Violet Leroy Dufourd era la primera princesa del reino de Fiore, hija del rey Aren Dufourd, su primera hija en nacer entre la relación con su concubina una mujer que nunca amo.

Violet habitaba en una pequeña casa que estaba alejada del palacio en ese pequeño lugar donde todos los sirvientes que trabajaban para ella la trataban de la mejor manera como gratitud a su madre fallecida tanto que cada vez que la veían a escondidas mencionaban sobre lo hermosa que era Violet cuando tan solo llevaba seis años de edad y de lo mucho que se parecía a su difunta madre.

Violet desde su infancia siempre se sentía cansada y triste al no tener una madre quien velará por ella tanto que era aburrido estar encerrada en una casa donde nadie la visitaba excepto su abuela.

Violet siempre replicaba de manera desanimada.

—¿Qué aburrido está el día de hoy? — solto un suspiro.

—Rosy mi hermosa doncella, no habrá una historia que me puedas contar hoy.

La doncella miro de manera dulce a la pequeña que le estaba hablando con los ojos tiernos y dijo.

—no, mi pequeña princesa.

—¡qué horrible!

— entonces Rosy cuéntame cómo era mi madre desde su manera hasta su físico.

La doncella con una mirada atónita hacia la pequeña le respondió.

— mi pequeña su madre era una mujer noble y era bella en especial por sus ojos destellantes de un color único.

— por lo que me hablas puedo decir que era una hermosa doncella igual que tú.

— mi pequeña como sabe que era una simple doncella.

— este eso Rosy es porque lo escuche de casualidad en la cocina donde estaban los sirvientes.

Ante eso Rosy se quedó muda por un rato hasta que le habló de manera gentil a Violet, mientras eso sonó la puerta abrirse de la casa, donde se mostró a una mujer de edad pero que tenía el rostro delicado y bello que vestía un hermoso vestido color rojo, esa mujer se fue directo a Violet para darle muchos besos en sus mejillas rosadas.

—mi hermosa nieta, ¿Cómo estas el día de hoy?

—aburrida, Abu…

—abuela quisiera saber cómo fue la vida de mi madre cuando trabajaba de doncella en esas familias nobles.

La mujer al escuchar esas palabras se quedó pálida tanto que evadió la pregunta de su pequeña nieta que con el corazón en el pecho de culpa solo cambio de tema.

—Violet cuando seas un poco más grande te contare sobre tu madre, pero sólo te puedo decir que era una buena mujer.

—abuela, ¡qué mala eres!

—siempre que menciono a mi madre me evades la respuesta, no será que me ocultas algo de ella.

Violet se retiró de la sala muy enojada que de una sola fuerza sonó la puerta como era cerrada de manera brusca, la reina con la mirada abajo siendo sujetada por Rosy se sentó en un sillón mirando al suelo donde solto unas lágrimas de dolor, sin poder pararse empezó a hablar a Rosy con una voz apagada.

— Rosy sabes que tarde o temprano mi nieta sabrá la verdad sobre su madre, entonces ese día ella me odiará.

— su majestad no es preferible que le cuente la verdad a la princesa.

— No, puedo Rosy

—sí, me permite su majestad es mejor que lo sepa por usted que es …

—Rosy no digas eso en voz alta, que mi nieta es la primera princesa del imperio de Fiore.

Después de esa conversación, se sintio un gran silencio en la sala y como en todo pasado la razón por la que los sirvientes callaban el secreto de que Violet era princesa, era por la promesa que la emperatriz madre le hizo a Lucy antes su muerte.

Pero Violet todos los dias desde que tiene memoria preguntaba sobre su madre era porque ella nunca tuvo la oportunidad de conocerla o sentir un amor de madre.

Pasaron los días que en una tarde donde Violet se encaminó un poco lejos de la casa hasta que terminó viendo a una pequeña de ojos azules que pasaba por la calle con varios caballeros se quedó anonadada de ver por primera vez a un noble entre ellos se quedó viendo a un hombre con ropa fina que delante de los hombres donde desde ahí mostraba una mirada amenazante y un aura tétrica que se quedó observando unas horas hasta que cayera el atardecer.

Luego de una larga vista del lugar que ella desconocía por razones inexplicables que le daba su abuela, Violet se había retirado a su pequeña casa donde mirando el cielo estrellado puso una mirada triste como si tuviera ganas de llorar, pero se contuvo sin antes hablar.

— sería bello que exista una estrella que cumpla deseos para que cumpla mi sueño de saber sobre mi madre.

— aunque eso no suceda en este mundo, como sea descubriré ese secreto que tanto me oculta mi abuela sobre madre.

Violet quería saber más de su madre porque su corazón le decía que le ocultaban algo fuerte sobre su nacimiento tanto que evitaban decirlo en frente de ella, pero ella después de gritar sus palabras al viento se dispuso a descansar.

