Bailaba con su traje platinado, esparcía pequeños brillitos sobre el suelo que resplandecían con la luz de la luna. Hacía girar pequeños aros en su cuerpo y los juntaba, hacía uno y luego se dividían en cinco, se movían por todo su cuerpo. Los niños aplaudían, ella sonreía. Veía a lo lejos a los padres y un montón de gente elegante sobre un larguísimo pasillo, que daba a una gigante mansión color blanco; conversaban en voz baja sosteniendo un trago, algunos iban y venían de la mansión.
-Eres muy bonita- le decía una niña pequeña de no más de cinco años.
Nikki le esbozaba una sonrisa, y acercándose detrás de su oreja, le hacía aparecer una pequeña flor.
Sentía muchos aplausos de pequeñas manitos.
...-¡Guau que genial es!-...
Ya estaba por terminar su show, llevaba más de una hora bailando y entreteniendo a los hijos de toda la gama corporativa mexicana. Ella era Rusa, nacida en Moscú, pero a los siete años se fue con Edward a México. No quería estar allí junto a toda esa manga de ineptos coludidores, pero Edward, se lo había pedido como un favor; también era su asistente y ahora iba viajando a Rusia, le había dicho que tenía asuntos importantes que tratar y ahí estaba ella, en la mansión de la familia Mercado; entreteniendo a esos pequeños que heredarían Holdings completos y no tenían idea.
Estaba sola sin el apoyo de su amado asistente, mientras jugaba con monedas de plata entre sus dedos, las hacía girar, aparecer y desaparecer, pensaba en todo lo que quedaba por ordenar, ya que se había traído sola un baúl lleno de chucherías.
El show final se acercaba, cubría con una seda azul brillante un amplio espacio del escenario y hacía aparecer un hermoso unicornio. Ella acariciaba al animal y le montaba, finalmente se retiraba ante los asombrados niños que gritaban eufóricos aquel último show.
...-Nikki la maga! Es fenomenal!-...
...-¡Nikki quiero ser como tú cuando grande!-...
...-¡¡¡¡Es un unicornio!!!!-...
Seguía escuchando los aplausos de los niños ya tras el escenario.
-¡Esa fue, Nikki la maga! Un fuerte aplauso!- decía el animador.
Al fin todo había terminado, suspiró, miró a su alrededor y vio en el suelo un sin fin de accesorios, comenzó a ordenarlos en el gran baúl que había traído. Los niños se habían dispersado por la gran mansión y se encontraba sola en el lugar.
De pronto desde el gran pasillo pudo ver a un hombre tremendamente atractivo que vestía traje, estaba hablando aparentemente solo.
-No, no quiero, ¿Cómo le digo que no? - el chico caminaba en círculos, nervioso - ni siquiera me interesa...-
El sonido de su celular le interfirió. Era un número desconocido.
-¿Mande?-
-Señorita Nikki, hablo en representación de la familia Mercado, si pudiera ingresar a la mansión para que le entreguen sus honorarios, además el señor Mercado, quiere felicitarla por su espectáculo-
-Bien, voy de inmediato-
Pasó caminando entre cientos de personas elegantes, con su traje y pintura platinada, adoraba hacer shows, pero no para la gente de alta alcurnia. Sentía que le miraban por el hombro, bebían, fingían no tener nada que ver con ella.
-gracias por entretener a mi hija- dijo un hombre.
-No hay de qué- dijo ella a medida en la que caminaba.
Un mesero se acercó y le ofreció canapés, sacó tres distintos y mientras los probaba volvió a ver a aquel muchacho de traje de hace un momento. Conversaba con una chica de cabello negro y melena. Una melena perfectamente lisa y bien cuidada.
-Claudia, no es el momento- le dijo.
-León, lo anunciará tu padre, no seas así-ella le arreglaba la corbata y le hacía un pequeño cariño en la barba.- además nuestras familias esperan el consorcio Santander-Mercado, - hizo una pausa y se distrajo con una muchacha que estaba a su lado- ¡Rosita! ¡Ven retoca mi maquillaje!-
El chico se escabulló entre la gente y se cruzó frente a Nikki.
