La novela que estaba de moda últimamente era "corazón humilde" trataba sobre güila Calipso, la hija de un duque reconocido, y de su desafortunada hermana zenith Calipso, a quien años atrás habían adoptado, pues era una simple plebeya.
Entre ellas dos había una pequeña rivalidad, pues desafortunadamente el emperador término enamorado de zenith y no de güila causando que la familia de güila comenzará a despreciar a zenith hasta que terminaron matándola, güila quien no sabía del tema se casó con el emperador hasta que supo la cruda verdad detrás de su familia haciendo justicia por la pequeña zenith
(eso pasa en la novela, la verdad todos se olvidan de zenith, pero tengo una pregunta, ¿por qué estoy yo aquí metida?) pensaba Lia estando sentada en el borde de la cama abrazando una de sus tantas almohadas, la habitación era elegante con una enorme alfombra de color rojo, Lia se miró las manos suspirando de forma áspera
(¡Desperté en este cuerpo!) pensó ella levantándose, dando fuertes zancadas hasta el espejo que tenía frente de ella. Su cabello era algo y blanco del color de la nieve, con unos ojos azulados pastel
_ Solo recuerdo que estaba caminando por las calles y... todo se volvió borroso —se dijo entre susurros, mordiéndose las uñas.
...... Antes de eso…...
Caminando por las oscuras calles de la ciudad, Lía miró a los lados en busca de alguna tienda cercana.
Lía había estado tan enfocada en otras cosas que incluso había descuidado sus horarios de comida, así que al menos quería tomar un café para pasar el hambre.
_ uh
lía sintió cómo la vista se le nublaba, sintiendo un fuerte dolor de pecho, cayendo en el piso. Desde entonces todo se había vuelto oscuridad.
...Ahora...
—No vuelvo a beber tantas bebidas energéticas, - dijo con tono de sarcasmo.
Lía había perdido la cuenta de todas esas veces que había descuidado su salud, simplemente golpeó sus mejillas desviándose de los malos pensamientos, pues tenía que enfocarse en su situación actual.
El futuro de la verdadera zenith estaba contado ni siquiera sabia cuanto tiempo le quedaba, suspiro e hizo una mueca de desagrado, no podía vivir escondida en aquella habitación por el resto de sus días así que se armó de valor y se acercó a la puerta de madera viendo su detallado cuidadosamente hasta que
Tomando la manija, la cual estaba fría, la hizo dudar por unos minutos, haciendo que la chica soltará la manija y volviera a sentarse en un pequeño banco frente al espejo, recargando su rostro en el mueble.
_ Esto es un fastidio, no se supone que todo sea así.
Zenith solamente era una antagonista que moría al principio de la novela, no tenía ni siquiera mucha importancia, ya que solo se hablaba de ella en las primeras 10 páginas, pero su destino seguía siendo la muerte.
_ En la novela güila y zenith son muy unidas hasta que pasa eso del amorío del emperador, claramente hubo una muerte por una tontería como esa.
Sus pensamientos en ese momento eran un mar enredoso en el cual se estaba ahogando ella sola. Quería regresar, pero no le era posible ni sabía cómo hacerlo. En un momento de silencio, se quedó dormida profundamente.
— Prométeme, que serás feliz, mi niña - dijo una voz masculina y cansada.
Lía se quedó de pie sin decir palabra alguna ante aquella figura frente de ella.
_ Lo... lo prometo, padre.
Fueron esas palabras que salieron de su boca acompañada de una sonrisa forzada, pero el hombre soltó una risa confundiendo a la chica.
_ No tienes que sonreír obligatoriamente, espero que esta nueva oportunidad, te abra nuevos caminos, yo tengo fe en ti.
_¿Nueva oportunidad?, padre, ¿de qué hablas?
Lía recordó que estaba en un cuerpo diferente, el hombre la miró con una sonrisa y comenzó a desaparecer sin darle tiempo a lía de preguntarle el porqué estaba ahí.
_¡papá! - gritó ella para llamar su atención, pero un fuerte estruendo hizo que despertara de golpe, sintiendo un ligero mareo.
_¿Cuándo fue que me quedé dormida? - pensó mientras bostezaba con la voz ronca.
La dulce luz del sol se había ido y ahora solo quedaba la luz tenue de la luna que entraba por los ventanales de su habitación. Había dormido demasiado y era extraño que nadie hubiera ido a despertarla.
_ tengo hambre... - murmuro para sí misma
zenith se detuvo de golpe tocándose el estómago mientras miraba a los lados, ni siquiera habían ido a dejarle un plato de comida, así que al parecer tenía que salir de la habitación.
