Todo comenzó como un día normal en la escuela secundaria; al sonar el timbre, los estudiantes ingresaban rápidamente a sus salones correspondientes.
Un muchacho llamado Armando jugaba en su celular en la parte de atrás de su salón, sin embargo, un grupo de muchachos que se les consideraba como “estudiantes delincuentes” se le acercaba al muchacho y el jefe del grupo llamado Roberto dice con una sonrisa burlona:
—¡Oh, pero si es nuestro querido amigo Armando!, ¿Tienes algo de dinero para nosotros?
—No tengo dinero, no me han pagado. «Responde Armando tratando de guardar su celular»
—¿Sabes algo?, hoy es día que nos prestes dinero… no tenemos para comer y claramente te dije que nos lo tienes que prestar, ¿a caso piensas que nosotros tenemos que comprarnos la comida? «Dice Roberto mientras sostiene de la camisa de Armando»
Roberto lo tira del asiento y le derrama de su botella de soda en la cabeza y en la entrepierna y su grupo comenzaba a reírse de él.
—¡Ja, ja, ja mírenlo, él se mojó en los pantalones!
Los demás compañeros de clase comenzaban a burlarse también y después llegaba la maestra Laura diciendo:
—¡A ver muchachos guarden silencio y siéntense!, hoy abran su libro en la página 32 y quiero que me hagan un resumen sobre el tema de la célula animal y la célula vegetal.
Mientras que los estudiantes están por escribir el trabajo, la maestra observaba a Armando levantando su silla y secándose la ropa y le dice:
—¡Armando, ve afuera ahora!
Armando sale inmediatamente del salón y la maestra Laura lo sigue después, ya estando afuera y caminando por el pasillo la maestra le pregunta:
—¿Quién te mojó la ropa?
—No fue nadie, maestra… me mojé solo. «Responde Armando apartando la mirada»
—Sabes que puedes confiar en mí, no te lo digo como maestra sino como una amiga… también debes saber que soy amiga de tus padres y me han dicho que tu anterior escuela te hacían acoso escolar, si no me dices lo que te pasa no podré ayudarte.
—En serio, estoy bien… solo necesito limpiarme bien, ¿puedo?
—Está bien, ve al baño y regresas pronto.
Armando entra al baño y moja un pañuelo para frotarlo en su pelo mojado de soda, después se detiene y se mira al espejo mostrando su enojo golpeando el lavamanos con ambos puños diciendo en voz baja:
—“¡Malditos compañeros, todos son unos idiotas, no puedo hacer nada más que lidiar con esto… pero algún día me vengaré de todos los que se burlaron de mí!”
5 minutos después, Armando regresa al salón y se sienta en su lugar para hacer los deberes; la maestra Laura vigilaba a sus estudiantes frecuentemente hasta que por alguna extraña razón, todos los celulares comenzaban a sonar y todos los alumnos incluyendo la maestra sacan los celulares y miran la pantalla para ver de qué se trataba.
Una luz roja aparece en las pantallas y seguido con unas palabras negras que dice:
Hola, desconocido, tú no me conoces y yo no te conozco, pero necesito de tu ayuda… ¿Podrías ayudarme y ser parte de los héroes?
Todos quedaron sorprendidos, mirándose del uno al otro mostrando sus pantallas a lo que la maestra dice:
—¡Silencio muchachos!, a lo mejor nos están jugando una broma de mal gusto.
—No sé maestra, pero qué tal si nos dan alguna recompensa por completar un juego o algo así. «Responde Blanca»
—Sí es cierto, propongo que votemos por aceptar el reto o dejarlo… ¡Que levanten la mano los que quieran aceptar! «Dice Natalia»
Todos los alumnos con excepción de Armando y la maestra Laura levantan su mano e inmediatamente 3 compañeros decían al mismo tiempo:
—¡Aceptemos todos!
Como resultado, todos aceptan aplanando en “Aceptar” y de repente los celulares comienzan a brillar de color azul muy luminoso incluyendo los celulares de Armando y la maestra hasta que todos desaparecen del salón.
Minutos después aparecen en un lugar lleno de polvo hasta que al disiparse el polvo logran ver a unas personas vestidas de forma diferente y el lugar enorme como si se tratara de una cancha de futbol.
Todos quedaron sorprendidos y murmurando del por qué fue que aparecieron en un lugar misterioso y por qué hay gente con una rara ropa puesta y la maestra Laura dice en voz alta:
—¡¿Qué es este sitio?!
—¡Bienvenidos a mi castillo, soy el rey “Kamiltor”!
