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Adrián Lions: Todo Por Ella.

Amo la vida que escogí.

A veces los sentimientos, la razón y el corazón están conectados en cadenas sin fin, donde se libra una lucha interminable para ver quién gana y quién es mejor.

 

Sin duda yo soy el mejor ya que mi vida está compuesta, de dolor, emoción, amor y unidad.

 

–Vamos muévete adoptado!- siempre a dónde sea que voy se encargan de recordarme que soy adoptado, son muy “agradables” conmigo y más cuando me empujan y me tiran mi almuerzo, al principio no hacía nada, después me defendía y hablaban a mis padres, nunca me gustó preocuparlos así que deje de meterme en problemas por un tiempo.

 

¿Me molesta que me digan adotado? No la verdad no, ¿Me molesta la gente que lo dice? Si. ¿Por que? Por qué nací para ser un niño adoptado y eso ellos jamás lo comprenderán, tener una familia que yo escogí, es algo maravilloso pero que no soy de esos niños que dicen, tengo una mamá que odio por qué no me deja hacer esto, yo jamás diría algo así de mi madre, ¿Por qué? Por qué la amo, yo la escogí ella es muy divertida, me ama y me regala chocolates, mi padre es el mejor director de un hospital, además es cirujano y doctor internista, es muy bueno en lo que hace, las veces que he ido al hospital lo veo correr con su bata blanca salvando vidas, es como un super héroe para mí, no como esos que no existe que solo salen en televisión, el es de carne y hueso, a veces llega cansado del trabajo por sus turnos dobles y siempre tiene tiempo para mis 4 hermanos y para mí, nos escucha con paciencia y nos hace reír, nos cuenta sus aventuras en el hospital haciéndolas entretenidas y divertidas, los cuatrillizos aman ver a mi padre narrará cada cosa que el ya vivido tanto como yo. Mis tíos son maravillosos aún que han batallado para estar juntos, mi primo Carlo el es algo estructo conmigo ya que es el único pariente sanguíneo que me queda con vida, mi prima Mons ella es muy amorosa, con sus hijos y conmigo, es una increíble madre y siempre me regala chocolates por eso la amo.

 

Amo. Mis primos y a mis hermanos amo a mi familia escogida.

 

Deje que hablarán como siempre, dice papá que es mejor que allá un loco que dos, yo estoy loco pero prefiero estar en anonimato

 

–Vamos huérfano muévete.!- uno de ellos me empujó, y casi caía al suelo, estaba por voltear a enfrentarlo pero la voz de una niña me saco de mi deceo..

 

–Oye tu déjalo!- dijo muy enojada Miezy mi ex novia.

 

Si termine con ella ayer en la feria, más bien ella termino conmigo, pero yo iba a terminar con ella así que creo que ambos terminamos pero ella se me adelantó.

 

Empujó a uno el cual cayó al suelo y se acercó a mi muy enojada.

 

–¿Eres tonto o que?- su molestia salía a flor de piel, siempre se molesta con los bravucones y se ve linda enojada, aún que pase Fiona..

 

–¿Por que lo empujaste?- pregunté viendo al niño que estaba aun en el suelo mientras su amigos se acercaban para ayudarlo a levantar debo admitir que me estaba aguantando las ganas de burlarme de el por bravucón, “eso se merece, no provoquen a mi fuera por qué ella me defiende sin tener piedad”..

 

–Al próximo que le llame huérfano o adoptado a mi amigo, Adrián lo mato!- dijo ella furiosa, los niños salieron corriendo sin mirara atrás, fue increíble.

 

Si lo admito Mey da mucho miedo, pero no, no a mi, yo la conozco mejor que nadie.

 

–Mey ellos solo decían la verdad!- dije, y recogí mi mochila que ellos por haberme empujado cayó al suelo.

 

–Pero ellos te molestan siempre. –Dijo, cruzándose de brazos.

 

–No me molesta ser adoptado, ni mucho menos huérfano!- dije y comencé a caminar al salón de clases.

 

–¿Adrián, por qué no?- dijo ella poniéndose justo frente a mi para no dejarme pasar, me hice aún lado y trate de pasar pero ella hizo lo mismo para impedir mi paso, después de un ligero baile cedi me quedé inmóvil.

