Esta historia comienza como toda novela romántica cliché, el protagonista Paul Leroux, ama a una chica de bajo estatus, pero es obligado a casarse con Rosalie Castelli, la segunda princesa del reino de Celestine, aunque la madre de Paul no estaba muy de acuerdo porque todos sabían que Rosalie no era favorecida por sus padres ya que solo era una hija adoptada, pero estuvo de acuerdo ya que lo que importaba era el estatus, debido a esto, Paul se ve separado de su más grande amor. Después de la boda Rosalie vive en abandonó durante 4 años, que son los que llevan casados, pues es una manera de protesta del protagonista hacia su familia por haberlo obligado a dejar a Aina Duval la mujer que en realidad amaba, Rosalie se la vive en soledad, ella no era una mala mujer, por el contrario, era una chica callada y amable, cuando le dijeron que se casaría con Paul estaba feliz pues ambos se conocían desde la infancia, así que no sería obligada a casarse con un completo desconocido que podría incluso maltratarla como suele pasar con muchas jóvenes que se ven obligadas a vivir un matrimonio lleno de violencia y humillaciones, pero cuando descubre que su esposo ama a otra mujer y este la termina trayendo a su casa como concubina, Rosalie comienza a tratarla mal cuando Paul no esta, la chica aguanta todo porque ama Paul y no dejará que nada los separé, Rosalie la trata como sirvienta en la casa, en la reuniones la hace burla de ella por ser solo una concubina, pero nada de eso, hace que la chica se rinda, después a mitad de la novela, se descubre que Aina es en realidad la hija perdida del rey, por lo que es llevada al palacio, para ser reconocida como la primera princesa, cosa que a Rosalie se le hace injusto, pues ella recibe todo el cariño de los reyes, mientras que a ella nunca le dieron una sola muestra de cariño, esto hace que ella decida matar a Aina, la manda secuestrar, pero afortunadamente el segundo protagonista, un joven Duque de nombre Vincent De Angelis, la encuentra y la salva, Vincent se había enamorado de Aina cuando ella trabajó en su mansión como doncella, pero Aina ya amaba a Paul, Vincent lo sabía, ya que era amigo cercano de Paul, por lo que, cuando ella decidió aceptar ser concubina de Paul, Vincent la dejo marcharse. Cuando Paul se entera que fue su esposa la que planeo todo, la hace firmar el divorcio y decide mandarla a prisión, lo reyes aceptan puesto que Aina es su amada hija biológica, pero Rosalie huye para no ser encerrada, pide ayuda a su familia pero éstos le han dado la espalda y pierde todo, aunque escapa, en su huida es perseguida por el protagonista y sus caballeros pero el carruaje donde ella escapa cae por un acantilado y acaba perdiendo la vida. De ese modo, el protagonista logra ser feliz con su amada, que ahora la acepta por ser la amada princesa del reino.
Todo es muy bonito pero, nunca se preguntan ¿por qué la esposa tuvo que acabar mal? Ella nunca tuvo la culpa, sus familias son quienes los casaron a la fuerza y aunque ella amaba al protagonista, no fue su decisión que se casará con él, el protagonista le mostró desprecio, aún cuando ella no tenía la culpa de nada, su abandonó fue lo que la condujo a portarse de tal manera ¿quien no se enojaria si su esposo trae a otra mujer a su casa? Aunque amará a esa otra chica, no tenía derecho a meterla en su casa y obligar a su esposa a convivir con ella, bien pudo esperar a que fuese independiente de su familia y divorciarse, por supuesto, dando una buena compensación a su esposa para que pudiera vivir bien ya que la familia de esta seguramente la hubieran abandonado. Una vez divorciado, ahora si, podría buscar su felicidad, pero no, todo lo hizo mal y quien paga todo es la esposa a quien ponen como una completa villana, pero fueron los mismos protagonista quienes la empujaron a ser así, por muy absurdo que suene, así fue.