Una persona con corona y capa roja aparece frente a los estudiantes y sigue explicando el asunto:
—¡Primero que nada, muchas gracias por aceptar mi petición y dado al caso del por qué los trajee aquí les explicaré!… como sabrán los traje aquí por medio de magia de la teletransportación gracias a la magia de nuestros magos que están a su alrededor; ahora lo siguiente es que necesito de su ayuda para acabar con la tiranía de los demonios que asechan nuestro mundo, existen varias cuevas en diferentes montañas que están repletas de laberintos y abundan demonios, por suerte evitamos que escaparan usando artes mágicas divinas que evitan que cualquier demonio escapara.
Mientras que el rey explicaba, Rodrigo interrumpe diciendo:
—¡¿Y cómo vamos a luchar con los demonios?, no tenemos armas!
—Descuiden, tenemos algo para otorgarles poderes y un arma que corresponderán a su estado mental y físico, ahora si se acercan de uno por uno tocarán una esfera blanca que fue hecha por un dios de la lucha.
Acto seguido acercan una mesa de madera y encima hay una esfera blanca emitiendo una luz sostenida de un soporte de piedra en forma de estrella.
Rodrigo pasa primero y con varias dudas en su mente toca la esfera e inmediatamente empieza a iluminarse más y Rodrigo retrocede; después su ropa cambia de estilo y un arma aparece en forma de un libro a lo que el rey dice:
—¡Vaya tu clase es hechicero, tendrás muchas habilidades si las utilizas adecuadamente!
El siguiente en pasar es Roberto, después de tocar la esfera y retrocede, su ropa cambia al de un guerrero y su arma es una espada con escudo a lo que el rey dice:
—¡Impresionante, adquiriste la clase de un guardián… tendrás la capacidad de liderar a tus compañeros!
Los estudiantes se sorprenden a la nueva apariencia de Roberto y su armadura de color dorado con una capa blanca y Armando murmuraba:
—“¿Liderar a los compañeros?, dirás liderar a los demás a base de miedo”
La siguiente en pasar es Blanca y su ropa cambia a una capa color blanco con capucha y su arma es un bastón con un cristal incrustado en la parte superior.
—Serás clase elementalista, controlarás los elementos aire, fuego, tierra y agua. «Dice el rey Kamiltor»
Los siguientes son los compañeros delincuentes que siguen a Roberto la cual fueron bendecidos con una espada corta y su vestuario son la de un soldado cazador.
—Ustedes fueron bendecidos con la clase de cazadores, sus habilidades con la espada corta podrán ayudar al guardián para acabar con sus enemigos.
Después de la explicación de rey, la siguiente en pasar es la maestra Laura.
Al momento de tocar el cristal su ropa cambia de apariencia a una armadura de color plata y un casco con plumas en ambos lados, pero por el tamaño de su busto la armadura se notaba más grande en ese aspecto.
Los hombres la admiraban con la sangre derramándose de la nariz mientras que las mujeres sentían envidia y el arma que se le otorgaba a Laura era una espada mandoble a lo que el rey dice con sorpresa:
—¡Esto no me lo esperaba, eres la primera de clase “valquiria” que pudo existir, tus capacidades como una de las valquirias te darán habilidades tanto de ataque como defensa!
Después de que los demás restantes fueron bendecidos con clase de curanderos y de arqueros finalmente Armando pasa al frente mientras que Roberto dice:
—¡Ojalá que le toque de clase de recolección para que recoja nuestra basura ja, ja, ja!
Los demás se reían del comentario de Roberto mientras que la maestra los hace callar, Armando ignora las burlas y toca la esfera.
De repente la esfera comienza a emitir una oscuridad penetrando la piel de Armando hasta que la ropa de él comienza a cambiar a un traje de asesino con pantalón negro ajustado, una playera sin mangas roja también ajustada y una cinta negra en cada muñeca de su mano y su arma es una guadaña de color oscuro.
Los estudiantes y la maestra quedaron perplejas al ver su apariencia, el rey igual de sorprendido dice de forma pausada:
—Bueno, esto es algo que nunca vi en mi vida, pero tu clase es decapitador… posees magia oscura lo cual para nuestro reino es considerado un tabú… pero no te preocupes, mientras no tengas esa marca de magia del caos no tendrás ningún problema.
—¿Mi lord, no se supone que debemos deshacernos de esa gente que usa magia oscura? «Pregunta uno de los magos al servicio del castillo»
Mientras que Armando revisaba su propio vestuario y la guadaña, el rey le contesta con seriedad:
—Sí, pero en este caso vamos a hacer una excepción con el muchacho… asumiré la responsabilidad, ya que él no sabe acerca de la magia oscura.
La maestra Laura se acercaba y le dice mientras pone su mano en el hombro:
—¿Está todo bien, Armando?