-... Que linda...- dijo en voz baja, aparentemente impresionado, la siguió con la mirada, era elegante y liviana para caminar, le gustaba su traje, como brillaba, parecía una pequeña estrella danzante. Le siguió, tomó una copa de champagne de las que llevaba el mesero y bebió un poco, ella comía con lentitud y buscaba algo con la mirada.
-Señorita Nikki- vio como se le acercaba Matilda, la representante legal de la familia- Tenga, estos son sus honorarios-le entregaba un sobre blanco-por favor, quédese por aquí, el señor Mercado dará un aviso en breve y junto con ello le dedicará unas palabras-
-bien- dijo suspirando y a la vez que sostenía el sobre en sus manos, buscó un pequeño espacio cerca de un ventanal para esconderse entre la gente.
León vio pasar a un camarero y tomó ágilmente otra copa de champagne y se la llevó.
-Me encantaría hacer un brindis contigo- le dijo.
Ella alzó la mirada para verle, nunca había visto unos ojos más lindos-... ¿Tienes los ojos grises?- le preguntó.
A él le cautivaron sus hermosos ojos azules y sus rasgos rusos. Ella le miraba fijamente, impresionada como una niña pequeña. Al mismo tiempo que le recibía el trago.
-Se me destiñeron con la piscina- bromeó.
- ¿En verdad?- le dijo sorprendida.
León se largó a reír- sí- le decía entre risas- debes cuidar ese hermoso tono azul de los tuyos-
-No voy a una piscina hace años- dijo mientras se movía un mechón de pelo tras el oído.
-... Así que tú eres Nikki...-
-sí, ¿y tú quien eres?- bebió un sorbo de champagne.
-Soy...- el ruido del altavoz les interrumpió.
...El señor Mercado hará un aviso importante, por favor vayan a las mesas asignadas por apellido. ...
Él no dejaba de sonreírle, de pronto un chico le tomó por el hombro -León ven, deja de payasear Claudia te está buscando- le empezó a jalar, pero él no quería irse de ahí.
Nikki se pudo dar cuenta que su rostro se volvió triste apenas escuchó aquel nombre. -Discúlpame... encantado de conocerla señorita Nikki, espero que disfrute la cena-
-¿Cena?- pensó, ella no estaba invitada a esas cosas, le hizo un gesto con su copa y vio como aquel muchacho tan atractivo era llevado casi a rastras.-Es muy guapo- dijo, mientras le miraba de lejos.
La invitaron a sentarse en una mesa redonda con gente desconocida, vio frente a su plato una hermosa ensalada con carpaccio de salmón y alcaparras. No era mala idea cenar gratis. Le sirvieron vino en una hermosa copa.
...-Atención el señor Mercado quiere decir unas palabras ante todos, su atención por favor -...
La gente del lugar guardó silencio y vio como a lo lejos se puso de pie un hombre canoso de unos 60 y tantos, muy bien vestido, con un semblante impecable, tomaba el micrófono con elegancia.
-Queridísimos amigos y contribuyentes, me honra su presencia para anunciarles el compromiso de mi hijo León Mercado con Claudia Santander, hija de mi compadre y socio mayoritario Ricardo Santander. Estamos muy felices de esta unión que traerá históricos beneficios a nuestro Holding.-
Todos los rostros se posaron en los miembros de la mesa donde estaba aquel hombre, la muchacha de la perfecta melena y el hermoso chico que le acababa de saludar; se ponían de pie a dar un pequeño saludo.
-Es una lástima que se vaya a casar...- decía Nikki, mientras se tomaba su vino de golpe. Todos aplaudían.
-... Y antes de proceder a finalizar esta intromisión, me gustaría agradecer a la señorita Nikki Zokolova, quien debutó hoy en el show de magia-
-Espléndido espectáculo- dijeron por ahí.
Extendió su copa hacia la mesa donde estaba la muchacha y sintió como todos miraban hacia ella.