"¿Por qué cuento esto? Muy fácil, porque era una novela que Juliet leyo en su vida anterior y detesto el final, detesto como ponían a la protagonista como una mártir y una joven dulce, pero para Juliet, ella y el protagonista, fueron los verdaderos villanos.
¿Y por qué su vida anterior, muy fácil, porque perdio la vida en un accidente y ahora aquí está, en el cuerpo de Rosalie Castelli, la villana de la historia y hasta este punto, Paul el protagonista, ya ha traído a Aina a la mansión, Rosalie estaba furiosa y en su momento de irá, terminó resbalando con el agua de un jarrón y cayó golpeándose la cabeza, de ese modo, Juliet despertó en su lugar, que suerte ¿no? Renacer en el cuerpo de una pobre mujer abandonada por su esposo, no, ella no piensa acabar igual que Rosalie, por eso, va a tomar todo lo que pueda y a divorciarme de ese esposo tan tonto que tiene.
Cuando despertó en el cuerpo de Rosalie, estaba confundida, no entendía nada y por eso se encerró para no ver a nadie, necesitaba asimilar lo que estaba pasando, sobre todo porque ahora estaba en una novela y el cuerpo de la villana.
《Necesito buscar una manera de sobrevivir》
Pensó mientras camina de un lado a otro en esa habitación. Abrió las cortinas y saco un cuaderno donde comenzó a anotar todo lo que podía recordar de la novela. Hasta donde iba, ella ya se ha casado con Paul desde hace 4 años, es decir hoy en día tiene 19 años, los que recién cumplió y durante la fiesta, Paul le presento a Aina y ante todos anunció que ella entraría a su casa como concubina, de esa manera Rosalie sintió que su fiesta se arruinó y además fue humillada, no bastaba con que la criticaran por no haber tenido hijos, ahora las críticas serán peores, dirán que la concubina fue traída porque ella no puede tener hijos, cuando la realidad es otra y es que el poco hombre de su esposo nisiquiera ha podido cumplir con su deber, lo que agradece ¿quien querría pasar la noche con un tonto como él? De ahora en adelante Rosalie comenzará a tratará de cambiar su final.
《Bien, con que sea indiferente esta bien, no necesito ser una mujer malvada. Si hablo con Paul quizás me de el divorcio de inmediato》
Rosalie se preparo con ayuda de su única doncella, Lys, una chica de apenas 22 años, ha sido su doncella desde que ambas eran unas niñas, la única que le ha brindado cariño, ya que en esa mansión, nadie la ayuda, es Lys quien tiene que preparar la comida de Rosalie, lavarle la ropa y todo lo necesario, incluso a veces, Rosalie es quien debe hacerlo por si misma, ella no tiene el apoyó ni el respeto de los sirvientes de la casa y con la llegada de Aina, todos están atentos y encantados con ella.
- no sabe que coraje tengo, lo que hizo el Marqués.
- no te enojes Lys, hacer coraje por cosas así daña es malo. Deja que haga lo que quiera y yo también haré lo mismo.
Lys estaba sorprendida por las palabras de su señora, pues hasta hace unos días lloró y grito de manera desesperada cuando Paul arruino su fiesta de cumpleaños presentando a la amante. Justo ahora Lys le comenta que Paul y Aina estaban desayunando en el jardín, así que Rosalie se apresura a bajar, se asoma por la puerta, ahí estaban, la pareja de descarados comiendo alegremente, no entiende como es que ellos fueron considerados los protagonistas cuando solo eran un par de infieles.
Dejo salir un suspiro y camina hasta la quedar al frente de ellos, Paul se sorprende de verla y Aina agacha la cabeza.
- vaya, creí que la esposa era yo, pero veo que nisiquiera hay lugar para mi en esta mesa.
- Rosalie...nunca bajas a desayunar conmigo, por eso no p...
- no hacen faltas tus excusas Marqués, me ha quedado claro mi lugar.
- Rosalie...tú mejor que nadie sabe nuestra situación.
