Me despertó el ruido del teléfono. Mire la hora 05:05 am; ¿Quién podrá ser?.

Mire el celular "Frank" y atendi.

-Hola Frank

-Buenos días señorita Emma, disculpe que la moleste, pero necesitamos su presencia en la empresa de manera urgente.

Suspire.

-De acuerdo. Estaré en un rato por allá.

- Muchas Gracias.

Corte la llamada y deje caer mi cabeza sobre la almohada, "Hoy será un dia muy largo".

De repente la puerta interrumpió mis pensamientos.

-Adelante

-Buenos días Señorita Emma, su desayuno está servido.

-Buenos días Adeline. Sabes que no me gusta que me llames "Señorita Emma" solo dime Emma, por favor.

-Disculpe

-No hay problema, solo recuerdalo para la próxima. Me baño y bajo a desayunar. Te pido además que le avises a Anthony que prepare el auto que en 45 minutos salimos. Hoy me voy directo para la empresa.¡Gracias!

-Si se... Si Emma.

Y posterior cerró la puerta y se retiró.

Me levante para comenzar mi día.

De camino a la empresa no paré de pensar ni por un segundo de cuál sería la urgencia de aquel llamado. Me tenía un tanto preocupada "Espero que no sea nada grave".

Al llegar a la empresa me dirigí directamente a la sala de reuniones, todos estaban allí esperandome, los accionistas y el asesor de la empresa, posaron sus miradas en mí al pasar por la puerta, no lucían rostros amigables, eso me desanimo un poco.

- Buenos Días.

Frank, quien se desempeña como asesor de esta empresa, dio comienzo a la reunión.

-Buenos Días a todos, los motivos de esta reunión son 2, en primera instancia anunciarles que las acciones en la bolsa han bajado nuevamente en un 25%, dejando así una baja total del 55% este mes, porcentaje jamás alcanzado en la historia de la compañía...

Sabia que era responsabilidad mía que se produjera semejante baja.

- Disculpame que te interrumpa Frank, pero quería ofrecerle mis disculpas a todos ustedes, sé que esta situación se debe a lo descuidada que estuve de mis responsabilidades en este último tiempo y no estuve lo suficientemente activa como presidenta, para desarrollar nuevas tecnologías, productos, nuevos acuerdos o contratos.

- Señorita Emma - comenzó a hablar Hudson, unos de los accionistas, al que quería como un tío - Entendemos que para usted estos son tiempos un poco difíciles, y la apoyamos, siempre lo hicimos y siempre lo vamos a hacer, pero lamento ser yo quién le informe esto, entre los accionistas ya hemos tomado una decisión, hemos vendido nuestras acciones. No es que no creamos que no sea capaz de sobrellevar esta situación, ya lo ha demostrado antes, pero...

- ¿Pero qué? ¿Ya no les alcanza? ¿Acaso 1 mes de baja pesa más que los últimos 10 años de ganancia que les doy? Es una de las empresas más importante y reconocida mundialmente y ustedes se van ¿Así porque si?

- No es nada de eso, conocemos y sabemos perfectamente cada uno de los datos que brinda, pero muchos de nosotros ya no tenemos el ritmo para seguirla, todos los años a estas alturas ocurre lo mismo, y nos sentimos agotados de tener que soportar siempre este panorama, sin mencionar que es la primera vez que nuestras acciones llegan a tener semejante baja. Sepa perdonarnos y entendernos, ¡por favor!

"¿ por qué Hudson me lástima con sus palabras? Nunca me hablo así. Realmente se cansó de mí. ¿Acaso ya no me quiere?". Pensar en eso hizo que algo adentro mío doliera. No sabía bien que decir.

- ¿Entonces es por mi edad?

- No, su edad no es un problema para nadie. No se culpe, no busque culpables porque no los hay. Lo lamentamos en serio. Pero no se preocupe que hemos encontrado comprador rápido.

-¿Qué tan rápido?

-Ayer a la noche nomás salió a la venta las acciones, un comprador tardo menos de medio minuto en adquirirlas todas. Ya solicitamos reunión, es mas está por llegar en unos cuantos minutos.