 

–No me importa ser adoptado, tengo los mejores padres adoptivos de todos, tengo cuatro enfadosos y amorosos hermanos, tengo a mi mejor amigo como papá, así que si para eso tenía que quedarme huérfano está bien para mí, no me siento mal en lo absoluto, no tengo complejos por ello, así que no me importa que me hagan carilla, yo soy feliz y muy feliz de ser adoptado, y no me siento mal por mis padres bologicos por qué no los recuerdo, y si los recordara se que ellos estarían felices de verme feliz. ¿Y tú ya estás feliz? –Ella sonrió ligeramente.

 

Camine cuando ella se hizo aun lado.

 

Después de unos segundos ella corrió a mi lado, paso su brazo entre el mío y me dijo.

 

–Y yo estoy muy feliz de ser tu ex novia!- sonrió y recargo su cabeza en mi hombro mientras los dos caminábamos al salón de clases.

 

–No se me ha olvidado que me tienes que pagar mi almuerzo por una semana. –Dijo ella sonriendo.

 

Su sonrisa es linda, como ella, tiene la misma edad que yo, bueno no, yo tengo 11 años y ella 12 solo es mayor que yo por dos meses. Pero me agrada mucho, tiene ojos Azules como los míos, su cabello es negro, y habla como si todo lo supiera, es un poco testaruda es la primera hija de un matrimonio disfuncional, su padre se volvió a casar con la que era su amante, tiene una hermana un poco más chica que ella, digo un poco más chica por qué solo es menor por tres meses, su nombre es Peny es la típica niña que está acostumbrada a que le den todo en cuanto truena los dedos, y es la consentida de su padre.

 

Ha Mey la conocí cuando iba en primaria, ella me pasaba las tareas cuando se me metió la fiebre de querer ser actor, luego músico como mi tío Charles y al final científico, como el abuelo, pero una vez quince diseccionar a una rana y le vomité enzima así que adiós a esa etapa, ahora no sé ni lo que quiero.

 

Aún soy un niño así que no hay problema, pero dice el tío Charles que los años se van muy rápido, que debo de buscar algo que me apasione, como el y la música.

 

–Adrián Lions!- El profesor pasaba lista, me puse en pie.

 

–Presente!- dije dando mi mejor sonrisa.

 

Amo mi vida, amo ser un Lions nunca me había sentido tan orgulloso de portar un apellido como ahora y eso que he tenido muchos por las casas de acogida en las que he estado, pero por primera vez siento que pertenezco a un lugar, encontré mi pequeño rincón y de pequeño digo del tamaño de una mansión, en la familia Lions, mi familia.

Dale trabajo

–Examen sorpresa!- dijo el profesor.–Todos guarden sus calculadoras y artículos personales, les pasare un trapo húmedo para que limpien sus escritorios y después comenzaremos a aplicar los exámenes.

 

Si muchos estudiantes acostumbran escribir las respuesta de los exámenes en los escritorios no es mi caso, Mey y yo tenemos un truco para pasarnos las respuestas.

 

¿Han escuchado que una pluma y un lápiz hacen sonidos diferentes?

 

Bueno cuando ella tiene una duda en la pregunta, toca con la pluma.

 

Por lo general los exámenes tienen 10 preguntas, así que hace unos meses pusimos 10 tornillos en una esquina del escritorio tanto en el mío como el de ella, y con la pluma le pega el tornillo de la pregunta, mientras que con el lápiz yo le doy la respuesta, 1 toque es para a 2 para b y 3 para C, está escuela tiene un tipo de ley: que los exámenes sean de opción múltiple.

 

El maestro nunca se ha dado cuenta de nuestro engaño, ya que solo hacemos ruido ligeramente, ella es mi vecina de escritorio así que no es necesario tocar con fuerza.

 

Limpiamos el asiento y comenzamos con nuestro examen, solo dos respuestas no sabía y ella tres, nos pasamos las respuestas y ella se levantó primero el maestro la dejo salir después de 5 min me levanté yo, y salí.

 

Cuando salí ella me esperaba afuera con su pierna recargada en la pared.

 

Camine hacia ella y sonreí.

 

–Que fácil estuvo el examen de hoy!- dije y ella sonrió.

 

–Ten!- saco una barra de chocolate y me la dio la partí por la mitad y le di esa mitad.

 

Ambos caminábamos por los pasillos contándonos cosas.

 

Hasta que llegamos. La cafetería.

 

Pedimos el almuerzo y fueron 20 dólares ella puso 10 y yo 10, el acuerdo al que llegamos después de romper fue que 50 y 50% en el pago de nuestros almuerzos, así que pedíamos sin importar el costos odiamos mitad y mitad en los gastos así que comeremos muy bien.