...-Salud-...
Nikki fingió una sonrisa, sintió los aplausos y quiso que pronto terminase aquella farsa.
-Y dicho esto, espero que disfruten la cena-
Se dispuso a comer, alcanzó a ver como aquel hombre hermoso que estaba en la mesa del señor Mercado, le miraba en todo momento. Se puso algo coqueta con el vino -en verdad es una lástima que se vaya a casar- suspiró.
Ya después de cenar se escabulló entre la gente excusándose que iba al baño y algo mareada regresó a ordenar sus cosas, cuando tenía listo su gran baúl, comenzó a tirar de él para sacarlo del gran patio, hizo una pequeña pausa en el escalón del pasillo.
-¿Por qué nadie está ayudándote?- vio como León Mercado tomaba el baúl y lo levantaba con mucho esfuerzo -Cielos, esto sí que pesa ¿Qué llevas acá?-
-es un secreto- le dijo, mientras le miraba detenidamente.
-¿Te estás llevando el caballo...?-
-¡¡Claro que no!!- se sonrojó
Él se volvió a reír -¿quién pasará por ti?-
-Nadie-
-¿Tu novio?-
-No, no tengo...-
-¿Cómo te irás entonces?-
-Es simple, así como llegué, me iré- le sonrió y tomó el baúl, le puso sus rueditas y comenzó a caminar.
-aguarda...- le jaló del brazo con suavidad. -Yo lo llevaré, no está bien que hagas tanta fuerza-
Ambos salieron de la mansión.
-...si quieres te puedo llevar en mi auto- le dijo, al fijarse que eran cerca de la 1 de la madrugada y no pasaban taxis.
-No te preocupes, además eres un hombre comprometido...no deberías estar a solas con una chica-
-... Lo dices como si fuera un psicópata o algo...-
-esperaré un taxi, gracias-
-... solo quería buscar un motivo para salir de aquí... - le dijo con tristeza.
Ella le miró un momento, le parecía tan guapo que le daban ganas de hacerle alguna caricia para animarlo.
-¡León!-
Escuchó la voz de una mujer, ambos voltearon y pudieron advertir que Claudia Santander aparecía en la entrada de la residencia.
-¿Qué haces aquí?- le dijo mientras miraba despectivamente a la joven maga.
-La acompaño mientras espera un taxi...-
-pff... dile a un mesero que lo haga por tí, la gente está preguntando dónde andas-
-ya iré...-
-bien, vuelve pronto, le pediré a un mesero que venga en tu lugar-
-NO- dijo firme y molesto - yo me haré cargo-
-Ay, como gustes osea...- la chica se dio media vuelta y se perdió de la vista de ambos.
-...es tu novia, no deberías...- él tomó el gran baúl y lo llevó en los hombros. -ven, sígueme-
Lo llevó hasta un BMW blanco -sube, te llevaré a tu casa, si te ocurre algo no me lo podría perdonar-
-gracias...-
La luna aún brillaba en el cielo, estaba a punto de esconderse en el horizonte. El vestido de Nikki resplandecía y su largo cabello rubio se agitaba al viento, la noche era cálida.
-Nunca me había subido a un auto sin techo-
-¿Te gusta?-
-es raro... debes tener muchos autos-
-solo tengo este-
-¿y cuándo llueve?-
El muchacho apretó un botón y en un semáforo se quedó viendo como la muchacha se sorprendía al ver el techo aparecer desde atrás.
-Eres muy tierna- le dijo y retomó la conducción.
Ella le miraba fijo, lo encontraba tan guapo que le llegaba a molestar que estuviese comprometido -¿Qué se siente ser millonario?- quiso saber.
-Mañana...-
-¿Mañana?- le miró sin entender
-Mañana te invito a desayunar y te explicaré lo que se siente ser millonario-
-No, no... estás comprom...- él la calló con un dedo sobre su boca.