—Sí, estoy bien… no esperaba que fuera el único con magia oscura; sin embargo, aprenderé a lidiar con esto. «Responde Armando con una sonrisa amarga»
Tras unos momentos de que los estudiantes observaban las armas y el vestuario entre ellos, el rey discutía con los magos del reino hasta llegar a una conclusión y después se dirige hacia los alumnos diciendo:
—Bueno, jóvenes ya que están listos les prepararemos un banquete y una habitación para que puedan descansar antes de enviarlos a su primera misión.
Un rato después, los estudiantes y la maestra estaban sentados en una gran mesa mientras que los cocineros del reino acercaban la comida en un carrito y ponen diferentes platillos en la mesa; los estudiantes quedan sorprendidos al ver tanta comida y comienzan a comer.
Después de comer y platicar sobre sus poderes otorgados, finalmente unos guardias dirigían a los estudiantes a su respectiva habitación; Armando queda en una habitación del tamaño de la sala de su casa con una cama grande, un sofá y una lámpara de fuego arriba de una pequeña mesa y se acuesta mirando el techo murmurándose de la preocupación:
—"Esto es un error, no había aceptado la petición del celular y de todas formas fui arrastrado a este mundo… ¿Qué pasará con mi familia cuando se enteren de que ya no estaré ahí?"
Por otro lado, la maestra Laura estaba platicando con el rey antes de que él se fuera y le dice:
—¿Disculpe rey, pero cómo vamos a volver mis estudiantes y yo a nuestro mundo?, tenemos familia allá.
—Perdóneme señorita, no hay forma de que ustedes vuelvan. «Responde el rey agachando la mirada»
—¡No puede ser!
—Pero no se preocupe, haré todo a mi disposición para encontrar un modo de que usted y sus estudiantes regresen a su mundo... pero sí necesito de su ayuda para acabar con los demonios que nos amenaza al reino y al mundo entero, hay muchas familias que están asustadas y hemos sufrido muchas pérdidas.
—Entiendo, la seguridad del reino es la prioridad... confiaré en ustedes.
Después de aclarar las cosas, la maestra Laura se despide del rey con una reverencia y regresa a su habitación.
2 horas después, los estudiantes fueron guiados a una de las cuevas selladas con magia y 2 magos custodiaban la entrada a lo que el guardia que los guiaba mostraba la carta de la orden del rey diciendo:
—¡Por órdenes del rey Kamiltor, traje a los héroes... abran la cueva!
Armando observaba una gran entrada al laberinto y escuchaba una plática de 2 de sus compañeras:
—¿Oye Blanca, tú sabes por qué la maestra se quedó en el castillo?
—No lo sé, dijo que tenía cosas por hacer y luego vendría.
Después de quitar la magia que sellaba la entrada, un rugido sale de lo profundo y el guardia dice:
—Este es el laberinto de bajo nivel, nuestra misión es limpiar todo el lugar y destruir una piedra que transporta a los demonios dentro de ese sitio, ¡¿están listos?!
—¡SÍ! «Responden todos al mismo tiempo»
—¡Bueno, entonces entremos!
Fin del capítulo.
Tras disipar el sello de la cueva, el guardia y los alumnos entran hasta desaparecer de la vista de los que custodiaban la entrada.
Estando adentro, se mostraba un sitio espeluznante lleno de telarañas y esqueletos de demonios regados por el suelo; las rocas tenían cortes de espada y uno que otro con rastros de explosiones.
—Fíjense donde pisan, este sitio ya fue descubierto por magos de primera clase. «Dice el guardia sosteniendo su lanza con ambas manos»
Los estudiantes caminaban con precaución y Armando estaba en la parte de atrás con su guadaña recargándola en su hombro derecho observando los cadáveres descomponiéndose y emitiendo un olor nauseabundo.
Roberto estaba al frente de sus compañeros mientras que sus amigos cazadores de la espada lo seguían de lado a lado; Blanca con sus ambas manos sostenía su bastón apoyándola en su pecho mostrando su rostro de la preocupación.
Después de haber caminado por varios minutos, llegan a una puerta grande y el guardia lo abre lentamente; para su sorpresa había pequeños grupos de demonios en forma de duendes hasta que uno de ellos miraba al guardia y da un grito agudo alertando a los demás.
—Mierda aquí vienen, ¡ATÁQUENLOS!
Los estudiantes corren hacia ellos y Roberto hace su primer ataque con un corte de espada y bloqueando las estocadas de los duendes mientras que sus compañeros cazadores mataban a cada uno de ellos incrustándoles la espada a los ojos, cuello y estómago.
—¡Muy bien muchachos vamos por los demás! «Dice Roberto de forma orgullosa»
Blanca eleva su bastón convocando bolas de hielo dirigiéndolos a cada uno de los duendes causándole la muerte mientras que los curanderos restauraban la fuerza gastada de los demás.
