-No mamá no me puedes obligar, ¿cómo me puedes pedir eso?, y papá que dice de esto me encantará escucharlo

-No juegues conmigo Ahina sabemos perfectamente que tu padre está fuera de todo esto, y entre menos sepa mejor, tú y yo no le diremos nada ¿está claro? Así están mucho mejor las cosas

-Si claro ¿lo mejor para quién?, porque está claro que para mí no.

-Eres una tonta nos conviene a todos, acaso no te das cuenta si dices que si, nos salvarás a todos, a ti, a mí, tu hermano, tu padre, si no quieres hacerlo por mí hazlo por él, imagínate la presión que tendrá y las preocupaciones solo por tu maldito egoísmo, date cuenta Ahina nos salvas solo con un sí, cásate con el señor Herrera, siempre hemos pertenecido a la alta sociedad, no podemos caer en la miseria de la noche a la mañana, por Dios ¿qué va a decir la gente?

-¿Eso es lo que realmente te preocupa? ¿El que dirán? ¿Y qué hay de mí? ¿No te interesas por mí?

-Precisamente por qué me interesó y me preocupo por tí, te estoy pidiendo esto ¿Es que no lo entiendes?

-No mamá por favor, pídeme todo menos eso, apenas si lo conozco, ni siquiera tú sabes como es él ¿Cómo me puedes pedir semejante cosa?, además es como 10 años mayor que yo esta más que claro que no lo amo, ese tipo es raro, frío y muy orgulloso jamás me casaría con un tipo como él.

-No, no lo conozco mi amor en eso tienes razón, pero se que en sus manos esta nuestro futuro, además ¿de que podrías preocuparte? El tipo nada en dinero es uno de los más importantes socios de tu padre, ¿es que no lo ves Ahina? Con Herrera de nuestro lado y perteneciendo a la misma familia, estaremos nuevamente estables económicamente.

-¿Y qué hay de mi felicidad?

-¡Ay! Mijita ya tendrás tiempo de conocer al hombre y podrás enamorarte, solo es cosa de que le veas el lado positivo a todo esto, es gran punto a su favor es que esta hecho un bombón

No podía creer lo que mi madre me estaba diciendo, mi padre tenía problemas financieros, por lo que mi madre me explicó uno de los socios de papá lo defraudó robándole todo y dejándolo en banca rota, aunque mi padre se guardaba dicha información para que nosotros sus hijos no nos preocupáramos, disimulaba cómo si todo estuviera bien no daba a notar que caeríamos en la miseria, pero al parecer y para mi madre yo era la solución, mi madre me dijo que él fue el que puso las cartas sobre la mesa y el trato era simple, los millones a cambio de casarme con él, solo lo veía cuando venía a casa hablar con mi padre sobre negocios, el tipo me daba escalofríos, me veía raro y de su boca solo se escuchaba un < buen día o tardes> según fuera el caso, pero su mirada era penetrante a veces sentía como si pudiera ver a través de mí y eso daba miedo, parecía que me observaba como si fuera una presa para él, ¿acaso esas eran las primeras señales de que quería tenerme para él?, ¿Abría desarrollado una obsesión hacia mí?, pero ¿cómo podría ser posible eso? Es un hombre guapo muy varonil, alto piel clara, barba de candado ojos oscuros cejas semi pobladas, pestañas largas hacia arriba, cabello oscuro semi largo de vez en cuándo lo peinaba con la yema de los dedos, sus manos eran enormes, sus labios color carmín, no negaré que me atrae físicamente es muy muy apuesto, cuando esperaban a papá en la sala de estar lo observaba sin que se diera cuenta, y resultó ser un maldito enfermo ¿cómo una persona puede comprar a otra? ¿Por qué yo? ¿Por qué así?