- lo se, pero tampoco es mi culpa que hayas tenido que casarte conmigo, espero que eso lo tengas en cuenta, porque yo tampoco soy feliz, yo también quisiera estar casada con el hombre que amo.
Paul se sorprende por las palabras de Rosalie, ella nunca le había dicho que tuviese a alguien a quien amará, por el contrario en una ocasión la misma Rosalie le dijo que lo quería.
- ¿tienes un amante? No olvides que estás casada.
- no tengo un amante y no, no lo olvido, el único que ha olvidado eso eres tú Marqués. Que absurdo entrar a una casa como amante.
Aina aprieta las manos en su vestido al escuchar las palabras de Rosalie, mientras que Paul se pone de pié golpeando la mesa.
- no te permito que le faltes al respeto a Aina.
- ¿en que momento lo hice? Yo solo decía que no caería tan bajo de buscar un amante, pero si me das permiso lo haría, después de todo soy una mujer que necesita compañía porque su esposo no ha sabido cumplir.
Paul se mostró molesto por las palabras de chica, antes siempre había sido callada, no comprende como puede hablar tan descaradamente ahora.
- no te atrevas, no tienes permitido faltarle al respeto a mi familia de esa manera.
- claro, maldita sociedad injusta.
Dicho esto se da la vuelta y se retira del lugar, estaba tan feliz de haber molestado un poco a ese par, quizás si continúa así pueda hacer que el Marqués Paul la eche de la casa y le pida el divorcio. Lys quien la sigue estaba sorprendida por como hablo con el marqués y encima como salió de ahí con la cabeza en alto. Rosalie le pidió a Lys ir a caminar fuera de la mansión, estar encerrada por unos días fue suficiente y quedarse en un sitió donde no es bienvenida, es bastante molesto; ambas suben al carruaje para ir al pueblo del Marquesado. Al llegar bajan a caminar, era una bella mañana, soleada pero con un aire agradable, los de aquel pueblo estaban sorprendidos de ver a una dama noble caminar por ahí y más siendo la marquesa, era una mujer que nunca salía de la mansión y si lo hacía era solo para ir a las fiestas de té.
"Escuche que el Marqués trajo una amante a la mansión"
"Si, la presento durante el cumpleaños de la marquesa"
"El Marqués es buen hombre, pero lo que hizo fue muy cruel"
"Estoy de acuerdo, la marquesa es joven y hermosa, el marqués fue muy descortés"
Rosalie podía entender perfectamente los murmullos, pero los ignora y solo sigue caminando, su objetivo era relajarse en su caminata. Se detiene por un pequeño barranco al escuchar el relinchar de varios caballos, entonces busca con la mirada, hasta dar con unos caballos que corrían por la pradera del río, pero lo que llama la atención de Rosalie es el chico que venía montando a uno de los caballos, era condenamente sexy con esa camisa blanca y rostro perfecto, esos ojos grises y cabello blanco le daban un aire de dios olimpo, Rosalie podría jurar que de fondo escuchaba una canción muy conocida en su mundo anterior.
- yo también quiero que me monte...
- ¿disculpe mi señora?
- ejem! No es nada...vamos...
Rosalie tosió de manera disimulada y mejor se dio la vuelta para volver al carruaje, el paseo ya fue suficiente, como que ya le dio mucho calor.
--------------nota---------
La canción que Rosalie dice escuchar es aquella de una novela, ya saben 🎶quien es ese hombreeee~~
XD
Rosalie regreso ya entrando la noche pues fue al centro del pueblo para seguir con su paseo y de paso ahí comió, incluso hablo con algunas personas, ellos siempre pensaron que Rosalie era una dama de esas presumidas que no se acercaban a los plebeyos, puede que la verdadera Rosalie si, pero ahora sería diferente.
Al bajar del carruaje y entrar, sin previo aviso recibió una cachetada que casi la hace caer, si no fuese por Lys quien la sostuvo.