Rodrigo abre su libro y recita hechizos haciendo aparecer estacas de sangre y al momento de tocar con los duendes, la reacción de la sangre los derrite como si se tratara de un ácido.
—¡Wow esta clase de hechicero es el mejor! «Dice Rodrigo sonriendo»
Armando corta a los duendes imbuyendo aura de oscuridad en la navaja de la guadaña y los convierte en cenizas, después observa que otros duendes se acercaban rápidamente por la espalda de Blanca y dudando de si dejarla morir o no mejor decide cubrirla con un escudo de oscuridad bloqueando los ataques.
Blanca se sorprende por la ayuda de él y pasa directamente a acabar con los duendes lanzando bolas de fuego y después le dice de forma grosera:
—No esperes a que te agradezca solo porque posees ese poder de oscuridad.
En lo que ella se alejaba para ayudar a los demás, Armando aprieta fuertemente su guadaña y frunce el ceño arrepintiéndose de haberla salvado.
El guardia con su experiencia en combate, termina de matar a todos los duendes que quedaron en el área y les dice a los estudiantes:
—¡Bien hecho muchachos, a este paso completaremos el laberinto… tomemos un descanso, coman y duerman!
Haciendo caso a las órdenes del guardia, unos duermen y otros comen con sus compañeros mientras que Armando permanece sentado y alejado de todos; algunos de los estudiantes observan a él apartándose de los demás y comienzan a murmurar entre ellos:
—Mírenlo nada más, se cree la gran cosa solo porque su clase es a base de oscuridad.
—Ni lo digas, le tocó una buena arma y a nosotros un estúpido bardo que solo sirve para curar y potenciar a los demás.
—Ya no digan nada, pensar en eso me da más coraje… ¿Qué tal si le quitamos la guadaña? «Dice Mario con una sonrisa amenazante»
—Va a ser imposible, si tienes éxito en quitárselo se regresará automáticamente. «Responde Mauricio mientras sigue bebiendo agua de una cantimplora»
—Tiene razón, yo intenté deshacerme de este bardo lanzándolo fuera del castillo y, aun así, regresó a mis manos. «Argumenta Diego»
Los tres suspiran y lidian con su arma de curación mientras que Armando logra escuchar los murmullos de los 3 curanderos aumentando más su enojo.
Por otro lado, en el castillo del reino Radaristo, la maestra Laura mantenía su conversación con el rey Kamiltor y le dice:
—Hay una cosa que quiero saber, rey Kamiltor… Habías dicho algo de una marca de la magia del caos, ¿qué significa esa marca?
Manteniendo un silencio incómodo, el rey le responde con seriedad:
—Bueno, supongo que siendo una mujer valquiria te lo podré explicar sin rodeos… la marca de la magia del caos está conformada con una especie de estrella con 8 picos en forma de flechas, varios magos oscuros trataron con esa magia oscura que ni ellos pudieron controlarlo y para su resultado todos fueron absorbidos por un agujero negro.
Laura pone su gran atención y el rey sigue hablando:
—El poder de la magia del caos es mucho más poderosa que la magia que poseemos y no está basada en alguna creencia, moral, falta de moral o dogma en particular… de hecho los demonios están en busca de esa magia del caos para fortificar sus tropas y crear agujeros negros para transportarlos aquí en este mundo.
—¿Y por qué le dijiste ese comentario a mi estudiante que usa la guadaña?
—Porque él es el candidato de portar magia.
—¿A qué se refiere, él va a utilizar esa magia?
—Me temo que sí, él es el probable usuario de la magia del caos, pero para eso necesita hacer un contrato con la misma magia de oscuridad para aumentar sus poderes incluyendo su estabilidad mental y sobre todo, al momento en que tocó la esfera blanca reveló que su corazón está lleno de pura maldad.
—¡Eso no puede ser posible, Armando es un buen chico y lo conozco desde que él era un niño!
—No sé qué decir Laura, pero me temo que eso va a suceder… en caso de qué él llegara a obtener esa magia del caos, todo el mundo hará lo posible por eliminarlo.
Laura mostraba una cara triste y se levanta del asiento diciendo antes de irse:
—No sé cómo funcionará esa clase de magia, pero no puedo dejar que Armando se deje manipular por esa magia y haré todo lo posible para alejarlo de ese peligro.
—¿Aunque tengas que matarlo? «Dice el rey Kamiltor mostrando una mirada seria»
—Sí, aunque lo considero como un hermano tendré que hacerlo.
Laura abandona el sitio y se pone su casco para ir directamente al laberinto donde están sus alumnos.
Por otro lado, el guardia y los estudiantes seguían su camino repeliendo a los demonios hasta el punto de llegar a una entrada donde hay unos árboles secos y varias telarañas en ellos, tras caminar a lo profundo de ese sitio una niebla los rodea y el ambiente se ponía tenso.