_ Lo peor de todo es que parece que la casa está sola, ¿qué horas serán? —se dijo a sí misma.
_¿lady zenith?
Zenith se estremeció y se giró lentamente hacia la voz que la llamaba.
_¿s-sí?
_ Creí que estaría durmiendo todo el día, así que me aseguré de que no la molestaran —dijo aquella chica detrás de zenith
Cabello castaño, ojos color ámbar, era Flora, la dama de compañía de zenith. La chica mostraba un atisbo de preocupación en su rostro.
_¿se siente bien?
_ Ah, es que me dio hambre —-dijo zenith sonriendo levemente.
_ Oh, entiendo, ¿gusta que le preparen algo?
_ claro
Su estómago no dejaba de rugir y eso no la dejaba pensar correctamente.
_ En un momento le traen su comida —dijo Flora contenta.
_ ¡Bueno!
_¿zenith? ¿Qué haces? -dijo alguien detrás de ella.
zenith se quedó paralizada aquella voz era la de una mujer la chica se giró viendo a una chica de cabello color rubio con los ojos rojos como las piedras preciosas
Era güila. Por un momento zenith podía jurar ver qué güila la miraba de forma indiferente, pero en cuanto se giró puso una mirada inocente con una dulce sonrisa
_¿Qué estás haciendo, hermanita?
...¡Anuncio!...
Hola, bueno, quiero decirles que la razón por la que ya no seguí la novela de "yo seré la esposa del tirano" es porque vi que no iba por buen camino °^° y decidí eliminarla. Por si algún día desaparece, ya saben por qué, ¡los quiero!
Zenith no sabía si en ese momento era su mente jugándole una mala pasada.
_ Es que estaba dormida y me dio hambre.
Güila, sin pedir permiso, simplemente tomó asiento a un lado de zenith mientras la observaba con curiosidad.
_ Normalmente, sueles comer en tu habitación, ¿qué te hizo cambiar de opinión? —hizo una pausa güila por unos segundos para después decir—. Es algo agradable verte salir de tu morada.
Aunque era incómodo, zenith se sentía conmovida por la preocupación de güila. Güila la observó comer con una sonrisa y bostezó un poco.
_ Se supone que debo ir a dormir, pero últimamente no puedo por la emoción que siento.
_¿emoción?
—¡Sí, muy pronto podré conocer al emperador! —dijo con entusiasmo—. Llevó años queriendo conocerlo.
Hablando del rey de Roma, zenith simplemente desvió la mirada mientras comía y escuchaba atentamente a güila, así que desde hace años estaba enamorada del emperador. Era algo de esperarse, ya que era la protagonista.
_ ¡Seguro y hasta bailarán juntos! - respondió zenith mostrándole todo su apoyo.
El primer paso para no morir era alejarse del protagonista principal.
Después de una cena agradable, regresó a su habitación buscando lápiz y una hoja de papel en la cual escribir.
Para evitar su muerte tenía que escapar de casa, al menos tenía que tener una fuente de dinero confiable, ya que al parecer el duque no le daba dinero a zenith (tendré que buscar mi propia fuente de ingresos) pensó ella frunciendo los labios, para las mujeres en esa época era más difícil encontrar trabajo
Lo único que deseaba en ese momento era dormir otra vez, así que de un rápido jalón arrancó la hoja de papel y la tiró a la basura.
Al día siguiente zenith se armó de valor y salió de la habitación. Ninguno de los sirvientes le prestaba atención, ni siquiera le habían avisado del desayuno.
—Señorita zenith - habló Mayra, la jefa de sirvientas de la casa.
Zenith se giró y observó a Mayra con un rostro curioso.
_¿Sí?
_ Una sirvienta le llevará el desayuno a su habitación, esperé pacientemente.
Y así zenith no tuvo más remedio que regresar a su habitación, analizando el lugar. Sus vestidos eran viejos y desgastados, eran sencillos y de colores tristes.
_ señorita zenith, el desayuno está listo.
No era flora, era una sirvienta diferente, tenía el cabello rubio y pecas en todo el rostro, la chica sostenía sobre sus manos una bandeja de plata con un plato de sopa, carne y pan, pero había algo raro, la sopa era verdosa y espesa, y su olor era horrible, la carne tenía mucho jugo y estaba cruda, zenith apretó los labios al ver que el pan estaba lleno de moho
—Oye, tú —dijo zenith mirando a la sirvienta que le sonreía inocentemente.