-Llegamos- se bajó y la ayudó a bajar, tomó el gran baúl y se lo entregó. -¿vives en un hotel?-
-es un apart hotel, es de un amigo de Edward-
-¿Quién es Edward?-
-Mi mánager, asistente y mayordomo- sonrió
-Nikki...- le dijo con tristeza- desayuna conmigo mañana, quiero seguir hablando contigo...-
-No debería... tú...-
-seamos amigos... ¿Podemos ser amigos?-
-sí...- dijo mirándole algo insegura.
-debo irme... pero te contactaré mañana- se volvió a subir al auto y desde arriba le dijo -¡alimenta a ese caballo cuando llegues!-
Nikki se sonrió -El caballo quedó en la mansión, no me calumnies!-
-yo lo alimentaré por tí-
se alejó y ella entró al elegante edificio.
¿Si no le di mi número, cómo me contactará?- se preguntaba, una vez estaba acostada lista para dormir.
-Nikki despierta-
La movían, pero estaba cómodamente durmiendo. No cedía ante los llamados telefónicos, ni ante la presencia de Teresa, su mejor amiga y asistente personal.
-Vamos Nikki, tuve que venir hasta acá, tienes una reunión importante hoy-
-Hoy no tengo reuniones- dijo cubriéndose más con las mantas-
-Claro que sí, llamó muy temprano León Mercado y dijo que tenía una reunión contigo a las 11 y ya son las 9 y media y aún no te levantas!!!-
-¿Dices León Mercado?- dijo sentándose en la cama.
-él mismo...- suspiró.
-¡Teresa! Y viniste personalmente a verme!- le dijo mientras se lanzaba hacia ella- ¡qué alegría verte!-
-eso es porque te llamé diez veces y me preocupé- abrazaba de vuelta a su amiga.- vamos levántate, pondré la cafetera-
-No la pongas!- dijo mientras se levantaba y se metía al baño- desayunaré con ese chico- decía mientras daba el agua de la ducha y se alistaba.
Teresa se quedó mirándole impresionada -¿Es un desayuno tu reunión?-
-Eso es lo que él me pidió- dijo mientras ingresaba a la ducha
-Hoy en la radio todos hablaban del compromiso de ese hombre ¿No estará coqueteando contigo cierto?-
-No lo sé, me preguntó si podíamos ser amigos-
-Nikki! sé cuidadosa, si te ven mucho con él la prensa va a saltar...-
-ya sé, solo es un desayuno-
-Por cierto...- dijo en voz baja- llamó Liosha, dijo que te extraña-
Pero Nikki no pudo oír por el ruido de la ducha.-
Teresa dio un pequeño paseo inspeccionando el cuarto, vio la peluca rubia que usó su amiga y la ordenó y peinó, la dejó sobre una cabeza de maniquí, ordenó un poco algunos maquillajes que estaban regados por el tocador y dobló la ropa que había usado la noche anterior.
-¿Usarás la peluca?- le preguntó, al verla salir de la ducha.
-humm creo que no, como dijiste la prensa puede andar tras él y no quiero que involucre mi carrera-
-¿Entonces es una cita?-
- solo vamos a desayunar, no seas tan extrema- Nikki se vestía cómodamente con unos jeans, zapatillas y un poleron con dibujos que dejaba ver medio hombro. No buscaba serle llamativa, ni que pensaran así de ella si le veían con él. Se sentó en el tocador y Teresa comenzó a peinar su suave melena negra con toques grises, se puso sus aros en las orejas y se maquilló con los labios rojos y algo de negro en el contorno de los ojos.
-Es mejor que le diga a ese chico como soy en verdad, estoy segura que se encantó por mí yo artístico- lanzó una pequeña risita- ¿sabes que tiene los ojos grises?-
-¿Grises?- dijo Teresa algo distraída- nunca lo he visto de cerca-
- su futura esposa es toda una creída-
-típico de la alta alcurnia- rio- Nikki, ya debo irme, tengo que trabajar en la propuesta para el show de los niños con cáncer, ten aquí tienes los datos de la reunión con Mercado- le dejó un papel sobre la mesa del tocador.