Ahora tenía que pensar en que decirle a mi madre aunque no tenía muchas Opciones era sí o sí, llore toda la noche pensando en cómo mi vida se iba al carajo, además ¿qué le iba a decir a Ulises? Empezábamos un lindo romance teníamos unas cuantas semanas saliendo, todo iba viento en popa, realmente me estaba enamorando de él es un tipo dulce y amable siempre estaba al pendiente de mí y eso me gustaba mucho, a pesar de no ser tan apuesto como Herrera, los detalles son los que siempre deben de importar y ahora tendría que decirle que no llegaríamos a más y decirle adiós sentía como mi corazón se partía en mil pedazos, todavía no me casaba con Herrera y ya lo comenzaba a odiar.

¿Por qué las cosas tienen que ser así?, y todo por ese maldito enfermo que cree que puede tenerme de la noche a la mañana gracias a su billetera, prefiero morir, o escapar lejos de aquí, sin que nadie sepa dónde estoy, todas eran buenas alternativas, comparándolo con matrimonio con un tipo que apenas si conozco.

Al día siguiente mi madre me cuestionó sobre lo hablado la noche anterior, me dijo que estaba exagerando que me casara con Herrera y esperara uno o dos años para poder ser parte de sus bienes y al momento del divorcio pudiera yo merecer unos cuantos millones y mi vida volvería a ser la misma de ahora, a veces me sorprendía como una madre podía vender a su propia hija por miedo a ser pobre, me hizo jurar que no le contaría nada a papá, él era comprensivo y mi padre hubiera preferido caer en la ruina que venderme como si fuera una callejera, papá tiene muy buena relación con Herrera, estoy segura de que si las cosas fueran diferente papá no se opondría a esta boda, siempre y cuando fuera por amor y no por unos millones, pero en algo tenía razón mamá, mi padre no merecía caer en esta situación, ya que han sido años y años de trabajo y mucho esfuerzo, él empezó esto desde cero y ha dado toda su vida y tiempo en esta empresa y gracias a eso nos dio lo mejor y eso se lo debo, de alguna manera siento que tengo que regresar lo mucho que él nos ha dado y hecho por nosotros, por lo que sé , mi mamá no quise decirme cuál de los socios de papa nos robó hasta el alma dejándonos en esta horrible situación, admiraba la fuerza de mi padre, con la que estaba enfrentado toda situación, se notaba tranquilo y sereno, pobre solo él sabía lo que realmente sentía, debió ser duro pasar por esto solo, el querer gritar o llorar y solo fingir que todo está bien o mejor, cuando la realidad es muy oscura

Le dije a mamá que no se preocupara que le dijera al imbécil de Herrera que su compra sería todo un éxito, ya que aceptaba la ridícula propuesta de casarme con él, pero tenía una condición, no quería verlo rondando por la casa y no me importaba que tuviera negocios pendientes con papá que resolver, no quería verlo hasta el día de la boda, en estos momentos me parecía un hombre repulsivo a pesar de ser muy atractivo, aún no podía creer que él fuera quien comenzó todo esto, aprovechándose de la situación económica que mi familia estaba atravesando

-Haces bien hijita, es lo mejor para todos, si no fuera tan grave no te lo pediría, tu familia cuenta contigo, nos tienes en tus manos, no lo olvides, y ahorita mismo hablo con el Señor Herrera para darle la buena noticia.

-La sorprendida soy yo mamá, ese hombre solo vino a cambiar mi vida para mal, ¿cómo voy a afrontar todo esto? Para mi todos se pueden ir al carajo.

-Bueno arréglate un poco y deja de llorar que tienes un aspecto deplorable, por Dios aunque sea finge que estás un poco alegre de lo demás me ocupo yo ahorita mismo me aseguraré de que se entere que están comprometidos, serás la novia más hermosa - sus ojos se hicieron cristalinos y presiento que fue porque le acababa de solucionar la vida, más no porque se compadeciera de mí.

