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El Fruto De Un Amor Prohibido

Introducción (cuenta regresiva)

🥳 ¡Hola Mis Queridos Lectores! 🥳

Es un placer muy grato volver una vez más después de un largo tiempo desde que finalizó la novela "Me enamoré de un demonio", ahora vuelvo con la secuela y darle el final definitivo.😣

He estado escribiendo otra novela pero no dejé de lado sobre esta historia y su continuación.

Esta es una pequeña introducción para dar a conocer la fecha de inicio de la secuela.

Quizás a much@s no les gustó el final por ser abierto o quedar inconcluso y entiendo perfectamente así como respecte cada unos de sus comentarios y opiniones.

En lo personal, mi pensamiento fue que no todo tiene un final perfecto y feliz y este fue mi caso al darle ese "final", claro que tuve sentimientos encontrados y hubo un momento de mi vida que quise dejar todo atrás y no escribir más respecto a esta historia... 😥

Sin embargo, ustedes, mis Queridos Lectores me preguntaban cuándo llegaría la secuela, sí escribiría el final entre otras dudas.

Por lo tanto, me sentí decepcionada de mí misma 😞💔 por no cumplir con mis expectativas y las de ustedes; le di muchas vueltas y decidida me dije que terminaría mi novela dándole un final feliz y digno, que quizás ustedes esperan como el reencuentro de Elisa y Aish.

A decir verdad, estoy emocionada por este reencuentro 🥰 y no solo quiero centrarme en un solo personaje así que yo misma me encargaré de narrar la historia en tercera persona.

No sé si algunos sientan la historia diferente pero quiero que los personajes anteriores de la precuela estén presentes así como los nuevos que saldrán.

El nombre de la secuela será: 🖤El Fruto de un Amor Prohibido 🖤 que se centrará en Caín, el hijo de Elisa y Aish.

Seré breve sobre el trama de la continuación y es que como sabemos el final fue confuso con Elisa encerrada en un hospital psiquiátrico y con Aish en una especie de sueño profundo, por consiguiente Caín, el pequeño que quedó al cuidado del hermano de Elisa y después pasó a otra persona, ha crecido en un ambiente solitario y escuchando rumores de que su mamá lo quiso “m4t4r.”

Los años han pasado y él se ha hecho un joven serio y sobretodo guapo, llamando la atención de las mujeres. Su parecido proviene de Aish así como la misma aura dominante y autoritario. Sin embarazo, en lo más profundo de su corazón, él odia a su padre...

Cómo dije sería breve y pronto más misterios se descubrirán.💥

Mis Queridos Lectores, en serio espero contar con su apoyo y de antemano agradecer aquellos quienes han estado pendiente de mi novela y por sus buenos comentarios. 💓

Con el inicio de la secuela cerraré está egnimática historia de amor sobrenatural; espero de todo corazón me acompañen hasta el final.

Esta es una cuenta regresiva ⏳(19 días y contando) para el prólogo y el primer capítulo🥳 que se publicará el día dos de noviembre del presente año.

No me queda más que decir y me gustaría saber en los comentarios que más esperan de la secuela.

Bueno, eso es todo y nos vemos dentro de unos días. ✨💙

¡Gracias por el apoyo!

Prólogo

Julio, año 2029

En algún Hospital psiquiátrico…

En una habitación de cuatro paredes blancas con una luz tenue se encontraba Elisa con la cara pálida y sus ojos hundidos; sentada en el borde de la cama frente al doctor “misterioso” que la trataba día a día.

Ya seis largos años encerrada lo que para ella seguía siendo una tortura ya que poco a poco estaba perdiendo la cordura.

—Yo…mi pequeño Caín, mi bebé me necesita. —musitaba ella.

Una voz aguda resonó en la habitación.

—Querida Elise, ¿qué tanto balbuceas? Será

mejor que tomes tus medicamentos.

Aquel médico le dio una pastilla lo cual ella se negó a tomar.

En su interior sabía que algo iba mal desde que el médico apareció ante ella.

—N-No, tengo que salir de aquí. Yo no quise matarlo…

—Shh. Ya estás agitada Elise.

El medico cubrió la boca de Elisa e introdujo las pastillas a la fuerza.

Ella no tenía la fuerza suficiente para alejarlo.