- ¿donde estabas? ¿que clase de mujer casada sale sin pedirle permiso a su esposo y sin decir a donde? Por lo inútil que eres es que mi hijo tuvo que traer a esa podiosera a esta casa.
Rosalie llevo su mano a su mejilla, el golpe había dolido mucho. Pero sin que esa mujer se lo esperará, recibe un puñetazo en la cara que la hace caer sobre su trasero, todos los sirvientes presentes se sorprenden al ver algo así.
- en primera, el Marqués no respeta el matrimonio, no tengo porque respetarlo, en segunda, si quiere a esa plebeya no es mi culpa y en tercera, soy la Marquesa, la señora de esta casa y no tiene derecho a pegarme, yo voy a donde se me pega la gana.
- maldita bastarda, esto lo sabrá mi hijo, no te vas a salvar de un castigo.
- si, corra y dígale a su hijo, vieja metiche.
Rosalie paso de largo e incluso le dio un puntapié a la mujer mientras está se ponía de pié, la cara de sorpresa de todos era inigualable, Lys también estaba impactada al ver a lo que paso.
- mi señora...eso fue...increíble pero, el marqués no la va perdonar por golpear a su madre.
Rosalie se detuvo en seco, en realidad no pensó que esa mujer fuese la madre de Paul, eso explica porque se creía con el derecho de golpearla. Definitivamente se metera en grandes problemas con el marqués, pero que más da, lo hecho, hecho esta. Esa misma noche, cuando Rosalie estaba por irse a dormir, tocan a su puerta y al abrir Paul entra hecho una furia y tras el su madre llorando y con el ojo morado.
- mi madre ya me dijo lo que hiciste...¿como te atreves a golpearla? Ella solo se preocupaba por ti.
- ¿que le dijo? ¿Que le pegue solo porque quise? Marqués yo solo devolví el golpe.
- no es verdad hijo, yo solo le pregunte donde estaba porque no eran horas de que una mujer casada andará fuera y sola.
- Rosalie, mi madre lo hizo con buena intención.
Rosalie gira los ojos con fastidio, vaya ridícules.
- ¿pegarme es buena intención?
- mi madre jamás haría algo así, espero no vuelva a suceder y tienes prohibido salir de la mansión.
- ¿que? ¿Pretendes que yo me pase todo el día aquí? Donde vive tu amante.
- no comiences Rosalie...no se que te pasa, pero es mejor que te calmes.
- lo único que pasa es que ya me canse de agachar la cabeza y soportar lo que es injusto.
Y como ellos no parecen irse de su habitación, se sale para ir a encerrarse a la habitación contigua, Paul sale tras ella pero Rosalie le ha puesto seguro e ignora los gritos de Paul.
Esa noche Rosalie tuvo un sueño o más bien, era un recuerdo, la madre de Paul llegó a la casa justo después de que pasaron 5 meses de la boda, como Paul no estaba de inmediato comenzó a reclamarle a Rosalie porque aún no había noticias de un embarazo.
- no solo tuve que soportar que mi hijo se casará con una bastarda, ahora debo soportar el hecho de que no ha podido concebir.
- me disculpo señora, pero es que el Marqués en realidad no ha...
- ¿el marqués que? ¿vas a decir que mi hijo tiene la culpa? Él es un hombre, si no hay embarazo es obviamente tu culpa.
- pero señora no es eso, es que su hijo.
La mujer, de nombre Tabatha, le había dado una fuerta cachetada a Rosalie, la chica agacho la mirada cubriendo donde le habían golpeado y lloraba.
- pero señora...¿por qué me hace esto?
- porque eres una inútil y quieres echarle la culpa a mi hijo. Pero la única culpable eres tú, a este paso la familia se quedará sin heredero.
Rosalie solo regreso a su habitación y se sentó en un rincón a llorar. Para cuando Paul regreso ella se acercó para decirle que Tabatha había visitado la mansión y estaba molesta porque ellos aún no daban la noticia de un embarazo.