Maldita sea mi vida, mis manos estaban temblando tenía que ver a Ulises antes de que se enterara de mi compromiso con Herrera, ya que mi madre me haría el gran favor de decirle a todo el mundo que seríamos parte de esa familia, prácticamente mi madre gritara a los cuatro vientos que sería la señora de Herrera y antes de que eso pasará tendría que dejarle claro a Uli que ya no podía buscarme y que esto tenía que terminar, tenía que quedarme Con el recuerdo y de lo que pudo haber sido, así que con el corazón roto y resignada por lo la situación que me encontraba, suspiré me arme de valor y tomé el teléfono me quedé viendo una de sus fotos, mis ojos se llenaron de agua, me limpie, me arme de valor busque el contacto "ULI❤️" y apreté la tecla marcar mis manos sudaban y mi cuerpo temblaba, sentía como si mi alma abandonará mi cuerpo hasta que al tercer tono pude escuchar un

-¿Hola preciosa, cómo estás? Me encanta cuando me hablas ¿lo sabías?

-Hola Uli si lo sé, estoy bien, crees poder ir a tomar algo conmigo y vernos a las 3 en la cafetería del centro necesito hablar contigo

-¿Estás bien? ¿Por qué me hablas en ese tono tan seco?, no me espantes preciosa

-¡Ehh si todo bien, es solamente que necesito verte ahora!

-Sabes que yo encantado de verte preciosa, a las tres me tienes ahí, no puedo esperar para besarte, ¡te quiero Ahina!

Colgué sin decir nada más, las lágrimas corrían por mis mejillas, me metí a la ducha y me puse unos jeans azules y una playera blanca con tenis, me recogí el cabello con media coleta y salí a toda prisa dando gracias a Dios por no encontrarme a mamá, estoy segura de que me tiraría otro sermón y ya tenía suficiente de eso, jamás imagine tener que ver cara a cara a Ulises para decirle que esto se acababa y si me preguntaba el por qué, ¿qué le iba a decir?

Al llegar al lugar acordado mis piernas se sentían como gelatina de repente sentí un calor que invadía todo mi cuerpo por los nervios, pedí una mesa para dos quise llegar 15 minutos antes para pensar bien como iba a manejar la situación!

Unos cuantos minutos después lo vi, la mesera le señalaba mi mesa y se acercaba con una sonrisa de oreja a oreja.

-Preciosa te extrañe tanto- me dio un beso en los labios, cosa que agradecí mucho, ya que sería el último, le sonreí sin ganas y en segundos cambió su aspecto a preocupación

- Por dios Ahina ¿qué te paso, está todo bien?

- Si todo bien no tienes que preocuparte por mí- baje la mirada no podía verlo a los ojos me moría de tristeza y miedo, pero tenía que hacerlo, tenía que decirle que esto acaba aquí y que sería la última vez que nos veríamos.

-Uli yo...

La mesera me interrumpió preguntando si ya estábamos listos para ordenar yo solo pedí un vaso con agua la realidad es que no tenía hambre, no tenía ganas de nada ¿Cómo iba a explicarle a Ulises que mi propia madre me había vendido? Y lo que es peor, que yo lo había permitido tenía que ser convincente y segura de la mentira que le diría para que no me buscará y poner punto final

-Lo mismo que ella - Uli me sacó de mis pensamientos y me miró fijamente - ¿Ya me dirás lo que te está pasando? Estás actuando muy extraña nena, ¿dónde está mi chica alegre y espontánea?

Lo único que pudo salir de mis labios fue...

- Ulises esto se acabó, si te cite aquí hoy es para decirte que no quiero saber más de ti, que agradezco los momentos que tuvimos juntos fue mágico para mí, pero esto ya no puede ser, siento que hayas perdido tu tiempo en estas semanas

-¿ Qué? ¿Por qué?-

-Por qué así lo deseo Uli, perdóname, pero es lo mejor para los dos y te voy a pedir un favor, no me busques no me llames

Por más que lo intente no soporte mas y me quebré, las lágrimas corrían y corrían por mis megillas ya no podía evitarlo, no soportaba verlo a la cara, esto me era mucho más difícil de lo que creí

-Si esto es lo que quieres ¿por qué me da la impresión de que te duele tanto como a mí? Ahina se sincera conmigo confía en mí y dime que está pasando? - me levante abruptamente de la mesa ya no quería verlo me dolía mucho pero tenía que romperle el corazón y así asegurar que no me buscaría después de esto, volteaba a todos lados para buscar una ruta de escape cuando de pronto mis ojos se quedaron fijos en una figura familiar, era Herrera arriba de su camioneta del otro lado de la calle viendo hacia aquí, ¿acaso era un espía? ¿Cuánto tiempo llevaba ahí?, ¿cómo sabía donde estaba?, demonios ahora si tengo que salir de aquí ahora mismo

