras corrías a salvar a aquel chico
-Ah... -"Por favor cabeza piensa, no te quedes muda" pensó rápidamente- Gracias, ya la hacia por perdida
Logro Luna articular a duras penas, entonces levanto la mano para agarrar el jugo, pero sus dedos se rozaron y sintió una descarga eléctrica, el jugo voló por los aires y cayo nuevamente al suelo, Luna se agacho rápidamente, tanto que sus pies se enredaron y fue a caer al suelo. Se quería morir, que vergüenza ¿Por qué no paraba de pasarle cosas tontas justo delante de él? Entonces vio como Dereck se agachaba a su lado preocupado
-¿Estas bien? -le dijo este mientras le tendía la mano- El piso esta un poco resbaladizo
-Si -dijo Luna, sentía que sus mejillas ardían- Debo hacer las cosas más despacio.
Entonces al agarrarle la mano, volvió a sentir la descarga eléctrica, pero en lugar de retirar la mano, levanto la mirada y se encontró con sus ojos, quien parecían observar detenidamente sus acciones, "Vaya, una escena de película romántica" pensó, Dereck le sonrió mostrando su perfecta dentadura, mientras la ayudaba a levantarse.
-Bueno, yo...
En eso antes de que Dereck pudiera terminar su oración, Peter lo interrumpió, cortando el momento entre los dos.
-Dereck -Dijo Peter- ¿Dónde te habías metido? Llevo un buen rato buscándote
Y entonces nos vio bien, puso los ojos como platos.
-Anmm yo, este, no quería interrumpir, yo, bueno yo estaré por allá -Dijo señalando torpemente hacia una pared- Digo, por allá -Señalo la cafetería.
Y así como apareció, así se fue, Luna no entendía porque se había puesto así, hasta que bajo la mirada y vio sus manos aun agarradas, las soltó de golpe, si antes estaba sonrojada, ahora debía parecer un tomate.
-Bueno, gracias por el jugo -dijo luna tratando de no trabarse- yo debo irme, ya mis clases terminaron.
Dijo Luna, no sabía que hacer ahora ¿Despedirse dándole nuevamente la mano? ¿Chocando las cinco? Menudo lio que tenia en la cabeza, Dereck le volvió a sonreír, paso su mano por la cabeza de Luna alborotándole un poco el cabello.
-Esta bien, nos vemos mañana -Dijo mientras se iba-
Luna se quedo ahí embobada viendo su espalda hasta que desapareció ¿Por qué tenía que ser tan guapo? Las cosas iban bien, Luna sonrió, había avanzado mucho, Salio de la universidad, agarro el autobus y se fue a casa. Al llegar subio a su habitación y se desplomo en la cama, la suavidad de este hizo que abrazara una almohada, debía ser fuerte y seguir el camino que había elegido, no podía dar marcha atrás, no quería hacerlo, debía salvarlo, para eso había vuelto, Luna cerro los ojos y cayo en un profundo sueño.
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