—Debes ser obediente si quieres salir de aquí. Ha llegado el momento para que duermas "eternamente." —dijo él.

«¿Cómo? ¿Qué quiere hacerme él?», se preguntó Elisa con una expresión temerosa.

En cuestión de segundos, ella sintió sus párpados pesados y el cuerpo muy liviano.

«Aish…Caín los extraño.»

Fue su último pensamiento y quedó dormida profundamente en los brazos del médico.

—Aun no es momento para que salgas de aquí mi querida Elise. Cuidare muy bien de ti.

Una mirada siniestra se reflejaba en dicho médico que suavemente acariciaba el pelo largo y negro de Elisa.

Al mismo tiempo en el Averno…

—Inclínense y veneren a su nuevo Lord; el Gran Rey de los Demonios quien es proclamado como el Rey de las Tinieblas y el séptimo hijo del antiguo Lord Jezal.

Una introducción que empezó alentar a la multitud de demonios.

—¡Aish Aisén! ¡Su nuevo Lord del Inframundo!

De inmediato todos los demonios de alto rango e inferiores aplaudían al nuevo lord, incluyendo sus hermanos.

Solo se limitaron a observar y sin pronunciar una palabra.

Muchos admiraron a Aish mientras que otros lo detestaban por su actitud soberbia y autoritaria.

El Lord Aish se mantenía erguido con una mirada neutral ante los demás.

Atrás de él, a unos cuantos metros se encontraba una niña aproximadamente de diez años quien tenía una expresión afligida.

—Papá…

Ella quería correr al lado de su padre y sostener su mano.

—Pequeña princesa, su padre no puede verle ahora.

—Quiero ir con mi papi, no quiero estar aquí lejos de él. —musito ella haciendo un pequeño puchero.

La sirvienta a su lado intentó tranquilizarla.

—Princesa conformese con verlo a esta distancia. Su padre, bueno el Lord, está ocupado.

La pequeña no tuvo otra opción que observar a su padre.

Sus ojitos se cristalizaron ante un profundo

sentimiento que le hizo doler su corazón.

«¿Por qué papi sigue siendo distante conmigo? ¿Se avergüenza de mi apariencia?», se preguntó por dentro.

Su vestido de seda tallado de piedras preciosas llamaba la atención ante las miradas furtivas de los demás, incluso quien cuidaba de ella, creía que crecería mimada.

Creyó que su vestido no era el mejor a la vista.

La sirvienta no pude evitar sentir “lastima” por la hija del Lord Aish.

—Ejem. Tu padre a partir de ahora estará más ocupado y a tu edad debes entender que estarás sola.

Las palabras que escuchó no podrían ser más hirientes.

La pequeña princesa se mordió sus labios.

—Mi papi es mi todo pero, ¿yo que soy para él?

Una pregunta vaga que no tendría respuesta.

...ΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩ...

En ese mismo año y mismo mes, Alan perdió a su esposa, madre de la pequeña Marisol que ahora era toda una bella joven.

Alan no pudo con el dolor de perder a Natalia aparte la situación de su hermana Elisa encerrada en un hospital psiquiátrico fueron los detonantes para que cayera en una profunda depresión.

En ese entonces, él tenía a cargo a Caín quien después de una semana pasó a la custodia de la tía Julieta, llevándoselo a la ciudad…

El destino fue para aquella pareja que se juró amor eterno; un amor prohibido que fue

separado de una manera misteriosa y turbia.

Sin embargo, ese destino que ya estaba descrito se formaría una esperanza que los volvería a reencontrar.

1. ¿Quién soy?

En la actualidad…

Una mañana como todos los días, se despertó un joven con una expresión irritada a causa de los insoportables gritos de su tía quien se ejercitaba.

—Otra vez no. —masculló malhumorado.

Eran a las seis de la mañana cuando abrió los ojos, aún faltaba una hora para ir al colegio.

Él se masajeo la sien, se levantó de la cama y se dirigió al sanitario.

Enseguida se lavo la cara.

«A su edad sigue ejercitandose. Que gran espíritu

de ella.», pensó Caín.

Suspiró profundamente.

Ya era viernes y el espíritu de su tia era vivaz al contrario de él que para nada se sentía con ánimos.