Ulises me tomó del brazo obligándome a quedarme ahí exigiendo que le dijera que era lo que estaba pasando, yo solo pude safarme de su agarre y decirle adiós, caminando a toda prisa en dirección a casa, Ulises trato de seguirme cuando me percate que la camioneta de Herrera arrancó y se le emparejó, deteniendo sus intenciones de seguirme exigiendo repuestas.

Unos metros más adelante la camioneta ya estaba al lado mío pero yo no quise voltear, la veía por el rabillo del ojo, iba a la misma velocidad que yo, mis piernas temblaban, mis manos sudaban, la boca se me secaba, y me preguntaba a mi misma lo que este hombre me iba a hacer, una voz me ordenó que subiera a la camioneta, la cual ignore, pero un grito hizo que me detuviera en seco - Maldita sea Ahina si no subes por mérito propio tendré que obligarte- Genial Herrera estaba molesto, ¿no se supone que la molesta tendría que ser yo?, este idiota me compro como a un mueble más o un objeto cualquiera, pero la realidad es que estaba muerta de miedo, ese hombre era intimidante y me ponía sumamente nerviosa y ahora a la lista se sumaba el miedo esto no podría ser peor.

Pará no hacerlo enfadar más subí a la camioneta, la puerta trasera ya estaba abierta esperando por mí, Herrera se recorrío y lo miré fijamente, agradecí que trajera lentes de sol lo cual no podía observar sus ojos, esos ojos oscuros que me penetraban y hacía que me remolineara de incomodidad, con la respiración acelerada subí con paso torpe por el miedo y los nervios, cerré la puerta y enseguida nos pusimos en marcha, me di cuenta de que nos dirigíamos a un lugar que no era mi casa, se supone que hacia ahí me dirigía yo, pero ahora no sabía adonde mierda íbamos.

-¿Quién es ese tipo?

-Nadie que le interese

-Me interesa con quien se ve mi futura esposa- en ese momento los nervios pasaron a furia y lo mire fijamente entrecerrando los ojos, pero para mi sorpresa y desgracia él había subido las gafas a su frente y su mirada era más pesada que la mía, él... o por Dios él hablaba en serio, mi madre ya le había dicho que me casaría con él, Dios esto en verdad está pasando.

-Nadie, no era nadie

-No se veía como nadie Ahina responde!

-Un amigo, es solo un amigo

-Y tú Crees que soy estúpido?

-Que!? No

-No sabía que a los amigos se les besaba en la boca, te voy a dejar algo bien claro nena a mí no me gusta compartir y desde el momento en que dijiste que si te casarías conmigo eres y serás solo para mí, así que evitarme la pena de romperle la cara a ese tipo y deja de tratarme como un idiota, no me tomes el pelo nena, y por el bien de los dos más vale que te portes bien y jamás me vuelvas a mentir.

-¿Cómo sabías donde estaba?

-Digamos que yo cuido lo que me pertenece

-No soy tuya, no aún

-Pero lo serás y muy pronto

-Y mientras eso pase te voy a pedir que me dejes en paz, y te agradecería que me lleves a casa! - Herrera le dio instrucciones al chófer para ir a casa, era increíble como con un simple movimiento de cabeza de Herrera el chófer reaccionara.

Al querer bajar de la camioneta Herrera me tomó de la mano y me dijo con esa mirada que me aterraba

-Que te quede claro que me perteneces aun cuando no estemos casados, tu familia ya goza de mi dinero, así que nada me detiene para no hacer lo mismo contigo, no me provoques Ahina dudo mucho que lo primero que quieras ver de mí sea lo peor!.

Trague saliva y note como Herrera me miraba los labios queriendo besarlos, pero salí de un salto y me metí corriendo a casa no quería estar más tiempo con él, es más no quería ni verlo.