- solo ignora lo que diga.
Esa fue la única respuesta que recibió de Paul y cuando mencionó que la golpeo el chico le pidió que no este diciendo mentiras para llamar su atención.
- solo fuimos amigos de infancia, pero no te veré como nada más.
Dicho esto, se encerró en su estudio para no decir nada más y así cada vez que Paul se ausentaba, Tabatha visitaba la mansión para hacerle la vida imposible a Rosalie. La castaña abrió los ojos, ya había amanecido, todo lo que soñó era una pesadilla, la pobre Rosalie soportó a una suegra tan malvada, quizás ya sea hora de tomar una pequeña venganza y usar eso para darle más ganas al Marqués de divorciarse. Se levanto, se dio un baño, desayuno en su habitación y salió de camino a un carruaje pero los sirvientes le dijeron que no puede salir, siendo ordenes del marqués, optó por decir que iría caminando pero los guardias de la reja no la dejaron salir, así que patea con fuerza la reja.
- jódete y jodanse todos. Que te castren Marqués de mierda.
Levanto las manos mostrando el dedo medio en ambas manos, aunque nadie sabe lo que significa pero si las palabras que decía, todos se quedaban pasmados de escuchar a una noble hablar de esa manera. En uno de los balcones, estaba aquel albino observando todo.
- tu esposa, es una dama muy peculiar.
- ¿que dices? Es igual a todas esas señoritas de sociedad. Es linda pero no la puedo querer como mujer, lo sabes, mi amor es para...
- para Lady Aina, lo se. Si no la quieres deberías divorciarte, darle lo necesario para que ella esta bien y podrás casarte con tu amada.
- no es tan fácil, si hago eso, mi padre me quitará todo y no tendré nada para ofrecerle una buena vida a Aina, no quiero que tenga carencias nunca más.
- te puedo ayudar, solo piénsalo.
- gracias pero quiero hacer todo por mi mismo, quiero que sea por mi propio esfuerzo.
Si algo tenía Paul era que tenía orgullo y que no iba por el camino fácil, aunque eso le impedía ver que terceros eran los que salían heridos por su ese orgullo. Rosalie regreso a la casa.
- tan temprano ya quieres salir, tú lugar como mujer y esposa es quedarte en casa y estar disponible para cuando tu esposo lo requiera.
- entonces ¿por qué usted no esta en su casa? Si su esposo dispone de usted, no la va encontrar.
- pero que mal educada, a mi no me debes responder.
- tiene razón, solo debería darle otro golpe.
Rosalie levanto el puño a lo que Tabatha se hizo hacía atrás, pues aún tiene el ojo morado y apenas lo puede ocultar con maquillaje.
- maldita bastarda mal agradecida. Todavía que mi hijo se caso contigo.
- así no tengo nada que agradecer, es más bien una desgracia.
Antes que Tabatha continúe Rosalie se apresura a subir las escaleras, mientras que la mujer se queda furiosa. En la habitación Rosalie oculta su rostro entre almohadas y deja salir un fuerte grito, esa suegra si que era una molestia, quizás deba hacer lo que toda villana hace y matarla, Rosalie sintió un escalofrío, no, tampoco puede llegar a ese extremo ¿o si? Da igual, quien va tener que soportarla en un futuro es Aina, ahora ella solo debe concentrarse en hacer que Paul quiera divorciarse de ella. Una opción sería buscarse un chico que actúe como su amante, pero no sabe que pasaría si hiciera eso.
- Lys ¿que pasa con una mujer casada que tiene un amante?
- señora...no estará pensando.
- no, solo tengo curiosidad.
- no la condenarían por la iglesia como solía ser antes, pero perdería toda su reputación, las damas la rechazarían y más si su esposo se divorcia de usted sin darle ninguna compensación.
- bien, no moriría...eso esta bien...pero sin compensación no hay manera de vivir.
Rosalie oculto de nuevo su rostro entre las almohadas, fingir tener un amante queda descartado.
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