Nikki le miraba desde el espejo-gracias, te quiero Teresa, ve y haz el mejor informe!-
-Claro que sí- le abrazó y se retiró.
Nikki terminó de arreglarse y salió rumbo al lugar seleccionado por el muchacho.
Una vez allá le vio sentado vistiendo un largo abrigo negro, usaba traje nuevamente, el chico miraba su teléfono sin percatarse que Nikki se había puesto frente a él. Hizo algo de ruido moviendo la silla para sentarse, él la miró en ese entonces.
-Disculpe, pero estoy esperando a alguien- le dijo fríamente.
-Eso le llamó la atención- no había sido capaz de reconocerla sin peluca, encontró divertido hacerle un pequeño juego-¿Una tipa de cabello rubio tal vez?-
-¿Cómo lo sabe?- le miró interesado
-Es un secreto- le sonrió.
Él la miró serio, y luego se quedó mirándola como atontado -¿eres Nikki?-
-ajá- dijo, mientras se acomodaba en la silla- ¿Cómo estás? chico millonario y farandulero-
-¿Farandulero?- Le entregó un menú- pide lo que quieras-
-gracias-
-¿Por qué farandulero?- le miró divertido.
-Porque todos hablan de tu compromiso-
-No digas nada, no quiero saber- dijo nervioso, miraba para todos lados- ¿elegiste algo?-
-hummm a ver...¡sí!-
Hicieron el pedido y se miraron un instante en silencio - es... Lo peor que me pudo haber pasado...- dijo con la mano sobre el rostro.-yo nunca...- suspiró.
Nikki le extendió un cigarro de su cajetilla - Lo necesitas parece- él le recibió, ella le convidó fuego y ambos fumaron.
Les sirvieron el pedido a la mesa. León de pronto comenzó a mirar con más atención lo que ella había pedido y empezó a enumerarlo.
-cheesecacke de maracuyá, tartaleta de frutas, sándwich de aguacate con huevo pochado, galletas, jugo y café, vaya Nikki, en verdad me alegraste el día-
-Tengo que aprovechar, no todos los días conoces a un millonario que puede quitarte estos antojos- apagó el cigarro y comenzó a comer.
León miraba su aburrido pedido, un café cortado con unas tostadas con queso y jamón. Tomó el tenedor de su mesa -¿Puedo probar de eso?-
-¡Claro!- le vio sonreír al comer, grabó en su mente aquel gesto.
-Señorita, me trae una tartaleta- dijo él- ...me da vergüenza pedir dulces cuando vengo aquí solo- apagó su cigarrillo y se quedó mirando a Nikki, que le miraba sorprendida.
-¿No disfrutas tus desayunos?-
-No disfruto mi vida Nikki...- dijo triste.
-¿Por qué?-le miró intentando memorizar aquel rostro, incluso triste se veía guapísimo.
-Porque nada de esto me lo gané...-
Ella bebía jugo mientras le miraba con cierto asombro -¿y por qué no te ganas tu propio imperio?-
- por la maldita presión social...-
-asique... eso se siente ser millonario-
-me hago cargo de los asuntos que mi hermano mayor no pudo...-
-¿Qué le pasó?-
-Según mi padre... está muerto-
-Noo! ¡Que terrible! Lo siento mucho-
-No estoy convencido de esa historia, nunca apareció su cuerpo, mi padre no habla de él, y mi madre solo llora... Ya van cinco años de su desaparición-
-Pero si no eres feliz quizás deberías decirles-
-Me he esforzado por mis padres, he intentado decirles que no soy feliz... pero él cree que seré feliz si formo una familia- bebió café-
...ahora que quiere que me case con Claudia...es...es demasiado difícil para mí seguir con la farsa-
-En un caso hipotético, si fueras libre de esas presiones ¿Qué te gustaría hacer?-
-Ayudar a la gente...-
La mesera le sirvió la tartaleta y él no dudó en probarla.