Continuará…

Mientras Violet descansaba en su pequeña habitación de su modesto hogar, en el palacio se anunciaba la llegada de la emperatriz madre ante la corte quienes estaban en plena reunión para tratar sobre quién sería el siguiente sucesor al trono.

— majestad quisiéramos saber cuándo anunciará a su sucesor al trono.

— ministros de la corte no coman ansias eso se anunciará cuando mis hijos cumplan la edad de diez años.

— ahora hay otro asunto que tratar.

La corte solo callo y todos se empezaron a retirar de la sala.

— madre que te trae a la sala principal del trono.

— por ahora nada únicamente comunicar que dejes de mandarme a seguirme, porque estoy harta de esa actitud.

— su majestad eso lo hago porque desde varios años usted actúa raro siempre sale al mediodía quien sabe a dónde luego apareces al anochecer.

— Aren escucha bien, que seas el emperador no te da derecho a seguirme si tanto deseas saber a dónde me voy bien te lo diré.

— entonces madre me podría decir dónde va...

— voy a ver a mi nieta, la hija que tuviste con tu concubina Lucy.

Aren al escuchar esas palabras solo le hicieron recordar a la mujer que nunca amo y que solo la tomó por obligación como su concubina tanto que se retiró enojado porque su madre no paraba de recordarle su error.

Por parte de la emperatriz madre solo se retiró a su habitación a descansar mientras eso ella sola pensaba en el dolor que le causó a la madre de su nieta cuando la obligó a casarse con su hijo tanto que la hizo recordar el pasado que tanto ocultaba sobre Lucy.

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Años atrás...

Lucy una hermosa joven sencilla y noble que se distinguía por sus ojos que eran como una esmeralda, era apreciada por la reina tanto fue el cariño maternal que al cumplir los 17 años la emperatriz decidió nombrarla concubina real del príncipe heredero Aren.

Así se hicieron los preparativos en el reino para la unión de la pareja, donde la ceremonia se realizó en el templo real donde la pareja recitaría los votos del compromiso.

—Yo Lucy Leroy le entrego mi fidelidad y amor a usted príncipe Aren Dufourd.

—Yo príncipe de Fiore le entrego mi amor y fidelidad a ti Lucy Leroy.

Con los votos finalizados por ambas partes donde se prometieron fidelidad y amor, al cual con el paso de los años nunca cumplió porque en este tiempo Aren conoció a la hija de un duque importante se llamaba Amalia era una mujer hermosa de cabellera rubia con buenos atributos con la cual se casó donde ambos subieron al trono como los nuevos gobernantes de imperio de Fiore.

Pasaron dos años donde Lucy en plena soledad vivía en plena armonía porque aunque era despreciada por su marido aun así ella brillaba de felicidad, pero toda esa tranquilidad se desmoronó en una noche cuando Aren en un arranque tras discutir con Amalia se fue a la habitación de Lucy donde con furia y frustración abuso de Lucy de la peor manera tanto que la dejo con una marca horrible después de ese incidente la emperatriz madre sacó a Lucy del palacio donde la llevó a vivir en una casa sencilla donde se llevaron una sorpresa de nueve meses donde nació Violet, después de dos días tras el parto Lucy quedo muy débil que no resistió mucho, ya que su cuerpo no respondía donde repentinamente falleció sin antes entregar a su doncella fiel una carta para su hermosa hija.

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La emperatriz madre tras recordar ese pasado oculto solo deseaba que cuando llegara el día en donde su nieta se enterara de la verdad no la odiara porque al fin de cuentas para que sufriera la madre de Violet la responsable era su persona.

Pasaron los días en donde la emperatriz madre convivía mucho con su nieta bella, tanto que un día de tanta insistencia por parte de Violet decidió cumplir su capricho la cual era sacarla a pasear a conocer la ciudad del imperio, cuando caminaba por esas calles donde en cada lugar se encontraba con diferentes puestos desde comida hasta venta de libros como vestidos de la última moda que quedó maravillada.

— abuela este sitio es hermoso, sabes fuiste muy mala al no llevarme a pasear por estos lugares.

— mi pequeña fue un error mío, pero desde ahora te prometo salir a pasear cuando tú quieras.

— bien es una promesa abuela.

Así Violet y su abuela pasaron un bello momento visitando diferentes puestos hasta que llegó la noche donde tenían que regresar a la casa, en eso la emperatriz madre choco con el Conde Duránd.

— majestad que placer verla por estos lugares espero disfrute mucho de los lugares.

— Conde Duránd igualmente que tenga una buena noche.

Mientras eso sucedía Violet se quedó sorprendida de cómo ese hombre bien vestido le llamó a su abuela «su majestad», pero aun así con las dudas solo tomó la mano de su abuela para ir a su casa.

Continuará…

Cuando la emperatriz madre llegaba a sus aposentos como todas las noches antes de descansar la emperatriz madre siempre recordaba la llegada de su nieta a sus brazos como también las últimas palabras de Lucy, tanto que pensó.