 

Pedimos cosas diferentes, en cuento llegamos a la mesa, nos compartimos nuestra comida, comíamos como si estuviéramos en un buffet a bajo costo.

 

–Adrián, irás al paseo escolar?– ni siquiera recordaba el paseo escolar.

 

–Tal ves aún no le he dicho a mis padre!- dije con vergüenza.

 

–Yo no creo poder ir.

 

–Por que no?- pregunté y ella agachó la cabeza nunca se pierde de los paseos escolares.

 

–Es que mi hermana, quiso ir de viaje a Norteamérica, y mi padre le pagará su viaje, y le dijo a mi madre que no le dará dinero para pagar mi colegiatura, mis zapatos ya se despegaron de la suela y mi madre los pego con pegamento por qué mi padre no quiso darnos dinero..

 

–Mey.– ella me puso su dedo en la boca para que la dejara hablar.

 

–Esta bien no, quería ir de todos modos!- miente lo se, hace la misma cara que yo cuando miente. –Lo que no quiero es que mi mamá trabaje tanto, ella tiene dos empleos para solventar los gastos de la casa incluso está hablando de vender y mudarnos a un lugar más pequeño. –

 

–Mey tu ¿Quieres mudarte?-

 

–no, pero…– … –mi madre me meterá a una escuela pública dejare el colegio por qué ya con este van a ser dos mensualidades que no paga, le ayudo a lavar ajeno pero no quiero ser una niña malcriada que hace berrinche solo por qué ya no pueda seguir pagando mi colegiatura..–

 

No quiero que se vaya Mey es mi mejor amiga.

 

No dije nada aún que mi cabeza volaba en las mil forma de poder ayudarla.

 

–¿Y si hacemos malabares en los semáforos?.!- ella sonrió. –Si mira así ayudaremos a tu madre a pagar la colegiatura.–

 

–Si, saliendo de clases.– ella sonrió.

 

Quizá si sea bueno ir a hacer malabares un rato, no soy muy bueno pero lo intentaré conque no se vaya.

 

Las clase pasaron volando.

 

Salimos una hora antes por qué era semana de exámenes, nuestros padres no sabían nada, así que corrimos a comprar unas pelotas de goma tamaño mediano y nos fuimos al semáforo más transitado, era hora pico así que había mucho tráfico.

 

Comenzamos nuestro show aventábamos y  cachábamos las pelotitas.

 

Al principio no sabíamos medir el tiempo con el semáforo, se nos fueron muchos autos sin darnos dinero, hasta que aprendimos.

 

Unos cuantos segundos antes de que cambiará a verde corríamos a pedir dinero, muchos nos daban unos billetes y otros unas cuantas monedas, pero poco a poco nuestros bolsillos comenzaron a llenarse estábamos muy felices.

 

Corríamos de felicidad ella y yo tomados de la mano a un parque cercano, ¿No han escuchado que no deben contar el dinero en público? Pues lo hicimos.

 

Contamos cada billete y moneda, casi se juntaba lo de un pago se su colegiatura, estábamos muy felices que incluso nos abrazamos.

 

Pero otros no lo estaban.

 

Se acercaron a nosotros unos jóvenes mucho más grandes que nosotros.

 

–¿Creen que pueden sacar dinero en nuestro punto? – preguntó uno de ellos muy pero muy molesto.

 

–No sabía que el semáforo dijera propiedad de un idiota!- dijo Mey.

 

Yo solo sonreí.

 

–Si, estúpida niña.– el joven se acercó a Mey y con su dedo le golpeó la frente, ella es quejo mientras el desconocido río.

 

–Oye tu grandulón ¿no te han enseñado a respetar a las niñas?- pregunté molesto llevando a Mey atrás de mi.

 

–¿Y a ti a no provocarme?- sonreí.

 

Mey se agachó a querer agarrar el dinero pero uno de los jóvenes se lo quito.

 

–Regrésame ese dinero. –Dijo Mey yendo contra esa joven y el la arrojo al suelo.

 

–Oye tu déjala!- le lance un derechazo como mi primo Carlo me enseñó.

 

Su cara se volteo.

 

Me dolió la mano pero esos montoneros me agarraron y comenzaron a golpearme, en el estómago y el rostro.

 

Mey trato de meterse pero ellos la sujetaron para que no interfiriera, mientras me golpeaban solo pedía que no la tocaran a ella.