- ¿Entonces no hay vuelta atrás? ¿Me dejan?

- No lo tome asi, no te dejamos ya le dije que siempre vamos a estar a tu lado en todo momento,  a nostros también nos duele, fue una decisión difícil pero creemos que esta es la mejor decisión que podemos tomar por usted.

- ¿Por mí? ¿No entiendo?

Nadie respondio absolutamente nada a mis preguntas. Por el contrario todos se levantaron de su silla al mismo tiempo, justificandose que necesitaban salir a despejarse antes de la llegada del nuevo socio.

- ¡Hudson!

- ¿Si Emma?

- ¿por qué? - no pude evitar dejar notar un poco de amargura en la pregunta.

- Lo lamentamos Emma.

Y todos se retiraron.

"¿Por qué? ¿Por qué los amigos de mis padres que juraron acompañarme siempre, hoy me dejan sola? Encima ahora resulta que el 45% de las acciones se encuentra en manos de una sola persona. Todo tan repentino, no lo entiendo. Solo espero que este nuevo cambio no genere conflicto, por el bien de cada uno de los que trabajan acá. Pero eso ya lo averiguaré."

Supire, mientras miraba por la ventana las nubes pasar.

"Ya lo averiguaré".

- Emma Johnson. Soltera. 27 años. Estudió negocio en Harvard bla bla bla... Se puso al frente de la empresa a los 16 años... Aagg...Aburrido.

Y tiré los papeles al asiento de a lado.

- ¿Esta es toda la información que pudieron conseguir?

- Si señor Smith, ¿necesita que le averiguemos algo específico?

- No, descuide. Solo conduce.

Me quede contemplando por la ventana el paisaje de San Francisco, realmente es un lugar hermoso.

- Hemos llegado.

Tenía una Arquitectura bastante moderna la compañía A|e'i impresionante ante la vista, para llevar ese nombre tan absurdo.

- Es momento de empezar con esto.

Me dirigí a la puerta del lugar, me recibieron muy amablemente, no hizo falta presentarme, ya sabían quién era yo y me estaban esperando.

Una secretaría rubia, bastante cautivadora y de buen físico, me acompaño hasta la puerta de la sala de reuniones.

-Esta bien, yo abro. Gracias.

- Bueno señor Smith, entonces me despido.

Y se fue caminando con cierta soltura que hacía lucir las curvas de su cuerpo, era una mujer muy bella.

"Bueno comencemos esto" y abrí la puerta.

- Buenos días señor Smith, lo estabamos esperando. Tome asiento por favor. ¿Desea tomar algo?

-No. Estoy bien.

- Bueno, cualquier cosa me avisa. Mi nombre es Frank Moor y soy el asesor de la empresa, aquellas personas que usted puede observar ahí sentadas son los señores Hudson Much, Darek Miller y Edan Joy, ellos son los antiguos socios. En cuanto a ella es la Señorita Emma Jonhson, socia mayoriataria, dueña de la compañía y presidenta de esta empresa. Señorita Emma , él es el reconocido Señor Noah Smith, dueño de la compañia Flyrus y reciente comprador de las acciones.

Se quedó mirandome con una expresión de sorpresa en su rostro y acoto:

- Es un placer conocerlo señor Smith, me da gusto tenerlo con nosotros. Como bien dijo Frank, mi nombre es Emma.

- Un gusto señorita Emma.

Me quede observandola por un rato, cabello castaño largo, recogido y bien peinado. De ojos color verde, se le podía ver un par de pecas sobre sus cachetes y nariz y mediría al rededor de unos 1.65 aproximadamente. Una mujer poco llamativa ante la vista de un hombre, aunque había escuchado que era una mujer con bastante caracter, eso tenía su encanto.

Baje la mirada y me concentre en la reunión.

Luego de unas cuantas horas, concluyó.

La señorita Emma se levantó de su silla y camino hasta mí.