Aquellas palabras le gustaron mucho, le miró con ternura -Tienes...- tomó su servilleta y le limpió- migas en tu barba-
-Nikki- le dijo serio- ven a desayunar todos los días conmigo-
-¿¡Eh!? - se puso nerviosa-¡claro que no!-
-Podría comer estas delicias si estás conmigo...-
-No!! Qué dices, solo tienes que ordenarlas -
-... Por algún motivo, a tu lado me siento más feliz-
-Quizás te sientes con menos presión... Te gustará saber que yo trabajo con niños que tienen necesidades especiales-
-Cuéntame más-
-Voy a distintas instituciones a brindar shows de magia para los niños... quisiera ayudarles de otras formas, pero es lo que sé hacer...-
-Es grandioso- dijo mientras sus ojos brillaban.
-Lo tedioso es que siempre debo presentar un proyecto y esperar varios días a que me acepten... pero los niños lo agradecen mucho-
Él se acariciaba el mentón, mientras la escuchaba.
Un hombre de lentes oscuros se le acercó al oído.
Suspiró profundamente- Nikki, veámonos mañana-
-¿Eh?-
-Salgamos dónde tú quieras, me tomaré el día para ti-
-eh... qué... ¡qué dices!-
-Vamos, ¡no te vas a arrepentir!-
-Pero... estás comprometido...-
-lo sé, pero no lo tomes como una cita, tengo pensado algo que quizás te guste, aunque aún necesito trabajar en ello y debo hacer algunas averiguaciones -
-Bueno, está bien...-
-ahora debo irme...-suspiró- ¿Te enojas si me voy antes que termines todo eso?-
-Ve- dijo mientras comía- yo aún tengo mucho que comer-
-Lo siento mucho, me encantaría quedarme aquí más tiempo, pero mañana lo compensaré-
-Ve- le dijo con la boca llena
-Me gusta tu cabello negro con mechas- se levantó y junto al tipo de gafas se retiró.
-...tampoco puedo comerme todo esto- se dijo, mientras respiraba hondo para hacer más espacio en su estómago- pero, puedo ir comiendo un poco por aquí, y otro por allá-
-¿Qué estás leyendo tanto qué no prestas atención al almuerzo?- Le decía Claudia, mientras soltaba el tenedor y le miraba con cierto interés.
-asuntos míos...de negocios- le respondió sin prestarle mucha atención.
-¿Me dejarás buscar una fecha para la boda?-
-¿Ya quieres fijar la fecha Claudia?- le miró molesto, un muchacho le rellenaba la copa con vino blanco.
-Claro, es todo un evento el que hay que planear, quiero hacerme cargo de todo-
-Has lo que gustes... bebió de su copa- y volvió al teléfono- solo te pido discreción-
-¡Claro que no!- levantó la voz.-una persona como yo, debe tener la mejor boda del país.-
Todos en el lujoso restaurante miraron hacia la mesa donde ellos se encontraban. León sintió vergüenza y dejó lo que estaba haciendo, suspiró y contando hasta tres dijo- Bien, has lo que quieras...-
-Llevamos dos años juntos, es tiempo suficiente para fijar la fecha de nuestra boda-
-Claudia...no quiero saber de la boda, ¡No quiero saber de nada!- se puso de pie- Disculpa, pero me siento mal, me iré al departamento-
-Pobrecito, debe ser mucho estrés para ti, oí que has estado trabajando mucho-
-... Seguro es eso-
-Bueno cariño, hoy iré al salón de belleza ¿Te veré luego?-
-Creo que podríamos dejarlo para otra ocasión... tengo cosas que hacer-
-Sí, claro... aunque hace tiempo no lo hacemos... podría pasar a la noche...-
-... Creo que mejor hablemos por teléfono antes, todo depende como me sienta-
-Ah cierto que te sientes mal...- le hizo un cariño en la mano. -bueno- le dio un beso rápido- estamos en comunicación, te mandaré un par de catálogos, míralos cuando tengas un tiempo-
-sí-
León caminó de salida del restaurante, ya no quería seguir con eso, pensaba en Nikki y en lo libre que se veía y sentía envidia.