_¿sí? ¿Pasa algo señorita?
—Esto no se le da de comer ni siquiera a un animal - dijo con voz amenazadora—, pruébalo.
La sirvienta se sorprendió, zenith nunca había sido así, siempre había sido una chica tonta que dejaba que le hicieran lo que fuera con tal de no tener problemas. El rostro de la dama se puso pálido ante la petición de zenith
—Señorita, eso es una tontería, no puedo simplemente comer de su plato - dijo con voz nerviosa.
_ Hazlo, yo te doy permiso, solo prueba lo que trajiste.
Zenith se puso de pie y se acercó a la chica tomando una cucharada de sopa. La chica sintió un escalofrío recorrer su cuerpo y retrocedió.
_n-no espere señorita.
La sirvienta resbaló cayendo sobre uno de los muebles de la habitación, soltando un grito que llamó la atención de todos.
_¿qué…?
—¡No le hice nada, señorita! —gritó la sirvienta con lágrimas en los ojos.
_¿Qué está pasando aquí?
Interrumpió Enzo, el padre de Güila y padre adoptivo de zenith. La dama que estaba en el piso no dejaba de llorar y zenith simplemente sostenía en su mano la cuchara de sopa.
_ yo…
_ La señorita zenith me empujo al piso y no le estaba haciendo nada, solo soy encargada de traerle el desayuno todas las mañanas.
Zenith se sorprendió por la mentira tan descarada de la chica frente a ella.
_¡No es verdad! - dijo zenith acercándose a la sirvienta, pero en ese momento Güila interrumpió en la habitación.
—¡Mina! - dijo Güila con voz preocupada—.
_ ¿Qué estás haciendo zenith? ¿Acaso intentas llamar la atención? Las damas no tienen la culpa de tu comportamiento infantil —dijo el hombre con voz fría y cortante—. Discúlpate con ella.
(¿Qué?, ni siquiera me van a escuchar?) Pensó ella frunciendo los labios con frustración, pero no iba a permitir esa injusticia.
_¿Pedir disculpas? ¿No debería ser ella quien pida disculpas?
_ Tú…
_ ¿A quién, por mucho que lo odies, se le sirve comida que ni siquiera los animales se atreverían a comer?
El duque frunció el ceño confundido y zenith tomó la bandeja de comida dándosela al duque. Era cierto, la comida estaba en muy mal estado, incluso a la distancia olía mal.
_¿Qué significa esto? - dijo confundido mirando a Mina, quien dejó de llorar rápidamente y comenzó a temblar.
_ e-eso…
_¡Mina, nunca haría eso! - dijo güila abrazando a la chica.
_ Güila, este no pudo haber sido error de los cocineros, ¿cómo explicas eso?
Guila se quedó sin palabras, no tenía con qué defender a Mina y zenith simplemente observó la escena, así que era sirvienta de Güila.
Si Mina siempre le servía el desayuno a zenith no se podía ni imaginar qué cosas tuvo que comer la verdadera zenith
zenith y güila una gran diferencia entre ellas, zenith siempre era humillada y dejada de lado por güila porque como era la protagonista toda la atención debía dirigirse a ella y no a la antagonista también contaba el hecho de que zenith no tenía sangre noble, por lo tanto, los demás no la trataban bien por no ser de sangre "azul"
Al final, güila logró convencer al duque de perdonar a Mina y el tema fue olvidado, zenith no entendía el porqué. Si nadie quería a zenith, ¿por qué la habían adoptado? Era inútil adoptar a alguien solo para tratarlo mal, esa era la pregunta que zenith se hacía desde que llegó.
_ Lady zenith, ¿pasa algo? Se ve distraída desde hace buen rato —dijo Flora, algo preocupada.
—Solo pensaba mucho —dijo ella.
_¿en el baile?
zenith se quedó en silencio. ¿Qué baile?, se preguntó hasta que la memoria se puso de su lado haciendo que su rostro se pusiera pálido (el baile de primavera del imperio, es el baile donde el emperador conoce a zenith).
_ No quiero ir -dijo ella.
_¿Qué? ¿Por qué?, pero es su primer evento especial
"Especial" zenith arqueó una ceja, lo más seguro era que sería criticada y humillada como normalmente sucede, pero tenía que ir o se ganaría la ira del duque en su lugar. Podía juntar dinero y escapar de casa, pero nadie la respetaba ni la reconocían, así que no tenía chances de tener conexiones.