—¡Esto es raro, no debería de haber árboles aquí… vigilen sus alrededores! «Dice el guardia en voz baja»
Momento después, se escucha un rugido fuerte por toda el área y los estudiantes se asustaban y sostienen más sus armas, Armando miraba hacia arriba y nota que hay monstruos voladores en el techo.
—¡Cuidado, están arriba!
En cuanto los monstruos voladores aletean sus alas hacia los estudiantes, Armando usa su escudo de oscuridad evitando que pasen y Roberto aprovecha la situación para lanzar un poder mágico.
—¡GOLPE DE ESPADA CORTANTE!
Blanca eleva su bastón y convoca varias bolas de aire lanzándolos causando que los monstruos voladores recibieran miles de cortes con el aire.
Rodrigo convoca miles de estacas de sangre golpeando en el rostro de cada uno de los monstruos y los cazadores aprovechan para rematarlos con fuertes cortes de su espada.
Los arqueros lanzaban flechas triples contra los monstruos que aún seguían volando y los curanderos utilizaban sus habilidades para restaurar la fuerza de los demás.
—¡Oigan esto no está acabando, siguen llegando más y más! «Dice uno de los arqueros Felipe»
—¡Tenemos que salir de aquí, nosotros estamos debilitándonos al conjurar de nuestras habilidades para restaurarles su fuerza!
—¡De acuerdo movámonos hacia la salida, rápido!… ¡Armando sigue protegiéndonos con tu campo de escudo! «Grita el guardia quitando a los monstruos del camino»
Todos corren hacia la salida, pero para su sorpresa se acercaban otros monstruos gigantescos y gordos por el camino de la salida, los demás se detienen y observan que la apariencia de esos monstruos no eran demonios.
—G-guardia de la lanza, esos demonios se ven diferentes… «Dice Roberto mostrando una cara aterrada»
—Debemos correr…
—¿Qué?
—¡CORRAN, NO SON DEMONIOS SON OGROS!
Todos corren para otro lado mientras que Armando seguía manteniendo el escudo y los arqueros seguían disparando contra los monstruos voladores; varios ogros rugen fuertemente y comienzan a perseguir a los demás a mucha velocidad.
Justo antes de que lograran escapar por donde entraron, otros ogros gigantes bloqueaban el camino preparándose para atacar y se detienen los estudiantes con el rostro lleno de miedo.
De repente uno de los ogros se acercaba al guardia de la lanza y lo golpea fuertemente con su mazo fracturándole las costillas lanzándolo a varios metros de distancia, Roberto corre hacia él gritando:
—¡SEÑOR DE LA LANZA!… ¡Mierda esto es malo!
Los demás se reagrupaban y observaban al guardia de la lanza inconsciente y desangrándose, los curanderos trataban de sanarlo, pero debido a mucha conjuración perdieron mucho poder mágico y no lograban sanarlo bien.
—¡Esto no está funcionando! «Dice uno de los curanderos»
—Escuchen todos, tenemos que usar todo de nuestro poder mágico mientras que Armando sigue manipulando ese escudo… hay que irnos de regreso mientras atacamos y los curanderos nos brinden más fuerza.
Tras escuchar la orden de Roberto, Armando se debilitaba al utilizar el escudo por mucho tiempo mientras que todos los monstruos trataban de traspasar el escudo.
—¡D-dense prisa, no aguantaré por mucho tiempo! «Dice Armando con la voz cansada»
—¡RUGIDO DE LEÓN!
Roberto utiliza el rugido para aturdir a los ogros gigantes por un corto de tiempo mientras que Blanca y Rodrigo aumentan sus ataques mágicos para derribar los monstruos voladores y todos aprovechan para escapar rápidamente.
Tras correr algunos metros, los monstruos los persiguen con más rapidez y Armando quien aún sigue manteniendo activo el escudo se queda sin poder mágico y va desapareciendo el escudo poco a poco diciendo:
—¡O-oigan curadores, curadores ya no tengo poder mágico... ayúdenme a restaurarlo!
Sin obtener ayuda de ellos, Armando corre más lento debido a la falta de poder y se queda atrás; los demás siguen corriendo hasta llegar a la entrada donde habían llegado y observan que Armando corre muy lento mientras que los demás monstruos estaban a 2 metros atrás de él.
—¿Qué haremos ahora, lo ayudamos? «Dice Rodrigo»
—No, él ya no puede hacer nada para llegar hasta aquí, debemos irnos antes de que nos maten a todos. «Responde Blanca apartando la mirada»
—¡Destruyan la entrada, rápido! «Dice Roberto mientras da la vuelta»
Los arqueros utilizan flechas explosivas y Blanca aumenta las bolas de fuego apuntando al techo de la entrada mientras que Armando observa y grita:
—¡NOOO QUÉ ESTÁN HACIENDO!