«Mi amada Lucy a quien ame como a una hija, me entregaste el mejor regalo antes de tu partida de este mundo»

Ante ese pensar un recuerdo vago vino a su mente sobre la promesa que le hizo antes que falleciera.

«Te prometo que nunca la llevaré ante su padre»

Entre esos pensamientos entró su doncella como todas las noches para ver la salud de la emperatriz.

—¿Cómo se encuentra hoy su majestad?

—estoy bien, Rosa

—su majestad, la princesa como se encuentra en esa pequeña casa donde creció toda su infancia sin saber de su origen.

—¡ah! Rosa cada vez mi nieta es más curiosa, tanto que me aterra que descubra la verdad sobre que es una princesa.

—majestad tarde o temprano lo sabrá, solo hay que estar preparados para cuando llegue ese día.

—descanse su majestad.

A la mañana siguiente en la casa donde desde una ventana brillaba los rayos del sol, Violet se levantó muy ansiosa, que fue corriendo a la habitación de su doncella para jugar, entro a la habitación cuando no la encontró empezó a curiosear sus cosas que estaban en la habitación.

Entre unos cajones de la mesa de noche de su doncella encontró una carta, muy curiosa y ansiosa Violet sacó la carta donde en secreto se la guardo en su vestido y salió de manera tranquila.

Violet sentada en el jardín de flores que ella misma plantó por pura diversión estuvo sonriendo de manera pícara pensando.

«¡ay Rosy!, seguro es una carta de amor»

Pasaron unos minutos que empezó a caminar hacia su habitación donde se lanzó a la cama de un solo brinco, para sacar la carta de su vestido para empezar a leer donde de manera atenta descubrió la verdad que tanto anhelaba saber sobre su madre.

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«Para mi amada hija te escribo esta carta para decirte lo mucho que te amé desde que estuviste en mi vientre aun siendo concebida por un abuso de tu padre que nunca me amo para el solo fui una molestia en su vida, me casé por obligación nunca fui feliz a lado de tu padre que solo me daba insultos y desplantes, pero no te agobio más con mi historia.

Solo quiero decir que tal vez no esté presente en tus años de vida porque tal vez ya no esté en este mundo, pero mi corazón de madre me dice que serás una hermosa mujer solo te digo que tomes tus propias decisiones, que te defiendas de los que te rodean, mi pequeña solo deseo que seas fuerte nunca te caigas ante la vida que te depare tu futuro, por ultimo solo desearte una felicidad inmensa sabes que siempre estaré a tu lado mi pequeña, perdóname por no haber sido fuerte ante mi sufrimiento.

Psdt: te amo, tu mama Lucy»

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Al terminar de leer su rostro se tornó pálido que con sus manos arrugando la carta con fuerza donde solo reflejada ira y dolor.

— mi hermosa madre, sufrió mucho aun así nunca me deseo la muerte, ahora sé que ella me amaba desde que estuve en su vientre — con lágrimas en los ojos.

— mi padre fue un mal hombre que únicamente se aprovechó de mi madre para lastimarla.

— solamente espero que cuando le pregunte a mi abuela sobre quien es mi padre no me evite como lo hace siempre.

Violet salió de su habitación furiosa para dirigirse con su doncella Rosy.

— Rosy donde estás, Rosy.

Violet grito con una mirada triste, ante el llamado Rosy llego agitada que al ver el rostro de la pequeña se puso nerviosa por primera que se puso nerviosa sin poder hablar.

—¿Quiero hablar contigo? ¿Sabes dónde está mi abuela?

— Rosy si no es molestia la buscarías es que deseo hablar con ella, es urgente así que ve a llamarla rápido ¡apúrate!

— tengo que decirlo dos veces o que…

Al terminar de hablar se retiró la doncella asustada a llamar a la emperatriz madre, después unas horas llegaron ambas donde entraron a la casa donde la pequeña les esperaba en una banca de madera, pero modesta.

— ¡hasta que llegan!, casi empiezo a tirar las cosas.

— Violet esa no son formas de hablar a tu abuela ni a Rosy, que te pasa.

— pasa que ya sé la verdad de mi madre, eso pasa.

— ¡que! —ambas reflejaban en su rostro sorpresa y a la vez tristeza

— mi pequeña este… yo…

— Abuela que me vas a decir ahora, solo te pido que no me ocultes nada y me cuentes si no quieres que te odie.

La emperatriz madre ante lo que dijo su nieta se acomodó al lado de Violet que agarrando sus manos pequeñas empezó a contar todo lo ocurrido años atrás sobre su madre, mientras que al escuchar atentamente todo sobre su origen Violet de manera brusca retiro sus manos de la reina.

— entonces tú fuiste la causante que mi madre entrara en una tristeza profunda, ¿por qué abuela?

— mi nieta cometí errores de las cuales me arrepiento cada día de mi vida, sé que hice infeliz a tu madre lo siento, pero no me odies.

— vete quiero estar sola, largo…

Así solo la emperatriz madre se retiró sin antes darle las buenas noches.

Continuará…