 

Terminé en el suelo con sangre saliendo de mi boca y sin un peso incluso se llevaron mis zapatos.

 

Comenzamos a caminar por la calle de regreso a mi casa.

 

Ambos estábamos muy tristes y desconsolados.

 

En cuanto llegue a casa mamá salió corriendo hacia mi.

 

–Mi amor, ¿Qué te paso?- me preguntó mientras me revisaba mis herida.

 

–Estoy bien mamá!- dije. Pero su rostro de preocupación no se iba.

 

–Abraham, ven!!- le gritó a mi padre el cual salió y en cuanto me vio me analizo de pies a cabeza.

 

–Lo golpearon unos mastodontes!- dijo Mey y yo le tape la boca lo menos que quería era preocupar a mis padres.

 

–¿Mamá, puedes llevar a Mey a su casa?- pregunté y ella sintió.

 

–Adiós Adrián!- dijo ella quien comenzó a caminar a la par de mis madre.

 

Mi padre me llevo a su estudio y saco un botiquín, reviso mis heridas del pecho y después mi rostro, dolía pero le dije a papá que no me dolía.

 

Me dio medicina para el dolor y limpio mis heridas.

 

–¿Qué fue lo que pasó?- me preguntó.

 

–Papá!- su mamá necesita dinero para pagar su colegiatura, tiene dos trabajos y debe dos pagos del colegio, no quiero perderla.

 

Comencé a llorar, con mi padre es el único que no me da miedo mostrarme tal cual soy.

 

–Adrián no puedes resolverle la vida.–

 

–Contrata a su mamá en el hospital, págale más que a otras empleadas, yo te pagaré parte de su sueldo!- dije y el me vio por un momento con los ojos muy abiertos.

 

–¿Adrián de donde piezas sacar dinero?.

 

–Hazme un pagaré, te pagaré cuando cumpla la mayoría de edad y pueda reclamar la herencia de mis padres y de mis abuelos – dije y el sonrió.

 

–Bueno!- dijo.

 

–En verdad papá!- sonreí y me dolió el labio pero brinque de emoción y me dolió el estómago.

 

–¿Podrías estar quieto solo por un instante?- me preguntó el y yo asentí.

 

–Solo por un minuto!- dije y el sonrió.

 

–Papá, le llamaré a Mey para que mañana mismo vaya a tu hospital a hacer una cita

 

–No, su mamá no trabajará en el hospital!- dijo papá.

 

–¿Entonces donde?- pregunté.

 

–Nos mudaremos a una casa más grande, Adrián tus hermanos quieren sus propios cuartos y tengo que ir buscar una casa con muchos cuartos por lo menos 8 cuartos, y bueno, tu mamá con las grabaciones y los niños casi no tiene tiempo así que una empleada doméstica le caería bien, le pagaré muy bien más que lo que gana una de mis empleadas en el hospital y podrá ella y su hija irse a vivir a la casa con nosotros, pero Adrián tu pagarás la mitad de su sueldo, cuando seas mayor de edad deberás pagarme.

 

–Lo haré papá, gracias.– el me hizo firmar un documento el cual no leí por qué confío en mi padres pero el sabe que me gusta tener todo registrado en papel, como mi acuerdo de noviazgo con Mey y mi acuerdo de rompimiento que aún no hemos firmado.

 

–Adrián consígueme su número de Carnet de la escuela para pagar los dos meses de colegiatura de Mey.

 

–Si papá. –Me quede un buen rato hablando con mi padre hasta que me dio sueño y me dormí en el sofá, cuando desperté ya estaba en mi cama.

 

 

 

¿Que está pasando conmigo?

Me dolía todo el cuerpo pero mamá me ayudó a cubrir algunos de mis golpes. 

A la mañana siguiente fui a la escuela, mientras caminaba por los pasillos todos me miraban de pies a cabeza, unos se reían de mí. 

“Eso le pasa por tonto”

“¿Ya viste que el adoptado está golpeado?”

Entre otros comentarios a los cuales no les presté atención. 

–¡Llegaste!- Mey llegó a mi lado y me abrazó. 

–Hey no me abraces, me duele todo el cuerpo!- dije y ella se alejó de mí. 

–Perdóname.!- dijo agachando la cabeza. 

–¿Por qué estás tan feliz?- le pregunté, a pesar de que trate de hablar con ella ayer para contarle la noticia de que no dejaría la escuela su teléfono no paraba de decir línea suspendida. 