Armando seguía corriendo todo lo que pueda y los demás sin mostrar lástima por él disparan al techo de la entrada causando que varias piedras se desprendieran y cayeran tapando completamente la entrada.
Llegando hasta la entrada bloqueada, Armando golpea las piedras con todas sus fuerzas y entre lágrimas murmuraba mientras volteaba a ver a los monstruos que estaban a punto de matarlo:
—"M-me dejaron solo, me han abandonado como a un perro... realmente son capaces de dejar a una persona morir... no podré hacer nada, este es mi fin"
Armando suelta su guadaña dejándolo caer y cierra los ojos mientras que uno de los ogros lo sostiene y lo termina aplastando con la mano causándole una rápida muerte y por el otro lado, el guardia de la lanza está siendo devorado por 3 de los monstruos voladores.
Laura seguía corriendo casi llegando a la entrada del laberinto y siente una sensación de que algo andaba mal y se detiene murmurando:
—¿Qué fue esa sensación?... no importa, necesito llegar.
Fin del capítulo
Laura llega a la entrada del laberinto, sin embargo, observa que los dos magos que custodiaban la entrada tenían problemas al controlar el sello.
—¿Qué sucede? «Pregunta Laura»
—¡Señorita valquiria!… tenemos un grave problema con el sello, hace unos momentos comenzaba a deteriorarse y a lanzar chispas; por el momento estamos batallando por controlarlo. “Responde uno de los magos»
—¡Entonces deshagan el sello!
—Imposible… el sello no puede desaparecer si hay alguien dentro, tienes que esperar a que el grupo salga.
Laura se enfada y cruza los brazos esperando a sus alumnos, y después de unos segundos el grupo de estudiantes salen corriendo del laberinto y con los rostros asustados.
Algunos caen del cansancio y otros permanecen de pie bebiendo de su cantimplora, y Laura les pregunta:
—¿Muchachos, están bien?… ¿Dónde está el guardia?
—El guardia de la lanza fue asesinado, no pudimos hacer nada por él. «Responde Roberto apartando la mirada»
—Esto es imposible, pero ustedes al menos sobrevivieron.
Mientras ella revisa a sus estudiantes y les da pociones de restauración, para su sorpresa no ve al Armando en ninguna parte.
—¿Y Armando… dónde está Armando?
Al escuchar el nombre del usuario de la guadaña, no dicen ninguna palabra al respecto y Laura dice en voz alta:
—¡CONTÉSTENME!
—A-armando también está muerto… «Responde Blanca agachando la cabeza»
—¿Qué?, ¿cómo pudo pasar… eso?
—Se sacrificó para salvarnos… utilizó lo que quedaba de su magia para crear un derrumbe y evitar que los monstruos nos siguieran. «Argumenta Roberto»
Tras escuchar la explicación de sus estudiantes, Laura no contuvo su llanto y cae de rodillas apoyándose con las manos al suelo dejando caer lágrimas.
—No… Armando, tú no puedes morir… snif
Roberto la miraba llorando y él fruncía el ceño murmurando con Blanca y Rodrigo:
—¿Por qué ella lloraría por un inútil como Armando?
—Por lo que sé, ella lo conocía desde que él era un niño. «Responde Blanca»
—¿En serio… no será qué?…
—No Rodrigo, una mujer tan hermosa como ella no se fijaría en él como hombre que la pueda enamorar, además es 10 años mayor que ese inútil.
—Si bueno de cualquier forma, ella no debe saber lo que hicimos… seguiremos como si nada hubiera pasado y Armando solo fue una roca a la que pudimos patear. «Argumenta Roberto mientras se separa de ellos para ayudar a la maestra a levantarse»
Los demás estudiantes se ponen de pie y la maestra Laura abandonan el lugar.
Dentro del laberinto, el cuerpo desmembrado de Armando fue absorbido por una mancha oscura que aparece del suelo y después desaparece.
El alma de Armando aparece en un lugar oscuro y camina sin rumbo; sin embargo, una voz grave resonaba por el lugar llamando su nombre:
***—Debes estar sufriendo por el rechazo de tus compañeros\, Armando… ¿Sientes odio\, frustración y enojo por aquellos que te abandonaron? ***
—¿Quién anda ahí? «Pregunta Armando volteando a varias direcciones»
—No te preocupes por quién soy, basta decir que yo te ayudaré con tu venganza.
—¿Venganza?
—Sí, “venganza”… he visto dentro de tu corazón todo el maltrato que has sufrido durante años. Hiciste mucho por tus compañeros a pesar de que te hacían la vida imposible y te pagaron con una terrible traición.