Salió del baño; fue directamente a la cocina, agarro el frasco de café y se percató que era la última cucharada.

Se preparo una taza de café y al siguiente segundo, hizo una mueca ante el sabor amargo.

—Tch. De nuevo el olvide el azúcar. —murmuró.

Últimamente su memoria estaba fuera de lo normal.

Enseguida se escucharon pasos apresurados al fondo.

—¡Jovencito! Te has despertado muy temprano.

—exclamo ella.

Él torció su cuello para verla; ella tenía la ropa empapada de sudor.

—Tsk. De nuevo me despertaste a causa de tus gritos y esa música milenial. —contestó él.

—Ja Ja Ja. No es para tanto, tú también deberías ejercitarte. —le dijo su tía con una sonrisa.

Para él era la típica frase que escuchaba cada mañana. Sin embargo, Caín no pensaba en ello ya que él se encontraba en buena forma.

Suspiró en silencio.

—Yo paso.

Bebió el último sorbo del café y salió de la cocina.

—Igualito a tu madre.

Claro que Caín escuchó eso pero decidió ignorar.

«Mi mamá…¿Cómo puede asegurar que soy igual a ella? Ya he olvidado como era su rostro y ni siquiera tengo una foto de ella.»

Aunque los años pasaron, Caín se aferraba a la imagen de su madre Elisa pero sabía que ya había olvidado sus facciones faciales.

Pasó una hora y se alistó para irse al colegio.

Salió de su casa antes que su tía se atreviera a darle la bendición y con ello darle un beso en la frente. Para él ya era un fastidio que su tía lo tratara como un niño pequeño.

Debía evitarla a toda costa sin herir sus sentimientos.

Tomó el autobús que lo llevaba directamente al

colegio.

Una vez allí, cómo era esperarse y algo rutinario, las miradas furtivas de las estudiantes reflejaban el deseo que sentían hacia él.

No era nada insólito para Caín poder percibir el deseo de las chicas que fijaban sus ojos en él.

No obstante, era un fastidio.

«Un montón de niñas inmaduras.»

Se dirigió a la aula de clases; empezar con la materia de historia eran un dolor de cabeza para él.

Debía soportar para terminar el colegio como su tía le pidió en nombre de su mamá Elisa.

El tiempo era su virtud.

Mientras él caminaba escuchó los murmullos respecto a su actitud, provenientes de otros alumnos y así mismo lo apodaban: “El sombrío popular”, aunque para Caín era absurdo pero sin dejar de lado que había otro apodo, un poco más exagerado: “El demonio del colegio”, llamado así por ciertos rumores oscuros que rondaban alrededor de él.

Caín pensaba que era un apodo innecesario e ilógico.

Bueno, las clases pasaron en un cerrar de ojos lo que tenía a Caín con el humor por los suelos.

Antes que abandonará el salón, fue interceptado por un grupo de tres chicas quienes rápidamente lo miraron con cierta “timidez.”

“Otra vez no”, pensó él.

—Disculpa, mi amiga quiere conversar contigo pero le da un poquito de pena hablarte directamente así que nosotras estamos ayudando en el proceso. —dijo la chica de melena rubia con una sonrisa pícara.

Caín atisbo en el marco de la puerta la chica de tez morena, temblando de pies a cabeza.

Especuló que esa era la chica.

En particular, ese día su humor era terrible sin dejar de lado que despertó de mala gana.

Ignorando a las chicas, él se abrió paso y se dirigió a la principal.

—Oye. —gruño.

La chica rápidamente levanto la mirada con esa típica expresión tímida y coqueta.

Algunos que quedaban en el salón observaron con curiosidad.

—Si, dime. —la chica respondió con suavidad.

¿Pensó ella que sería fácil atraer a un chico apuesto como él?

¿No sabe que es apodado el demonio?

—Siempre es lo mismo, una chica tras otra llegando aquí. Estoy harto de eso. No vengas aquí mandando a tus amigas para poder hablar conmigo, deberías tener el valor de dirigirte a mí con seguridad, ¿No crees?

La chica quedó perpleja.

Caín paso de largo ignorando como los demás empezaron alardear sobre él.

“El demonio del colegio” había hecho de las suyas, frío al hablar.

Nadie era digna para él.