Prepararía un proyecto para mostrarle, se fue a su departamento y se encerró en su oficina, allí estuvo organizando unas ideas y chequeando algunos marcos legales. Él como abogado podía gestionarlo con rapidez, hizo varios llamados telefónicos y terminó por concretar su plan. Lo imprimió y satisfecho guardó una copia en una carpeta de cuero.
Se lanzó en su cama, veía toda la ciudad desde el ventanal de su habitación, ya había caído la noche y se sentía cansado. -Nikki- se dijo- me gustaría que estuvieras aquí para conversar tendidos en esta gran cama...-
Miró su teléfono y luego de dudar un instante, marcó el número de la mañana.
...-Hola habla la asistente de Nikki-...
...-¿Me podrías dar con ella? Soy León Mercado-...
...-Tengo prohibido transferir llamadas después de las ocho de la noche-...
...-¿No tienes un número directo para hablar con ella?-...
...-No, todas las llamadas pasan por mí y yo la transfiero-...
...Suspiró -Haz el intento...no seas mala. Al menos dile que quiero charlar con ella, si está ocupada o descansando yo entenderé-...
...-Bien, aguarda un momento-...
...-Gracias-...
Esperó durante un momento, y al rato le contestó Nikki:
...-León, ¿Ocurre algo?-...
...-Quería hablar contigo...- dijo aliviado, mientras se relajaba en su cama. Su voz era un bálsamo a sus problemas. -¿Qué hacías?-...
...-Solo...¿solo me llamaste para saber qué hago?-...
...-Me gusta hablar contigo...-...
...-... Bueno...estaba practicando unos shows de magia y luego me vine a lanzar a la cama. Ahora que no está Edward, puedo flojear más-...
...-Parece que ese tal Edward te explota- dijo preocupado....
...-No, claro que no. Él trabaja para mí, no es al revés. Es como mi padre, él me conoce desde antes de nacer-...
...-¿Y tus padres?-...
...-Mi mamá murió después que nací... y mi padre es un excéntrico mago que me detesta por quitarle al amor de su vida. Edward se hizo cargo de mí la mayoría del tiempo...-...
...-Y a pesar de eso estudiaste magia...-...
...-Yo lo admiraba, y trataba de imitarlo, pero él me gritaba que eran sus secretos y no los compartiría conmigo... tengo una habilidad innata por la magia, así que decidí ser su competencia-...
...-¿Y cómo fue que Edward te rescató?-...
...-No lo recuerdo mucho, sé que era el guardaespaldas de mi madre y que le prometió que si le pasaba algo, estaría cerca de mí-...
...-Que hombre más respetable es ese Edward, me gustaría conocerlo-...
...-¿En verdad solo llamaste para platicar?-...
...-¿Hice mal Nikki?-...
...-Quizás no deberíamos charlar tanto...-...
...-¿Qué hay de malo en simplemente charlar?-...
...-... Nada-...
...-De cierta forma, me hace feliz platicar contigo- se sentía relajado y cómodo en su cama- me gustaría que estuvieras aquí... ¿Quieres venir?-...
...-No, no! ¡Qué dices!- dijo nerviosa...
...-Podríamos ver una película...-...
...-León, eres un extraño aún para mí... y estás comprometido-...
...-Dios Nikki...- suspiró- que cruel eres-...
...-¿Cruel?-...
...-Me recuerdas en cada oportunidad ese maldito compromiso y piensas mal de mí ¿Te he hecho alguna propuesta inapropiada?-...
...-...no-...
...-Bien, si no quieres venir hoy, está bien... ¿Dónde quieres ir mañana?-...
...-Era en serio...-...
...-Sí, tengo una sorpresa para ti, estuve todo el día en ello-...
...-No sé en verdad dónde podríamos ir, no quiero que nos vean juntos mucho rato-...
...-¿No te gusta estar a mi lado?¿Estoy molestándote?-...
...-No, no es eso León...es porque no quiero que la prensa interfiera...tu eres alguien importante...-...