Armando dejaba de caminar y agacha su cabeza mostrando su gran enojo y responde:
—Cierto, ellos me traicionaron de la peor manera…
—Yo podré ayudarte con eso, y para eso necesitas expulsar todo tu poder oscuro y pactar conmigo.
—¿Por qué debería de confiar en usted?, no lo conozco quienquiera que seas.
—Soy alguien en quien no debe ser llamado, me conocen como la magia del caos.
—¿Magia del caos?
—Así es, soy una magia destructora que ha sido buscado durante milenios… todo el mundo incluyendo al rey demonio me han estado buscando por medio de invocaciones, pero ninguno tiene la capacidad para dominarme hasta que estás tú, Armando.
Armando muestra su rostro de la impresión y la magia del caos continúa hablando:
—Tú tienes los requisitos necesarios para hacer un contrato.
—¿Y qué quieres a cambio? «Pregunta Armando mientras intenta encontrar al que le murmura»
—No pediré nada a cambio, me siento solo estando en este sitio, pero si pactas conmigo, te otorgaré un poder mágico inimaginable e infinito que harás lo que quieras con aquellos que te traicionaron.
Después de escuchar los motivos de la magia del caos Armando suspira y le responde:
—De acuerdo haré el pacto contigo, de todas formas no perdonaré a esos malditos traidores… pero si intentas hacerme algo, inmediatamente rechazaré el contrato.
—Ten por seguro de que no te arrepentirás… ahora expulsa tu poder oscuro.
Acto seguido, Armando concentra la oscuridad en la palma de su mano mientras que la magia del caos se manifiesta en forma de una esfera negra casi visible a los ojos de Armando absorbiendo la oscuridad.
Después de absorber la oscuridad, la esfera comienza a emitir una vibración haciéndose muy pequeño hasta moverse hacia Armando y entra lentamente en el pecho hasta desaparecer.
Una vez que la magia oscura entra en el alma de Armando, el cuerpo real comienza a reconstruir sus huesos y a regenerar todos sus órganos internos hasta estar curado por completo mientras la magia del caos dice:
—¡El contrato ya está hecho… ahora despierta, Armando!
Finalmente, Armando resucita con un suspiro fuerte y abriendo muy grande los ojos; al levantarse revisa su abdomen subiendo su camisola y observa que tiene una gran marca de una estrella con 8 puntas de flecha.
Sin saber dónde se encontraba se pone de pie, toma su guadaña y camina en busca de una salida.
Castillo del rey Kamiltor.
Después de medio día, la maestra Laura y sus estudiantes regresan mientras que los magos del castillo observaban la ropa rasgada de los estudiantes.
Laura se separa de ellos y camina directamente a su habitación; momentos después, el rey Kamiltor ordenaba a los cocineros que prepararan la comida y a las sirvientas que pusieran la mesa mientras va con los estudiantes.
—Se ven muy cansados, vayan a su habitación y descansen… en un momento más estará el banquete y puedan comer bien.
Los estudiantes asienten y se dispersan mientras que el rey los observa caminando lentamente sin decir ni una palabra.
—Cielos, para su primera misión llegaron muy asustados y su ropa muy rota. «Dice uno de los consejeros del rey quien venía con él»
—Sí, pero lo más impactante fue el rostro de la señorita valquiria… se veía muy triste, ¿qué habrá pasado con ella?
—Según lo que me dijeron, a parecer el usuario de la guadaña murió en combate para salvar a sus compañeros… no encontraron su cuerpo ni el del guardia de la lanza.
—Ya veo. «Suspira el rey»
—¿Quiere hablar con ella?
—No, déjala sola… por el momento necesita un tiempo para que se tranquilice, hay mucho que hacer.
Laura entra a su habitación y se sienta en su cama cubriéndose los ojos llorosos con las manos y después de unos segundos se quita la armadura y en eso se le cae un colgante con una ficha de una botella de vidrio,
Recoge el colgante del suelo y recuerda los momentos en que pasaba con Armando desde que él era un pequeño niño de 6 años y el día en que él le regaló ese colgante con una dulce sonrisa inocente. Laura aferra el colgante en su pecho y se acuesta llorando en la cama murmurando:
—“Lamento no haberte protegido, soy una mala persona por no estar contigo”.
Al día siguiente, Armando derrotaba varios monstruos usando el poder de la magia del caos: sin embargo, aún no comprendía la cantidad de fuerza exagerada que emanaba de su cuerpo.
—“¡Esto es impresionante, en ese momento en que estuve combatiendo, mis habilidades oscuras resultaron ser más potentes que antes!… me pregunto qué haré ahora”
Mientras que Armando probaba nuevos poderes combatiendo más monstruos que aparecen a lo largo del laberinto desconocido, descubre una habilidad desconocida al agitar la guadaña en forma horizontal como si cortara el aire y abre un portal de color azul.