¿Quién sería la afortunada chica que se robaría su corazón?

Una incógnita a la deriva.

No obstante, Caín si que estaba harto de que lo buscarán con la misma estrategia.

«¿Por qué no entienden que no estoy interesado en una relación amorosa?», incluso pensarlo le causó dolor de cabeza.

Después de salir del colegio se dirigío a su casa cuando a mitad del camino, se detuvo a causa de una aparente disputa.

Los murmullos provenían de otra esquina del callejón; él fue directamente hasta allí porque percibió que alguien estaba en problemas.

Con pasos sigilosos llegó al final del callejón y atisbo un grupo de chicos callejeros, los mismos vándalos de otra escuela que solamente molestaban a cualquier que se atrevesara en su camino.

«¿A quién atormentan está vez?», se preguntó.

Caín pensó que no era de su incumbencia, por lo tanto se marcharia pero cuando uno de ellos se hizo a un lado para arrojar una mochila al suelo, el perspicaz Caín miró a una chica cabizbaja abrazándose a si misma y temblando de pies a cabeza.

Él se puso en alerta.

¿Cómo era posible que los vándalos arrinconaran a una indefensa chica?

Supo de inmediato que era una estudiante de su mismo colegio pero claro no la conocía pero tampoco sabía que se trataba de una nueva estudiante transferida.

«Cuatro intimidando a una mujer. Que ruin.»

Caín no podía permitir semejante escena.

Con pasos determinados se acercó al grupo.

—Vaya, intimidando a una chica a la vista de los demás. Claro la sociedad de hoy en día es una basura viendo como agreden a los demás y yo soy uno de ellos pero hoy no me puedo permitir ser esa basura. —pronunció Caín con un tono firme.

Enseguida, ellos voltearon a ver, confundidos por la voz resonante y gélida.

—¿Ah? ¿Quién diablos eres tú? —gruñó uno de los vándalos.

Ninguno de ellos tenían la menor idea de quién era Caín y estaban a punto de cometer un error que les costaría muy caro.

Un punto al favor de Caín.

—Ja. Eso es lo menos. Hice una pregunta, ¿Qué diablos le hacen a esa chica?

Al mismo tiempo, la chica pudo percibir una aura malévola emanando del chico desconocido que la defendía.

“De repente siento frío.”

Uno de ellos salió al frente.

—¡Ja Ja Ja! No jodas estudiante y mejor vete de aquí.

—¡Largo! No puedes hacer nada contra nosotros.

Sin duda lo estaban subestimando.

Caín soltó una carcajada.

“Ja Ja Ja.”

Sus ojos color ámbar se tornaron oscuros y la chica fue la única que lo captó.

¿Acaso era una ilusión óptica?

—No tengo ningún problema contra ustedes pero no puedo ignorar que intimidan a la chica.

—¡Ya dije que no jodas aquí!

—Solo es un simple estudiante debilucho. Acabaremos contigo en un segundo. —exclamó otro.

«Que lío. Francamente no hay opciones con estos vándalos. ¿Será otra pelea callejera?»

Fue una pregunta que se hizo el mismo, sin embargo, no era momento para pensar más así que estaba dispuesto a pelear.

Llevaba el uniforme por lo tanto se quitó la camisa.

—Sera un problema si llevo la camisa llena de sangre.

—¿Qué es lo que murmuras? Si estás listo para pelear no seas una gallina y hagas perder el tiempo.

Por otro lado, la chica se quedó como espectadora y con el alma en un hilo por el chico que la estaba defendiendo.

«Terminaré con esto de una vez.», pensó Caín.

—Cuando quieran. ¿Quién será el primero?

Una voz y expresión desafiante que se percibió en el ambiente.

Por dentro, él se sintió culpable por romper una promesa que había hecho con su tía: No más luchas callejeras.

Sin embargo…

*Zas*

El primer golpe llegó al abdomen de Caín pero no movió ni un solo músculo como si ese golpe no hubiera pasado; otro golpe más llegó bajo su espalda baja, y de igual manera, no hubo reacción de Caín.

La chica quedó atónita por lo que veía.

«Es una locura. Los tres se van contra de él.»

Ella no podía escapar ya que uno de ellos la vigilaba muy de cerca.