...-Tú eres la importante, yo solo soy un simple hijito de papá...de todos modos no puedes vivir temiéndole a la prensa, en algún momento Nikki, serás muchísimo más exitosa que hoy, y la prensa será algo con lo que deberás aprender a manejar...-...
...-Quizás tengas razón...-...
...-¿Te parece si vamos a la playa?-...
...-La…¿La playa?-...
...-¿Te gusta pasear?-...
...-Claro, ¿A quién no?-...
Recordó a Claudia quejándose que su cabello se desordenaba por el viento y la humedad de la playa le hacía mal
...-Déjamelo a mí, mañana pasaré por ti a las 8-...
...-¿Tan temprano?- chistó- ya son las 11 y quieres que duerma tan poco...-...
León se largó a reír
...- si, a las 8 ¿Qué edad tienes Nikki?-...
...-23 ¿por qué?-...
...-Estoy acostumbrado a dormir poco y levantarme a las 5 y media, y eso que soy 4 años más viejo que tú-...
...-¡5 y media!-gritó...
León se volvió a reír
...- sí, voy al gimnasio y luego a la empresa, si llego temprano me puedo ir temprano-...
...-... Tengo sueño...- la escuchó bostezar....
...-Bien, te libero de mi molesta impertinencia pequeña Nikki-...
...-No soy pequeña-...
...-Oh, perdón señorita Nikki-...
...-Que descanses León-...
...-Tu igual...- suspiró- buena noche...-...
Se quedó con el teléfono sobre su oído un rato, casi como hechizado por la voz de la muchacha. Antes de dejarlo en la mesita de noche comenzó a sonar.
...Llamada entrante...
...Claudia...
...-¿Qué hacías? Estaba llamando y me arrojaba buzón de voz-...
...-Hablaba por teléfono...-...
...-¿Quitaste la llamada en espera?-...
...-ajá-...
...-Estoy cerca, voy a estar allá en 15 minutos-...
...-Claudia... estoy acostado-...
...-Perfecto!, precisamente a eso voy, a pasar la noche contigo-...
Se quedó callado. No quería ver a Claudia, no tenía intención de estar con ella -Quizás debería decirle algo para evitarla- pensó- pero la conozco vendrá acá diga lo que le diga...- se resignó y dijo- Ok-
Se quedó tirado en su cama completamente resignado, fue a abrirle y por un momento sintió como el corazón le latía con fuerzas, creyó ver a Nikki en Claudia, se había cortado el cabello muy parecido a ella. La chica dejó una bolsa y su cartera sobre un diván y fue a besar a León.
-Luces cansado- le decía mientras metía sus manos dentro de la camisa del chico, comenzaba a desabotonar su ropa, pero él le quitó las manos.
-¿Gustas beber algo?-
La chica se sonrió y se sentó sobre el suave sillón blanco -bien, tráeme algo-
Fue hasta el pequeño bar y sirvió un trago de whisky para ambos.
-¿No me dirás nada por mi nuevo corte de cabello? -
-Te queda bien- le dijo a la vez le entregaba el trago- se sentó frente a ella.
La chica bebió un sorbo y se puso trás León, comenzó a masajearle los hombros y luego se acercó por detrás a besarle el cuello. -extrañaba ese aroma - dijo ella, mientras se acercaba a los labios del muchacho.
Él se sentía extraño, recién había conversado con Nikki y la había invitado a su departamento - Claudia nos habría sorprendido si ella hubiera aceptado venir...- la vio un momento y quiso pensar que era la hermosa maga, quiso imaginar que era ella la que le estaba tocando. La tomó en brazos y la llevó a su cama.
Quería que fuese Nikki en todo momento aquella mujer, por la cual no sentía ni la más mínima pizca de amor. Al menos le consolaba su melena lisa, le pasaba la mano por el cabello y la tomaba con fuerza por detrás de la cabeza en un apasionado beso.
-Nikki...- pensaba- ¿Algún día seré libre para tenerte junto a mí de esta forma?
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