Una chica de piel bronceada y cabello negro corto se alejaba del bullicio del parque en compañía de un chico de su misma edad de piel pálida y igual cabello negro, ambos la misma estatura. Al llegar al punto donde estaban solos ella lucia bastante nerviosa él lo notaba pues jugaba con una pulsera que hace algunos meses él le había regalado, la había comprado en ese mismo parque del que se habían alejado; era tejida en un fino hilo lila con piedras negras y al final un corazón dorado, la pulsera no concordaba con el fino atuendo de la mujer, pero no la hacía ver menos hermosa.
Él recordó como ella había insistido en comprarle también una pulsera, y como casualidad del destino era una con finos hilos negros y piedras lilas y al igual que la de ella un corazón en medio
-Quiero pedirte algo -la dulce voz y mirada llena de inocencia de ella lo hicieron volver en si- se que quizá sea muy impropio de mi parte y que en tu cultura no sea correcto
-Natasha......
-Azha tu ¿Quieres salir conmigo?
-Nat sabes que eso es imposible, yo solo soy un becado y tu... Tu eres de una familia....
-¡No! No lo digas... Sabes que no me importa, yo te amo y se que lograrás grandes cosas....
-Estas cegada por el cariño que me tienes, jamas podre darte los lujos a los que estas acostumbrada -era una afirmación bastante lejana a la realidad, ella no estaba acostumbrada a ningún lujo y él mismo lo había comprobado- ahora no lo vez, pero luego te resentirás contra mi y...
-No digas eso
-Sabes que es verdad, tu no serás feliz a mi lado eres interesada y para ti es fundamental el dinero, además mírate, no eres bella en mi país, serias solo una.....
-¡BASTA BASTA BASTA!!!
Ella se quitó la manilla que tanto había adorado y la tiro en el rostro a él chico, salió de allí ya no quería verlo ¿Como pudo tener el corazón para decirle algo así? Ella le había demostrado que lo quería y que él dinero era lo menos importante. Es más, el había sido testigo de cómo ella era tratada y....
-Amor ¿Estas bien? -el hombre a su lado la miró con preocupación- ¿Por qué estas llorando?
-¿Eh? -ella miró en el espejo que siempre llevaba en el auto de su esposo, no podía creer que después de siete años aún recordará eso y peor que últimamente se le viniera tanto a la cabeza- no lo sé cariño, creo que fue mi subconsciente
-Esta bien, te veo luego ¿Cenamos esta noche? Necesito hablar de algo muy serio contigo
-Me encantaria, pero ceno hoy con mi padre y abuelo, necesitan anunciar algo....
-Muy bien, te recojo luego Nat
-Sabes que odio que me digan así, adiós cariño
Su paso firme se incorporó en la compañía de su padre, una empresa muy conocida dedicada a la construcción algo bastante masculino para muchos pero, a ella le resultaba absurdante relajante trabajar ahí, además de que le había dado cierta independencia y experiencia para su hoja de vida la cual claramente ya tenía algunos méritos, luego de lo sucedido en su adolescencia se dedico a matar su mal de amor entre libros y aprendiendo cada día más, se había destacado en tantas cosas que para ella resultaban normales, sin embargo esto había hecho que su nombre sonara en la alta sociedad no sólo por ser hija del imponente Alex Jones, si no por que absolutamente nada se le salía de sus manos y ningún hombre resistía su exótico encanto latino
Natasha Jones era una mujer frívola tanto en los negocios como en el amor, si tenía a Ethan pero todo fue por mérito de él, el se había encargado de perseguirla por todo un año hasta que ella aceptó; ella lo quería muchísimo pero, amar seria decir demasiado sobre sus sentimientos. Natasha hija de una mujer boricua muy hermosa, producto de una relación extramatrimonial del gran Jones. Ella vivió hasta sus 12 años en la cultura de Puerto Rico, claramente se había inundado tanto de eso, que, cuando su madre murió y su padre la trajo a este país; le costó mucho adaptarse a todo.
Su madrastra Edna aprovechaba las situaciones en las que Jones no estaba para humillarla, para Edna, Natasha era la prueba viviente de su infertilidad durante algunos años, ella tenía su propia hija Milena, la tuvo dos años después del nacimiento de Natasha y complacía a su hija en absolutamente todo, pese a esto y a que su hijastra era obviamente una bastarda, esta siempre acaparaba toda la atención, Natasha tenía un carisma y encanto natural.
Natasha llegó a la empresa de su padre, saludando desde quien se encargaba de la limpieza como a su padre y abuelo paterno con exactamente el mismo respeto, esto le había hecho ganarse el cariño de todos allí además que también era conocida por ser fiel a la justicia y una mujer de palabra; se centro en los negocios en realizar absolutamente todo lo que estuviera a su alcance para aliviar la carga laboral para su padre, en teoría ella era quien se encargaba de lo más complicado. No tenía ningún interés oculto, no quería quedarse como dueña de la empresa, era bastante obvio que ese puesto pertenecía únicamente a Milena; Natasha era más ambiciosa que eso y deseaba conocimiento.
El día pasó volando, cuando iba saliendo de su oficina chocó con lo que para ella pareció como un muro, callo en su trasero golpeándose bastante fuerte, un hombre le extendió la mano y la ayudó a levantarse.
-Lo lamento señorita -la voz no se le hizo conocida, eso la hizo mirar de inmediato a quien le hablaba, era un hombre de aspecto asiático como de unos 28 años- no me fije por donde iba...
-No hace falta señor, de verdad soy yo quien le pido disculpas.
En ese momento noto que el hombre estaba en compañía de su abuelo y padre, ella les miró y sonrió
-Nos vemos esta noche, padre, abuelo. Me retiro y nuevamente perdón caballero....