- Bueno señor Smith, yo me encargo de hacerle llegar los papeles y empezar a ponerlo al tanto de todo en esta empresa. Espero que nuestra relación sea buena. Nos vemos en la tarde.

Y extendió su brazo y me dió la mano. Me paré y le dí la mía en señal de respuesta.

- Muchas gracias. Hasta luego.

Por fin terminó.

"¿ Noah Smith? ¿Que hacía adquiriendo acciones de mi empresa? ¿Por qué justo él? Siendo el dueño de la empresa flyrus, multimillonaria y reconocida mundialmente por todas las construcciones famosas que ha realizado en distintos países, pero que nada tiene que ver con la mía, desarrolladora de tecnología y productos tecnológicos. No necesita nada, ¿por qué invertir en esta? No entiendo. ¿Son solo negocios para él o hay algo detrás de todo esto? ¿Por qué venir a San Francisco solo para adquirir acciones de mi empresa? Porque hasta donde sé no tiene proyectos de construcción acá" .Tenía tantas preguntas que responder.

Era una persona bastante reservada, lo que generaba un misterio a su alrededor, muy poco se conocía de él, ya que mantenía su vida fuera del alcance de los medios, lo único que se conocía eran rumores, lo cuales nunca sabías si eran ciertos o no, ya que tampoco salía ni a desmentir ni confirmar nada. Realmente es una persona difícil de descifrar.

Lo que sí pude notar en la reunión es que es bastante atractivo, con sus ojos celeste, su pelo castaño claro, su traje ajustado al cuerpo que dejaba ver un cuerpo trabajado, pero con una personalidad bastante fría.

10:35 hs había terminado la reunión y yo tenía cosas pendientes en el escritorio esperando ahí por casi dos días. Tenía que terminar todo antes de retirarme de la empresa, también tenía que ver por un lado el producto nuevo que estabamos por sacar al mercado y por el otro arreglar el problema que se había generado en la compañía que estaba instalada en Madrid, aunque era un problema menor.

- Listo! Terminé.

Tome mis cosas y antes de irme fui a hablar con mi secretaria.

- Juliet, en la mesa deje 4 sobres, 2 marrones, uno es el contrato que vamos a firmar esta tarde y el otro son los detalles del nuevo producto que vamos a lanzar, necesito que ambas cosas se lo hagas llegar a Smith para que se ponga al día, los otros dos sobres son blancos y son dos cheques, uno necesito que lo deposites en la cuenta que te dejé indicada y el otro por favor envialo a la dirección que esta escrita ahí. ¿Podrás hacerlo?

- Si Emma, ya mismo lo hago.

- Gracias. Ah, me olvidaba, necesito que  pases la reunión de las 13 hs para las 15 hs  y le comuniques al señor Smith la dirección en donde se llevará a cabo la firma del contrato, Por favor.

- Perfecto Emma.

- Muchas gracias Juliet. Nos vemos mañana.

- Hasta mañana.

Mire mi reloj 12:15hs demasiado tarde.

Anthony me esperaba en la puerta para llevarme a casa.

-Por favor Anthony, necesito que lo hagas lo más rápido que puedas.

- Entendido.

Llegar hasta casa me llevaría por lo menos unos 20 minutos.

Necesito llamar a Amber.

- Buenos días Amber, perdón que hoy a la mañana no pude ir, me surgió una reunión de imprevisto, pero ya estoy en camino, estime que para las 13 hs me encuentre por ahí.

- No hay problema Emma, te estaremos esperando.

Y corto la llamada. Durante el viaje, repase todo lo que tenía que hacer cuando llegará a casa. Cambiarme de ropa, armar bolso con muda, tomar bolsas y no olvidar el contrato.

Ya estaba lista para salir. Tome el bolso, donde tenía una muda de ropa y el contrato.

Baje hacia el garage y saque las bolsas del cuartito que coloque luego en el baúl del auto.

Me senté en el asiento del conductor, me puse la gorra y con una enorme sonrisa maneje hacia mi destino. Amaba estos momentos del día.