_ Tienes razón, Flora —-dijo zenith —. Supongo que iré
Solo tenía que evitar cruzarse en el camino de los protagonistas, a ese punto ya hasta había olvidado el nombre del emperador, lo único que estaba en su mente en ese momento era el hecho de que solo le quedaba un año de vida.
_ ¿Señorita? Su excelencia, el ex duque quiere verla en el jardín trasero.
_¿el ex duque?
Flora le explicó que se trataba de su abuelo, Dalton Calypso. Eso hizo que zenith recordara que pocas veces se mencionaba a Dalton en la novela.
Zenith bajo las escaleras y camino por los enormes pasillos que parecían eternos, en las paredes había retratos de la familia calypso, pero ninguno de ella, al llegar a la entrada al jardín trasero observo el lugar decorado con rosas de color rojo y una mesa en medio de aquel enorme jardín en la cual estaba un hombre de cabello plateado y ojos violetas, se veía bastante joven como para ser llamado abuelo y ella no podía dejar de mirarlo de manera tan obvia
_ su excelencia. - dijo zenith con voz calmada mientras hacía una reverencia
_ Zenith, vamos, siéntate.
zenith se quedó en silencio, desconocía el tipo de relación que zenith llevaba con este hombre en la novela, simplemente tomó asiento y él sirvió un poco de té.
_ Me dijeron que hoy en la mañana hubo ciertos, problemas, en tu habitación —dijo él mirando el contenido de la taza.
_ La sirvienta me sirvió comida en mal estado, ella tropezó y cayó al piso y pensaron que lo hice yo.
Dalton observó a zenith quién bebió de la taza de té. Él suspiró y tomó un sorbo.
Y tú, ¿estás bien? En ese caso ordenaré que te traigan algo de comer, debes de estar hambrienta.
_ ah, no, no es necesario, flora me llevo algo rico de comer y estoy satisfecha.
Dalton sonrió y continuo bebiendo de su te
_¿estás emocionada por el baile de primavera de mañana?
_ La verdad, no quisiera ir.
El hombre se sorprendió, pues zenith días antes parecía emocionada con el asunto del baile, ¿cómo podía cambiar tan rápido de opinión?
_¿Qué es lo que ha causado tu cambio de opinión tan rápido? —preguntó.
_ Solamente entendí que no es tan importante que sea reconocida.
Zenith sabía que en esa fiesta iba a conocer al emperador, pero en lugar de darle alegría o algo por el estilo, era como estarse condenando ella misma.
_ Comprendo, pero tienes que ir. Será una gran oportunidad para que hagas amigos, no todo el tiempo podrás estar con güila.
En ese momento, güila interrumpió la charla, poniéndose en medio de ellos.
_¡abuelo! -dijo güila emocionada- oh, zenith, mañana es el baile de primavera, espero que te pongas el vestido que escogí para ti
dijo güila sonriendo de forma dulce, mientras que el hombre acariciaba la cabeza de ambas chicas.
_¿Ves?, incluso güila quiere que vayas al baile —dijo orgulloso.
¿Güila había escogido el vestido de zenith? En la novela original zenith llevaba un vestido de color gris sencillo y sin muchos adornos. Esa noche fue la burla de todos, pues era el peor vestido confeccionado de la fiesta.
_ Ah, sí, claro… - murmuro para sí misma-
—¡lady zenith!, tiene que ir a bañarse para cenar —dijo Flora.
Después de esa pequeña charla y de la cena, zenith se dirigió a su habitación cerrando con llave, pues no quería que se volviera a repetir el mismo "accidente" de aquella mañana.
_ Dalton Calypso, se menciona muy pocas veces en la novela, quizás si le pido dinero para fugarme me ayude —dijo entre susurros.
Zenith sacudió la cabeza sacándose la idea de pedirle dinero a dalton, no quería problemas y había muy pocas probabilidades de que aceptará, sin poder conciliar el sueño miro el techo de aquella enorme y solitaria habitación, se sentía extraño por primera vez extrañaba el trabajo que tenía en su vida pasada (mi vida no estaba contada, o tal vez si)
En su cabeza aún estaban las imágenes del sueño que tuvo sobre su padre, la chica hizo leves muecas sentándose sobre la orilla de la cama acercándose al ventanal sintiendo la fría madera en los dedos de sus pies, llegando hasta el balcón la chica se recargó sobre el barandal mirando las estrellas y la luna brillar con todo su esplendor
-Si no puedo evitar esta fiesta, entonces... tendré que evitar a toda costa cualquier encuentro con el emperador.
recargo su rostro en sus brazos, mirando el paisaje bajo la luna y las estrellas. Por primera vez, se sentía impotente.
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