Ella sonrió muy dulcemente y se retiro lentamente, su cabello largo y liso era precioso. Aunque no hacía lucir toda su belleza, al salir estaba su esposo esperándola, fueron juntos a casa, desde hacía dos años y seis meses vivían juntos en un lujoso apartamento, y tenían dos años de matrimonio en los cuales habían sido profundamente felices, pero hacía tres meses el guapo esposo había estado actuando de manera extraña. Ethan era un hombre alto y delgado pero aún así muy guapo, era hijo de un reconocido dueño de un bufete de abogados y una doctora bastante reconocida. Ethan amaba profundamente a Natasha y el la había acompañado desde hacía siete años cuando la conoció en aquel hospital, la apoyo y ayudó en todo momento y claramente se enamoró de ella, él comenzó a cortejarla por todo un año y ella finalmente aceptó, él sabía plenamente que ella no lo amaba, pero, también tenía claro que sí lo quería y bastante. Él se había encargado de que así fuera.
Ambos se ducharon y fueron rápidamente a la villa, al llegar ahí eran los únicos que faltaban, Natasha colgaba del brazo de Ethan y el la miraba con profundo cariño, al entrar inmediatamente Milena salto a los brazos de Ethan, el la rechazo y siguió centrado en su esposa.
Milena siempre quería lo que fuera que tuviera Natasha y no podía soportar que sin absolutamente nada de esfuerzo ella hubiera conquistado a un buen partido como Ethan, un hombre que además de guapo era encantador y muy deseado por las damas de la alta sociedad "una bastarda no puede ganarme un hombre como este" se dijo a sí misma Milena, convenciendose de que ese hombre, como muchos tantos estaría en su cama.
La cena transcurría con la naturalidad habitual, Edna y Milena lanzaban frases hirientes o fatigantes a Natasha que siempre las ignoraba, de vez en cuando Ethan y Alex Jones intervenían para apaciguar los ánimos. Milena estaba demasiado centrada en captar la atención de Ethan, pero este como de costumbre sólo la ignoraba aunque, de vez en cuando la miraba y sonreía amablemente, algo que por supuesto no solía hacer
-Muy bien -al concluir la cena el abuelo Jones sonreía efusivamente y tomó la palabra- deseábamos posponer más todo esto, pero creemos que ya es el momento, se elegirá a la nueva presidenta de la compañía Jones mañana en la noche, habrá una gran conferencia anunciándola
-Me pregunto quién será -Edna hablaba en tono burlón- seguro tomará por sorpresa a todos
Natasha se limitó a sonreír, en seguida tomó por el brazo a Ethan "por favor, me quiero ir" Ethan sonrió y asintió, se levantó de la mesa y se despidió del abuelo y Alex
-Lo lamento, pero debo retirarme en este instante, mi esposa se siente algo mal
-Pues que la lleve un chófer -protesto con desdén Milena- tu no eres su perro guardián...
-Milena -tanto en abuelo como Alex gritaron avergonzado a la chica
-No soy su perro guardián, soy EL ESPOSO de Natasha Jones y juré cuidarla en el altar. Ahora con su permiso
Se retiraron con una elegancia característica de la pareja, y tras de ellos quedó una Milena que estaba más furiosa de lo normal
-Tranquila pequeña -Edna susurro al oído de su hija- mañana serás dueña de la compañía y Ethan Brown solo será uno de los tantos hombres que tendrás a tus pies
°°°°°°°°°°°
Al llegar al apartamento Natasha se deshiso de toda su ropa elegante y conservadora que era del agrado de su esposo, en verdad ella preferiría vestirse más libremente pero, haría cualquier cosa para complace a Ethan; se desmaquillo y vio su rostro precioso aún más sin maquillaje, pero a Ethan le gustaba que ella se asicalara muy bien diario, tomó sus píldoras y tomó una ducha rápida, dichas píldoras eran parte de un tratamiento que ambos estaban tomando para poder concebir, desde hacía unos cuatro meses querían un bebé y se habían sometido a examenes y al parecer todo estaba bien pero el bebé aún no llegaba, así que hacía una semana decidieron ambos someterse a exámenes de fertilidad.
Al llegar a la cama Natasha vio al hombre desplomado en la cama con la camiseta abierta, llevaban poco más de un mes sin estar juntos, ella necesitaba su calor y en definitiva no era una tonta que se quedara sentada a esperar que el hombre adivinar a sus pensamientos, de trepó sobre el y comenzó a besarlo con deseo; quería sentir un poco de placer y poder relajarse, ella sintió unas cálidas y fuertes manos subiendo por sus muslos y rosando sus glúteos hasta que finalmente se detuvieron en su vientre, contrario a los deseos de la mujer estas la apartaron
-Estoy cansado, tomaré una ducha y dormiremos
Natasha se quedó sentada en la cama sintiéndose tan poco atractiva como jamás pensó volver a sentirse, tomó su ropa y fue a la asotea del edificio, desde allí se podía apreciar toda la ciudad, ella solo quería estar con su esposo y por unos minutos olvidar la jodida idea de el ¿Que voy a hacer con mi vida? Claramente quien se iba a posicionar como presidenta de la compañía era Milena, y Milena y ella no podían estar en la misma empresa o terminarían matándose. Además su esposo había estado actuando muy extraño y ahora no quería tocarla, cuando antes era casi imposible que la dejara en paz.
Ethan salió de tomar su ducha y vio tendida la bata que hace minutos cubría el cuerpo de la mujer que amaba, se sentó y se recriminó a sí mismo por su actitud tan descortés "por qué mierda no puedo decirle, por qué no puedo confiar y preguntarle de una buena vez" sin más se sentó a esperarla, su espera fue en vano, ella no regresó en toda la noche y finalmente el sueño lo venció
Download MangaToon APP on App Store and Google Play