Volviendo a la pelea, Caín contraatacó; agarró el brazo del primer chico que tenia en frente entonces arremetió con el segundo provocando que ambos chocarán entre sí y se noquearan ante la ímpetu de Caín.

El tercer chico estaba detrás de él.

—¡Maldito! —gritó furioso.

—Ja. Inútiles. —dijo Caín con tono burlesco.

Sin más preámbulos, un puñetazo aterrizó en el rostro del vándalo dejándolo así inconsciente.

Una fuerza sobrenatural que había noqueado a los tres.

—¡Tsk! Inútiles ni siquiera pudieron contra él.

El cuarto estaba furioso; sus incompetentes amigos no hicieron nada para lastimar a Caín.

Entonces con esa ira de ver a los tres inconscientes él se apresuró contra Caín.

Rápidamente él se balanceó hacia él, golpeando su estómago.

Ambos intercambiaron un par de golpes; Caín no tenía pensado noquear al último hasta darle una buena lección.

—Tu rostro no se ve bien y estoy cansado de esto. —mencionó Caín con sarcasmo.

—Desgraciado estudiante. —refuto ante no poder contra él.

El vándalo yacía en el suelo.

—Esto ha terminado.

Caín se dio la media vuelta pero…

—Ay no. —murmuró la chica, asustada.

El vándalo estiró su brazo para sacar un bate entre los escombros; se puso de pie en silencio.

Caín parecía distraído, caminando hacia a la chica pero antes que el bate golpeará su cabeza, él lo detuvo de una manera impresionante, veloz y ágil.

Ni siquiera se tomó el atrevimiento de voltear.

El chico quedó aturdido.

Caín: —Tus manos…¿no te sirven o qué?

El bate cayó al suelo provocando un ruido estrépitoso.

Por increíble que fuera, logró que el vándalo se desmayará del susto y ante una aura asesina.

—Ah. Que desastre.

«No pelear en meses ha hecho que mi cuerpo se sienta flojo.»

Sintió un sabor metálico y era sangre saliendo de la comisuras de sus labios.

Recogió la mochila de la chica y se lo dio .

—Oye tú, puedes irte ahora.

Era cuestión de tiempo para que la policía llegará al lugar.

La chica estaba paralizada por lo que acabó de presenciar.

“Miedo y confusión” era lo que sentía.

Claro, Caín no esperaba que ella le agradeciera.

—Mm. Solo vete antes que uno de estos despierte. —dijo él.

No la miró directamente para no incomodarla más.

Estaba dispuesto a irse por lo que se dio la media vuelta para tomar su camisa y mochila.

Pero la voz temblorosa de la chica lo detuvo.

—G-Gracias por ayudarme. —ella agradeció.

Él suspiró, realmente no lo esperaba.

—Pff. No fue nada, ya puedes irte y evita caminar por esta zona.

Dio un paso pero la chica le volvió hablar.

Súbitamente él tuvo una sensación indescriptible que no pudo comprender.

—¿Cuál es tu nombre? —preguntó ella.

Sin ser consiente volteó para verla a la cara; una expresión temerosa pero difícil de leer para él.

Una chica desconocida con lentes de aspecto tímida e inteligente.

“Alguien diferente a las demás.”

—Me llamó Caín.

Tan pronto dijo su nombre, una brisa fría paso entre los dos.

Ella asentío con su cabeza y se marchó de su vista sin decir nada más.

Él creyó que la chica trataría de entablar una conversación pero la realidad fue que ella pareció huir de él.

«Que extraño. Bueno dudo volver a verla. Para mañana habré olvidado su cara.»

Él tomo sus cosas y se marchó de allí.

...----------------...

“Mi nombre es Caín, el mismo ``demonio`` en persona como algunos me llaman.

Un joven estudiante de 17 años que destaco por mi apariencia física, cursando el último año del colegio.

Mi madre Elisa quien no he podido ver en años por estar encerrada en un hospital y lejos de mi alcance y un `padre` que desconozco en absoluto pero lo más perturbador de mi vida es que no soy cualquier humano, poseo un poder sobrenatural y estoy muy consiente de ello.

Mi único propósito es sacar a mi madre de aquel lugar y averiguar quién soy en realidad lo que conllevaría saber quién carajos es mi padre.”

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