Cuando al fin llegué y los vi a todos parados en la puerta esperandome, mi corazón desbordo de felicidad, ellos eran todo lo que estaba bien en mi vida, por lo que valía la pena vivir.

Bajé del auto y vinieron a abrazarme.

- No saben cuanto extrañé sus abrazos.

- ¡Emma! Pensamos que hoy no ibas a venir- me dijo Thomas con su dulce y tierna voz.

- Como no voy a venir a verlos, si yo no estoy con ustedes aunque sea por un segundo me pongo muy triste.

- Que bueno que visniste Emma, hoy te estuvimos esperando a la mañana, como todos los días, ¿por qué no apareciste? - grito Emily desde el fondo.

- Perdón mis niños. Hoy tuve una urgencia que me imposibilito venir, le avise a Amber de que no llegaría. Pero ya estoy acá. Y les traje regalos. ¿Los quieren?

- ¡siiii! - gritaron todos al unísono.

- Eso pensé - y comencé a reir, con esa risa tan fuerte que me caracterizaba.

Bajé las cosas del auto y se las dí.

- Ahora me voy a hablar con Amber un rato. Ya vuelvo.

-Amber, ¿cómo estás?

- Emma, yo ando muy bien y los chicos también. Por suerte está todo tranquilo y nada cambió desde ayer.

- Que bueno. Ya sabes igual, que cualquier cosa que vos y los chicos necesiten me avisas. Hoy mande a depositar más plata a la cuenta y ya pagué la colegiatura de todos. ¿Falta algo más?

- Si, te tengo que pedir si no le traes otra notebook a Edward, esta mañana se le rompió.

- Bueno, me encargo de conseguirle una nueva para esta tarde. ¿Algo más?

- No, eso es todo.

- Ya mañana regresan al colegio ¿no?

- Si, si. La desinfección era solo por hoy.

- Genial. Bueno, mañana vengo temprano como siempre, eso si, desayunaré con ellos, quiero recompensarles la usencia de hoy.

- No hay problema.

- Gracias Amber. Ahora me voy a ir a jugar aunque sea un rato con los chicos.

Me acerque a ellos en el parque trasero de la casa.

- ¿ Quién quiere jugar a la mancha?

- todos- contesto Abigail

- Bueno, entonces empiecen a correr.

Jugamos hasta las 14:30 hs, como cual cenicienta dieron las campanadas para marcharme del lugar aunque no deseaba hacerlo, "¿quién quiere tener responsabilidades en estos momentos?".

Llamé a Anthony para que viniera por mí, estaba muy cansada como para manejar.

Antes me fui a cambiar, porque cuando visito a los chicos uso ropa informal.

Mientras lo hacía, vino Aleli con su osito entre sus brazos, al que bautizó Emma en mi honor, a pedirme que fuera a tomar el té con ella un ratito en nuestro rinconcito particular.

Y así lo hice.

El altillo de la casa, era nuestro rincón, allí pasaba el tiempo con la pequeña Aleli, ella era muy especial para mí, fue la primera en llegar a mi vida.

Luego de un rato bajé a la sala a esperar la llegada de Anthony, todos estabamos ahí contando nuestras aventuras del día.

Desde la puerta sonaron las bocinas del auto.

- Bueno mis niños no tan niños. Me tengo que ir. Asi que como ya saben, Thomas, Alex, Maite, Abigail, Ayla, Daphne, Darla, Edward, Tony, Emily, Ethan, Marcos, Manuel y mi pequeña Aleli extrañenme, porque yo asi lo haré.

- Acá te estaremos esperando, hasta que vuelvas - dijeron todos juntos.

Nunca usabamos la palabra "adiós" entre nosotros para despedirnos, odiaba esa palabra. Por lo tanto nuestra despedidas siempre terminaban con un "extrañenme, porque yo así lo haré" a lo que ellos siempre respondían "Acá te estaremos esperando, hasta que vuelvas".

Los mire una vez mas y me fui. Se me partía el corazón tener que dejarlos.

"Mis pequeños niños. Espero tener la suerte de que pronto se conviertan en mis hijos"