–Tu papá y tú mamá fueron anoche a mi casa?- 

¿Cómo supieron donde vive?

–¿Fueron pregunté?– por incrédulo

–Si, quita esa cara Adrián recuerda que tu mamá me llevo a mi casa ayer así que así supieron donde vivía!- 

–¡Había olvidado eso!- dije con una ligera sonrisa de lado. 

–Adrian dice tu mamá que tú siempre ordenas en tu casa.– ella comenzó a reír y me quedé viendo lo hipnotizado 

–No es así, o por lo menos no lo siento así!- dije recordando todas las veces que me he salido con la mía, que son muchas así que termine de recordar hasta mis 6 años.

 

–Adrián tu papá le ofreció trabajo a mi mamá, dijo que en dos meses se mudarán de casa y que quiere que nos vayamos a vivir con ustedes, estoy muy emocionada, además ya pago mi colegiatura, más no es todo, pago los recibos trazados de mi casa y tu papá es increíble tu mamá es hermosa.– 

Estaba molesto, yo quería darle la noticia a Mey primero.

–¿Qué tienes Adrián?– me preguntó ella. 

–Nada!– dije molesto y comencé a caminar a mi salón. 

–Adrián!!- ella corrió detrás de mí. 

–Que?- 

–¿Por qué estás enojado?- ella me agarró fuerte de brazo y después me tomo la mano, yo solo vi su mano entrelazada con la mía y mi corazón comenzó a latir muy rápido, antes cuando éramos novios ella me tomaba la mano y no latía así. 

–No estoy molesto!- quite mi mano de ella muy rápido como si me fuera a pegar alguna enfermedad contagiosa, es muy raro, no quiero que mi corazón lata tan rápido. 

–Entonces dime qué te hice?- dijo ella y agachó la cabeza, con mi mano y levanté su mentón. 

Ella me vio y me di cuenta que sus ojos son más bonitos que los míos, sus pestañas son lindas, su mejilla rosadas y sus labios… 

“Adrián” me metí unas cachetadas mentales para dejar de verle los labios, ya que los míos comenzaron a palpitar lentamente como cuando se me antoja un chocolate y no me lo como, como cuando lo quiero con todas mis fuerzas y no puedo comerlo, por qué ya es medianoche y las tiendas están cerradas ¿Qué es esto?. 

–Adrián!- ella se alejó de mí dando unos pasos atrás y estaba colorada. 

–¡Por qué estás tan roja, pareces una manzana!- dije y ella se puso aún más colorada. 

–No es verdad no estoy colorada!- dijo ella tocando sus mejillas hasta las orejas tenía rojas, se miraba hermosa y tierna a la vez. 

–¡Ya vamos a clases!- dijo ella caminando a paso rápido al salón. 

Yo me quedé parado viéndola marchar. 

“Tonto ve con ella” me regañe a mi mismo y salí corriendo. 

“Nunca dejaré que una mujer me manipule” me dije a mi mismo en forma de burla. 

Pero me ignore y la agarre de la mano. 

–¡Mey!- ella volvió a verme. 

–Que?- 

–Estaba enojado por qué quería ser yo quien te diera la noticia y ser el primero en ver tu reacción, incluso te llamé. 

–Podemos hacer como si tu padre no hubiera ido a mi casa y me dices, vamos Adrián. 

–Ok, como comienzo?- pregunté por qué no entendía del todo que rayos hacíamos. 

–Puedes decirme: Mey tengo algo que decirte!– sonreí y asentí. 

–Mey tengo algo que contarte, es sobre tu mamá!- dije y ella estaba muy bien en su papel si fuera actriz le darían el protagonismo. 

–¿Qué? Adrián le pasa algo a mi mamá, debería de ir a verla?- ella hizo como que iba a salir corriendo y la agarre de la mano. 

–No, no linda tu madres se encuentra bien, algo pasadita de peso pero está bien!- dije y ella me dio un golpe en el pecho. 

–¡Duele!- dije quejándome aún me duelen un poco los golpes. 

–Deja de decirle a mi mamá gorda y mejor dime qué le pasa a mi mamá, me estás preocupando!- ella estaba muy molesta que parecía muy real. 

–Mi padre, quiere ofrecerle trabajo a tu mamá, he incluso quiere pagarle muy bien, Mey ya no vas a tener que dejar el colegio. 