Se sorprende demasiado hasta tal punto de dudar si pasar dentro del portal o no.
—“¿Un portal?, es casi igual a un videojuego que jugaba desde que era un niño… bueno el que no arriesga no gana, así que entraré”
Armando pasa por el portal y sale apareciendo en un campo de césped con árboles y aves en plena luz del día murmurando:
—“¡Al fin estoy fuera, que bien se siente respirar el aire!”
Decide correr por el césped como si fuera un niño feliz y siguió corriendo por varios minutos hasta que encuentra una aldea desconocida a varios metros de distancia y decide llegar ahí; sin embargo, recuerda las palabras del rey sobre el tabú del poder de la oscuridad y utiliza su magia del caos para manipular la materia convirtiendo su guadaña en una simple espada.
Al llegar a la aldea, observa a la gente de escasos recursos con atuendos y túnicas rasgadas.
Mientras que Armando pasa por los caminos, todos los aldeanos observaban con miedo la apariencia de él y la forma en que está vestido y 2 niños jugaban y chocan contra él cayendo al suelo.
—Disculpe señor. «Dice uno de los niños mientras se levanta»
—¿Están bien? «Pregunta Armando»
En ese momento, la madre de los niños se acercaba rápidamente regañando a los niños y observa la mirada seria de Armando y le dice con la voz temblorosa:
—¡D-discúlpanos, pero se lo suplico, no nos maten le prometo que no sucederá de nuevo!
Justo antes de que Armando dijera algo, la madre y sus 2 hijos salen corriendo de él como si hubieran visto a un monstruo aterrador.
Armando observa a su alrededor y la gente que lo miraba apartaban la vista y él sigue caminando en busca de una posada.
Después de caminar por un rato, encuentra una posada, sin embargo, la fachada estaba en muy malas condiciones y sin importarle a Armando decide entrar.
—¡¿Hola, hay alguien aquí?!
Sin obtener respuesta, momentos después aparece una mujer de pelo castaño y en forma de coleta respondiendo:
—¡Lo siento señor, lárguese de aquí... ustedes ya se llevaron la cuota ayer!
—¿De qué estás hablando?, solo soy un viajero que busca dónde dormir. «Responde Armando»
—¿Entonces no eres de los guardias del reino Bandul?
—No, soy un aventurero del reino Dirania.
—Ya veo, disculpa si lo confundí con alguien no deseado.
Armando nota la mirada seria de la casera y le responde:
—No importa... ¿Y quiénes son esos guardias del reino Bandul?
—Son personas que vienen cada 3 días a robarnos nuestro dinero, por eso estamos así y tanto el agua como en los cultivos fueron envenenados por ellos... su rey Cormat tiene una personalidad despreciable hasta por una palabra que le digas lo tomará como un insulto y te manda a la guillotina.
—Ya veo...
—Lo mismo acaba de pasar con esta aldea, este sitio era muy próspero y limpio hasta que un día el rey vino con muchos de sus guardias del castillo y perdió la cordura cuando un niño tropezó enfrente de él y le manchó su atuendo con lodo... por esa causa fuimos condenados a vivir en una pobreza y los guardias llegan cada tercer día para llevarse el dinero que muchos hemos trabajado y si fallamos en deberle un día de cuota, nos expulsarán de la aldea.
—¿Y qué paso con ese niño?
—Fue llevado al calabozo del reino, ya no se sabe lo que pasó con él, solo espero que sus acciones sean perdonadas cuando regrese... muchos de esta aldea lo odian tanto por meterlos en esta situación tan desagradable, pero yo sé que no lo hizo con esa intención.
Después de platicarle el asunto, la casera cambia de tema rápidamente diciendo:
—Disculpe, lo entretuve con mis problemas... ¿Vas a querer una habitación sencilla o con sofá?
—Sencilla solo para poder descansar.
—De acuerdo por día serán dos monedas de plata.
Armando saca una piedra de oro del tamaño de su mano y le pregunta:
—¿Aceptas esto?
—¡¿Qué?!, ¡ESO ES DEMASIADO! «Responde la casera con una gran impresión en su rostro»
—Bueno con este pagaré los días que sean hasta que me vaya.
—¡Muchas gracias, aquí está la llave de su habitación que tengas una buena estadía!
Armando va a su habitación e inmediatamente se acuesta en la cama pensando en lo que hará después, sin embargo, con lo que acaba de escuchar de la casera decide ayudar a la aldea.
—"Bueno, dada la situación actual tendré que sacar a esta aldea en aprietos, pero antes dormiré un buen rato"
Fin del capítulo.
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