–Queeeeeee?!!! –Ella grita y brinca de la emoción. 

–¡Mey!- Esta niña está loca como mi madre.

–Adrián ya no voy a dejar el colegio que emoción. 

Los dos nos abrazamos y comenzamos a brincar como locos. 

Después nos detuvimos en un buen abrazo, mi corazón latía como loco qué creí que se me iba a salir del pecho, después ella me dio un beso en la mejilla y salió corriendo. 

Sentí que mi rostro se ponía muy caliente, nunca ninguna niña me ha besado, ni en la mejilla y ella me acaba de dar un beso. 

Me sujeté de la pared para no caerme y me presione el pecho, esto me dio más energía que una barra de chocolate.

Amo los chocolates así que compararla con ellos es poco, ella es mejor que una barra del mejor chocolate. 

Salí corriendo al salón. 

Me fui a mi asiento y la vi y ella me vio sonreímos y después me pasó un papel. 

“Gracias se que tú se lo pediste a tu papá el lo dijo ayer… Te quiero.” 

Dios moriré joven. 

Trague saliva y voltea a verla ella ya estaba viendo hacia el pizarrón

 

Entonces Robinson se acercó y me quitó mi nota. Robinson es el bravucón mayor, es el típico niño que busca pleito hasta por qué una mosca se le para enfrente.

La leyó en voz alta. 

–huy si te quiero– todos comenzaron a reírse. 

–¡Niños silencio!- dijo el profesor. 

–Profesor, lo quiero.–Dijo ese tonto. 

Mey se iba a para y fui yo quien se paró al final antes que ella lo hiciera, Robinson no vale la pena para que ella se meta en problemas . 

–Regrésame eso. -- dije apuntando a la nota que estaba entre sus manos. 

–No. 

–    Que me lo devuelvas. 

–El enamorado cree que no tenemos derecho a saber quién lo quiere!- dijo ese tonto. 

–A ti que te importa!- dije me acerque a él para quitarle la nota pero como es más alto que yo solo estiró la mano y ya no la alcance. 

–Devuélvemela Robinson o no respondo!- dije y él se río, me le lance encima como búfalo que lo hice caer al suelo, me subí arriba de él y le quite la nota. 

–Robinson a la dirección!- dijo el profesor. 

–Pero yo no he hecho nada, todo es culpa de Adrián. 

–No escuchaste que a la dirección ¿o quieres que te acompañe como buenos amigos?–Dije con un sonrisa. 

El profesor me hizo señas de que me sentará y guardara silencio. 

–Pero profesor, yo quería escoltarlo, ¿Me da permiso!?- dije sonriendo

–Adrián. –El profesor negó con la cabeza. 

–Esta bien.–Camine a mi asiento. –Lo siento Robinson intenté acompañarte como buenos amigos pero el profesor no quiere, no te vayas a perder, ¿alguien tiene un brújula para que se hubique este tonto?– 

Robinson estaba que ardía de rabia pero no me importo, saque mi libro en la página que el maestro había escrito en el pizarrón y me quedé como si nada hubiera pasado. 

Mey me miró y yo le sonreí. 

Las clases pasaban y pasaban hasta que llegamos a la última. 

–¡Chicos quiero que conozcan a su nueva compañera!- dijo el profesor y por la puerta mire entrar a Peny, la cara de Mey se puso de muchos colores.

–¿Qué hace ella aquí?- preguntó Mey y agarró mi mano, es obvio que su padre no tiene para la colegiatura de Mey pero si para la de Peny, ambos nos quedamos en silencio mientras los otros niños la miraban y le decían cosas lindas, Peny es linda pero Mey es más, los ojos de Peny son Negros mientras los de Mey sin azules un azul hermoso no como el mío, Peny es castaña pero me gusta más el negro del cabello de Mey es como si estuviera en una noche sin luna y estrellas, me encanta, brilla mucho y es sedoso, Peny tiene hoyuelos dicen que esas cosas se ven lindas pero en ella no, parece que le encajaron un lápiz en ellos y muy profundo, Mey también tiene hoyuelos pero los de ella son lindos no son tan pronunciados, Peny está pecosa mientras que Mey no tiene ni una sola peca, eso sí me gustó, sus pecas son lindas, pero ella se maquilla la boca para que se le vea roja sin embargo los labios de Mey son lindos y antojables así sin maquillaje. ¿Qué?

Voltee a verla y negué con la cabeza. ¿Qué está pasando conmigo?

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